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miércoles, 7 de septiembre de 2022

Pesadilla, O El Hombre que fue Jueves

Dramaturgia de Adrián Blanco y Mario Frías. Dirección de Mario Frias.






Miércoles 20 30 hs en Teatro Hasta Trilce ( Maza 177 )

Llega a la cartelera porteña esta lucida adaptación de la novela homónima del escritor británico Gilbert Keith Chesterton, publicada en 1908, que si tuviéramos que ubicarla la situaríamos entre el género policial y de aventuras, extremadamente divertida y con toques existencialistas. A nosotros nos remitió en varios pasajes a las historias de Sherlock Holmes.





Las acciones de la trama se sitúan en Londes del cambio del siglo, donde el poeta y detective secreto Gabriel Syme ( Ramiro Aguero ) es reclutado por Scotland Yard, luego de ser entrevistado por un misterioso personaje en la sala oscura, que lo recluta en un destacamento antianarquista, con la misión de atrapar a Domingo, el presidente de un misteriosa organización que planifica atentar contra líderes mundiales, para crear caos y dominar el mundo.

El relato juega permanente entre lo real y lo onírico, Syme deberá infiltrarse en una unidad secreta, que integran anarquistas muy peligrosos, por lo que deberá actuar de manera muy inteligente, para que no descubran que en realidad es un policía encubierto. Pronto descubrirá que cada integrante de la organización, tiene un nombre en clave que coincide con los días de la semana. A el lo llamarán Jueves y el objetivo que lo encomendaron es detener a Domingo, el líder espiritual de aquel movimiento.






Rápidamente el espectador sintonizará el tono satírico y relajado que tiene la historia. Se sucederán las situaciones delirantes y divertidas. La trama es fresca y no hay un argumento pesado que digerir, las acciones fluyen La propuesta es subirse a la locura que propone el relato y disfrutar de las composiciones y caracterizaciones de personajes realmente desopilantes. 

La lucha entre el bien y el mal se hará presente y de a poco iremos descubriendo que aquella organización tan siniestra, no lo era tanto. Además de la historia principal de misterio y persecuciones, tendremos de manera paralela una historia secundaria de amor. Aquella que envuelve al Inspector Syme y a la bella Emma Gregory ( Yamila Gallione  ), que se las arreglará para encontrarlo siempre e intentará conquistarlo de todas las formas posibles. Y hasta allí contamos, la búsqueda del líder se volverá frenética y las sorpresas irán apareciendo al por mayor. Pero hasta allí contaremos para mantener la sorpresa, el resto dejamos que lo descubran cuando vean la obra.





Llega el momento de hablar del gran despliegue escénico que nos tiene reservada la propuesta y arranquemos por las actuaciones que creemos son el punto más alto de la misma. Son nada menos que nueve los actores en escena, algo muy poco común en el teatro independiente. Y pese a que sean tantos los actores, todos ellos encuentran espacio para el lucimiento y tienen tiempo para desarrollar los personajes, siempre con algún toque delirante.

Destacamos especialmente los trabajos de los tres protagonistas principales de la obra. La interpretación que más merece que destaquemos es la de Ramiro Aguero como Syme, el inspector de Scotland Yard, funciona un poco como el conductor de la historia. Es un protagónico realmente exigente, ya que está prácticamente todo tiempo en escena y tiene muchísimo texto. Mostrando que está a la altura de la exigencia, Ramiro realiza un estupendo trabajo.

Sigamos con Gastón Biagioni como Lucian Gregory, como el anarquista que abre las puertas de la organización a Syme. La composición más pasional de la noche, con discursos encendidos que proclaman los principios anarquistas y mostrando gran presencia escénica nos regala una sólida interpretación. La revelación de la noche, a nuestro entender es Yamila Gallione, componiendo a una sensual e hipnótica Emma. Con sus cabellos colorados y una sonrisa hermosa, aporta frescura y belleza al relato. Emma defiende los derechos de las mujeres y proclama la igualdad de géneros, algo no tan común en la época en que la obra se escribió. Nos encantó la composición de Yamila, cautivando al público, con un personaje muy encantador.





Pero no seamos injustos con el resto del elenco, ya que todos, logran destacarse en los minutos que tienen en escena, aportando mucho a la trama, con sus trabajos individuales y en el conjunto. Mencionemos entonces a Ariel Haal, como Viernes o el desopliante profesor De Worns con una caracterización genial, que incluye pelo postizo y bastón. Eva Matarazzo se luce como Sábado o el Dr. Bull. A Eva la elogiamos ya en este sitio, en otras oportunidades, por haberla visto en varias obras y aquí volvemos a hacerlo cumpliendo un papel muy distinto, mostrando su versatilidad.  

 Javier Araya, es Lunes y el Coronel Ducroix, un personaje muy divertido, que nos hace reír mucho con su acento y forma de hablar. Dolores Montiel ( Martes / Conde Agenor ) y Gabriela Ramos ( Miércoles  / Marques Saint Eustache ) dan vida a dos personajes femeninos logrados y que generan muchas risas en la platea. Cierra el elenco, Pablo Goldberg, como Domingo / Dr. Renard, el lider espiritual y bastante desquiciado del grupo, compone un personaje que tiene mucho misterio y es gracioso a la vez.






Se hizo algo larga la descripción del elenco, pero la fuerza de los trabajos y el entusiasmo que cada uno le imprimió a sus personajes merecían que le dedicáramos estas líneas, ya que todos se muestran muy identificados con el proyecto, cumpliendo el rol que les tocó. Y el otro gran diferencial que presenta la obra, es la riqueza de la puesta, con tantos recursos puestos al servicio de la historia. Gran mérito aquí de Mario Frías aquí en la dirección, logrando amalgamar todos los ítems, para potenciar el relato.

Aspectos fundamentales a destacar, la caracterización que tienen los personajes, siendo clave aquí el estupendo diseño de vestuario en manos de Milena Amado, dando mucho glamour y belleza estética al relato. Para recordar quedará esa escena cerca del final, donde cada personaje vestía una túnica colorida diferente. Sigamos con el muy buen diseño sonoro y la música original que presenta la obra, responsabilidad aquí de Carlos Ledrag. El diseño lumínico de Sergio Iriarte es otro punto alto. Y podríamos seguir, mencionando perlitas, como ese humo que cubre el escenario en varios pasajes y nos remonta a la niebla londinense o ese apartado en las alturas que tiene Emma y el inspector. Pero no queremos contar todo. Sobresaliente la puesta, que resulta un verdadero lujo para el teatro independiente.






Creemos que ya contamos demasiado, nuestra recomendación al espectador es que emprendan con la mente abierta y relajada el viaje hacia la Londres del siglo pasado, que nos propone esta original adaptación de la famosa novela de Chesterton.  A olvidarnos aquí de los argumentos complejos y simplemente disfrutar de la frescura / riqueza de una propuesta, que no tiene miedo en arriesgar, apostando a lo onírico y a lo lúdico, en una puesta que sorprende por su gran despliegue escénico.

Para el final, algo muy importante y que no debemos dejar de mencionar, es que Pesadilla, O El Hombre que fue Jueves resulta un sentido homenaje para Adrián Blanco, actor y dramaturgo, coautor de esta pieza, que dejó esté mundo en plena pandemia.  Pero estamos seguros, que pese a no estar presente físicamente en la sala, los días de función, desde el lugar que esté, espiará el escenario y estará muy orgulloso de este equipo, que con mucho trabajo pudo estrenar la obra, siendo la misma, un fiel exponente del teatro independiente en estado puro, que en estos tiempos de crispación, tanto bien nos hace.


Pensador Teatral.-



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