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martes, 28 de junio de 2022

Rota

Dramaturgia de Natalia Villamil. Dirección de Mariano Stolkiner.







Sábados 20 hs / Martes 20 30 hs en Teatro El Extranjero ( Valentín Gómez 3378 )

Antes de ver la obra, sabíamos que estábamos en presencia de uno de los sucesos teatrales del año, con gran repercusión en la prensa y lo que más valoramos nosotros, el boca a boca funcionando a pleno, habíamos recibido numerosos comentarios de gente del ambiente, que nos recomendaban la pieza y no podían creer que todavía no la habíamos visto, algo que podíamos explicar fácilmente, comentando que desde el estreno, la pieza viene agotando funciones con varias semanas de anticipación.

Al finalizar la función, nos quedamos con la certeza, de que aunque veremos muchas obras en lo que resta del año, será muy difícil que Rota, quede afuera del podio de las mejores obras del 2022. Semejante afirmación puede ser hecha, porque aún seguimos conmovidos por la crudeza de un texto desgarrador escrito por Natalia Villamil, la potencia de la puesta que propone Mariano Stolniker y principalmente por la descomunal composición de Raquel Ameri, con una entrega que conmueve.







Y de que nos habla Rota ?? Principalmente del profundo dolor de una madre que no puede superar la muerte de su hijo. Está sola, desesperada y además siente culpa por no haber actuado diferente. Si esa noche maldita, ella le hubiera abierto la puerta, tal vez la tragedia se hubiera podido evitar, aunque si pudiera pensar con claridad, algo que en el estado de trance en el que se encuentra es imposible, se daría cuenta que el final estaba escrito de antemano y que si el drama no era esa noche, hubiera sido cualquier otra.

Cómo se puede seguir adelante en la vida después de semejante tragedia ??? En el barrio donde vive, los vecinos la evitan, se cruzan de vereda cuando la ven. Dicen que está loca y eso la enerva. No se dan cuenta que es una madre que está herida, devastada y necesita explicaciones, saber como fueron los últimos instantes de su hijo. Y para ello, tendrá que visitar la comisaría y rogar que el cabo de turno se apiade de ella y le cuente como fueron esos minutos finales.






El estupendo texto de Natalia Villamil, tiene entre muchas virtudes, presentar la historia de a poco, no ofrece toda la información de entrada. Irán apareciendo piezas y el espectador con las mismas, irá armando la historia completa. Claro ejemplo de esto, es que el comienzo del relato, sabemos que la protagonista llora la muerte de su hijo. Promediando la historia sabremos que se suicidó, ante los ojos de la policía. Y casi sobre el final de la historia, tendremos la revelación del motivo que lo llevó a tomar tan drástica decisión, con lo que el rompecabezas de la tragedia cerrará de manera completa y se tomará real dimensión de lo sucedido.

Aquel espectador atento a la interpretación de Raquel o algún detalle de la escenografia, podrá intuír el desenlace, pero es un gran acierto que para llegar al mismo, haya que recorrer todo un camino, algo que contribuye a mantener el suspenso de un relato, conducido de manera magistral por la protagonista. Nosotros lógicamente, no vamos a adelantar más nada en cuanto a esta resolución, para que usted lector, lo descubra cuando vea la obra, que es sin dudas la intención de la autora, que escribió este texto tan crudo, como actual y pese a la dureza del mismo, supo poblarlo de metáforas e imágenes visuales, que enriquecen mucho, a una dramaturgia que no dá respiro.

Llega el momento de hablar de la gran protagonista de la noche, nos referimos a Raquel Ameri, una actriz de enormes recursos, a la que conocimos en Millones de Segundos, multipremiada obra del off, en la que interpretaba a un varón trans con síndrome de Asperger, realizando una composición tan conmovedora, que aún hoy la recordamos. Aquella interpretación, le valió ganar el Premio ACE 2010, como Mejor Actriz Teatro Alternativo.







Y luego de haberla visto en Rota, podemos aventurar que tanto la obra, como su trabajo, van a seguir la misma senda de premios. Raquel, aquí compone a una madre atravesada por el dolor infinito de haber perdido a su hijo. Su entrega es absoluta, solita ella subida a una tarima, nos hablará con el corazón desgarrado, de quien no encuentra consuelo. Ameri tiene una presencia escénica abrumadora, se abraza al texto con pasión y logra atravesar la cuarta pared con facilidad, mirando a los ojos al espectador, caminando entre las butacas y casi pidiendo un abrazo que le quite el enorme peso de las penas que lleva sobre sus hombros. Simplemente, es fantástica composición de Raquel.

Otro punto muy alto, es la puesta que propone Mariano Stolkiner, el director artístico de El Extranjero, que viste de gala a su sala, pudiendo concretar un proyecto que tenía desde hace años, como ser poder dirigir a Raquel en un unipersonal. Y los resultados están a la vista. Su puesta, realmente sorprende por la potencia, con el destacado diseño lumínico de Julio López, jugando con las luces y la oscuridad, un logrado de diseño escenográfico de Magalí Acha, dando el marco a una puesta que tiene un muy buen componente musical, comentario al pie, que lindo suena el himno de Rata Blanca. 

No queremos adelantar más de la trama y adrede omitimos comentar un hecho muy importante del argumento, que como dijimos el espectador descubrirá a medida que la trama avanza y desnudará una problemática, muy presente en nuestra sociedad, como la violencia de género, analizada desde un punto de vista, que no suele tenerse en cuenta.






Solo nos queda recomendar Rota, que como dijimos en un principio, seguramente tendrá reservado un lugar entre las mejores obras del año y tendrá un largo recorrido, por escenarios de todo el país. Siempre provoca una sensación de placer, descubrir alguna obra, que sabemos perdurará en el tiempo y en la mente de los espectadores que la vieron, que de ninguna manera quedarán indiferentes con esta impactante propuesta.

Y todo esto se logra, gracias a ese triangulo virtuoso, conformado por la dramaturgia impactante de Natalia Villamil, la dirección de Mariano Stolkiner y la fantástica interpretación de Raquel Ameri, que resulta un privilegio para los espectadores que colmaron la sala y al final de la función, luego de recobrar al aliento, darán su veredicto con un emocionado y prolongado aplauso, como broche de oro, por la gran noche de teatro independiente vivida.



Pensador Teatral.



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