domingo, 29 de agosto de 2021

Los Soviets de San Antonio

Dramaturgia de Victor Winer y Dirección de Mariano Dossena.

 

 



 

Sábados 22 hs y Domingos 18 hs en El Tinglado ( Mario Bravo 948 ) 

Una tragicomedia con acento ruso llega a El Tinglado, en esta historia delirante y desopilante, que jugando muy bien entre lo onírico y lo real, se permitirá navegar con total desparpajo entre las ensaimadas de una ciudad del interior bonaerense, la dinastía de los Romanov y las relaciones geopolíticas generadas en los últimos tiempos entre Argentina y Rusia.

 

 


 

Los Soviets nos hablará de Guillermo, que se escapó de San Antonio su ciudad natal, dejando atrás a su familia y un pasado no muy limpio. Se fue con lo puesto y su colección de " Todo es Historia ", ese es su único tesoro, que guarda en el placard de la pieza de la pensión de mala muerte donde vive. No parece tener demasiado de que ocuparse, su vida parece apagada, se lo nota desaliñado y con cero ganas de recibir visitas.

A punto de ponerse a dormir la siesta, recibirá una visita inesperada, como la de su prima que viajó desde San Antonio, para verlo. Las noticias que trae no son gratas y mucho menos lo será el pedido de volver a su ciudad natal, para atender asuntos familiares urgentes. Pero la prima no llegó sola a la pensión, la acompaña Román, un excéntrico oficial del ejercito ruso, ataviado con uniforme,  que además es su novio y que por supuesto,  no habla una palabra de español.

 

 


 

 

Pero la cosa no queda allí, ya que desde San Antonio también emprendió ese viaje, nada menos que Anastasia Romanov. Si leyeron bien, nos referimos a la hija menor de Nicolás II, el último de los zares rusos. Para quienes no conocen la historia, les contamos que en Julio de 1918 la familia de los Romanov fue asesinada a manos de los revolucionarios bolcheviques. Aquella trágica noche, murieron todos los miembros de la familia real, pero según cuenta la leyenda, la joven Anastasia, habría sobrevivido a la masacre. Como nunca se encontró su cuerpo, con el correr de los años, los rumores se agigantaron y son muchas las voces que juraron ver a la Duquesa Anastasia, viviendo bien lejos de su Rusia amada.

Ahora repasando las fechas, podemos deducir que en la actualidad Anastasia debería estar cumpliendo 120 años, por eso las chances que fuera ella, la que está cuerpo presente en aquella pensión. son casi nulas. Pero como les contamos antes, el texto discurre con habilidad entre realidad y fantasía, lo que permite disfrutar de momentos tan divertidos, como delirantes, como el mencionado.

 La obra presenta muy buenas interpretaciones, mencionando en primer lugar a Ana María Cores, reconocida actriz, referente del teatro musical argentino y con una trayectoria tan amplia como exitosa en el teatro y la televisión, que realiza una composición deliciosa nada menos que de Anastasia Romanov. Es notable la presencia escénica de Ana María, con un magnetismo muy particular y mostrando sus dotes para la comedia, construyendo un personaje muy divertido, que deleita a los espectadores. Una alegría poder ver en escena a Ana María Cores, con una vitalidad y una alegría que resulta contagiosa, para un púbico que disfruta su presencia.





La Cores, sin dudas es la figura convocante de la obra, pero no está sola en escena, ni mucho menos. Destacamos especialmente el trabajo de Cristian Thorsen, como Guillermo, el gran protagonista de la pieza, ya que su mente, es la que transita entre la realidad y los sueños, en aquella habitación de mala muerte. Personaje muy querible el de Cristian, a quien es la primera vez que vemos en escena y nos impresionó muy gratamente. Maria Viau, es la prima que llega de San Antonio a rescatarlo y a ponerlo al tanto de las noticias de su ciudad. Con su habitual histrionismo, se maneja como pez en el agua en la comedia y es una pieza fundamental en la trama. Muy buen trabajo de la Colo Viau.

Párrafo aparte para David Midanson, con un porte que parece sacado de una película soviética de la época de la guerra fría. Muy divertido su personaje, uno de los más festejados por el público, sin dudas una excelente la elección para este personaje tan pintoresco. Carolina Ferrer, con una participación secundaria, consigue aportar frescura a la trama, como la dueña de la pensión y otro personaje que no vamos a mencionar acá para mantener el suspenso.

 

 


 

La puesta tiene varios elementos para destacar, arrancando por el diseño de vestuario de Nicolás Nanni, con vestidos glamorosos de la época de los zares y el uniforme marcial de Román. Destacamos también el diseño lumínico, que resulta importante para diferenciar los momentos del relato, así como el diseño sonoro y musical de Rony Keselman. Todos estos ítems, coordinados por la eficiente dirección de Mariano Dossena, le aportan el marco adecuado a esta historia con tanto vuelo fantástico-

En definitiva nos divertimos mucho con Los Soviets de San Antonio, una relato que nos acerca el recuerdo de los Romanov, la última dinastía de los zares rusos ( se nota que el autor de la obra se enganchó con la serie documental de Netflix sobre este tema, ya que nosotros que la vimos hace poco, descubrimos muchos guiños de aquella apasionante historia),  una pintura de una pequeña ciudad que obtiene fama mundial a causa de las ensaimadas ( cualquier semejanza entre San Pedro y San Antonio es mera coincidencia ) y para coronar la pieza, tiene una inteligente dosis de actualidad política, donde la influencia de los intereses rusos en nuestro país, está creciendo mucho en los últimos años. Es más aquel espectador atento, hasta podrá escuchar la palabra Sputnik en un momento de la trama.

 

 

 


 

 

La obra es una excelente excusa para indagar en el tema de la dinastía de los zares y obvio para pasar un momento teatral muy divertido, algo que en tiempos de pandemia se valora mucho. Y sugerimos a los espectadores que sigan muy atentos las acciones, porque cuando la trama parece irremediablemente destinada al delirio, la dramaturgia nos tendrá reservado para el final, un giro tan inesperado, como dramático, que nos dejará con la boca abierta y atando cabos sueltos.

No queda nada más para agregar, solo recomendarles que vayan al Tinglado, para disfrutar de una historia con mucho vuelo creativo y magníficas interpretaciones. Además entendemos, que la chance de ver en persona a la Duquesa Anastasia Romanov, en pleno Barrio de Almagro, es un lujo que solo nos permite el teatro independiente y que no deberíamos dejar pasar.



Pensador Teatral.


sábado, 28 de agosto de 2021

Ricardo III

Autoría de William Shakespeare. Adaptación, Traducción y Dirección de Mario Moscoso.

 




 

Sábados 20 hs en Teatro del Artefacto ( Sarandí 760 )

El teatro clásico nos propone una cita de honor, con esta excelente versión de Ricardo III que nos presenta Mario Moscoso, logrando traer a estos tiempos, una puesta muy atractiva de la obra escrita por Shakespeare en 1591, acerca  del último rey de la casa de York y unos de los tiranos más repudiados de la historia, que no dudó en matar a quien se cruzó en su camino (incluidos su hermano y sus sobrinos )  para llegar a ser coronado como Rey de Inglaterra.

 

 


 

Ricardo, el duque de Gloucester, es el protagonista de este drama histórico que tiene muchos condimentos. Jorobado y con problemas para caminar por su pie torcido, pareciera justificar en su deformidad física, un accionar violento y sanguinario, que no encuentra ningún tipo de límites para alcanzar el poder. Un verdadero villano de la historia, con el que tal vez Shakespeare se ensañó algo más de la cuenta, ya que lo retrató como un verdadero monstruo.

Un personaje muy fuerte, que encuentra a un actor de enorme trayectoria como Mario Moscoso, un intérprete formidable para representarlo. Ya desde al arranque de la obra, con un monólogo estremecedor, este verdadero anti-héroe, dejará en claro ante los espectadores, sus maléficas intenciones de llegar al poder, sin importar la manera. El camino hacia la corona, requerirá recurrir a la mentira sistemática, a la manipulación, a la violencia y a todo lo que sea necesario. Toda bajeza está permitida en su mirada para llegar a ser Rey de Inglaterra.

 

 


 

 

La interpretación de Mario es fantástica, impresiona su presencia escénica, su energía y la maestría con la que se mete en la piel de este villano repudiado. Es admirable, su pericia para manejar los tiempos del relato y para darle recorrido a un personaje que pasa de ser un violento temible a un mentiroso adulador, de una escena a otra. Ya habíamos elogiado en gran forma a Moscoso, hace unos años, cuando en este mismo teatro, compuso nada menos que a Domingo Faustino Sarmiento, en Un Hombre Civilizado y Bárbaro, obra escrita por Raúl Serrano. Aquí nuevamente, vuelve a brillar, en este caso dando vida a un tirano abyecto, con una interpretación magistral, que realmente emociona.

Si bien Mario es quien se lleva las miradas y los mayores elogios, lejos se encuentra de estar solo en escena. Son ocho los actores que lo acompañan y lo hacen realmente muy bien. No podemos dejar de mencionar el esfuerzo que significa montar en tiempos de pandemia, una puesta con tantos artistas en escena, algo que esta obra requiere y se cumple en gran forma.

 

 


 

Hay trabajos muy destacados que no queremos dejar de mencionar. Entre ellos, Ernesto Falcke, como el Duque de Buckingham, primo de Ricardo y uno de sus laderos más influyentes, para su llegada al poder. Muy buena su interpretación, protagonizando una gran escena, dando un encendido discurso en la coronación del nuevo monarca. Destacamos el trabajo de Cristian Ottonello como su hermano Clarence y Hastings, imprimiendo mucha pasión a su personaje. Se luce también Adrián Herrera , como Rivers y Richmond, figura clave en el desenlace del relato.

De lado femenino, nos impresionó, la composición llena de energía de Cora Barengo, como Margarita, la reina desterrada, que logra transmitir su sufrimiento y su dolor, maldiciendo de todas las maneras posibles a los York. Mariángeles Alfonso con Lady Ana y la Duquesa de York, protagoniza momentos de hondo dramatismo, con mucho realismo. Y Carolina Ghio, como la Reina Isabel, completa las actuaciones femeninas, todas ellas muy destacadas.

 

 


 

No seamos injustos con Carlos Gabriel López y Gustavo López, que desde papeles secundarios, aportan lo que que requieren sus personajes. Como dijimos antes, si bien Mario Moscoso, es el gran protagonista de la obra, tiene el acompañamiento fundamental de un elenco que cumpliendo muy buenas interpretaciones, permiten que una pieza compleja y con tantos personajes, lleguen al espectador de muy buena forma.

 La puesta es realmente atractiva, aprovechando todas las posibilidades que ofrece este bello teatro, que siempre predispone bien al público. Nos gustó mucho el diseño lumínico en manos del antes mencionado Raúl Serrano, con un ambiente de penumbra y oscuridad acorde con la trama. Otros ítems a destacar, son el particular diseño de vestuario con algún toque moderno de Julieta Iribe y la música de Fernando Giusiano. Todo coordinado por Mario Moscoso, que además es el director de la obra y el máximo responsable de una puesta, que resulta atrayente para los espectadores, algo fundamental en piezas clásicas que pueden muchas veces resultar complejas y algo densas, algo que aquí no ocurre nunca y eso sin dudas, tiene que ver con aciertos de la puesta.

 

 


 

 

Impacta la actualidad que tiene este texto escrito hace más de quinientos años y que nos habla de la corrupción del poder, la falta de escrúpulos, la traición como herramienta política y deja en primer plano, el cinismo, la mentira y la manipulación a la que recurren los gobernantes de manera habitual  para ejercer el poder. El relato resulta crudo y atrapa al espectador, que encuentra muchas coincidencias entre un maquiavélico Ricardo III y figuras reconocidas de nuestra política de las últimas décadas, algo que sin dudas, además de llevarnos a la reflexión, nos provoca mucho dolor.

No queda mucho más para decir, solo nos queda recomendar la obra. Vale mucho la pena acercarse a este teatro alejado del circuito habitual del teatro independiente, pero que siempre nos acerca propuestas de enorme calidad y esta estupenda versión de Ricardo III, es una muestra de ello. Los prolongados aplausos, con que los espectadores, despiden a los protagonistas, al final de la función, además de ser merecidos, son el mejor cierre para la gran noche de teatro independiente que vivimos, con este clásico de Shakespeare, que tiene una vigencia absoluta.


Pensador Teatral.

 


miércoles, 25 de agosto de 2021

Antinomia

Dramaturgia y Dirección de Rubén Mosquera.

 

 



 

Miércoles 20 hs en Teatro Multiescena ( Av. Corrientes 1764 )

Una muy grata sorpresa nos llevamos con Antinomia, obra escrita por Rubén Mosquera, de la que teníamos muy pocas referencias, antes de verla y que nos presenta dos historias diferentes, que correrán de manera paralela y magia del teatro mediante, se unirán en el final de la trama.

 

 



 

La dramaturgia se refiere a temáticas importantes y no muy representadas en el teatro, nos referimos a los problemas de comunicación por un lado y a la lucha por defender la identidad propia por el otro. Estos tópicos se reflejan por un lado en la historia de un hombre, al que le entienden todo lo contrario a lo que dice y a partir de ese problema, deberá idear una compleja estrategia, para que sus dichos sean entendidos por lo otros, modificando su lenguaje, debiendo comunicar lo que no siente, para que lo entiendan. Siendo esta una situación que puede parecer divertida, pero que en realidad lo obliga a estar siempre atento a lo que debe decir, perdiendo espontaneidad y teniendo una angustia constante, ante la posibilidad de no ser comprendido por sus seres queridos o en su profesión.

La otra historia, mostrará el relato de una mujer, que cuando concurre a votar, nota que por un error administrativo, sufrió el cambio de su apellido y a partir de allí, emprenderá una lucha titánica contra la burocracia de un sistema, que no entiende razones y carece de lógica. Aquí también se hará presente la angustia, en este caso de una mujer, que tendrá que dedicar tiempo y energías, para intentar demostrar quien es y defender una identidad de la que se siente orgullosa.

 

 




Y hasta allí vamos a contar para no spoilear la obra, solo diremos que estas personas incomprendidas y angustiadas por una sociedad y un sistema que les resulta hostil, de alguna manera y por designios del destino, se reunirán y no contaremos más.

Más allá de la dramaturgia, a la que ya elogiamos, entendemos que los responsables de que la obra resulte tan atractiva para los espectadores, es responsabilidad de la dupla protagónica que la representa, nos referimos a Nicolás Pettorossi y a Inella Marcucci, dos jóvenes actores, que resuelven en gran forma un texto largo y complejo, que resulta un reto muy grande para ambos y hay que decirlo claramente, logran sortearr en gran forma el desafío.

La exigencia es grande, porque ambos están todo el tiempo en escena, no tienen descanso y la puesta tiene la particularidad, que mientras cada uno protagoniza su propia historia, el otro acompañará esa suerte de monólogo, desdoblando una gran cantidad de personajes, que permitirá las interacciones que la trama propone. Esto requiere mucha repentización y concentración para entrar y salir de cada personaje en cuestión de segundos, algo que Nicolás e Inella consiguen con solvencia. 







Como atractivo adicional, mencionar que la metamorfosis de personajes, sucede a la vista de los espectadores, ya que ambos protagonistas, realizarán los cambios de vestuario y de apariencia sin salir de escena,. Impresiona en especial como Inella, cambia de look en segundos, cambiando su ropa, color de pelo, edad, etc y lo mismo ocurre con Nicolás. Magníficas las interpretaciones desde lo individual, que se potencian en el conjunto, ya que se nota hay buena química y complicidad entre ambos, algo que resulta indispensable para el texto y le agrega mucho valor a la puesta.

Hablando de la puesta,  la misma es íntima y minimalista, presentando algunos elementos para destacar, como el vestuario a cargo de Vanesa Abramovich, fundamental para los cambios de personajes antes mencionados y también el diseño lumínico de Daniel Zappietro, que colabora con los diferentes climas de la trama.

 

 

 


 

En definitiva, celebramos la apuesta de Rubén Mosquera que desde la dramaturgia, elige temáticas originales y poco exploradas en nuestro teatro, como las dificultades que existen en la comunicación, lo difícil que resulta hacerse entender y más profundo, como conseguir la aceptación de los demás y encajar en un sistema, que en ocasiones resulta muy poco amigable.

Por todo lo mencionado recomendamos Antinomia, una obra que le imprime humor a situaciones angustiantes y que muestra como siempre el ser humano busca adaptarse a un mundo, que muchas veces le pone demasiadas dificultades en el camino. Sepan los espectadores que además de divertirse y reflexionar con el mensaje que acercan las historias, van a disfrutar de excelentes actuaciones, de una dupla protagónica, que sorprende por su versatilidad y nos regala una deliciosa noche de teatro independiente.


Pensador Teatral.


domingo, 22 de agosto de 2021

Surinam

Dramaturgia y Dirección de Víctor Chacón.

 

 


 

 

Domingos 20 hs en Nun Teatro ( Juan Ramírez de Velasco 419 )

Los integrantes del Circo de los Hermanos Mancuso y Víctor Chacón, el autor de este magnífico texto, debieron esperar muchos meses, a causa de la pandemia para concretar el estreno Surinam y luego de haber visto la obra, podemos afirmar que la espera ha valido la pena, ya que la propuesta llega con mucha energía al escenario del Nun Teatro, con una puesta sumamente atractiva.

 

 



 

La obra escrita por Víctor Chacón, nos contará la historia de un circo argentino que luego de una gira por Brasil, decidirá seguir hacia el Norte, rumbo a Surinam, un pequeño país caribeño, donde sabemos se habla holandés y poco más. La travesía se complicará, cuando la camioneta que traslada a la compañía se rompe en el medio de la nada y no pueden repararla. 

Donde quedan varados, no hay chances de hacer funciones, ya que no hay un ser vivo en kilómetros a la redonda. Están perdidos en el medio de la sabana, las provisiones comienzan a escasear y el hambre empieza a ser una preocupante realidad. Una contorsionista, un hombre forzudo, una bailarina, un asistente y un payaso con su mono, son los únicos seis seres vivos allí. La situación comienza a ponerse tensa, los pensamientos comienzan a turbarse debido al hambre reinante y la macabra solución que barajan es comerse al mono.

 

 


 

 

La obra está basada en hechos reales, ya que el autor de la obra, estuvo hace unos años viajando por Venezuela, a unas horas de Suriname y allí conoció una población de indios pemones, nativos de la sabana, que le contaron que hubo una época, en que esa zona era dominada por los monos. Ante su consulta, sobre donde estaban esos monos ahora, le dijeron que ya no quedan más, porque se los habían comido a todos ...

Está declaración además de sorprender a Chacón, fue la llama que lo inspiró a escribir la obra que hoy nos convoca. Surinam es una propuesta muy creativa, ya que esta historia de aires circenses, tiene además ingredientes de humor negro, grotesco criollo, confabulaciones varias, momentos divertidos y otros de extrema crudeza.

 

 

 


 

El relato tiene como característica distintiva, que no es lineal en el tiempo, con algunas escenas que se repiten o vuelven a arrancar luego desde la última detención. El mecanismo es ingenioso y está en sintonía con lo grotesco y bizarro de algunas situaciones. La dramaturgia logra atrapar al espectador desde al arranque, ya que muestra como se manejan los grupos humanos en diferentes situaciones, siendo muy diferentes los comportamientos y los vínculos que se establecen en momentos que las cosas andan bien, en contraposición de lo que ocurre ante situaciones límites.

La obra precisamente pone la lupa en una situación de extrema necesidad, el hambre en este caso, quedando al descubierto, como en muchas ocasiones, aparecen comportamientos egoístas, alianzas objetables y sobre todo un instinto de supervivencia, que pone de manifiesto lo peor del ser humano y hasta allí vamos a contar. Como resolverán el problema en aquella compañía de circo, es algo que descubrirán cuando vean la obra.

 

 


 


Más allá de un texto muy atrayente, debemos destacar las excelentes interpretaciones que presenta la obra, con composiciones de personajes muy bien logradas y marcando claramente las diferentes jerarquías que se establecen en todos los grupos humanos. El director reunió un elenco joven, que pudo superar todas las dificultades y postergaciones que tuvo el estreno de la obra y llegar con mucha energía, para la presentación de la obra. Como los trabajos así lo ameritan vamos a dar unas líneas de los integrantes del elenco.

 Nos gustó mucho el trabajo de Lucas Ranzani, como Aníbal, el payaso de la compañía. Orgulloso de su profesión y sus destrezas, el se define como un clown de profesión y es quien tiene mayor antiguedad en el circo de los Mancuso. Destacamos la sensibilidad de su personaje, que resulta sumamente querible. En contraposición a su bonhomía, aparece Manuel de la Serna, como Hernesto el Musculoso. Es el villano de la compañía, su fortaleza física le dan un poder que no duda en usar en especial contra Aníbal, al que lo humilla cada vez que puede. Un personaje malvado y algo excéntrico, es el que compone de muy buena forma Manuel.

 

 


 

 Antonella del Valle Piersanti, es la bailarina Antonella. Es la belleza del elenco y usa sus encantos para confabular contra el resto. Manipuladora, sensual y un tanto cruel, unirá fuerzas con El Musculoso. Muy lograda su composición. Rocío Celeste Fernández, es Clarita la contorsionista. Angelical y sensible, renegará en varias oportunidades, por haber elegido ser parte de un circo y no trabajar en una oficina. Nos gustó mucho el trabajo de Rocío, aportando frescura a la puesta y dando muestras de sus verdaderas habilidades como contorsionista ( ya en la primera escena de la obra, descubrirán a que nos referimos ).

Javier Grinstein, es Augusto o el Pibe a secas. Es una especie de asistente todo terreno, al no poseer habilidades circenses, ocupa un lugar de menor relevancia en el grupo. Debe servir a las estrellas del circo, esa es su función y si la olvida, el resto no tardara en recordárselo. Y no nos olvidemos de Hipólito, el monito de la troupe, muy bien personificado por Sathya Dematti, el personaje más tierno de la compañía. Se hizo algo la larga la descripción, pero como dijimos antes, las actuaciones merecían el debido reconocimiento, ya que es un elenco joven, que se entrega por completo en interpretaciones, que tienen además de lo actoral, mucho teatro físico y clownesco, siendo muy buenos los aportes individuales y potenciándose en lo grupal.





La puesta es muy destacada, excelente el vestuario de Renata Montalbano, caracterizando en gran forma a todos los personajes, hay un efectivo diseño escenográfico de Flou Gangoiti y un muy buen diseño lumínico a cargo de Diego Todorovich. Todos estos elementos, bien amalgamados por el director, agregan valor a una puesta que nos traslada mentalmente a los circos que recordamos de nuestra infancia.

En definitiva, disfrutamos y valoramos mucho la propuesta que nos acerca Surinam, una historia cruda y por momentos despiadada, que tomando como ejemplo a estos artistas, logra reflejar como resulta la convivencia en los diferentes grupos humanos que se conforman y más en detalle,  la manera en que el género humano suele reaccionar ante situaciones límites.

 

 


 

Los invitamos entonces, a que se sumen a la troupe de artistas del Circo de los Hermanos Mancuso, para disfrutar de una historia muy fuerte y actuaciones superlativas de un elenco que se entrega por completo, en funciones a sala llena, a diferencia de aquellos integrantes de la compañía de circo que perdidos en la sabana caribeña, tanto añoraron los aplausos de grandes y niños.

 


Pensador Teatral.



viernes, 20 de agosto de 2021

Laberinto

Dramaturgia y Dirección de Julieta Timossi.

 

 



 

Viernes 21 30 hs en Moscú Teatro ( Ramírez de Velasco 555 ) 

En tiempo de pandemia, donde las salas teatrales permanecieron cerradas varios meses, surgieron nuevos lenguajes adaptados a los tiempos de virtualidad, teatro por streaming, funciones por Whatsapp, teatro filmado y también aparecieron los podcasts. Para quienes no conocen bien en que consisten, podemos decirles que los podcasts son una serie de capítulos grabados en audio, que se transmiten online. 

Las propuestas en audio muchas veces no son tenidas en cuenta, por el simple hecho de carecer de imagen, pero sin dudas ofrece muchas opciones, para contar todo tipo de historias. Para cerrar el concepto, podríamos pensar a los podcasts, como una versión moderna de los radioteatros, que tanto éxito tuvieron en Argentina en la década del 30.

 

 



 

Casi un siglo después del apogeo de los radioteatros y en plena pandemia, Julieta Timossi, joven actriz y dramaturga, escribió Laberinto, texto que fue pensado como podcast, grabado y editado a principios de este año, circulando en esa versión con muy buena reperecusión, pero sin nunca perder de vista, la idea de lograr representarlo en el futuro en una sala teatral. El desafío para Julieta era grande, ya que nunca había hecho un podcast y contó con la ayuda de Federico Marino, que se encargó del diseño sonoro y la edición. Y por otro lado, había que ver luego como llevar está creación sonoro, al ámbito teatral.

Podemos decir que el desafío fue resuelto de la mejor forma, ya que Laberinto, la obra que se presenta en Moscú Teatro, resulta muy atractiva por la originalidad de su puesta y por una trama que atrapa al espectador desde el inicio, ya que aborda el tema de los vínculos amorosos, desde un ángulo muy interesante.





 

El dispositivo escénico presenta los pensamientos de los personajes, tal monólogos, por un lado y las escenas entre los actores por el otro, pero siempre apuntando al púbico como interlocutor, buscando que el mismo testigo y partícipe de lo que está sucediendo en el escenario y de un relato que va creciendo en intensidad a medida que la trama avanza.

Del argumento podemos decir que Laberinto, es la historia de un triángulo amoroso. Alfonso está de novio hace cinco años con Sofía, pero un Sábado a la noche conoce a Lucrecia en un boliche y comienzan a salir. Ella no sabe que el tiene novia y se engancha, le pone fichas a la relación. Pero aparecerá en acción Sofía, la engañada, que decide no quedarse con la brazos cruzados y tomar la rienda de la situación.

Y hasta allí vamos a contar, para mantener el suspenso, el resto lo descubrirá el espectador cuando vea la obra. Solo agregaremos que Laberinto, además de ser el nombre del boliche, donde se conocen Alfonso y Lucrecia, hace referencia a los laberintos mentales, que tienen los protagonistas de esta historia de amor, donde aparecerá la adrenalina de toda nueva relación, la mentira, la culpa y lo que sucede cuando los engañados se chocan con la triste realidad.

 

 



 

 Es momento de hablar de los protagonistas de este triángulo amoroso. Nos gustaron mucho las actuaciones que presenta la obra, en especial las actuaciones de las protagonistas femeninas. Belén Carluccio, es Lucrecia, la ilusionada con ese nuevo amor. Vive sola y además de ir los sábados a bailar, integra un equipo de futbol femenino que se reúne a jugar todos los Domingos en La Boca el barrio en el que vive. Muy buena la composición de Belén, como una chica más bien guarra y con modales poco femeninos, que se ilusiona y mucho con ese chico al que conoció en Laberinto.

Pablo Pandolfi, es el villano de la historia, el que juega a dos puntas, disfrutando en principio de su infidelidad, pero no queriendo perder la relación formal de años con su novia, con un carácter posesivo, difícil de justificar. Muy buen trabajo de Pablo. Para el final dejamos a Marina Pacheco, que da vida a Sofia, que es la contracara de Belén. De familia bien constituida, muy femenina y de modales refinados, no dudará en meterse en el barro, para luchar conservar su amor. Nos gustó mucho la composición de Marina, que redondea una actuación muy destacada.

 

 



No era sencillo para los protagonistas de la historia, llevar adelante esta obra de características particulares, al provenir de una creación que tiene un lenguaje diferente al habitual para el teatro, pero sin dudas entendieron la dinámica y se adaptaron muy bien a la propuesta de Julieta.

La obra conserva de su formato original la estructuración en capítulos y tiene una puesta original, donde tendrá gran protagonismo, una pantalla donde se proyectarán imágenes grabadas de los protagonistas que jugarán con las escenas en vivo, para ir completando algunas piezas de este rompecabezas amoroso.

 

 

 


 

 La puesta presenta música de los 80´, luces de neón y tiene una ambientación que recuerda los boliches de aquellos años. Otro recurso interesante, es que los actores siempre permanecerán en todo momento en escena y harán los cambios de vestuario a la vista de los espectadores. El diseño lumínico, la musicalización y un vestuario ochentoso, son puntos altos de una puesta efectiva.

En definitiva, disfrutamos mucho de la obra, por su originalidad y por una trama que engancha al espectador desde el inicio, primero porque tiene que adaptarse al lenguaje que la pieza presenta y luego de hacerlo, disfrutará de una historia que engancha , porque resulta cercano y porque aborda la temática de los vínculos amorosos, sus límites y todo lo negativo que conlleva la infidelidad, todos estos temas convocantes.

Celebramos la aparición de propuestas como Laberinto, que se atreven a salir de los formatos habituales, trayendo al teatro, nuevos lenguajes que sin dudas lo enriquecen y además en este caso lo hace de la mano de un relato que atrapa en todo momento a los espectadores que quieren conocer, cuál será el desenlace de esta historia amorosa.


Pensador Teatral.


domingo, 15 de agosto de 2021

I-CHING

 Dramaturgia y Dirección de Catalina Piotti.

 

 


 


 Domingos 20 30 hs en Teatro Border ( Godoy Cruz 1838 )

 Una propuesta muy original, que fusiona el cine con el teatro, llega al Teatro Border de la mano de la joven dramaturga y actriz Catalina Piotti, obra que según ella misma reconoce es algo autobiográfica, ya que en tiempos de pandemia y estando en Los Ángeles, a través de una guionista, que luego se transformó en su amiga, conoció el I-Ching o también llamado oráculo chino, el más famoso y antiguo de los libros de adivinación.

La obra nos hablará del proceso creativo, de lo difícil que resulta llegar al éxito. Y más profundo, tratar de determinar cuando alguien puede considerarse como exitoso. Un guionista solo es exitoso, cuando su película llega a triunfar en Hollywood ?? O resulta suficiente con escribir una historia que llegue al espectador ??  Quien determina que el único que triunfa es el que gana el Oscar ?? Todos los que no ganan la estatuilla fracasan ??  Y que ocurre, si para alcanzar ese supuesto éxito, se deben traicionar la propias ideas y aceptar la reglas / convenciones de lo políticamente correcto ?? 

 




Esos son algunos de los interrogantes que se le presentan a Leticia ( Catalina Cofono Polack ), la joven guionista protagonista de esta historia. Duerme de día, crea de noche y trata de escapar de las obligaciones mundanas, que la sociedad le impone, como pagar una cuenta bancaria o tener que ir a hacer una compra al super. La norma dicta, que el creador no puede distraerse con tareas menores, tiene que esperar la llegada de esa inspiración, que le permita llenar las páginas en blanco. Leticia tiene ese grado de locura y excentricidad, que parece formar parte del ADN que todo creativo que se precie de tal debe tener.

Pero los días pasan, las hojas siguen en blanco y allí es donde de manera fortuita aparece Amelia ( Luciana Caisutti ) una joven romántica, virginal y supersticiosa. Ella tiene claro su objetivo, que Matías le pida matrimonio, para cumplir su sueño de casarse de blanco y formar una familia. En oposición a Leticia, Amelia quiere socializar todo el tiempo y luego de varios desaires, entablará una relación de amistad con la guionista, gracias a que ambas comparten a su manera la pasión por el cine y por el I-Ching.


 

 


 

Esa nueva relación, parece a inspirar a Leticia, el oráculo parece tener las respuestas que ella estaba buscando y hasta allí vamos a contar, el espectador descubrirá cuando vea la obra, que a medida que la trama avanza,  estas dos mujeres encontrarán más puntos en común de lo que pensábamos y los límites entre ficción y realidad, comenzarán a ser difusos.

Nos gustaron mucho las actuaciones que presenta la obra, Catalina Cofono Polack es la gran protagonista de la historia, con una excelente composición de una Leticia anti-social, que pone todos sus esfuerzos al servicio de una creatividad que se niega en llegar. Destacamos la energía bien arriba de Catalina, en sintonía con lo que pide su personaje.

 

 


 

 

Resulta muy bueno el contrapunto, con el personaje de Amelia a cargo de Luciana Caisutti, como una mujer naif y soñadora. Recordamos haber elogiado a Luciana, por su trabajo en Ella Puede Sola y aquí vuelve a mostrar su sensibilidad, para redondear una muy buena actuación. Muy buenos los trabajos individuales de ambas actrices, que se potencian en el conjunto.

Dijimos al principio, que esta propuesta fusiona cine y teatro, pero todavía no hablamos de ello. Las participaciones de las actrices, se intercalarán con fragmentos de películas que se proyectarán en pantalla gigante, con una sala que parece transformarse en cine. La selección es magnifica y estarìamos mucho tiempo para mencionar todos los filmes y personajes que aparecerán ante nuestros ojos, a modo de ejemplo, podemos anticipar que veremos imágenes de El Padrino, Kill Bill, El Secreto de sus Ojos, El Cisne Negro, La Vida es Bella, Perdidos en Tokio, Una Mente Brillante y un largo etcètera. 

 

 


 


 

Hay un gran trabajo de edición, para dar continuidad a los diferentes imágenes y les podemos asegurar que además de disfrutar del momento teatral, poder recordar en tan pocos minutos, fragmentos seleccionados de las películas más reconocidas de los últimos años, nos van a disparan muchos recuerdos, ya que son películas que marcaron tendencia, con escenas memorables, que aún siguen dando que hablar.

Por todo lo mencionado, valoramos mucho la propuesta de Catalina Piotti, por animarse a escapar de lo convencional y apostar por la innovación, jugando con la fusión de géneros, que nos propone I-Ching y logrando muy buenos resultados, ya que nos permitirá reflexionar acerca de cuestiones existenciales como la búsqueda del éxito, los sacrificios que se hacen en ese intento, la frustración y repasar todo lo que se pierde en un camino, donde las dificultades y las contradicciones serán moneda corriente, siendo importante no perder la brújula de la vida, tratando de priorizar nuestros verdaderos deseos, sin traicionar nuestras convicciones y creencias.


Pensador Teatral.


sábado, 14 de agosto de 2021

La Noche Oscura

Dramaturgia y Dirección de Eugenio Soto.

 

 



 

Sábados 19 hs en Teatro del Pueblo ( Lavalle 3636 )

Teníamos muchas ganas de ver La Noche Oscura, Tragedia Santiagueña y debido al parate por la pandemia, se alargó la espera, pero luego de ver la obra, podemos afirmar que aquí se aplica a la perfección, la frase " valió la pena la espera " , ya que disfrutamos de una fantástica historia, que presenta elementos de la tragedia clásica y de la gauchesca, muy bien regados con humor y parodia, que serán los hilos conductores del relato.

 

 



 

La dramaturgia nos propondrá un viaje teatral sin escalas, hacia una paraje rural y hunilde de Santiago del Estero, tierra árida y yerma, donde los ritos y las tradiciones se siguen a rajatabla, tanto como las empanadas, las chacareras y las siestas santiagueñas, que son una verdadera institución.

 El relato arrancará con el velatorio de Doña Rosa Quiroga, que cumpliendo las leyes ancestrales, debe ir al hoyo, lugar donde van todos los mortales que dejan este mundo. Su propio hijo Santiago, es quien cava la tumba para su madre y como corresponde convoca a los hermanos Carón, enviados de la mismísima Parca, que tendrán la misión de llevarse el alma de la difunta. Solo queda esperar las vísperas para cumplir el ritual del entierro y cumplir con la ley natural.





Pero el trámite no será tan sencillo, ya que Doña Rosa, se niega enfáticamente a ser sepultada. Si así como escuchan, la propia muerta acusa a su hijo de haberla asesinado en confusas circunstancias ( que no vamos a revelar )  y por este motivo no quiere ir a su última morada, sin antes clamar y tramar venganza contra su propio hijo.

Y hasta allí vamos a contar de esta historia, que tiene mucho de suspenso y no queremos revelar demasiado, solo diremos el relaro atrapa desde el arranque al espectador, que seguirá sin perder detalle todo lo que sucederá en aquel paraje perdido de Santiago del Estero, en el que los muertos se despiden comiendo empanadas, tomando vino y cantando chacareras.

El relato es muy rico y tiene de todo como en botica, tragedia clásica, toques shakesperianos, personajes que abrevan en la mitología griega, leyendas del campo, tradiciones gauchescas y hasta un toque de western. Si leyeron bien, hasta pueden aparecer cobwoys en pleno monte santiagueño. Así que a prepararse, y concurrir con la mente abierta, porque esta historia, tiene todos los ingredientes, para que el espectador se haga una panzada de teatro bien nuestro. 

 

 



 

Y como si esto fuera poco, gran parte de la obra está escrita en verso, por lo que entonces disfrutaremos de actores que nos hablarán en rima, realzando lo lúdico que tiene esta pieza, que se permite dialogar sobre la muerte, con un tono bufonesco e irreverente.

Es momento de hablar de las excelentes actuaciones que presenta a obra y de los deliciosos personajes que presenta la misma. Corriendo el riesgo de ser injustos, creemos que las mayores ovaciones se las llevan los hermanos Carón ( cualquier coincidencia en el nombre con Caronte, el barquero de la mitología griega que conducía a los muertos al Hades, reclamarle al dramaturgo ), nos referimos a Sarita ( Paula Baigorrí ) y Juan ( Pedro León Alonso ), ambos realizando interpretaciones superlativas.

Paula Baigorri, es una joven y talentosa actriz, a la recordábamos haber elogiado mucho en La Vida Urgente, una obra del off profundo, con un elenco muy numeroso, donde su figura se destacó claramente. Aquí como Sarita, la cieguita, está genial, rompiendo la cuarta pared con los espectadores, desde antes de iniciar la función ( no vamos a ahondar más aquí ) . Con un histrionismo a flor de piel y mucho carisma, logra momentos muy divertidos y genera muchas risas, pese a lo trágico de su personaje. Nos encantó el trabajo de Paula y vamos a seguir atentos sus pasos, porque es una actriz que promete mucho.






Igualmente de buena es la interpretación de Pedro León Alonso, hermano de Sarita y enviado también por La Muerte para cumplir su misión. Con la guitarra a cuestas, entonará chacareras muy festejadas por el público al que alentará también para que las cante, porque como dijimos ya, en La Noche Oscura, los velorios son cantados. Estupenda composición la de Pedro, muy divertido su personaje, que se luce mucho en esta desopilante historia, que incluye también una ronda de chistes santiagueños ( cuando le dijimos que la obra tiene de todo, no exageremos ni un ápice )

Pero no seamos injustos, con Bianca Vilouta Rando, como Doña Rosa Quiroga, la protagonista central de la historia, enojada por tener que abandonar este mundo, hará lo imposible para alargar su estancia en la tierra. El púbico celebra su terquedad y algún insulto muy gracioso que le dedica a los enviados de la muerte. Buenísimo lo de Bianca. En el mismo registro, se encuentra Dario Pianelli, como Santiago, gaucho bruto e impetuoso, bastante falto de amor, que debe soportar la acusación y maldiciones varias, que le lanza su difunta madre. Gran presencia escénica de Darío, que también realiza una muy buena composición. Completa el elenco Lucas Delgado, quien aparece sobre el final de la trama, en un personaje que no vamos a revelar, para no quitar sorpresa, ya que es absolutamente desopilante.

 

 



 

Como muchas veces decimos, puede haber muy buenos guiones, ideas interesantes, pero si luego no aparecen los intérpretes adecuados, para llevarlas adelante, todo puede quedar a mitad de camino. Bueno, eso no sucede en La Noche Oscura, Eugenio Soto quien pergeñó la obra,  pudo encontrar un elenco joven y talentoso, que se identificó con la historia y la abrazó con mucho compromiso, logrando darle mucho recorrido a los personajes y redondeando magníficas actuaciones.

La puesta resulta muy atractiva, con varios ítems para destacar, arrancando por el diseño escenográfico de Nicolás Botte, con ese rancho dominando el espacio escénico, el vestuario gauchesco de Silvia Luzuriaga, importante para la caracterización de los personajes y el diseño lumínico de Aquiles Gotelli, dando esa atmósfera lúgubre y a media luz, que el relato pide.

 

 



 

Una ola de creatividad resulta La Noche Oscura, una propuesta arriesgada, que nos gustó mucho y por eso la recomendamos, con una dramaturgia bien autóctona, que mira hacia el interior de nuestro país, teniendo en cuenta, ritos y tradiciones ancestrales, que siguen vigentes, pese a que desde las grandes ciudades, les restamos importancia. Además el texto tiene entre sus numerosas virtudes, poder hablar de un tema tan fuerte con la muerte, con una mirada humorística y numerosos guiños, que le quitan dramatismo.

La obra desde su estreno viene agotando localidades y eso muestra la buena recepción que está teniendo en el público, empezando a operar el boca a boca, que es una herramienta fundamental en el teatro independiente. Por eso no se pierdan esta historia desopilante, que les propondrá viajar a Santiago del Estero, para disfrutar de un relato cautivante y de personajes deliciosos. Y vayan preparados, para comerse una empanadita, tomarse un vinito, mientras suenan las chacareras, porque en Santiago, a los muertos se los despide con alegría.


Pensador Teatral.



viernes, 13 de agosto de 2021

A la Izquierda del Roble

 Dramaturgia de Pacho O´Donnell . Dirección de Daniel Marcove.

 

 


 

Viernes 19 hs en Centro Cultural de la Cooperación ( Av. Corrientes 1543 )

Celebramos la idea de Pacho O´Donnell, reconocido dramaturgo e historiador, que un día como cualquiera, caminando por Buenos Aires, pensó que justo sería idear una obra que recuerde al gran Mario Benedetti, reconocido escritor y poeta uruguayo, que sin dudas ha marcado ha varias generaciones a través de sus obras literarias.

 

 



 

Benedetti, le escribió al amor y a la cotidianeidad, son famosos sus poemas, sus textos y canciones, que trascendieron las fronteras rioplatenses. Siempre relacionado con lo popular, fue un ferviente militante de la resistencia, que lucho contra los poderosos y principalmente contra las feroces dictaduras latinoamericanas, lo que le valió tener que exiliarse desde su querida Montevideo hacia Argentina.

Acá en Buenos Aires, fue donde Pacho conoció a Benedetti y compartieron en la redacción de Crítica apasionantes charlas, en las que también participaba Eduardo Galeano, vaya riqueza que tendrían aquellas tertulias. Esta breve introducción, entendemos puede servir para dar testimonio del nacimiento de la idea en la cabeza del autor y siempre nos resulta interesante comentar como nacen estos proyectos.

 

 


 

Pacho se lanzó con la idea y confió en Daniel Marcove, que ya había dirigido tres obras escritas por él, para que fuera el director que amalgamara sus intenciones y la rueda de la creatividad comenzó a rodar. Y vaya si fue exitoso el proyecto, ya que A la Izquierda del Roble, que toma su nombre de un recordado poema de Benedetti, inicia luego de este parate obligado por la pandemia, su cuarta temporada en cartel, permanencia muy poco habitual, que cuando ocurre suele marcar que la obra tiene algo especial.

Y sin dudas, que este hermoso espectáculo lo tiene, con una puesta minimalista y una estética bellísima, podremos disfrutar de las mejores poesías de Benedetti, anécdotas de su infancia y su vida adulta, repasar las novelas suyas que se convirtieron en películas recordadas como La Tregua o rememorar temas musicales como Te quiero o Porqué cantamos, que se harán presentes con fuerza en esta exquisita noche teatral, de la que seremos testigos.

 

 




Además otro gran acierto es esa pantalla gigante situada de fondo, donde podremos disfrutar del vivo recuerdo del escritor, al ver su rostro y escuchar sus palabras, en un imaginario reportaje que Pacho le realiza. Como dato de color, indicar que a los 76 años, Pacho debuta como actor y lo hace con un aplomo que abruma. Es el maestro de ceremonias de este homenaje y lo lleva adelante en gran forma, con una cadencia justa en el relato y esa bonhomía que lo caracteriza. Un lujo verlo en el escenario a cargo de la trama.

Y lo acompaña un equipo de lujo, con nada menos que Alejandra Darín, una enorme actriz, aquí recitando poemas, con una pasión y una intensidad que llegan al corazón del espectador. Marcelo Balsells, que fuera primera voz de Opus 4, es quien entonará bellísimas melodías que tiene la pieza y el talentoso Sergio Vainikoff, desde los teclados, tendrá a su cargo el acompañamiento musical y los efectos especiales presentes a lo largo de toda la trama.

Este póker de virtuosos reunidos para el proyecto, dan muestra de su talento en el vasto escenario de la sala principal de la Cooperación, que además presenta un sonido perfecto, una cálida escenografía de Paula Molina y un diseño lumínico de Miguel Morales, que le otorga el ambiente íntimo y familiar, que el texto pide.

 

 


 

No vamos a contar más, para dejar que se sorprendan cuando vean la obra, si diremos que A la izquierda del Roble, es un sentido y merecido homenaje a Mario Benedetti, que de acuerdo a la edad del espectador, lo llevará a recordar bellos momentos de su vida y en otros casos, cuando se trate de  público más joven, le permitirá conocer a este fascinante personaje y sumergirse en su obra, para darse cuenta, cuando haga el repaso, cuantas cosas de Benedetti conocía y no sabía que había sido su autor.

 Recomendamos especialmente este bello y emocionante espectáculo, que resulta un verdadero lujo para nuestro teatro independiente, por la calidad de sus intérpretes y por la envergadura del homenajeado, que no tenemos dudas, desde el cielo disfrutará de esos aplausos y bravos, que llenan el aire de la sala, al final del la función.-



Pensador Teatral.