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lunes, 28 de abril de 2025

Maldito Desierto

Dramaturgia y Dirección de Bernardita Epelbaum.







Lunes 20 30 hs en Casa Teatro Estudio ( Guardia Vieja 4257 )

Se está volviendo una sana costumbre, llegarse hasta Casa Teatro Estudio y sorprenderse gratamente, por alguna propuesta que escapa de lo que el teatro ofrece normalmente en su cartelera. El espacio brinda una atmósfera íntima y hogareña, que permite al espectador sumergirse en las historias, como si estuviera en el living de su casa, rodeado de amigos, mientras las cosas suceden.






Lo primero que queremos decirles, es que Maldito Desierto, no tiene un argumento lineal y ese es una de sus principales virtudes. El espectador será partícipe de una experiencia sensorial, en la que será testigo de diferentes actos, unidos con un mismo hilo conductor, que disparará diversas interpretaciones en el público. Las conclusiones no serán uniformes y en lo que vamos a percibir, mucho tendrá que ver la manera en que nos preparamos, para lo que se viene. Nuestra recomendación, es liberarse de prejuicios, no intentar racionalizar mucho y simplemente entregarse, al viaje sensorial que nos traen las protagonistas, ya que será algo tan delirante, como reconfortante.

Y cuál es el hilo conductor nos preguntarán ?? El argumento en común en los diferentes cuadros será el llanto. Porque lloramos ?? Es posible llorar en cualquier lugar ?? Recordamos cuantas veces lloramos en la última semana ?? Está mal que lloremos ?? Esos son algunos de los interrogantes, que aparecerán como lágrimas salpicando la escena. Habrá también un repaso de canciones que nos hablan del llanto y más cositas. Pero la obra no se reduce a ese tema ni mucho menos, si bien puede ser el hilo conductor, la obra atraviesa otras emociones y estados de ánimo.






Ya en tren de interpretar, quien les habla vé cuatro amigas reunidas, que se reúnen para hacer una especie de catarsis emocional y para hablar a través de sus cuerpos. Si, acá más que nunca podemos afirmar que las actrices hablan con sus cuerpos y con diversas partes del mismo. No queremos contar demasiado, ya que la sorpresa es un capital muy importante que tiene la obra, pero vamos a adelantar algo que les costará creer. Las cuatro jóvenes actrices, tienen largas cabelleras y el pelo será un factor importante, ya que las chicas, actuarán y harán música con sus pelos. Si, si, leyeron bien, pero para entender de que hablamos, van a tener que ver la obra, porque no vamos a spoilear más.

Maldito Desierto es una propuesta cargada de poesía, con un alto componente creativo y donde el teatro físico juega un rol fundamental. Los cuerpos de las actrices son protagonistas, bailan, corren, ejecutan curiosas y coordinadas coreografías, cantan, tocan la guitarra, nos cuentan historias de animales, se revuelcan por el piso y por supuesto lloran. En este párrafo, queda claro, que la obra es una bella caja de pandora, donde todo puede suceder, así que les recomendamos vayan preparados para viajar con la imaginación, junto con las protagonistas y como dijimos antes, simplemente deben abrir la mente a la experiencia.

Tiempo de hablar de las protagonistas de la obra. Las cuatro actrices son muy jóvenes, con una energía muy arriba  y con unas ganas que se amplifican  en el cubo de madera que es la acogedora sala de Casa Teatro Estudio. Arranquemos por Bernardita Epelbaum, la autora y directora, que además es protagonista de esta idea loca, que nació desde cero y de manera colectiva, se fue completando hasta el todo que es ahora la obra, que seguramente no es exactamente igual en cada función. La participación de las cuatro actrices, como un conjunto, es fundamental. Volviendo a la artífice del proyecto, Bernardita es muy expresiva y su enrulado pelo, tienen muchas ganas de hacer cosas. Además a ella y a sus compañeras, se las nota contentas, divirtiéndose en escena y esto es algo que se transmite al público.








Debemos mencionar a Delfina Oyuela, que parece la más seria del grupo, le cuesta llorar y con guitarra eléctrica en mano y su bella voz, dibujará bellos momentos musicales. Sigamos con Eva Palottini, que además de regalarnos su bella sonrisa, nos hablará de osos y de vacas, siendo protagonista además, de una escena tan gutural, como osada, que no pasa desapercibido. Muy bello trabajo de Eva. Gisela Baiardo, es la más corporal de las cuatro y la que más habla con su cabello, super expresiva y con mucha plasticidad. Nos gustó mucho su interpretación. Vale aclarar, que las cuatro protagonistas, se entregan por completo, con un derroche de energía que seguro les hace perder algún kilito por función.

La puesta resulta atractiva y por momentos desconcertante para el público, que a medida que la trama avanza. trata de imaginar, cual será la próxima locura que verá en escena. Como dijimos antes,  hay un componente musical importante en una obra, que es puro movimiento, con bailes y muchas coreografías. Queremos destacar el diseño lumínico de Mariano Basile, que juega mucho con la oscuridad y colabora con el ambiente íntimo que tiene la trama, siendo la sala también factor para ello.






Y hasta aquí vamos a contar, Maldito Desierto, es una propuesta juvenil y muy original, recomendada para público de mente abierta, que ya tiene claro que no irá a ver una obra tradicional. Si lo pensamos, la cartelera está llena  de obras tradicionales y aquí se van a encontrar con una experiencia sensorial diferente, a la que debemos entregarnos y dejarnos llevar, para disfrutar de las coreografías, la música, los llantos y el movimiento de esos cuatro cuerpos que en algunos momentos parecen enajenados.

Desde este sitio, siempre apoyamos aquellos espectáculos que arriesgan  y se animan a salir de la zona de confort, buscando interpelar al espectador y mostrando que el hecho teatral, puede tener diversas manifestaciones y muchas veces el lado de esa cara que aparece, aunque no lo imaginamos, logra conmovernos. Por todo lo mencionado, los invitamos a que descubran esta experiencia sensorial, junto a este grupo de jóvenes actrices, que nos entregarán sus llantos y pondrán sus cuerpos en movimiento, para que cuando pasemos por ese desierto, que todos alguna vez deberemos atravesar, podamos tener nuestros sentidos listos, para descubrir todo lo bello que allí se esconde y que pocos tienen la capacidad de ver.


Pensador Teatral-





sábado, 26 de abril de 2025

Hamlet de Patagones.

Dramaturgia y Dirección de Analía Tarrio Lemos.




Sábados 20 30 hs en Itaca Complejo Teatral ( Humahuaca 4027 )

Una obra potente y movilizante, es una buen título para Hamlet de Patagones, opera prima de Analía Tarrio Lemos, que pavada de texto se buscó para su debut como dramaturga, eligiendo partir de la tragedia shakespereana, que tiene como protagonista al célebre Príncipe de Dinamarca, para acercarnos una historia de diferentes capas, que entre muchos tópicos tratados, pondrá el foco en la educación pública, para desmenuzar diferentes componentes de la argentinidad, el falso nacionalismo, la xenofobia e incentivar la mirada crítica para cuestionar algunos aspectos de nuestra idiosincrasia y pensamientos, que muchos consideran sagrados, sin admitir opinión contraria.






Uno de los grandes desafíos de Analía, es traer la célebre tragedia isabelina desde tierras nórdicas hacia los confines del fin del mundo y realmente lo consigue, con una historia que con muchas referencias y guiños de la obra de Shakespeare, consigue un texto donde la argentinidad, costumbres, rituales y toda la simbología patria, aparece en primer plano, gracias a la acción de la educación pública, fundamental para la formación de nuestros jóvenes, pero que debemos monitorear, porque a la vez puede convertirse en una herramienta peligrosa, si los que la conducen, la eligen como un medio de adoctrinamiento, transfiriendo valores como si fueran verdades absolutas, sin margen para un mínimo cuestionamiento. Y precisamente una de las principales virtudes de la obra, es invitarnos a reflexionar y a cuestionar algunos conocimientos que se transmiten como verdades incuestionables.

Yendo a la historia que veremos en la sala mayor de Itaca, las acciones se desarrollarán en una escuela situada en la Ensenada de Patagones, un recóndito paraje fueguino, en el mismísimo fin del mundo. Allí hay una escuela, la más austral del país, que con un solo alumno en la nómina, mantiene una estructura activa, con el personal que permite su funcionamiento, haciendo frente a las inclemencias de un clima hostil, caracterizado por un frío helado y un viento que cala los huesos. Sin dudas que es una institución muy importante en la región y toda una referencia, ya que además de cumplir con la función educativa, con su presencia está haciendo patria.






Y será allí a donde llegará Hamlet ( Lucas Krutnik ) , un alumno de intercambio proveniente de la lejana Elsinor, Dinamarca. Las autoridades de la escuela están revolucionadas, la llegada del extranjero es todo un acontecimiento. Saben que las miradas de todo el aparato educativo de la provincia, estará enfocada sobre ellos en las próximas semanas. No pueden dar un paso en falso, deben asegurarse que el foráneo, reciba en el tiempo que dure su estadía,  el conocimiento adecuado, conociendo nuestras costumbres y tomando  un curso acelerado sobra cultura nacional, conociendo todos los aspectos que todo alumno, cualquier sea su origen, tiene que adquirir de manera obligatoria.

La hospitalidad inicial con el recién llegado durará muy poco. El extranjero pronto será mirado con desconfianza, por las autoridades educativas, que tiene la escuela, que cuenta con una directora ( Natalia Hermosa ) , un secretario administrativo ( Fernando Naval ) , una maestra ( Brenda Paluffo ) y un díscolo inspector ( Martín di Paola ), todos ellos para solo un alumno ( Irvin Meza ). La falta de información sobre el origen del alumno llegado de Dinamarca, provoca la sospecha inmediata del secretario, que rápidamente transfiere a los demás, que llegan a la conclusión que Hamlet,  viajó hacia esos confines australes, por algún motivo espurio, posiblemente escapando de algún crimen, que intentarán descubrir, pero sin dudas es una amenaza para todos y deberán tratarlo con mucho cuidado.






La única que lo recibe de buena manera es Ofelia, nombre que no casualmente tiene la maestra, que se muestra ansiosa por compartir el programa educativo con el recién llegado, sintiendo además una atracción por el mismo, ya que se nota que Hamlet, es una persona muy culta, políglota y con una visión muy filosófica del mundo. Los días del extranjero en la Patagonia, no serán sencillos, en especial por el mal recibimiento que le dá Moreno, el otro alumno de la escuela, un criollo originario de aquellas tierras, que se muestra especialmente hostil, ante la amenaza del extranjero.

La obra tiene reservadas muchas sorpresas y no queremos revelar demasiado, para que se sorprendan como nosotros. Si vamos a decirles, que durante el desarrollo de la historia, quedará al desnudo, la burocracia del sistema educativo, la falta de recursos de la escuela pública y las internas que reinan en todos los grupos humanos. Las clases se verán acotadas, por los ensayos para un acto al que asistirá, el mismísimo gobernador, por lo que seremos testigos de algunos momentos musicales y desopilantes. La obra tiene un aura de grotesco y de fina ironía que iluminarán la trama, que además tendrá momentos dramáticos y violentos, no debiendo olvidar el espectador que estará presenciando una versión particular de una obra de Shakespeare, que como tal, tendrá la tragedia siempre a la vuelta de la esquina y nos mordemos la lengua.





Momento de hablar del elenco reunido para la ocasión, que realiza un excelente trabajo, ya que la obra no es sencilla, es extensa y tiene largos parlamentos, además de tener una dramaturgia que requiere a los actores, recorrer diferentes registros emocionales, pasando por el drama, el humor y el grotesco, de manera casi constante. Son seis los actores es escena, muy parejos todos, con composiciones logradas y teniendo todos espacio para el lucimiento.

Arranquemos por Lucas Krutnik, Hamlet, el extranjero, el que llega a estas tierras, con la esperanza de escapar de su infierno y ser recibido por una tierra que lo abrace y le transmita sus conocimientos. La realidad es que aquí, no tendrá las cosas fáciles y será complicada su inserción, En la parte final de la obra, su personaje, sufrirá una fuerte transformación, que no vamos a adelantar, pero que permitirá ver toda su versatilidad. Estupenda composición de Lucas.





Irvin Meza, es Moreno, el alumno originario, que siente a diario la discriminación, tanto que ya parece resignado a tolerarla. Su personaje es complejo, acostumbrado a ser humillado, sin interés en conocer sus orígenes y no duda en seguir las directivas de quien lo somete a diario, desatando su lado más cruel y violento con el extranjero, algo que si se analiza en profundidad puede entenderse. Muy buen trabajo el de Irvin, con un personaje muy interesante, de varias capas, que deja mucho espacio para el análisis.

Vayamos a la autoridades escolares, arranquemos por Natalia Hermosa, la directora de la institución. Reconocemos en su personaje todas las características de algunas de las directoras que conocimos en nuestra carrera educativa, con el justo equilibrio entre la humanidad y el poder arbitrario que le otorga el cargo. Exquisita composición de Natalia. Fernando Naval, es otro personaje reconocible. Ceremonioso y con todo el componente burocrático que tiene su función, disfruta de ser el responsable de los temas administrativos, tan necesarios para que los engranajes educativos se muevan. Muy buena su caracterización.




Continuamos con Brenda Peluffo, como Ofelia, la maestra. El nombre, obvio es un guiño la autora y su personaje es también muy interesante, ya que al igual que el alumno, proviene de los pueblos originarios, pero ella si siente una conexión con la tierra y sus ritos, introduciendo en la historia el tema de la colonización. Su personaje muestra también un giro al final. Por último, resta mencionar a Martín Di Paola, como un exaltado inspector, que disfruta con su poder y la posibilidad de maltratar al otro. Con un histrionismo a flor de piel y una entrega total,  protagonizará momentos realmente hilarantes, componiendo un personaje muy divertido y festejado por la platea.

La puesta es muy atractiva, con varios puntos a destacar. Podemos empezar por el diseño escenográfico que presenta la pieza con mapas, pizarrones, escritorios y más elementos que nos hacen sentir una escuela. La escenografía irá mutando a lo largo de la trama, siendo los propios actores los que realizan los cambios. Muy logrado el vestuario, que caracteriza de muy buena forma a los personajes. La obra tiene un importante componente de teatro físico, los cuerpos de los actores se muestran preparados para ello y además destacamos los momentos musicales que tiene la historia, que le aportan frescura a un desarrollo que muchas veces es tenso.





Y hasta allí vamos a contar, nos gustó mucho la propuesta de Hamlet de Patagones, una obra original y valiente, que con la cubierta de reversionar la célebre obra de Shakespeare, se atreve a cuestionar el statu quo vigente, mostrando como la escuela puede ser una herramienta de adoctrinamiento y transmitir valores a libro cerrado, sin admitir cuestionamientos o dudas. Y de eso se trata la obra, de cuestionar, de poner la lupa en algunos aspectos de la argentinidad y de nuestra idiosincrasia, para dejar en claro que muchas veces, los hechos que se cuentan en los libros de historia, no siempre son la verdad de lo sucedido.

Recomendamos Hamlet de Patagones, una obra políticamente incorrecta, que jugando mucho con el grotesco y el humor, nos invitará a reflexionar sobre falsos nacionalismos, verdades heredadas, simbolismos huecos y pensar como muchas veces, esconder la basura bajo la alfombra, es la solución más sencilla que muchos eligen. De la mano de una dramaturgia inteligente, una puesta muy rica y excelentes actuaciones, la obra nos invita a pensar y a ver más allá de los límites establecidos, algo realmente valioso en estos tiempos de creciente crispación.


Pensador Teatral.





viernes, 18 de abril de 2025

Yo también soy Ofelia

Dramaturgia y Dirección de Victoria Mariconda.





Sábados 20 hs en Beckett Teatro ( Guardia Vieja 3556 )

Una original y potente propuesta nos acerca Victoria Mariconda, en su triple rol, de autora, directora y protagonista de Yo también soy Ofelia, unipersonal que con inteligencia y de manera bien artesanal, navegando hábilmente entre las aguas de ficción y realidad, pondrá el foco en la protagonista femenina de Hamlet, una de las tragedias más famosas de William Shakespeare.





En el arranque de la obra, la protagonista de la obra, emergerá de las aguas y con un discurso encendido, tendremos claro que la Ofelia shakespereana está ante nosotros. Pero a los pocos segundos, quien estará ante nosotros es Victoria, la actriz, que rompiendo la cuarta pared, confesará sus sentimientos y miedos, sobre aquella sufrida heroína de la tragedia isabelina, exponiendo sus deseos y contradicciones. Era un un personaje que la atraía mucho, con el que siente muchos puntos en común, pero al mismo tiempo quiere repelerlo, porque no quiere repetir su trágico destino.

La trama tiene un componente experimental muy alto, las convenciones teatrales están al descubierto y el público las acepta con agrado, ya que será testigo de una versión aggiornada y muy nuestra de la Ofelia conocida por todos, donde la sátira y las experiencias personales de la protagonista, se mezclarán con la desdichada vida de la amada de Hamlet. La figura del Príncipe de Dinamarca, como no podía ser de otra manera, estarán siempre dando vueltas, tomando las diferentes caras que fue adoptando en las relaciones reales de Victoria.





La obra tiene muchas sorpresas preparadas, tomando caminos que el espectador no imagina. No queremos contar demasiado, pero si les adelantamos que a lo largo de la obra, Victoria cantará, bailará, reirá y llorará, como parte un biodrama potente, que la tiene como protagonista, de un relato que a medida que la trama avanza, se irá convirtiendo en íntimo, generando una bella complicidad con el público, que siente empatía y reconoce a las Ofelias y a los Hamlet que conoció o conoce en su vida.

Vamos a dedicar un párrafo a la sanjuanina Victoria Mariconda que nos regaló una composición exquisita. Con una entrega absoluta, interpreta con el corazón, el texto que ella misma escribió. Mostrando excelentes recursos actorales, recorriendo los diferentes registros emocionales en segundos y con gran repentización, para pasar de Ofelia a Victoria en segundos. Se luce en la actuación, con su bella voz cantando y con coreografías muy bien ejecutadas. Además de ello, como dijimos antes, rompe en varias oportunidades la cuarta pared, dirigiéndose al público y hasta sentándose entre ellos, creando una atmósfera de intimidad que agrega mucho valor al encuentro teatral del que somos parte.

Un punto muy alto de la obra, es la puesta que presenta. Moderna y muy ambiciosa, consigue traer la tragedia shakespereana a estos tiempos, con muy buen uso de recursos audiovisuales y tecnológicos. Habrá proyección de imágenes en una pantalla gigante, cámara en vivo, testimonios grabados y mucho más, cuando les dijimos que la pieza tiene muchas sorpresas, no les mentimos. Además queremos destacar, el diseño escenográfico de Antonela Fucenecco, con ese especie de foso lleno de agua, en que Ofelia se sumerge más de una vez y también el diseño lumínico de Lucas Orchesi, con esa atmósfera oscura que predomina y marca el tono íntimo del relato.







Desde este humilde espacio, siempre destacamos y apoyamos aquellas propuestas teatrales, que se animan a salir de la zona de confort y arriesgan, sin miedo a tirarse a la pileta y este sin dudas es el caso de Yo también soy Ofelia, una creación bien original de Victoria Mariconda, que supo amalgamar varios elementos, para escribir un texto atrapante y llevarlo adelante, mediante una puesta irreverente, sensible, divertida y musical, entre otras características que van a descubrir ustedes lectores, cuando vean la obra.

Ya no queda mucho para agregar, solo recomendar que descubran ustedes, esta propuesta de altos valores creativos y absolutamente original, donde la autora, directora y protagonista, que en este caso son la misma persona, los invitará a que descubran a esta Ofelia que aparece en escena, para reconocerse un poco o mucho en ella o bien verse reflejados en los Hamlets que conocimos, en una velada teatral en la que se van a reír, emocionar y divertir, mientras alguien en la platea se come un chocolate Hamlet, celebrando que el teatro independiente, siempre tiene un capítulo nuevo, repleto de talento y creatividad para ofrecernos.


Pensador Teatral.





sábado, 12 de abril de 2025

El Arte de Esgrimir

Dramaturgia de Enrique Papatino. Dirección de Emiliano Samar.





Sábados 20 hs en Teatro del Pueblo ( Lavalle 3636 )

La dramaturgia de Enrique Papatino, rescata un hecho histórico y no tan recordado a estas alturas, como es el último duelo ocurrido en en nuestro país, que aconteció más precisamente en un quinta de Monte Chingolo, allá por 1968 y que tuvo como contendientes, por un lado al joven periodista Yolibán Bligrieri y por el otro al almirante Benigno Varela.






El militar se sintió ofendido por una nota del periodista en el diario zonal llamado Autonomía, en la que el periodista tildaba de traidor al militar, por faltar en su palabra de ser leal al presidente constitucional Arturo Illia, comportamiento indecoroso que Varela, según su opinión ya había mostrado también años atrás, algo que el periodista se encargó de aquella nota, que tranquilamente podría haber pasado desapercibida. Pero, seguramente algún allegado al militar leyó la nota, se la acercó y fue así como el militar sin perder tiempo y sin dudarlo, le mandó sus padrinos retándolo a duelo.

La institución del duelo fue traída a estas tierras por los españoles y era una manera bastante bárbara de dirimir pleitos y salvaguardar el honor. A lo largo de la historia, en Argentina hubo varios duelos, algunos muy recordados y trágicos, como aquel que involucró al Lucio V López, nieto del autor del Himno Nacional, que murió en el lance. Pero para finales de la década del 60, los duelos ya estaban prohibidos por la Ley, por lo que aquel encuentro, debía realizarse de manera secreta y clandestina, para que la policía no pudiera impedirlo. Fue así, como mañana del 3 Noviembre de 1968, el duelo se produjo, pero de eso nos ocuparemos más adelante.






El texto de Papatino, con gran habilidad, tomando como disparador aquel histórico duelo, dará un vuelta de tuerca, para poner el foco de atención, en imaginar lo que pudo haber acontecido, la noche previa al duelo, en la casa de aquel periodista. La dupla protagónica, será la encargada de anunciar que los hechos que verá el público son una ficción y que cualquier semejanza con la realidad es mera coincidencia. La presentación sorprende al espectador y lo prepara para ser testigo de una noche donde las tensiones y los filosos duelos verbales estarán a la orden del día.

Los protagonistas de la historia, serán Enzo ( Mateo Chiarino ) el periodista y Marcedes ( Yamila Ulanovski ), su mujer. Rápidamente nos daremos cuenta, que aquella pareja está en crisis, la rutina y la convivencia parecen haber consumido, esa fuerte atracción,  que los unió años atrás. Y la noticia del duelo, parece ser la gota que rebalsa el vaso. Mercedes no soporta el pensar que la charla de aquella noche, puede ser la última que tenga con su esposo, ya que si el resultado del duelo es contrario, en la mañana se convertiría en viuda. Enzo niega aquella posibilidad y asegura que él será el ganador de la contienda, aunque por las dudas . tiene tiempo de aclarar que dejó todos los papeles en orden.






La dupla actoral, se sacará chispas en escena, siendo dos verdaderos esgrimistas de la palabra, planteando ambos con vehemencia sus argumentos y sentimientos, rondando en el aire, la fatal certeza que el destino de la pareja, más allá del resultado del duelo, será la ruptura. Mercedes se siente relegada, no entiende que Enzo ponga todo en juego, solo por un tema de orgullo personal, sin importar sus ruegos. El periodista está en la disyuntiva, de tener que apostar por la pareja, renunciando el duelo o resignarse a perder a su mujer, con tal de mostrar su supuesta hombría y honor y no ser señalado como un  cobarde. Y hasta allí vamos a contar, la noche de la pareja será larga, con momentos dramáticos. espacios lúdicos y momentos de ácida comicidad. Para saber finalmente cual fue el futuro de aquella pareja y el resultado del duelo, deberán ver la obra, algo que sin dudas recomendamos.

Nos gustaron mucho los trabajos de Mateo Chiarino y Yamila Ulanovski. Mateo es un joven actor uruguayo, al que elogiamos muchas veces en este sitio, ya que tiene un carisma muy particular. Aquí se lo nota muy cómodo, dando vida a un Enzo combativo, que deberá dar muestras de sus destrezas dialécticas, para eludir los feroces embates de su compañera. Estupenda composición de Mateo, para un personaje que despliega las justas dosis de humor y dramatismo que su personaje pide.

Y que decir de Yamila, un verdadero torbellino. Dándolo a su Mercedes, una fortaleza y una combatividad que impresionan. Con gran personalidad, buscará todos los caminos para intentar convencer a su pareja del absurdo al que se estaba prestando y al mismo tiempo mostrando su furia, por no poder dar vuelta su elección, tratando de ocultar, el profundo miedo que la invadía, por las grandes chances de quedar viuda y perder a su gran amor,  ya que no perdía de vista, que el contrincante era un militar profesional, que debía tener un buen manejo de la espada. Nos encantó la interpretación de Yamila.






Y más allá de las estupendos trabajos individuales de la dupla protagónica, sus composiciones se potencian por la gran química que muestran entre ellos. Cerrando los ojos,  los espectadores parecen estar frente a una pareja verdadera que expone con crudeza sus problemas y reclamos, siendo esto una muestra de la credibilidad que tienen las interpretaciones.. La trama además tiene reservados momentos musicales realmente deliciosos, en los que los protagonistas, exhiben sus habilidades para el baile.

Tiempo de hablar de la atractiva puesta que logra Emiliano Samar, sacándolo el máximo provecho a un texto muy rico en matices de Papatino. Hay una gran ambientación de la obra a los años 60´, con un muy logrado vestuario de época de Sandra Ligabue, cabe mencionar también la justa escenografía de Carlos Di Pasquo, que genera el clima adecuado que pide un relato cargado de palabras apasionadas y filosas, solo interrumpidas por momentos musicales, que el público disfruta mucho.





Y hasta allí vamos a contar, El Arte de Esgrimir transita su segunda temporada de suceso, partiendo de un hecho histórico que por si solo, ya resulta atractivo, que pronto descubriremos será la excusa, para ser testigos privilegiados, de la vigilia que los integrantes de una pareja, transitarán en la previa de aquel inusual acontecimiento, con una enjundia y una pasión, tal vez aún mayor, que la que deberá tener el periodista, a la mañana siguiente para poder salir airoso del reto,  al que fue llamado.

Celebramos la idea de Enrique Papatino, de rescatar de nuestra historia, un dramático y pintoresco suceso que muchos seguramente desconocen, para teatralizarlo y ofrecernos una ficción atrapante, que tendrá al espectador en vilo en todo momento, gracias a una puesta potente y principalmente a la gran actuación de una dupla protagónica, que sacarán filo a sus lenguas, para regalarnos una distinguida noche de teatro independiente, que nos invitará a viajar en el tiempo, para confirmarnos que la sin razón y la estupidez humana, se mantiene inalterable a lo largo de la historia.



Pensador Teatral.



lunes, 7 de abril de 2025

Juramos No Morir de Amor.

Dramaturgia de Ana Rodríguez Arana. Dirección de Ana Alvarado y Laura Yusem.






Lunes 20 30 hs en Itaca Complejo Teatral ( Humahuaca 4027 )

Estamos en presencia de un interesante texto de Ana Rodríguez Arana, que propone el encuentro escénico de tres mujeres, que pertenecen a diferentes épocas y extracción y solo parecen tener en común  su condición femenina, aunque con el correr de la obra, veremos que esto no es así y los puntos de coincidencia serán muchos.





En el comienzo, veremos el profundo despertar de estas mujeres, en un lugar indefinido al que podríamos llamar limbo, ya que pronto descubriremos que las tres regresan de la muerte. La pieza, en ese arranque, genera un hecho fantástico, que atrapa al espectador, ya que toda idea de volver de la muerte es intrigante y más si podríamos conversar con pares, de experiencias recorridas, cuando estábamos bien vivos, con las emociones a flor de piel y las pasiones a pleno.

Las mujeres, luego de unos segundos de estudio, se presentarán y ahí los espectadores, descubrirán las identidades de estas tres enigmáticas mujeres. Frente a nosotros estarán Ana Mendieta ( Patricia Carbonari ), artista conceptual y escultora cubana, Lola Von Stein, personaje de ficción, surgido de una novela de Marguerite Duras e Inessa Armand, revolucionaria bolchevique, conocida además por ser la amante de Lenin, el padre de la Revolución Rusa. La autora. desde el arranque, comienza a jugar de manera hábil, entre realidad y ficción, debiendo el espectador de manera rápida, elegir la opción que le parece más veraz.






No queremos contar demasiado, para mantener la intriga, pero si podemos contar que entre las tres mujeres se generará una relación de confianza, creando un espacio íntimo en el que se sentirán cómodas, para contar parte de su historia de vida, poniendo el foco principalmente en la parte amorosa, resaltando su potencia y teniendo claro lo peligroso que puede resultar amar a alguien sin límites, siendo tanto el riesgo, que hasta podemos llegar a morir, como consecuencia de perseguir amor intenso. Y hasta allí queremos contar para no relevar mucho. Además del amor, otro tópico que estará muy presente, en el diálogo entre estas tres mujeres, es el de la muerte, ya que todas la experimentaron y tienen algo que decir, celebrando la posibilidad de contar con ese espacio.

Es momento de hablar de las muy buenas actuaciones que presenta la obra. Arrancando por Patricia Carbonari, a cargo de Ana Mendieta, acaso la más escéptica en relación a las bondades del amor, luciendo desconfiada y pesimista. En el final, cuando conozcamos más de su historia de vida, entenderemos el porque de su comportamiento. Natalia Pascale, es Lola Von Stein, que recurre a la sonrisa como antídoto para superar los sinsabores amorosos, sabiendo que lo mejor es fugar a tiempo, para no morir en el intento. Natalia, es una actriz joven, a la que elogiamos ya en muchas oportunidades en este sitio, con una energía muy especial y una gestualidad que siempre destaca y que acá encaja perfecto con su personaje. Nos gustó mucho el trabajo de Natalia.






Y para el final, dejamos a Ana Rodríguez Arana, la autora de Juramos No Morir de Amor, que además es una de las protagonistas y nada menos que en el papel de Inessa Armand, la militante bolchevique, luchadora de los derechos femeninos, pero que al mismo tiempo carga sobre si, el rótulo de haber sido la amante de Lenin. Hay algo contradictorio entre su pensamiento y su condición de amante ?? Ese será uno de los primeros debates que surgirán en la trama, pero no será el único. A nuestro entender, su personaje es el que más intriga genera en el público y la composición sentida y sensible de Ana, colabora mucho con ello. Encantadora presentación de Ana y creemos que no hay espectador que luego de ver la obra, no haya indagado en las redes, buscando más información sobre Inessa.

La puesta que presenta la pieza es minimalista, con un dispositivo escénico circular de Carlos Di Pasquo, que resulta muy funcional al relato. La música original de Cecilia Candia y los sonidos sutiles que acompañan los decires de las mujeres, le otorgan una impronta particular a la obra, así como el diseño audiovisual, marcado por imágenes que se proyectan en una pantalla al fondo del escenario, agregando valor a la original puesta.






La obra transita su segunda temporada en cartel, cumpliendo el objetivo de funcionar como un espacio en el que resalten las voces femeninas, sin importar el tiempo en que vivieron y el lugar  que ocuparon, se trata de mujeres que quieren compartir sus experiencias y en una especie de catarsis, gritar sus verdades acerca del amor, explorando sus límites, mientras la muerte se regodea muy cerca.

Disfrutamos la experiencia que propone Juramos No Morir de Amor, este conversatorio femenino, que nos permite conocer de primera mano, las historias de tres mujeres que vuelven de la muerte, para dejarnos sus pareceres y advertirnos del infinito poder del amor, que en ciertas ocasiones puede volverse destructivo. De la mano de un texto sensible y actuaciones distinguidas, la invitación está hecha, para que compartamos una estupenda noche teatral en Itaca, donde el amor es el principal invitado.


Pensador Teatral.