Dramaturgia y Dirección de Martín Flores Cárdernas,
Sábados 19 hs en Casa Teatro Estudio ( Guardia Vieja 4257 )
Una ceremonia teatral íntima y confesional nos acerca Martín Flores Cárdenas, talentoso y creativo dramaturgo, que vuelve a sorprendernos con una obra experimental que disfruta exponiendo y desafiando las convenciones teatrales, al igual que ocurrió con No Hay Banda, otra obra del mismo autor en la misma línea, que vimos a principios de este año y que nacía a partir de la muerte de su abuelo. En este caso, La Fuerza de la Gravedad, surge como una celebración de la amistad, remarcando la importancia que tienen los amigos en nuestras vidas y compartiendo anécdotas que vivimos con ellos a lo largo del tiempo.
Para quienes no lo sabe, Casa Teatro Estudio es además de ser una sala teatral, el hogar donde vive el autor y la primera particularidad que tiene la obra, es que la misma no se desarrolla en la sala principal, sino en la antesala del teatro, en la recepción / cocina de la casa, allí donde hay una vieja heladera Siam y una pileta para lavar los platos, es donde se dispondrán las sillas donde se ubicarán los espectadores y se desarrollarán las acciones, con el ruido de los colectivos que circulan por la calle Guardia Vieja y los murmullos de la gente que camina por la vereda, lo que le da un aire de cotidianeidad a la obra que veremos.
Queremos ser cuidadosos para no spoilear demasiado, de lo que ocurrirá en esta noche particular de teatro, si podemos contar que el mismo autor y director, se presentará al inicio, ante el público para contar que hace un tiempo convocó a sus amigos a su casa, sin adelantarles demasiado, para compartir algunos textos suyos sobre la amistad y que nosotros los espectadores, reviviendo aquel momento, estamos sentados donde estuvieron aquel día sus amigos, para repasar aquellas hojas sueltas, donde las revelaciones y las reflexiones acerca de sus amigos quedarán al descubierto.
Y precisamente será una de sus mejores amigas, actriz ella, Laura López Moyano, la encargada de leer sus escritos ante el auditorio, aquella vez con los amigos reales de Martín como auditorio y ahora con los espectadores reales, por la llamarlos de alguna manera, que con gran interés aceptan esta viaje íntimo que el autor nos propone. Y así será como Laura, quedará frente a nosotros, con un toquito de hojas, que empezará a leer de, pie primero y sentada luego en la mesa/ escritorio que oficiará de escenario en una noche donde el hecho teatral, se manifestará de manera diferente a la que estamos acostumbrados.
Pero como dijimos antes, lo mejor es no anticipar demasiado y dejar que la noche los sorprenda, al igual que nos ocurrió a nosotros. A lo largo de la velada surgirán algunas teorías sobre la amistad, reflexiones sobre los diferentes tipos de amigos existan y habrá un repaso de diferentes momentos de la vida de Martín, donde obviamente sus amigos estaban presentes, teniendo momentos muy divertidos y otros de profunda emoción. Pero vamos a cumplir y no contaremos más, solo les pedimos que estén atentos, porque será una noche diferente y con varias sorpresas preparadas, una de ellas es que en algún momento de la velada, vamos a caminar por la casa de Martín y hasta allí contamos.
Es momento de hablar de Laura López Moyano, dueña de una gran sensibilidad como actriz, a la que elogiamos en varias oportunidades en este sitio por sus muy buenos trabajos. Aquí sin dudas, con un rol muy particular, involucrada en cierto punto en la dramaturgia, ya que Martín Flores Cárdenas, la eligió para que ponga el cuerpo y la voz, para ser la protagonista de una obra, que el autor le dedicó a ella misma. Como podrán apreciar, cuando les dijimos que esta sería una noche especial, no les exageramos ni un poco.
Y Laura realiza de manera excepcional su labor, logrando la atención absoluta del público, que parece en trance escuchándola y viendo como va pasando aquellas páginas que en su mayoría de las veces, tiene como sentencia inicial " Tengo un amigo que ... " . Laura maneja con maestría los tiempos del relato y la cadencia de la lectura, que en un comienzo parecen sentencias anecdóticas que ella transmite sin más, pero a medida que la trama avanza, irá quedando inmersa en lo que dicen aquellas hojas, generándose momentos de profunda emoción. Hermoso el trabajo de Laura, nos encantó.
Hay que hablar de la puesta de La Fuerza de la Gravedad, que logra crear una atmósfera íntima increíble y que pocas veces se logra en una pieza. Sin dudas el espacio escénico donde se desarrolla la obra y la penumbra en que la lectura se desarrolla, tienen su influencia, Laura con su impronta y naturalidad es parte fundamental también, pero por las razones que sean, se respira un aire íntimo que genera mucha paz y predispone al público de la mejor manera, para sentirse bien adentro de la ceremonia que se está celebrando, sintiendo una especie de privilegio, de poder ser parte de la misma, con su escucha.
Y hasta acá vamos a contar, La Fuerza de la Gravedad es una propuesta bien diferente a lo que estamos acostumbrados. Martín Flores Cárdenas no tiene miedo de salir de la zona de confort y jugar con lo experimental, desafiando nuevamente las convenciones establecidas y demostrando que muchas veces no es necesario la grandilocuencia y lo explícito, para que el hecho teatral aparezca, siendo esta una clara muestra de ello, ya que la propuesta tiene una profundidad y una belleza que hay que destacar.
Algunos pueden decir que esta obra no es para cualquier público, pero nosotros no vamos a coincidir con ellos. Si bien la obra es bien diferente a lo que estamos acostumbrados a ver habitualmente, es una obra necesaria para todo espectador que gusta de la fuerza sanadora que tiene el teatro. La Fuerza de la Gravedad nos invita a hacer una pausa, a parar la pelota y escapar del vértigo que muchas veces nos imponen. Generando un espacio para reflexionar acerca de las cuestiones valiosas de la vida como la amistad, poder pensar en nuestros propios amigos y reconocer lo importante que son para nosotros y como debemos cuidarlos.
A veces menos es más. Por eso es que agradeceremos a Martín Flores Cárdenas y Laura Moyano, dos amigos talentosos que se unen para regalarnos una bella noche teatral, que nos hará reír y emocionar, Y en lo personal celebramos, que aparezcan este tipo de propuestas minimalistas, que nos movilizan y nos convocan para que pensemos en las cosas simples de la vida, que en definitiva son las que nos terminamos llevando de este mundo.
Pensador Teatral.