Jueves 20 hs en Teatro del Pueblo ( Av.Roque Saenz Peña 943 )
Dramaturgia de Mariano Cossa y Dirección de Daniel Marcove.
Estamos en presencia de una obra esclarecedora, que indaga en los orígenes del Himno Nacional y de un personaje clave en su creación como Blas Parera, quien compuso su música y sin embargo, es una figura bastante olvidada por nuestra historia, en contraposición con Vicente López y Planes, aquel que escribió la letra y que tuvo un reconocimiento superlativo, que se nota en nombre de ciudades, plazas, calles, etc.
Los dos personajes mencionados, fueron fundamentales en la composición de nuestra canción patria, sin embargo, solo Vicente López, tuvo la trascendencia merecida, en cambio Blas Parera es un olvidado de nuestra historia y poco se recuerda de él. Siempre la historia, destaca a algunos personajes y otros con " mala prensa " entre los historiadores, quedan relegados a un injusto segundo plano. Como muchas veces se dice, la historia que nos cuentan en los manuales y en la escuela, es solo una parte de la realidad, hay otra que queda en el camino y que por determinadas circunstancias, no forman parte de la historia oficial.
Seguramente motivado e intrigado por esta diferenciaciazación, Mariano Cossa, el autor de Coronado de Gloria, músico de profesión, realizó una exhaustiva investigación acerca de Parera, encontrando que era poco lo que existía documentado sobre su vida. Tuvo que visitar bibliotecas, leer viejos documentos e indagar en archivos. Estuvo más de un año investigando, para conocer detalles de la que resultó, la sufrida vida de Blas Parera, que nació en Catalunya, ese fue el primer dato que le impactó, un español, fue quien creó la música de nuestro Himno Nacional y este dato sería definitorio, para el posterior correr del acontecimientos.
El segundo dato impactante, fue que Parera, tuvo que exiliarse a poco de escribir la música el Himno, huyendo a su España natal, en búsqueda de un mejor futuro y poder desarrollar su carrera musical en Europa, pero la recepción que le dieron en su Patria, no fue la esperada para nada, por eso si decimos que la vida de Blas, es trágica, creemos no exagerar.
Yendo a la obra, el autor le da una mirada particular, ya que arranca casi por el final de la historia, con el célebre compositor ( Juan Manuel Correa ) llegando al Puerto de Cádiz, como escala previa para llegar a su Catalunya natal, la huida presurosa del Río de la Plata, no le permitió elegir barco y se subió al primero que zarpaba con rumbo al Viejo Continente.
El el puerto, lo esperaba el Marques de Dosrius ( Jorge García Marino ), servidor de la corona española, que sabiendo de su carrera y nombre logrado en el Río de la Plata, lo iba a someter a un exhaustivo interrogatorio, para asegurar su vuelta, no era una táctica de un conspirador.
El compositor se vè a obligado a relatar como era su vida del otro lado del océano, donde con su amigo Luis Morante ( Marcelo Serre ) preparaban a pedido del Triunvirato, que gobernaba en esos años, una obra de teatro alegórica a la causa revolucionaria.
En uno de los ensayos, se presenta un censor, algo habitual de la época, su presencia tenía como objetivo, asegurarse que la pieza que estaban preparando, sería bienvenida por las autoridades políticas que asistirían a la función de estreno.
El dato interesante, es que ese censor, era nada menos que Vicente López y Planes ( Miguel Sorrentino ), abogado comprometido con el Movimiento Revolucionario, quien en la ocasión, conoce a Blas Parera y queda enamorado de su talento, tomando en ese momento, la decisión de que el catalán, en su momento, sería el indicado para darle la música, al Himno Nacional.
Vicente López tiempo después escribe la letra del Himno y se presenta ante Parera, para decirle que tendrá el honor, de ser encargado de darle música a esos párrafos.
El conflicto, llega cuando el músico, manifiesta su negativa a ser partícipe de la gesta que le propone López, ya que no quería, bajó ningún punto de vista que su arte, fuera utilizado con fines políticos.
Hasta ahí contaremos, dejaremos que el espectador cuando vea la obra, descubra los pormenores de esta historia, basada en hechos reales, con la excelente dramaturgia de Mariano Cossa, acompañada la misma, por la efectiva dirección de Daniel Marcove, que logra dramatizar los hechos de una forma amena y atractiva, logrando mantener enganchado al espectador en todo momento.
La obra además en su desarrollo, nombrará como al pasar a personajes como Belgrano, Moreno y San Martín, por mencionar solo a algunos de nombres que contiene dentro este rico texto.
En esto obviamente, también hay mucho mérito del talentoso elenco reunido.
Arrancando por Juan Manuel Correa, quien dá vida a Blas Parera, en forma brillante, dotando al personaje de una sensibilidad y de una emocionalidad que conmueve. Un trabajo enorme el de Juan Manuel, que debemos felicitar.
Jorge García Marino, es Dosrius el interrogador español, un actor de gran experiencia que aqui encuentra gran espacio para su lucimiento. Su gestualidad, su bella dicción con acento español y hasta sus silencios, se disfrutan y mucho. Jorge muestra todo su oficio en una interpretación entrañable.
Miguel Sorrentino, es el apasionado Vicente López y Planes, enérgico y defensor acérrimo de la causa revolucionaria, se entrega con pasión en el escenario, para interpretar a un personaje tan recordado por nuestra historia.
Por último mencionar a Marcelo Serre, como el actor Luis Morante, con mucha fuerza escénica, mostrando su histrionismo y su veta cómica, ofreciendo los momentos más graciosos de la noche, ya que la pieza también deja lugar para el humor.
Son cuatro actuaciones destacadisimas y con una entrega total, se los nota comprometidos con la historia, se conformó un gran elenco y esto sin dudas se refleja en las excelentes interpretaciones que presenta la obra.
La sala ubicada en el subsuelo del Teatro del Pueblo, tiene una magia particular, que permite disfrutar de la puesta, con el escenario en el centro y el público dispuesto en tres sectores diferentes, con los actores caminando prácticamente entre las sillas, lo que brinda una cercanía y un realismo que enriquece la puesta.
Algunos ítems para resaltar en la puesta, son el lucido vestuario de época en manos de Paula Molina, el destacado diseño de luces de Miguel Morales y por supuesto la música en vivo, que es el corazón de esta obra y esta a cargo de Christian de Miguel y del autor Mariano Cossa, que recordamos es músico y compositor de música para teatro.
En definitiva, como amantes de nuestra historia, quedamos encantados con Coronado de Gloria, un gran trabajo de investigación del autor, que nos permite conocer aspectos desconocidos de nuestra marcha patria y de esta figura casi ausente de nuestros libros de historia, como lo fue el compositor catalán, que en vida, nunca tuvo el merecido reconocimiento.
Además la pieza, nos permite reflexionar, sobre la siempre inquietante relación entre arte y política, explorando los límites entra ambos y situaciones en que el artista siente que su obra no debe contaminarse por intereses ajenos a sus convicciones y sus intenciones. Se proclama la belleza y la pureza del arte por un lado y por otro, el aprovechamiento que mucha veces el poder realiza de las manifestaciones artísticas, a las que quiere darles un uso, la llamada utilidad del arte.
Recomendamos fervientemente Coronado de Gloria, nos encantó la obra y valoramos mucho ese tipo de piezas, que además de permitirnos disfrutar y conmovernos con el hecho teatral, nos ilustra y enriquece nuestros conocimientos, sobre hechos históricos de relevancia, recordando en este caso, la figura de un Blas Parera, que a pesar de su relevancia, es uno de los tantos personajes que nuestra historia decidió dejar en un segundo plano.
El teatro independiente se permite el lujo, de entretener y enseñar al mismo tiempo, solo queda que usted lector de esta humilde reseña, vea Coronado de Gloria y vuelva a casa con ganas de conocer más sobre nuestra apasionante historia.
Pensador Teatral.
Gracias!!!
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