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viernes, 10 de junio de 2022

Y Luego la Calma

Dramaturgia de Daniela Pantano. Dirección de Dennis Smith.









Viernes 20 30 hs en El Camarín de las Musas ( Mario Bravo 960 )

Noche plena de emociones vivimos en El Camarín de las Musas, viendo esta hermosa y sensible obra, escrita por Daniela Pantano, que sorprende muy gratamente en su opera prima como autora, ya que con mucha valentía, decide contarnos una parte crucial de su vida, aquella que la encontró en pleno embarazo, sola y cuidando a su padre, que con problemas de salud, debió atravesar una prolongada internación, siendo ella la encargada de acompañarlo en ese difícil trance.

El texto de Daniela, explora el vínculo padre / hija de manera sensible, navegando muy bien entre la realidad y la ficción, ya que como espectador dudaremos que partes son ficcionadas y cuales son la fiel realidad, algo que es la esencia misma del teatro. Los sentimientos y las emociones, afloran desde un comienzo, ya que la vida y la muerte se estarán codeando permanentemente en la fría habitación hospitalaria en que padre e hija, compartirán un momento muy particular.











Las acciones se desarrollarán en una clínica y pese a lo difícil de la situación, el humor estará muy presente en los diálogos, haciendo más llevadera la situación. Creemos que una de las mayores virtudes que tiene el texto es su credibilidad y cercana, lejos de aquellas historias lejanas que llegan de otras latitudes, aquí tenemos una historia real que nos atraviesa y resulta reconocible para cualquiera que haya estado en una situación similar, ya sea como paciente o cuidando a un enfermo.

Pese a ser solo dos los actores en escena, celulares mediante irán desfilando otros personajes en la historia, con los que Marina irá hablando como ser su psicóloga de años o su novio que está por tema de negocios en New York y no parece estar demasiado apurado por retornar para acompañarla en un momento tan importante, como ser su embarazo. Por wasap hablará con Charly un misterios amigo del padre, al que ella no conocía. Ellos están solos en esa habitación, pero hay un entorno expectante a lo que allí sucede.









No vamos a adelantar más de la trama, para que se mantenga la sorpresa, solo diremos que en esa situación límite, surgirán noticias inesperadas y poco positivas, por lo que pasados los primeros momentos de enojo e ira, quedará espacio para la contención y la comprensión, haciendo más fuerte un vínculo filial, que acumuló deudas a lo largo de los años.

Vayamos ya a hablar de las interpretaciones que tiene la obra, arrancando por Daniela Pantano, la autora, la que cuenta una parte muy suya de la vida y la que además le pone el cuerpo a la historia, ya que hace de ella misma, algo que no suele ser sencillo. Daniela es una talentosa actriz, polifacética, ya que además es bailarina y cantante. Pese a ser muy joven ya ha dado muestras de su valía, protagonizando importantes obras del teatro independiente.

Nosotros elogiamos mucho a Daniela en Solo quiero que me Amen, exitoso musical que protagonizó y donde interpretaba de manera magistral a Marilyn Monroe, en una composición que a nuestro entender fue consagratoria. Y acá nuevamente nos sorprende, en este caso siendo ella misma en escena. Con espontaneidad, belleza y mucho carisma, con facilidad llega al corazón del espectador, realizando una composición en la que cuesta separar a la actriz, de la persona, de tan profunda y sentida que es la interpretación. Una vez más nos encantó el trabajo de Daniela, en este caso un placer verla en su faceta más humana.









Y quien la acompaña en esta interpretación tan humana, es nada menos que Javier Nikilson, un actor de raza, que encaja justo en el personaje de ese padre, que oscila entre la impunidad y la protección, en ese momento de la vida, donde ya se ha recorrido gran parte del camino y lo que se espera es terminar la partida con diginidad. Estupenda la interpretación de Javier, formando una gran dupla con Daniela y abrazando el proyecto con gran pasión.

La dirección está a cargo de Dennis Smith, que compartió elenco con Pantano, en Ni con perros ni con chicos en el Cervantes y siguió el proceso de escritura de esta pieza desde su arranque. Se nota su impronta, ya que logra darle fluidez y frescura a una trama que no trata un tema sencillo de digerir. Queremos destacar el original diseño escenográfico de José Escobar, que aprovecha muy bien todo el espacio escénico y le otorga frescura a un lugar, que por lo general tiene oscuridad.










En lo personal, la historia nos llegó de manera muy directa, ya que nos identificamos muy rápidamente con la vivencia de la protagonista, a la que queremos abrazar y acompañar. La trama es sencilla y logra transmitir la fuerza de ese vínculo inquebrantable de amor que existe entre padres e hijos, donde pese a los vaivenes que pueden existir en la relación, en situaciones límites, queda demostrado que las diferencias existentes, quedan de lado y el amor aparecerá.

Nos gustó mucho Y Luego la Calma, una obra que moviliza y llega al corazón del espectador,siendo  un debut excelente de Daniela Pantano como autora, recordando a su padre, con sinceridad y mucho amor. Además de ello, compone junto con Javier Nikilson, una dupla protagónica que irradia ternura.  Valoramos doblemente las obras, cuando además de disfrutar un lindo momento teatral, nos llevamos alguna enseñanza casa y esto ocurre con esta pieza, que resulta sanadora y nos invita a hacer una pausa en la vorágine en la que vivimos, para reflexionar y ayudarnos a que nunca perdamos de vista, las cosas que verdaderamente son importantes en esta vida.



Pensador Teatral.







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