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domingo, 6 de noviembre de 2016

Los Ojos de Ana

Jueves 21 hs en Espacio Callejón ( Humahuaca 3759 )




Obra escrita por el dramaturgo francés Luc Tartar, en el 2008, siendo un éxito en su país, donde recibió varios premios y menciones,  luego se estrenó en otros países de Europa y de Latinoamérica,
En ocasión del Festival Internacional de Dramaturgía Europa + América, llega a manos de la joven y talentosa Paula Marull, que la adapta y la trae a la cartelera porteña, siendo la directora de esta magnífica versión.

Los Ojos de Ana, es una obra que nos habla de las relaciones humanas que rigen en nuestro mundo actual, poniendo un especial énfasis en la problemática del bullyng, que sufren los adolescentes, una temática poco tratada en nuestro teatro pese a su vigencia actual. Pero la pieza, también aborda la falta de la comunicación entre padres e hijos y como los problemas de pareja puede influir negativamente en la conducta de los hijos y además trata la problemática de perder el trabajo y la crisis que esto apareja.

Con esta introducción, no caben dudas que la obra es muy profunda, se ocupa de temas de candente actualidad y por esto atrapa desde el inicio al espectador, que se vé seducido por el guión, una  trama muy dinámica y también por una puesta de gran despliegue.




La historia, nos cuenta como al matrimonio formado por María Marull y Ezequiel Rodríguez, que está envuelto en una crisis aguda , con poco diálogo y numerosos problemas personales, siendo casi una pareja quebrada , donde tampoco pueden encaminar sus propias vidas y entonces mucho menos podrán dar la contención y atención que requiere su hija Ana, que es una niña diferente a los otros chicos, porque tiene los ojos de diferentes colores y esto a la vista de sus compañeros de escuela, es algo que no se tolera, que se castiga. Es importante aclarar que las sensaciones de Ana, a lo largo de la obra, serán manifestadas y representadas por su inseparable amigo Román ( Agustín Dualte ) , que también sufre bullyng y es discriminado por sus compañeros, que tampoco lo consideran normal.

El guión es potente y la trama es vertiginosa y tiene mucha fuerza, gracias a las extraordinarias actuaciones que tiene la obra.
Se destacan muchísimo los padres de Ana, con María Marull, que con su toque personal que la caracteriza , dando vida a una madre depresiva, soñadora y que no está para nada conforme con su vida actual, ni su nombre acepta, gran labor y tiene  momentos de muchísimo  lucimiento. El padre, es un superlativo Ezequiel Rodríguez, con una entrega física y actoral admirable , patriarca de hogar, enojado y encerrado en su mundo y sus problemas, componiendo de manera perfecta un personaje,  que sufre mucho con su presente. Y si hablamos de papel sufrido , tenemos que mencionar, al joven Agustín Dualte, el único amigo de Ana, el blanco de la burla y la crueldad de sus compañeros. A mi gusto es la revelación de la obra, una actuación brillante, sus caras, su forma de hablar, sus desplazamientos, un  papel muy complicado, resuelto de manera extraordinaria, por Agustín,  que con actuaciones de este tenor, tiene un futuro sin techo en el mundo de la actuación.

Este trío de personajes protagónicos deslumbra, pero eso no es todo en cuanto a las interpretaciones, porque debemos mencionar a Elisa Carricajo, en su papel de despiadada gerenta de recursos humanos y madre del compañero maltratador, representado por  Manuel Melgar, además de Federico Buso, que también con varios personajes a lo largo de la pieza aporta mucho. Los tres actores mencionados, cierran este elenco tan completo y comprometido con la obra, que funcionan en conjunto y como un verdadero equipo sobre el escenario.




Debemos destacar la estupenda puesta que tiene la obra, un acierto de Paula Marull, es el gran aprovechamiento del espacio escénico que ofrece Espacio Callejón, ya que la pieza se presenta en 2 plantas, donde se actúa en forma simultánea con escaleras que comunican ambos espacios. Semejante despliegue obliga al espectador a estar permanentemente atento, para no perder detalle de lo mucho que sucede en el amplio espacio visual que se le ofrece.
Hay que resaltar la muy buena iluminación que presenta a pieza, un vestuario muy variado, donde los actores realizar varios cambios de atuendos a la vista del público y una destacadísima musicalización, cada detalle está deliciosamente cuidado en esta puesta.

En conclusión, en Los Ojos de Ana, encontramos una obra estupenda, con un guión ágil y dinámico, que trata una temática actual y poco tratada como el bullyng y la discriminación que sufren los adolescentes de parte de sus pares, pero no se agota en eso, ya que la pieza,  habla en general de las relaciones humanas que nos rigen en este mundo actual, donde el dolor, la angustia y el maltrato, son moneda corriente.

Es un drama profundo, que pese a tratar temas tan difíciles, logra incluir muy buenas cuotas de humor y de glamour , siento esto, mérito absoluta de la directora que logra introducir su impronta en la adaptación.

Si a todo lo mencionado, le sumamos el gran despliegue escénico, una puesta poética y actuaciones estupendas, nos encontramos con un excelente producto final, una obra que conmueve, que llama a la reflexión y quede ninguna manera puede dejar indiferente al espectador.
Una verdadera joyita del teatro off, que indudablemente recomendamos ver.


Pensador Teatral.



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