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martes, 28 de noviembre de 2023

Curuzú, La Novia

Dramaturgia y Dirección de Tona Passarelli.






Miércoles 21 hs en Teatro El Grito ( Costa Rica 5459 )

Una de las tantas virtudes del teatro independiente, es abrevar en nuestro acervo cultural y sacar a la luz algunas de las tantas leyendas populares que existen en nuestro país y este precisamente es el caso de Curuzú La Novia, obra basada en una leyenda formoseña, que joven dramaturga dramaturga Tona Passarelli, toma como base y punto de partida, para crear una ficción muy atractiva, que se presenta en formato de comedia dramática.

Antes de adentrarnos en la obra en sí, nos gustaría contar algo sobre la leyenda, que cuenta la historia de una pareja de novios que vivía en Laguna Oca, paraje formoseño situado sobre la margen del Río Paraguay. Presionados por la familia, que les pedía que se casaran luego de varios años de noviazgo, deciden finalmente contraer matrimonio. Los vecinos y familiares, recibieron con alegría la noticia y prepararon con entusiasmo una fiesta que se celebraría del otro lado de la laguna.






Pero el día de la boda, las condiciones climáticas eran muy adversas y se avecinaba una fuerte tormenta. Los recién casados no querían cruzar, pero los invitados esperaban ansiosos del otro lado, por lo que tomaron valor y decidieron cruzar a laguna, pero cuando se encontraban a mitad de camino, un fuerte viento volteo la canoa y la celebración terminó en tragedia ya que la pareja murió ahogada. Con el correr de los años, fueron varios los pescadores que afirmaron que en las noches de luna llena, ven emerger de la laguna a una joven con su vestido de novia,  que se pasea por la orilla, como un alma en pena que no quiere ser olvidada.

Luego de esta introducción, que esperemos haya sido interesante, vayamos a la obra que nos convoca, que además de llevar la leyenda al terreno de ficción, es una  relato que nos habla de amores no correspondidos y de lo difícil que muchas veces pueda resultar amar. Y en el inicio de las acciones conoceremos a Kirico, un lugareño que se encuentra pescando en la laguna y ensayando la mejor manera de confesarle al cura del pueblo, su amor secreto y prohibido.

Pero sus reflexiones y pensamientos, se verán interrumpidos por la aparición de un turista norteamericano, que sorpresivamente se hará presente por aquel lejano paraje Lugareño y visitante, se estudiarán por algunos minutos, ya que el choque cultural es fuerte,  siendo el yanqui bastante misterioso en cuanto a sus verdaderas intenciones que lo llevaban por ahí. Pero finalmente confesará que es escritor y que se llegó hasta aquel sitio recóndito, atraído por la leyenda de La Novia, a la que ansiaba conocer por una razón personal, que no vamos a adelantar.





Kirico le dice que está de suerte, porque Angelica, nombre de La Novia, solía aparecer los días de luna llena y esa noche justo lo sería. Enseguida le advierte que muchos habitantes locales, le temen a aquella mujer que viene del más allá, ya que no es un alma que descansa en paz, por el contrario, es un alma en pena, que reniega de su trágico final y aunque han pasado muchos años, muestra tener sed de venganza. Y hasta allí vamos a contar, ya que la obra tiene una cuota alta de suspenso, solo adelantaremos que aquella noche, Angelica saldrá del lago y su aparición tendrá consecuencias sorprendentes.99

Momento de hablar de las actuaciones que presenta la obra y en actuaciones muy parejas, por lo bueno, queremos destacar especialmente la interpretación de Thiago López Escobar como Kirico, el lugareño pescador, que nos sorprenderá en el comienzo con un monólogo delicioso donde dará detalles de su amor furtivo. La cadencia del relato, la tonada litoraleña y la emocionalidad que le imprime a su actuación, hace que su intervención resulte encantadora para el público. Además muestra la cara divertida de su personaje, en los momentos de intercambio con el yanqui y luego con el cura que aparecerá en la historia. Nos encantó el trabajo de Thiago.






Pero no seamos injusto con el resto del elenco, Matías Lodeiro es Toby McKenzie, cumpliendo muy bien con un simpático yanqui, que vendrá hasta estas tierras, para hacer contacto con la naturaleza local y con La Novia. Y que decir de la estupenda composición de Angélica, La Novia, a cargo de Tona Passarelli, que además de ser la autora y directora de la obra, lleva adelante al personaje clave de la historia, con una excelente caracterización del personaje, dándole el tono espectral que pide el mismo, con un vestuario y maquillaje para resaltar, Gran trabajo de Tona. En la función, a la que asistimos nosotros, el papel de párroco del pueblo, que lucha contra la demoníaca aparición, estuvo a cargo de Mariano Escande, que hizo un toro, algo que si no lo hubieran mencionado al final, no lo hubiéramos notado.

La puesta de Tona resulta muy atractiva, con un diseño escenográfico de Ana Passarelli simple, pero muy efectivo, hay un muy buen vestuario de Catalina Willimburgh que se luce en La Novia, pero también en los otros personajes, el maquillaje de Gaby Illarregui y las luces de Ricardo Sica, son ítems que aportan a una puesta para destacar, que que tiene reservado algunos efectos especiales que no anticiparemos, pero que provocarán algún sobresalto al espectador desprevenido. Y por último mencionar la pegadiza música de Urge de Lila Downs en el final.





No queda mucho más para agregar, la realidad es que antes de asistir a la función, no teníamos demasiadas referencias previas de la obra y nos fuimos muy contentos, porque nos encontramos con una muy grata sorpresa, descubriendo la fresca propuesta de Curuzú, La Novia, en un teatro como El Grito, que ya nos había deleitado con buenas obras a lo largo de este año, y que aquí mira al Interior, para presenta una leyenda popular formoseña, llena de matices,  que no conocíamos y que Tona Passarelli, tomo como punto de partida, para presentarnos una historia donde el amor será gran protagonista.

Por todo lo dicho, los invitamos a que se suban al tren de la imaginación y viajen bien al Norte, hasta las orillas del Río Paraguay, para descubrir a los entrañables personajes que presenta la obra y sean partícipes de la leyenda de La Novia, que llega de la mano de un joven equipo, con una dramaturgia atractiva, una puesta lograda y estupendas actuaciones, para esta obra que combina comedia, drama y terror, en las dosis adecuadas, para que disfrutemos de una noche a puro teatro independiente.


Pensador Teatral.



domingo, 26 de noviembre de 2023

Jesús Milenial

Dramaturgia de Patricia Suárez. Adaptación de Herminia Jensezian y Juan Manuel Besteiro. 

Dirección de  Herminia Jensezian.





Jueves 22 hs en Tadrón Teatro ( Niceto Vega 4802 )

Una propuesta tan desopilante, como divertida llega de la mano de Jesús Milenial, adaptación de la obra homónima de la dramaturga rosarina Patricia Suárez, una de las autoras más prolíficas que tiene nuestro teatro independiente, que una vez muestra la creatividad de su pluma, para traer este relato irreverente, disruptivo, divertido y extremadamente delirante, que sin dudas sorprende, por su frescura y por animarse a contarnos la vida de Jesús, en clave de farsa.





La sugerencia que damos, es que vayan al teatro con la mente bien abierta, porque la obra propondrá viajar en el tiempo al Año 30 DC y llegarse a Nazareth, donde Jesús justamente tiene treinta años recién cumplidos y se encuentra a la deriva, enamorado de una mujer casada, recibiendo los reclamos de su madre María que lo acusa de ser un vago que se junta a predicar con  sus amigos con olor a pescado, en vez de ponerse las pilas en la carpintería de José, su padrastro que trabaja duro para mantener el hogar.

El espectador de entrada, comprará la farsa y lo desopilante de la trama, con Jesús con gorrita, José sacándose selfis con su celular y María que parece encontrar la paz solo viendo los programas de chimentos en la tele.  La familia no está pasando un momento de armonía, ya que María está preocupada por ver a su hijo sin rumbo, chocando con la indulgencia de José que actúa como un padre sobreprotector.  Pero la situación llegará a un límite y María decide jugar su última carta y llamar por teléfono al padre, si al mismísimo Dios, para reclamarle que nunca se ocupó de la crianza de hijo u mucho menos de pasarle plata para su manutención.






Cuando les dijimos que el texto era creativo, podrán ver que no exageramos en nada. El asombro de los espectadores y las risas irán en incremento, a medida que la trama avanza. No queremos contar mucho más, para que se sorprendan como sucedió con nosotros. Solo diremos que además aparecerá Judas en escena, que le tira onda a María y que cuando todos dudaban de las capacidades de Jesús, llegará el milagro que pondrá las cosas en claro. Es realmente desopilante el relato,  muy original y con numerosas referencias al mundo actual, insertados en una historia bíblica de más de dos mil años de antiguedad.

Momento de hablar de las estupendas actuaciones que presenta la obra, siendo un verdadero desafío para el elenco encontrar el tono delirante que pide el texto y realmente lo encuentran todos, componiendo personajes muy divertidos. Arranquemos por Juan Manuel Besteiro, nada menos que a cargo de Jesús, el hijo de Dios, un papel nada sencillo, ya que nadie imagina a tamaño personaje, en un registro jocoso y Juan Manuel lo hace realmente bien.





Nos encantó la composición de Andrés Sahade, como un José bonachón y permisivo con Jesús. Muy divertido y con un histrionismo a flor de piel, que lo lleva por ejemplo a interpretar algunos temas musicales, con aires de cantante profesional. Sebastián Dartayete es un Judas confianzudo y bastante atorrante, que anda en patineta. A Sebastián ya lo elogiamos varias veces en este sitio y aquí volvemos a verlo muy cómodo en la veta de la comedia.

Y en actuaciones muy parejas por lo bueno, creemos que los mayores elogios de la noche, se los llevó María Pastur, como una Virgen María temperamental y con muy mal genio, quejosa por tener que vivir  con un hombre mayor como José. por el plan divino que la involucró y por tener que explicar tantas veces el milagro de la concepción. Es genial su composición. Y mención muy especial para ella, ya que unos días antes de la función sufrió la pérdida de su padre Aldo, un actor extraordinario y pese al sentimiento que la embargaba, realizó una función impecable, con un profesionalismo para resaltar. Gran trabajo el de María, que sin dudas heredó el talento de la sangre.






Y no podemos dejar de dedicar un párrafo a Ricardo Scalise, músico en vivo, pieza clave en una trama que tiene reservados momentos musicales muy entretenidos, en los que todos los actores deben mostrar sus aptitudes para el canto. Ricardo además de dar el soporte musical, también participa en partes de la historia. Muy bueno su aporte.

La puesta de Herminia Jensezian es super descontracturada, marcando bien el contrapunto con la solemnidad de los personajes elegidos, que en este trama la pierden por completo. Hay un interesante uso del espació escénico dividido en tres, con un centro donde se desarrollan la mayoría de las acciones, un lugar para el músico y otro ingenioso donde Jesús se muestra algo acróbata, cuando no está en su casa.






La pasamos muy lindo y nos reímos mucho con Jesús Milenial, una comedia que se ocupa en clave de farsa y grotesco, nada menos que la vida de Jesús, algo que para alguien religioso puede ser un sacrilegio, pero que para las personas de mente abierta que conocen la riqueza de nuestro teatro independiente, recibirá con alegría esta propuesta, que le imprime una alta cuota de delirio y creatividad, a una historia que todos conocemos por su lado solemne.

En tiempos complicados, donde las preocupaciones nos invaden, que el teatro nos permita olvidarnos de los problemas por un rato y logra hacernos reír, es un gran logro. Por eso los invitamos a que conozcan a este Jesús Milenial que se saca selfies, de la mano de un elenco muy talentoso, que nos hará pasar un momento teatral muy divertido, donde las risas y los milagros dirán presente.


Pensador Teatral.



jueves, 23 de noviembre de 2023

Okasan

 Basada en el libro de Mori Ponsowy. Adaptación y Dirección de Paula Herrera Nobile.





Un viaje al Lejano Oriente y al interior del sentimiento maternal, nos propone Okasan, esta hermosísima obra, basada  en el libro de Mori Ponsowy, escritora argentina, que vivió varios años en Perú y Venezuela y llega a nuestro teatro, en una lucida adaptación, protagonizada por Carola Reyna, una actriz delicada y muy talentosa, que redondea un trabajo fantástico en su primer unipersonal, algo que luego de ver la obra, cuesta creer.

La trama nos cuenta el viaje primerizo de una mujer a Japón y el motivo del mismo, es visitar a Matías, su hijo adolescente que se fue a vivir a aquel lejano país, que tiene un huso horario de 12 horas de diferencia con Argentina y requiere 36 horas de vuelo para llegar. Existía algún país más exótico y lejano que podría elegir du hijo ?? Seguramente no, pero eso queda en la anécdota, el viaje ya está en marcha y ella pronto podrá darle el esperado abrazo.






La obra está llena de imágenes y sonidos, gracias a ello, desde que la protagonista, de la que no sabemos el nombre, llega a Tokio compartiremos su asombro y fascinación por aquel país y su milenaria cultura, el silencio en el transporte público, los indescifrables ideogramas en los menús de los restaurantes, la fonética de un idioma que parece imposible comprender y la amabilidad de los japoneses, que siempre tratarán de ayudarla, ya sea hablándole en inglés, suponiendo que ella así entenderá o bien con señas, cuando notan por su cara que el inglés no es su idioma. 

Pero aquella madre no viajó un día y medio desde Argentina para hacer turismo. Estaba más que ansiosa para reencontrarse con Matías, al que tanto extrañaba. Cuantos recuerdos de aquel niño que ahora era todo un hombre. Cuantas veces comieron solos en la casa, tantas charlas compartidas, las remembranzas de como se divertían inventando juegos y tanto más. Pero un día, toda aquella rutina se cortó y quedó en el recuerdo, hubo un día en que su hijo, dejó el nido para ir a probar suerte bien lejos de casa, quedando un aura de soledad en su hogar y en el corazón de ella.






La travesía no quedará en Tokio, juntos tomarán el famoso tren bala, para conocer el Japón rural. La madre llevó una lista con cuestiones que le gustaría charlar con su hijo, pero luego de pasar unos días, se daría cuenta que se le haría difícil encontrar el momento adecuado para hacerlo. Y más que eso notaba que Matías estaba en otra, ya no era aquel niño que ella crió, ahora ya era todo un hombre que estaba preparado para hacer su camino solo. Y cuanto que costaba aceptar esa nueva realidad, digerir que los hijos crecen y parten. Y hasta allí vamos a contar, para dejar que descubran ustedes cuando vean la obra, más detalles de este viaje sensible y repleto de emociones.

Momento de hablar de la composición exquisita de Carola Reyna, llena de sutilezas y detalles. Su manera de hablar, de caminar, su gestualidad y postura, todo es cuidado y realizado con una minuciosidad que impacta. Manejando la ironía y el humor con maestría, consigue adueñarse de la escena sin estridencias, de manera armónica y dándole al relato una cadencia y un ritmo bien acorde con el texto, algo que la platea agradece y disfruta. Fenomenal interpretación de Carola, en su primer unipersonal, con un debut, que realmente no podía ser mejor.






La puesta de Paula Herrera Nobile es bella por donde se la mira, con una estética muy cuidada y varios ítems para destacar. Arrancando por el diseño escenográfico de Cecilia Zuvialde, con numerosos elementos de utilería que acompañan a la protagonista en el relato. El vestuario de Ana Marakarian se luce mucho y distingue a Carola. Y párrafo especial para la música de Gingo Ono, que embellece mucho una puesta que se destaca por su armonía y por detalles que agregan valor y preciosidad a un texto lleno de virtudes.

Y hasta allí vamos a contar, Okasan que en japonés significa madre, con un agregado que no vamos a adelantar, es una propuesta encantadora. En lo personal y por diversos motivos, nos emocionamos muchísimo con la obra, porque nos remitió a momentos de nuestra infancia y de manera inequívoca, en esa madre llena de amor, veíamos reflejada a nuestra madre, añorando hermosos momentos compartidos, que daríamos lo que no tenemos por volver a vivir. Y cuando uno obra consigue movilizarnos de tal manera, es algo a destacar, ya que pocas veces ocurre con semejante intensidad.





Okasan es un viaje al Japón y su milenaria cultura, pero más profundamente, es una demostración cruda del amor infinito de una madre, que aunque su hijo sea adulto, siempre verá a ese niño indefenso y lleno de miedos al que tuvo en brazos, años atrás. La obra nos invita a reflexionar acerca de la vida, los vínculos y el inexorable paso del tiempo, de la mano de un texto entrañable, en un viaje cargado de emociones y una composición formidable de Carola, que nos permite disfrutar de una noche plena de sensibilidad, que llega al corazón de los espectadores. 

Por eso no extraña, esa ovación que al final de la función, el público que colmó la sala del Picadero le regala a la protagonista, agradeciendo la velada teatral que disfrutaron. En lo personal, situamos está obra, sin dudas entre las mejores que vimos este año, ayudándonos a tener siempre presente, cuales son las cosas importantes de la vida y lo significativo que resulta disfrutar de ciertos momentos, que luego vamos a añorar y no se van a repetir.


Pensador Teatral.



jueves, 16 de noviembre de 2023

Una Muerte Compartida

Dramaturgia y Dirección de Paolo Giuliano.





Jueves 20 30 hs en El Tinglado ( Mario Bravo 948 )

Algo que disfrutamos mucho, sucede cuando vamos a ver alguna obra sin tener demasiadas referencias previas y nos encontramos con una pieza que por algún motivo nos sorprende mucho y de manera favorable, Y esto es lo que ocurrió al ver Una Muerte Compartida, una obra con una dramaturgia potente, que nos habla de la homofobia y la transfobia, invitándonos a reflexionar acerca de los niveles de violencia e intolerancia que se vive en nuestra sociedad y que nunca deberíamos naturalizar.





La historia se desarrolla en un pueblito chico, en uno de esos, donde todos se conocen y nada pasa desapercibido, ya que siempre habrá un ojo atento para marcar y anotar los movimientos del otro. Todas las acciones de la obra se desarrollan en la casa de la Familia Benavidez, allí Nora ( Patricia Rozas ) y su hija Anita ( Laura Correa ) pasan la tarde con algo de nostalgia, ya que la madre llora recordando a Laura su otra hija, que por la charla que mantiene suponemos ha muerto recientemente, pero sin conocer  demasiados detalles, ya que su hija le pide por favor no hablar del tema.

La familia se completa con Marcos ( Sergio Janusas ) el hijo varón, que se fue del pueblo y ahora regresa trayendo consigo vientos del pasado y tempestades del presente, ya que la relación con su madre está totalmente rota y los diálogos que mantienen están cargados de resentimiento, aunque al comienzo no sepamos los motivos. Una de las mayores virtudes que tiene la dramaturgia de Paolo Giuliano, es ir desplegando la trama de a poco, brindando piezas sueltas y dejándolas al descubierto para que de a poco, el público tenga los elementos para ir armando un rompecabezas que cuando se arme los sorprenderá. Y una recomendación que hacemos al espectador, es que estén bien atentos a lo que sucederá , porque nada es como parece, hay muchos secretos bajo la superficie y de a poco irán emergiendo.

El ambiente en la casa de los Benavidez es de tensión permanente y las apariencias tienen un peso importante. La historia se completará con Cristián ( Facundo Salomón ) y su hermano menor Ricardito ( Luciano Diani ), vecinos de la familia, que pasarán más tiempo del pensado en la casa de los Benavidez por diferentes motivos. Cristian porque se siente atraído por Anita y Ricardito porque no puede quitarle los ojos al recién llegado Marcos. Pero las cosas se complicarán y esos vínculos en vez de traer buenas noticias, van a dejar lugar a la tempestad y hasta allí vamos a contar, porque el suspenso es una de las características centrales del relato.






Para descubrir que tan fuerte será la tormenta que se avecina, deberán ver la obra, nosotros no vamos a spoilear nada. solo vamos a decir que esa monotonía que parece tener la vida en aquel pueblito, que podría ser cualquier de nuestro Interior, será solo pasajera y la frase pueblo chico, infierno grande, se aplicará en toda su expresión a esta historia y les advertimos que no exageramos en nada, porque en un momento los acontecimientos tomarán un vértigo impensado y dejará a los espectadores con la boca abierta, pero cumplimos nuestra palabra y hasta allí contamos.

Momento de hablar de las muy buenas actuaciones que presenta la obra, son cinco los actores en escena y todos logran darle a sus personajes esa impronta y ese tono pueblerino que pide la historia para los mismos, además de realizar composiciones creíbles y cargadas de emocionalidad. Vamos entonces a dedicarles unas líneas a cada uno de ellos, ya que sus trabajos los merecen.






Arranquemos por Patricia Rozas, que compone a una Nora implacable, madre manipuladora que maneja los piolines de la casa a piacere. Mal hablada y chismosa a más no poder, marcará el ritmo del relato y será la responsable del secreto más importante que tiene la historia. Por algunos momentos divertida y por otros cruel, Patricia realiza una composición estupenda. Laura Correa es Anita, la mediadora del hogar, la que tratar de poner algo de paz en la pésima relación entre su madre y su hermano. En materia amorosa no parece estar teniendo suerte con las elecciones. Encantador y querible el personaje que interpreta Laura, realmente nos gustó mucho su interpretación.

Luego de destacar las actuaciones femeninas, vayamos a las masculinas y aquí arranquemos por Marcos, interpretado por Sergio Janusas, siendo el personaje clave de la obra, pero no vamos a adelantar más, si podemos decir que la actuación de Sergio es excelente, logrando darle a su personaje una sensibilidad que conmueve. Y que decir de Facundo Salomón, como Cristian, un muchacho algo bruto, que está enamorado de Anita, mostrando dos caras en la obra. En la primera parte, siendo alguien divertido y gracioso, pero que virará en alguien violento y peligroso en la parte final. Muy potente la interpretación de Facundo, gran trabajo. Y cierra el elenco Luciano Diani, como Ricardito, un adolescente no tiene una vida sencilla en aquel pueblo, ya que debe soportar el bullying de sus compañeros de escuela y las presiones familiares. 






No queremos contar más, Una Muerte Compartida es una obra necesaria ya que nos in, contra el que tiene una preferencia sexual diferente a lo que los mandatos marcan como normales o simplemente piensa diferente a nosotros.  Además de ello, se remarca la importancia de la propia familia en cuanto a la aceptación y que no se acople al rechazo que la sociedad pregona, ya que muchas veces el peor enemigo esté dentro del propio hogar.

Por todo lo mencionamos, recomendamos y los invitamos a que como nosotros descubran esta propuesta,  que se anima a exponer con crudeza, una temática que muchas veces elige no mostrarse y lo hace con una dramaturgia muy fuerte y con tintes de tragedia, que sabe llegar al corazón del espectador y con un final que nos deja sin aliento. Una dramaturgia valiente, una puesta dinámica, actuaciones destacadas y comprometidas con el texto, configuran esta valiosa propuesta del teatro independiente que sorprende y a gritos pide verse.


Pensador Teatral.



lunes, 13 de noviembre de 2023

Aguafuerte

Dramaturgia de Guillaume Poix. Dirección de Sol Titiunik.





Viernes 23 15 hs en Timbre 4 ( México 3554 )

Un texto fuerte y profundo escrito por el dramaturgo francés Guillermo Poix, llega a la cartelera porteña, de la mano de Pilar Fridman, una de las protagonistas de la obra, que conoció el texto en el 2019, en el marco del ciclo " Tintas Frescas ", gestionado entre el Teatro Cervantes, la Alianza Francesa y el Instituto Francés, cuando fue convocada para la lectura de uno de los personajes de aquel texto. Dos años después,  el Instituto Francés, abre la convocatoria para llevar a escena, algunas de las piezas leídas en aquel ciclo y allí Pilar que había quedado cautivada con la obra, presentó el proyecto, que fue seleccionado y llega ahora al escenario de la sala mayor del Timbre 4.






Y esa es la manera en que esta obra de un autor contemporáneo francés se presenta ante nosotros. La propuesta que es jugada y muy desafiante para las protagonistas de la misma, nos propone viajar a la fascinante Amsterdam, conocida por sus encantos y rica historia. Con los famosos canales que serpentean su calles y los notables museos que ofrecen las mejores obras de pintores de la talla de Van Gogh y Rembrandt, por solo nombrar a dos de ellos. Millones de turistas llegan todos los años a aquella pintoresca ciudad, que además tiene al Barrio Rojo como uno de sus principales y polémicos atractivos.

Ese Barrio Rojo famoso por sus vitrinas iluminadas, donde trabajadoras sexuales ofrecen sus servicios a los caminantes nocturnos que recorren sus callejones adoquinados y allí trabaja Linda ( Marina Carrasco ) que se gana la vida hace años ya, de esa manera en aquel lugar, pareciendo conocer todos los secretos de este sacrificado oficio y todas las técnicas que le permiten conseguir más clientes y el dinero suficiente que conforme a Jan ( Fabian Bril ), el proxeneta para quien trabaja.







Pero la rutina habitual, se verá alterada con la sorpresiva legada de Julia ( Pilar Fridman ), una joven tan bella, como misteriosa, que se presenta ante Linda, pidiendo que le enseñe los secretos de aquella profesión y le permita trabajar con ella. Su único pedido es poder tener vista desde la vitrina que ocupe a las aguas del canal, si esto fuera posible. Al principio, Linda se niega a darle cobijo a aquella hermosa y frágil mujer, que parece se demasiado chica e inocente para adentrarse en aquel mundo sórdido y despiadado.

Pero de a poco, se irá construyendo una amistad entre ambas mujeres y Julia aprenderá rápido los gajes del oficio, siendo muy demandada por los clientes que no podían resistirte a sus encantos, dejando en un segundo plano a sus compañera. Pero algo no encajaba. Qué motivos la llevaron a llegar hasta allí ?? Cuál era su historia personal ?? Y que secreto que se escondía detrás de esa mirada algo perdida ?? Algo hay, pero no seremos nosotros quien devalaremos, cual es ese secreto que traía Julia con ella, para descubrirlo deberán ver la obra.





Momento de hablar de las estupendas actuaciones que presenta la obra, con la dupla protagónica que conforman Pilar Fridman y Marina Carrasco, que realizan ambas un gran trabajo en papeles exigentes, que requieren poner sus cuerpos al servicio de sus personajes, ya que la pieza tiene mucha exposición física. A Pilar, una joven y carismática actriz, la habíamos visto por primera ver en el Centro Cultural Rojas y en esa oportunidad nos había sorprendido muy gratamente por su actuación. Unos años después, la volvemos a ver en escena, en un proyecto ideado por ella misma, llevando adelante a una Julia  enigmática Nos gustó mucho el trabajo de Pilar, que irradia un magnetismo y una sensualidad, que encajan a la perfección en su personaje.

Pero no seamos injustos con Mariana Carrazco, que en gran forma compone a una Linda curtida y melancólica, que trata de mostrarse fuerte ante la mirada de los otros, pero que denota el cansancio y el dolor de una vida sufrida, adhiriendo al dicho que la procesión se lleva por dentro. Muy bueno lo de Mariana en lo individual, mostrando además mucha química con Pilar, construyendo entre ambas vínculo tierno y de protección, que se eleva y llega al corazón del espectador. 




Y si bien la dupla femenina protagónica es la que se lleva los mayores elogios y miradas del público, debemos dejar una líneas de los personajes masculinos que hacen su aporte necesario al relato, nos referimos a Fabian Bril, como Jan, el hombre que las regentea, Fabián Carrasco como Mathias, que trabaja cuidando cuadros de un museo y logra establecer una relación humana con ambas mujeres más allá de la búsqueda sexual, completando el elenco Gonzalo Bou, como un cliente y un periodista, que trata de indagar con poco éxito,  sobre algunas intimidades del oficio.

Párrafo especial para la cuidada y lograda puesta que presenta Aguafuerte, con una estética bella y cuidada que logra potenciar el relato, dándole el marco adecuado para el lucimiento de las protagonistas. Elementos para destacar, la música original y sonidos en vivo de Dulcinea María que verdaderamente la rompe ( varios espectadores se van del teatro tarareando la música de la obra ). Es muy bueno el diseño escenográfico de Lula Rojo, con esas vitrinas iluminadas con luces de neón, que nos remiten al tradicional barrio rojo y mención especial para el diseño lumínico de Emanuel Parga, que juega de manera muy acertada con la oscuridad y las luces tenues para crear los climas que el relato requiere. Por último, destacar el vestuario de Nadia Sandrone, que se luce mucho en las protagonistas. Como puedan apreciar, no les exageremos en cuanto a las virtudes de la puesta y les aseguramos, que cuando usted lector vea la obra, coincidirá plenamente con nosotros.






En definitiva, una propuesta que atrapa la de Aguafuerte que presenta un relato envuelto en niebla y misterio, pero que nos permite reflexionar sobre un tema complejo y controversial cono el de la prostitución, invitando a reflexionar sobre lo que sucede en la cabeza de las mujeres que se dedican a una actividad que la mayoría de las personas critican, pero que si existe, es porque no faltan clientes que consumen aquellos servicios, mostrando en cierto punto la hipocresía de la sociedad, en un tema del que poco se habla y que aún hoy continúa siendo tabú 

Los invitamos a que emprendan el viaje que les propone la obra hacia tierras holandesas, para recorrer en las noches los canales y llegarse hasta el Barrio Rojo, para conocer a Linda y Julia, que detrás de esos rostros bellos y seductores, esconden fuertes historias de dolor y desamparo. De la mano de una dramaturgia profunda, una puesta muy atractiva y estupendas actuaciones, podrán disfrutar de una potente noche de teatro independiente y descubrir que secretos se guardan en las profundas aguas de los canales.


Pensador Teatral.