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jueves, 27 de febrero de 2020

Voraz y Melancólico

Dramaturgia y Dirección de Toto Castiñeiras.








Jueves 21 hs en Nun Teatro ( Ramírez de Velazco 1416 )

El teatro en muchas oportunidades, nos cuenta historias que nos invitan a volar con la imaginación y viajar hacia un mundo onírico, donde lo real se fundirá con lo fantástico, apareciendo personajes que parecen sacados de algún cuento, que leímos en nuestra infancia.

Voraz y Melancólico, además tiene el plus de ser escrita por el talentoso Toto Castiñeiras, actor y clown marplatense, integrante por varias temporadas de la troupe del Cirque du Soleil, que en los últimos años, se dió el gusto de explorar su veta de autor y escribió un par de textos que llegaron a la cartelera porteña, con muy buena respuesta del público. En todas sus obras, queda al descubierto su alta creatividad y el manejo de un lenguaje propio, en donde lo corporal y la destreza física de los actores, es igual de importante el texto, generándose entonces, puestas muy dinámicas, en las que el teatro físico tiene un espacio fundamental.









En este propuesta, el relato nos acercará una historia de amor fallida, entre un tímido joven ( Ignacio Torres ) , que es el séptimo hijo varón, apadrinado por el presidente y la Rubia, la hija de un comisario, que rebelde y con un cuerpo, que le trae algunos disgustos. Ambos personajes no conocen el amor verdadero aún, por eso la atracción mutua que sienten, tiene una intensidad que se manifiesta.

Uno de los ejes que ronda la obra, es la leyenda del lobizón, que con algunas variantes, menciona que el séptimo hijo varón de una pareja, los Viernes de Luna Llena se convierte en lobo, retornando al día siguiente a su morfología normal. El problema es que cuando se produce la metamorfosis, el lobizón suele cometer tropelias que luego no recuerda. Un detalle importante, la única manera de matarlo, es con una bala de plata, por lo que deberá estar muy atento, para que no ser cazado.









Dejando la leyenda a un costado y volviendo a la obra que nos convoca, contamos que las acciones se desarrollarán en un pueblito del Norte argentino, no especificado, más precisamente en la tarima de una kermese, con muchas referencias folklóricas. En el marco de la Fiesta del Mate, se desarrollará esta particular historia de amor. El autor introduce de manera muy inteligente en el texto, la liturgia de las fiestas patronales y de los festejos en los pueblos chicos, que es la excusa justa, para que todos los habitantes del pueblo, salgan a la calle, para sumarse a los festejos.

El relato tendrá un ritmo vertiginoso y no se detendrá nunca. En una pantalla de fondo se anunciará el título de los cuadros que se irán desarrollando, con una dinámica muy lograda y esto es mérito del elenco reunido que realiza un excelente trabajo, ya que la obra es muy exigente, por el desgaste físico y también por el texto, que tiene muchos vaivenes y requiere mucha concentración de parte de los actores.









Vamos a mencionarlos ya, porque realmente lo merecen. Ignacio Torres como el Lobo, realiza una magnífica composición de un personaje, humano y feroz a la vez. Destacamos su gestualidad y carisma, estando a la altura en un protagónico nada sencillo y muy demandante. A Ignacio lo habíamos visto, ya en otras obras, el año pasado en Las Cosas de Mabel y aquí vuelve a destacarse, mostrando su versatilidad.

La gran revelación de la noche, en nuestra opinión es Micaela Rey, como La Rubia. Indignada por no haber sido seleccionada para participar en el concurso de la Reina del Mate, buscará encontrar al amor, para ahogar sus penas. Es excelente el trabajo de Micaela, con mucha presencia escénica y con varias facetas Por momentos arrolladora y erótica y en otros dulce y virginal.  Otro papel muy complicado y resuelto en gran forma.

Pero no seamos injustos con Santiago García Ibañez, el Niño, la tercera pata de esta historia, compartiendo el escenario en todo momento y siendo una especie de banda de sonido en vivo, tocando la guitarra, la flauta, el bombo y otros instrumentos, siendo muy importante para apuntalar el relato, teniendo espacio también para mostrar su histrionismo.









Las tres actuaciones son realmente muy buenas, tres actores jóvenes, que encuentran la sintonia que pide Toto Castiñeiras, que tiene un estilo muy particular como autor y director, ya como dijimos le dá una gran importancia, al teatro físico, sin dudas influenciado por su faceta de clown, por lo que a lo largo de la obra, veremos a los protagonistas, revolcarse en muchas oportunidades por el piso.

La puesta presenta una escenografía desprovista, son los actores el centro de atención y los que tienen como misión, despertar la imaginación de los espectadores. Nos gustó mucho el particular diseño de vestuario de Daniela Taiana, acorde con la historia y debemos destacar el componente musical que tiene la obra, mérito aquí de Juan Ignacio Blanco.









No queda mucho para agregar, Voraz y Melancólico arranca su segunda temporada, que seguramente,  repetirá la buena recepción que tuvo en su primer año. Es una propuesta original, muy bella desde lo estético y altamente creativa. Además, consideramos muy valioso, el toque autóctono que tiene el texto, repasando historias y leyendas que hacen a nuestra acervo cultural.

Por todo ello, recomendamos la obra, disfrutarán de un verdadero cuento teatral, con personajes entrañables y actuaciones superlativas. Emprendan este bello viaje, al que el teatro independiente nos invita, eso si, cuando salgan del teatro, miren al cielo y si hay una llena, aceleren el paso, por si alguna criatura amiga, viene bajando del monte.




Pensador Teatral.



lunes, 24 de febrero de 2020

Turba

Dramaturgia de Laura Sbdar y Dirección de Alejandra Flechner.









Lunes 21 30 hs en El Portón de Sánchez ( Sánchez de Bustamante  1034 )

Turba es una estupenda propuesta que el teatro independiente nos ofrece. El proyecto nació por una idea de la propia Iride Mockert, talentosa y potente actriz santafesina, que tenía en la mente, montar alguna historia en la que pudiera dar visibilidad al tema de la trata y la violencia de género, muy presente en la sociedad, pero poco tratado en el teatro. Lectora del Martín Fierro, Iride quería que en su historia, hubiera boleadoras, arma gauchesca por excelencia y además estuvieran presentes la poesía y la música, para dejar claro que hasta en la tragedia profunda, la belleza pueda coexistir.












Con la idea en la cabeza, se reunió con Laura Sbdar, una joven ( sub-30 ) y talentosa dramaturga, interesada en los tema de género, cercana a la verdad y alejada de lo políticamente correcto. Nosotros el año pasado, tuvimos oportunidad, de ver Vigilante, obra escrita por Laura, que contaba las peripecias de una vigiladora, que debía pasar horas y horas encerrada en una garita, teniendo que dejar a su hijita en el barrio, al cuidado de algún familiar. Bastó un encuentro entre Mockert y Sbdar, para que de manera oficial haya nacido Turba.

Faltaba una pata al proyecto, la dirección del mismo, que le fue confiada a Alejandra Flechner, una de las creadoras de Gambas al Ajillo, actriz de gran trayectoria, que se enganchó apenas le hicieron llegar el material, ya que enseguida se dio cuenta, del potencial que tenía la obra en ciernes, intuyendo que el resultado iba a ser una obra potente, que daría mucho que hablar y no se equivocó en nada Alejandra.

Esta breve introducción, de como nació Turba, creemos puede servir, para que el espectador se haga una idea, que la unión de estas tres mujeres, sin dudas dejaría su huella, en una obra que no cabían dudas iba a movilizar al espectador. El texto es crudo y trata con mucha inteligencia, un tema que no es sencillo de abordar, recurriendo a la parodia, a la música y  al humor, para que la temática llegue en toda su dimensión, a un público que sigue la trama, con una silencio absoluto.










Ahora, como muchas veces decimos, las ideas pueden ser excelentes, pero en teatro, hay que encontrar quien pueda transmitirlas y en este caso tenemos la certeza que Iride Mockert, es la intérprete ideal para el papel. Impactando desde el arranque, con una presencia escénica imponente, con mucho carisma y un manejo admirable de los tiempos.

La protagonista, desdoblará dos personajes, por un lado será una mujer obligada a ejercer la prostitución, en algún pueblito perdido del interior, del que no puede escapar. Quedando en evidencia, las humillaciones a la que será sometida todas las noches, con tal de satisfacer a los hombres, que concurren al prostíbulo donde trabaja, para satisfacer sus demandas sexuales. Es importante el punto, ya que queda claro, que si estos establecimientos existen, es porque hay clientes que concurren a ellos, de manera periódica.

El otro personaje, que representará Iride, es el de Plomito, su hija, ahora adolescente, que le fue arrnacada cuando era chiquita de su lugar de trabajo/cautiverio, para que no interfiera con sus labores  y que ahora es explotada en boliches de mala muerte, donde se ha convertido en una popular cantante de cumbia, con su peluca rosa y el keitar ( un teclado bien típico que utilizan los cantantes de cumbia)










La interpretación de Iride Mockert, es fantástica y conmueve por su entrega, con un desgaste físico descomunal. Hay mucho de teatro físico en la puesta y la protagonista le pone el cuerpo a la obra, dejando la piel en el escenario. ( cuando vean la obra comprobarán que no exageramos en nada. Con esta interpretación, Iride confirma nuevamente que es una actriz excelente, es este caso además sorprende por otros factores, en primer lugar lo bien que canta y lo cómoda que se siente en el rol, por otro lado, no podemos dejar de mencionar la destreza que demuestra manejando las boleadoras, con coreografías jugadas y muy peligrosas para su físico. Evidentemente hubo mucho trabajo y entrenamiento, para llegar a esta Turba que vemos en escena y resulta una verdadera topadora.

La puesta que presenta la obra es logradísima, con un diseño escenográfico de Laura Copertino de excelente resolución, con dos espacios diferenciados, que simulan la habitación de Turba por un lado y el lugar donde canta Plomito por el otro. Ambos resaltados por un impecable diseño lumínico de David Seldes, con luces rojas y de neón, que crean una atmósfera nocturna muy lograda. Es creativo el vestuario de Magda Banach, plagado de bombachas y con mucho rosa, el color característico de la obra.










Párrafo especial, para la música original de Turba, creada por Javier Estrin y la propia Iride Mockert, con letras y melodías que tranquilamente podrían ser verdaderos hits que se escuchan hoy en las bailantas. Con su inclusión, se logra descomprimir, la tensión que se desprende de una historia de vida cruda y muy real. Como dijimos, la puesta es rica en creatividad, bella desde lo estético y plena de poesía, mérito dado en gran medida por la efectiva dirección de Alejandra Flechner.

Turba está arrancando su segunda temporada, que auguramos será de gran suceso, ya que el boca a boca del público y los comentarios de la crítica especializada, no paran de recomendar esta obra, que el año pasado obtuvo el Primer Puesto del Premio Germán Rozenmacher a la Nueva Dramaturgia y la soberbia interpretación  Iride Mockert, que por este trabajo, ganó el Premio Luisa Vehil como Mejor Actriz 2019, apostando a que este año, la obra seguirá sumando premios y reconocimientos.









Por todo lo dicho, recomendamos fervorosamente la obra, un creación con impronta femenina, que consigue dar visibilidad al tema de la trata y la violencia de género, con una valentía y un compromiso, que además de movilizar al espectador, con estas situaciones, lo invitan a una reflexión profunda.

No se pierdan este verdadera joyita del teatro independiente, se encontrarán con un texto inteligente, una puesta muy atractiva y en especial con Iride Mockert, que conmueve por su fantástica composición, recibiendo una emocionante ovación, al final de la función, de parte del público que llena la sala del Portón de Sánchez.



Pensador Teatral.

domingo, 23 de febrero de 2020

Las Ratas

Dramaturgia de Vinicius Soares y Dirección de Guillermo Vega Fischer.









Domingos 19 hs en Teatro El Extranjero ( Valentín Gómez 3378 )

Original y potente propuesta es la que presenta Las Ratas, escrita por el dramaturgo brasileño Vinicius Soares, que hay que decirlo de entrada en un espectáculo experimental que toma riesgos en grande y rompe con las todas las estructuras habituales del teatro independiente.

Definida como tragedia sonora para seis actores y operación de sonido en tiempo real o también como una ópera contemporánea muy particular, ya no hay instrumentos musicales en el escenario, ni cantantes tradicionales, pero será el sonido en diferentes formatos, el factor central de la obra. Sonidos provenientes de objetos, algunos aparatos electrónicos, artesanales otros y de las voces de los actores, musicalizando la trama de diferentes maneras.










La obra se sitúa en un mundo apocalíptico, en el que la peste arrasó con todo. Una familia vive encerrada en un sótano. Ya no es posible salir al exterior, la manera de sobrevivir es vivir encerrados y sin contacto con el afuera, ya que allí domina la violencia, la muerte y el caos. La falta de alimentos es un problema sin solución, por eso las condiciones de vida allí abajo son infrahumanas y la única fuente de alimentación, que pueden conseguir allí, es alguna rata que logran cazar, para aprovechar su carne y luego sus huesos que chupan hasta que no quede nada. Eso sí deberán,  tener mucho cuidado y a la noche dormir arriba de la mesa o en alguna superficie elevada, porque el tamaño de las ratas es considerable y pueden ser devorados por ellas.

La tensión reina en los integrantes de aquella familia y ninguno parece estar totalmente en sus cabales. Allí abajo domina la violencia, el individualismo y la desconfianza. Hay que ser fuerte para sobrevivir y para eso no hay que tener miramientos con el otro, que se percibe como un enemigo. En ese ambiente caótico, una mujer joven, en medio de la noche, les golpeará la puerta del sótano, pidiendo ayuda y poder quedarse una noche allí. El rechazo de todos los integrantes de la casa, es inmediato, ya son muchos allí, para alojar a una persona más, que encima llega del amenazante exterior. Pero la joven dice, tener  en su mochila, pan y agua para pagarles esa estadía, un tesoro que en las condiciones actuales, no pueden rechazar.










Atraídos por la promesa, dejarán entrar a la joven y allí las divisiones de la casa se realzarán más aún, ya que surgirán los peores sentimientos y la muerte parece rondar a cada instante la existencia de quienes habitan ese sótano. Pero bueno ya contamos demasiado, el resto dejamos que lo descubra el espectador cuando vea la obra, para mantener el suspenso, que es una de las mayores virtudes que tiene la historia.

La pieza busca reflexionar sobre el individualismo, el miedo y la violencia, que producen algunas políticas neoliberales, que fomentan la avaricia y la ambición desmesurada del hombre, en búsqueda del lucro, sin pensar en el bienestar general de la humanidad. La dramaturgia recorre esos conceptos, jugando muy bien con las metáforas, aunque en algunas oportunidades, la trama para el espectador poco atento puede volverse algo compleja, ya que no debemos olvidar el carácter experimental que tiene la propuesta, que recurre en gran parte, a formas de comunicaciones, no habituales, para transmitir su mensaje.

Es hora de hablar ya del elenco que presenta Las Ratas. conformado por artistas latinoamericanos, con formación multidisciplinaria y con amplios conocimientos musicales, que se entregan por completo, con un compromiso y una pasión, que debemos resaltar, porque la obra es muy exigente y requiere una prestación máxima de los actores.










Vamos a dar algunas lineas de cada uno de ellos, creemos que una de las actuaciones más destacadas es la de Sergio Ferreiro, como un abuelo bastante desalmado y con un pasado militar que rememora varias veces, tratando de influir en la casa, aún consciente de su edad. Gran trabajo de Sergio. Martín Scarfi, es otro que resalta, por su gran presencia escénica, es quien trata de hacer cumplir las reglas en la casa y mantener el orden en la casa, asumiendo el papel de un líder bastante autoritario. Muy bueno lo de Martín. Ignacio Monná muestra su veta histriónica, componiendo a un hijo, que parece el menos cuerdo de la casa y a la vez, parece ser el más humano de todos.

Del lado femenino, resaltamos el estupendo trabajo de la uruguaya Sofía Drever, la extraña que llega a la casa, prometiendo alimentos a cambio. Es el personaje, que rompe el equilibrio de la trama. Excelente lo de Sofia, componiendo a un personaje sensible y pudiendo lucir además su estupenda voz lírica. Karina Scheps es otra que luce mucho, como la madre, que descontenta con su hijo díscolo verá en la intrusa, una oportunidad inmejorable, para revertir esa maternidad fallida. Impresiona la entrega de Karina. Por último, mencionar a la catalana Teresa Floriach, que dá vida a una abuela misteriosa e inquietante, bien en sintonía con el texto, siendo el personaje más enigmático de todos.










Realmente los seis actores, cumplen un trabajo estupendo, como dijimos la obra no es para nada sencilla y si la dramaturgia puede presentar algún bache o dificultad en el entendimiento para el espectador, esto queda en un segundo plano, gracias a la prestación de un elenco, que no se guarda nada.

Vayamos a la puesta de Las Ratas, que entendemos es junto con las interpretaciones, el aspecto más destacado, ya que se nota un gran trabajo de realización, para lograr una atmósfera tan sórdida, que por momentos incomoda al espectador por su crudeza. Vamos a mencionar al menos a parte del equipo, ya que lo merecen. Pablo Archetti, a cargo del vestuario, escenografía e iluminación, merece un excelente, ya son tres rubros que están en sintonia perfecta con la puesta apocalíptica que presenta la historia.

Párrafo especial para Manuel Pérez Vizán, a cargo de la operación de sonido, aspecto fundamental de esta pieza. Hay sonidos ambientales permanentes, instrumentos no convencionales que suenan en todo momento y las voces de los protagonistas, que por momentos hablan, en otros susurran y en algunos cantan el texto. Amalgamando todos estos recursos, aparece la figura de Guillermo Vega Fischer, el director de Las Ratas y uno de los responsables de la explosividad de una puesta, que sorprende por su potencia y crudeza.










En definitiva, estamos en presencia de una obra experimental, que juega permanentemente con el absurdo y el grotesco, para transmitir un mensaje de advertencia sobre este mundo actual, que cada vez está más deshumanizado. La obra tiene un realismo y una sordidez, que por momentos puede resultar perturbadora y difícil de digerir, para un espectador que en su inconsciente, quiere pensar que el ser humano no es así, pero luego reflexionando se dará cuenta, que si la humanidad atraviesa tantos problemas en la actualidad, esto en parte puede explicarse por la irracionalidad y la falta de ética existente en la sociedad actual.

Las Ratas es una obra diferente, que sin dudas moviliza al público. Como dijimos el texto no es sencillo y tal vez algún espectador de teatro tradicional, queda afuera de una propuesta, que juega de manera constante con el teatro del absurdo, para desarrollar una trama muy rica. Pero para aquellos espectadores ávidos, de manifestaciones disruptivas, que desafían lo convencional, sin dudas se verán seducidos, con esta obra que conjuga teatro, opera, música, sonidos y mucho más, con un elenco que se entrega por completo, para gritar con fuerza el mensaje, advirtiendo que si no se produce un cambio en la sociedad, el futuro de la humanidad es oscuro y en el mundo, observaremos como las ratas y los hombres estarán en un mismo plano, luchando por sobrevivir.



Pensador Teatral.

jueves, 20 de febrero de 2020

De Ascensores

Dramaturgia de Patricia Suárez. Dirección de Patricio Azor.










Jueves 21 hs en Espacio Tromvarte ( Santa Rosa 5164 )

Llega esta divertida y original propuesta, compuesta por dos obras cortas, escrita por la prolífica pluma de la dramaturga rosarina Patricia Suárez. Son historias independientes que tienen como hilo conductor, que se desarrollan en el interior de un ascensor, siendo un desafío grande para el director montar las puestas, dentro de un espacio con dimensiones tan reducidas.

La primera de las obras, Banco de Londres, se sitúa en la década del cuarenta, una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial y nos presenta a una madre de raíces judías ( Mirta Mato ), que junto a su hijo ( David Paez ) van al banco, para depositar una buena suma de dinero, fruto del trabajo en la zapatería de la familia. El viaje en el ascensor, será accidentado y las circunstancias los obligará a estar un buen tiempo, compartiendo un pequeño recinto.









Los diálogos entre una madre conservadora y manipuladora, con su hijo, serán muy divertidos. Y parece que el encierro, los llevará a sacar algunos trapitos al sol. Hay muy buenas caracterizaciones de ambos personajes, con un lenguaje y expresiones del hijo, que nos remite a una época del pasado, que nos recuerdan a Pepe Biondi y en la mamele, que representan muy bien a la típica madre judía. Muy buenos los trabajos y el contrapunto de Mirta Mato y David Paez

La otra obra, titulada El Infierno de los Lujuriosos, nos remite al Infierno de Dante, con personajes salidos de la Divina Comedia, como Paolo ( Sebastián Dartayete ) y Francesca ( Débora Longobardi ) dos amantes, que se suben a un ascensor muy particular, con sentido descendente, ya que desde el purgatorio, parece están yendo al averno.











Los diálogos aquí también serán muy divertidos y desopilantes, ya que en especial Francesca quiere dejar en claro que ella no debe ir al infierno, ya que en su vida realizo actos solidarios, según ella de gran importancia. Aquí los diálogos son más picantes y se percibe una cierta tensión sexual entre la parejita. En este caso, ambos actores nos resultan conocidos, en el caso de Sebastián, destacamos mucho el año pasado por su actuación en La Reina de la Belleza, una de las mejores obras que el teatro independiente nos dejó el año pasado y aquí se luce con un personaje muy divertido.

En el caso de Débora Longobardi, es una actriz a la que elogiamos en varias ocasiones en este sitio, por sus muy buenas interpretaciones. En esta oportunidad, nos sorprende, por sus recursos para la comicidad, componiendo a una Francesca sensual y desfachatada. La mayoría de las veces, habíamos visto a Débora, en papeles dramáticos y verla aquí, en un rol tan diferente, nos confirma su enorme versatilidad y su adaptación a todo tipo de personajes, siempre con su tono de voz característico y la gestualidad que siempre le destacamos.










Hubo una muy buena elección del elenco, ambas duplas muestran mucho entendimiento y se nota que los actores se sienten a gusto y se divierten en en escena, algo que en una comedia, siempre agrega valor. En esto tiene influencia Patricio Azor, que con una dirección dinámica y fresca, les otorga espacio y libertad para el lucimiento.

La puesta es minimalista y como dijimos antes, las acciones se desarrollan, en el espacio reducido de un ascensor, algo que no es habitual. Para destacar el diseño lumínico de Lucas Orchesi, importante para el clima que pide la obra y muy buena la vuelta de tuerca, que el director encuentra en el final, para encadenar y conectar ambas historias.










En resumen, De Ascensores, es una propuesta muy divertida, que con un humor sano y en un espacio muy particular, como el de un ascensor, genera muchas risas en los espectadores que se divierten mucho con el texto y en especial con las muy buenas actuaciones que presentan ambas piezas.

La obra está cumpliendo su segunda temporada y lo está haciendo siempre a sala llena, con un público que se engancha y se divierte con la propuesta. Por eso, le pedimos que cierre bien la puerta, marque el piso elegido y se prepare para este viaje en ascensor que el teatro independiente nos propone.




Pensador Teatral.



miércoles, 19 de febrero de 2020

Las Horas Fuera de los Márgenes

Dramaturgia y Dirección de Javier Margulis.









Miércoles 20 30 hs en Mil 80 Teatro ( Muñecas 1080 )

Entrañable y sensible propuesta, nos acerca Las Horas Fuera de los Márgenes, lúcida adaptación de Javier Margulis, del cuento El Jublilado de Bruno Schulz, escritor polaco de origen judío, reconocido como uno de los mayores estilistas de la prosa polaca del Siglo XX, que murió en 1942 asesinado por los nazis.

La obra trata una temática interesante y humana, ya que nos hablará de la vejez y de la soledad, pero lo hará con una mirada esperanzadora, mostrando como siempre la mente de las personas, lucha por adaptarse a las circunstancias y tratar de seguir adelante, buscando encontrarle un sentido a la vida, que en la mayoría de los casos, puede ser absolutamente diferente, a lo que imaginábamos.










En escena, veremos a un anciano, interpretado de manera estupenda por Alejandro Mazza, que con movimientos lentos y calculados, nos mostrará como en su hogar y con las dificultades típicas de la edad, seguirá su rutina diaria, tal vez monótona y carente de emociones en el presente, pero que se nutre muchos en los recuerdos del pasado, cuando tenía una vida activa. Con añoranza y nostalgia, el viejo recordará los tiempos en los que trabajaba en una oficina, disfrutando de la compañia de sus colegas de trabajo y de las labores de la oficina.

Es más relata, con alegria como muchas veces, luego de jubilarse, le permitieron volver a su antiguo trabajo, y teniendo la chance en ocasiones, de reemplazar a compañeros ausentes. Volver a sentirse útil y activo a su edad, era algo que lo hacía feliz. Pero ante el cambio del encargado de su ex trabajo, ya no le permitieron volver a entrar en la oficina y eso lo llenó de tristeza.

Pero el anciano, no se iba a dar por vencido y entonces entre las actividades diarias que se generaba, tenía la de caminar hasta una plaza cercana a su casa, para sentarse en un banco y contemplar como el mundo transcurría antes sus ojos. Algo que le llamaba la atención, era ver como al mediodía, desde la escuela que estaba enfrente de la plaza, salían corriendo a toda prisa, los alumnos, al término de su horario escolar, para ir a jugar o vaya a saber que. Imaginaba que lindo sería volver el tiempo atrás y ser un niño nuevamente. La idea que todos tenemos, cuando los años avanzan, en este cuento de Schulz, tiene una vuelta particular, que no vamos a contar acá y dejaremos que el espectador la descubra y se sorprenda, cuando vean la obra.










Uno de los pilares de la obra, es magnífica la composición que realiza Alejandro Mazza, con los movimientos, la gestualidad y el tono de voz de un verdadero anciano, resultado el intérprete perfecto para llevar adelante este protagónico. Evidentemente encontrar el personaje, no debe haber sido un proceso sencillo, pero lo que podemos asegurar, es que fue realmente exitoso. Gran trabajo el de Alejandro, que logra darle el tono sensible y frágil, que el personaje pide.

Además de la interpretación, el otro pilar, es la puesta que presenta la obra, verdaderamente artesanal y muy bella. Un sistema de cuerdas y dispositivos escénicos muy bien ideados, con objetos y mobiliario, que suben y bajan, le inyectan magia al hecho teatral. Una puesta que destacamos, por un dispositivo escénico, que muy pocas veces vemos en el teatro independiente, son el marco justo para esta puesta. Esto es posible, debido a las posibilidades que brinda el espacio teatral ( una sala muy acogedora ) y al amor  por el teatro independiente de Javier Margulis, director de la obra y quien lleva las riendas del Mil80, dando espacio a propuestas cuidadas y artesanales.










Disfrutamos entonces de una noche a puro teatro independiente, con una muy valiosa adaptación de un autor poco representado aquí como Schulz, ya que nos ofrece una obra simple, sensible y humana, que indaga en el tema de la vejez y la soledad, sin caer nunca en golpes bajos, recordando que los años pasan para todos y debemos ser comprensivos con nuestros viejos.

Recomendamos Las Horas Fuera de los Márgenes, quienes la vean, se encontrarán con un texto lleno de humanidad, una interpretación soberbia y una puesta con mucha magia, además será para muchos  la chance de conocer un nuevo espacio teatral como el Mil80, que está empezando a ganarse un lugar entre los vecinos de Villa Crespo, algo que debe llenar de alegría a los que amamos al teatro independiente.




Pensador Teatral.


sábado, 15 de febrero de 2020

Estrella

Dramaturgia y Dirección de Juan Pablo Geretto y Virginia Martínez.










Viernes 20 hs. Sábados 20 y 22 hs en El Camarín de las Musas ( Mario Bravo 960 )

Estrella es la última creación del talentoso Juan Pablo Geretto, verdadero especialista en la composición de personajes femeninos, viniendo de inmediato a nuestra mente, el gran éxito que logró con Yo Amo a mi Maestra Serial, que estuvo nada menos que siete años en cartel o con Reina la travesti de Vecinos en Guerra, trabajo por el cual ganó un Martín Fierro. Como el mismo actor reconoce, desde que siendo un niño, se subió a los tacos de su madre, nunca más dejó de lado las interpretaciones femeninas y bien que hace.

Pero la llega de Estrella a escena, no fue algo sencillo, luego de muchos años sin presentar material nuevo y embarcado en un proceso creativo, al que le costaba llegar al final, tuvo que viajar hasta un lugar extremo, como la selva jujeña, para alejarse de los estímulos externos y con la ayuda de Virginia Martinez, poder darle el cierre necesario a la dramaturgia.











Y allí entonces apareció, Estrella, una revendedora de Avón, que vive en un pueblito chico del Interior y que tiene como mayor placer, ver los programas de chimentos de la tarde en televisión. La elección el estereotipo, está muy bien pensada. En este caso, esta mujer madura y de su casa, parece encontrar en la empresa de cosméticos, la posibilidad de hacer algo por su cuenta, una especie de vía de escape, para intentar alejarse de una realidad que no le resultaba para nada gratificante.

La actuación de Geretto es soberbia, se adueña de la escena con el oficio, que le dan los años de experiencia en la profesión, mostrando sus dotes actorales y dejando bien en claro, que en los unipersonales se maneja como el pez en el agua. En Estrella, sorprende con un arranque frenético y una verborragia imparable, que no dá respiro al espectador. Son casi treinta minutos, en los que el actor nacido en Galvez no para ni un segundo, para tomar aire. Es una catarata de palabras, gestos e imágenes que proyectan a una platea que trata de contener las risas, para no tapar lo que sigue, porque como dijimos, en ese arranque el monólogo no tiene pausa. Al llegar el primer silencio, se produce un quiebre, las pulsaciones parecen bajar y el ritmo del relato empezará a tomar otro rumbo, con un tono menos festivo, en el que las risas irán dejando su lugar, a una historia de vida, que estaba oculta y tiene más de terror, que de humor.










No vamos a contar más del argumento, para que el espectador se sorprenda cuando vea la obra, solo adelantaremos que la aparente liviandad de ese discurso inicial de la revendedora, será una especie de trampa, que nos juega el texto, que comenzará a tomar profundidad y un  tono impensado. El disparador, será la reunión de fin de año de Avón que se realizará en Buenos Aires y a la que Estrella fue invitada debido a su buena performance de ventas.

Llegar al evento, resulta un sueño para todas las chicas que trabajan en Avon. Nadie en su sano juicio, se perdería esa fiesta. O si ?? Podría Estrella elegir no ir ?? La reunión es la excusa, para que nuestra protagonista mire a su interior y tome conciencia, que su vida estuvo atravesada por obedecer los mandatos sociales, respondiendo a las demandas machistas del padre y las manipulaciones de la madre y del resto del entorno, que siempre decidió por ella, pero cumplimos nuestra palabra y hasta allí vamos a contar.











El texto, que no es lineal en el tiempo, tiene muchos condimentos autobiográficos, ya que, en el mismo, Geretto, recapitula varios hechos de su vida personal, recordando anécdotas de su pueblo, con nombres cambiados, pero con personajes reales. Queda en evidencia, el encanto y el infierno, que tienen a la vez, los pueblos chicos, en el que todos se conocen y la mirada del otro, siempre puede ser dolorosa y acusatoria.

Yendo a la puesta, mencionemos que la escenografía es despojada, solo veremos naranjas desparramadas por el piso y al protagonista solito con su alma, enfrentando al público. Para destacar, el diseño de vestuario de Magda Banach y las pelucas de María Eugenia Palafox, que ayudan a la excelente caracterización del personaje, que para los ojos de toda la sala, no hay dudas, es una mujer. Por último, mencionar el diseño lumínico de David Seldes, que colabora con los diferentes climas, que tiene la obra.











Luego de una primera temporada exitosa, en el que la Estrella fue considerada entre las mejores piezas del año, por la crítica especializada y Geretto obtuvo varios reconocimientos por este trabajo, entre ellos su Nominación como Mejor Actor por los Premios ACE, la pieza arranca su segunda temporada con el mismo rumbo, haciendo doble función los Sábados y otra función los Viernes, algo muy poco habitual en el teatro independiente y que muestra la efectividad del boca a boca, con la respuesta de un público entusiasta, que llena la sala principal de El Camarín de las Musas en cada función.-

Nos gustó mucho la obra y por eso la recomendamos, ya que se encontrarán con un texto profundo e inteligente, que luego de un arranque a pura risa, dejará lugar a una historia sensible y entrañable, que nos hará reflexionar, sobre temas como la felicidad y los mandatos sociales. Además de la lucidez del texto, podrán disfrutar de fantástica composición del talentoso Juan Pablo Geretto, que nos regala a una Estrella frágil y angustiada, que conmueve con su historia.





Pensador Teatral



miércoles, 12 de febrero de 2020

Migrantes

Miércoles 20 30 hs en Espacio Callejón ( Humahuaca 3759 )









Dramaturgia de Gabriel Fernández Chapo y Dirección de Greta Risa.

Migrantes es un espectáculo con sello latinoamericano, co-producción entre ocho países e interpretada por seis actores de diferentes países, que abrirán su corazón y pondrán el cuerpo para relatar la manera en que dejaron su patria, familias y costumbres, para irse a Europa en búsqueda de un futuro y oportunidades, que la tierra que los vió nacer, no les brinda.










La dramaturgia de Gabriel Fernández Chapo, indaga en el tema de la identidad y deja varias preguntas. La identidad dependerá de la cultura del país en el que nos criamos ? Las costumbres, el idioma, la religión,  las comidas,  etc, del lugar en que nacimos, seguramente moldearán nuestra  idiosincrasia. Pero que ocurriría, si decidiéramos ir a vivir a otro país ?? Nuestra identidad se mantendría o por el contrario, se transformaría ?? El disparador para el autor fue ese, pero a partir del mismo, surgen varios caminos.

Cuáles son las motivaciones, para que una persona deje su familia, amigos y costumbres, para probar suerte en otro país ??  Muchas son las personas, que no la pasan bien en su tierra, pero solo unos pocos, tienen la decisión y la valentía, para irse a vivir a otro país. Hay un único motivo o dependiendo de la historia de cada persona, diferentes serán las razones que pueden tomar semejante decisión ??










El autor para escribir esta obra realizó numerosas entrevistas a inmigrantes latinoamericanos en España, para tener historias en primera persona, apareciendo claramente temas como el dolor de la partida, lo difícil que es adaptarse a un sitio que no se siente como propio y la nostalgia, que en mayor o menor grado siempre aparece. Otro aspecto que surgió en muchos casos, es el tema de la discriminación y como muchas veces, las sociedades más desarrolladas, sienten al inmigrante como un invasor, que llega para quitarle sus trabajos, apareciendo además los prejuicios con el distinto.

El texto entonces estaba escrito y en este momento es que llega Greta Risa, la directora, con su compañia Mirando al Sur, para generar este espectáculo potente y creativo, que reúne a seis actores de nacionalidades diferentes, verdaderos migrantes en Argentina hoy, elegidos para representar los personajes modelados por el autor. Este crisol de nacionalidades, le otorga a la pieza, una riqueza y la hace diferente a otras, que antes indagaron en el tema.










Es de utilidad, saber que cuando Greta, se encontró con el texto, se enamoró del mismo de inmediato y lo abrazó con enorme pasión, ya que se sintió atraída y totalmente identificada con la temática, ya que ella misma a los 18 años, abandonó Argentina, su tierra natal, para irse a Francia, país en el cual,  vivió todo tipo de experiencias, estuvo sin papeles varios años, con miedo, trabajos temporales y hasta pasando hambre, pero siempre decidida e intentando hacer pie en un lugar que le resultaba diferente y fascinante a la vez. Lo bueno es que su historia personal fue exitosa y  años después, pudo capitalizar, todo lo vivido, hallando en este bello texto, el lugar justo, para manifestar sus experiencias, dando color a una puesta, que habla por ella. Creemos que en este dato, encontramos una de las razones, que explican el excelente resultado final del proyecto y la pasión que se respira en el equipo de Migrantes.

No vamos a contar mucho de las historias que surgirán en la trama, para conservar el suspenso, solo diremos, que se combina de manera muy inteligente, un tema complejo y en cierto punto triste, como el de la migración, con el humor, el grotesco y el clown, quitando dramatismo a una cuestión, que envuelve tantas emociones y sensaciones encontradas.










Vayamos ya a hablar de los protagonistas de la obra. que son quienes le dan verdadero sentido al texto. Realmente las actuaciones son parejas por lo buenas y todos encuentran espacio para su lucimiento, además por la estructura dinámica que tiene la puesta, cada uno además de llevar adelante su personaje, desdobla otros, ya que todos participan en las diferentes historias que se irán contando.

Corriendo el riesgo de ser injustos, ya que todas las interpretaciones son realmente buenas, nos gustó  en especial el trabajo de Mariana Maciel, la actriz argentina, con un tono tanguero / arrabalero muy logrado y con un histrionismo a flor de piel, nos hará recordar las crisis que desde hace tantos años sobrevuelan a nuestro país, la corrupción de los políticos, entre otros temas. Magnífica trabajo de una carismática Mariana, aportando belleza y encanto a la noche.

La otra presencia femenina y también muy destacada, es la de Olivia Torrez, la actriz boliviana, a quien recordábamos haber elogiado el año pasado, por su participación en Los Deseos, Muerte y Redención Cumbiera ( flor de título ), donde desde un personaje bien diferente, también se hacía referencia a la discriminación. En este caso, su personaje tendrá una paradoja para resolver. Ya que en La Paz, dejó a su hijita chiquita y llegó a España, para cuidar a la hija de una madre española, algo que suena contradictorio en su interior. Una actuación muy sentida la de Olivia.










Por el lado masculino, nos encantó la tonada y el estilo del colombiano Juan Prada, por su lado el chileno Cesar Riveros, muestra su carisma y presencia escénica en cada intervención. Muy buenos trabajos de ambos. Resta mencionar, al ecuatoriano Paul Criollo, con su sufrida historia, que lo obligó dejar Quito y a su rebelde hijo, cerrando con el juvenil Vladimir Chrony, que representa muy bien a su México querido.

Todos los protagonistas, encuentran el espacio adecuado para el lucimiento individual y al mismo tiempo siempre aportan para el conjunto, siendo una obra que les exige estar siempre atentos y en movimiento, ya que en todo momento están en escena, al mismo tiempo.

La puesta que nos propone Greta, es vertiginosa, loca por momentos, con una buena dosis de teatro físico y coqueteando a cada momento con el grotesco y siempre invitando a volar con la imaginación. La escenografía es despojada, apareciendo algunos objetos, para acompañar el relato, como esas valijas de todo tipo y tamaño, que desfilan por el escenario y tanto nos remontan a viajeros, que tienen la imposible misión de tener que condensar en solo 23 kilos, gran parte de su vida, para llevarlos consigo. Rubros a destacar, son el vestuario de Magda Banach, fundamental para las muy buenas caracterizaciones, al igual que el maquillaje de Gabriela Palazzo, que también luce mucho, en los rostros de los protagonistas.










Párrafo especial para la música en vivo de Laura dos Santos, una verdadera banda de sonido, tocando gran cantidad de instrumentos y musicalizando la puesta, con una entrega absoluta, ya que no para desde que arranca la obra. Como puede apreciar el lector, si bien la puesta, tiene un vértigo y un ritmo loco, que por momentos abruma, detrás de ese supuesto caos, podemos observar como se cuidan todos los detalles.

Es una experiencia muy gratificante la que nos regala Migrantes, ya que nos permitirá reflexionar sobre un tema del que poco se habla en teatro, pero siempre apostando al humor y a lo lúdico, que no hay dudas, es una excelente manera de entrar a los temas profundos que toca la obra. La dualidad del tema, es evidente, de un lado podemos colocar al desarraigo, la nostalgia, la discriminación y lo difícil que resulta muchas veces adaptarse a un cambio tan radical. Pero del otro lado, tenemos la noble búsqueda de nuevos horizontes, la chance de conocer nuevos mundos y culturas, vivir las experiencias que solo nos producen los viajes y experimentar esa sensación de libertad y trascendencia, que provoca abrirse nuevos caminos, dejando atrás al fijado de antemano.










Migrantes, es una obra que por su composición, recorre los escenarios de diferentes países, habiendo recibido ya varios premios y reconocimientos. El año pasado tuvo un breve paso por el Teatro del Pueblo y ahora retorna con fuerza renovada a Buenos Aires, a una sala como Espacio Callejón, que es vanguardia en el teatro independiente. Por eso no sorprende, que desde su estreno, viene agotando las localidades con varios días de anticipación, lo que le augura una temporada muy exitosa.

Ya dijimos mucho, solo nos queda recomendar Migrantes, sin dudas se van a sorprender con esta creativa propuesta con acento latinoamericano, que toca un tema de gran actualidad en nuestra sociedad y también nos invita a repensar nuestra postura ante el inmigrante, alentándonos a tener la mente abierta y dejar de lado nuestros prejuicios.




Pensador Teatral.



lunes, 10 de febrero de 2020

Lorca

Dramatizado y musicalizado por Joel Minguet.









Lunes y Viernes 21 hs en Teatro Pan y Arte ( Boedo 876 ) 

Llega desde España, este entrañable espectáculo, de la mano del actor y músico catalán Joel Minguet, que nos ofrece un hermosa semblanza del célebre poeta y dramaturgo granadino Federico García Lorca, miembro de la mítica Generación del 27'. Considerado el mayor referente de la literatura española, es autor de obras de teatro de enorme trascendencia, como Bodas de Sangre, Yerma y La Casa de Bernarda Alba, por mencionar solo algunas de ellas.

García Lorca, marcó toda una época y en la actualidad es reconocido como el poeta español más leído de todos los tiempos. Minguet pone el foco en los años de juventud de Federico, etapa en la que vivió en la Residencia de Estudiantes en Madrid y conoció a figuras de la talla de Salvador Dalí, Luis Buñuel, Miguel de Unamuno y Manuel de Falla. El autor reconoce, que su interés no era presentar un trabajo biográfico del poeta, su idea era dar a conocer a Lorca, desde lo emocional, poniendo el acento en sus pasiones, en los dictados de su corazón y ya lo afirmamos, logró con creces aquel objetivo trazado.









El proceso creativo de Joel, llevó más de un año y medio de trabajo e investigación. Tenía en la mente, hacer algo sobre Lorca y fue así entonces como comenzó a conseguir información de su trabajo y su persona, leyó libros, poemas, dibujos, correspondencias y otros materiales que lo fueron adentrando en la persona del poeta. Con una buena base conocimiento, arrancó un viaje en moto, con su guitarra a cuestas, recorriendo lugares donde había estado Federico en su juventud . Hizo campamento base en Cadaqués, un pueblito de Catalunya, la tierra de Salvador Dalí, el fantástico pintor, con el que Federico, conociendo detalles muy interesantes, de esta fuerte amistad, que unió a estos dos verdaderos genios del arte.

Empapándose de la  intimidad de Lorca, fue llegando a su corazón y fue allí, donde nació este hermoso y sensible proyecto, que tiene música, poesía y teatro, en las dosis adecuadas, desfilando a lo largo del espectáculo, algunos de sus poemas más reconocidos, a los que Minguet con enorme talento les puso música. A lo largo de la noche, aparecerán anécdotas, cartas y monólogos del gran Federico, presentado todo ello, con una sensibilidad y una poesía, que el espectador agradece.









La puesta que nos propone Joel, es íntima, minimalista, casi en penumbras, con algunas velas que iluminan escasamente el escenario, creando el ambiente ideal, para narrar una historia llena de magia y hecha con mucho corazón, donde ejerce el rol de narrador, sin caer en la tentación de ser Lorca el mismo, su misión es prestarle la voz al autor granadino y lo hace de manera magistral.

La prestación de Minguet es fantástica, creando como de manera artesanal, la atmósfera apropiada, para que el público ingrese al mundo de Federico. Atrapa su cadencia en el relato, sus diferentes tonos de voz y esa manera en que transmite las alegrías y los momentos tristes que vivió Lorca, pasando por el trágico momento de su muerte temprana.

La musicalización de los textos fluye con armonía. Volcado a la actuación en los últimos años, Joel se reencuentra con la música en este espectáculo y puede mostrar aquí todo su talento, con la guitarra, instrumento que toca desde los ocho años y lo hace de manera soberbia. Los conocedores de la materia, reconocen la influencia de Paco Ibañez aquí, algo que emociona a nuestro protagonista, ya que su padre fue su representante.











El público disfruta enormemente del espectáculo y logra una conexión total con Joel, algo que sin dudas emociona, ya que se logra un clima de intimidad y complicidad, que muy pocas veces se consigue. Es la primera vez que Minguet, que tiene abuela mendocina, está en Argentina, traído en este caso por Guillermo Ghio, productor del espectáculo y su amigo, pero estamos seguros que no será la última, ya que además de la química que logró con los espectadores, agotó localidades en cada una de las presentaciones y tuvo que agregar funciones debido a la gran respuesta del público.

Hemos vivido una noche mágica y plena de poesía en el Pan y Arte, gracias al talento y la entrega de este fantástico artista catalán llamado Joel Minguet, que nos regaló una bellísima semblanza del mítico poeta granadino. Quedan pocas funciones programadas en Buenos Aires, ya que la obra sale de gira por el mundo, por eso para quien tienga la posibilidad les recomendamos no se pierdan este hermoso viaje hacia el corazón del gran Fedérico Garcia Lorca, que llegó desde España, para enaltecer a nuestro teatro independiente.




Pensador Teatral.


viernes, 7 de febrero de 2020

Todo lo Posible

Dramaturgia y Dirección de Lorena Romanin.









Viernes 20 30 hs en Espacio Callejón ( Humahuaca 3759 )

La sensible pluma de Lorena Romanin, nos presenta esta propuesta, que pone el foco en vínculos familiares, no del todo funcional,es, según la mirada tradicional, pero bien cercanos a la realidad que estamos viviendo, donde los mandatos familiares se ponen en duda y temas como la diversidad sexual y la rotura de paradigmas, están bien presentes.










El texto, al que podemos definir como una comedia dramática, tiene como una de sus mayores virtudes  tocar temas bien profundos, llegando a ellos con el humor como estandarte, jugando mucho con la ironía,  tratando siempre de descontracturar y distender situaciones de fuerte contenido dramático.

Contemos brevemente, algo del argumento, de Todo lo Posible, que ofrece varias aristas, pero siempre apuntando a los vínculos entra las personas. Uno de los ejes de la historia, es Daniel ( Marco Gianoli ) que es maestro en un jardín de infantes. Vive con su hermana Magui ( Salomé Boustani )  y el novio de ella, Alvaro ( Claudio Mattos ) . Completa el cuarteto de protagonistas, Eliseo ( Guido Botto Fiora ) que trabaja en el jardín con Claudio.

El amor, los prejuicios, las dudas, los deseos y también el desamor, serán parte de esos vínculos, en los que Daniel está enamorado de su amigo Eliseo, aunque no se anima a decirlo y tampoco a reconocer su elección sexual con su hermana, que a la vez no está atravesando un buen momento, en su relación con Alvaro, sintiendo internamente que la relación no dá para más, pero sin decidirse a ponerle fin, ya que nota que Alvaro la quiere mucho. Eliseo, a su vez, está en una encrucijada, por un lado, siente cosas por su amigo Daniel, pero no está seguro de avanzar con la relación, porque siente que también la gustan las mujeres.










La trama está muy bien presentada y cuando parece que lo anunciado bastará, para desatar el nudo de la historia, sucederá un hecho que cambiará todo. Alvaro luego de discutir con Magui, sale a la calle y tiene un accidente de tránsito, que le provoca lesiones serias, quedando postrado en una silla de ruedas y hasta allí vamos a contar, el resto lo descubrirá el espectador cuando vea la obra. Solo decir, que ese hecho modificará la lógica del hogar, que a partir de aquel suceso desgraciado, verá modificada su rutina y los pensamientos de quienes la habitan.

La dramaturgia se apoya en un elenco joven y muy sólido, que le dá ritmo a una puesta bastante particular, donde los actores por momentos dialogan entre ellos, para entrar o salir de cuadro, interactuando con la platea y coqueteando con el recursos del teatro dentro del teatro. En actuaciones muy destacadas, Marco Gianoli como Daniel, es quien a nuestro entender, se lleva los mayores elogios. Componiendo un personaje divertido, ansioso y con mucha chispa, será centro de atracción de la historia. Es la primera vez que vemos a Marco en escena y nos encantó su interpretación.










La otra gran protagonista de la historia es Salomé Boustani, como Magui, la única dama de la obra, que en un papel complejo, desarrolla una excelente composición. Algo más racional que su hermano, ácida por momentos, será en parte la mala de la película y se sentirá culpable por el accidente de su novio. A partir de aquel suceso intentará remendar una situación muy complicada. Muy bueno lo de Salomé. Y muy logradas las peleas entre los hermanos, contrapuntos que suenan muy reales y cercanos.

A la pareja de hermanos, los acompañan Guido Botto Fiora, como Eliseo. Aquí aparecerá como el invitado a la familia y a la casa. Invitado por Daniel, también mirará con cariño a la hermana. Guido es un excelente actor del off y desde este sitio, lo elogiamos muchas veces ya. Para quien no lo tiene presente, es uno de los protagonistas de Como si Pasara un Tren, exitosa obra de Lorena Romanin, que lleva cuatro años en cartel y sigue sumando reconocimientos. Aquí desde un personaje más secundario, vuelve a mostrar su enorme versatilidad.

Completa el elenco, Claudio Mattos, como Alvaro. Es el más serio de los personajes, el que sufre el desamor de su novia y quien deberá afrontar una vida de dependencia después del accidente. Es muy buena su composición. A Claudio, lo recordamos de su interpretación en Clara, otra entrañable obra del off, donde cumplía un papel bien diferente.










Sin dudas la historia escrita por Lorena, una dramaturga sensible a las realidades sociales, es muy interesante, siendo fundamental a nuestro entender, el muy buen elenco reunido para la ocasión, jóvenes actores con muy buena trayectoria en el off, que se notan comprometidos con la obra y la realzan, con muy buen trabajo en lo individual, potenciado en lo grupal.

La puesta tiene un dispositivo escenográfico original, ya la mayor parte de las acciones se desarrollan en una especie de calesita de madera, donde están subidos los que participan de la escena, mientras que los que no están involucrados, quedan en plano y serán los que hacen girar la rueda de manera manual. Cada espectador le dará su propia interpretación a aquella calesita, a nosotros nos recuerda a las vueltas que tiene la vida y a los diferentes ángulos, desde donde podemos ver las cosas que suceden, quedando al descubierto, como muchas veces, el vértigo de alguna situación nos puede terminar mareando.












Además, el mencionado dispositivo, permite que la disposición de las butacas, sea diferente en el Callejón, ya que además de la platea habitual, se colocan sillas a los costados del escenario, lo que permite cercanía con los protagonistas, reforzando además esa mirada diferente que podemos tener un mismo hecho.

En definitiva, una propuesta sensible y actual, la que nos acerca Todo lo Posible, que mediante el humor y la ironía, nos llevará a reflexionar sobre temas de la vida cotidiana, poniendo el acento principalmente en la complejidad de los vínculos humanos. Miedos, ansiedades, egos, culpas, secretos y amores se harán presentes. La obra nos hablará de la vida misma, de la mano de un texto muy lúcido y actuaciones superlativas, que confluyen para redondear una noche de muy buen teatro independiente.



Pensador Teatral.