Viernes 21 hs en Teatro El Extranjero ( Valentín Gómez 3378 )
Desde los Países Bajos, llega este obra escrita por la dramaturga holandesa Lot Vekemans y traducido al español por Ronald Brouwer, que nos presenta un texto profundo que se centrará en el reencuentro de un hombre y una mujer que vuelven a verse, luego de nueve años sin tener noticias uno del otro.
El lugar del reencuentro es particular, un cementerio y los motivos lo son más aún, deberán levantarse y trasladarse varias tumbas, debido a un derrame tóxico que se descubre en la tierra. Luego de unos minutos de suspenso, donde la mujer ( María Bestelli ) y el hombre ( Javier Pedersoli ) se tratan con frialdad, midiendo las palabras y sus emociones, se revelará que son una ex pareja separada ya hace casi diez años y que fueron citados, ya que una de las tumbas a trasladar será la de su joven hijo.
La dramaturgia está cuidadosamente construida y avanza de modo controlado, poco a poco, por eso no queremos develar demasiado en esta reseña. Solo diremos que Tóxico, nos hablará de las ausencias y las pérdidas. Como reaccionamos ante una tragedia tan grande, como la inesperada pérdida de un hijo, es uno de los grandes interrogantes que presenta la obra. Podemos manifestar nuestro dolor ?? O más bien nos cerramos con él ?? Y que sucede con nuestro entorno ?? Podemos atenderlo o el dolor es tan grande que no reparamos en nada ??
La pieza es profunda, sin caer en exageraciones, con una trama que invita a la reflexión y nos muestra como la vida muchas veces nos tiene reservados golpes fulminantes, para los que nunca podíamos estamos preparados y la reacción ante esa adversidad extrema, es humana e imperfecta. Reaccionamos como podemos y no como queremos. Vivimos momentos de oscuridad y confusión, en los que queremos desaparecer y retomar luego el camino de la normalidad, puede resultar más complejo de lo que se imagina.
La obra presenta un duelo actoral estupendo entre Mara Bestelli y Javier Pedersoli. Ambos realizan magníficas composiciones de sus personajes, cargados de sensibilidad, pero evitando el dramatismo artificial, consiguiendo un aire de realismo, que debemos resaltar. Mara trata de ocultar sus heridas, pero tiene el dolor dibujado en su rostro y se nota que no ha logrado superar la pérdida de su hijo primero y de su esposo después. Dos golpes muy duros. Transmite la angustia de su personaje de manera soberbia.
Pedersoli dá vida a un personaje, que intentó superar el dolor y en parte puedo rehacer su vida, pero al mirar para atrás queda claro, que aún quedan muchos cabos sueltos en su cabeza. A Javier recordamos haberlo elogiado mucho en su interpretación en Clara, entrañable obra del off y aquí volvemos a verlo en una destacada interpretación, mostrando su presencia escénica y un aplomo, que le dá mucha credibilidad a su personaje.
Como se dice muchas veces, el texto puede ser muy bueno, pero si no se encuentran los intérpretes adecuado, las buenas intenciones pueden quedar a mitad de camino. En este caso ocurre todo lo contrario, las excelentes actuaciones de Bestelli y Pedersoli, realzan y agregan valor a la dramaturgia.
Es importante también para buen resultado final, la acertada dirección de Pablo Di Paolo, que sin caer en golpes bajos, logra darle realismo al texto, con una puesta minimalista, donde son pocos los elementos que acompañan a los protagonistas ( los necesarios ), quedando claro que se privilegia la palabra.
En definitiva disfrutamos de una estupenda noche teatral, de la mano de un texto sensible y profundo, que indaga sobre las pérdidas y nos muestra como la vida después de una fatalidad, ya no será igual y las personas se convierten en sobrevivientes, que buscan sobreponerse a un dolor y a una angustia, que resultan insoportables.
Recomendamos Tóxico, una propuesta muy valiosa que llega desde Holanda, presentando un duelo actoral magnífico, que nos invita a reflexionar acerca de las verdaderas tragedias que nos acechan en silencio y si llegan a aparecer cambian nuestras vidas para siempre.-
Pensador Teatral.