lunes, 19 de abril de 2021

Lúcido

Dramaturgia de Rafael Spregelburd . Dirección de Sebastián Bauzá.




Jueves 21 hs en El Método Kairos ( El Salvador 4530 )

Luego de una exitosa temporada veraniega en Mar de Plata, que llevó a Lúcido a estar nominada como mejor obra del teatro alternativo en los Premios Estrella de Mar 2020, apareció la pandemia y el estreno en Buenos Aires quedó postergado. Tuvimos que esperar hasta este 2021, para que esta renovada versión de Lúcido, dirigida por Sebastián Bauza y con un elenco muy talentoso, pudiera estrenarse finalmente en El Método Kairos.





La obra fue escrita, por el reconocido dramaturgo porteño Rafael Spregelburd, se estrenó en Cataluña en 2006 y años más tarde fue representada en Madrid, teniendo muy buen suceso de público y recibiendo numerosos reconocimientos. En Argentina, la pieza se estrenó en 2007, en el Margarita Xirgu y también tuvo muy buena acogida del público y de la crítica.

Luego de esta carta de presentación para Lúcido, contemos que es una tragicomedia, que disfruta jugando con los límites entre lo real y lo onírico, entrando y saliendo de cada espacio con una dinámica, que hará el espectador, deberá estar muy atento, para discernir cuando lo que está viendo es el sueño de alguno de los protagonistas y cuando es el mundo real, suponiendo que algo de lo que vemos en escena fuera real.

Del argumento, no diremos demasiado, porque esta es una de esas obras repletas de matices, donde el espectador disfruta jugando al detective, para intentar descubrir por donde irá la trama. Si contaremos, que tendremos a Teté, una madre manipuladora y algo desquiciada ( Merceditas Elordi ), que vive con su hijo Lucas ( Patricio Paz ) y recibirá la inesperada visita de su hija Lucrecia ( Sofía González ), que regresa a casa, luego de haberse ido, hace más de veinte años. Su regreso no es una buena noticia, ya que Teté, sospecha que no viene con buenas intenciones.






Lucas, mientras tanto, quiere llevar a la práctica, su técnica de sueños lúcidos, es decir poder controlar lo que sucede en ellos, para que en los mismo reine la felicidad y la armonía. El más recurrente es el festejo de su cumpleaños de 30. Para celebrarlo van con su madre y su hermana a un restaurante muy particular, que incluye distintas piedras en sus platos, toda una excentricidad, tanto el menú ofrecido, como el mozo que los atiende.

Como contamos antes, los sueños y la realidad se fundirán en más de una oportunidad y la técnica de sueños controlados, por momentos parecerá naufragar en la voracidad y acidez de una familia, en la que la armonía no suele ser moneda corriente. Y volviendo a la visita de Lucrecia, cuál es el motivo de su visita ?? Viene realmente a reclamar el riñón que le donó a su hermano cuando eran chicos ?? Sería capaz de semejante cosa ?? Los interrogantes son muchos y las certezas son casi nulas.

El texto tiene una intensidad y un ritmo que no decae en ningún momento, hay mucha locura en los personajes y la confrontación, parece ser la única forma que tienen de relacionarse. Los lazos de amor entre ellos, parecen parte del pasado y el presente parece es dominado por el dolor y el desasosiego.





La obra no es sencilla y requiere una máxima prestación de un elenco, que se nota muy comprometido con la propuesta, contando con las herramientas necesarias para potenciarlo y mostrando mucha química ente ellos.

Vamos a mencionarlos a todos brevemente, porque las actuaciones así lo ameritan. Arranquemos con Merceditas Elordi, como Teté, la jefa de esta familia bastante especial, que realiza una estupenda composición de su personaje, que es central en la historia. Merceditas es una gran directora y dramaturga, mostrando una vez más, que además es una excelente actriz. Prueba de ello, es que por esta interpretación, obtuvo el Premio Estrella de Mar 2020, como Mejor Actriz Protagónica de Comedia Dramática.

Patricio Paz, como Lucas, realiza un gran trabajo. Compone un personaje muy tierno, con un histrionismo a flor de piel, que es habitual en Patricio. Sofía González, como Lucrecia, es la hermana que llega de Miami a reclamar lo suyo, siendo por momentos la villana y por momentos la hermanita de Lucas, mostrando mucha presencia escénica. La dupla de Patricio y Sofía ya la habíamos visto en La Música del Viento, otra entrañable obra del off y aquí volvemos a elogiar a estos dos jóvenes y talentosos actores, que además muestran mucha química en el escenario. 





Completa el elenco Juan Pablo Carrasco, que será el mozo del sueño de Lucas y el amigo de Teté, con mucho carisma en ambos personajes. Juan Pablo es un actor de trayectoria y es muy bueno su aporte en la historia, aportando frescura a la misma. En definitiva, muy bueno el elenco reunido y se los nota a todos en la misma sintonía.

En esto hay que darle crédito a Sebastián Bauzá, el director, quien logra una muy buena adaptación del texto de Rafael Spregelburd, con una puesta muy dinámica y divertida, que logra la atención de los espectadores desde al arranque, sabiendo recrear muy bien con los diferentes momentos temporales que propone la obra.





En definitiva, disfrutamos de una muy buena noche de teatro con Lúcido, una obra que juega hábilmente entre lo onírico y lo real, dándole pistas al espectador para que vaya armando el rompecabezas de una historia, que nos tiene reservados para el final, un desenlace tan sorpresivo, como impactante.

La noche en el Kairos, fue muy especial, porque era la última, antes del nuevo cierre de actividad teatral, determinado por la pandemia. Esto se notó en la predisposición de los espectadores, que completaron totalmente el aforo permitido para la sala y en la gran energía un elenco, que nos regalo una noche de teatro a pura emoción, deseando todos que la espera sea corta y en pocas semanas, podamos volver a disfrutar de este teatro independiente, que tanto nos enorgullece.


Pensador Teatral.



domingo, 11 de abril de 2021

Nada del Amor me Produce Envidia.

Dramaturgia de Santiago Loza y Dirección de Diego Lerman.






Domingos 18 hs en Teatro Picadero ( Pasaje Santos Discépolo 1857 )

La cita era inmejorable, tarde nublada de Domingo y nos esperaba Nada del Amor me Produce Envidia, que este año cumple doce temporadas en cartel, un logro tan significativo, como impensado para este trío creativo, conformado por autor, director y actriz,  allá en el 2008 cuando la obra se estrenaba en el Sportivo Teatral. Transcurrida más de una década, la obra se ha convertido en fenómeno del off y sigue recibiendo los elogios de los espectadores, que siguen yendo al teatro, pese a la pandemia, para conocer, la historia de una humilde costurera de barrio.







Para que una obra, celebre su 12va temporada, sin dudas deben confluir una serie de factores, arrancando por un texto bello y profundo, que nos remonta a la década del 40, trayendo a escena a dos mujeres icónicas de la época como fueron Libertad Lamarque y Evita, una dirección precisa y sutil de Diego Lerman y principalmente una interpretación soberbia, como la que nos regalará María Merlino, la protagonista de este unipersonal, que podríamos catalogar como un melodrama musical.

María dará vida a una costurera de barrio, acostumbrada a ser testigo de la felicidad de sus clientas, pero no la propia. Le encargan vestidos para sus bodas, de madrinas o para bautismos. Ella deja en claro, que no ha vivido el amor en primera persona y no reniega esa realidad, manifiesta que no tiene envidia por el amor de los otros, su búsqueda es otra, su trabajo la completa y parece mostrarse orgullosa de su soledad.





Ella está en los detalles, en lo que sus colegas no reparan y estar en los detalles, es algo que la distingue como la costurera más requerida del barrio. El texto de manera inteligente, nos muestra que diferente era el papel de la mujer en la sociedad, en el siglo pasado, donde sus derechos eran limitados, al igual que las aspiraciones. Por eso la costurera, se convence a si misma, lo difícil que sería ser por ejemplo, una mejer famosa, como por ejemplo Libertad Lamarque, aquella artista a la que tanto admira.

No vamos a contar mucho más del texto, para mantener la sorpresa del espectador, solo diremos que la fama de la costurera trascenderá las fronteras del barrio y una tarde llegarán a su taller, unas telas de seda, que nunca en su vida había soñado siquiera tocar. La dueña de las mismas, era nada menos que Libertad Lamarque,  que fue en persona, para encargarle un vestido. La alegría de la costurera, era infinita, nunca pensó que la vida le podía dar semejante satisfacción, tener la enorme responsabilidad vestir a la novia de América. Pero la alegría, muchas veces es pasajera y esto se confirmará, cuando unos días después ingresará por la misma puerta, nada menos que Evita, quien luego de recorrer con su mirada el lugar, fatalmente posará su mirada en aquel vestido rojo, que ella tenía ya casi listo para entregarle Libertad y cumplimos con lo mencionado antes, no contando más. Cuando el espectador vea la obra, descubrirá como resolverá semejante dilema y quien se queda finalmente con el vestido, solo  diremos que la decisión, no será para nada fácil.






Es hora de hablar ya de la extraordinaria interpretación de María Merlino, ya que entendemos que si la obra lleva semejante permanencia en cartel y ha tenido tantos reconocimientos, en gran parte se debe al enrome trabajo de la protagonista de este unipersonal.

María, con un logradísimo tono tanguero de época, logra darle una cadencia al relato, que lo hace sumamente atractivo, para los espectadores que la siguen con una atención hipnótica. Su retórica es algo pacata y a lo largo de su parlamente, aparecerán palabras y expresiones ya en desuso, que arrancarán más de una sonrisa en la platea. A lo largo de la trama, entonará canciones de los años 40´, para deleitar al público con su hermosa voz, dejando claro que además de una gran actriz, es una excelente cantante. La actuación de Merlino, irá creciendo en intensidad y por momentos se convertirá en una verdadera clase de teatro, con un estilo bien propio, componiendo de manera admirable a su personaje.






No vamos a contar más, Nada del Amor me Produce Envidia, es una de esas obras de visión obligatoria, para aquellos espectadores que aún no lo vieron, pero también para aquellos, que la vieron hace unos años y tienen una excelente oportunidad para volver a verla, en un teatro como El Picadero, que además de ser hermoso, cuida todos los protocolos.

Disfrutamos de una excelente tarde de teatro, de la mano de un texto muy atractivo, una puesta dinámica y principalmente de una actuación superlativa de María Merlino, que a lo largo de todo el relato, no dará puntada sin hilo, para terminar cosiendo esta verdadera joyita el teatro pendiente.



Pensador Teatral.



sábado, 10 de abril de 2021

Las Promesas

Dramaturgia y Dirección de Juan Andrés Romanazzi.





Sábados 18 30 hs en Nun Teatro Bar ( Juan Ramírez de Velasco 419 )

Una sensible y bella propuesta llega de la mano de Las Promesas, una obra que nos hablará de la soledad y del dolor de una ausencia, contada en primera persona por una mujer, que parece detenida en el tiempo, esperando que su padre cumpla con su promesa y regrese a un hogar, que ya no es el mismo, desde su partida y cada día que pasa, imagina como será su vuelta. 





Para este proyecto, se reunieron Juan Romanazzi y Paula Fernández Mbarak, compañeros en escena por más de cinco años, en Mi hijo solo camina un poco más lento, obra de autor croata, que se convirtió en un verdadero fenómeno del off argentino. Pero los roles eran diferentes, en el caso de Romanazzi, significaba ponerse el traje de dramaturgo y en el caso de Paula, pasar de formar parte de un elenco de más de actores, a llevar adelante su primer unipersonal. Un desafío grande para ambos y que ya podemos decirlo, pudieron superar en gran forma, ya que Juan logró un texto profundo que moviliza al espectador y en el caso de Paula, nos regala una interpretación fantástica.

Realmente sorprende que se trate del primer unipersonal de Paula, lo decimos por la envergadura de su actuación, con una presencia escénica admirable y manejando con maestría los tiempos del relato, poniendo todos sus recursos actorales al servicio del personaje. Desde el uso de la voz, susurrando en algunas partes, elevando el tono en otras, el uso de los silencios, la corporalidad al servicio del personaje y sobre todo la intensidad que le imprime al relato, atrapando la atención absoluta de los espectadores, que sigue cada uno de sus movimientos, de manera casi hipnótica.




Si bien Paula, está sola en el escenario, la trama la irá llevando a que represente, otros personajes como el misterioso jefe, el colorado y también a su madre, mostrando para ello una versatilidad, que no es sencilla de conseguir, para entrar y salir de los personajes, con la repentización que se requiere para ello.

Del argumento no vamos a contar demasiado, Las Promesas es una de esas obras, que dejan que el espectador vaya descubriendo lo que sucede y deja caminos abiertos para más de una interpretación. Solo diremos que Paula representa a una mujer en el cuerpo de una niña, que añora la ausencia de su padre, fantaseando a diario con su retorno, imaginando como sería ese retorno y teniendo todo preparado para ese momento. 

La pieza nos habla de la soledad, de aquella mujer que vive con su madre, la que hace años ya no habla. El texto también nos refiere al paso del tiempo y a lo doloroso que puede ser una espera que se hace interminable, tanto puede serlo, que la locura y las obsesiones pueden llegar a adueñarse de la vida de aquel que espera y no se resigna a pensar, que la ausencia puede llegar a convertirse en definitiva.





La puesta que tiene la obra, es magnífica, minimalista y una muestra a las claras, de como con pocos recursos se puede lograr tanto. Hay puntos muy altos para destacar en la puesta, como el diseño lumínico de Leandro Crocco, jugando mucho con la oscuridad y con algunos faroles distribuidos de manera estratégica por el escenario, que en muchos pasajes, iluminaban el rostro de las protagonista, en momentos claves de la historia.

La escenografía es despojada, solo vemos unos cajones que tendrán múltiples usos y el agua que tiene un significado que no vamos a develar aquí, pero que con su sonido, aporta mucha paz al relato. La excelente puesta de Romanizzi, le proporciona al relato, una atmósfera íntima, necesaria para la trama y que la protagonista, explota a la perfección.

Las Promesas, está diseñada por el autor, como la primera pieza de una trilogía, que reflexiona sobre el tiempo, la muerte y el amor. Siendo Paula Fernández Mbarak, la elegida para las otras dos partes. Seguramente la pandemia, puede demorar por un tiempo los planes, pero en vista del resultado logrado aquí, esperamos ansiosos la continuación de esta trilogía.





No hay mucho más para agregar, solo recomendar esta obra, que nos cautivó desde su comienzo, por un texto bien elaborado, que sabe crear los climas y la atmósfera justa, para que la protagonista sin prisas y con un manejo estupendo de los tiempos, vaya moldeando un relato que a medida que transcurre, vá ganando en intensidad, para satisfacción de los espectadores, que siguen con atención total un relato pleno de poesía y sensibilidad.

Celebramos la aparición de jóvenes autores, que se animen a incursionar, con textos valiosos y profundos, invitando al espectador a reflexionar y a viajar con su imaginación a los diferentes escenarios, que irán apareciendo de la mano de una interpretación superlativa. Los prolongados aplausos que recibe la protagonista, al final de la función son un merecido premio por su actuación y un agradecimiento por seguir manteniendo bien viva, la llama del teatro independiente, en momentos en que lo más sencillo, sería quedarse en casa, esperando que el tiempo de esta maldita pandemia acabe.


Pensador Teatral. 


jueves, 8 de abril de 2021

30 Aniversario

 Jueves 20 30 hs en El Tinglado ( Mario Bravo 948 )






Dramaturgia de Pablo Peppino, Andrés Vicente y Gaby Almirón. Dirección de Marcelo Serre.

Noche de Jueves con pandemia y tormenta, lluvia intensa, calles anegadas, el combo invitaría a quedarse en casa viendo un reality de la televisión abierta o una serie de Netflix, pero Buenos Aires respira teatro y la cartelera del día, marcaba 30 Aniversario en El Tinglado y nuestra elección era cantada, el teatro independiente era el programa elegido.

Y empecemos por el final de esta reseña, diciendo que nuestra elección fue acertadísima, ya que disfrutamos de una magnífica noche de teatro, viendo 30 Aniversario, que si tuviéramos que definirla con un solo adjetivo, podríamos decir que es una obra entrañable. Una comedia dramática que nos hablará de sabores y amores, de alegrías y penas, pero más que nada de la vida misma, con sus diferentes caras, los momentos felices y también los tristes, ya que la rueda del destino, siempre nos tiene preparada alguna sorpresa y no siempre será agradable.






Yendo al argumento de la obra, no vamos a contar demasiado, ya que uno de los méritos que tiene el texto, es sorprender al espectador que en el arranque, imagina una historia en su mente, pero a medida que la trama avanza, irá descubriendo que el rumbo del relato, sale del carril imaginado, tomando un camino diferente.

Si podemos contar que las acciones se desarrollarán en el Bodegón de Óscar ( Gaby Almirón ) que heredó de su abuela, la pasión por la cocina, conservando los valiosos secretos de familia que le permiten usar los ingredientes y las proporciones adecuadas, para preparar platos son sabores casi mágicos. Uno mediodía, llegará al restaurante Toni ( Andrés Vicente ), falta media hora para que abra la cocina, pero Óscar sin dudarlo agasaja al recién llegado, que no logra decir cual era el motivo de su visita, cuando su mesa comienza a llenarse de exquisitos platos, que el anfitrión ofrece con una pasión que contagia.

Toni al principio duda que hacer, pero se rinde ante los sabores y los aromas de los manjares que prueba. Ese mediodía parece perfecto, pero llegará una visita inesperada al bodegón, problemas familiares que salen a superficie y una fuerte discusión, que rompe ese clima de armonía necesario para un buen almuerzo. Ese hecho fortuito, provocará que Óscar tenga que dar explicaciones a aquel desconocido, contando para ellos gran parte de su vida y en ese momento, sin saberlo, el futuro cambiará.






Pasados 30 años, el bodegón celebra su trigésimo aniversario, Óscar y Toni lo conmemoran en la misma mesa que compartieron aquel mediodía, los platos son los mismos, pero ellos, ya no son dos desconocidos, ni están solos, los acompaña Cindy ( Daniela Niremberg ) la hija de Óscar, que ya no es una niña, es toda una mujer, que ilumina el restaurante y sus vidas. Pero como dijimos antes, la rueda de la vida gira y muchas veces los momentos felices resultan efímeros y todo lo bueno, puede esfumarse en un instante.

Pero cumplimos nuestra palabra y hasta aquí contamos, que sucederá en aquella fecha especial de aniversario, es algo que tendrá que descubrir el espectador cuando vea la obra, solo diremos que una dramaturgia muy bien elaborada, sabrá que ingredientes debe llevar la receta, para emocionar al espectador, que se engancha desde el arranque, con esta historia de vida.

Es momento ya, de hablar de las actuaciones que presenta la obra y sin lugar a dudas, es Gaby Almirón, quien se lleva las mayores ovaciones de la platea, ya que nos regala una interpretación fantástica, con un histrionismo a flor de piel y una presencia escénica que el público reconoce y agradece. Gaby, sin dudas tiene una veta cómica, que se manifestó en numerosas oportunidades a lo largo de su carrera, con personajes memorables, como el de Pacotillo, aquel gitano que bailaba flamenco y recitaba coplas, en la mítica Peluquería de Don Mateo, una de las creación más recordadas de Gerardo Sofovich.






Almirón, al que muchos recuerdan por ese personaje, es un actor de raza, recibido en el Conservatorio de Arte Dramático, nos deleita con una actuación estupenda, donde no solo muestra su facilidad para hacer reír, luciéndose mucho en los pasajes dramáticos que tiene la historia y como no, en las partes cantadas, con una voz privilegiada y cantando con una pasión que llega a la platea. Soberbia interpretación de Gaby Almirón, que con su carisma y talento, se entrega por completo y nos regala una interpretación soberbia

Pero bueno, más allá de los merecidos elogios para el protagonista principal de la obra, no debemos ser injustos con sus acompañantes en el escenario, ya que son parte importante de la historia y ambos están muy bien en sus papeles. Andrés Vicente, regresa al país, luego de estar muchos años viviendo en Colombia y compone a un Toni, muy querible. Reflexivo y aportando una gran cuota de ternura a la obra dará vida a un personaje fraternal, siendo el contrapunto perfecto, para un Óscar más impulsivo.

Daniela Niremberg, acompaña en gran forma a estos dos grandes actores y lo hace con un desenfado y una energía que debemos destacar. Es quien otorga frescura a la pieza, componiendo a dos personajes claves, que cambiarán al curso del relato en sus intervenciones oportunidades. Nos gustó mucho el trabajo de Daniela.




La trama fluye muy bien y esto además de explicarse por la calidad de las actuaciones, se potencia por la dinámica puesta que logra Marcelo Serre desde la dirección, ya que con pericia logra establecer los climas, para marcar los diferentes momentos temporales y emocionales que el texto requiere.

Párrafo especial para el excelente diseño escenográfico de Sabrina López Hovhannessian, que logra ambientar de manera magnífica a este bodegón de barrio. Otros ítems destacados, son el diseño lumínico de Miguel Morales y la musicalización de Fernando Nápoli. La puesta es realmente bella y para que esto sucede, confluyen varios elementos, que logran dotar a la historia una atmósfera cálida y familiar, mostrando que no siempre son necesarios, grandes recursos económicos, para lograr puestas atractivas. En el teatro independiente, con talento e ingenio, se logran enormes resultados.






Ya no queda mucho para agregar, como dijimos en el comienzo 30 Aniversario, es una historia entrañable, a la que se llega, con una alquimia exquisita de amores, sabores y emociones, que en las proporciones adecuadas, tendrán la receta para atrapar al espectador, de la mano de un texto sensible, una puesta que cuida todos los detalles y un trío protagónico que nos ofrece interpretaciones muy logradas.

Por todo lo mencionado, recomendamos vean 30 Aniversario, una obra que emociona y moviliza. Quedará en nuestro recuerdo, el sonido de fondo de la lluvia durante la función y el gran premio de haber podido gozar de una hermosa noche de teatro y la alegría de no haber sido los únicos, ya que pese al clima impiadoso, se completó totalmente el aforo que el protocolo, le permite a El Tinglado, coronándose la velada, con esa merecida ovación que el público le brindó a los protagonistas al final de la función, como reconocimiento, por haberse dado una panzada de auténtico teatro independiente.


Pensador Teatral.



sábado, 3 de abril de 2021

El Fixer

 Dramaturgia de Mario Diament y Dirección de Daniel Marcove.




Sábados 20 30 hs en El Tinglado ( Mario Bravo 948 )

Una propuesta valiente y actual, llega a El Tinglado, con El Fixer, obra escrita por Mario Diament, uno de los autores más reconocidos de nuestro teatro, que tiene entre sus mayores virtudes, escribir piezas donde ficción y realidad van de la mano, generando en consecuencia obras que resultan de gran interés para los espectadores, podemos nombrar algunas de ellas: Cita a Ciegas, Guayaquil, Franz y Albert, Tierra del Fuego, Los Amantes de la Caza Azul y podemos seguir la lista. Seguramente mientras leen estas líneas, recordarán haber visto alguna de las mencionadas piezas.






En este caso, Diament decide escribir un texto que explora en el mundo subterráneo del poder y la política argentina, aquellos hechos que ocurren bajo la superficie, mientras los que gobiernan nos distraen con otras cosas. La pieza abordará de manera muy inteligente, algunos sucesos resonantes que vivió nuestro país y que luego de haber pasado años ya, siguen sin ser aclarados por la justicia, mencionando entre ellos la muerte de Carlitos Menem Junior y demás involucrados en el caso, el atentado de la AMIA y principalmente el asesinato del fiscal Nisman.

No es para nada habitual que el teatro, se anime a tratar temas que pueden salpicar al poder político, la justicia o los servicios de inteligencia y mucho menos que lo haga con el suficiente rigor para que el espectador, no distinga cuando el texto sale de la senda de la realidad y entra en el de la ficción o viceversa, algo que solo ocurre cuando el texto resulta virtuoso.

Las acciones de El Fixer, se desarrollan en Miami, con una semblanza exquisita de la ciudad en la que residen muchos argentinos y muchos otros llegan como turistas todo el tiempo, para visitar sus playas de arenas blancas y shoppings con marcas seductoras. La descripción tan acertada, no es casualidad, ya que Miami es la ciudad, donde hace años vive el autor de la obra, que de manera acertada, elige justamente este sitio que conoce tan bien, como escenario de la historia, que nos quiere contar.





Dejando de lado ya las introducciones y yendo a la obra, contamos que las acciones se desarrollan en un bar de South Beach, donde se encuentran de manera casual, un periodista ( Enrique Dumont ) que está de paso por la ciudad y un expatriado ( Edgardo Moreira ) que vive hace un par de años en Miami y que se define a si mismo como un "fixer", alguien que se dedica a arreglar esos problemas que en apariencia no tienen solución.

El agente tiene necesidad de hablar y encuentra en aquel periodista anónimo, un interlocutor perfecto para pasar acompañado aquella tarde calurosa. Enseguida casi a modo de confesión, cuenta que en Argentina trabajaba como servicio de inteligencia, pero enseguida deja claro, que si busca su nombre en Google, no lo vá a encontrar, ya que no existe. Pese a no existir, deja claro que trabajó muchos años para el poder político de los diferentes colores, conociendo muy bien los manejos de las operaciones, los carpetazos y los contactos aceitados de los espías con el periodismo, que en muchas ocasiones puede resultar útil a sus intereses.

Serán ciertas las historia que cuenta aquel hombre o será un fabulador ?? Para ser un charlatán tiene demasiada información, mucha de ella, de alta sensibilidad. El periodista, fiel a su instinto, escucha, pero tiene dudas. Si lo que cuenta llega a swe real, porque se lo cuenta a él ?? Cuales son sus intenciones ?? Que sucedió para que luego de estar involucrado en temas tan relevantes ahora esté exiliado en Miami ?? Las preguntas con muchas y con un personaje tan enigmático, como el que tiene enfrente, las respuestas no son sencillas de encontrar.





La charla tendrá momentos intensos, se hablará del rol del periodismo, de corrupción, de temas urticantes, como la venta de armas a Ecuador y Croacia, la muerte de Carlos Menem Jr, el caso AMIA y en especial, referencias muy interesantes al caso Nisman, que tendrá un espacio privilegiado en la trama. Pero no vamos a contar más, para descubrir si lo que el fixer cuenta es real o no, deberán ver la obra, solo adelantamos al espectador que se van a sorprender sobremanera.

Como muchas veces decimos aquí, podemos tener un texto muy interesante, pero si luego no se encuentran los interlocutores necesarios, para traducir esas palabras al hecho teatral, las buenas intenciones pueden quedar a mitad de camino. Algo que aquí no ocurre para nada, por el contrario Mario Marcove, el director, encontró una excelente dupla protagónica, que logra potenciar el texto.

Edgardo Moreira, es a nuestro entender, quien tiene sobre sus hombros el peso de la historia y responde al desafío de manera estupenda, ya que con su enorme carisma y con una presencia escénica imponente, compone su papel de manera admirable. Su personaje requiere humor, histrionismo y alta energía, todas facetas que Edgardo maneja muy bien y por eso puede lucirse tanto a lo largo de la obra. Soberbia interpretación de Moreira, siempre es un placer ver la pasión, con la que encara la profesión.






No queremos ser injustos con Enrique Dumont, otro gran actor el del teatro independiente, que aquí sabe jugar muy bien su papel, contribuyendo al lucimiento de Edgardo y acompañando de manera perfecta, tal como pide el texto, dando vida a un periodista desconfiado y por momentos asqueado con los manejos del poder y con lo que aquel desconocido le confiesa. Muy bueno lo de Enrique, muy creíble con su caracterización.

En esta muy buena complementación de la dupla protagónica, no debemos restar mérito a Daniel Marcove, a cargo de la dirección y que en los últimos años, ha trabajo de manera asidua con los textos escritos por Diament, sabiendo darle los ingredientes necesarios a los mismos, para poder montar puestas dinámicas que seduzcan al espectador, algo que en este tipo de obras, donde hay mucho parlamento, no siempre puede resultar sencillo. En este caso, el objetivo se logra con creces y el resultado es una puesta muy atractiva, que atrapa al espectador desde el arranque.

Además de lo mencionado la puesta tiene un baño de actualidad contundente, ya que la trama se desarrolla en tiempos de pandemia y por eso aparecerán en el relato, los barbijos, el alcohol y demás medidas preventivas, que tanto tenemos presentes en estos tiempos. La idea de introducir todo lo mencionado, contribuye a aumentar notablemente el realismo de las acciones y le otorgan una temporalidad absoluta a la trama.






En definitiva, nos fuimos muy contentos de El Tinglado, ya que como mencionamos antes, no es habitual que nuestro teatro independiente, se anime a incursionar en temas de actualidad política y judicial, como los que se tratan aquí. El abordaje de estas temáticas, sin lugar a dudas, nos ayuda a reflexionar sobre la triste realidad argentina de los últimos años y como desde la distancia, puede verse con absoluta nitidez, muchas situaciones, que desde el lugar de los hechos, nosotros no podemos o no queremos ver.

Nos gustó mucho El Fixer y por eso la recomendamos, ya que confluyen un texto actual e inteligente, que se anima a explorar en el mundo subterráneo del poder, una dirección precisa y actuaciones superlativas, el combo perfecto, para redondear una gran noche de teatro independiente.


Pensador Teatral.


jueves, 1 de abril de 2021

Radojka

Libro de Fernando Schmidt y Christián Ibarzabal. Dirección de Diego Rinaldi.





Viernes y Sábados 21 hs en Teatro Picadilly ( Av. Corrientes 1524 )

En estos tiempos de pandemia, donde abundan las malas noticias y los pronósticos apocalípticos, la posibilidad de encontrar espacios donde poder olvidar los problemas y reírnos con ganas resultan un verdadero bálsamo. Es por esto, que los espectadores agradecen la llegada de propuestas como Radojka.

La pieza tiene ADN rioplatense, ya que sus autores son los uruguayos Fernando Schmidt y Christián Ibarzabal, que escribieron una comedia negra, género poco explotado en el teatro comercial y lograron moldear un texto muy divertido y ameno. El proyecto de cristaliza, bajo la dirección de Diego Rinaldi, talentoso actor, director y docente, nacido en Santa Fé y apasionado por el teatro.





Radojka, les contamos, es una anciana serbia, de casi noventa años, que vive sola en su departamento de Buenos Aires, bajo el cuidado de Gloria ( Patricia Palmer ) y Lucía ( Cecilia Dopazo ) que cada una en su turno, asisten a la dueña de casa. La habitual rutina se altera, cuando un día Gloria recibe a Lucia con una terrible noticia, Radojka ha fallecido esa mañana, de manera súbita.

Y aquí es donde arranca la historia y los enredos de Gloria y Lucía. La anciana vive sola en Argentina, su único familiar, es un hijo que vive en Belgrado y que solo aparece cada tres meses, para enviar el cheque para pagar los gastos de manutención de su madre, incluyendo los sueldos como cuidadoras. 

La muerte de la anciana, traería como consecuencia que ambas se quedan sin trabajo. Una verdadera desgracia, ya que estaban muy cómodas cuidando a Radojka y conseguir un nuevo empleo en estos momentos complejos de la economía y más con la edad que tienen ellas, no será algo sencillo. Pero Gloria no resigna a lo irreversible y es la ideóloga de una idea alocada. Y si de alguna manera podrían mantener el trabajo ?? Podrían ocultar por un tiempo la muerte de la anciana ?? No vamos a contar más, solo adelantaremos, que con la tarjeta de crédito de la occisa, deciden comprar un freezer y entonces el disparatado plan, paradójicamente, cobrará vida.





El texto como dijimos es muy divertido y rápidamente la historia, se convertirá en una comedia negra de enredos, donde el humor negro  dirá presente, siendo muy efectivo de la mano de una dupla protagónica exquisita, que encuentra terreno fértil para el lucimiento.

Quien se lleva los mayores elogios y es el alma de la obra, es Patricia Palmer, construyendo a una Gloria ácida y siempre pesimista, que manipulará en todo momento a su compañera y será la cabeza pensante de este macabro y disparatado plan. La actuación de Patricia, es excelente, con mucho carisma y una capacidad sorprendente para hacer reír a los espectadores, en cada una de sus intervenciones.

Cecilia Dopazo, la acompaña muy bien, sin tanta experiencia en comedias, sabe encontrar su lugar al lado de Patricia y forma muy buena dupla. Interpreta a una Lucía insegura, que a cada rato, recuerda los consejos de su madre ya desaparecida, algo que exaspera a su colega.





Siempre es gratificante poder ver en escena a actrices de gran trayectoria como es el caso de Patricia y Cecilia, que aquí se muestran cómodas, con el texto y con la dirección de Diego Rinaldi, con quien ya habían trabajado antes.

La puesta es austera, pero efectiva y de muy buen gusto. Destacamos el diseño escenográfico y el vestuario, ambos rubros a cargo de Vanesa Abramovich. En este párrafo, aprovechamos para resaltar el cumplimiento de protocolos en el Payró, como viene ocurriendo en todos los espacios teatrales a los que estamos concurriendo, en esta caso con una muy buena distancia entre los espectadores, que se ubican en las butacas de manera estratégica.





En conclusión, no reímos mucho con Radokja, una comedia negra, que nos dará licencia para mofarnos de la muerte, justamente en tiempos donde nos bombardean de manera permanente con cifras de muertes y pérdidas diversas. Además de divertir, el texto deja un espacio interesante para reflexionar, sobre como muchas veces, las personas pueden hacer las cosas más disparatadas, con tal de mantener su trabajo, ya que perder el empleo, resulta poco menos que una tragedia.

Recomendamos Radojka, se van a encontrar un texto divertido, una dirección dinámica y especialmente la posibilidad de disfrutar de la actuación de una dupla protagónica formada por dos excelentes actrices, que se sienten a gusto con la historia, algo que los espectadores reconocen, riendo mucho a lo largo de la obra y con esos aplausos de pie, con los que despiden a las protagonistas al término de la función.


Pensador Teatral.