sábado, 30 de marzo de 2024

Tamorto

Dramaturgia y Dirección: Jorge Costa.






Viernes y Sábados 20 hs en Caras y Caretas ( Sarmiento 2037 ) 

Nada menos que una década en cartel, es la carta de presentación de Tamorto, Romance de Arlequín y la Muerte, este espectáculo rioplatense que conjuga momentos musicales de géneros diversos, como cumbia, boleros. flamenco, por nombrar solo algunos, con la murga y el clown, desplegando hábilmente un humor irreverente y desopilante, que además incorpora notas de actualidad política y pasa facturas a los políticos que nos gobernaron en los últimos años y nos llevaron a la situación actual.






La obra tiene una dinámica vertiginosa, hay una corriente energética de humor y delirio que arranca de manera tímida y no para de crecer, a lo largo que el show avanza. De entrada, los actores aclaran que la comedia de arte, género del espectáculo, se alimenta de la la participación del público y por ello la cuarta pared se derrumbará desde el comienzo, ya que en muchas oportunidades se pedirá la aprobación / opinión del público, para con las acciones que se irán desarrollando, generándose un ida y vuelta muy particular, que asegura que ninguna función será igual a la otra.

Contamos que Tamorto, se centra en la historia del Arlequín, personaje parlanchín y lenguaraz, que se encuentra en sus últimas horas. Llamaron a una Doctora que lo revisó y no le dió esperanzas. El triste final parece ya marcado. Pero el Arlequín, fiel a su esencia, decide que si tiene que esperar a la muerte, lo hará con alegría y disfrutando sus últimas horas a full, con su amigo Pierrot y con Colombina, la esposa de su mejor amigo, probando las mieles del poliamor.






El espectáculo es desopilante por donde se lo mire y no tiene miedo de jugar al fleje, con una buena dosis de humor negro y algunos gags subidos de tono. Si bien las máscaras y el clown, pudieran dar a pensar que es un espectáculo es para chicos, aclaramos que no lo es, aunque en las funciones siempre se ven algunos niños con sus padres, que se ríen de las ocurrencias del arlequín y sus compañeros, pero por las dudas hacemos la aclaración. La trama si bien tiene un camino marcado, deja espacios para la improvisación, algo que los actores y el público disfrutan mucho.

Se genera mucha complicidad entre los personajes y el público. Hay momentos donde los actores se despojan de los personajes y se ríen de su profesión. Otros donde hacen catarsis con los espectadores por la actualidad , riendo y llorando por los políticos a los que votamos en los últimos años. La historia del Arlequín y la llegada de la Muerta, es la columna vertebral de la obra que lleva una década en cartel, pero fue mutando y creciendo a lo largo de los años, algo que se nota por la actualidad rabiosa que tienen algunos diálogos.






La dinámica del espectáculo, requiere un elenco muy talentoso y esto es algo que ocurre claramente en Tamorto. Arranquemos con Jorge Costa, como un Arlequín eléctrico e incontrolable. Con un histrionismo a flor de piel, el arlequín hará de las suyas a lo largo de toda la obra. Será quien más veces rompa la cuarta pared, el que más improvisa y quien llevará el rimo de la velada, jugando con el público y sus compañeros de elenco. Irreverente y por momentos impune, el arlequín parece un adolescente malcriado, que no tiene filtros para decir la verdad. Fenomenal trabajo de Jorge, con un estado físico admirable, ya que se revuelva del por el piso, vuela por los aires, etc. Además es el director de la obra y quien se lleva las mayores ovaciones de la platea.

En lo personal, nos encantó el trabajo de Julia Muzio, en sus personajes de la Doctora y de la Muerte. Con mucho carisma, se muestra provocadora y juega a la perfección con lo políticamente incorrecto y le sale muy bien, logrando la reacción del público que festeja sus ocurrencias. Soberbia interpretación de Julia, mostrando su talento y su carisma.






Pero las buenas actuaciones no paran, Emiliano Larea es Pierrot, el mejor amigo del Arlequín, que enojado por sufrir el engaño, buscará la manera de tomar venganza y la encontrará. Emiliano se destaca mucho en lo actoral y hace un enorme trabajo como clown, a lo largo de la trama.  Completa el póker virtuoso, Romina Mónaco como Colombina, la esposa de Pierrot y deseada por su amigo. Romina aporta picaresca y sensualidad a la obra, siendo otro personaje muy divertido, que destaca mucho por su gestualidad y frescura, generando también momentos muy festejados por el público. La trama de manera generosa les permite a cada uno de los personajes, tener espacio para su lucimiento individual, que se potencia en el conjunto.

Realmente nos encontramos con actuaciones muy destacadas, se nota que hay mucha química entre los integrantes del elenco y esto se nota en la frescura y flexibilidad que tiene la trama, que no es rígida y se nutre de cambios. Sin dudas, a lo largo de los años, el equipo se consolidó y ahora se conocen casi de memoria. Se divierten en escena y esto además de sumar a la obra, se transmite al público. Pero para cerrar el elenco, no debemos dejar de mencionar a Fernando Pérez Hernández, músico en vivo, que con su máscara correspondiente,  está todo el tiempo en escena y con instrumentos varios, será fundamental, para el acompañamiento sonoro de la historia, siendo otro integrante del equipo que muestra su talento.

La puesta es opulenta, con mucho colorido y un derroche de energía muy alto, con un componente de teatro físico importante y un despliegue escénico que no se detiene nunca. Rubros a destacar la música y banda sonora que acompañan las acciones. El vestuario de El Corte Mágico y las máscaras de Alfredo Iriarte aportan mucho en la caracterización de los personajes. Y por último destacar el diseño de luces de Jorge Costa, que además de uno de los impulsores del proyecto, desde la dirección, es el responsable de una puesta tan rica.






En definitiva, nos reímos mucho con Tamorto, una celebración particular  y rioplatense de la muerte, donde disfrutar de la vida es una máxima a cumplir. Estamos en presencia de un espectáculo multifacético, que conjuga lo musical, el clown y la crítica política que con algunas oscilaciones, resulta bastante imparcial, algo que no es sencillo, ya que es importante que no cae en lo panfletario, para alegría de un público que compra la propuesta y participa festivamente de la misma, ya que se siente identificado con los personajes y las situaciones que viven.

Solo queda recomendar la obra, para empaparse de un género tan poco representado como la comedia del arte y conocer a un Arlequín explosivo, que tiene muchas verdades para gritar antes que la Parca llegue para llevárselo, aunque ya les adelantamos, que no le será sencilla la tarea. Celebramos haber descubierto Tamorto y le auguramos muchos años más de vida a una propuesta que se sostiene por el talento y la pasión de sus protagonistas, que nos muestran que la risa, siempre es el mejor antídoto para afrontar la dura realidad que nos toca.


Pensador Teatral.

 

jueves, 28 de marzo de 2024

La Anémona y el Jabalí.

Dramaturgia y Dirección de Mónica Maffia.





Jueves 20 hs en el Centro Cultural Rojas - Sala Batato Barea (Av. Corrientes 2038) 

Se conmemoraba el Día Mundial del Teatro y nada mejor que celebrarlo viendo La Anémona y el Jabalí, este virtuoso texto de Mónica Maffia, que nos invita a viajar en el tiempo a Madrid de 1936, momento de alta tensión política en España, que era una nación fragmentada y con fuertes conflictos entre las fuerzas de izquierda, representadas por la Segunda República y de derecha, compuestas por nacionalistas y la Iglesia Católica.






En las calles de España se vivía un clima de agitación, con una sociedad dividida en líneas ideológicas y enfrentamientos frecuentes entre simpatizantes de ambos bandos, con huelgas, protestas y violencia política como postales de la profunda inestabilidad y del descontento con la situación política generándose el caldo del cultivo propicio para el golpe militar de Franco y con el mismo, el inicio de la Guerra Civil Española. que dejó miles de muertos  y cicatrices en la sociedad que aún perduran.

 Una vez hecha la introducción, que esperamos haya resultado interesante para los lectores y que entendemos sirve de marco adecuado para dar cuenta del contexto en el que se desarrolla la obra, que nos permitirá ser testigos privilegiados de un programa radial, llamado Jueves de República, en la que dos locutoras, con pensamientos antagónicos y que además no se llevaban demasiado bien entre ellas. desarrollarán diversas secciones del programa, como las efemérides, noticias locales y del mundo, además de bellos momentos musicales con las figuras del momento y otras secciones. 

Seremos testigos de cinco programas radiales y partícipes de la magia que tiene la radio, donde siempre los oyentes escuchan, pero nunca ven lo que sucede en el estudio. Los espectadores tendrán la suerte en este caso, de poder espiar lo que sucede puertas adentro, viendo algunas disputas internas entre las conductoras, el activo trabajo de la joven sonidista, pieza clave del programa y en definitiva vivenciar como las tres mujeres, intentarán  maquillar las imperfecciones, para que las emisiones salgan al aire de la mejor manera para los radioescuchas.






El programa además tiene una sesión dedicada a un cuento, en este caso a un poema erótico de William Shakespeare que abreva en el mito de Venus y Adonis como metáfora política para denunciar los abusos políticos de aquellos tiempos. Vale destacar que Mónica Maffia, la autora de la obra es justamente una ferviente investigadora de los trabajos de Shakespeare, por lo que no resulta casual la acertada elección de este relato, que al tener varios puntos de contacto con un poema del gran García Lorca, cerraron el círculo creativo para la lucida dramaturgia que presenta la propuesta.

La Anémona y el Jabalí, título que surge del mencionado poema de Shakespeare, resulta una pieza muy atractiva, ya que además de darnos un pantallazo de la situación que se vivía en España, en los días previos a la llegada de Franco, nos traerá el recuerdo de figuras destacadas de aquellos años y cercanos a nuestros sentimientos, como nuestro amado Carlos Gardel, la recordada Margarita Xirgu y figuras internacionales como Fred Astaire, por dar solo a algunos nombres que aparecerán a lo largo de la noche.

Y hasta allí vamos a contar para mantener el suspenso y para que sean los espectadores los que descubran las sorpresas que nos tiene reservada la obra, que además de apoyarse en una rica y minuciosa dramaturgia, descansa en las estupendas actuaciones que nos ofrecen las tres actrices, que tienen a su cargo llevar adelante el texto, porque como siempre decimos, puede existir un texto muy bueno, pero si luego no se encuentran las intérpretes adecuadas, todo puede quedar un buenas intenciones, siendo esto algo que aquí no ocurre, ya que las actrices logran potenciar un texto valioso de por sí.






Y arranquemos por Mercedes Olivera como Paquita, una de las locutoras que tiene el programa, que para nosotros resulta la figura más destacada de la obra. Con gran presencia escénica y un acento castizo hermoso, dá vida a un personaje con mucho carisma y glamour. Mercedes además de actriz, es cantante lírica y por eso se disfrutan de manera especial, algunos momentos musicales, donde la protagonista se luce con su bella voz. Nos encantó su trabajo.

Pero no seamos injustos con Eva Matarazzo, como Encarnación, la otra locutora de Jueves de República, que está sobresaliente en un personaje muy exigente. A Eva la elogiamos en varias oportunidades en este sitio, es una actriz que nos gusta mucho y aquí una vez más vuelve a destacarse, mostrando sus recursos y su gran versatilidad. Muy logrado su acento también.  Excelente lo de Eva.

Y para el final dejamos a Rocío de León, como Carmen, la encargada del sonido y la técnica del programa, que nos permite deleitarnos con la parte oculta de la radio, la que los oyentes imaginan pero no ven. Carmen no tiene el acento castizo de las locutoras, ya que es latinoamericana y jugará un papel muy importante en la trama, con un personaje misterioso, que esconde algunos secretos. Nos gusto mucho también lo de Rocío, que aporta frescura a la trama, además de ser la encargada de terciar entre ambas conductoras.





Es una satisfacción cuando vemos actuaciones parejas por lo buenas y este es uno de sus casos, ya que las tres protagonistas que se destacan mucho. Tiempo de dedicar unas líneas a la bella puesta de Mónica desde la dirección. Puntos a destacar, como dijimos los encantadores momentos musicales de la historia, que incluyen el recuerdo de figuras tan notables como Gardel. El diseño escenográfico de Leopoldo Tiseira es estupendo, ya que monta un estudio de radio de aquellos tiempos, aprovechando en gran forma, las generosas dimensiones de la sala Batato Barea del Rojas. Y no podemos dejar de mencionar el distinguido vestuario de época que lucen las protagonistas, con vestidos y sombreros que suman mucho en las caracterizaciones.






Creemos que hemos contado lo suficiente ya, el resto como dijimos lo descubrirán cuando vean ustedes la obra, que llega al Rojas, con un interesante recorrido de funciones por escenarios de España y también del Uruguay, recibiendo varios reconocimientos de la crítica especializada, que supieron apreciar la sensibilidad y profundidad de una obra que destaca por su belleza estética y la potencia del texto.

Solo queda invitarlos a que emprendan ese viaje a la España de mediados de la década del 30, para ser testigos de un programa radial transmitido en aquellos días previos al golpe de Franco que desencadenó la Guerra Civil Española y el arranque de una dictadura caracterizada por la censura y el nacionalismo autoritario, que duró más de treinta años. Siempre es bueno recordar la historia, para no repetir sus momentos trágicos, agradeciendo que sea el teatro el que nos permita el recuerdo de la mano de un texto virtuoso que tiene humor y actuaciones realmente destacadas y nos permitió celebrar el Día Mundial del Teatro de la mejor manera.


Pensador Teatral.