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viernes, 24 de agosto de 2018

Goy, El Musical

Dramaturgia y Dirección de Sebastián Kirszner.








Lunes y Jueves 20 hs en La Pausa Teatral ( Av. Corrientes 4521 )

Una original propuesta llega de la mano de Sebastián Kirszner, este joven autor y director, que el año pasado nos sorprendió en este mismo espacio con La Shikse, una deliciosa comedia que sigue esta temporada con enorme suceso.

Sebastián emerge ya como un nuevo exponente de la dramaturgia judeo - Argentino, acercando la temática judía a escena, con sus tradiciones y sus costumbres arraigadas, pero cuestionando las mismas, desde una mirada fresca y algo irreverente, conservando la identidad y el legado de sus antepasados, pero con la renovación, que traen las nuevas generaciones.







Goy, es una comedia musical original de bajo perfil, sin grandilocuencias, pero con una frescura y una creatividad, que tiene una estilo particular y se disfruta mucho.

La historia que nos cuentan, es la de Dani Garber ( Luis de Almeida ), quien hace 2 meses, se fue de su casa y está viviendo en una pensión de mala muerte, rodeado de personajes muy pintorescos, que lo acompañan en su nuevo hogar.

Pero que sucedió con el antiguo Dani ?? Un judio normal, de clase media, con esposa, hijos, asiduo concurrente al Naútico Hacoaj, con un trabajo de oficina y seguidor de las tradiciones judías, que por algún motivo que en el arranque no se revela , decidió abandonar la comodidad de su hogar y huir a la soledad de una pensión.








En la pensión recibirá la visita de Fede, su mejor amigo, que preocupado por su drástico cambio de vidá, siendo el único que vá en su rescate, ya que su familia le dá la espalda y no siquiera atiende sus llamados.. Dani al principio, no quiere contar que sucedió pero de a poco y ayudado por la música, nos irá contando cual fue el motivo, porque su familia lo niega y tuvo que escapar, dejando atrás su vida anterior.

No vamos a contar más, el espectador cuando vea la obra, descubrirá cual fue la razón y lo bueno es que llegará a develar el misterio, de la mano del humor, la música y de coreografías muy graciosas.

La trama como mencionamos, es muy fresca y siempre logra la sonrisa del espectador, que acompaña la historia y disfruta de las actuaciones que tiene la obra, un elenco muy versátil, que compone personajes muy fuertes, estando todo el tiempo en escena, dando mucha dinámica a la trama.








El protagonista de la historia es Luis de Almeida, como Dani Garber, que compone un personaje muy querible, un verdadero antihéroe, que se siente agobiado por una vida rutinaria, que no lo satisface. Nos gustó mucho el trabajo de Luis, que solo con sus caras, genera sonrisas.

Su amigo Fede, es Sebastián Marino, quien va a su rescate, componiendo otro personaje entrañable y con mucha gracia, que canta, baila y forma una muy buena dupla con el protagonista.

Junto a ellos, están la dueña de la pensión, Mariela Kantor, la protagonista de la Shinske, curiosamente caracterizada aquí, mostrando su histrionismo y desdoblando los personajes femeninos de la historia, en gran forma, con una expresividad y una presencia, que hay que destacar.








Y dejamos para el final, a un personaje sorprendente, Daniel Ibarra como La Cucaracha, un insecto, que es casi mascota de la pensión, una especie de perro faldero, que acompaña a Garber. Además que hace las veces de relator, canta, trepa las paredes, se revuelca por el piso y hasta toca la guitarra. Cuando dijimos que la obra era creativa, piensen en una cucaracha tocando la guitarra y verán que no exageramos nada. Magnífica la interpretación de Daniel, con una caracterización muy lograda y una entrega total.

Acompañan a los cuatro actores mencionados,  Sebastián Aldea, el Chileno, que guitarra en mano, hará sonar acordes muy bellos, fundamentales para el funcionamiento del musical. Sebastián además es el director musical y junto con el autor, el creador de las letras de las canciones.
Y con teclados, siendo además el mozo de la pensión, tenemos a Julián Calarco, como El Paraguayo. Fundamental el aporte de ambos e ingeniosamente incorporados a la escena.

La puesta que presenta la obra, es muy entretenida y con muchos ítems para marcar, hay una escenografía de Lola Gullo muy lograda, aprovechando al máximo las pequeñas dimensiones del escenario, para montar la pensión, resaltan mucho las coreografías de Fabiana Maler, descontracturadas y en el tono de comedia que combina con la pieza, como así también un vestuario distinguido, que le dá personalidad a cada uno de los personajes.









Una puesta que cuida todos detalles y que demuestra que sin grandes recursos económicos, pero con mucha creatividad y agudizando el ingenio, se pueden lograr excelentes resultados.

En conclusión, estamos ante un musical en clave de comedia, que tiene muchos guiños a la comunidad judía, pero también con muchos toques de porteñidad y referencias políticas. Y si bien el principal objetivo, que tiene la historia, es lograr hacernos reír, algo que consigue en forma constante, también nos permite reflexionar, acerca de como muchas veces, cuando llegamos a cierta edad, podemos sufrir alguna crisis existencial, en la que afloran deseos que manteníamos ocultos.

Goy, el Musical es una propuesta muy fresca que nos acerca el teatro off, con una impronta distintiva del autor, que de la mano de un texto atractivo y entrañables interpretaciones, nos harán pasar una muy entretenida noche de teatro, con música y personajes muy queribles.




Pensador Teatral




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