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viernes, 8 de diciembre de 2023

Mariquita Sánchez de Nadie

Dramaturgia y Dirección de Ariel Haal.





Siempre valoramos cuando el teatro independiente, reconoce a figuras de nuestra historia, que por diversos motivos no siempre recibieron el merecido reconocimiento y más en esta ocasión, que nos traslada a los años de nuestra Independencia, época donde solo los hombres parecían protagonizar aquella gesta, para rescatar la figura de Mariquita Sánchez de Thompson, mujer trascendental en la historia argentina del Siglo XIX, siendo una de las pioneras en defender la patria, la igualdad y los derechos de la mujer.

La historia la recuerda por su importante rol en la creación del Himno Nacional Argentino, pieza que fue cantada por primera vez en su casa, siendo ella misma quien interpretó las primeras estrofas del Himno, por ese entonces llamado " Marcha Patriótica " . Conocida por su aguda mente y su participación activa en los círculos intelectuales y políticos de la época, Mariquita desempeñó un papel crucial en la gestación de ideas independentistas en la antesala de la Revolución de Mayo.





Sobre esta ilustrada mujer, Ariel Haal construye una potente ficción teatral, en su opera primera como autor y director, tomando como base el cuento Mariquita Sánchez de la escritora Paula Jiménez España, incluido en libro Pollera Pantalón, cuentos de género, donde la autora toma a mujeres icónicas que se revelan contra los mandatos sociales y el statu quo, animando a desobedecer las reglas y luchar por sus ideales, siguiendo el camino de la libertad.

Dejando atrás las introducciones, vayamos ya a la obra que nos convoca y como si existiera la máquina del tiempo, nos invita a viajar a a un día preciso de nuestra historia, más exactamente al 14 de Mayo de 1813, fecha en que que el Himno compuesto por Vicente López y Planes y con música de Blas Parera, se cantaría por primera vez en público en la casa de Mariquita Sánchez de Thompson. Sin dudas un día muy especial en aquella casa y allí estaba Mariquita relajada en la bañadera, tomando un baño de espuma, esperando que sea la hora indicada, en la que llegaría llegaría López y Planes con el resto de los invitados, para ser parte de una jornada histórica.





Pero en esta fresca y disparatada ficción, las cosas no ocurrirán como dictan los libros de historia, ya que poco antes de la hora señalada sonará el timbre de la casa de Mariquita y a partir de allí todo cambiará. La visita inesperada es la de Lucía Thompson, una campesina, de profesión luthier que llegó con la misión de afinar el piano de Mariquita, instrumento clave para la velada que se iba a desarrollar. Luego de un divertido diálogo entre Lucía y la áspera criada de la casa, la recién llegada quedará cara a cara con Mariquita.

La candidez y belleza de esa humilde mujer criada en el campo, sedujo a Mariquita, que quedó deslumbrada por su manera de hablar y sus destrezas, como sus pasos de malambo y el manejo de las boleadoras, además de un escote pronunciado que no podría dejar de mirar. No queremos contar más, para mantener el suspenso. Solo diremos que desde esa visita, la mente de Mariquita se acelerará y cuando a la hora indicada López y Planes toque el timbre de su casa, el recibimiento que tendrá aquel encumbrado hombre, no será el esperado, pero cumplimos con nuestra palabra y hasta allí contaremos de esta historia.





Momento de hablar de la fenomenal composición de Rafaela Gamba, que la rompe en escena. En las líneas anteriores mencionamos a varios personajes que tiene la historia, pero el formato de la obra es un unipersonal. La magia está a cargo de Rafaela que desdobla con maestría a los cuatro personajes, del relato  mostrando una gran repentización para hacer los cambios de rol, los tonos de voz , las expresiones del rostro, logrando hasta que los mismos personajes dialoguen entre sí, con una fluidez y una gracia que impacta.

Es la primera vez que vemos en escena a esta joven actriz nacida en Santiago del Estero y formada en Córdoba, que hace casi diez años, leyó el libro de Paula Jiménez España y se enamoró del cuento de Mariquita, teniendo como objetivo llevarlo al teatro. Estudió el personaje en detalle y tuvo varios intentos de llevar adelante el proyecto. Se mudó a Buenos Aires, la idea creció y se transformó en una realidad, cuando subió al barco del proyecto a Ariel Haal, quien la ayudó a delinear esta Mariquita Sánchez de Nadie, que la tiene como gran protagonista brillando en el escenario, con una energía y un histrionismo que resulta magnético para los espectadores. Enorme trabajo de Rafaela.






Nos habían recomendado mucho la obra, que recorrió la temporada con un gran suceso de público y estamos muy contentos de haberla podido ver en el final de su primera temporada, ya que pudimos confirmar todo lo bueno que nos habían anticipado, conociendo a una Mariquita fresca, con una mirada  aggiornada a estos tiempos,  reivindicando el recuerdo, de una mujer adelantada a su época, culta y con una rica vida intelectual, conocida por ser una de las pioneras en defender la patria, la igualdad y los derechos de la mujer.

Por todo lo mencionado, somos nosotros los que recomendamos ahora Mariquita Sánchez de Nadie, una destacada propuesta del teatro independiente que bucea en nuestra historia y con una importante cuota de humor, nos presenta a una mujer protagonista en los tiempos tiempos de la Revolución, de la mano de una lucida adaptación y una puesta muy atractiva de Ariel Haal, que deja terreno fértil, para que Rafaela Gamba se adueñe con pasión y talento de este unipersonal, para que el público disfrute de una distinguida actuación, que sin dudas la  convierte en una de las revelaciones teatrales del año y en una actriz que debemos seguir muy de cerca.


Pensador Teatral.


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