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viernes, 26 de octubre de 2018

Las Patas en las Fuentes

Dramaturgia de Leónidas Lamborghini y Dirección de Analia Fedra García.






Viernes 20 hs en Ctro. Cultural de la Cooperación Floreal Gorini ( Av.Corrientes 1543 )

Las Patas en la Fuentes, es una inmejorable oportunidad de adentrarse en la poesía de Leónidas Lamborghini, llevado a texto teatral, gracias a la pericia de Analía Fedra García que supo segmentar este exquisito poema, para darle la dinámica adecuada y dejarle luego la posta a un superlativo Osmar Nuñez, para que solito en el escenario, nos regale un monólogo memorable.

Pero ya hablaremos de Osmar, mencionemos primero algunos datos de Leónidas Lamborghini, escritor, poeta y periodista nacido en Necochea en 1940. Fue una figura singular de la poesía, llamado por algunos el poeta de la resistencia peronista.  Criticado por algunos y admirado por la mayoría, su obra fue admirada por Leopoldo Marechal, Rodolfo Fogwill y Ricardo Piglia entre otros escritores. Su obra y su estilo, sin dudas dejaron huella.








Lamborghini tuvo la lucidez, para retratar hechos de nuestra historia política, recorriendo al grotesco, a la parodia y logrando reflejar los trágico, desde el humor, pudiendo pasar en segundos de un apasionado festejo de un gol a relatar un hecho horroroso, algo que pocos autores consiguen, con su efectividad.

Yendo a la obra que nos convoca, Las Patas en la Fuentes fue un poema escrito en 1965, en el cual, el autor habla del hombre común, del argentino medio que recorre las calles, viaja en colectivo, se apasiona por el fútbol, se enamora, sufre por las condiciones de trabajo y por un sueldo que no alcanza. Este hombre se relaciona, con el mundo y sus semejantes, relata lo que vive, se planta, discute, peticiona, ama, odia y reclama por sus derechos, lucha por hacerse visible.








El texto poético es muy rico, pero para convertirlo en un hecho teatro potente, es necesario encontrar un interprete que lo decodifique, que lo abrace, que le ponga el cuerpo y el alma a esos versos escritos hace años y es allí donde aparece, en toda su dimensión, un actorazo como Osmar Nuñez, que consigue adueñarse del texto de manera admirable y conmover al espectador con su interpretación.

Osmar está solito en escena, no es sencilla su tarea, el parlamento es extenso y los estados de  aquel hombre varían de manera continua. Nuñez responde al desafío en forma brillante, con una presencia escénica que impresiona, por su histrionismo y una expresividad a flor de piel, con los diferentes tonos de voz que imprime a lo largo del relato y a ese diálogo imaginario que mantiene con los personajes que van apareciendo a lo largo de la trama, con una repentización y una técnica, que pese a conocer sus condiciones de trabajos anteriores, no podemos dejar de resaltar, ya que hay que tener un talento especial, para conseguir una interpretación como la vista.








No vamos a seguir elogiando a Osmar, dejaremos que el espectador cuando vea la obra, agregue adjetivos calificativos a su trabajo. En nuestra opinión brinda una clase magistral de teatro, con una entrega y una pasión absoluta, logrando que el texto llegue a corazón de un espectador, que sigue cada una de sus palabras y sus movimientos, con un silencio reverencial, que solo se interrumpe por algunas risa s, ya que como dijimos antes, el autor , gusta de intercalar el humor, a lo trágico y es algo que la directora tuvo en cuenta al diseñar el texto.

La puesta que propone Analía es minimalista, la escenografía es despojada, el protagonista está solo en el escenario, unicamente un atril lo acompaña, el objetivo es potenciar la palabra. Debemos destacar la música original de Gustavo García Mendy, que acompaña en gran forma el relato y al protagonista, siendo importante, para crear los climas que la trama vá pidiendo, como también contribuye a ello,  el muy buen diseño lumínico de Marco Pastorino.







No queremos agregar más, como dijimos al comienzo, este espectáculo que además de presentarse en el Centro de la Cooperación, esta saliendo de gira por distintos teatros de la Provincia de Buenos Aires, teniendo entonces, la gran oportunidad de conocer la poética de Lamborghini, admirar el  trabajo de una joven directora como Analía, que supo condensar los 1,500 versos del poema, en un texto ágil y como gran frutilla del postre, disfrutar de una interpretación brillante de Osmar Nuñez, que por este trabajo, fue nominado a los Premios Ace y Florencio Sánchez, por mencionar solo los más importantes,

Los aplausos sostenidos y emocionados, que el público le tributa al protagonista al final de la función, es una muestra clara, de la brutal vigencia del texto de Lamborghini y de la gran velada teatral vivida.




Pensador Teatral.


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