Miércoles 20 30 hs en G104 ( Gascón 104 )
Una propuesta original y jugada la que llega de la mano de La Zancada, grupo formado por egresados de la UNA, que luego de terminar la carrera, aprovechando la buena química entre compañeros, decidieron encarar un proyecto, con el acompañamiento de Aldana Pellicani y Daniel Misses, quienes fueron los sus profesores en el curso.
Y se animaron con un proyecto ambicioso, inspirándose nada menos que en Romeo y Julieta de William Shakespeare y principalmente en Amor y Anarquía, novela escrita por Martín Caparros, surge esta creación colectiva, muy potente y creativa, llamada La Vida Urgente. Ambas fuentes de inspiración, parecen no tener demasiados puntos en común. Uno es un clásico de ficción y el otro un texto actual basado en hechos reales, pertenecientes a diferentes épocas, pero en las dos historias, hay jóvenes que desafían las reglas establecidas, cuestionan los mandatos sociales y quieren vivir de acuerdo a lo que sienten, ser libres, sin importar lo que opine el resto.
De Romeo y Julieta, no hace falta decir mucho, ya que es un relato famoso, en cambio contemos que Soledad Rosas, es la protagonista de Amor y Anarquía, la novela de Caparrós. Era un joven de clase media que vivía con sus padres y su hermana en Barrio Norte, sin rumbo definido en la vida, como tantos jóvenes de su edad, se pone de novia con un barra brava de River y se gana la vida, paseando perros. La familia de Soledad no la entiende y preocupada por el presente de su hija, le proponen viajar a Italia para cambiar de aire, para que aleje de las malas influencias que tiene en Buenos Aires. Allí de manera fortuita, llegará a Turín, donde conocerá a un grupo de anarquistas y en ese momento sin saberlo, la vida de Soledad cambiará por completo.
Hasta allí contaremos, la dramaturgia de La Vida Urgente, es muy rica, tiene un alto nivel de creatividad y cierto grado de complejidad, quien escribe esta reseña, tuvo la suerte de haber leído la novela de Caparrós, poco tiempo antes y pudo reconocer varios pasajes en la trama, tal vez quien no haya leído la novela, pueda perder algún detalle, pero nada para preocuparse.
La trama tiene gran dinámica, un vértigo permanente y es muy potente, con un alto componente de teatro físico, lo que representa un desafío importante para este joven elenco, que se nota absolutamente comprometido con el proyecto y se entrega de manera absoluta, desde lo actoral y desde lo físico.
Las interpretaciones son realmente muy destacadas y con el riesgo de ser injustos, vamos a destacar algunas de ellas, que en nuestra opinión, son las que más resaltan, probablemente por tener mayor protagonismo en la historia.
Arranquemos por Julieta Costa, como Soledad y también como la narradora, logra destacarse mucho, con gran presencia escénica y magnetismo, sabe transitar los diferentes estados que le pide su personaje protagónico. Gran tarea de Julieta.
Otra actriz, que nos gustó mucho fue Paula Baigorri, como la hermana y también como narradora. Quedamos impresionados por su mirada penetrante, casi hipnótica y un histrionismo a flor de piel, que concentra la atención del público en cada una de sus intervenciones. Nos encantó lo de Paula.
Entre los hombres, destacamos a Nicolás Gentile, como el barra brava y otros papeles, enorme desgaste físico, recreando algunas adicciones y muy arriba siempre. Logra darle a su personaje un vigor y una carga violenta, que impacta,
Gabriel Riesco es Baleno, bohemio por momentos y exaltado en otros, tiene momentos de gran lucimiento, que el público sabe reconocer. Mucha presencia escénica de Gabriel.
Pero como dijimos antes, no seamos injustos con el resto del elenco, nos referimos a Josefina de Cara, Alejandra Escalada, Carola Montefeltro, Iago Scippo, Pedro Alonso y Lucas Scott, jóvenes todos ellos y con mucho futuro, que aportan mucho a la puesta, ya que están todo el tiempo en escena, ya sea en el centro de las acciones, tocando algún instrumento o complementando los cuadros y aportando al conjunto de la obra, encontrando todos, un momento para destacarse y con una adrenalina constante que le imprimen a la trama..
Un punto muy fuerte que presenta la obra, como mencionamos, son las actuaciones, el otro es la envergadura de la puesta, donde además del despliegue físico, veremos una gran cantidad de recursos puestos al servicio de la puesta, el principal la música en vivo, donde el punk y el rock dicen presentes, siendo los propios actores los que tocan los instrumentos, como guitarra eléctrica, batería entre otros.
Los momentos musicales se completan, con interpretaciones de algunos de los chicos que cantan y donde las coreografías tienen gran destaque. Se nota que hay mucho ensayo y coordinación en los movimientos, algo que siendo tantos en el escenario no es sencillo de conseguir. Los directores aprovechan en gran forma, las enormes dimensiones del escenario del G104 ( sala que no conocíamos, parece un enorme galpón reciclado ), para que los actores corran, se tiren al piso, se arrastren, etc, con un despliegue inusitado.
Otros ítems a destacar son los del maquillaje, hay un excelente trabajo de Silvia Zavaglia en ese rubro y el vestuario de Jorgelina Herrero Pons, audaz y muy moderno. Los chicos tienen un estilo dark y punk, con algunos peinados muy llamativos.
Como puede ver el lector, la obra tiene una cantidad de recursos, tiene mucha poesía, presentando un colorido y un despliegue que no es habitual en el teatro off, por eso, es algo que no puede pasar desapercibido. Además del trabajo creativo, como dijimos hay mucho ensayo y trabajo previo siendo seguramente muy importante la labor de Aldana y Daniel, en la dirección, para coordinar todas las disciplinas y a un elenco numeroso, que como dijimos está en todo momento en el escenario y con una energía que desborda.
La atención de público no decae en ningún momento, es una pieza que requiere estemos atentos en todo momento, por la complejidad que tiene la dramaturgia y por que pasan muchas cosas a la vez, hay que seguir las caras y las expresiones de los chicos, en todo momento, ya que se desarrollan algunas acciones en simultáneo.
Hasta aquí contamos, teníamos pocas referencias previas de La Vida Urgente y nos llevamos una gratísima sorpresa, por la originalidad y lo jugado de la propuesta, con un ritmo frenético, saliendo de los carriles habitual y arriesgando mucho, algo que de nosotros siempre valoramos, ya que explorar los límites, en el teatro y en otras áreas, siempre es inquietante.
Si a la propuesta arriesgada, se le suma una puesta tan rica y jóvenes actores que se entregan de manera que conmueve, se disimula algún desorden en la trama y entonces podemos disfrutar el muy buen producto final que se obtiene, mostrando como muchas veces, sin recursos económicos, pero con creatividad, ganas y mucho trabajo, los resultados llegan.
Felicitamos a todo el joven equipo de La Zancada Colectivo Escénico, por La Vida Urgente, por seguir el espíritu de las historias en las que se inspiran, rompiendo con las convenciones y las reglas establecidas, para ofrecer un espectáculo teatral potente y diferente a lo que estamos acostumbrados a ver.
Pensador Teatral.