sábado, 4 de agosto de 2018

La Calma Mágica

Dramaturgia de Alfredo Sanzol y Dirección de Ciro Zorzoli.







Viernes 22 45 hs y Sábados 20 30 hs en Teatro Timbre 4 ( México 3554 )

Llega a las huestes del Timbre 4, una obra del dramaturgo español Alfredo Sanzol, al que Tolcachir conocíó en sus reiterados viajes a España. Es un autor de su mismo edad, que se caracteriza por guiones que exploran en temas profundos, pero siempre con humor presente, como muchas veces se dice, de la mano de situaciones divertidas, se puede llegar a los temas más serios.

Tolcachir que en principio pensó dirigir la obra, se tentó al leer el texto y decidió participar del proyecto, pero desde el escenario, junto a las mejores figuras del Team Timbre 4, nos referimos a Gerardo Otero y a dos integrantes históricas de los Coleman, como  Inda Lavalle y Tamara Kiper. Podemos afirmar y usted lector coincidir, que se puso toda la carne en el asador, en materia de elenco.








Solo faltaba elegir el director y aquí es donde aparece una sorpresa, ya que decidieron convocar a Ciro Zorzoli, un reconocido y exitoso director, que nunca participó en proyectos del Timbre 4. Con un estilo propio y una impronta personal, donde el humor siempre aparece. La convocatoria representaba un desafío doble, en primer término para Ciro, de tener que dirigir a un el elenco de tanta trayectoria y acostumbrado a trabajar con ciertas premisas  ya establecidas y desde el otro lado, el reto para el colectivo del Timbre 4, de adaptarse a un director exitoso, que tiene su propio método de trabajo y una poética distinta, algo que sin dudas además de un desafío, significaba un estímulo, para seguir creciendo y aprendiendo.

Yendo al argumento de La Calma Mágica, digamos de antemano, que es una obra muy original, donde lo real y lo onírico se cruzarán en forma permanente, teniendo lugar situaciones disparatadas y delirantes, que serán la cobertura de pensamientos y sentimientos muy arraigados.

La obra, arranca cuando Osvaldo ( interpretado por Claudio Tolcachir ), se presenta en una oficina para una entrevista laboral. Tras la muerte de su padre, decide dejar el teatro y buscar un trabajo " serio " . Es recibido por Olga ( Inda Lavalle ), que le pregunta si está nervioso y le ofrecerá para que se relaje, unos hongos alucinógenos que guarda en una cajita. Osvaldo acepta y come unos cuantos de los hongos.










Ese es el disparador de la pieza y los únicos momentos serios de La Calma Mágica, ya que desde ese momento, comenzarán a mezclarse sueños con realidad y la imaginación del espectador, comenzará a volar, junto con la de los protagonistas.

Osvaldo se obsesiona con un video que lo muestra durmiendo en el trabajo, que fue grabado por un compañero de oficina, que lo considera un video muy gracioso y por eso decide viralizarlo, entre sus amigos. Pese al pedido y casi ruego de Osvaldo, para que lo borre, decide no hacerlo y ya allí comenzará una cruzada de Osvaldo, para conseguir que lo borre, a cualquier precio.

Se darán muchas situaciones desopilantes y aparecerán temas, como el uso de la tecnología, el auge de los celulares, el derecho a la intimidad, la dignidad y la vulnerabilidad de las personas.








Llevar adelante un texto tan particular y tan loco por momentos, exige mucho compromiso de los intérpretes y es algo que consiguen este grupo de actores tan experimentados del off, que deciden jugar la partida y entregarse a este libro que tiene tanto de lúdico.

Mencionemos una linea de cada uno de ellos, celebramos la nueva aparición de Tolcachir, poniéndose el traje de actor. Luego de volver en Nerium Park, donde se lució mucho, parece haberle tomado el gustito y vuelve acá, siendo el protagonista de la historia. Un joven que sufre la perdida de su padre y decide salir a buscar su destino, sin esa importante referencia. Nos gustó mucho el trabajo de Claudio.

Gerardo Otero, muy sólido en su papel, un jefe bastante malvado, que disfruta de su poder y de cierta perversidad. Gerardo es un actor versátil, que parece encajar en todos los papeles que le dan.









Y del lado femenino, un estupendo trabajo de Inda Lavalle, una temperamental y muy sexual Olga, la proveedora de los hongos, con una presencia escénica indudable y Tamara Kiper, una actriz que nos gusta mucho, aquí es una veterinaria soñadora e idealista, que parece enamorarse de Osvaldo. Dos actrices de enorme talento.

Como dijimos la historia no es sencilla y este grupo de actores ponen sus cuerpos al servicio de la obra y en varios momentos, se divierten como si fueran chicos.

Hay un moderno diseño escenográfico de Cecilia Zuvialde, colorido y psicodélico de la oficina, con muebles que se irán moviendo y transformando, para crear diferentes locaciones.
La trama es dinámica con puertas por donde aparecen y desaparecen los actores, así como el buen aprovechamiento, de esta sala tan emblemática del Timbre 4, donde pueden salir voces desde una ventana alta que se ilumina o desde debajo de las butacas.






Además hay efectos sonoros muy logrados, que generan momentos divertidos y resaltan algunas frases.

En definitiva, La Calma Mágica nos propone un viaje con mucha fantasía, pudiendo pasar en segundos de una oficina a un coto de caza en Kenia o nada en un río africano. Pero como dijimos antes, muchas veces, lo fantástico y lo onírico, permiten que los sentimientos más profundos del ser humano, salgan a la luz y esto es algo que sentimos se produce aquí,

Recomendamos la obra y aceptar la invitación de este grupo de talentosos actores, para emprender este viaje fantástico, donde nos cruzaremos con elefantes rosas, que quieren seguir viviendo libremente, sin que ningún cazador importuno los moleste.




Pensador Teatral.

viernes, 3 de agosto de 2018

Código Tartufo. Moliere 1975

Dramaturgia de Merceditas Elordi y Dirección de David Señoran.








Viernes 21 hs en Teatro Payro ( San Martín 766 )

Una propuesta original y muy creativa, llega con Código Tartufo, donde ficción y realidad se cruzarán de manera inquietante. En la idea participaron Ariel Osiris y David Señorian que trabajaron en principio con el clásico y ahí llegó Merceditas, para atravesarlo con un hecho real que enseguida relataremos..

El relato, se sitúa en el año 1975, época en que Argentina atravesaba un momento difícil, con el régimen militar en el poder. El 24 de Mayo de ese año, se produce la fuga de 26 mujeres de la Cárcel del Buen Pastor en la ciudad de Córdoba. Eran presas políticas, pertenecientes a diferentes organizaciones revolucionarias. Una de las fugadas, Alicia de tan solo 19 años, desesperada buscando donde refugiarse, irrumpe en una sala de teatro cercana a la cárcel, donde en ese momento, un grupo de actores estaba ensayando Tartufo de Moliere.







Por lo tanto, partiendo de este hecho real de la fuga, es que nace esta adaptación criolla del Tartufo. En un arranque, pareciera que estamos viendo la obra original, donde Orgon ha caído bajo los encantos de Tartufo, un verdadero embaucador a quien invitó a vivir a sus casa y al que además le ofrece la mano de su bella hija, para contraer matrimonio. Las acciones fluyen y en el escenario se recrea la pieza de Moliere, con buenas cuotas de humor, hasta que unos ruidos en el exterior, interrumpe aquella representación.

Allí es donde la obra dá un giro, ya que la entrada de Alicia al teatro, modifica todo. La joven confiesa que se ha fugado de la cárcel y pide ayuda a ese grupo de actores, para que la cobijen y la escondan, ya que las autoridades policiales, estaban tras sus pasos  y seguramente en breve preguntarían alli, si vieron algo.








Ese es el disparador, ya que el clima de comedia que se respiraba hasta ese momento, vira al drama y los actores deberán bajar a la realidad, para decidir si ayudan o no a la chica, sabiendo el peligro que corren. La decisión no es sencilla y cada uno tiene su punto de vista, apareciendo un muestrario, de lo que es la sociedad, algunos tienen un mirada egoísta y optan por el no te metas, si estaba presa, algo habrá hecho y otros en cambio, quieren ser solidarios con la situación de la fugitiva.

Allí es donde en un guiño interesante, se cruzan ficción y realidad, ya que en Tartufo, se habla de hipocresía, doble moral y la impostura, pudiendo comprobar como muchas de estas conductas, que aparecían en las interpretaciones de los actores, se reproducen ahora en la vida real.

Acompañan este interesante libro, actuaciones muy parejas del elenco reunido, que se nota comprometido con la historia que se cuenta.
Arranquemos por David Señoran, que además el el director de la pieza, interpretando al Tartufo, el encantador de serpientes, primera figura de la compañía, que muestra con la joven, la misma hipocresia que su personaje tiene en la obra de Moliere. Muy bueno lo de David.








Destacamos especialmente las actuaciones de Julia Azar, una actriz de gran trayectoria que nos gusta mucho (  el año pasado la vimos lucirse mucho, en Bodas de Sangre, ) y de María Laura León como Dorina, que se luce muchísimo en la primer parte de la obra, cuando se veía el Tartufo tradicional, festejando el público cada una de sus histriónicas intervenciones..

Ariel Osiris es Orgón, el engañado por Tartufo y padre de la bella Mariana, interpretada por Belén Fernández Diaz, que no quiere aceptar el mandato de su padre ya que su corazón, late por su amado Valerio ( Mauricio Mendez ). Los tres componen en muy buena forma sus personajes.
Aquí el espectador cuando vea la obra, verá como realidad y ficción se confunden, no vamos a adelantar nada más.








Resta mencionar a Agostina Botta, ella es Alicia, quien cambia la historia, con su irrupción sorpresiva. Una actuación con mucha energía y presencia escénica, en un papel que requiere mucha carga emocional y Agostina sabe entregarla.

Los siete actores, se complementan muy bien y aportan para el conjunto, en una obra que no es sencilla de representar, por los cambios de registros, que se presentan, ante las situaciones teatrales y reales, ya que la pieza tiene mucho del llamado teatro dentro del teatro.

La puesta es muy dinámica, con una escenografía desprovista, donde la importancia la tiene la palabra y el trabajo de los actores. Se aprovecha muy bien el amplio escenario del Payro, por el que los actores de desplazan, corren por momentos y ejecutan muy buenas coreografías,
Mencionamos un lucido vestuario de Federico Casalinuovo, que además junto con Sergio Postigo, componen la música original que tiene la pieza.









En definitiva, son varios los factores que confluyen para logran una pieza atractiva, que transita por diferentes estados, arrancando en clave de comedia en su primera parte y pasando al drama en la segunda parte.
Como dijimos la dramaturgia es original y arriesgada al mezclar un clásico de Moliere, con un hecho de nuestra historia, tan sentido para todos.

La obra permite reflexionar, como mucha veces, la indiferencia y quedarse cuidando nuestra quintita, parece resultar lo más sencillo,  pero en realidad esa falta de compromiso, resulta peligroso y contraproducente, para la sociedad, ya que hoy como no nos toca a nosotros, preferimos mirar para otro lado. La realidad indica, que si todos adoptáramos esa posición egoísta, de no ayudar al prójimo cuando requiere ayuda, se cumplirá aquel poema del pastor alemán Martín Niemuler, atribuido a Bertol Brecht, que finaliza con el párrafo que dice que cuando finalmente vinieron a buscarme a mi, ya que no había nadie más, que pudiera decir algo, porque se los habían llevado a todos.

El aplauso emocionado, con que los espectadores, despiden a los protagonistas al final de la función, premia las actuaciones y esta muy buena idea llamada Código Tartufo, Moliere 1975, teatro independiente comprometido con nuestra historia.




Pensador Teatral.

jueves, 2 de agosto de 2018

Herencia de Sangre

Dramaturgia de Amancay Espíndola y Dirección de Sebastián Bauzá,








Jueves 20 30 hs en Teatro El Extranjero ( Valentín Gómez 3376 )

Un texto que se ambienta en la Argentina interior llega de la mano de Amancay Espíndola, actriz y dramaturga nacida en General Roca, que precisamente nos presenta esta obra, que transcurre en una estancia situada en la Patagonia.

Drama histórico y familiar, Herencia de Sangre nos mostrará algunas de las deudas no saldadas de nuestra historia y una familia profundamente dividida, que no puede superar un pasado tormentoso, en el que, los lazos de sangre, tendrán un papel fundamental.

En la obra, tendremos a dos hermanos, Amanda ( Luciana Carullo ) y Manuel ( Gonzalo Cirigliano ) que viven atados a un pasado que añoran, con antepasados de prosapia, que participaron de campañas militares y conquistaron esas vastas pampas.








En la actualidad, conservan grandes extensiones de tierra, pero algo no anda bien en sus mentes, visten ropas de otra época y están atados a recuerdos, que los atormentan..Establecen un juego particular, ensayando una obra de teatro ficticia, algo que les permite, traer al presente, a familiares que ya no están en este mundo, como sus padres.

En realidad los hermanos no viven juntos, Amanda vive con Ana ( Susana Machini ), vieja ama de llaves de la familia, persona de confianza, que la asiste y la cuida, ya que su salud mental no es la mejor. En ocasión de su cumpleaños llega a visitarla su hermano Manuel. Amanda le reclama lo poco que la visita y porque no quiere estar más encerrada en esa habitación, se vislumbra, que es su hermano, quien la controla y por su frágil estado de salud mental, no la deja salir.








El festejo de cumpleaños y el jueguito teatral que montan los hermanos, se verá alterado, con la llegada de Elisa, media hermana por parte de padre y de sangre indígena. Esos lazos de sangre no son puros, ya que la madre de Elisa era mapuche y la madre de Amanda y Manuel, criolla pura.
La grieta es clara, hay un choque cultural entre ellos, un verdadero abismo parece separarlos, como si esa guerra, que tuvieron sus antepasados, se prolongara en ellos.

No vamos a contar más de la trama, solo decir, que el conflicto gobierna esta relación familiar, hay heridas del pasado que no han cicatrizado, secretos que se mantienen y claras diferencias culturales. A medida que los diálogos se van dando entre los hermanos, las diferencia se van profundizando y se vivirán momento de alta tensión.

Las actuaciones son muy parejas, creemos que la interpretación más destacada de la noche, es la de Luciana Carullo, ella es Amanda, caprichosa y manipuladora, parece jugar con su enfermedad, para victimizarse y llamar la atención del resto. Muestra un desprecio notorio para con su media hermana y un desequilibrio emocional que intimida a quienes la rodean. Destacamos la energía de Luciana, su gestualidad y un histrionismo, cumpliendo una gran performance.








Gonzalo Cirigliano, es el hermano protector, que se muestra fuerte y trata de encarrilar a su hermana, Por momentos esa imagen de fortaleza, no concuerda, con revelaciones de su pasado. Nos gustó mucho lo de Gonzalo, el único hombre de la historia.

Susana Machini, muestra su experiencia, para ese personaje de ama de llaves, que tratará de mediar cuando las situaciones parecen desmadrarse. Además representará a la madre ya fallecida, en un papel con mucho sentimiento. Con una participación secundaria, consigue destacarse.

Para el final dejamos a Magali Bonfá, una joven actriz, que es la revelación de la obra, personificando a Elisa, con sangre mapuche, orgullosa de sus orígenes y de su tierra. Se muestra incómoda en esa casa, donde debe soportar las constantes agresiones verbales de Amanda. Un papel muy complejo, que Magalí compone en gran forma, con una tonada muy lograda y unos ojos que transmiten mucho.







Nos gustó la puesta de Sebastián Bauza, un director joven, que también es actor y lo recordamos por destacarse en tantas obras en el Teatro El Ojo. Destacamos el vestuario de época de Sabrina Hovhannessian, muy importante en la trama, al igual que el diseño escenográfico, acorde con la puesta, de aires pampeanos, con el sonido del viento de fondo.

Este texto de Amancay, ganó el Premio Nacional de Dramaturgia 1997, otorgado por la Secretaría de Cultura de la Nación, tiene mucho valor, ya que con la fachada de un profundo drama familiar, da visibilidad a una situación histórica, que en la actualidad es minimizada,  pese a la legitimidad que reviste, nos referimos a la discriminación que sufrieron siempre las comunidades indígenas, que sufrieron el saqueo de sus tierras y la persecución del criollo, que no respeta su cultura.

Recomendamos Herencia de Sangre, una dramaturgia bien elaborada y comprometida, con una realidad, que los libros de historia prefieren ignorar, llevada al seno de una familia dividida. Además de disfrutar de muy buenas actuaciones, el espectador reflexionará, acerca de injusticias y deudas que nuestra sociedad, mantiene y no quiere reconocer.




Pensador Teatral..

domingo, 29 de julio de 2018

Tweed

Dramaturgia de Cesar Dominguez. Dirección y Puesta en Escena de Fernando Alegre.








Sábados 21 hs y Domingos 19 hs en Paternal Teatro ( Nicolás Repetto 1556 )

Una propuesta entrañable la que llega con Tweed, una obra que emociona y llega al corazón del espectador, por la potencia de su texto y las exquisitas actuaciones que nos regala.

Al llegar al Paternal Teatro, ya intuimos que no sería una noche más de teatro, el recibimiento es con una taza de té, ideal para este frío invierno porteño y una calidez que nos hace sentir como en casa. Es que precisamente el Paternal teatro, está situado en la parte trasera de la casa de Héctor Bidonde, actor de enorme trayectoria, director, docente y un verdadero representante de nuestra cultura, tanto que en el 2016 fue declarado como Personalidad Destacada de la Ciudad de Buenos Aires, por la Legislatura Porteña.






La mención, es un justo reconocimiento, luego de seis década de intensa actividad artística, ya que Cacho Bidonde, ha actuado en decenas de películas, en éxitos televisivos, en radio y obviamente en teatro, su gran amor, junto con la política ( fue elegido como legislador porteño por la izquierda en el 2003, siendo un ejemplo de honestidad )

Volviendo al Paternal Teatro, contemos que Bidonde a fines de los año noventa, trás su éxito con Gasoleros y Hombre de Mar, pudo comprar un enorme galpón, que refaccionó para convertirlo en su casa y en su teatro, debiendo luchar contra viento y marea,para mantenerlo en pie y tras algunos años de permanecer cerrado, lo revitaliza ahora con una obra de enorme calidad artística como Tweed, que lo tiene como gran protagonista,

La sala de modificó y acondicionó de manera especial para montar esta pieza, bajando el escenario, para recrear ese viejo y oscuro sótano del Barrio de Once, en el que Abraham, el viejo schneider, sigue ejerciendo su oficio de sastre. El mismo que abrazó cuando llegó desde su Polonia natal, para forjarse un destino, como hicieron tantos inmigrantes.







Al llegar a Buenos Aires, tuvo que adaptarse a su nueva tierra y adoptar las costumbres locales, pocos lo conocían por Abraham, era el Rusito del Once, para todos. Y allí en ese sótano, aislado del mundo, prácticamente vivió toda su vida, rodeado de su vieja máquina de coser, los botones, hilos y esas telas elegantes, como el tweed, bella pero áspera. buena analogía con la personalidad de nuestro amigo sastre,

Abraham era un sastre popular, consagró su vida al trabajo, tuvo tiempo eso sí para conocer a su esposa, con la que tuvo una hija, a la que llamaron Ruth, Pero la vida no le sonrió al schneider, se pasaba laa horas encerrado en ese sótano, trabajando sin parar, estando ausente de la vida familiar. Tanto que una noche, su mujer sin anunciarlo, decidió irse de la casa, lo abandonó a el y a su hija.

No fue fácil seguir adelante para el sastre, pero redobló sus horas de trabajo, debía criar a su hija y necesitaba dinero para pagar sus estudios, pero una vez más su personalidad cerrada y poco afectuosa, le jugó en contra y provocó que su hija en cuanto pudiera, también se fuera de esa casa, dejándolo solo. Una vez más era abandonado.








El tiempo pareció detenerse, este nuevo golpe fue muy grande para Abraham, que se recluyó en ese sótano, que era su mundo, entre hilos y maniquís, se aferró a ese universo, donde solo tenía espacio para el trabajo.

Pero una tarde que parecía como cualquier otra, su hija Ruth, volvió, habían pasado treinta años, de la última vez que se habían visto y bajó por esa escalera, viendo como el lugar, lucía casi igual, que cuando se había ido, el tiempo parecía no haber transcurrido.

Y en ese reencuentro se asomará el profundo drama, una historia de desamores, de relaciones quebradas, diálogos entre sordos, heridas que no cicatrizaron, ese orgullo que impide el acercamiento y la distancia entre se padre y esa hija, que parece infinita. Son exponentes de dos generaciones muy distintas, con lenguajes propios, parecen no escucharse, ni entenderse.







Los recuerdos y los rencores del pasado cubren el aire de la vieja sastrería, los diálogos entre padre e hija, son ácidos, cargados de ironía y de dolor acumulado.  Se lastiman con las palabras. Y hasta contaremos, dejaremos que el espectador cuando vea la obra, descubra si finalmente la coraza que los recubre a ambos, cederá y después de tantos años sin verse, llegará el esperado abrazo entre esas dos almas sufrientes, que están solas en el mundo.

Es momento de hablar de las actuaciones, que decir del trabajo de Bidonde, fantástico por donde se lo mire, sus palabras, sus silencios, su andar lento y su oficio,  fluyen de manera soñada en el escenario. Una verdadera clase magistral de teatro la que nos brinda Héctor, se lo nota comprometido e identificado con la obra, resultando un privilegio, verlo en escena.







Lo acompaña en gran forma Silvia Kauderer, como su hija Ruth, no es tarea fácil entrar en acción, con un personaje tan fuerte como el de Bidonde, que podría eclipsarla, pero Silvia muestra una gran personalidad, con su dolor a cuestas, tratando de descubrir los motivos por los que volvió a esa sastrería, redondeando interpretación soberbia y muy emotiva.

Impecable el intercambio escénico entre Héctor y Silvia, un excelso duelo teatral, que conmueve al espectador. Ambos con una entrega absoluta y la carga emotiva que le imprimen a sus personajes.

Es el momento de resaltar la gran puesta que logra Fernando Alegre, íntima, logrando comunión, entre los actores y el público, que se sientes cercanos, dentro de ese sótano, que tantas historia acumula.  Se consigue esa atmósfera melancólica que pide el libro. Hay un estupendo diseño escenográfico, recreando el local donde vive Abraham, rodeado de estantes y cajas con fotos, que se acumulan, recuerdos que pugnan por salir al exterior. Estupendo el diseño lumínico, que juega con la oscuridad y la música original de Emilio Kauderer como fondo ideal, todos ingredientes, que contribuyen a esa puesta íntima y lúgubre que encajan perfectamente con el relato.










No queda mucho más por decir, la obra atrapará desde el inicio al espectador, que sienta cercana a la historia, se identifica con ella. Se emocionará reflexionando sobre como muchas veces, por no dar el primer paso o por la imposibilidad de manifestar nuestros sentimientos, se pueden malograr relaciones y cuando nos damos cuenta de ello, ya es demasiado tarde.

Recomendamos especialmente Tweed, una dramaturgia muy bien construida, actuaciones fantásticas y una puesta íntima, confluyen para regalarnos un momento teatral de enorme valía, Al final de la función, el aplauso sentido y emocionado de los espectadores, cubrirán a los protagonistas, que antes de despedirse, invitarán generosamente al público a debatir, sobre lo visto, logrando un intercambio enriquecedor..

Como señalamos al comienzo, no fue una noche más, vivimos una velada plena de emociones, disfrutando de esta verdadera joyita de nuestro teatro independiente, que ningún amante del buen teatro, debe perderse.



Pensador Teatral.

sábado, 28 de julio de 2018

Biografia

Dramaturgia y Dirección de Pehuén Gutierrez.






Sábados 20 hs en Teatro Payro ( San Martín 766 )

Biografía es una de las obras ganadoras de la 7ma Edición de los Premios ARTEI a la producción de Teatro Independiente. Propuesta que en clave de comedia,echará luz sobre los vínculos familiares, mostrando como la mentira y los engaños, muchas veces, gobiernan las relaciones.

La historia tiene mucho de intriga y eso engancha al espectador, los hechos se van sucediendo de manera vertiginosa, las mentiras se van acumulando y se vá haciendo una bola de nieve, que en un momento se tornará imparable.








Dos hermanas que hace muchos años no se ven, se van a reencontrar y en ese encuentro volverán muchos fantasmas del pasado y viejas cuentas pendientes, que aún no saldaron..
La hermana mayor, se quedó en la vieja casona familiar cuidando a la madre, que a estas alturas, está muy enferma y padece la vida.
La hermana menor, ahora vuelve a esa casa, pero su intención no es ver a la madre y tampoco llegará sola, lo hará con su flamante novio, con su hijo y con la hija de su compañero.

La visita es inesperada e inoportuna, la dueña de casa, tiene una vida solitaria y parece tener un secreto que quiere mantener oculto a las miradas de extraños, entrado su hermana en esa categoría.
Las intenciones de la visitante, no son humanitarias, tiene un negocio en mente, ya que su novio, tiene inmobiliaria y cuando se enteró de la existencia de esta casona familiar, enseguida se le ocurrió, que allí podrían construir un petit hotel.







Claro que convencer a la dueña de casa, de ser parte del proyecto, no será tarea sencilla para la hermana, están peleadas hace años, tienen personalidades opuestas y no se tienen ninguna simpatía, es allí donde entrarán en a tallar toda clase de mentiras y ardides. Lo único que importa, es conseguir el objetivo, y la frase el fin justifica los medios, cobrará más vigencia que nunca aquí,.

No contaremos más, como mencionamos antes, además del humor, el misterio es un componente fundamental de Biografia y por eso dejaremos que el espectador cuando vé la obra, descubra las muchas sorpresas que la trama nos tiene preparadas.








El texto es actual, y en sintonía con los tiempos modernos, hay una familia ensamblada, con muchas internas. En la sociedad moderna, los intereses económicos, son los que dominan las relaciones, por encima de lo humano. Como dijimos el libro atrapa al espectador, siendo varias la historias paralelas que corren al mismo tiempo, pudiendo resultar tal vez una obra algo larga para lo habitual y corriendo el riesgo de que alguna de esas historias pueda quedar inconclusa, pero el balance es positivo, ya que el público agradece la generosidad en la duración y se engancha con la trama, fundamentalmente por las muy buenas interpretaciones que ofrece..

Yendo a las actuaciones, son un puntal a destacar, son siete los protagonistas y todos hacen su aporte para el conjunto de la historia.

Berta Gagliano es la hermana mayor, algo excéntrica y fanática de los gin tonics, deberá soportar la invasión de su hermana y su familia, que a toda costa, quieren quedarse con su casa. Un personaje central de la historia muy bien compuesto, que se destaca mucho.








Laura Pagés es la hermana menor, la que se fue de la casa familiar y ahora vuelve, porque huele negocios. Temperamental, filosa de lengua y muy decidida, no dará marcha atrás hasta cumplir su objetivo. Gran presencia escénica de Laura, en una interpretación muy lucida.

Su novio es David Señoran, entrador y prototipo del chanta argentino, parece tener solución para todo, sin escrúpulos y también muy decidido, compone un personaje muy gracioso y fundamental en la escalada de engaños.

Emiliano Ramos, el hijo de la hermana mayor, con aires de escritor, quedará encantado, con los misteriosos manuscritos, que le encuentra a su tía y sorprenderá con algunos de sus comportamientos y tics.







Lucía Villanueva, es la típica adolescente, viene de perder a su madre de manera poco clara y no está nada contenta de estar en esa casa. Rebelde y contestaría, compone un personaje con mucha fuerza.
A Lucia la vimos lucirse este año en Uz, El Pueblo y aquí volvemos a verla en muy buena labor, aportando frescura y mucha presencia escénica, se la nota muy segura y redondea una de las mejores actuaciones de la noche,

José María Barrios Hermosa, es un albañil muy gracioso, en un rol con menor participación, logra cumplirbien su papel.

Para el final dejamos a Ariel Ragusa, el es Nino, no vamos a contar mucho de él, para mantener el suspenso, solo decir que será quien dá el título a la obra  y realiza una composición de personaje, muy lograda, con su inconfundible melena blanca, siendo para nosotros la actuación más destacada de la noche,

En definitiva se reunió un elenco muy parejo, donde todos aportan los suyo, teniendo todos espacio para su lucimiento y con recorrido para sus personajes.







Una puesta atractiva la que logra Pehuén Gutierrez, aprovechando el largo del escenario del Payró, jugando muy bien con las distancias y con las entradas y salidas de los actores. Hay una escenografía desprovista, casi sin elementos, salvo por las cajas que aparecen dominando los espacios, dejando el resto a la imaginación, en uno de los muchos guiños que tiene la obra. Hay un destacado diseño sonoro y música original de Mariano Bótolo.

En definitiva, una propuesta muy interesante la que llega al Payró, una comedia de enredos de estos tiempos, que nos permite reflexionar, siempre con humor, acerca de la baja calidad de muchas relaciones familiares, que se fueron degradando a lo largo de los años y hoy son regidos por la mentira y el engaño-

Son varias la voces que sostienen que los vínculos que se establecen en las familias, son fiel reflejo de como se comporta la sociedad y en esta caso la crudeza de la dramaturgia parece confirmarlo. Los espectadores, cuando vean la obra, además de disfrutar de las muy buenas actuaciones, seguramente reconocerán muchos de los comportamientos tóxicos, que Biografía nos transmite.




Pensador Teatral.


martes, 24 de julio de 2018

Asesinato para Dos

Libro, Música y Letras de Joe Kinosian y Kellen Blair. Dirección de Gonzalo Castagnino.







Martes 20 30 hs en Teatro Metropolitan Sura ( Av. Corrientes 1343 )

Asesinato para Dos, es de las contadas obras tocadas por la varita mágica, que logran saltar del off al teatro comercial. A lo largo de la reseña analizaremos los motivos para que esto ocurra, ya que no es sencillo conseguirlo, apoyado en la gran respuesta del público y la cantidad de premio obtenidos por la pieza, sin publicidad y teniendo como pilar el boca a boca de los espectadores que la recomendaban..

Contemos que la obra llega del off de Broadway, estrenada en Chicago en el 2011, llegó a Buenos Aires el año pasado, más precisamente al Centro Cultural San Martín, en una versión local muy dinámica, en la que Gonzalo Castagnino, logra una puesta super entretenida, siendo clave los intérpretes que sumó al proyecto, dos músicos actores, que sorprendieron a propios y extraños, con labores superlativas.







La historia, de este musical, tiene una libro simple, pero muy efectivo. una trama de suspenso, que arranca con el crimen de un famoso escritor, ocurrido en su mansión, en ocasión que celebraban su fiesta de cumpleaños, organizada por su esposa. Pero la fiesta quedó trunca, cuando un disparo terminó con su vida, con la certeza, que algunos de los invitados, es el asesino.

Es allí cuando aparecerá, un oficial de policía, que de manera fortuita, se convertirá en detective y concurrirá a la escena del crimen, la casa del escritor, para tratar de descubrir quien fue el asesino. Evocando las novelas de Agatha Christie, en las que los sospechosos deben permanecer encerrados en la casa , hasta que la situación de esclarezca, el detective Marcus, interrogará a los sospechosos y tratará de reconstruir como ocurrieron los hechos en aquella fatídica noche.

Digamos ya que que si bien la trama es de suspenso y el misterio ronda en toda el desarrollo,  los principales ingredientes que presenta la pieza son el humor y la música. En ambos rubros, se destacan los protagonistas de la historia y lo hacen de manera notable.







No contaremos más de la historia, optamos por mantener el misterio, solo decir que como buen policial, donde hay muchos sospechosos, la trama siempre puede complicarse y finalmente no será solo un asesinato, el que el detective deberá investigar.

Como señalamos antes la obra, se apoya en los dos protagonistas, nos referimos a Hernán Matorra y Santiago Otero Ramos, conocidos en el teatro más nada por sus trabajos como directores musicales, aquí sorprenden con interpretaciones muy completas, demostrando que son eximios pianistas, tocando solos y tan bien a cuatro manos ( algo muy difícil de conseguir con tanta destreza) , cantando, bailando y obviamente  actuando, mostrando ambos un virtuosismo además de sorprendernos, debemos destacar.

Hernán Matorra, es el aspirante a detective Marcus, algo ingenuo en sus razonamientos y con mucho entusiasmo, se basará en su manual, para ir atando cabos sueltos, tratando de descubrir al asesino, componiendo muy querible, que divierte con lo desopilante y dando siempre los pies justos, para el lucimiento de su coequiper,

Llega el momento de hablar de Santiago Otero Ramos, la gran revelación de la noche, desdoblando nada menos que a doce personajes, los asistentes a la fiesta y por lo tanto, sospechosos de poder haber cometido el asesinato de Arthur Whitney. Para las caracterizaciones, se vale de su talento e histrionismo, ya que los compone, cambiando el tono de voz, las posturas corporales o colocándose simplemente una gorra o un par de anteojos, con una repentización que asombra, ya que cambia de personaje en segundos, en un desfile que deja sin palabras al público, que se rinde a sus pies, con aplausos y carcajadas, festejando todas las intervenciones de un verdadero hombre de las mil caras, permítame la licencia.









Además Santiago, en una variante que tiene la versión local, logra muy buena conexión con un público con el que interactúa, reclamando por un celular que supuestamente suena en la platea interrumpiendo la función y hasta saliendo del escenario, rumbo a la platea, en búsqueda de un cómplice para una escena en particular.
Brillante el trabajo de Otero Ramos, que por su labor obtuvo numerosos premios, por su labor individual.

La química que muestran los protagonistas es sorprendente, con una entrega total en el escenario y disfrutando como si fueran niños de la función, algo que se transmite al público, que se engancha y disfruta junto a ellos.

La puesta que consigue el director es para destacar, enganchando al espectador con la historia, con los cuadros musicales y riendo mucho a lo largo de toda la función, con una trama que entretiene en todo momento.

Como elementos para destacar, hay muy buenas coreografías de Joli Maglio, el diseño escenográfico de Rene Divú y la iluminación de Gabriel Ascorti, en los tres casos a altura,  de lo que exige un teatro como el Metropolitan, para sus producciones.








Párrafo especial para la dirección musical de Gabriel Goldman, con ese piano de cola que es una de las grandes estrellas de la noche, que suena de maravillas, gracias al virtuosismo de los dos protagonistas.

En conclusión, por lo antecedentes que precedían a la obra, esperábamos ver un muy buen espectáculo, pero nos quedamos cortos con las expectativas y quedamos más que sorprendidos por la efectividad de la obra y principalmente por el talento y la excelencia de Matorra y Otero Ramos,

Asesinato para dos, en su primera temporada obtuvo gran cantidad de reconocimientos de la crítica especializada, 5 Premios Hugo entre ellos Premio Hugo de Oro por la mejor obra del año ) , Estrellas de Mar, Premios ACE, María Guerrero ,por mencionar solo algunos de ellos, que seguro contribuyeron, para eso paso del off al comercial, que mencionamos al comienzo de esta reseña-









Viendo la obra, confirmamos que todos estos premios fueron muy merecidos y además le auguramos a la pieza un futuro muy promisorio, ya que Asesinato para un Dos , es un fenómeno que sigue creciendo y creemos que lejos esta aún de haber llegado a su techo.

Quien escribe esta reseña, vé muchas obras de teatro por semana y por mes, pero en esta ocasión, quedamos especialmente sorprendidos por el talento de los intérpretes e impactados por esa ovación de pie, que al final de la función, el público que colmó el Metropolitan, les ofrendó a los protagonistas ( siendo una de las mayores ovación que presenciamos este año ), como una forma de reconocer y agradecer la estupenda noche de teatro vivida.

Nada más para agregar, solo recomendar Asesinato para Dos, el éxito del off, que llegó a la calle Corrientes, gracias al talento y al virtuosismo de sus intérpretes.



Pensador Teatral.



domingo, 22 de julio de 2018

Tigres a punto de saltar

Domingos 15 hs Patio de Actores ( Lerma 568 )







Libro y Dirección de Helena Tritek. Versión libre de los poemas  En el Invierno de las Ciudades y Androgyne, Mon Amour de Tennessee Williams.

Helena Tritek, reconocida autora y directora, decide embarcarse en un viaje fantástico, hacía la prolífica obra de Tennessee Williams, uno de los dramaturgos estadounidenses, más reconocidos del Siglo XX, con obras del calibre de El Zoo de Cristal,  Un Tranvía llamado Deseo y La Gata sobre el Tejado de Zinc, por nombrar sólo las más importantes.

Williams a lo largo de su carrera, trató temas controversiales, como la decepción del ser humano, la falta de comunicación, la homesexualidad y la demencia.
Este tema de la locura, fue recurrente en la vida del autor norteamericano y la causa de ello, fue su hermana Rose, que vivió más de cincuenta años, encerrada en diferentes instituciones psiquiátricas, con el diagnóstico de esquizofrenia con predominancia paranoide.








El autor tenía devoción por Rose y una sentencia de su hermana, lo marcaría, " No te rías jamás de la locura, es peor que la muerte " . Tennessee anotó estas palabras, que se convertirían en una guía para su obra literaria, ya que la sombra de la enfermedad mental, acosó a su familia, ya que no solo la sufrió su querida hermana, sino antes afectó a sus abuelos. Su temor a ser una víctima más, lo persiguió como una temible fantasma a lo largo de toda su vida.

La introducción tal vez un algo larga, pero creemos ha sido interesante, para entender el contexto del autor, del que Tritek en una versión libre de dos de sus publicaciones, consigue montar esta inquietante obra que es Tigres a punto de saltar.

La pieza arranca con la aparición de un presentador, que anuncia que el espectáculo, estará inspirado en la vida de Williams, quien tuvo una existencia sufrida, donde la locura, el sufrimiento y los deseos reprimidos fueron una constante.







La obra que no es sencilla de clasificar, tiene un componente poético notable, una belleza visual que por momentos abruma y que no vemos habitualmente  en nuestro teatro.Un universo onírico, donde fantasía y realidad, se van a confundir en forma permanente.

Las acciones se desarrollan en una oscura habitación de una institución psquiátrica, donde médicos con guardapolvos blancos, parecen disfrutar del poder que tienen sobre los internados, infundiendo temor hacia la autoridad y siempre listos para disciplinar mediante castigos, de diverso tipo.

En general predominan las imágenes, cuerpos en movimiento, sufrientes, dolientes, que como zoombies, deambularán por la clínica, buscando escapar de una realidad que los agobia y de las miradas controladoras de médicos y enfermeros.






Hay un compromiso muy grande del elenco reunido, se los nota metidos en el proyecto y compenetrados en la piel de esos personajes oscuros y misteriosos que representan.

Son diez los actores en escena, que aprovechan la sala más pequeña del Patio de Actores, para jugar con la oscuridad del escenario y con los segundos planos, de actores que se asoman por las puertas y por las escaleras, deambulando como seres espectrales.

Con el riesgo de ser injustos, vamos a mencionar a algunos de los protagonistas, que a nuestros ojos se destacan, como por ejemplo Rolo Sosiuk, como el doctor en jefe de aquella institución con aire siniestro, su rostro adusto, transmite miedo a los pacientes, que con solo verlo, parecen paralizarse. Muy buen trabajo de Rolo, un actor con mucha trayectoria en el off, que una vez muestra sus credenciales.







Entre las pacientes, nos sorprendió mucho el trabajo de Corine Fonrouge, joven actriz, que tiene momentos donde muestra su talento y sensibilidad, transmitiendo la fragilidad que pide su personaje.

Carolina Solari, es otra de las pacientes que hay que destacar, con su melena rubia enmarañada, parece una bestia acorralada. Pero este no es el único papel, que compone, ya que una de las características de la pieza, es la multiplicidad de personajes y los actores se desdoblan para ello, siendo.Carolina aporta su talento, belleza y una presencia escénica importante.

Silvina Quintanilla es otra internada, que cumple muy buena labor, al igual que León Bara, Analia Montenegro, Carlos Ponte, Jorge Sánchez Mon y Denise Vasiloff, todos ellos se entregan por completo, una una obra que no se sencilla, pero en la que todos, trabajan en equipo y se los nota compenetrados con el universo fantástico, en el que están inmersos.








Las actuaciones son uno de los pilares de la historia, el otro es la excelente puesta que logra montar Helena Tritek, una atmósfera asfixiante, donde predomina la oscuridad. El ambiente está impregnado de misterio, algo de terror y una tensión que se respira en el ambiente.

Debemos destacar el vestuario de Pupi Carmona, las pelucas de Alejandro Granados, ambos ítems muy importantes para las caracterizaciones. Se nota que se han cuidado todos los detalles y esto se demuestra en la riqueza de la puesta.

Por todo lo mencionado, no quedan dudas que estamos en presencia de una propuesta original, arriesgada, muy rica desde lo visual y desde lo onírico, donde la fantasía y la belleza escénica, van de la mano.







Una pieza perturbadora e inquietante, que ofrece una mirada profunda sobre la locura y el encierro, mostrando, como muchas veces las instituciones en vez de tender una mano al paciente, elige someterlo y humillarlo.
Además se hacen referencias a la religión y a ciertos ritos que la comprenden, dando un toque místico a la puesta.

Son muchas las aristas que presenta la obra, nosotros solo mencionamos algunas, el espectador cuando vea la obra, seguro descubrirá otras, ya que como mencionamos la pieza tiene una riqueza visual desbordante.

Tigres a punto de Saltar, es un viaje pleno de poesía y fantasía, quienes gustan del buen teatro, sin dudas, debería emprenderlo.



Pensador Teatral.