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sábado, 26 de abril de 2025

Hamlet de Patagones.

Dramaturgia y Dirección de Analía Tarrio Lemos.




Sábados 20 30 hs en Itaca Complejo Teatral ( Humahuaca 4027 )

Una obra potente y movilizante, es una buen título para Hamlet de Patagones, opera prima de Analía Tarrio Lemos, que pavada de texto se buscó para su debut como dramaturga, eligiendo partir de la tragedia shakespereana, que tiene como protagonista al célebre Príncipe de Dinamarca, para acercarnos una historia de diferentes capas, que entre muchos tópicos tratados, pondrá el foco en la educación pública, para desmenuzar diferentes componentes de la argentinidad, el falso nacionalismo, la xenofobia e incentivar la mirada crítica para cuestionar algunos aspectos de nuestra idiosincrasia y pensamientos, que muchos consideran sagrados, sin admitir opinión contraria.






Uno de los grandes desafíos de Analía, es traer la célebre tragedia isabelina desde tierras nórdicas hacia los confines del fin del mundo y realmente lo consigue, con una historia que con muchas referencias y guiños de la obra de Shakespeare, consigue un texto donde la argentinidad, costumbres, rituales y toda la simbología patria, aparece en primer plano, gracias a la acción de la educación pública, fundamental para la formación de nuestros jóvenes, pero que debemos monitorear, porque a la vez puede convertirse en una herramienta peligrosa, si los que la conducen, la eligen como un medio de adoctrinamiento, transfiriendo valores como si fueran verdades absolutas, sin margen para un mínimo cuestionamiento. Y precisamente una de las principales virtudes de la obra, es invitarnos a reflexionar y a cuestionar algunos conocimientos que se transmiten como verdades incuestionables.

Yendo a la historia que veremos en la sala mayor de Itaca, las acciones se desarrollarán en una escuela situada en la Ensenada de Patagones, un recóndito paraje fueguino, en el mismísimo fin del mundo. Allí hay una escuela, la más austral del país, que con un solo alumno en la nómina, mantiene una estructura activa, con el personal que permite su funcionamiento, haciendo frente a las inclemencias de un clima hostil, caracterizado por un frío helado y un viento que cala los huesos. Sin dudas que es una institución muy importante en la región y toda una referencia, ya que además de cumplir con la función educativa, con su presencia está haciendo patria.






Y será allí a donde llegará Hamlet ( Lucas Krutnik ) , un alumno de intercambio proveniente de la lejana Elsinor, Dinamarca. Las autoridades de la escuela están revolucionadas, la llegada del extranjero es todo un acontecimiento. Saben que las miradas de todo el aparato educativo de la provincia, estará enfocada sobre ellos en las próximas semanas. No pueden dar un paso en falso, deben asegurarse que el foráneo, reciba en el tiempo que dure su estadía,  el conocimiento adecuado, conociendo nuestras costumbres y tomando  un curso acelerado sobra cultura nacional, conociendo todos los aspectos que todo alumno, cualquier sea su origen, tiene que adquirir de manera obligatoria.

La hospitalidad inicial con el recién llegado durará muy poco. El extranjero pronto será mirado con desconfianza, por las autoridades educativas, que tiene la escuela, que cuenta con una directora ( Natalia Hermosa ) , un secretario administrativo ( Fernando Naval ) , una maestra ( Brenda Paluffo ) y un díscolo inspector ( Martín di Paola ), todos ellos para solo un alumno ( Irvin Meza ). La falta de información sobre el origen del alumno llegado de Dinamarca, provoca la sospecha inmediata del secretario, que rápidamente transfiere a los demás, que llegan a la conclusión que Hamlet,  viajó hacia esos confines australes, por algún motivo espurio, posiblemente escapando de algún crimen, que intentarán descubrir, pero sin dudas es una amenaza para todos y deberán tratarlo con mucho cuidado.






La única que lo recibe de buena manera es Ofelia, nombre que no casualmente tiene la maestra, que se muestra ansiosa por compartir el programa educativo con el recién llegado, sintiendo además una atracción por el mismo, ya que se nota que Hamlet, es una persona muy culta, políglota y con una visión muy filosófica del mundo. Los días del extranjero en la Patagonia, no serán sencillos, en especial por el mal recibimiento que le dá Moreno, el otro alumno de la escuela, un criollo originario de aquellas tierras, que se muestra especialmente hostil, ante la amenaza del extranjero.

La obra tiene reservadas muchas sorpresas y no queremos revelar demasiado, para que se sorprendan como nosotros. Si vamos a decirles, que durante el desarrollo de la historia, quedará al desnudo, la burocracia del sistema educativo, la falta de recursos de la escuela pública y las internas que reinan en todos los grupos humanos. Las clases se verán acotadas, por los ensayos para un acto al que asistirá, el mismísimo gobernador, por lo que seremos testigos de algunos momentos musicales y desopilantes. La obra tiene un aura de grotesco y de fina ironía que iluminarán la trama, que además tendrá momentos dramáticos y violentos, no debiendo olvidar el espectador que estará presenciando una versión particular de una obra de Shakespeare, que como tal, tendrá la tragedia siempre a la vuelta de la esquina y nos mordemos la lengua.





Momento de hablar del elenco reunido para la ocasión, que realiza un excelente trabajo, ya que la obra no es sencilla, es extensa y tiene largos parlamentos, además de tener una dramaturgia que requiere a los actores, recorrer diferentes registros emocionales, pasando por el drama, el humor y el grotesco, de manera casi constante. Son seis los actores es escena, muy parejos todos, con composiciones logradas y teniendo todos espacio para el lucimiento.

Arranquemos por Lucas Krutnik, Hamlet, el extranjero, el que llega a estas tierras, con la esperanza de escapar de su infierno y ser recibido por una tierra que lo abrace y le transmita sus conocimientos. La realidad es que aquí, no tendrá las cosas fáciles y será complicada su inserción, En la parte final de la obra, su personaje, sufrirá una fuerte transformación, que no vamos a adelantar, pero que permitirá ver toda su versatilidad. Estupenda composición de Lucas.





Irvin Meza, es Moreno, el alumno originario, que siente a diario la discriminación, tanto que ya parece resignado a tolerarla. Su personaje es complejo, acostumbrado a ser humillado, sin interés en conocer sus orígenes y no duda en seguir las directivas de quien lo somete a diario, desatando su lado más cruel y violento con el extranjero, algo que si se analiza en profundidad puede entenderse. Muy buen trabajo el de Irvin, con un personaje muy interesante, de varias capas, que deja mucho espacio para el análisis.

Vayamos a la autoridades escolares, arranquemos por Natalia Hermosa, la directora de la institución. Reconocemos en su personaje todas las características de algunas de las directoras que conocimos en nuestra carrera educativa, con el justo equilibrio entre la humanidad y el poder arbitrario que le otorga el cargo. Exquisita composición de Natalia. Fernando Naval, es otro personaje reconocible. Ceremonioso y con todo el componente burocrático que tiene su función, disfruta de ser el responsable de los temas administrativos, tan necesarios para que los engranajes educativos se muevan. Muy buena su caracterización.




Continuamos con Brenda Peluffo, como Ofelia, la maestra. El nombre, obvio es un guiño la autora y su personaje es también muy interesante, ya que al igual que el alumno, proviene de los pueblos originarios, pero ella si siente una conexión con la tierra y sus ritos, introduciendo en la historia el tema de la colonización. Su personaje muestra también un giro al final. Por último, resta mencionar a Martín Di Paola, como un exaltado inspector, que disfruta con su poder y la posibilidad de maltratar al otro. Con un histrionismo a flor de piel y una entrega total,  protagonizará momentos realmente hilarantes, componiendo un personaje muy divertido y festejado por la platea.

La puesta es muy atractiva, con varios puntos a destacar. Podemos empezar por el diseño escenográfico que presenta la pieza con mapas, pizarrones, escritorios y más elementos que nos hacen sentir una escuela. La escenografía irá mutando a lo largo de la trama, siendo los propios actores los que realizan los cambios. Muy logrado el vestuario, que caracteriza de muy buena forma a los personajes. La obra tiene un importante componente de teatro físico, los cuerpos de los actores se muestran preparados para ello y además destacamos los momentos musicales que tiene la historia, que le aportan frescura a un desarrollo que muchas veces es tenso.





Y hasta allí vamos a contar, nos gustó mucho la propuesta de Hamlet de Patagones, una obra original y valiente, que con la cubierta de reversionar la célebre obra de Shakespeare, se atreve a cuestionar el statu quo vigente, mostrando como la escuela puede ser una herramienta de adoctrinamiento y transmitir valores a libro cerrado, sin admitir cuestionamientos o dudas. Y de eso se trata la obra, de cuestionar, de poner la lupa en algunos aspectos de la argentinidad y de nuestra idiosincrasia, para dejar en claro que muchas veces, los hechos que se cuentan en los libros de historia, no siempre son la verdad de lo sucedido.

Recomendamos Hamlet de Patagones, una obra políticamente incorrecta, que jugando mucho con el grotesco y el humor, nos invitará a reflexionar sobre falsos nacionalismos, verdades heredadas, simbolismos huecos y pensar como muchas veces, esconder la basura bajo la alfombra, es la solución más sencilla que muchos eligen. De la mano de una dramaturgia inteligente, una puesta muy rica y excelentes actuaciones, la obra nos invita a pensar y a ver más allá de los límites establecidos, algo realmente valioso en estos tiempos de creciente crispación.


Pensador Teatral.





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