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viernes, 6 de julio de 2018

Bacacay, Un Crimen Predeterminado

Dramaturgia de Adrián Blanco y Mario Frías. Dirección de Adrián Blanco,







Viernes 20 30 hs en El Portón de Sanchez ( Sánchez de Bustamante 1034 )

Witold Gombrowicz es un escritor y dramaturgo polaco, celebridad en su país y casi un desconocido en Argentina, pese a que vivió 24 años en Buenos Aires. Sin dudas esta es la segunda patria de Witold. Aunque su estancia en estas tierras por más de dos décadas, podría decirse que fue fruto de la casualidad.

Decimos esto, porque el escritor polaco llegó en 1939 a nuestro país, en un trasatlántico que había zarpado desde Varsovia en su viaje inaugural que lo tenía entre sus invitados. Su idea, era quedarse solo unas semanas en nuestro país, dictando algunas conferencias y seminarios, pero los nazis tenían otros planes, ya que en esos momentos, estallaba la Segunda Mundial y Polonia sufría una brutal invasión.








De esta forma, la estancia pequeña de Witold, se convertiría en un exilio obligado de más de 20 años, debido a que obra no era vista con buenos ojos por el poder de la época y el escritor polaco se convirtió entonces, en porteño por adopción y fue en Buenos Aires, donde escribió la mayoría de sus obras.

Concluyendo ya con esta introducción, que creemos es un interesante marco introductorio, digamos que la historia que se presenta en El Portón de Sánchez, proviene del primer libro de cuentos del escritor polaco, Memorias de un tiempo de Inmadurez, que en Argentina se editó como Bacacay, por el simple hecho, que esa calle de Flores, es donde el autor polaco, tenia su vivienda. Crimen Predeterminado, es el cuento más relevante de este libro y el elegido por Blanco y Frías, para adaptarlo y convertirlo en esta obra.-

Adrián Blanco, sin dudas tiene una fascinación por Gombrowicz y esta no es la primera obra de su autoria que elige para representar, con una de ellas Transatlántico, Blanco ganó premios y viajó a Polonia invitado, por los organizadores de un Festival en honor de Witold, por lo que puede decirse que son viejos amigos.








Yendo al fin a Bacacay, Un Crimen Predeterminado, contemos que estamos en presencia de una comedia negra, con una puesta exquisita, de distinguida elaboración. La obra, se inicia en la penumbra, donde el Juez H ( Fito Yanelli ), haciendo las veces de maestro de ceremonias, se dirige a la platea, anunciando que esta noche, les contará unos de los casos más extraños que le tocó protagonizar, a lo largo de su extensa carrera judicial.

El comienzo es prometedor y allí en forma inmediata, magia de teatro mediante, el espectador sera testigo privilegiado de una historia de suspenso, con una atmósfera terrorífica, pero también con mucho humor, con personajes misteriosos y algo locos, muy bien caracterizados.

El juez H, realiza un largo viaje nocturno, para visitar al Señor X, al que hace tiempo no vé, pero al llegar a la casa, se encuentra con una inesperada noticia, su viejo amigo murió la noche anterior, a causa de un infarto según le informan. La noticia se la comunican, los integrantes de la familia del occiso, todos seres misteriosos, que parecen salidos de un cuento de terror o de un neuropsiquiátrico, nosotros cuando los vimos pensamos en los Locos Adams, buena figura para que el lector, imagine lo disfuncional  que resulta esta familia.








Pese a que el cadáver, no presenta signos de violencia y sin pruebas que lo señalen, el juez tiene la intuición que el jefe de familia, fue asesinado, que su muerte no fue natural. El comportamiento extraño y reticente de la familia  ante su llegada y que todos tuvieran alguna motivación para cometer el crimen, le daban la certeza al Juez, que su amigo fue asesinado y que el victimario, es alguien que vive en esa casa.

Hasta aquí contaremos, el espectador cuando vea la obra, disfrutará la manera brillante en que Fito Yanelli, como un sagaz detective, hará deducciones, hipótesis e interrogatorios, en la búsqueda de encontrar al culpable.

La historia atrapa en todo momento al público, en parte por la dramaturgia bien elaborada y en parte, por las excelentes interpretaciones, que presenta la pieza. Son seis actores en escenas y todos encajan a la perfección, en la oscura trama que se teje.

El gran protagonista de la historia, es Fito Yanelli, como el Juez H, un actor de gran trayectoria en el teatro independiente, que de manera soberbia, oficia de maestro de ceremonias de la historia. Manejando a la perfección los tiempos de la obra y sabiendo colocar las cuotas de humor, suspenso y emoción, en las proporciones adecuadas. Brillante lo de Fito, realmente se disfruta mucho su interpretación y es un gusto ver, como conduce la trama..









El fenomenal trabajo de Fito, no debe eclipsar al resto del elenco, que cumple en gran forma sus roles.  Arranquemos por Ariel Hall, es Antonio el hijo, compone un personaje intrigante, con muchas aristas, por momentos, hablando con una voz bien bajita y en otras con una energía desmedida. Su comportamiento es difícil de predecir. Su altura, la larga barba y su andar torpe, agregan valor a su composición. Nos impresionó la presencia escénica de Ariel.

Y si hablamos de personaje indescifrable, que decir Cecilia,  la hija, interpretada por Pía Fonseca ( está reemplazando a Julieta Raponi ), de naturaleza virginal, su andar no condice con ello. Su apariencia ingenua y aniñada, esconde sensualidad y algo libidinoso en sus acciones. Logradísima su composición, muy festejada por la platea y nos sorprendimos, cuando nos enteramos que Pia era reemplazo.

Eva Matarazzo, es la esposa del difunto, católica conversa, muestra dos caras, por un lado sometida y maltratada por un esposo que la humilla y la desprecia, y por el otro, con carácter fuerte con la servidumbre y sus hijos.. A Eva, la vimos lucirse el año pasado, en Ella es mi Cabeza y aquí en un papel complejo y muy diferente, muestra su versatilidad y confirma que es una actriz sólida y con muchas condiciones.







Mario Frías, uno de los autores, es el padre muerto, antes que esto sucediera, muestra que es un jefe de familia enérgico y autoritario, con un desprecio sin limites por su esposa-
Por último mencionar a Gabriela Ramos, jugando dos papeles de criado, en uno de ellos con una relación poca clara con Antonio y en el otro, colaborando con el detective, cual soplón, para desentrañar el misterio. Con una participación secundaria, logra destacarse, en ambos papeles,algo que no es sencillo.

Son muy buena las composiciones de todos los personajes de todos, seres misteriosos y oscuros, que muestran algo de perversión y mucho de misterio en cada uno de sus actos. Fueron seis meses de ensayos y evidentemente el trabajo ha rendido sus frutos.

Es hora de elogiar la puesta de  Adrián Blanco, impecable en nuestra opinión, creando en la sala, una atmósfera asfixiante y lúgubre, en la que domina la oscuridad. En materia de escenografía, este director es afecto a los dispositivos teatrales, en este caso, se vale de un telón trasero de fondo negro, que sirve para la aparición y desaparición de objetos y personas de escena, de manera casi mágica y aprovechando la profundidad del escenario del Portón de Sánchez, ideal para este juego que se propone, donde los actores por momentos están lejos del público y en otros, cercanos, casi frente a ellos.








Con este telón negro, Blanco apela a la teatralidad, dejando en la claro lo ficcional que tiene el teatro. Es muy destacado el diseño lumínico de Sergio Iriarte, creando ese clima tétrico que pide la pieza, un lucido vestuario de Milena Amado, con toques dark, acordes a esos personajes tan particulares.
Por último mencionar la sonoridad que tiene la obra, con sonidos que nacen de tachos, bombos, latas y hasta radiografías, artesanal, creativa y muy efectivo el recurso..

En conclusión, estamos en presencia una estupenda adaptación del cuento de Gombrowicz, que consigue Adríán Blanco, en esta comedia negra, plena de suspenso e intriga, que resulta muy atractiva para el espectador, gracias a excelentes composiciones de personajes y una puesta sorprendente, que cuida todos los detalles.

Recomendamos, Bacacay, Un Crimen Predeterminado, original y elaborada propuesta del off, que nos gustó mucho. Los espectadores que se lleguen al siempre acogedor Portón de Sanchez, disfrutarán de esta historia, de misterio y locura, tratando de descubrir junto al Juez H, quién es el asesino.



Pensador Teatral.-

1 comentario:

  1. Muchas gracias Javier por la hermosa nota en Pensador Teatral, sobre Bacacay, un crimen premeditado!!!

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