martes, 11 de abril de 2017

El Amor es un Bien

Sábados 22 hs y Domingos 18 hs en Moscú Teatro ( Camargo 506 )





Obra escrita y dirigida por Francisco Lumerman.

La pieza es una versión libre de Tío Vania, obra escrita por el dramaturgo ruso Antón Chejov y publicada en 1899, siendo una de las piezas más importantes escritas por el célebre autor  y una de las obras más importantes de la literatura dramática del Siglo XIX.

Francisco Lumerman, fundador del Moscú Teatro junto con Lisandro Penelas, decidió rendir homenaje justamente al notable escritor ruso, escribiendo El Amor es un Bien, versión libre  de Tío Vania, un clásico de todos los timpos, pero aggiornando la historia a estos tiempos y trayendo un Chejov fresco y actual, sin perder su escencia.

Siempre es un desafío, partir de grandes clásicos y en este caso, Francisco logra resolverlo en gran forma, ya que consigue un texto muy profundo y con una gran riqueza en los diálogos, logrando una historia actual y conservando la atmósfera chejoviana.

Para lograr su cometido, el autor se permite algunas licencias y modificaciones, como pasar de la fría Rusia a la solitaria Carmen de Patagones en nuestra Patagonia, Vania será Iván y así el resto de los personajes, tendrá cambios de nombres y de características, pero conservando siempre algunos rasgos de la obra original.




A esta altura es importante, hacer una aclaración, para disfrutar de la obra que se presenta en el Moscú, no es necesario haber visto Tio Vania, ni conocer la obra de Chejov, la pieza es totalmente independiente y funciona a la perfección para el espectador que se presente a verla, sin tener en cuenta la obra en la que se inspira, solo que aquellos, que conocen la pieza original, sabrán identificar algunos guiños plantados por el autor y apreciaran mucho el gran trabajo realizado por el director.

La historia, nos cuenta, como Sonia  ( Rosario Varela ) y su tío Iván (José Escobar) , administran un hostel en Carmen de Patagones con muy poco éxito, ya que la mayor parte del tiempo se encuentra sin huéspedes. Es más en estos momentos, el único pasajero es un doctor llamado Pablo ( Diego Faturos ). La tranquilidad pueblerina y del hostel, será sacudida, con la llegada desde Buenos Aires, de Alejandro, el padre de Sonia  ( Jorge Fernández Román ) y Elena ( Manuela Amosa ) su nueva mujer, mucho más joven que él.
A partir de esta llegada, la convivencia de estos 5 personajes en el hostel, se irá complicando y los conflictos irán apareciendo, en forma continua, para no develar el misterio, dejaremos que el espectador cuando vea la obra, los vaya descubriendo.

Como fuera dicho el guión tiene una gran riqueza y una alta cuota de sensibilidad, la trama envuelve al espectador, que seguramente sentirá identificación o empatía con alguno de los personajes.

La pieza transita su tercera temporada y siempre a sala llena, esto se explica por la efectividad del  guión y por las excelentes interpretaciones que tiene la obra, que no es nada sencilla y eso resalta aún más el mérito de quienes la protagonizan.

Las 2 interpretaciones más destacadas, a nuestra entender son las de José Escobar, componiendo a un Tío Ivan que conmueve por su sensibilidad, en una actuación que le valió estar nominado como Mejor Actor de Reparto en los premios Trinidad Guevara 2015 ) . Formando además un tandem perfecto con Rosario Varela, que con mucha pasión, dá vida a una Sonia soñadora e idealista, una verdadera revelación, una gran entrega actoral, para una magnífica composición. Además un plus, su hermosa voz, que se luce en un par de canciones que interpreta.

Pero no sería justo dejar de mencionar a los demás integrantes de la historia, ya que todos se destacan, desde Diego Faturos, el inteligente y reservado doctor, preocupado por la defensa del medio ambiente, del que casi todos están enamorados, la bella Manuela Amosa, como Elena, pieza clave de la historia, junto a Jorge Fernández Román, el padre de Sonia, dotado de un cinismo y una ironía, que se destacan en varios pasajes de la pieza, nos gustó mucho su trabajo. Indudablemente, se nota que es un grupo muy unido y que hay mucho trabajo previo, para poder lograr interpretaciones tan sólidas y que funcionan tan bien en forma conjunta.





La escenografía es desprovista, casi nula, efecto buscado por al autor, como una forma de destacar la importancia que tiene la palabra en esta historia, sin necesidad de otros aditamentos.

Como conclusión, un trabajo notable el el Francisco Lumerman, logrando esta excelente versión libre de Tio Vania, moldeando una obra fresca, profunda y actual a la vez, apoyándose en un elenco comprometido con la historia, que se luce mucho con las composiciones, logrando en el conjunto brindar un merecido homenaje al gran dramaturgo ruso Antón Chejov, nada menos que en el Moscú Teatro, son los lujos y coincidencias que nos permite nuestro prolífico teatro independiente.

El prolongado aplauso que reciben los protagonistas al término de la obra y que la pieza lleve ya tres temporadas presentandosé a sala llena, son una clara muestra de que estamos en presencia de una obra que de ninguna manera puede pasar inadvertida, para los amantes del buen teatro.


Pensador Teatral.

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