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domingo, 22 de agosto de 2021

Surinam

Dramaturgia y Dirección de Víctor Chacón.

 

 


 

 

Domingos 20 hs en Nun Teatro ( Juan Ramírez de Velasco 419 )

Los integrantes del Circo de los Hermanos Mancuso y Víctor Chacón, el autor de este magnífico texto, debieron esperar muchos meses, a causa de la pandemia para concretar el estreno Surinam y luego de haber visto la obra, podemos afirmar que la espera ha valido la pena, ya que la propuesta llega con mucha energía al escenario del Nun Teatro, con una puesta sumamente atractiva.

 

 



 

La obra escrita por Víctor Chacón, nos contará la historia de un circo argentino que luego de una gira por Brasil, decidirá seguir hacia el Norte, rumbo a Surinam, un pequeño país caribeño, donde sabemos se habla holandés y poco más. La travesía se complicará, cuando la camioneta que traslada a la compañía se rompe en el medio de la nada y no pueden repararla. 

Donde quedan varados, no hay chances de hacer funciones, ya que no hay un ser vivo en kilómetros a la redonda. Están perdidos en el medio de la sabana, las provisiones comienzan a escasear y el hambre empieza a ser una preocupante realidad. Una contorsionista, un hombre forzudo, una bailarina, un asistente y un payaso con su mono, son los únicos seis seres vivos allí. La situación comienza a ponerse tensa, los pensamientos comienzan a turbarse debido al hambre reinante y la macabra solución que barajan es comerse al mono.

 

 


 

 

La obra está basada en hechos reales, ya que el autor de la obra, estuvo hace unos años viajando por Venezuela, a unas horas de Suriname y allí conoció una población de indios pemones, nativos de la sabana, que le contaron que hubo una época, en que esa zona era dominada por los monos. Ante su consulta, sobre donde estaban esos monos ahora, le dijeron que ya no quedan más, porque se los habían comido a todos ...

Está declaración además de sorprender a Chacón, fue la llama que lo inspiró a escribir la obra que hoy nos convoca. Surinam es una propuesta muy creativa, ya que esta historia de aires circenses, tiene además ingredientes de humor negro, grotesco criollo, confabulaciones varias, momentos divertidos y otros de extrema crudeza.

 

 

 


 

El relato tiene como característica distintiva, que no es lineal en el tiempo, con algunas escenas que se repiten o vuelven a arrancar luego desde la última detención. El mecanismo es ingenioso y está en sintonía con lo grotesco y bizarro de algunas situaciones. La dramaturgia logra atrapar al espectador desde al arranque, ya que muestra como se manejan los grupos humanos en diferentes situaciones, siendo muy diferentes los comportamientos y los vínculos que se establecen en momentos que las cosas andan bien, en contraposición de lo que ocurre ante situaciones límites.

La obra precisamente pone la lupa en una situación de extrema necesidad, el hambre en este caso, quedando al descubierto, como en muchas ocasiones, aparecen comportamientos egoístas, alianzas objetables y sobre todo un instinto de supervivencia, que pone de manifiesto lo peor del ser humano y hasta allí vamos a contar. Como resolverán el problema en aquella compañía de circo, es algo que descubrirán cuando vean la obra.

 

 


 


Más allá de un texto muy atrayente, debemos destacar las excelentes interpretaciones que presenta la obra, con composiciones de personajes muy bien logradas y marcando claramente las diferentes jerarquías que se establecen en todos los grupos humanos. El director reunió un elenco joven, que pudo superar todas las dificultades y postergaciones que tuvo el estreno de la obra y llegar con mucha energía, para la presentación de la obra. Como los trabajos así lo ameritan vamos a dar unas líneas de los integrantes del elenco.

 Nos gustó mucho el trabajo de Lucas Ranzani, como Aníbal, el payaso de la compañía. Orgulloso de su profesión y sus destrezas, el se define como un clown de profesión y es quien tiene mayor antiguedad en el circo de los Mancuso. Destacamos la sensibilidad de su personaje, que resulta sumamente querible. En contraposición a su bonhomía, aparece Manuel de la Serna, como Hernesto el Musculoso. Es el villano de la compañía, su fortaleza física le dan un poder que no duda en usar en especial contra Aníbal, al que lo humilla cada vez que puede. Un personaje malvado y algo excéntrico, es el que compone de muy buena forma Manuel.

 

 


 

 Antonella del Valle Piersanti, es la bailarina Antonella. Es la belleza del elenco y usa sus encantos para confabular contra el resto. Manipuladora, sensual y un tanto cruel, unirá fuerzas con El Musculoso. Muy lograda su composición. Rocío Celeste Fernández, es Clarita la contorsionista. Angelical y sensible, renegará en varias oportunidades, por haber elegido ser parte de un circo y no trabajar en una oficina. Nos gustó mucho el trabajo de Rocío, aportando frescura a la puesta y dando muestras de sus verdaderas habilidades como contorsionista ( ya en la primera escena de la obra, descubrirán a que nos referimos ).

Javier Grinstein, es Augusto o el Pibe a secas. Es una especie de asistente todo terreno, al no poseer habilidades circenses, ocupa un lugar de menor relevancia en el grupo. Debe servir a las estrellas del circo, esa es su función y si la olvida, el resto no tardara en recordárselo. Y no nos olvidemos de Hipólito, el monito de la troupe, muy bien personificado por Sathya Dematti, el personaje más tierno de la compañía. Se hizo algo la larga la descripción, pero como dijimos antes, las actuaciones merecían el debido reconocimiento, ya que es un elenco joven, que se entrega por completo en interpretaciones, que tienen además de lo actoral, mucho teatro físico y clownesco, siendo muy buenos los aportes individuales y potenciándose en lo grupal.





La puesta es muy destacada, excelente el vestuario de Renata Montalbano, caracterizando en gran forma a todos los personajes, hay un efectivo diseño escenográfico de Flou Gangoiti y un muy buen diseño lumínico a cargo de Diego Todorovich. Todos estos elementos, bien amalgamados por el director, agregan valor a una puesta que nos traslada mentalmente a los circos que recordamos de nuestra infancia.

En definitiva, disfrutamos y valoramos mucho la propuesta que nos acerca Surinam, una historia cruda y por momentos despiadada, que tomando como ejemplo a estos artistas, logra reflejar como resulta la convivencia en los diferentes grupos humanos que se conforman y más en detalle,  la manera en que el género humano suele reaccionar ante situaciones límites.

 

 


 

Los invitamos entonces, a que se sumen a la troupe de artistas del Circo de los Hermanos Mancuso, para disfrutar de una historia muy fuerte y actuaciones superlativas de un elenco que se entrega por completo, en funciones a sala llena, a diferencia de aquellos integrantes de la compañía de circo que perdidos en la sabana caribeña, tanto añoraron los aplausos de grandes y niños.

 


Pensador Teatral.



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