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sábado, 29 de abril de 2017

Inestable

Sábados 21 hs en Beckett Teatro ( Guardia Vieja 3556 )




Dramaturgía y Dirección de Andrés Caminos y Gadiel Sztryk.

La cita en esta noche de teatro, era para ver a los SUTOTTOS, este duo cómico que nació en el 2005 y lleva más de diez años sobre los escenarios, sumando prestigio y seguidores.

Ya muchos se atreven a llamarlos el nuevo fenómeno del off, sus presentaciones son con localidades agotadas y pudimos comprobar en la función a la que concurrimos, que quedó gente afuera con ganas de verlos.
Evidentemente algo especial, despierta este dúo, integrado por Andrés Caminos y Gadiel Sztryk, que además de lucirse sobre el escenario, son los que escriben sus propios guiones, que son muy elaborados y cuidados en cada detalle.




Ya de entrada, verlos con su corte flequillo, tipo taza, polera celeste y pantalón corto, causa ternura y empatía con el espectador, que los vé como dos niños adultos, que se quedaron en el tiempo.

En Inestable, su último espectáculo, la cuarta pared, se derriba  de inmediato, cuando León ( Gadiel Sztryk ) enfrenta con cara de terror a una sala llena, diciendo que lamentablemente la función no se iba a poder llevar adelante, ya que no estaban en condiciones de darla, ya que estaban paralizados del miedo y que en boletería les devolverían el importe de las localidades. El público ya sabe que vivirá una noche de un humor particular y se prepara para disfrutarla. Pero enseguida aparece, Cesar ( Andrés Caminos ) que razona que tal vez sea peor, no hacer la función y tener que volver a su casa, a una hora, que no era lo pensada originalmente, modificando el curso del destino, siendo esto el presagio de alguna tragedia, por lo tanto lo mejor era dar igual la función.

Con este disparador arrancará la noche y lo que viene será una sucesión de diálogos y acciones que van a generar las risas de la gente, que ya de arranque se compenetran con el espectáculo.




El espectáculo, girará en torno a los miedos que tienen los ser humanos, las fobias sociales, el temor a las catástrofes que pueden desatarse, ya sean naturales o la que puede producirse por no dejar una canilla bien cerrada, las fobias que todos tenemos y obviamente el miedo a las enfermedades y a la muerte, que siempre aparece en algún momento de nuestras vidas.

De una forma muy inteligente, los Sutottos logran exponer estas situaciones, en forma exagerada y desatando las risas del espectador, que se divierte con lo que vé, pero en el fondo, se estará riendo de si mismo, ya que en más o menos, todos nos vamos a sentir identificados con los que estos personajes tan graciosos, nos exponen.

Se nota muchísimo el entendimiento que tiene el dúo, producto de los años que vienen trabajando juntos, si bien siguen puntillosamente el guión, dejan espacio para alguna inporvisación, por ejemplo cuando la alfombra del piso se levanta. Se los nota muy a gusto sobre el escenario, se divierten y disfrutan con las risas del espectador, en un ida y vuelta muy interesante.

Tanto Gadiel, como Ariel, se destacan por su histrionismo, su asombrosa gestualidad, tienen también pasos de clown, ofrecen buenos momentos musicales, se producen diálogos deliciosos, provocando al otro, en una verdadera competición entre ellos, para ver quien es el más fóbico de los dos.




La escenografía es desprovista, los protagonistas se valen solo de algunos elementos sobre el escenario, un peluche, un viejo baúl y una sábana parecen alcanzan para acompañar la performance, la clave en el espectáculo está en la palabra y la manejan a la perfección.

En conclusión, una grata ocasión para nosotros, haber visto este nuevo espectáculo, de Los Sutottos, una dupla con mucha personalidad y que tiene una enorme virtud, como es el lograr que el espectador se ría, con un humor sano, que no recurre al doble sentido, ni a las groserías en ningún momento, un humor naif, que gusta y es el sello del dúo. Además de este humor saludable que señalamos, tienen otro mérito, al lograr que el espectador además de reírse y mucho en el espectáculo, cuando se vaya a su casa, reflexione acerca de lo que visto y trate de mejorar un poco su vida diaria, tratando de darle un enfoque más optimista y no dándole tanto espacio a los miedos que muchas veces nos acorralan y nos boicotean, tarea sin dudas muy compleja de conseguir, pero tomar conciencia de esto y pensarlo, ya es un avance.

Inestable, fue nominado a los Premios Estrella de Mar 2017, como Mejor Espectáculo de Humor, confirmando que Los Sutottos, se están ganando en base a su trabajo y su talento, un espacio y una notoriedad, que aumenta cada año.
Invitamos al espectador que aún no los conoce, a que se llegue un Sábado al Beckett, para reírse y descubrir el secreto, por el cual, Los Sutottos, se convirtieron en un verdadero fenómenos del teatro off.


Pensador Teatral.

viernes, 28 de abril de 2017

Descenso

Viernes 21 hs en Beckett Teatro ( Guardia Vieja 3556 )




Obra escrita por la Compañia Sudado y dirigida por Jorge Eiro.

Segundo trabajo de esta Compañia, que tras dos años de investigaciones, dieron vida a Descenso, una obra muy interesante y premiada como el espectáculo ganador de la 5ta edición del Premio ARTEI, a la producción del teatro independiente.

La historia, arranca en un sitio oscuro, una fábrica abandonada, donde encontramos a cinco personas, una de ellas sangrando profusamente. La situación es violenta y confusa,  discuten entre ellos, hay reproches, dinero tirado en el piso, se nota que algo de lo que habían ideado, no ha salido bien, deliberan sobre los próximos pasos a seguir  y no vamos a tardar mucho en descubrir,  cual es el motivo por el cual estas personas se encuentran allí.

Descenso, es la historia de un secuestro, el espectador es testigo privilegiado de la cocina de este delito, no vemos al secuestrado, solo lo escuchamos a lo lejos, intuimos su cautiverio, su sufrimiento, la acción se centra en el comportamiento alterado y nervioso de este grupo heterogéneo de personas, que se nota no son profesionales en el delito y cuando esto sucede, generalmente los resultados no son los esperados.




La tensión que se respira en la sala es absoluta, literalmente no vuela una mosca durante toda la trama. La obra que se desarrolla en un solo acto, deja sin aliento al espectador, que sigue con total atención, el desarrollo de la historia. La mimsa, no dá tregua en ningún momento y de la mano de una puesta en escena muy lograda, se logra una atmósfera asfixiante y claustrofóbica, que encaja a la perfección con la ambientación de un secuestro, que se respira en el aire.

El trabajo actoral, es excelente, se nota que hay un mucho trabajo previo, porque todo está perfectamente aceitado y fluye con un realismo pertutbador e inquietante.
Se remarcan mucho las diferencias sociales y de funciones , entre los personajes, por un lado tenemos a Federico ( Facundo Aquinos ), un ex policía y a Pichu ( Facundo Livio Mejìas ), enfermero, ellos son los más violentos, los brazos ejecutores del secuestro. Y por otro lado, tenemos a los cerebros del plan, Matìas (Cristian Jensen ) y Julia ( Melisa Hermida ), su esposa embarazada y entregadora , ademàs de Alfredo ( Alberto Romero ), un contador amigo de ellos, que no la pasa para nada bien.
Todos están desbordados y parecen estar arrepentidos de haber sido parte de esta plan.

No son profesionales, no se ponen de acuerdo en casi nada, el secuestro lleva ya varios días y los roces son cada vez más fuertes, La sensación de que todo, terminará de la peor manera, a medida que la trama avanza, se vá transformando, casi en una certeza.




Como señalamos, debemos destacar las interpretaciones de este elenco joven, que muestra un compromiso absoluto con la historia y una coordinación perfecta entre ellos, manejando muy bien los tiempos que marca el director y hasta desarrollando acciones paralelas, que obligan al espectador a estar muy atento, para no perder detalle.

Corriendo el riesgo de ser injusto con los demás, vamos a resaltar la magnífica interpretación de Facundo Aquinos, que dà vida a un Federico, con problemas en el habla, violento y con alguna deficiencia física. Un papel muy exigente, que Facundo resuelve es forma estupenda y con un lucimiento superlativo.
Resaltamos su labor, pero como dijimos todos cumplen en gran forma con sus papeles.

Como se puede apreciar, un enorme trabajo de Jorge Eiro, en la dirección de la obra, montando una puesta asfixiante que no dá respiros. Hay que destacar el muy buen diseño de luces de Lucía Feijoó contribuyendo al clima lúgubre y una destacada escenografía de Ariel Vaccaro, aprovechando muy bien el amplio espacio escénico que ofrece el Beckett, con un colchòn tirado, un bombeador con el que los protagonistas se resfrescan y una radio que en algún momento, tomará sorpresivo protagonismo, para darle una fecha exacta a la obra y para ser decisiva en el título que lleva la pieza.




No vamos a ser nosotros el que vamos a develar, que propala esa radio, invitamos a que sea el espectador el que lo descubra, cuando vea la obra, solo decir que será una excelente metáfora de la caìda que tienen los protagonistas a medida que avanza la trama y que ellos no serán los únicos, que ese día vivirán una tragedia. Un guión notable que ofrece la pieza y que sorprendará a los espectadores.

Como conclusión, estamos en presencia un excelente trhiller, Descenso es una obra muy fuerte, poseedora de un realismo salvaje y perturbador.
Una puesta intensa y de alto voltaje, con una dirección que pone especial foco en las actuaciones, que tienen gran espacio par el lucimiento.

Por todo lo comentado, queda claro que las menciones que tuvo la obra son absolutamente justificadas y el aplauso prolongado de los espectadores, que solo al final de la obra pudieron despojarse de la tensión que los envolviò durante toda la trama, confirma que estamos ante una original y muy buena propuesta, que merece verse.


Pensador Teatral.

jueves, 27 de abril de 2017

Las Palomas se mueren como todo el Mundo

Mièrcoles 21 hs en Teatro El Mètodo Kairos ( El Salvador 4530 )




Obra escrita por Zuleika Esnal y Dirección de Patricia Tiscornia.

Segunda temporada de este exitoso unipersonal escrito por Zuleika y protagoniza por ella misma.

La talentosa y joven actriz, que vimos lucirse el año pasado en El Hombre de la Nariz Rota, interpretando a Camile Claudel, demuestra que además de tener condiciones sobre el escenario, también las tiene como autora, dando vida a una pieza inteligente y potente como Las Palomas se mueren como todo el mundo, pavada de título eligió para su obra.

La historia se desarrolla, en un departamento caótico y desordenado, en que vive Paloma ( Zuleika Esnal ), que valga la ironía, encuentra un paloma herida en el patio. Este hecho banal, logra desequilibrar a la protagonista, que sin dudas no está muy equilibrada y que no sabe como reaccionar ante la inoportuna presencia de ese ave, que en vez de levantar vuelo, se la pasa aleteando el en piso de su patio,





La interpretación de Zuleika, es excelente, logra pasar en los cincuenta minutos que dura la pieza, por todos los estados de ánimo, la depresión, la excitación, la locura, la tristeza y muchos más y los transita, con mucha solvencia.
Con una enorme entrega actoral y física, por momentos provoca risas de los espectadores y en otros momentos los deja atónitos, con sus dichos y su comportamiento bastante desconcertante, en un pieza muy exigente.

A pesar de estar sola en el escenario, Paloma tiene compañia, ya que interactúa telefonicamente con la madre, con un amigo especial y hasta transitando una escena musical antológica con un cuadro de Diego Maradona, en un momento delicioso de la obra que celebramos.

En la obra, si bien predomina  un tono de comedia y de grotesco casi permanente, el texto tiene mucha profundidad, ya que trata temas de fondo, como el de la soledad,  los vínculos familiares rotos, la locura y de como muchas veces, las adicciones a los medicamentos, a la bebida o a las drogas en el peor de los casos, son la única y triste salida, que encuentran algunas personas para afrontar la triste vida que tienen.





Nos gustó mucho la puesta en escena que propone la directora, hay un excelente uso del diseño lumínico para marcar los diferentes momentos de la trama, una cálida escenografía y una muy buena musicalización, todo esto en su conjunto,  embellecen y mucho la puesta.

El histrionismo de Zuleika es notable, se la nota cómoda sobre el escenario, disfrutando el desarrollo de la obra y dando rienda suelta a todos sus recursos actorales.

Como conclusión, una saludable propuesta la de Las Palomas se mueren como todo el Mundo, una buena oportunidad, de poder descubrir a Zuleika, en su rol de joven autora, con un texto original y fuerte, confirmando su enorme talento como actriz y dejando claro que es una mujer intensa y que pone mucha pasión, en todo lo que encara,.

Y cuando se unen arte y pasión, se logran espectáculos, que nunca dejan indiferente al espectador.


Pensador Teatral.

martes, 25 de abril de 2017

Carmencita

Domingos 21 hs en Nun Teatro  ( Ramírez de Velazco 419 )




Obra escrita por Patricia Suárez y dirigida por Mariano Dossena.

La virtuosa pluma de Patricia Suárez, esta vez nos regala una comedia deliciosa, que con humor y mucha ironía, hará reir mucho al espectador, con un texto típico exponente de la vida pueblerina, en la que todos se conocen y todo se sabe, es la ley del pueblo chico, infierno grande. El año pasado disfrutamos de El Escorpión, otra obra de Patricia, que también se desarrollaba en el interior santafesino, indudablemente las historias de la infancia y los recuerdos familiares y de amigos de la autora , nutren sus relatos, para beneplacito de los espectadores, que podemos disfrutar de historias tan cercanas y tan entrañables, con las que nos identificamos muy rapidamente, porque las sentimos cercanas.

Carmencita cuenta la historia de dos hermanas que se reencuentran luego de un largo tiempo sin verse. El motivo del reencuentro, no es nada grato. La muerte de la madre de ambas, hace que la hermana menor, Rosario ( Diana Kamen ) vuelva a su pueblo natal desde la gran  ciudad, para dejar al menos unas flores en la tumba de su madre, ya que no llegó tiempo para el entierro.
La hermana mayor, Menena ( Graciela Clusó ), que vivía con madre y estuvo con ella hasta sus últimos instintos, no le dá una cálida bienvenida, todo lo contrario, tantos años de separación, hace que afloren los peores sentimientos entre las hermanas y durante largo rato, se pasan facturas de todo tipo y color.

Los diálogos son despiadados, se acusan de las peores cosas y cada una de ellas, tiene sus propios recuerdos de la infancia, parecen haber vivido vidas diferentes, porque sus opiniones se contraponen casi siempre. La exageración y la fantasía reinan en el relato y por momentos se hace difícil saber, cuando mienten y cuando dicen la verdad, porque ninguna quiere ceder a las ideas de la otra.
Hay una constante mirada al otro, al que se juzga y se lo mirá con recelo, hay mucha competencia entre las hermanas y la rivalidad ciudad-interior también se manifiesta.




La obra presenta actuaciones magníficas de la dupla protagónica, que se luce muchísimo con el texto de Suárez y con una dirección de Mariano Dossena que les dá un enorme espacio para el lucimiento.

La actuación de Graciela Clusó, como Menena es genial, dando vida a una mujer de modos brutales, con una gran dosis de crueldad, que dice todo lo que se le ocurre, no se guarda nada, es ácida, irónica y parece no tener piedad, ni  con su hermana, ni con nadie. Todo aquel que se cruza con el ojo crítico y la lengua filosa de Menena, caerá herido de gravedad.
Su discurso cargado de frases comunes y dichos populares, tene una potencia, que deja sin aliento y hace reír muchísimo a los espectadores. Para destacar su gestualidad, sus ademanes, todo en concordancia con lo que pide el personaje.
Una interpretación que en nuestra opinión, será merecedora de alguna nominación como mejor actriz al final de esta temporada teatral,  ya que su actuación es sencillamente fantástica.
Como dato de color,  mencionar, que Graciela Clusó, era nada menos que una de las niñas prodigio de Señorita Maestra, aquella novela, que paralizaba los hogares por las tardes, interpretando a una niña llamada Carmen Caricati o Carmencita. Como el título de la obra . Será una casualidad ?? Pensar eso en una obra escrita por Patricia Suarez, sería una ingenuidad.

Si bien Menena parece robarse la obra, no se queda atrás Diana Kamen, como Rosario, la hermana menor, la que se fue a la ciudad. Ella es más femenina, aunque tiene la misma acidez que la hermana. Se vanagloria de tener más mundo, de haber vivido más cosas, al escaparse de ese pueblo asfixiante y aunque en menor escala que la hermana, tampoco deja títere con cabeza en sus opiniones.

Entre las dos actrices, hay una química admirable, componen personajes opuestos, donde el amor fraternal aparece a cuentagotas y los reproches por hechos y conductas del pasado están a la orden del día.




A esta altura, el espectador se estará preguntando, si las hermanas se llaman Menena y Rosario.
Quien es Carmencita entonces ??? No vamos a adelantar mucho, vamos a dejar que el espectador cuando vea la obra devele el misterio. Solo vamos a adelantar que Carmencita es la críada de la familia y estará presente en varios pasaje de la charla entre las hermanas y que será pieza clave de la historia.

La puesta que plantea el director es muy bella, una escenografía sencilla que nos muestra que las acciones se plantean en la puerta de la casa, allí es Menena, la que atiende a la hermana en la puerta, que se apresura a mantener cerrada, marcando un adentro y un afuera y un limite para Rosario.

En conclusión, una comedia entrañable, la que nos regala Carmencita, con un texto donde las risas y los momentos graciosos, son la cubierta de una pieza profunda e inteligente, en la quee los secretos familiares tienen una importancia capital.
La precisa dirección de Dossena, agrega mucho valor a un texto rico y según sus propias palabras, se atreve a definir a la pieza, como una bella sinfonía pensada para dos actrices, sabias palabras, porque las actuaciones de estas dos hermanas, es realmente para sacarse el sombrero.

Los aplausos prolongados del público al finalizar la obra, no dejan dudas, que la pieza gustó y mucho, no me queda más que recomendarla e invitar al espectador que gusta del buen teatro, a que vaya al Nun para descubrir a Carmencita.


Pensador Teatral.


La Señorita Julia

Sábados 20 hs en Teatro El Excéntrico de la 18 ( Lerma 420 )




Obra escrita por August Strindberg y dirigida por Cristina Banegas.

La Señorita Julia, pieza icónica del teatro moderno, escrita en 1888 por el dramaturgo sueco August Strindberg, llega al teatro off porteño en la versión adaptada en 1978, por Alberto Ure y José Tcherkaski, en una notable adaptación, que le quita minutos a la versión original y con algunos retoques, permite que el texto original escrito hace más de cien años, conserve absoluta vigencia y toda la intensidad y el espíritu, que le dió la pluma de Strindberg.

La clásica historia, nos sitúa en el año 1874, en el condado sueco de Count, donde en ocasión de la celebración de la noche de San Juan, que marca el inicio del verano, la noble señorita Julia, decide pasar una noche de liberación y salir a bailar por las calles del pueblo, para olvidarse de su posición social y de su último desengaño amoroso,
Su padre, un poderoso conde, se encuentra de viaje, Julia ( interpretada por Belén Blanco ) entrada ya la noche,  vá hasta la cocina donde se encuentra con Juan ( Diego Echegoyen ), el buen mozo mayordomo de la casa, que vive allí hace años y se encuentra comprometido con Cristina ( Susana Brussa ) la cocinera.

Ese encuentro, no resulta normal para la época, no es usual ver a una joven noble hablando con sus lacayos, indudablemente Julia siente una atracción amorosa y sexual por Juan. Cristina se vá a dormir y envalentonados por la bebida y los efluvios de esta noche especial, se produce lo impensado, se consuma el ardiente encuentro amoroso ente Julia y Juan y desde ese momento todo cambiará dramáticamente, el clásico se convierte en tragedia y la tensión dominará la escena hasta el final.

La pieza nos habla sobre la lucha de clases, las relaciones de poder, el sometimiento de la clase dominante sobre la clase baja y como un hecho como ese encuentro amoroso, puede modificar todo, como las relaciones de poder pueden invertirse y aparecer el resentimiento de las clases oprimidas.
El hecho de ser mujer, es una clara desventaja para Julia, su honor ha sido mancillado y ya nada será igual.
Los interrogantes llueven sobre el escenario.  El amor está por encima de las diferencias sociales ??Hay alguna forma de volver los hechos atrás ???  Deberá Julia ceder ante el chantaje de Juan ??  El poderoso conde, padre de Julia, soportará esta afrenta ??



El inteligente guión de Strindberg, siembra muchísimas dudas y le impone un aire trágico a los protagonistas, que se encuentran envueltos en una situación, de la que no les será fácil escapar.
Será el espectador, el que viendo la obra podrá develar cada una de estas preguntas que formulamos.

La dirección de Cristina Banegas es precisa, la trama está cargada de tensión y el interés del espectador se mantiene en todo momento, gracias a un guión que invita a la reflexión y permite ver como estas situaciones, que se planteaban hace 100 años, hoy están más vigentes que nunca.

Debemos ya destacar las magníficas actuaciones que tiene la pieza, arrancando por la gran protagonista de la misma, Belén Blanco, un actriz que tiene una energía increíble y que le da vida a una Lucía, que llena el escenario con su interpretación, con una entrega física y actoral, que conmueve, sus movimientos, sus pasos de danza, sus distintos tonos de voz, todo se destaca. Son esas interpretaciones, donde podemos decir, que la actriz deja la piel sobre el escenario y no exageramos, ya que es brillante la actuación de Belén.

Realmente sorprende, lo de Diego Echegoyen, ya que no se amilana ante la interpretación de Belén y es un Juan, por momentos obediente, por instantes astuto y por otros cínico. Logra seguirle el tren a la protagonista y juntos consiguen escenas cargadas de pasión y de realismo.
La obra es muy fuerte y de gran exigencia para los actores, Diego también entrega todo.

Un escalón abajo en protagonismo, se encuentra Susana Brussa, como Cristina, la mujer a la que Juan engaña, la que sufre el capricho de Lucía, con estoicismo  y resignación. Si bien su personaje, tiene un menor espacio para el lucimiento, su actuación es impecable.



Muy bueno el recurso, jugado por la directora, en cuanto a que en todo momento los protagonistas, quedan a la vista del público, aún cuando no están jugando la escena, quedan en segundo plano pasivo, pero a la vista del espectador.

La escenografía es desprovista, hay pocos elementos en escena, el protagonismo lo tiene la palabra, con diálogos muy ricos y el movimiento, la obra tiene una acción permanente, de cuerpos que corren, bailan, se tiran al piso. Hay que destacar las coreografías que propone Virginia Lezama.
Es importante, el papel que juega el diseño lumínico a cargo de Verónica Alcoba, con mucho juego de sombras y luces lúgubres, acordes con el clima que requiere la pieza.

Como conclusión, estamos en presencia de una magnífica versión de un clásico del teatro de todos los tiempos, escrito hace más de 100 años, pero que merced a una impecable adaptación logra una vigencia asombrosa, trayendo a estos tiempos, temas como la lucha de clases, el amor enfermizo que muchas veces puede convertirse en violencia y el sometimiento, en el cual la mujer siempre lleva la peor parte.

La Señorita Julia, es una obra profunda, una verdadera tragedia, con una dirección impecable y actuaciones extraordinarias, para redondear una gran noche de teatro, con una pieza que honra al teatro independiente y que sin dudas recomendamos.


Pensador Teatral.

lunes, 24 de abril de 2017

Madorrán

Viernes 21 hs en Teatro Anfitrión ( Venezuela 3340 )



Obra escrita y dirigida por Jorge Luis Dreschler.

Teníamos muchas expectativas en ver esta pieza, opera prima de Dreschler, que  explorando en el mundo del fútbol y su lenguaje, se encontró con la historia del polémico arbitro Fabián Madorrán, que tuvo una carrera meteórica​ dentro del arbitraje, llegando a ser reconocido juez internacional,  muchas veces polémico para los medios y  que tuvo un final abrupto, cuando luego de una muy mala actuación, en un partido decisivo, es expulsado del arbitraje y poco tiempo después, cae en un estado depresivo y decide terminar con su vida.

Hasta ahí un breve resumen de la vida de Madorrán a modo introductorio, pero vayamos ya a la obra. La historia se inicia con un televisor que nos muestras las imágenes de un partido definitorio, un gol anulado y el relato que denuncia, que el gol era válido y que debió ser convalidado, pero no lo fue por un error arbitral.

El juez de ese encuentro fue precisamente Fabián Madorràn y sin saberlo, esté partido cambiaría su destino para siempre, no sólo porque sería obligado a dejar el referato, sino que también terminaría con su vida.




La obra, es un excelente muestrario del mundo futbolero, desde un punto de vista muy particular, como el del árbitro, desde su mirada, podemos ver la pasión del hincha, el mundo de los vestuarios, los operativos policiales, los cracks que muestran sus destrezas dentro del campo de juego y en todo momento aparece la pasión como protagonista de este deporte.

El autor logra un texto sensible y con un grado descriptivo minucioso, donde aquel espectador que gusta del fútbol disfrutará muchísimo, ya que tiene numerosos guiños que sabrá reconocer.

La muy buena dinámica que tiene este unipersonal, se apoya en la fantástica composición del personaje, que realiza Ramiro Aguayo, como Fabián Madorrán. Impresiona verlo con su prolija vestimenta, su silbato y sus tarjetas.
A lo largo de la trama, Ramiro se transforma en Madorrán de manera admirable y  se encarga de mostrar su apego a las leyes de juego, su amor por la profesión y su obsesión por el cumplimiento del  reglamento. También se pone de manifiesto cierta soberbia, que hacía que se considerara a si mismo como el mejor en la profesión y como trabajaba a diario para serlo.

La puesta es muy efectiva, el protagonista se mueve en cuadrado bien delimitado, por unas luces de LED verde, dentro del mismo, el juez se detiene a pensar y ejerce su profesión, corriendo, tocando el silbato y sacando tarjetas a los imaginarios jugadores.



La escenografía es despojada y el juez está solo, apenas lo acompaña un banquito y un televisor, esta imágen de soledad del referí, es una matáfora perfecta de lo que ocurre en la realidad, donde el juez siempre está en inferioridad, solo con su terna contra todo el resto.

Muy bueno también el diseño lumínico de Santiago Lozano, que con los distintos momentos de luz y oscuridad, logra separar los actos y crear los climas que pide la pieza.

En definitiva, una propuesta original y muy bien plasmada, la que nos propone el autor, mostrando un maridaje perfecto entre fútbol y teatro, con una actuación extraordinaria de Ramiro Aguayo, que con su sentida interpretación, le brinda un merecidas respetuoso reconocimiento a un árbitro, que no tuvo un trato demasiado benévolo de parte de los medios de comunicación, ni tampoco x el mundillo futbolístico, que nunca toleró algunos aspectos de su vida privada.

Recomendamos esta obra, para el público en general, pero en el caso que el espectador guste del futbol, disfrutarán en especial de esta pieza y en ese caso, consideramos que es de visión obligatoria, ya que retrata de manera admirable, la pasión del aficionado argentino por el fútbol y el amor de un árbitro por su profesión.


Pensador Teatral.

sábado, 22 de abril de 2017

Iracunda Tristeza.

Miércoles 20 30 hs en El Tinglado Teatro ( Mario Bravo 948 )




Obra escrita por Gilda Bona y dirigida por Silvia Hilario.

Inspirada en el cuento " Un dìa de trabajo " de Truman Capote, Gilda, dramaturga reconocida en el medio y con varios premios en su haber, como es su sana costumbre, nos ofrece un texto profundo que pone el foco en la condición humana y sus conflictos.

En este caso, Iracunda Tristeza, nos cuenta la historia de un escritor, del que no se revela el nombre , interpretado por Gabriel Nicola y Matilde ( Marta Pomponio ) su empleada doméstica.

La acción que se desarrolla en un único acto, se inicia, con el desaliñado escritor, durmiendo en su cama y el ingreso de Matilde a la casa para hacer la habitual limpieza semanal , pero en un día que no la esperaba.  Apenas lo vé, la empleada doméstica, se dá cuenta, que el escritor no tuvo una buena noche. El panorama del departamento es prueba de esto , ropa tirada en el piso, botellas esparcidas por doquier y el aspecto del escritor denota que la noche anterior estuvo bebiendo y no poco.
Su esposa lo abandonó hace dos meses y el golpe dejó secuelas en el escritor, que sufre la situación y parece abandonado, no logra concentrarse para escribir y sale poco de la casa.






Matilde en cambio está sobria, pero tampoco se la nota bien ese día, se muestra triste, irritable y angustiada, por alguna situación personal que sin dudas esconde.

Los diálogos entre el escritor y Matilde, son realmente muy ricos, ambos parecen almas en pena, se los nota doloridos y muy solos.
La conversación se desarrolla sin rumbo fijo, por momentos el escritor se defiende de las acusaciones de la mucama acerca de su estado etílico y de abandono, en otros Matilde que está muy misteriosa, de a poco va contando algunos detalles de sus " clientes ". Ella llama clientes, a las personas a las que les limpia la casa y en ese departamento, los tiene varios pisos y conoce varias historias de vida, que a pesar de mostrase reservada, con tono confidente, le cuenta al escritor.

La trama tiene un aire misterioso y lúgubre que le dá un aire de misterio a la pieza, que envuelve al espectador, que en su butaca, quiere adivinar cual es el secreto que la mucama esconde y el escritor parece adrede no querer descubrir o su perturbado estado no le permite hacerlo.

La historia atrapa, pero es hora ya de destacar las excelentes actuaciones que tiene la obra, Gabriel Nicola dá vida a un escritor melancólico y aturdido por su situación, se lo nota confundido, abatido y buscando aferrarse de alguna una soga para no seguir cayendo. Y por el otro lado, Marta Pomponio, interpreta a Matilde, una mucama muy particular, con fuerte presencia, misteriosa, sagaz y que tampoco parece muy conforme con su presente, Según el escritor, no nació para limpiar casas, sino para ser escritora, por todas las historias que tiene para contar.

La química entre los protagonistas es notable, se los nota muy conectados y comprometidos con la historia, interpretando con mucha pasión sus personajes. ( no se pierdan un mágico baile que nos tienen reservados ) y marcando en forma acompasada los tiempos que propone la directora.

A estas actuaciones tan sentidas, hay que agregar un diseño escenográfico brillante, a cargo de Claudio Larrea, que brinda una atmósfera intimista, mostrando un departamento bien decorado en el Piso 18 ( el último ),  con un ventanal de fondo, enorme que tiene como vista la cuidad desde las alturas, en aquel día gris.





A lo largo de toda la obra, se escucha el ruido de la lluvia de fondo, tan real, que parece que en verdad está lloviendo en ese momento y por último mencionar la estupenda  música original que tiene la pieza a cargo de Alejandro González Novoa, que contribuye sobremanera con la belleza de la puesta.
Mucho mérito de la directora Silvia Hilario, que logró darle vida al guión de Gilda Bona, con una puesta en escena repleta de poesía y con tantos recursos artísticos, que unidos, le agregan muchísimo valor a la pieza.

Como conclusión, una entrañable obra,  la que vimos el pasado Miércoles, en El Tinglado. Una pieza que nos habla sobre la soledad que reina en las grandes ciudades, la multiplicidad de historias que se esconden detrás de cada puerta y de como el ser humano, tristemente trata de huir de los sinsabores de la vida, debiendo recurrir en muchos casos, a alguna adicción, como única vía de escape, para esa vida gris que lo envuelve.

Siempre es un gusto, descubrir estas excelentes y escondidas obras del off, en este caso Iracunda Tristeza, donde se conjugan un texto profundo, una dirección precisa, actuaciones deliciosas y una puesta bella, para que el espectador pueda disfruta como lo hicimos nosotros, de una hermosa noche de teatro.


Pensador Teatral.



jueves, 20 de abril de 2017

Los Vecinos de Arriba

Miércoles a Domingo en Teatro Metropolitan Sura. ( Av. Corrientes 1343 )




Obra escrita por el catalán Cesc Gay y dirigida por Javier Daulte.

Comedia estrenada en el 2015, con gran suceso de crítica y taquilla en España, estando actualmente en cartel en Madrid, arrancando su segunda temporada.
Cesc Gay es reconocido en su país, como un excelente guionista cinematográfico y tiene varios largometrajes de su autoría reconocidos internacionalmente, entre ellos Trumam, que recibió 5 Premios Goya, incluidos mejor guión y película.
Los Vecinos de Arriba, es su primera obra teatral y la senda del éxito en sus trabajos se mantiene intacta,

La versión local a cargo del talentoso Javier Daulte, promete tener en Buenos Aires, el mismo éxito que tuvo en su país de orígen, ya que al muy buen guión, se le suma una buena adaptación y principalmente, la presencia de dos actores de gran trayectoria y popularidad, como lo son Diego Peretti y Florencia Peña.


La obra, nos mostrará como el matrimonio formado por Ana ( Florencia Peña ) y Julio ( Diego Peretti ) que no está pasando su mejor momento, muy por el contrario se encuentran en crisis, sufriendo el desgaste de la convivenncia. Una noche verán interrumpida su habitual rutina, cuando Ana en forma inconsulta, decide invitar a su departamento a los vecinos de arriba, para compartir una picada.
Julio no reacciona bien, ante esta invitación, ya que no vé con simpatía a aquel matrimonio y no le parece una buena idea que conozcan su casa, ya que casi a diario sufren los ruidos molestos de ellos, provocados por la activa vida sexual que indudablemente tienen, a juzgar por los sonidos y los ruidos, que escuchan en las madrugadas.

El matrimonio vecino en cuestión, está conformado por Laura ( Julieta Vallina ) y Rafael Ferro ( Salva ), que tienen un perfil muy diferente al matrimonio anfitrión, ellos son mucho más liberales, parecen alegres y parecen no sufrir la convivencia, se los nota contentos, abiertos y sin miedo a expresar sus deseos y sentimientos,
Este contraste entre ambas parejas, es un punto muy interesante de la trama, que el autor explota con sapiencia, consiguiendo muchos momentos graciosos.

La velada se desarrolla con cierta tensión, hasta que todo cambiará, cuando Ana y Julio, quedan helados ante la inusual propuesta que reciben del matrimonio vecino. De que se trata ??
 Sin adelantar demasiado para conservar el suspenso, solo contaremos que este matrimonio de vida sexual tan activa, les propondrá a esta pareja en conflicto, tener sexo grupal, algo que ellos consideran como normal y placentero, además de creerlo un antídoto para los problemas de parejas de larga data.
Se imaginan la reacción de Julio y Ana  ??? Cuando vean la obra, podrán comprobar si imaginaron bien, la respuesta que tendrán ante semejante proposición.




Las actuaciones son muy destacadas y con el calibre de los actores que la protagonizan, es algo previsble.
Diego Peretti, un actor que me encanta, le está tomando el gustito  al mundo de las tablas y con un estupendo trabajo, se convierte en el motor de la historia, dando vida a un marido políticamente correcto, pero amargado y reprimido. Un lujo, poder ver sobre el escenario a Diego,

En este caso, forma una dupla exquisita con Florencia Peña,  una actriz con gran recorrido en el teatro, haciendo gala en esta obra, de toda su frescura y espontaneidad, con una soltura que dentro del contexto de la obra, hasta le permite bromear, en complicidad con el público, al jugar con alguna situación desagradable,  que le ocurrió en su vida real.
Muy buena apuesta del director, por esta dupla protagónica, taquillera y con mucho carisma,

Pero no podemos dejar de destacar, lo de Rafael Ferro, como Salva, de profesión bombero, que con mucha soltura y simpatía, compone un entusiasta y divertido personaje.
Y dejamos para el final, a Julieta Vallina, psicóloga ella , para nosotros la revelación de la obra, sensual, con mucha expresividad corporal, realiza una excelente interpretación. Muy bueno lo de Julieta.
Es decir, sin bien las figuras convocantes son Peretti y Peña, sobre el escenario los cuatro protagonistas, se destacan casi por igual y elevan en buen grado el nivel de la pieza.




Una escenografía imponente y muy elegante a cargo de Alicia Leloutre en el amplio escenario que ofrece el Metropolitan,  al igual que el diseño lumínico a cargo de Matías Sendon, que en ambos casos, contribuyen a la belleza de la puesta.

Como dijimos un guión muy interesante, por sobre el promedio de los que suele ofrecernos el teatro comercial, el que nos presenta Los Vecinos de Arriba, a la que podemos catalogar, como una comedia dramática, ya que si bien en primer plano, lo que vemos es una comedia clásica, con muy buenos gags y momentos divertidos. por debajo de la superficie, se asoma  un guión audaz e inteligente, que nos invitará a la reflexión, ya que a lo largo de la trama, se mostrarán los problemas que tienen muchos matrimonios actuales, malas convivencias y el conocido desgaste que se produce por la rutina y el paso de los años.

En este punto entendemos, está la clave, que explica el suceso que tiene la obra, ya que pone el foco, en una temática actual y aún tabú en muchas parejas, como es la insatisfacción sexual de la pareja, siendo este punto de divergencia,la causa principal del fracaso de las mismas y en algunos casos hasta el motivo que los empuja, a dar el doloroso paso, hacia la separación.

En conclusión, una obra audaz, inteligente,  que además de hacer y reír mucho a los espectadores, lo hará reflexionar y en muchos casos, a sentirse identificado en mayor o menor medida, con las experiencias de estos matrimonios.
Si a esto le sumamos actores de trayectoria y carisma como los que presenta la obra, podemos afirmar, sin temor a equivocarnos que Los Vecinos de Arriba, tendrá en nuestro país, el mismo suceso que tuvo en España.


Pensador Teatral.

martes, 18 de abril de 2017

Pescando en la Bañera

Viernes 20 hs en El Kafka Espacio Teatral ( Lambaré 866 )




Dramaturgía y dirección de Leonel Dolara.

Excelente obra que presenciamos en El Kafka, profunda, original  y haciendo que el espectador se vaya reflexionando mucho, al término de la función, ya  que es una pieza que moviliza.

El guión escrito por Dolara, es realmente muy elaborado, el autor confiesa que estuvo siete años para escribirlo, ya que no lo hizo en forma continua y se evidencia un gran trabajo en el mismo, cuidando todos los detalles.

La acción arranca, con un grupo de personas sentadas, uno al lado del otro, enfrentando al público, casi cara a cara, con una cercanía perturbadora. No saben donde se encuentran, cuanto tiempo llevan allí y cuál es el motivo por el que se encuentran reunidos. Encima hay algunas personas que se conocen y otras que no conocen a nadie, la situación es desconcertante para todos, en ese prometedor arranque.




La luz se apaga y con el cambio de acto, de a poco iremos conociendo las historias personales de estos individuos, viviremos hechos de su vida cotidiana, pero lo haremos desde un lugar particular, ya que las acciones se desarrollan en los baños de sus casas, esto tiene una significación especial, ya que en ese espacio es donde los protagonistas, se confiesan, donde pueden exponer sus intimidades, un lugar donde se sienten resguardados para exponer sus pensamientos más secretos.

Los actos tienen una gran dinámica y los protagonistas aparecen y desaparecen de escena con movimientos precisos y coordinados. Las historias varían, pero hay un eje central que es el amor, nos muestra como el ser humano quiere ser amado por el otro y como muchas veces se acepta vivir una vida de ficción, simplemente para estar acompañado.

La obra nos habla de amores y desamores, de adicciones, de infidelidades, de homosexualidad, de violencia de género y también del miedo a la soledad. Los temas se tocan con una profundidad y una fuerza que abruman por su crudeza.
La trama tiene una gran dinámica y el espectador siempre está atento a lo que sucede en el escenario.




El despliegue actoral que tiene la puesta merece destacarse, hay diez actores en escena y las interpretaciones son francamente magníficas.
Pecando de ser injustos, vamos a destacar algunas de ellas, por ejemplo Gabriela del Mar, dá vida a Natalia, una mujer que no está conforme su matrimonio, pero tiene temor a dar el paso hacia la separación, gran tarea de Gabriela, que conmueve con su personaje.
Es buenísimo también lo de Rosella Bosco, como Blanca, una mujer obsesiva, a la que le gusta tener todo bajo control y accidentalmente descubrirá un secreto terrible que lo cambia todo . Genial su caracterización.
Por lado masculino, podemos mencionar a Bruno Alarcón, el atribulado Martín, que tomará coraje se animará a confesar una verdad impensada a su esposa.

Pero estamos siendo muy injustos, con el resto de los protagonistas y no corresponde, ya que cumplen en gran forma sus papeles, Mariano Cáceres ( Diego ), Julián Calviño ( Esteban), Jimena La Torre ( Claudia ), Stella Minardi ( Amalia ), Antonella Piersanti ( Mónica ), Victoria Montes ( Alejandra ) y Diego Viquez ( Ignacio ).
Un elenco numeroso, que funciona muy bien en su conjunto y en lo individual, realmente un excelente trabajo de dirección, en la elección de los actores para cada personaje y en guiarlos para que sobre el escenario actúen en forma armónica.

La puesta tiene una gran originalidad y belleza, esto en gran parte se debe, al fenomenal diseño escenográfico de Gonzalo Córdova, montando una estructura con escaleras que elevan una plataforma central, para que los actores puedan subir y bajar para cambiar de ambiente y obviamente para llegar al baño donde se desarrollan las escenas.

Importante también el uso de la iluminación, para separar los actos y marcar el clima de la puesta, un muy buen vestuario, la música original, hay escenas con pasos de danza, realmente el despliegue escénico es admirable y merece destacarse.
Hay muchísimo trabajo en la presentación de esta pieza y esto la enriquece mucho.




Sin dudas, que es una obra que merece verse, fuerte, profunda y sin dudas que el espectador se verá reflejado el mismo o verá algún ser querido en las diferentes historias y vá a reflexionar con lo que verá en el escenario, ya que la obra moviliza y mucho, es imposible quedar indiferente con las historias que pasarán a lo largo de la trama.

Un estupendo guión de Leonel Dolara, que además realiza un enorme trabajo en la dirección, para coordinar actuaciones tan destacadas, en esta obra que sin dudas recomendamos.

La salla llena que se viene repitiendo todos los Viernes de función desde el estreno y la ovación sostenida del público al final de la misma, premia el gran trabajo del equipo que dá vida a Pescando en la Bañera, título con que el espectador se identifica y esa metáfora, nos invita a pensar, como muchas veces en nuestras vidas, gastamos nuestras energías, explorando en lugares donde nunca vamos a encontrar aquello que tanto anhelamos.


Pensador Teatral

domingo, 16 de abril de 2017

Intrusión

Jueves 21 hs en Teatro del Abasto ( Humahuaca 3549 )




Obra escrita por el dramaturgo francés Frederic Sonntag y dirigida por Leonardo Saggese.

Interesante propuesta la de Intrusión, que podemos catalogar como una obra de suspenso, género muy poco representado en nuestro teatro nacional.

Sonntag se destaca por sus textos experimentales y Leonardo Saggese, joven actor y director argentino, tomó el desafío de adaptarlo para esta versión local, llevando los textos del autor francés a nuestra realidad, algo que pudo conseguir en gran forma..

La historia trata de dos parejas de amigos, que deciden ir a pasar unas vacaciones a una casa aislada de la civilización, como una forma de escapar de la ciudad y reencontrarse en esa soledad con ellos mismos, ya que ambas parejas no pasan por su mejor momento.

No saben cuánto tiempo pasarán juntos en este casa y si la experiencia funcionará o no, es algo que entienden van a descubrir, con el paso de los días.




Pero luego de pasar la primera noche en aquella cabaña, la situación cambiará radicalmente, ya que al despertarse en la mañana, Tomás descubrirá que en el living de la casa, hay una joven mujer vestida con un camisón blanco.
Está sentada y en silencio, el misterio es grande, ya que las ventanas y la puerta están cerradas, desde la noche anterior y no tienen signos de haber sido forzadas.
Por dónde entró entonces la mujer ?? Porque no habla ?? Será peligrosa ??? Realmente está en el living esta mujer o es una alucinación colectiva ??

Los interrogantes son numerosos y vamos a dejar que la espectador cuando vea la obra, pueda ir develando alguno de ellos y otros más que irán apareciendo.

Solo adelantar que la trama está envuelta en un halo de misterio y tiene un aire perturbador que incomoda al espectador que al igual que los protagonistas, se sienten inquietos por esta extraña intrusa, que los mira, sin decir palabra y se hace imposible determinar sus intenciones.

Será muy interesante ver como reacciona cada uno de los habitantes de la cabaña,  con esta invitada misteriosa e inesperada. Como se reacciona ante lo desconocido ??? Algunos reaccionan con miedo, otra en forma violenta, algunos con amor e incredulidad.

El autor explota muy bien esto y el conflicto a lo largo de la trama es constante y la atención del espectador se mantiene en forma permanente.

El trabajo del director es destacable, pero su éxito se apoya en un joven elenco que está a la altura del desafío, los integrantes de la compañía teatral Los Catárticos, grupo creado por el mismo Saggese. en el 2013.



Los protagonistas de la historia, son Leandro Lombardi, Johanna Aravena, Matías Rossomando y Gabriela Seminario, los integrantes de la parejas que deciden estas vacaciones particulares y además está Clara Pino, la misteriosa mujer, que cumple una gran labor, un papel muy complejo para interpretar y destacarse, pero lo consigue, con una gestualidad que impresiona.

Igual para ser justos, todo el elenco cumple y cada uno le aporta un matiz diferente a la pieza, de acuerdo a sus diferentes reacciones, ante aquella enigmática presencia.

Una escenografía lucida de Edna Fernández Chajud, simulando la solitaria cabaña y la buena utilización de la música y de la iluminación para separar los diferentes cuadros y colaborar con la atmósfera de misterio que pide la puesta,

En conclusión, una interesante propuesta la que nos ofrece Intrusión, un promisorio director que adapta un muy buen texto, trabajando con un joven grupo de actores para redondear una pieza original, en el género del suspenso poco explotado en el teatro local, donde el espectador estará enganchado y en todo momento queriendo dilucidar que oucrrirá, debiendo a estar muy atento al descenlace, ya que como toda buena obra de misterio, tendrá un final sorprendente, que de ninguna manera vamos a anticipar.


Pensador Teatral.



viernes, 14 de abril de 2017

La Denuncia

Mièrcoles 20 hs en Teatro del Pueblo ( Roque Saenz Peña 943 )




Dramaturgìa de Rafael Bruza y dirección de Claudio Martìnez Bel.

Una obra muy original, la que tuvimos la suerte de presenciar en esta ocasión, una hermosa comedia criolla, un sainete de época, muestrario de la vida del interior campestre, sitúandonos, un siglo atrás.

La Denuncia, se basa en una historia real, ocurrida allá por el año 1909, en la ciudad de Las Flores, donde en la comisaría local, se recibe la denuncia de una mujer, la doblemente viuda, llamada  Angelica Solores contra su ex compañero, el ferroviario Bonifacio Estrella.
 Motivo de la acusaciòn ?? Bonifacio embarazó a su hija mayor y al poco tiempo de este hecho, huyó de la casa con su hija menor de tan solo 15 años. Esto fue demasiado para Angélica, que decidió radicar la correspondiente denuncia.

Este hecho verìdico, que en estos tiempos podrìa considerarse ridìculo como para denunciarse, funciona como disparador para que, Rafael Bruza, prolìfico autor santafesino, escribiera este riquísimo guión y nos traslade, magia del teatro mediante, a una Buenos Aires rural del 1900, donde aparece el ferrocarril como figura central aglutinante, el trabajo golondrina y numerosas situaciones de aquellos años, con una riqueza descriptiva y una ambientación de época notable.

La originalidad de la puesta, se pone de manifiesto, en que si bien los actores son solo cuatro, sobre el escenario del Teatro del Pueblo, los personajes se multiplican.
Esto se consigue, mediante las transformaciones que se producen, ya que los actores cambian su vestuario, se ponen máscaras y pelucas, cambiando de personaje cuando la trama lo requiere.
Esto ocurre en el último plano del escenario, permitiendo que el espectador sea partícipe de estas transformaciones y testigo de se van alumbrando, los diferentes personajes, masculinos, femeninos y también algunos animales, en un ejercicio de creatividad y de vuelo teatral que debemos aplaudir.



Se nota y mucho la mano del director, que en forma muy precisa, le saca provecho a este gran texto, le aporta poesía  y permite que los protagonistas de la historia se luzcan en gran forma, en una puesta muy lograda.

Llegamos entonces, a los protagonistas de la obra, las actuaciones son magníficas y la composición que se hace de los diferentes personajes, son realmente dignas de elogio.

Las situaciones hilarantes, brotan en el escenario y se producen situaciones muy graciosas, que provocan las carcajadas de los espectadores,

El elenco es encabezado por Marcelo Mazzarello, quien con gran presencia, dá vida al ferroviario Bonifacio Estrella, con su tono malevo y de virilidad, que se torna irresistible para los personajes femeninos de la pieza, una gran tarea de un actor de vasta experiencia como Marcelo.
Federico Cècere, da vida a un muy gracioso Sargento Troncoso, que a mi gusto fue el que màs risas provocò a lo largo de la historia ( al menos a quien escribe estas líneas ),  desopilante su trabajo-
Marcelo Xicarts, interpreta a una Angélica deliciosa, que despechada por aquel hombre que ya no la prefiere, decide hacer la denuncia, que origina la historia.
Gastón Ricaud, es un entrañable Comisario Andrade,  máxima autoridad de la comisaría del pueblo, que en dupla con el Sargento Troncoso, nos regala momentos deliciosos.

Solo mencionamos algunos de los personajes interpretados, los principales, porque como mencionamos antes son muchos más, solo destacar la gran entrega actoral de todos, la gestualidad, los tonos de voz, todo fluye en forma perfecta y nos lleva al 1900, se los nota cómodos a los protagonistas, disfrutando en el escenario y esto le otorga un plus a la pieza.




Hay que dedicar un párrafo especial, para Alfredo Iriarte, el realizador de las máscaras y Marta Dieguez de las pelucas. Y además, un gran reconocimiento para Gabriela Aurora Fernández, responsable del diseño escenográfico y del vestuario.
Un gran equipo conformando, que tiene una importancia capital en esta obra y son fundamentales en la brillantez, que consideramos tiene la puesta.

No vamos a contar más, dejaremos que el espectador cuando vea la obra descubra la infinidad de recursos teatrales, que se utilizan y disfrute la función.

Solamente comentar, que cuando se conjugan un guión brillante, autóctono y original como él de Rafael Bruza, una dirección impecable de Claudio Martínez Bel ( nominado a los Premios Trinidad por su labor en esta pieza ), un vestuario y una puesta de verdadero fuste y todo ellos, se suman actuaciones magníficas, como las que tiene esta obra, es indudable que el producto final, será de una calidad altísima.
Concluyendo,  La Denuncia, es una comedia hilarante, que debemos recomendar en forma obligada y que verdaderamente sería una picardía no ver.

Como el lector de esta reseña habrá apreciado,  nos encantó la obra y no fuimos los únicos, ya que la merecida ovación que recibieron los protagonistas al final de la pieza, son una clara muestra, de la hermosa noche de teatro vivida en el mítico Teatro del Pueblo.


Pensador Teatral.

martes, 11 de abril de 2017

El Amor es un Bien

Sábados 22 hs y Domingos 18 hs en Moscú Teatro ( Camargo 506 )





Obra escrita y dirigida por Francisco Lumerman.

La pieza es una versión libre de Tío Vania, obra escrita por el dramaturgo ruso Antón Chejov y publicada en 1899, siendo una de las piezas más importantes escritas por el célebre autor  y una de las obras más importantes de la literatura dramática del Siglo XIX.

Francisco Lumerman, fundador del Moscú Teatro junto con Lisandro Penelas, decidió rendir homenaje justamente al notable escritor ruso, escribiendo El Amor es un Bien, versión libre  de Tío Vania, un clásico de todos los timpos, pero aggiornando la historia a estos tiempos y trayendo un Chejov fresco y actual, sin perder su escencia.

Siempre es un desafío, partir de grandes clásicos y en este caso, Francisco logra resolverlo en gran forma, ya que consigue un texto muy profundo y con una gran riqueza en los diálogos, logrando una historia actual y conservando la atmósfera chejoviana.

Para lograr su cometido, el autor se permite algunas licencias y modificaciones, como pasar de la fría Rusia a la solitaria Carmen de Patagones en nuestra Patagonia, Vania será Iván y así el resto de los personajes, tendrá cambios de nombres y de características, pero conservando siempre algunos rasgos de la obra original.




A esta altura es importante, hacer una aclaración, para disfrutar de la obra que se presenta en el Moscú, no es necesario haber visto Tio Vania, ni conocer la obra de Chejov, la pieza es totalmente independiente y funciona a la perfección para el espectador que se presente a verla, sin tener en cuenta la obra en la que se inspira, solo que aquellos, que conocen la pieza original, sabrán identificar algunos guiños plantados por el autor y apreciaran mucho el gran trabajo realizado por el director.

La historia, nos cuenta, como Sonia  ( Rosario Varela ) y su tío Iván (José Escobar) , administran un hostel en Carmen de Patagones con muy poco éxito, ya que la mayor parte del tiempo se encuentra sin huéspedes. Es más en estos momentos, el único pasajero es un doctor llamado Pablo ( Diego Faturos ). La tranquilidad pueblerina y del hostel, será sacudida, con la llegada desde Buenos Aires, de Alejandro, el padre de Sonia  ( Jorge Fernández Román ) y Elena ( Manuela Amosa ) su nueva mujer, mucho más joven que él.
A partir de esta llegada, la convivencia de estos 5 personajes en el hostel, se irá complicando y los conflictos irán apareciendo, en forma continua, para no develar el misterio, dejaremos que el espectador cuando vea la obra, los vaya descubriendo.

Como fuera dicho el guión tiene una gran riqueza y una alta cuota de sensibilidad, la trama envuelve al espectador, que seguramente sentirá identificación o empatía con alguno de los personajes.

La pieza transita su tercera temporada y siempre a sala llena, esto se explica por la efectividad del  guión y por las excelentes interpretaciones que tiene la obra, que no es nada sencilla y eso resalta aún más el mérito de quienes la protagonizan.

Las 2 interpretaciones más destacadas, a nuestra entender son las de José Escobar, componiendo a un Tío Ivan que conmueve por su sensibilidad, en una actuación que le valió estar nominado como Mejor Actor de Reparto en los premios Trinidad Guevara 2015 ) . Formando además un tandem perfecto con Rosario Varela, que con mucha pasión, dá vida a una Sonia soñadora e idealista, una verdadera revelación, una gran entrega actoral, para una magnífica composición. Además un plus, su hermosa voz, que se luce en un par de canciones que interpreta.

Pero no sería justo dejar de mencionar a los demás integrantes de la historia, ya que todos se destacan, desde Diego Faturos, el inteligente y reservado doctor, preocupado por la defensa del medio ambiente, del que casi todos están enamorados, la bella Manuela Amosa, como Elena, pieza clave de la historia, junto a Jorge Fernández Román, el padre de Sonia, dotado de un cinismo y una ironía, que se destacan en varios pasajes de la pieza, nos gustó mucho su trabajo. Indudablemente, se nota que es un grupo muy unido y que hay mucho trabajo previo, para poder lograr interpretaciones tan sólidas y que funcionan tan bien en forma conjunta.





La escenografía es desprovista, casi nula, efecto buscado por al autor, como una forma de destacar la importancia que tiene la palabra en esta historia, sin necesidad de otros aditamentos.

Como conclusión, un trabajo notable el el Francisco Lumerman, logrando esta excelente versión libre de Tio Vania, moldeando una obra fresca, profunda y actual a la vez, apoyándose en un elenco comprometido con la historia, que se luce mucho con las composiciones, logrando en el conjunto brindar un merecido homenaje al gran dramaturgo ruso Antón Chejov, nada menos que en el Moscú Teatro, son los lujos y coincidencias que nos permite nuestro prolífico teatro independiente.

El prolongado aplauso que reciben los protagonistas al término de la obra y que la pieza lleve ya tres temporadas presentandosé a sala llena, son una clara muestra de que estamos en presencia de una obra que de ninguna manera puede pasar inadvertida, para los amantes del buen teatro.


Pensador Teatral.

lunes, 10 de abril de 2017

Casi un Feliz Encuentro

Sábados 19 hs en El Kafka Espacio Teatral ( Lambaré 366 )




Obra escrita por Griselda Gambraro y dirección de Alejandro Vizzotti.

La pieza es una de las últimas que escribió la prestigiosa escritora y novelista argentina, una verdadera referente de la dramaturgía nacional.
Las obras de Gambaro, generalmente hacen foco en las relaciones humanas y en los vínculos que se establecen entre las personas.

En el caso de Casi un Feliz Encuentro, se pone la lupa en el amor fraternal, ya que nos presenta la historia de dos hermanas, que se vuelven a ver luego de varios años.
La menor de las hermanas, Tona ( Claudia Mac Auliffe ) hace las veces de anfitriona, recibiendo en su casa a Laura ( Sonia Novello ) que vuelve al país, luego de una prolongada estadía París.
Tona se quedó a cargo del cuidado del padre y de la madre, ambos ya muertos, mientras su hermana estaba en el extranjero. Esta prolongada ausencia, sin dudas dinamitó la relación entre ellas.

Por eso, pese al tiempo que llevan sin verse, el reencuentro es frío, se nota una gran distancia entre las hermanas.
Tona se encarga en todo momento de reprocharle a la mayor, su soledad, el haber tenido que dedicar años de su vida a atender a sus padres, a cuidarlos y acompañarlos, en su enfermedad. sin su ayuda.
Su discurso está cargado de broncas, de resentimientos, hay un pase de facturas constante.
Laura la mayor parte del tiempo, soporta en forma estoíca los embates de la menor. Hay en ella algo de culpabilidad por su ausencia ? Es probable. Se quedará callada todo el tiempo o en algún momento rebatirá a su hermana ??
Dejaremos que el espectador descubra esto cuando vea la obra.




El texto privilegia la palabra, se producen diálogos muy ricos, aunque la mayoría de las veces, son monólogos de Tona, que parece destilar odio en cada de sus palabras, para la recién llegada.
El clima de tensión entre las hermanas en permanente, poco saben la una de la otra, por momentos parecen 2 extrañas, que solo tienen en común el apellido y algunos recuerdos de la infancia, con un presente distante y colmado de reproches.
Por momentos con tanto reclamo, se llega al grotesco y en ese intercambio tan cargado, se producen situaciones graciosas.
El interés del espectador no decae en ningún momento y la duda de Tona, es también la del público.
A que se debe el regreso de Laura ? Ella manifiesta claramente que no viene por la herencia, pero la hermana no le cree y la duda del verdadero motivo por el que regresa al país se mantiene en todo momento.

El muy buen guión, se potencia, por las excelentes actuaciones de las protagonistas, que presentan un contrapunto muy interesante, son hermanas, pero son totalmente diferentes en su carácter.
Claudia Mac Auliffe, le dá vida a una Tona, obsesiva, fóbica e hipocondríaca. Sus tonos de voz, sus movimientos, sus gestos, encajan perfectamente en el papel de víctima, que le imprime la autora. Ella fue la que se ocupó de todo y en cada momento se encarga de recordarlo a su hermana mayor, en un discurso pleno de reproches y de cinismo.
En el otro lado, Sonia Novello como Laura, parece como resignada a resistir los embates constantes de la hermana, se muestra introspectiva, calmada y por momentos fastidiosa con el discurso duro y previsible de su hermana. Una gran caracterización de una actriz de raza como Sonia.

Realmente se disfrutan mucho, las interpretaciones de las protagonistas, que se lucen muchísimo en forma individual y se potencian en su conjunto, mostrando un entendimiento y una química que le suman valor a la puesta, de la obra que está en su segundo año en cartel y esto se nota, en el perfecto entendimiento que muestran ambas.




Una muy acertada elección, por parte del director del diseño escenográfico que tiene la pieza, totalmente despojado, dando preponderancia al dìálogo, la importancia aquí la tiene la palabra.
Solo vemos 2 sillas bien alejadas entre sì, sobre una alfombra roja y una mesa ratona en el medio, con eso es suficiente y esa lejanía además es una buena escenificación de la gran distancia que existe entre las hermanas.

En definitiva, un texto muy interesante que nos presenta Gambaro, escudriñando siempre en los vínculos familiares, en este caso, con una radiografía a las relaciones fraternales y la comprobación acerca, de que muchas veces, las relaciones de amor entre integrantes de la familia, puede convertirse en odio y en distancia, predominando los reproches por hechos del pasado, que alejan la posibilidad de una reconciliación, pese a que la vida, en la actualidad les presente una situación de soledad.

Sin dudas, la obra ofrece al espectador lugar a la reflexión, donde seguramente encontrará en sus propios lazos familiares, algún punto de coincidencia con la relación tormentosa que tienen estas hermanas.

Una dirección efectiva y actuaciones deliciosas de las protagonistas, que se disfrutan enormemente, completan un muy buen combo y nos presentan esta entrañable obra, que recomendamos.


Pensador Teatral.

viernes, 7 de abril de 2017

La Fundaciòn

Viernes 21 hs en Nun Teatro Bar ( Juan Ramìrez Velazco 419 )




Dramaturgía y dirección de Susana Torres Molina.

La Fundación es una obra esclarecedora, que nos traslada en forma dramática, a una etapa nefasta de la historia de nuestro país, poniendo el foco en el tema de la apropiación de bebes en la última dictadura, recreando en el desarrollo de la trama los procedimientos que se empleaban en aquellos años y las estructuras montadas para tratar de darle un marco de supuesta legalidad, a un delito atroz.

La historia que se desarrolla en los años 70, nos cuenta como el matrimonio conformado por Marta ( Florencia Naftulewicz ) y Pedro ( Emiliano Dìaz ) acuden a La Fundación, una organización ligada con la Iglesia, con el objetivo de "adoptar" un bebé.
Pero para ello, deberán someterse a una exhaustiva entrevista, llevada a cabo por Amalia ( Estela Garelli ), eficiente empleada de esta secreta institución, que con sus preguntas, deberá asegurarse que la familia que se presenta cumple con los preceptos que rigen a La Fundación, ya que los niños deben ser entregados a familias católicas, de buena posición económica y que compartan sus principios.




El guión es contundente y nos presenta con crudeza y con un rigor histórico que por momentos abruma, el tema de la apropiación de niños en los años 70, época en la cuál, el régimen militar gobernaba el país.

El excelente guión de Susana Torres Molina, es respaldado por actuaciones estupendas. Florencia Naftulewicz, a la que vimos el año pasado en Anais, se luce mucho, en su papel de Marta, que lucha internamente, entre el deseo de ser madre, la preocupación por su amiga desaparecida  y sus dudas, por el accionar de esta misteriosa organización. Gran trabajo el de Florencia, en un rol que requiere una gran entrega actoral y emocional.

Emiliano Diaz es su esposo, tiene familiares militares, que lo recomendaron y sintoniza perfectamente con las ideas de la Fundación. Es muy precisa su caracterización y cumple una labor muy destacada, mostrando su respeto incondicional por las indicaciones que recibe y trata en todo momento de ocultar y apagar las dudas que muestra su esposa.

Quedan mencionar, a los 2 integrantes de La Fundaciòn, Estela Garelli, que impresiona por su fuerte doctrina y su identificación con las ideas de la institucion que representa, un papel muy complejo, que Estela resuelve con una credibilidad admirable, en una interpretación notable.

En el mismo tono, está Santiago Schefer, el Dr. Palacios Lynch, una de las máximas autoridades de la organización, con una presencia sobre el escenario que debemos resaltar,  exponiendo sus ideas con un aire siniestro y cínico, que nos remonta a los altos jerarcas de la última dictadura, otra gran caracterización.

Como puede apreciarse un elenco sólido, muy parejo y que se nota totalmente identificado y comprometido, con la gravedad que tiene la historia que están representado.



Una escenografía y un diseño lumínico que contribuyen a recrear una atmósfera sombría y de tensión, que la autora y directora, quiere y logra imprimirle a la pieza.

La Fundación, es una obra fuerte y que conmueve, es un gran ejercicio para la memoria de aquellos que vivieron esos años y para que los jóvenes que por su edad, no los vivieron,  puedan recrear estos años que fueron nefastos para el país y comprender mejor la  problemática de las apropiaciones y la búsqueda de la identidad y de los orígenes, tema en la actualidad siguen con plena vigencia y con heridas que pese al paso de los años, aún no cicatrizan totalmente.

La pieza, que merecidamente tuvo 3 nominaciones a los Premios Ace en el 2016, incluyendo el de Mejor Obra, no debe dejar de verse, ya que tiene un guión excelente, actuaciones destacadas y sin dudas hará reflexionar mucho al espectador, haciendo que recuerde los tristes años de la dictadura y lo peligroso que son siempre los fanatismos, cualquiera sea su orígen, donde invocando una inteligencia superior y cierto iluminismo, se cometen todo tipo de atrocidades.

El aplauso sostenido, al final de la obra que reciben los protagonistas, de parte de los espectadores que asistieron al Nun, son una clara muestra de la excelente obra que presenciaron. Nosotros celebramos que la dramaturgia nacional, nos ofrezca piezas como La Fundación, que sirven para tener siempre presente, momentos trágicos de la historia argentina y que estos recuerdos, permanezcan en nuestra memoria,  para que nunca más se repitan.


Pensador Teatral.