Dramaturgia y Dirección de Guillermo Parodi.
Sábados 17 hs en Teatro del Pueblo ( Lavalle 3636 )
Una vistosa propuesta que combina teatro musical, magia y una mirada crítica a la realidad del país, es la carta de presentación de País de Nunca ( Ajedrez Fantástico ), esta original y creativa obra escrita por Guillermo Parodi, que se inspiró en "A través del espejo " de Lewis Carroll, para presentar un cuento fantástico, que navegará entre sueños y pesadillas, con personajes fantásticos que parecen salidos de un cuento, pero sin perder de vista, la historia reciente del país, resultando una combinación tan extraña como fascinante.
La trama de la obra, fluirá entre lo onírico y lo real, siguiendo el recorrido de Irupé ( Lucía Palacios ), una muchacha que según comenta el autor, sería una especie de Alicia del Litoral, que despertará al otro lado de un muro, en un mar de agua dulce donde las imágenes no reflejan lo que aparentan. La protagonista recorrerá un campo que parece un gran tablero de ajedrez, que Guillermo Parodi, nacido en Corrientes, relacionó con los Esteros del Iberá, un gran tablero de islas flotantes, que resulta peligroso para quienes no lo conocen.
Irupé parece inmersa en un sueño o una pesadilla, dependiendo los casilleros que irá atravesando y los misteriosos personajes que irán apareciendo en su camino. Los mismos entrarán y saldrán de puertas y espejos, mostrando una aparente amabilidad, cuando la verdadera intención es que la muchacha quede atrapada en el mundo que se le presenta, con lógicas impuestas y sin posibilidad de modificar el status quo vigente, impuesto por los que detentan el poder. En aquel mundo, están prohibidas las preguntas, el pensamiento crítico y sobre todo soñar. Los sueños están prohibidos y eso debe quedar bien claro. Pero nuestra protagonista, no se va a resignar tan fácilmente y las estructuras de este ajedrez fantástico van a crujir. Y hasta allí vamos a contar, para mantener el suspenso, en una obra donde las sorpresas son una constante y los espectadores gustosamente se entregarán al viaje onírico que le proponen.
Tiempo de hablar de las magníficas actuaciones que presenta la obra. Y aquí nos vamos a tomar nuestro tiempo, porque el relato tiene personajes fascinantes, que se construyen, gracias a las exquisitas composiciones y caracterizaciones de los seis actores reunidos, que se entregan por completo a la magia de un relato de algo vuelo poético y creativo. En nuestra opinión, la gran revelación de la noche es Lucía Palacios, como Irupé, que nos regala una composición deslumbrante cargada de sensibilidad y emocionalidad. Destacar de Lucia, su gran gestualidad y una voz hermosa, que se luce en las partes cantadas de la trama, que la tienen como protagonista. Nos encantó su trabajo.
Y si tenemos que hablar de trabajos destacados, enseguida tenemos que mencionar a Lorena Szekely, como la Reina Roja o Victoria de la Villa Cruel, una mezcla de Reina de Corazones con la frivolidad y el poder, de nuestros gobernantes. Lorena es una estupenda actriz, a la que elogiamos en muchas oportunidades en este sitio y aquí mostrando todo su histrionismo y dueña de una gran presencia escénica, compone a un personaje tan delirante, como reconocible, que merece verse.
Los personajes femeninos se completan con Inda Buh, como el Hada Epuri, el reflejo de Irupé, que con sensibilidad jugará con los muchos espejos que veremos en el escenario, generando escenas muy bellas junto a la protagonista. Sigamos con El Gran Calibán, actor y mago, que aquí será el Pombero, personaje fantástico de la mitología guaraní, con un trabajo soberbio, mostrando sus dotes como actor, incorporando trucos de magia a la trama y siendo también músico en vivo, en varias partes de la obra. Gran trabajo de El Gran Calibán, con su imponente cabellera blanca.
Y nos queda mencionar a dos personajes, que también tienen papeles muy destacados. Uno de ellos es Guillermo Flores, como el Gnomo Cruel, una especie de bufón al servicio del poder, siempre fiel al régimen de turno. Destacar la corporalidad y expresividad de un personaje de doble cara, muy reconocible. Estupendo lo de Guillermo. Y para el final, dejamos a Marcelo Rodríguez, como El Huevo o Dos Onzas, una especie de poeta, que luce como un soplo de aire, entre tantos villanos, luchando en minoría y tratando de acompañar a la muchachita. Buenísimo su trabajo, muy gestual y hablando mucho con su cuerpo. Que bueno lo de Marcelo.
Esta, es una de esas obras, todos los trabajos actorales son importantes para el desarrollo de la trama y la dramaturgia les permite a todos, más allá del protagonismo, con momentos de gran lucimiento, Ya es tiempo de hablar de la fenomenal puesta que presenta la obra, siendo sin dudas uno de sus puntos más altos. Impacta el diseño escenográfico de Fernando Díaz, que presenta el escenario de la sala principal del Teatro del Pueblo, con piezas de ajedrez gigantes, espejos, puertas y mucho más. Un deleite visual y sensorial. Sobresaliente el vestuario de Jorgelina Herrero Pons, caracterizando en gran forma a todos los personajes, de pies a cabeza, no se pierdan por favor el vestuario de la Reina Roja.
Párrafo especial para la música original de Juan Pablo Martini, a cargo del piano además y a Nicolás Lastra en bandoneón. El diseño lumínico del propio Guillermo Parodi, genera muy buenos climas a lo largo de un relato, que atrapa al espectador desde el comienzo. Y vale acá la felicitación para Guillermo, por esta puesta tan bella y tan creativa, que sumerge al público en un universo poético, mostrando que con ingenio y mucho trabajo, el teatro independiente, puede presentar puestas que no tienen nada que enviarle al circuito comercial.
Y hasta acá vamos a contar, País de Nunca ( Ajedrez Fantástico ), es una original y valiosa propuesta, que combina teatro musical con magia y un mundo de fantasía. Una propuesta que abreva en los universos de Lewis Carroll, María Elena Walsh, Serú Girán, Teresa Parodi y del gran escapista Houdini, todos ellos estarán presentes, en un relato que juega mucho con las metáforas y el vuelo poético, dejando que el espectador encuentre diferentes interpretaciones, según su mirada.
Por todo lo mencionado, solo nos queda recomendar esta bella obra, que invita al espectador a emprender un viaje fantástico, donde la magia, la música y lo poético dirán presentes, de la mano de un texto que juega entre lo onírico y la realidad del país, con una puesta que resulta una verdadera joyita y actuaciones exquisitas, que nos recuerdan que pase lo que pase, nadie nos puede quitar nunca la posibilidad de soñar y luchar por un mundo mejor.
Pensador Teatral.