Sabados 22 15 hs en El Tinglado
Una linda historia autoría de Gonzalo Demaria y dirigida por Alejando GIles nos presenta Don´t Cry Ceferino, en un teatro moderno y confortable como El Tinglado.
La acción se desarrolla en un hotel de Chimpay un pueblito perdido en el Valle Medio de Río Negro , que es atendido por sus dueños, un matrimonio muy campechano y devoto de Ceferino Namuncurá, como la mayoría del pueblo, ya que allí nació en 1886, este hijo de cacique mapuche.
La tranquilidad del hotel, se vé sorprendida por la llegada de dos enviados del Vaticano (el Dr.Rudbeck y el padre Chiclana ), que tienen como misión confirmar un milagro ocurrido hace años en este pueblo, para convertir en nada menos que Santo a Ceferino Namuncurá.
Estos enviados conocen la devoción de los dueños del hotel y de todo el pueblo por la figura de Ceferino y aprovecharán esta circunstancia para conseguir su objetivo , comunicando que la canonización, es un acto que debe mantenerse en absoluta reserva hasta la total confirmación del milagro y que además este es un proceso que lleva tiempo y dinero.
La escena se vá a completar con la llegada de una joven y bella turista belga, que es la persona en la que supuestamente obró el milagro, que fue la recuperación de su vista y por la convocatoria a un joven y acaudalado estanciero del pueblo, que es la persona indicada para colaborar a reunir la suma de dinero, que los enviados del Vaticano, van a requerir para costear los trámites necesarios para la confirmación del milagro.
La seriedad o no de estos enviados que tienen esta particular misión, es algo que dejamos para que el espectador devele por si mismo, cuando vea la obra.
Para destacar las actuaciones de un elenco muy parejo que hacen que la atención de la obra, no decaiga nunca. El matrimonio de hoteleros, conformado por Silvia Trawier y Roberto Bobe, me gustó mucho, con su estilo campechano e inocente, marcan el estilo de la pieza , un brillante Roberto Romano, actor de gran trayectoria, como experto en teología, que con sus elaborados parlamentos, no dejaba dudas de sus conocimientos religiosos, bien secundado por Fernando Gonet, un sacerdote muy especial y Santiago Vicchi caracterizando en gran forma al joven estanciero. La frutilla del postre es la joven belga, Carolina Solari, que con una mezcla de francés y español muy gracioso, es la revelación de la obra, con su desenfado y hasta protagonizando un desopilante número musical, que hace bailar a todos los integrantes de la obra en una de las escenas más logradas.
Se destaca la escenografia, con el comedor del hotel como centro y con el cuadro de Ceferino destacándose en la escena y también muy bueno el vestuario, para prestar atención la indumentaria del sacerdote, que será cambiante durante el transcurso de la obra.
Concluyendo, Don´t Cry Ceferino, es una obra que provocará muchas sonrisas en el espectador, que disfrutará de un guión hilarante y situaciones disparatadas y graciosas que abundan en la historia.
Para pasar una divertida noche de Sábado y reírse con estos personajes tan particulares, recomendamos esta linda comedia.
Pensador Teatral.
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