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jueves, 12 de abril de 2018

UZ, El Pueblo

Martes 20 hs en La Carpintería Teatro ( Jean Jaures 858 )






Dramaturgia de Gabriel Calderón y Dirección de Mateo Chiarino.

Comedia negra escrita por el dramaturgo uruguayo Gabriel Calderón, estrenada en Montevideo en el 2005 y que llega a Buenos Aires, en este interesante puesta de Mateo Chiarino, significando su opera prima como director.

La pieza, en tono de sátira y humor negro, nos invita a una interesante reflexión, acerca de nuestras creencias y en especial al poder de la religión y sus dogmas sobre nuestras vidas, yendo al extremo de generar situaciones que parecen llegar a lo absurdo, pero no lo son tantos y se cuestionan son valores que parecen sagrados.






Uz, el Pueblo, tiene varias referencias bíblicas, la más clara aparece en su nombre, Uz es un lugar mencionado en el Antiguo Testamento, como la patria de Job. Yendo al argumento de la obra, el autor nos cuenta la historia de una familia ejemplar, que vive una vida color de rosa, en un pueblo, en el que la felicidad parece ser la moneda corriente y todos están orgullosos de seguir la palabra y el camino de Dios.

Aquella familia modelo, esta formada por Grace ( Silvina Bosco ) una devota mujer, que vive felizmente casada con su esposo Jack ( Pablo FInamore ), que la ama con locura y son sus adorables hijos, Tomás ( Matías Odorico ) el mayor y boy scout ejemplar, que planea ingresar en el ejército para servir a la patria y Dorotea ( Lucia Villanueva ), la hija menor, que es autista.

Todo es armonía en aquella familia, hasta que una mañana como cualquier otra, Grace estando sola en la casa, escucha la voz de Dios. No lo puede creer, su Dios le habla, la eligió seguramente por su devoción y su alegría es inconmensurable. Pero durará poco su dicha, porque el pedido que le hará Dios, que será el disparador de la obra, la sorprenderá y descolocará por completo.






Para comprobar, la incondicional obediencia a su palabra, Dios le pondrá a prueba, de una manera impensada, le pedirá que asesine a uno de sus hijos, aquí aparece otra referencia bíblica, que nos recuerda al mandato que recibió Abraham, para que ofrende al Señor, la vida de uno de sus hijos. En el caso de Grace, se le indica expresamente, que no puede comentar a nadie, aquella conversación divina.

El pedido recibido como pueden imaginar, caerá como una bomba y desequilibrará por completo a la ejemplar madre de familia, que a partir de ese momento, visiblemente perturbada por la macabra tarea encomendada, no dudará en hacer lo que se sea para cumplir el pedido de su Dios.

Cumpliremos lo dicho y no vamos a seguir contando, dejaremos que el espectador cuando vea la obra, descubra un sinfín de situaciones desopilantes y disparatadas, que lo van a hacer reír mucho, por lo absurdo y grotesco y como situaciones chiquitas, se irán agrandando hasta un punto, que no habrá  posibilidad ya de volver atrás.





Si hay algo que sorprende de la obra, es el muy buen elenco reunido y lo numeroso del mismo,
La gran protagonista de la pieza, es Silvina Bosco, gran actriz, protagonista de numerosas telenovelas y unitarios en la TV. El año pasado la vimos brillar en Miembro del Jurado, bajo la dirección de Corina Fiorillo en una recordada puesta en el Teatro del Pueblo.

La interpretación de Silvina, como Grace, es fantástica, logrando una increíble transformación de su personaje, que en el comienzo será de una manera y con el desarrollo de la obra irá mutando por completo. Esta metamorfosis, se produce en forma progresiva y casi imperceptible para al espectador, gracias a su talento y a una entrega absoluta.
Un personaje complejo, por lo vaivenes emocionales, que tiene el papel y que Silvina resuelve con maestría, realmente vale la pena verla.

Su esposo Jack, es interpretado por Pablo Finamore, otro gran actor, al que vimos en Salvaje, hace unos años, en una actuación que aún recordamos y le valió numerosos premios. Pablo es un actor de una enorme versatilidad y larga experiencia, aquí compone un personaje pleno de histrionismo, que se luce mucho, algo que no sorprende porque es un actorazo, siendo muy gracioso.





Silvina y Pablo, en nuestra opinión, son quienes se llevan las mayores ovaciones  pero no están solos en escena, por el contrario están muy bien acompañados.

Nombremos al resto del elenco, en un acto de justicia, ya que todos tienen su momento de lucimiento y saben como generar sonrisas en la platea.

Matias Odorico, es Tomás, el hijo mayor que tiene como ejemplo a su padre y será el que deba soportar los embates de su madre, debido a la misión encomendada, aportando mucha frescura a la pieza..
Lucía Villanueva, la hija menor, tiene un papel muy complicado, ya que hace de niña autista, en un papel, que vá de menor a mayor y se destapará sobre el final.
Nos gustaron mucho las actuaciones de los más jóvenes integrantes de la familia.






Mucio Manchini, es el sacerdote del pueblo, tiene gran autoridad y ascendencia en Uz. Muy gracioso también, en un personaje muy satirizado y envuelto en situaciones embarazosas. Delicioso personaje compone.

Agatha Fresco y Zuleika Esnal, son las locas del pueblo, las ovejas descarriadas y necesitadas casi con desesperación de algún hombre. Muy bueno lo de ambas.

Por último, tenemos al carnicero ( Mariano Caceres ) y su bella hija ( Cecilia Cósero ), aparecerán en escena, promediando la obra, debido a los desbarajustes que irá provocando Grace, es ese pueblo.
Mariano es un carnicero, algo violento y cuida de su hija, que lo sorprenderá con sus inclinaciones. Muy buena dupla también.





El elenco es numeroso y lo valioso que logra el director, en la puesta, es que les permite a todos tener espacio para lucirse, algo que debemos valorar.

Ante tantos personajes, no es de extrañar, que la pieza tenga una gran dinámica y el espectador recibe permanentemente estímulos para reírse.

Nos gustó el diseño escenográfico de Alejandro Mateo, en ese hogar donde predomina el color rosa, la iluminación de Ricardo Sica y un vestuario de Abril Raineri, que debemos destacar. Todos ítems que contribuyen a elevar la puesta que dirige en forma efectiva Mateo Chiarino.






En definitiva, estamos en presencia, de una original propuesta, irreverente, desopilante y sobre todo muy divertida, que nos invitará a reflexionar con ironía, en temas como la religión y su influencia, tema poco cuestionado, acá el autor, en clave de humor se atreve a hacerlo, con muy buenos  resultados.

Sin dudas, Uz, el Pueblo, es una obra muy recomendable para reír, para reflexionar, pero sobre todo para disfrutar de deliciosas actuaciones, de un elenco encabezado por Silvina Bosco y Pablo Finamore, donde todos se lucen y contribuyen a que el espectador se vaya a casa con una enrome sonrisa y pensando que muchas veces detrás de lo absurdo, se esconden muchas situaciones reales.

El aplauso prolongado, que reciben los actores al finalizar la función, son una muestra clara, que han disfrutado y se han reído mucho con la obra.


Pensador Teatral.


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