lunes, 10 de octubre de 2016

Once Hijos

Domingos 21 hs en ElKafka Espacio Teatral.




Obra basada en el cuento Once Hijos, escrito por el notable escritor checo Franz Kafka en 1883, traducida por Pablo Caramelo y con adaptación y dirección del joven y talentoso Federico Ponce.

Gran desafío el de Federico, trayendo al teatro independiente, esta obra de Kafka, que no resulta sencilla y que requiere un gran despliegue artístico y escénico, con tantos actores en acción en forma simultánea.
Indudablemente una gran apuesta de ese joven dramaturgo y la resolvió en gran forma, ya que logra una obra sólida, conservando el espíritu del cuento original, pero aportando su impronta y logrando una puesta con mucha dinámica, que atrapa al espectador en todo momento.

La obra explora el vínculo siempre complejo, entre padre e hijos. En escena vemos un padre, brillantemente interpretado por Pablo Caramelo, quien en forma minuciosa, hace una descripción de las características personales de cada uno de sus hijos, tanto de carácter, como físicas, encontrando en cada uno de ellos, aspectos positivos y negativos, pero siempre eligiendo quedarse con la parte negativa, con el defecto de sus hijos, con un aire de desilusión y rechazo que está presente en cada de uno de sus parlamentos.





La interpretación de Caramelo, es soberbia, con un dominio total de la escena, con mucha presencia y transmitiendo una imagen de absoluta autoridad, con una sonrisa socarrona casi permanente en su rostro y un swing , que en realidad esconde su frustración, por tener esos hijos que distan tanto de ser perfectos, según su exigente mirada personal. Es muy destacable, la interacción del padre con sus once hijos, compartiendo el limitado espacio escénico, cruzando miradas, tocándolos y haciendo gestos, nada parece escapar del control de este padre omnipresente.

Los hijos merecen ser nombrados, ya que cumplen una labor fundamental en el éxito de la puesta, son: Daniel Barbarito, Juan Pablo Antonelli, Juan Pablo Maicas, Lautaro Sosa, Manuco Firmani, Patricio Bertoli, Rodrigo Martínez, Rodrigo Pedrosa, Manuel Aime, Marcos Paterlini y Matías Tagliani.
El lector, al ver tantos nombres, ya imaginará lo complejo que es tenerlos a todos al mismo tiempo en escena y el desafío es resuelto en gran forma por el director y se nota que hay mucho trabajo y ensayo previo, ya que muestran una gran coordinación, en sus movimientos, sus miradas, sus gestos, sus bailes, todo se hace en forma sincronizada y hacen que la platea,  esté siempre atenta y tratando de abarcar con su mirada, que hace cada uno de los hijos en escena, algo difícil, ya que están en constante movimiento, siendo este un reto adicional y estimulante para el espectador.




La escenografía, es solamente una silla, con eso alcanza para producir teatro, pero Once Hijos tiene muchos más recursos, por ejemplo el excelente diseño de iluminación a cargo de Lucas Orchessi, desde las luces de led, que marcan los límites del escenario, pasando por un potente reflector o los momentos de oscuridad, el trabajo lumínico es un punto muy fuerte en esta puesta. Otro punto altísimo, es el sónido, que le dá una gran potencia a la obra y colabora con la música a las excelentes coreografías que se dán a lo largo de la puesta, coordinadas por Verónica Litvak y que realmente impactan, ya que muestran coordinación, gracia y mucho ritmo, en un espacio limitado en el que doce actores, realizan un despliegue corporal constante.

Por último mencionar el vestuario, de los hijos, todos atildados e igualitos, con sus trajes negros, dándoles un aire misterioso, realmente una puesta donde está cuidado hasta el más mínimo detalle.

En definitiva, un placer poder ver justamente en ElKafka, una representación teatral de un cuento del propio escritor checo, llevada a escena brillantemente por un joven director como Federico Ponce y su talentoso equipo, explorando acerca del siempre vigente vínculo padre / hijo, con una puesta potente y efectiva y una calidad que asombra y debe llenar de orgullo, a todos lo que amamos el teatro independiente.

Recomendamos mucho Once Hijos, una experiencia teatral original, con un enorme despliegue artístico y escénico, que el espectador disfrutará mucho.


Pensador Teatral.

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