Páginas

miércoles, 26 de abril de 2023

Los Gestos Bárbaros

Dramaturgia de Juan Ignacio Fernández. Dirección de Cristian Drut.






Miércoles 20 30 hs en Hasta Trilce ( Maza 177 )

Un texto oscuro y potente llega de la mano de Los Gestos Bárbaros, una propuesta que nos hablará de vínculos familiares rotos, traumas del pasado que pesan en el presente y la enrome dificultad para entablar un diálogo civilizado con el otro. Una familia atravesada por la violencia y por experiencias traumáticas que sin dudas tuvieron sus consecuencias.





El proyecto tuvo su génesis en el documental catalán " Más alla del espejo ", que mostraba a personas que sufrían de manera repentina una enfermedad cerebral y a partir de ello modificarían su percepción de la realidad, Valentina Bassi, una de las protagonistas, lo vío y quedo impactada por el mismo, consultando enseguida de verlo a Cristian Drut, si desde allí podría nacer una obra teatral. La respuesta fue afirmativa y pronto se sumaron Laura Novoa otra de las protagonistas y Juan Ignacio Fernández en la dramaturgia.

En tiempos de post pandemia, empezaron a charlar en un bar del documental, impactados por la idea de como de un día para otro, una enfermedad que afecte nuestra mente, nos puede cambiar totalmente la vida, perdiendo noción de la realidad y como debimos hacer malabares para seguir con una vida lo más normal posible. Pero es necesario que exista una enfermedad mental o en ocasiones nuestra mente viene con alguna limitación o marca, que dificultarán nuestras relaciones familiares y los vínculos que generemos.





De esas charlas y varias revisiones, nació Los Gestos Bárbaros, que nos hablará del regreso de Emilia ( Valentina Bassi ) a la casa familiar, luego de quince años de ausencia. Pero antes de llegar, sufre un grave accidente en la ruta que dejó su secuelas, ya que perdió la memoria. No podía recordar el motivo de su vuelta después de tantos años y mucho menos explicar porque llevaba un colchón en el auto, lo que indicaría la intención de quedarse por un tiempo.

La obra parte de un reencuentro familiar. Emilia, la hija del medio de tres hermanos, vuelve a la casa de sus padres luego de quince años de ausencia. Pero antes de su llegada, sufrirá un accidente automovilístico en el camino que le demandó días de internación. Tiene lagunas mentales y le cuesta recordar. El médico le dijo que será un proceso largo . Su cabeza está confusa y el reencuentro familiar hace estallar toda una serie de conflictos que permanecían latentes.





El reencuentro con la familia  no será nada fácil , los médicos anunciaron que la recuperación sería un proceso, que llevaría un tiempo. Había que tener paciencia, pero muy pronto le pedirán respuestas. Porqué se había ido hace quince años ?? En todo ese tiempo, nunca se le ocurrió volver ?? Y ahora porque regresa de improviso ?? Y ese colchón ?? La imposibilidad de dar respuestas generaban momentos incómodos y de desconfianza.

En aquel hogar se respira una atmósfera de tensión, con una madre manipuladora que lleva la batuta, apoyado por Eduardo, su hijo mayor, que siguiendo el legado familiar del abuelo y del padre, está luchando para lograr la candidatura como intendente de la pequeña ciudad en que viven. Deberá lidiar con Tadeo, el hermano menor, la oveja negra de la familia, que tiene una muy mala relación con su madre y en sus tiempos libres se dedica a quemar campos de soja, en un claro guiño a la actualidad de nuestro país. El cuadro desquiciado, lo completa Isa, la esposa de Eduardo , que no está para nada feliz con su rol de madre, abriendo un muy interesante debate aquí, ya que la dramaturgia no idealiza la maternidad, sino todo lo contrario, algo que no es habitual.






La trama tendrá una tensión permanente y con un recuerdo del pasado, que si recuerda Emilia y será un hito fundamental de la historia, nos referimos al suicidio del padre, que ocurrió poco antes de su partida de la casa y del pueblo. Sin dudas el hecho fue traumático para toda la familia y modificó el esquema de las jerarquías familiares, con resultados que por lo que podemos apreciar no fueron nada positivos. Y hasta allí vamos a contar, para que no quitar sorpresa, ya que la trama tiene una buena cuota de suspenso.

Tiempo de hablar de las actuaciones que presenta la obra, que realmente hacen la diferencia. Decimos esto por la calidad de los trabajos y por la importancia del elenco reunido que resulta un lujo para el teatro independiente, siendo algo que se nota mucho en una historia que resulta compleja y que requiere actores con mucho recorrido para no naufragar, logrando acá potenciar mucho el relato, con composiciones sobresalientes y personajes muy bien elaborados.





Son cinco los actores en escena y a nosotros que siempre nos gusta remarcar la actuación más destacada , estamos en aprietos aquí para determinarlo ya que todas son muy buenas. Corriendo el riesgo de ser injustos y para no abandonar nuestra costumbre, diremos que la composición que más nos gustó, fue la de Silvina Sabater, como Alicia, una madre manipuladora y bastante cruel, que disfruta siendo el centro de atracción de la casa. Gran presencia escénica de Silvina, con una fuerza dramática que destaca y con momentos realmente hilarantes.

Cuando nos referíamos a que el elenco era un lujo, sin dudas pensábamos en Velentina Bassi y Laura Novoa, que fueron parte fundamental en el nacimiento del proyecto y ahora en el escenario. Valentina, como Emilia, será el personaje clave de la historia, ya que su llegada al pueblo, desatará recuerdos y tensiones. Muy bueno su trabajo. Y que decir de Laura Novoa, como Isa , con un personaje que deja mucha tela para cortar, siendo una madre madura totalmente desbordada desde lo emocional y con un conflicto grave respecto a su maternidad, no aceptando ese rol. Impecable lo de Laura.





Y ante semejantes interpretaciones femeninas, que decir de los papeles masculinos, ambos se destacan mucho. Ignacio Rodriguez de Anca, parece ser la figura más seria de a familia y una especie de ordenador de la misma, aunque por momentos también perderá el control, algo muy normal en esa familia. Franciso Bertín, es Teo, el benjamín de la familia, disfruta de su rebeldía y de hacer la suya, sin importar lo que opinan los demás. Con un histrionismo a flor de piel y una energía altísima, realiza una composición estupenda.

Si alguno piensa que exageramos con los elogios, los invitamos a que vean la obra y les aseguramos que van a coincidir con nosotros. Son cinco trabajos individuales para disfrutar, con espacio para el lucimiento y se potencian en el conjunto. Un plus, es su identificación con el proyecto, algo que se traduce en el compromiso y la entrega que muestran en escena.

La puesta de Cristian Drut, es atractiva y sombría, logrando ese ambiente oscuro y dramático que la trama pide. Colaboran mucho para ello, el diseño sonoro de Daniel Melero y la iluminación de Alejandro Le Roux, que suman para esa atmósfera perturbadora y espectral que la historia propone. Por último mencionar el diseño escenográfico de Marcos Di Liscia, con elementos muy particulares, como un sillón roto, una pila de ropa vieja y esas tacitas vacías de té que los personajes esgrimirán en algún momento como autómatas.






En definitiva, una propuesta fuerte e inquietante la que llega con Los Gestos Bárbaros, una tragicomedia que nos hablará de vínculos familiares rotos e incompletos, violencia y relaciones tóxicas por doquier. Además la obra,  nos hablará de la locura y de la desidealización de la maternidad, algo que al resultar políticamente incorrecta, pocas veces puede verse en escena.

En su segunda temporada, en su nuevo hogar de Hasta Trilce, la obra no pasa desapercibida y moviliza al espectador, que muchas veces se reira de manera nerviosa por lo cruel de algunos comportamientos que la trama deja al descubierto. Una excelente oportunidad para disfrutar del elenco reunido, que nos permite disfrutar de un relato tan potente, como perturbador, que nos dejará mucho espacio para la reflexión y nos recordará que cada familia es un mundo, en algunos casos más oscuro del que imaginamos.


Pensador Teatral.


domingo, 23 de abril de 2023

Instrucciones para ser una Idishe Mame

Dramaturgia y Dirección de Sebastián Kirszner.





Sábados 18 30 y 20 30 hs en La Pausa Teatral ( Luis Viale 625 )

El teatro nos convoca en esta oportunidad para una masterclass, si tal como leen. Mirta Goldstein la protagonista de la obra, es quien se encuentra a cargo de la carrera de grado que transmite los conocimientos básicos para convertirse en una auténtica Idishe Mame o madre judía, por si alguien necesita traducción. 

Los espectadores se convertirán en alumnos de una prestigiosa institución y de esta instructora particular, que elegantemente vestida, disertará sobre los pilares que deben cumplirse para ser idishe mame, con todas las letras. La clase tendrá mucho humor, pero también mucho de real, a juzgar por las reacciones del público / alumno que asentirán y se reirán con cada exposición de Mirta.





El texto de Sebastián Kriszmer es muy divertido y se nutre de muchas anécdotas de la colectividad. Este joven autor en los últimos años, se erigió como un exponente de la dramaturgia judía, trayendo a escena sus tradiciones y costumbres, con un toque fresco e irreverente, pero conservando la identidad y el legado hacia las nuevas generaciones. Uno de los méritos de Sebastián es saber introducir la temática judía, en la realidad argentina, logrando que los espectadores, sean de la colectividad o sean goys, como nuestro caso, puedan disfrutar del texto por igual.

En esta oportunidad, tendremos un unipersonal en formato educativo, que resulta original y muy entretenido. A las enseñanzas teóricas, la protagonista le sumará anécdotas de su infancia, los principios que toda buena madre judía debe cumplir y actualidad ya que contará como le está yendo a ella como Idishe Mame, porque tiene un hijo que no le facilita las cosas y que la obligará a desplegar todas sus habilidades como idishe para tenerlo cerca.

Y hasta allí vamos a contar, porque la obra tiene muchas sorpresas reservadas y esta bueno que se sorprendan, como lo hicimos nosotros. Momento de hablar de Silvia Kanter, la protagonista del unipersonal, que se convertirá en Mirta Goldstein, una profesora amorosa, experta en el arte de la manipulación y la generación de culpa. Para destacar su presencia escénica y su carisma, ya que desde el arranque atrapará al público con su relato.






Destacamos la manera en que Silvia logra romper la cuarta pared, logrando complicidad con los espectadores,  logrando su participación, ya que en algún momento entona una canción y requiere la ayuda de la platea. Con dulzura y pasión, Silvia logra componer a una idishe mame adorable, que resulta cercana y reconocible por el público. Entrañable su composición.

La puesta como dijimos es atractiva y dinámica. Hay una pantalla donde se proyecta un power point con nociones básicas del curso. Tendremos momentos musicales y el humor siempre como bandera. Sebastián vuelve a ofrecernos un humor sano que consigue reírse de lo propio, jugando con la ironía, pero siempre con mucho respeto por las tradiciones y el legado de su colectividad. 






En definitiva, una muy divertida propuesta la de Instrucciones para ser una Idishe Mame, que sigue la linea de anteriores espectáculos de este joven autor, que ya se está convirtiendo en un clásico en retratar las vivencias y las tradiciones de la comunidad judía en Argentina, teniendo muchos guiños para los miembros de colectividad y permitiendo que los que miran desde afuera, entiendan y aprendan muchas cuestiones, que no conocían de primera mano.

Como plus, ha sido nuestra primera visita a La Pausa Teatral, es su nuevo hogar, a unas pocas cuadras del Cid Campeador, que resulta cómodo y moderno. Un sitio ideal para ser parte de esta clase magistral, que de la mano de la protagonista, nos introduce en el tierno mundo de las madres judías, que resultan un modelo de amor incondicional.


Pensador Teatral.


jueves, 20 de abril de 2023

Luntai

Dramaturgia y Dirección de Malena Pérez Bergallo.






Jueves 21 hs en Itaca Complejo Teatral ( Humahuaca 4027 )

Una propuesta sensible y con mucha magia llega de la mano de Malena Pérez Bergallo, que con una dramaturgia muy rica en creatividad e imágenes, nos hablará de como se articulan los vínculos familiares ante la pérdida y el dolor que nos produce la muerte de un ser querido y más cuando la desaparición es inesperada.

En la obra se nos presentará a una familia china que vive en Argentina y trabaja en una tintorería, para desconcierto de algunos clientes, que cuestionan porque no tienen un supermercado o una lavandería, como hacen la mayoría de las familias de su comunidad, en vez de dedicarse a un rubro que por lo general, es atendido por la comunidad japonesa, siendo este un guiño claro de la dramaturgia para la sonrisa del espectador.






La trama tiene momentos muy divertidos y juega con habilidad con el choque de la cultura oriental y la argentina, mostrando los contrastes notorios, en especial en costumbres y rutinas. Sin dudas que estos momentos de humor, tienen mucho valor, ya que ayudan a amortiguar el fuerte drama que presenta la historia central de la obra.

La familia deberá soportar las esquirlas provocadas por la muerte de Tian, el hijo adolescente que se suicidó en el mar, no dejando pistas, ni explicación del porque de su trágica determinación. Y la tragedia pegará de diferente manera a cada integrante de la familia. Yun el hermano más chico no quiere ir a la escuela, Xian la hermana, perdió el habla y el abuelo Yi Jie, no quiere atender la tintorería y prefiere mantener el negocio cerrado. Las reacciones son diferentes, pero en todos los casos el dolor por la pérdida inexplicable es el denominador común y ronda en el aire esa sensación de no querer bajar los brazos y seguir adelante, aunque ninguno sabe  bien como.





Y que decir de Lan, la madre, que no puede soportar la pérdida y decide irse en busca de alguna respuesta. Decide dejar la tintorería y a su familia, para emprender un viaje al recóndito bosque de Luntai, una comarca poblada de álamos dorados que crecen en la arena. En esa región vive una tribu misteriosa y casi secreta, que casi no tiene contacto con el mundo civilizado y viven aislados, abrazados a sus tradiciones ancestrales. La leyenda dice que esa población se puede comunicar con los muertos y por ello Lan los buscará, su deseo más profundo, es poder dialogar aunque sea unos segundos con su hijo muerto, para preguntarle porque tomó esa decisión y para saber si ahora está en paz.

Pero esa región es muy peligrosa, hay serpientes, animales salvajes y hasta dragones se atreven a afirmar algunos lugareños. No es un lugar recomendable para una mujer sola. Y será por ello que Yong, su novio, un par de días después que Lan, partió de viaje y sin tener noticias de ella, emprenderá un viaje hacia esa vasta región, con la esperanza de encontrarla y traerla de vuelta, tal como prometió al menor de la familia, que como el resto espera con ansias su regreso.






Y hasta allí vamos a contar, para mantener el suspenso, la trama virará entre lo que sucede en Argentina, con la familia atendiendo la tintorería, a la espera de noticias desde China y lo que sucede en el bosque cargado de seres sobrenaturales y leyendas que parecerán más reales de lo que podíamos imaginar. Que sucederá en el bosque, con la madre, con su novio que fue en su búsqueda y con la tribu misteriosa, es algo que recién descubrirán cuando vean la obra.

Nos gustaron mucho las actuaciones, que son las que sostienen un relato que tiene su complejidad. Son cinco los actores en escena y los trabajos son muy buenos. En lo personal las composiciones que más nos gustaron son la de Alejandro Segovia como el niño Yun, en una caracterización que deja en claro las convenciones teatrales, decimos esto porque no conocemos muchos niños con bigote tupido. Alejandro destaca por su presencia escénica y su energía. En el mismo escalón, colocamos a Lucia Adúriz, como Xian, su hermana, personaje sensible que se luce mucho, regalando al espectador algunas canciones en idioma chino que suenan muy lindo.







Pero no seamos injustos con los otros integrantes del elenco, Pablo Bronstein, es el abuelo, a cargo del hogar, trata de transmitir siempre calma a los demás, pese a la tragedia que se huele en el aire. Luciano Káczer es el novio de Lan y con valentía viajará al bosque a buscarla de regreso, a sabiendas de lo peligros que resultará su travesía. Georgina Hirsch es Lan, la madre que tratará de sanar las heridas, en un viaje con muchos condimentos sobrenaturales. Los tres cumplen muy buenos trabajos y colaboran en el conjunto que es la obra.

La puesta resulta atractiva y tiene un aura de misterio que envuelve al espectador. Un punto muy alto es el diseño escenográfico de Victor Salvatore, que recrea la tintorería donde trabaja la familia, con gran cantidad de percheros y todo tipo de ropa colgando. Excelente ambientación que también servirá para que el espectador imagine el otro lugar donde se desarrolla el relato, que es el bosque de álamos, que luce escondido. Colabora en las diferencia de planos, el muy buen diseño lumínico de Lailén Alvarez. Otro ítem para mencionar es la música original de Eugenia Jolly.





En definitiva, Luntai es una propuesta original y arriesgada la que nos presenta Malena Pérez Bergallo, presentando una historia que nos acerca muchos aspectos de la milenaria cultura oriental, con sus leyendas y tradiciones. El relato tiene una cadencia y un tono reposado, que puede asociarse con la sabiduría china y el pensamiento que transmite su cultura.

Los invitamos a descubrir el viaje que propone la obra, que desde un punto de vista particular, mostrará las diferentes maneras que tienen las personas para atravesar los duelos, quedando al descubierto que muchas veces, el dolor nos condiciona tanto, que simplemente hacemos lo que podemos, para seguir adelante. Por eso, recomendamos vayan con el pasaporte al día y provisiones, para poder llegar al bosque de álamos dorados, en los que con la ayuda de los lugareños y los dioses que allí habitan, tal vez nos podemos comunicar con nuestros muertos.


Pensador Teatral.




domingo, 16 de abril de 2023

Damas Bravas

Dramaturgia y Dirección de Alfredo Allende.






Domingos 19 hs en Espacio Callejón ( Humahuaca 3759 )

Una comedia tan divertida como atractiva llega de la mano de Damas Bravas, que indaga en nuestra historia, recreando los tiempos de nuestra independencia y realzando la figura del General San Martín, que si bien no aparece físicamente en escena, estará siempre omnipresente en el relato y en la mente de las mujeres que darán vida a la obra.






Las acciones se desarrollan en la Nochebuena de 1816, momento en que el General San Martín alista las tropas en el Plumerillo, son los últimos preparativos, para la expedición que buscará el glorioso Cruce de los Andes y resta elegir a la única mujer que formará parte de la travesía. En Mendoza Capital, más precisamente en la casa de Manuela, una dama de la alta sociedad mendocina, la dueña de casa recibirá en su casa a Dolores, una valerosa viuda chilena. Ambas admiran la hombría del General y tienen como sueño ser las elegidas para ir la expedición.

Se sacarán chispas entre ellas, con acaloradas discusiones que incluyen empujones y fuertes palabrotas. Quien tratará de calmar las aguas es la Madre Juana, que llegó con sus hábitos desde España, para predicar la palabra de Dios. Y quién será testigo de la ambición de estas mujeres y su disputa, es Piré, la críada mapuche de Manuela, que simula no entender nada, pero tiene el oído muy atento a todo lo que sucede.






En vísperas de Nochebuena, tendrán una visita tan inesperada, como honorífica, ya que llegará la mismísima Remedios, la joven esposa de San Martín, que con una salud muy frágil, tiene como tarea importante criar a Merceditas, nacida hace pocas semanas. La Ciudad de Mendoza está casi sin hombres, ya que la gran mayoría dejó la ciudad, para formar parte del ejército y luchar junto al General, por eso estas mujeres deciden pasar juntas esa noche tan especial.

Remedios será quien decidirá cuál sera la mujer que formará parte de la Expedición, pero para ella, hay algo más importante, una tarea noble que las mujeres deben realizar, esa tarea será bordar la bandera argentina que el Ejército de Los Andes llevará para el Cruce. Para conseguir los fondos necesarios, estas mujeres mendocinas de la alta sociedad  debieron donar alguna de sus joyas más valiosas.






Y hasta allí vamos a contar, para no adelantar tanto. La dramaturgia de Allende, tiene la gran virtud de presentar hechos históricos verídicos y que muchos recordamos haber leído en nuestro libros de historia, pero con un enfoque particular, ya que les agrega una muy buen componente de ficción, para conseguir un relato muy divertido, que genera risas en la platea. Y como muchos veces se dice, nada mejor que conocer o recrear hechos de nuestra historia en forma entretenida.

Momento de hablar de las actuaciones que tiene la obra, que son realmente para destacar. Son cinco las actrices en escena, todas ellas pertenecientes al grupo Síndrome de Eureka, que en esta ocasión se asociaron para el proyecto con Alfredo Allende autor y director de la obra. Alfredo había visto un espectáculo del grupo y se acercó a ellas, con la idea de escribir una obra para ellas. La idea las sedujo y así fue como nació Damas Bravas, que tuvo algunos ajustes, una pandemia en el medio, pero que finalmente llegó a muy buen puerto.





Y hablemos entonces de las actrices, en trabajos muy parejos por lo bueno. Destacamos especialmente la composición de Florencia Pineda como Manuela. la temperamental dueña de casa, mendocina de buen pasar, que muestra una gran presencia escénica y carisma, manejando en gran forma la ironía. Nos gustó mucho el trabajo de Florencia. Otra interpretación que nos encantó fue la de Julia Nardozza, como la desopilante Madre Juana, que tiene una tarea casi imposible como es poner paz y frenar las discusiones en esa casa. Con un histrionismo a flor de piel y mostrando sus habilidades en el piano, compone un personaje muy festejado por el público.

Pero no seamos injustos con el resto del elenco, ya que todas las actrices se lucen. Flor Orce es Dolores, una viuda chilena de armas a tomar, que genera momentos muy divertidos en sus discusiones con Manuela. Florencia Patiño es Remedios, la joven esposa del General San Martín, que aparece con Merceditas en sus brazos. Para el final dejamos a Mirna Cabrera, como Piré, la críada de orígen mapuche, que con sus costumbres y creencias, parece no encajar allí. Un personaje muy querible el de Mirna.

Se nota mucho la química que tienen las actrices entre ellas, con solo mirarse parecen entenderse y eso le otorga dinamismo a la trama, que además de todos los diálogos divertidos que tiene, presenta muy buenos momentos musicales. No podemos dejar de destacar los extravagantes peinados de las actrices y el vestuario que lucen las protagonistas, caracterizando muy bien a los personajes de época.






Una propuesta muy valiosa la de Damas Bravas, ya que partiendo de un hecho histórico, ofrece una comedia muy entretenida, resaltando la figura de San Martín, pero poniendo el foco en la historia de las mujeres de la época, olvidadas muchas veces por los historiadores, pero que cumplieron un papel muy importante en aquellos años. Otro mérito es que el relato se sitúa en Mendoza y muestra como la provincia colaboró de manera muy activa, con mano de obra, impuestos y donaciones, que financiaron aquella gesta.

Nos reímos mucho con la obra, que con habilidad explora el lado B de una gesta histórica como fue el Cruce de los Andes, desde el ángulo femenino, con mucha ironía y mostrando que la historia también puede ser contada de manera divertida, de la mano de este grupo talentoso de actrices, que riegan el relato con humor y por supuesto con buen vino.


Pensador Teatral.



sábado, 15 de abril de 2023

Jarra de Porcelana

Dramaturgia de Florencia Aroldi. Dirección de Mariano Dossena.







Sábados 20 hs es Itaca Complejo Teatral ( Humahuaca 4027 )

Un potente thriller piscológico llega de la mano de Jarra de Porcelana, texto de Florencia Aroldi, que se inspira en la novela Rotxs de Pelcha Bayer, extrayendo de ella solo un personaje,  el de José, un escritor que se encuentra en su monoambiente, junto a un cadáver, sin recordar que sucedió. Por lo tanto, la novela escrita con muchos personajes, será convertida por Florencia en un unipersonal y este cambio será uno de los conflictos fundamentales de la historia que veremos.






Al entrar en la sala, los espectadores se sorprenderán con el dispositivo escénico que tiene la obra. Hay una cubo transparente, que funciona como una especie de prisión para quien dentro se encuentra, un hombre vestido totalmente de blanco, como todo lo que hay en el interior, un pequeño banco, un grabador, un libro y hasta piezas de un maniquí desparramadas por el piso, todo ello un color blanco prístino El hombre parece dormido y en el comienzo del relato, veremos su despertar con sonidos gututales, que parecen más propios de un animal que de un ser humano-

El misterio está instalado desde el arranque y el espectador deberá resolver los múltiples acertijos que presenta la historia. El hombre encerrado entre esas paredes transparentes se muestra confundido y contrariado. Recuerda haber escrito una obra, pero lo que sucede no concuerda con ella. Donde están el resto de los personajes ?? El se encuentra solo y tiene que llevar adelante un unipersonal, cuando esa no era la idea original. Se lo nota agobiado, quiere salir de allí, pero no hay una puerta. Está solo allí y su mente no para de maquinar.





Le habla a una mujer que no sabemos si es real o solo producto de su imaginación. Dialogan acerca de la obra, pero se enoja cuando ella le pregunta si tomó la medicación y sostiene que no la necesita. Será una actriz del elenco o su acompañante terapeútica  ?? El es realmente un escritor, acaso un escultor o es un paciente psiquiátrico ?? Y en el suelo, hay un maniquí o es el cadáver de un hombre al que el mismo mató esa noche ?? . Las dudas lo empiezan a acorralarlo. Él se calma a si mismo, diciendo que es ficción todo lo que está pasando, que es un actor  y que no hay nada de que preocuparse. Pero las señales que los espectadores avezados, observan desde su butaca, parecen contradecir ese pensamiento.

A medida que los minutos pasan, la inquietud de aquel hombre aumenta y ya no quiere estar allí. Le gustaría salir, pero para ellos deberá encontrar la puerta por donde salir . Pero existirá esa puerta ??  O es su propia mente la que lo mantiene encerrado. Los límites entre ficción y realidad se cruzan de manera permanente. El grabador cuenta una historia que no sabemos si es real. Suena un portero eléctrico imaginario, se menciona a un repartidor de Mercado Libre, la confusión y el agobio van en aumento. Pese a los esfuerzos por  recordar que sucedió aquel día, no logra hacerlo. Aparecen recuerdos de la infancia, pero la confusión en su mente es grande y la desesperación empieza a ganar terreno. Tal vez quitarse la vida, sería la única manera de terminar con la presión que lo está oprimiendo.






Y hasta allí vamos a contar, para no develar más, la obra irá dando pistas y dejando al descubierto capas de una historia, que navega hábilmente entro lo real y la ficción, entre la imaginación y la locura. La trama atrapa y el espectador deberá tratar de armar el rompecabezas, de una historia rota, como la jarra de porcelana.  Hay fragmentos desparramados, que el protagonista con nuestra ayudar tratará de pegar, para así encontrar la llave que le permita salir del laberinto que lo aprisiona.

Momento de hablar de Cristian Thorsen, el gran protagonistas de la noche, que nos regala una composición fantástica, con una corporalidad y una entrega física que impacta. Tuvimos la suerte el año pasado de ver a Cristian en Diario de un Loco, también un unipersonal, en Poncho Club Cultural y nos deslumbró con su interpretación. Pensamos que esa actuación, sería imposible de superar, pero hoy podemos decir que nos equivocamos, ya que su trabajo aquí es excelso.





Encerrado en esa habitación, por momentos se convertirá en un ser salvaje, en otros será un actor, un niño y también un hombre enamorado. Los cambios en los tonos de voz y en las posturas corporales son notables. Su trabajo es minucioso y por momentos resulta hipnótico. Su interpretación es una montaña rusa de emociones, con momentos dramáticos y otros hilarantes. Nos llevamos escenas que quedarán en nuestro recuerdo, como aquella genial, en que romperá la cuarta pared y saldrá del cubículo para dialogar con el público, buscando su complicidad . Una composición fantástica de Cristian, que sin dudas estará en las mejores que veremos este año, La suerte quiso que estemos en la primera fila y les podemos asegurar que el disfrute fue mayor aún.

La gran performance de Thorsen, tiene como apoyo una puesta sobresaliente, con dos rubros que hay que destacar mucho, uno de ellos es el diseño escenográfico minimalista de Nicolás Nanni con un original espacio escénico, con el color blanco dominando el ambiente y un diseño lumínico impecable de Claudio del Bianco que aprovecha en gran forma la modernidad que tiene esta hermosa sala de Itaca. Y no debemos olvidarnos de Mariano Dossena, un eslabón muy importante del proyecto, ya que encamina el disruptivo texto de Aroldi y ofrece una atmósfera opresiva, ideal para lo que pide el relato y para potencias el gran lucimiento del protagonista.






Ya no queda mucho para agregar, como habrán podido apreciar la propuesta nos gustó mucho. La obra atrapa desde el arranque, su dramaturgia por momentos es compleja y obliga a que el espectador esté atento en todo momento a todo lo que sucede, ya que la obra es abierta y permite diferentes interpretaciones, de acuerdo al enfoque que cada uno quiera darle y esto sin dudas para nosotros es un plus, ya que deja mucho espacio para reflexionar.

Recomendamos especialmente Jarra de Porcelana, una pieza que indaga por los laberintos de la mente humana, hurgando entre los recuerdos, la imaginación y la locura. Un texto potente, una puesta estupenda y en especial una actuación fenomenal se combinan, para que disfruten de este unipersonal, que gracias a la fuerza del boca a boca, está llenando la sala de Itaca en cada función.


Pensador Teatral.-


 

miércoles, 12 de abril de 2023

El Camino de la Fuente

Dramaturgia y Dirección de Sabatino Cacho Palma.






Miércoles 20 hs en El Tinglado ( Mario Bravo 948 )

Un texto bello y pleno de poesía, nos acerca Sabatino Cacho Palma, autor y dramaturgo rosarino, que con esta obra decide homenajear a Federico García Lorca, el célebre poeta y dramaturgo granadino, miembro de la mítica Generación del 27´y considerado uno de los mayores referentes de la literatura española. Federico marcó toda una época, siendo el autor de obras de enorme trascendencia como Bodas de Sangre, Yerma y La Casa de Bernarda Alba, por mencionar solo algunas de las más importantes. 

Para aquellos, que no dimensionan su importancia, les contamos que en la actualidad, a Lorca se lo reconoce como el poeta español más leído de todos los tiempos. La pieza de Palma, se basa en una obra inconclusa del autor granadino, conocida como La Comedia sin Título, que comenzó en 1936 y que no pudo terminar, ya que en Agosto de ese mismo año, fue fusilado por el régimen franquista en el barranco de Viznar, a pocos kilómetros de la capital granadina.





Si bien nunca se dieron a conocer de manera oficial los motivos de aquella barbarie y algunos quisieron relacionarla con rencillas familiares, la mayoría coincide que lo asesinaron por su condición de homosexual y sus ideas republicanas. Cualquiera fuera el motivo, de lo que no quedan dudas, es que España despidió a su poeta más brillante, cuando estaba en la plenitud de su carrera y aún tenía mucho para ofrecer.

Volviendo a la pieza que nos convoca, Cacho Palma parte de aquella obra inconclusa y a la idea de Lorca que sentía la necesidad de buscar la verdad en escena. Entonces nace este proyecto que contará la historia de un actor que representa una obra sin final y su misión precisamente será encontrar ese desenlace. El actor realizará esa búsqueda en escena, con el público como testigo privilegiado de ese proceso creativo, impregnado de incertidumbre, no sabiendo cuál será finalmente el final y mucho menos cuando ocurrirá, haciendo un paralelismo con la vida misma, donde las cosas suceden cuando no las esperamos.






Momento de hablar de Pablo Razuk, el gran protagonista la noche, a cargo de este bello unipersonal, donde se calzará el traje de actor, jugando al teatro dentro del teatro, recibiendo en escena las visitas del mismísimo Federico, repasando junto a él, los momentos finales de la vida del poeta y recreando fragmentos de poemas y de obras de teatro como Yerma o La Casa de Bernarda Alba. Haciendo este recorrido con mucha naturalidad, por su enorme capacidad actoral.

Aún hoy recordamos haber visto a Pablo hace unos años en el Korinthio, con el Padre Carlos, el Rey Pescador, unipersonal donde Razuk se convertía en Carlos Mugica, el sacerdote que consagró su vida a los pobres. Quedamos impactados aquella noche por su estupenda composición y años después volvemos a verlo en otro unipersonal, donde vuelve a brillar en escena.






La interpretación de Pablo, conmueve por su enorme entrega. Con el carisma que lo caracteriza y una sensibilidad a flor de piel, logra hipnotizar al público que disfruta muchísimo una caracterización que es tan completa que incluye hasta partes cantadas y siempre con el espíritu del flamenco flotando en el aire. Soberbio trabajo de Pablo Razuk, un actor de enorme trayectoria que nos encanta y que vuelve a regalarnos una actuación fantástica.

La puesta es minimalista e intima. El protagonista baja varias veces del escenario y hasta se sentará en la platea, rompiendo la cuarta pared y generando momentos teatrales muy ricos con el público, que no queremos seguir contando, para que se sorprendan como lo hicimos nosotros. El diseño escenográfico es austero. No es necesario incluir demasiados elementos, ya que la fuerza de la palabra del protagonista, es la que marca el rumbo de la obra y los tiempos del relato.






El Camino de la Fuente se estrenó en España en 2019, con muy buen suceso de público y crítica, llegando a Buenos Aires dos años después, debiendo soportar la pandemia en el medio, en las que hubo funciones virtuales. Retornada la normalidad, la obra se presentó en Rosario, en Montevideo y ahora  vuelve a presentarse en la cartelera porteña, en un teatro importante del off, como El Tinglado.

Recomendamos no se pierdan este bello homenaje al poeta granadino, que se nutre de un texto logrado de dramaturgo argentino y una composición estupenda de un actor de experiencia como Pablo Razuk, que hace años quería representar a Lorca y aquí puede cumplir su sueño, redondeando una interpretación estupenda, en una obra que es poesía en estado puro que propone un viaje encantador.


Pensador Teatral.



sábado, 8 de abril de 2023

El Hombre de Acero

Dramaturgia y Dirección: Juan Francisco Dasso.








Sábados 20 hs en Espacio Callejón ( Humahuaca 3759 )

Un texto fuerte y descarnado nos presenta Juan Francisco Dasso, que decide salir de la zona de confort, con una dramaturgia que bucea en un tema incómodo y poco simpático, que resultaría más sencillo ocultar, antes que plantearlo, aún sabiendo que es una realidad que sucede en muchas familias, aunque preferimos no verlo, ya que resulta muy perturbador, siquiera imaginar ciertas situaciones.











El relato se presenta en formato de unipersonal, resultando un gran desafío para Marcos Montes, un actor de experiencia y enormes recursos, que en este relato nos brindará una composición soberbia, con una interpretación que recorre un sinfín de emociones y matices. El comienzo de la obra, ya nos deja claro que no será una pieza más la que veremos, porque el protagonista decide romper la cuarta pared y dejar al desnudo todas las convenciones teatrales, preparando al público para lo que vendrá.

Es una suerte de introducción en tono intimista que ensaya el protagonista dirigiéndose a la platea, cerrando la misma hablando sobre el interlocutor bloqueado, que aclara lo situará en una silla dejada vacía adrede en la segunda fila y hacia allí dirigirá su mirada y discurso. Ese arranque es tan particular, que desconcierta un poco al público, pero es una manera de descomprimir el ambiente, porque a luego de esa presentación, reinará un silencio absoluto en la platea, que seguirá con atención el discurso del protagonista.

El relato, irá mostrando las cartas poco a poco y por ello no queremos develar demasiado. Si, podemos contar que en el escenario veremos a un padre que lucha por contener su angustia y mostrar una calma aparente, aunque la realidad es que si observamos en profundidad, notamos su desesperación por lo que sucede con Neo, su hijo autista, que hace un par de horas está encerrado en el baño y no quiere salir. Sin saber que que hacer, fue a buscar en su auto a Dionel, un adolescente, que al parecer es el único amigo de Neo, aunque tampoco tiene claro esto.









Nuestro Hombre de Acero, grita su dolor. Enuncia que no ser mirado a los ojos debería ser una forma de tortura. Y peor aún, si el que no te mira a los ojos es tu hijo. Dionel tampoco lo mira, está callado e indiferente. El relato se tornará áspero y tendrá una crudeza que por momentos hiere, generando empatía en el espectador, que busca apiadarse ante un padre dispuesto a todo por ayudar a su hijo, aunque acumule frustraciones.

Y hasta allí vamos a contar, el nudo del relato se irá desatando de a poco, se habla de un incidente, pero se demora en dar detalles del mismo, mientras tanto la historia gana en tensión y en dramatismo. Pero cumplimos con nuestra palabra y no adelantamos nada más, dejaremos que el espectador complete el rompecabezas que propone la dramaturgia, en el momento preciso.











Momento ya de hablar de la soberbia composición de Marcos Montes, que maneja con maestría los tiempos del relato, con una sensibilidad que abruma. Sabiendo saltar de momentos tensos y dolorosos, a recuerdos de su infancia más alegres, recreando situaciones y anécdotas que lo transportan a un pasado feliz, donde disfrutaba siendo un adolescente común y corriente, algo que tanto le hubiera gustado ver en Neo.

La minuciosidad con la que el protagonista compone su personaje es admirable. El relato es complejo y crudo, requiriendo que Marcos despliegue todos sus recursos actorales para llevar la historia a buen puerto. Algo que ocurre con creces, mostrando un magnetismo que deja mudo a un público, que sigue atento cada una de sus palabras, miradas y movimientos, no queriendo perderse nada.

La puesta que propone el director es minimalista. El espectador imagina situaciones y momentos, gracias a la elocuencia del protagonista, desplegando su potencia descriptiva y la fuerza de la palabra. El diseño lumínico de Ricardo Sica, acompaña muy buen el relato y ayuda a crear las diferentes atmósferas que la trama irá pidiendo.








No es necesario agregar más, solo decir que El Hombre de Acero, transita su segunda temporada en cartel y ya acumula varios reconocimientos, como haber sido la Obra ganadora del XII Premio Germán Rozenmacher de Nueva Dramaturgia y las recientes nominaciones para lo Premios Trinidad Guevara en los rubros Mejor Autor y Mejor Actor.

Recomendamos no se pierdan esta potente obra del teatro independiente, que con valentía aborda una temática cruda, evitada por la mayoría de los autores. Es una obra que nos hablará del amor infinito de un padre, que sin saber la manera, pero que hará todo lo que esté a su alcance y más, para que su hijo no sufra tanto en este mundo que le toca vivir y que tan ajeno le resulta.



Pensador Teatral.



miércoles, 5 de abril de 2023

El Acto de Creer

Dramaturgia de Mariela Finkelstein. Dirección de Adrián Canale.






Jueves 20 30 hs en Timbre 4 ( México 3554 )

Una propuesta  original llega de la mano de Mariela Finkelstein, con El Acto de Creer, una obra que atrapa con una temática que sensibiliza mucho ya que nos hablará de la muerte, desde un enfoque muy particular, ya que lo hace con un disparador perturbador. Se imaginan si cuando una persona muere, alguien podría reemplazarla y representar su papel habitual en la vida cotidiana de la familia. Es algo difícil de imaginar, pero la dramaturgia de manera muy hábil logra introducir la posibilidad.

Y cuál sería el mecanismo para ello ?? Alguien vió el nicho de mercado y creó una pequeña empresa familiar , que se encarga de ofrecer un servicio tan macabro, como peculiar, como es sustituir personas muertas, mediante un suplantador. Esa persona sería la encargada de tomar el papel del difunto, para intentar por un tiempo, disimular la pérdida del familiar que contrata este servicio, como una forma de mitigar el enorme dolor que siente.






El argumento suena bastante perturbador y puede sonar demasiado fantasioso, pero falta agregar un elemento al combo. Para que este mecanismo funcione, es absolutamente necesario que el familiar crea en la ilusión que se genera y la compre. La simulación es compartida, las dos partes tienen que actuar, el suplantador para realizar el trabajo, y el familiar aceptando la fantasía para intentar mitigar el dolor que siente.

Los interrogantes aparecen y son muchos. En algún caso esta suplantación puede terminar siendo peligrosa porque la relación ficticia que se mantendrá, en algún caso puede tornarse muy real. Y qué podemos decir desde el lado ético ... Todo es válido para ganar dinero ?? Hasta suplantar a un fallecido ?? Hay alguna empatia con el familiar por su pérdida o lo único que importa es el negocio ?? . Resulta más fácil juzgar al que propone el negocio. Y del lado del familiar, la duda, saber de que seríamos capaces de hacer ante la muerte de un ser querido. Pensamos que la negación y el profundo dolor, juntan sus caminos en este caso.






La trama de manera inteligente, plantea tres situaciones diferentes que mostrarán el trabajo de los suplantadores en distintos casos, además de mostrar la interna de la empresa familiar que ofrece el servicio. Tratando de hacer más liviana la temática, se introducen algunas situaciones divertidas, que permiten las risas nerviosas del público que encuentra de esta forma una manera de descomprimir lo fuerte de la trama. Y hasta allí vamos a contar, para no adelantar más y que el espectador que vaya sorprendiendo como nos pasó a nosotros, con una obra que a medida que la misma se desarrolla, va ganando en dramatismo.

Vayamos ya al elenco reunido, ya que hay trabajos para destacar. Son ochos los actores en escena, algo que valoramos mucho, ya que son épocas donde los unipersonales predominan en el teatro independiente y por ello ver un elenco numeroso es un elemento que en lo personal disfrutamos mucho. 






Hablemos en primer lugar de los suplantadores. Quien está a cargo de la empresa familiar y que en nuestra opinión consigue la actuación más destacada de la noche es Tian Brass, como Cesar, un jefe bastante chanta, que se encarga de los acuerdos económicos con la familia y de recaudar el dinero. Con un histrionismo a flor de piel, lleva adelante un personaje divertido y con pocos escrúpulos, que provoca risas y algo de espanto en el espectador en similares proporciones. Excelente composición de Tian.

Mariela Finkelstein, la autora de la obra, también actuará en misma, en el papel como Ana, la esposa de Cesar y la veremos como suplantadora, en un caso que puede complicarse por el realismo y hasta allí contamos. Fabricio Rotella es Miguel, cansado de los manejos y el maltrato de Cesar, no está muy contento con su trabajo y las chispas aparecerán pronto. Muy bueno lo de Fabricio. Melanie Sussi, como Inés es la más joven del elenco y una revelación. Recién llegada a la empresa, le tocará una suplantación muy compleja. Nos gustó mucho su trabajo, dando mucha emotividad a su personaje e inspirando ternura.




Karina Antonelli y Enrique Porcellana, son una pareja que no pueden soportar el dolor por la trágica pérdida de su hija y son los responsables de las interpretaciones más emotiva de la noche. Leonardo Murúa buscará olvidar la desaparición de su esposa y Juan Subiotto, la pérdida de sus padres. Ambos llevan muy bien adelantes sus personajes.

Aunque se hizo algo extenso, creemos que era justo dar una mención a cada uno de los actores, ya que las actuaciones son muy buenas y los papeles no eran sencillos, encontrando todos su espacio para el lucimiento. Mérito aquí de Adrián Canale en la dirección que otorga lugar a ello. La trama resulta muy dinámica, algo que se consigue por el formato del relato, que ofrece historias que se intercalan y van corriendo de manera simultánea. La puesta es minimalista y con muy buenos recursos logra su cometido. Destacamos el original dispositivo escenográfico de Lau Polet, con paneles móviles y el diseño lumínico de Luciana Giacobbe.






En resumen gustó mucho la propuesta de El Acto de Creer, que como dijimos aborda el tema de la muerte desde un ángulo muy particular, trayendo al debate hasta donde podríamos llegar con tal de negar la muerte de un ser querido y al mismo tiempo como en la sociedad, siempre pueden aparecer personas que aprovechando el dolor ajeno, pueden montar un negocio. Si bien todo es ficción, evidentemente el espectador adopta las convenciones teatrales, entrando en el juego que la dramaturgia propone, enganchándose con la dramaturgia.

Desde nuestro sitio, siempre valoramos las propuestas que arriesgan y proponen temáticas que difieren de las habituales. El Acto de Creer logra esto y ofrece una ficción que moviliza y emociona al espectador. Los aplausos prolongados del público que llenó la sala principal de Timbre 4, al final de la función, son la mejor demostración que la obra supo llegar al corazón del espectador.


Pensador Teatral.