jueves, 30 de noviembre de 2017

Todo lo que Nadie ve

Viernes 21 hs en Vera Vera Teatro ( Vera 108 )







Dramaturgia y Dirección de Javier Rodríguez Cano.

Muy interesante propuesta llega con Todo lo que Nadie ve, opera prima de Javier Rodríguez Cano, actor, director y docente, con una destacada trayectoria en el mundo teatral, que en esta ocasión debuta como autor.

Inspirado en El Empapelado Amarillo, cuento de Charlotte Perkins Gilman, autora y socióloga estadounidense, comprometida con la emancipación de la mujer, en ese relato hace referencia a una mujer sumida en la depresión y en lucha contra el patriarcado que rige la sociedad.
Con esa inspiración, el autor escribe esta pieza, apoyándose en una experiencia personal, sin ser un relato autobiográfico, como el mismo aclara.






La obra nos presenta a una madre y a un hijo, explorando en la particular relación que mantienen.
Recientemente sufrieron la muerte del jefe de familia, ella se quedo sin su compañero de toda la vida y él sin su padre. Ambos sintieron mucho el golpe.

Esta pérdida, como ocurre muchas veces, provoca cambios profundos en los vínculos familiares, el tablero familiar se modifica por completo y las relaciones que tenían una orientación bien definida, quedan a la deriva, obligando a reconfigurarlas por completo, apareciendo de esta manera situaciones nuevas y conflictivas.

En este caso, vemos a una madre ( Lourdes Invierno ) y un hijo ( Julián Fuentes ) que buscan como superar la ausencia y seguir adelante con sus vidas, pero las cosas no son sencillas, la madre por su enfermedad no puede salir de la casa, su hijo de lo impide y le promete que esto cambiará cuando ella se recupere.
Pero realmente, ella tiene una enfermedad tan grave que no le permite salir de su casa ?? O es su hijo quien la tiene prisionera en esa habitación por su decisión ?? El interrogante está presente y flota en el ambiente.






La madre presa de la situación, lucha por no caer en la depresión y superar la asfixia que le produce esa habitación, su hijo es el único vínculo que tiene con el mundo exterior y por eso se muestra demandante y absorbente. Rememora a su esposo a cada momento, añora esos antiguos tiempos, donde eran una verdadera familia y se queja de la casa que con el paso del tiempo muestro su avance de deterioro y amenaza con convertirse en una trampa mortal..

Ella no puede ocuparse de la casa, no tiene esfuerzos, está enferma como su hijo se lo recuerda a cada instante, por eso vive la vida que puede, no la que quiere y reclama la atención de su hijo, que trata de complacerla.

El relato atrapa de arranque al espectador, seducido un guión muy bien elaborado y realista, que expone la sufrida vida de los protagonistas, en una historia que le resulta cercana.






Hablamos de la dramaturgia, pero aún no lo hicimos de las actuaciones y podemos afirmar sin temor a equivocarnos, que las actuaciones de la dupla protagónica que presenta la pieza, son excelentes.

La madre es interpretada por Lourdes Invierno y su composición de personaje es magnífica, una madre, por momentos triste, en otros momentos alegre, pero siempre intentando manipular su hijo, principalmente mediante la culpa. Frases como no te preocupes, vos tenés tus cosas, no podés ocuparte de mi, salen con aparente dulzura, pero son verdaderos dardos que lanza..
Su gestualidad, las miradas, los silencios, todo encajan perfectamente en esa madre sola, que requiere amor y atención. Un gran trabajo de Lourdes, que se siente cómoda con el personaje, siendo un placer verla en acción.

Tampoco se queda atrás Julián Fuentes, como ese hijo mitad protector y mitad carcelero, pero siempre dependiente de su madre, la reta porque no le cuenta las cosas que se rompen en la casa. Quiere ocuparse y estar al tanto de todo, no quiere que su madre enferma y cansada se cargue de tareas. Esa es una cara, la otra soportar con estoicismo,  los reclamos de una madre, que con mucha astucia, como dijimos lo hace sentir con culpa y en permanente falta, por no poder brindarle el tiempo necesario. Ambos se necesitan y lo demuestran a cada momento. Una excelente interpretación, la de Julián.







Hay un gran lucimiento individual de ambos protagonistas y crece este lucimiento, en el conjunto, ya que muestran una química perfecta entre ellos y nadie duda que estamos viendo a una madre, con su hijo en escena.

Como nota de color, les contamos que en la función que presenciamos, un insecto participó de una escena bastante curiosa. Muchos de los espectadores se preguntaron al final, como lograron que el insecto tuviera una participación tan precisa y ahí con sorpresa nos enteramos que el mismo no era parte de la obra, apareció de la nada y los actores improvisaron, incorporándolo a la historia. El tema, es que al incorporarlo tan bien, nadie notó que su aparición había sido azarosa. Esta curiosidad, es una muy buena muestra, del talento y de la concentración de los actores, algo que es habitual en nuestro teatro off, repleto de talentos.

La puesta que propone el director, es íntima, el espectador se siente testigo privilegiado, de los intercambios entre madre e hijo, espiando en esas escenas que forman parte de su cotidianeidad, Pero también hay momentos, donde los protagonistas, se paran en un extremos del escenario, mirando al público y ensayando una especie de confesión, hablando del otro, sin que lo escuche, muy bueno el recurso y el efecto que se logra.





El diseño escenográfico y la dirección de arte, a cargo de Gustavo Maggi, es un punto muy fuerte de la puesta, recreando la habitación de la madre, con una decoración austera y esas marcas que denotan que la casa se está viniendo abajo con el paso del tiempo, algo que se nota en especial en ese empapelado raído y de motivos floreados, que entristece a la madre.
El diseño de luces a cargo de Christian Gadea es otro ítem a destacar, ya que es cálida y consigue los diferentes climas que requiere la trama.

En definitiva, estamos en presencia de una propuesta muy atractiva, una obra plena de sensibilidad, que logra identificación con el espectador, nos ofrece Javier Rodríguez Cano en su opera prima, poniendo la lupa en la relación madre hijo, potenciada con la pérdida del sostén de ese hogar. El autor logra transmitir su mensaje, con mucha claridad y sensibilidad, gracias a las excelentes actuaciones de Lourdes Invierno y Julián Fuentes.

Nos gustó mucho la obra y por eso la recomendamos, Todo lo que nadie ve, es una entrañable propuesta de nuestro off, que jugando con el título de la obra, no pueden dejar de ver.



Pensador Teatral.


martes, 28 de noviembre de 2017

La Lección de Anatomía

Miércoles 20 30 y Viernes 22 45 hs en Teatro Empire ( Hipolito Yrigoyen 1934 )





Dramatrugia de Carlos Mathus y Dirección de Antonio Leiva.

Indudablemente estamos en presencia de un clásico del teatro argentino, La Lección de Anatomía es una de las obras que dejaron su huella en nuestra escena, rompiendo records de permanencia y con un éxito de público pocas veces visto.

La obra fue todo una revolución para la época, fue estrenada en 1972 y tuvo un impacto enorme, ya que sus desnudos, resultaban todo una provocación para los convenciones de la época y generaba un desafío absoluto para los gobiernos totalitarios, que regían los destinos del país en aquellos años, que tenían a la censura como una de sus palabras de cabecera.





Pese a todos los obstáculos y a los agoreros que presagiaban que una obra de este tipo, no podía durar mucho en cartel, la obra resultó un fenómeno y logro la increíble marca de permanecer treinta y seis años ininterrumpidos en cartel, desde su estreno hasta el Año 2008, algo que si lo pensamos resulta casi imposible.

El autor fue Carlos Mathus, autor y director, considerado por muchos un adelantado a la época y uno de los grandes impulsores del teatro independiente, lamentablemente falleció el año pasado.

A modo de homenaje, Antonio Leiva, que era uno de los miembros del elenco original de la pieza, decidió darle un merecido homenaje a su creador y amigo, reponiendo La Lección de Anatomía en un teatro tan sensible a los afectos de Mathus, como El Empire.

Esta introducción fue algo extensa, pero entendemos que la obra y su historia, lo merecía, ya que no estamos hablando de una obra más, sino de una de las más importantes de nuestro teatro nacional.





Digamos ya de arranque, que la puesta actual que nos trae Leiva, no modifica el guión original, solamente le hace algunos retoques que la aggiornan a estos años, pero como dijimos, sin tocar prácticamente nada de la versión original, siendo esto algo que destacamos mucho y valoramos, ya que permite ver inalterable la esencia del guión escrito en los 70.

La puesta es ágil y potente, el espectador está atento en todo momento y disfruta lo que vé. Para no quitar sorpresa, porque hay muchos que nunca vieron la obra, no vamos a contar demasiado, solo decir que La Lección de Anatomía, es muchísimo más que esos cuerpos desnudos, que transitan el escenario y que tantos comentarios generaron

Es más los desnudos, que hay que reconocer impactan, ya que salen del hecho teatral al que estamos acostumbrados, ocurre en la primera parte de la obra, resultando una forma contundente de romper las barreras entre público y espectador, que luego del cimbronazo inicial se recupera y queda abierto mentalmente, a lo que ese grupo de actores tienen para ofrecerle. Allí es donde verdaderamente arranca la obra, que para nada se queda en lo superficial, como algún desprevenido puede pensar, al ver el afiche con los desnudos.





El guión, nos habla de vínculos humanos, de como se relacionan los padres con sus hijos, los amigos, la relación con el trabajo, los miedos, las imposiciones sociales por las que corremos, sin saber bien si es lo que realmente queremos. Esa búsqueda del éxito y de llegar a un lugar que nos marcan como el prometido, cuando en realidad, es un lugar vacío, que no nos completa en lo humano, ni nos hace felices. Muchas veces por conformar al otro, nos olvidamos de vivir las experiencias que realmente nos completan.

La obra es profunda y llega al espectador, lo incomoda, no lo deja sentirse indiferente, ya que se siente muy identificado con las situaciones, que se se ven en escena.

Señalemos que el director, logra transmitir el mensaje y el sentido del autor, gracias a las magníficas actuaciones que presenta la obra. Son ocho actores, cinco hombres ( Luciano Heredia, Marcos López, Alejandro Melgarejo, Edu Kacheroff y Carlos Distéfano ) y tres mujeres ( Yamila Gallione, Sofia Gelpi y Paula Tedeschi ) que están todo el tiempo sobre el escenario despojado, sin ninguna escenografía. Son ellos, solos con sus cuerpos y sus almas lo que llevan adelante el relato, con una entrega física y actoral absoluta.






La obra representa un gran desafío para los protagonistas, requiere un compromiso total y tiene una exigencia física muy importante, los cuerpos están en movimiento casi permanentemente y realmente el elenco muestra estar a la altura de las circunstancias..

Las actuaciones son muy destacadas en lo individual, todos tienen su momento de lucimiento personal y lo aprovechan muy bien. Además muestran un excelente trabajo en lo grupal, como mencionamos están todo el tiempo en escena, ejecutando coreografías muy precisas, siendo necesario para esto mucha coordinación y timming, algo que consiguen. Se nota que hay mucho trabajo y ensayo previo de un elenco, que se nota orgulloso de formar parte del elenco de una obra con tanta historia.






En definitiva, nos gustó mucho la reposición de este clásico de nuestro teatro nacional, que consigue Antonio Leiva, quien edifica una puesta ágil y dinámica, logrado que la obra, casi sin cambios, demuestre toda su vigencia, aunque hayan transcurrido cuarenta y cinco años desde su estreno, algo que se logra en gran medida, por las estupendas interpretaciones, que la sostienen.

Sin dudas, esta es una de esas obras de visión casi obligatoria, aquellos que vieron la obra hace muchos años, para reencontrarse con la historia y para aquellos que nunca la vieron, es una oportunidad de oro de cumplir esa asignatura pendiente, ya que La Lección de Anatomía, es una pieza que de ninguna manera pasa desapercibida, es espectador indudablemente se conmoverá a lo largo de su desarrollo y se emocionará con un final aleccionador.

No queda nada más que agregar, solo señalar, que el sentido aplauso, con que el público premia a los protagonistas al final de la obra, resulta un justo reconocimiento por su labor y también un merecido homenaje a Carlos Mathus, que desde algún rincón del Empire, seguro estará celebrando por otra función más de su querida Lección de Anatomía.



Pensador Teatral.





lunes, 27 de noviembre de 2017

Los Sueños de Matrioshka

Sábados 20 hs en Teatro La Lunares ( Humahuaca 4027 )





Dramaturgia y Dirección de Luciana Cervera Novo.

Una propuesta muy interesante y extremadamente sensible, la que nos trae Los Sueños de Matrioshka, presentando la historia de dos mujeres, madre e hija, que atravesadas por el dolor, esperarán con ansias la vuelta de ese ser querido, ya que su ausencia marca un vacío insoportable en ese hogar y en sus vidas.

La historia es muy fuerte, en la casa vemos a dos mujeres, Beatriz, la madre, ( Jimena Rey ) y su hija Ana ( Natalia Pascale ), se las nota tristes, atadas a los recuerdos de un pasado que añoran y con la esperanza de que Julian, esposo de Beatriz y el padre de Ana, vuelva de ese viaje que entre ellas cuentan emprendió.
Pasan sus días con melancolía, reviviendo el pasado y con dificultades para afrontar el presente, más que nada Beatriz, que sale poco de su casa, Ana que quiere ser actriz, intenta continuar con su vida, yendo a la escuela y ensayando para su próxima obra de teatro, se la nota con más energía, que esa madre abatida.






La situación para ellas no es sencilla, reina el miedo y el ocultamiento, dentro de la casa y también fuera. En las escuela, Ana se peleó con su mejor amiga, porque le dijo que el padre, se debe haber ido, porque debía andar en algo raro, el famoso algo habrán hecho. El sentimiento de indiferencia de la sociedad se huele en el ambiente, al igual que el dolor de esas dos mujeres, que parecen sobrevivientes, se las nota tristes y con aire ausente.

Una dramaturgia plena de poesía y de sensibilidad la que propone Luciana, que logran transmitir un ambiente de melancolía y dolor contenido al relato, atrayendo la atención del espectador desde el inicio con la historia.

En esto tienen fundamental incidencia, las magníficas interpretaciones que presenta la obra,
Jimena Rey, compone en gran forma, a esa mujer abatida, por la ausencia de su compañero y con la obligación de seguir adelante y ser sostén de sus hijos, aunque se nota carece de fuerzas. Enriquece su trabajo, interpretando algunos temas musicales, luciéndose mucho. Muy bueno el trabajo de Jimena.






La otra gran protagonista es Natalia Pascale, ella es Ana, esa hija que no se resiga a la desaparición de su padre y que tiene la convicción que su padre volverá, ella lo añora y lo espera. Pese a su dolor, sigue adelante y se imagina un futuro. Para destacar su energía y su fortaleza, se la nota muy comprometida con el personaje, con una entrega total y cumple una magnífica actuación.

Ambas actrices, se expresan muchos con sus cuerpos a lo largo del relato, como si eso que no pueden decir con palabras, lo pudieran expresar corporalmente. Ambas tienen un rico mundo interior, en el que se refugian, para seguir adelante.






La puesta que propone la directora es cálida e íntima, el espectador siente empatía con esas mujeres enormemente solas. Nos gustó mucho el diseño escenográfico de Ayelén Betti, acorde con lo que pide la historia. Un vestuario de Anita Figueroa que destacamos, con esos cambios que hacen las actrices en el escenario, a la vista de todos.

Otro recurso que enriquece la puesta es la pantalla de fondo que proyecta algunas imágenes que apoyan el relato.
Y no podemos dejar mencionar la labor de Germán Fernández, que está en escena, con su guitarra y colabora mucho con ese ambiente cálido e íntimo que tiene la pieza.






En definitiva, Los Sueños de Matrioshka, es una obra que nos muestra desde un ángulo diferente, las secuelas que deja la desaparición de personas, mostrando a esos seres que permanecen como congelados el el tiempo y deben continuar adelante, con una herida que no cicatriza nunca. La pieza nos recuerda un momento nefasto de la historia de nuestro país, en donde muchas familias quedaron devastadas y mirando como la vida continuaba a su alrededor, mientras la sociedad los trataba con desconfianza e indiferencia.

La autora nos regala una obra profunda, que conmueve por su extrema sensibilidad, logrando un clima ideal, para que las protagonistas se luzcan con entrañables interpretaciones.

Recomendamos Los Sueños de Matrioshka, una excelente forma teatral de recordar un pasado doloroso y sus tristes consecuencias, creando conciencia para que estos hechos, no se repitan nunca más.



Pensador Teatral.

Ruido Blanco

Viernes 21 hs en Beckett Teatro ( Guardia Vieja 3556 )






Dramaturgia y Dirección de Franco Calluso.

Ruido es una de las ocho obras seleccionadas por un Comité de Notables, para ser parte de la Bienal de Arte Joven 2017, luego de ser elegida entre más de 400 proyectos. Cada pieza seleccionada tuvo un tutor, en este caso el designado fue el maestro Rubén Szuchmacher.

Realmente es muy positivo que la Bienal sirva para dar lugar a autores jóvenes y creativos como Franco Calluso, que con veintinueve años de edad, estrena su tercera obra. Franco es además de dramaturgo, músico y fue responsable de la composición musical de numerosas obras de teatro.





Sin dudas esta formación, tiene una influencia fundamental en Ruido Blanco, que es una pieza que respira música por todos sus poros, los sonidos y las melodías, son las que marcaran el hilo del relato.

La original propuesta nos traslada a la Antártida, donde Santiago ( Eugenio Schcolnicov ), un músico llega al Continente Blanco tras haber ganado una beca otorgada por el Centro de Experimentación Musical. Allí deberá registrar y componer los sonidos de la Antártida.

Para cumplir su objetivo, viajó equipado con una consola, que le permite grabar y mezclar los sonidos. En el comienzo de la historia, ver al becario, con ese equipo de sonido, similar al que usan los DJ de las discotecas, apoyado sobre el hielo antártico,  es un claro indicador que la pieza que veremos es absolutamente original.





Al becario le costaba inspirarse en ese ambiente del verano antártico cuando la luz y la claridad, dominan el firmamento, durante las veinticuatro horas, algo que confunde y dificulta el descanso nocturno.
La situación parece cambiar de rumbo, cuando se cruza con una foca muy especial ( Rosalba Menna ) que tiene más de humano, que de animal, ya que canta y habla, entre otras habilidades.

A medida que la trama se vá desarrollando, se establecerá una relación muy estrecha entre el becario y la foca, el frío y la soledad, parece unirlos, en un vínculo, en el que la música siempre tendrá un sitial preponderante.

Como dijimos la historia es muy original y tiene mucho de fantástico, el autor se anima a romper los moldes, saliendo de la comodidad de las obras habituales, eligiendo arriesgar y apostar por una idea innovadora. No vamos a contar más del argumento, para mantener la intriga, ya que el texto es muy atractivo y entretiene al espectador durante toda la obra.





Ya es hora de hablar de las actuaciones, de la dupla protagónica. El papel del becario, lo interpreta  Eugenio Schcolnicov, quien decidió dejar su vida en Buenos Aires y su grupo de rock under, para buscar nueva inspiración y conseguir grabar los sonidos antárticos. Su inexperiencia como expedicionario, y su dificultad para adaptarse a la vida en la tierra austral, generará muchas situaciones graciosas. Nos gustó mucho el trabajo de Eugenio.

Pero sin dudas, quien se lleva todas las miradas y los reconocimientos en la obra, es Rosalba Menna, quien interpreta a una foca adorable. Es una foca muy especial, ya que puede hablar y por supuesto cantar. Su tarea en aquellas tierras es fundamental, según cuenta ella misma, ya que al no poder guiarse por la luz solar ( en esa época el sol no se oculta nunca ), serán sus cantos, los que marcarán el inicio de las mañanas, cuando llega la tarde y así todos los días. Una especie de reloj antártico.
Su composición del personaje es fantástica, con un traje muy logrado y un maquillaje impecable, parecemos estar en presencia de una verdadera foca. Para destacar sus miradas, sus desplazamientos, sus gestos, realmente una labor brillante la de Rosalba.

Además y como buen contraste, también interpreta, sin sacarse el traje de foca, los papeles de la representante del Centro de Experimentación Musical ( es adorable su voz )  y de un científico medio chiflado que vive allí.
Una entrega absoluta la de Rosalba Menna, que con una interpretación fabulosa, logra ponerse al público en el bolsillo. En pocas palabras, se come la obra la foca.





Otro aspecto a destacar es la muy interesante puesta que presenta la obra, de tinte minimalista, simulando en gran forma la tierra antártica, con ese suelo blanco cubierto de nieve y un diseño lumínico excelente, para marcar el brillo y la luminosidad del Sol que dominan el ambiente. Muy bueno también el efecto del agujero en la nieve, que le permite a la foca meter su cabeza en el agua, para refrescar sus ideas cuando está agobiada.
Interesante recurso, la pantalla de fondo, en el que se proyectan imágenes, de la vida del becario en Bs As, donde actuaba con su banda de rock Virgen Sorda  ( resulta muy simpático ver a la foca y al expedicionario, sentados de espaldas a la platea, para ver las imágenes, siendo dos espectadores más )

Y por último, imposible no destacar, el excelente diseño sonoro, que tiene la pieza, dijimos que el sonido y la música, eran la columna vertebral, de la historia y por eso tener un sonido nítido y potente, era una condición fundamental, que se cumple a la perfección.

El autor, reconoce que el disparador que lo llevó a escribir esta historia, fue una anécdota que le contaron, sobre que Antoine de Saint Exupery, el escritor y aviador francés, autor de El Principito, tuvo como mascota a una foca, que habitaba una bañera acondicionada con barras de hielo, en su departamento de Buenos Aires. Además reconoce que su pieza,, tiene algún vínculo con el Mito de Orfeo. Para quien no lo tiene presente, recordamos que Orfeo, es un personaje de la mitología griega, que cuando tocaba su lira, lograba conmover a quien lo escuchara. Su mayor logro, fue neutralizar el canto de las sienas, ya que los mismos atraían a los marineros y los llevaban a la perdición.





En Ruido Blanco, no hay sirena, sino una foca encantadora, que con sus bellos cantos, marcaba los tiempos, en el continente blanco.

En definitiva, celebramos que la Bienal de Arte Joven, cumpla con su principal  objetivo, permitir que nuevos autores, pueden presentar sus creaciones y si las mismas son innovadoras,  mucho mejor, ya que nos corren de las historias habituales, que presenta nuestro

En este caso, tenemos un guión muy creativo, una puesta atractiva que cuida todos los detalles y entrañables actuaciones, que magia del teatro mediante, nos proponen un viaje fantástico hacia el continente antártico. Los aplausos con los que los espectadores despiden a los protagonistas, al término de la función, son un claro indicador, que el viaje emprendido fue muy placentero.



Pensador Teatral.

sábado, 25 de noviembre de 2017

Cántico

Miércoles 21 hs en Teatro Hasta Trilce ( Maza 177 )





Dirección Coreográfica y Puesta en Escena de Alejandro Cervera y Dirección Musical de Andrés Gerszenzon.

La temporada lírica programada por Hasta Trilce para el 2017, llega a su fin, con Cántico, bellísima puesta de El Cantar de los Cantares, según muchos, el más hermoso de los poemas del Rey Salomón.

Un espectáculo muy logrado, con una belleza visual y sonora exquisita, puesta dotada de un despliegue escénico que debemos destacar ya que no es usual verlo en el teatro independiente y habla del enorme esfuerzo realizado, para lograr un espectáculo de tanta calidad artística.






Cuando hablamos de gran despliegue, no exageramos en nada, hay una orquesta dirigida magistralmente por Andrés Garszenzon, compuesta nada menos que por ocho cantantes y cinco músicos y no contamos a los actores.

Un placer poder disfrutar de las voces de las soprano Marìa Paula Alberdi y Bárbara Perrotta, la fuerza de los tenores Facundo Echevarría y Nicolás Tindiglia, la distinción de Eleonora Kifer en alto y los barítonos Fernando Borrás y Lautaro Nolli.
Todos jóvenes muy talentosos, con voces privilegiadas, que su lucen en lo individual y brillan en el conjunto.

La armonía entre las voces y los instrumentos musicales es total, Milena Eibuszyc virtuosa con el violoncello, Marcelo Dutto en órgano, Helene Dauphin en clave y Anderson de Lima con el laúd, maravilloso instrumento de cuerda, cuyo origen se remonta a la Edad Media, se unen, para marcar los bellos sones de la noche.





Ya tenemos voces y música, el triángulo virtuoso, se completa en el escenario, con ese grupo de actores, que con sus cuerpos, sus danzas y sus coreografías transmiten un sinfín de sensaciones, con sensualidad, erotismo y sobre todo con mucha poesía.

Vamos a nombrarlos a todos, ya que su entrega absoluta merece un reconocimiento, nos referimos a Paz Corinaldesi, Sergio Villalba, Verónica García, Joaquín Tolosa, Gerardo Marturano, Eugenia Stanovnik, José Carlos Campitelli y Alicia Muxo, una excelente actriz, a la que vimos este año lucirse en La Joya màs Preciada, como la Reina de Inglaterra.





Es un goce para los oídos, disfrutar de las melodías de Dunstable, Palestrina, Monteverdi, Schultz, Victoria y Corelli, que desfilan a lo largo de la noche y proporcionan una atmósfera ideal, para que esos cuerpos danzantes se expresen.

Sin ser especialistas en el género lírico, podemos afirmar que estamos en presencia de un espectáculo de enorme sensibilidad artística, donde la música y la poesía fluyen de manera continúa.

Hay un trabajo fundamental de Alejandro Cervera y Andrés Gerszenzon, para cohesionar los diferentes componentes de la obra, logrando que instrumentos, voces y cuerpos en movimiento, se conjuguen, para ofrecer una propuesta refinada, que merece reconocimiento.





En definitiva, un cierre de oro, para la temporada lírica propuesta Hasta Trilce, que ojalá tenga continuidad en el 2018, una invitación para ser parte de un viaje, donde la sensibilidad y el vuelo poético dicen presente.

Solo queda, felicitar a todos los componente de Cántico, por la puesta tan bella que ofrecen, donde el amor se expresa, con un lenguaje especial.

Cántico, resulta una propuesta exquisita y muy saludable, que pone al alcance de todo el público, un espectáculo de gran nivel y la chance de acercar cada vez más espectadores a un género tan rico, como el lírico, que tanto deleita a nuestros sentidos.



Pensador Teatral



Frágil

Jueves a Sábados 21 30 hs en Teatro Maipo ( Esmeralda 443 )






Idea y Guión de Sebastián Wainraich. Dirección de Flor D`Agostino.

Llegó el nuevo unipersonal de Sebastián Wainraich, luego del gran éxito que tuvo con Wainraich y Los Frustrados, que estuvo cinco años en cartel, presenta Frágil, su segunda obra, volviendo a elegir como teatro al mítico Maipo.

De entrada decir, que siempre es complicado desprenderse de una obra exitosa, mérito de Sebastián animarse a dar el paso y podemos afirmar sin temor a equivocarnos, que Frágíl supera a su predecesora, ya que a su humor y estilo tan particular, le suma una puesta muy importante, de la mano de Flor D`Agostino en la dirección.





Wainraich a esta altura ya se convirtió en un referente dentro del humor nacional, talentoso y multifacético, lleva más de 10 años, liderando las mediciones de radio, con Metro y Medio, su entrañable programa de radio, donde una legión de seguidores, sobre todo jóvenes, lo escuchan todas las tardes / noches.

Uno de los precursores del stand up en nuestro país, redobla nuevamente la apuesta con Frágil, mostrándose muy cómodo, en este inmenso escenario del Maipo y con una convocatoria increíble, ya que no es sencillo colmar una sala de estas dimensiones con un unipersonal y Wanraich vuelve a conseguirlo. Lo logra ampliando ese público fiel de la radio, ya que vemos gente de todas las edades y para quien no lo vió nunca en teatro, se van a sorprender, porque lo notarán por momentos con un lenguaje más subido de tono, imposible para la radio y muy adecuado aquí.

Y para nosotros, cuál es el secreto de este éxito que sorprende a mucha gente ??? Son varias las razones, la principal, el histrionismo y el talento de Sebastián, con su estilo de antihéroe, logra empatizar con elpúblico, que siente que las cosas que le suceden al protagonista, son las que le suceden a ellos, ya que nos habla de las verdades de las vida, que a todos nos tocan.





Otra razón de peso, es su poder de fuego para la comedia, que aquí vuelve a ratificar en toda su dimensión, Wainraich hace reír y mucho a los espectadores, lo consigue en forma pareja a lo largo de la obra y esto es algo muy difícil de lograr. Se lo nota muy cómodo, dominando la situación y los tiempos. ( sin dudas incorporó a su bagaje actoral, algunas cositas del enorme Fernando Peña, con quién trabajo varios años )

La tercera razón, son los textos inteligentes que presenta, escritos por el mismo, sin dudas sabe que temas tocar y logra un muy buen maridaje entra humor y drama, que hacen que sus espectáculos,  planteados desde la comedia, lograr llevar al espectador a escenarios profundos y a la reflexión.
Son temas cotidianos que a todos nos atraviesan y siembra preguntas políticamente incorrectas, que todos nos hacemos internamente, pero dificilmente exteriorizamos.

En este caso con Frágil, nos hablará sobre la postura que debemos adoptar ante la vida, como debemos actuar,ante la situaciones que se nos presentan, si debemos preocuparnos por todo o abordar algunas cuestiones de manera más liviana.






La obra nos habla del paso de los años, de la vida, de las pérdidas, del matrimonio, de lo difícil que es cumplir la monogamía, la llegada de los hijos y más que nada de nuestra actitud ante la vida. Hay un momento especialmente desopilante para hablar de la genética Wanraich versus la genética Repetto. Las sorpresas abundan. Como dijimos el texto es rico y seduce.

Wainraich está solo en escena, pero dando gala de una sorprendente versatilidad, irá creando diferentes personajes, sin abandonar nunca el escenario, ni ocultándose del público. Las transformaciones y las composiciones de los personajes, se harán de cara al espectador, que sorprendido irá viendo como aparece alguna peluca, algún vestido, un sombrero o lo que el personaje que está naciendo requiere. La decisión de no salir nunca de escena, le aporta una dinámica especial a la trama y logra una complicidad total con el espectador, que participa del nacimiento, el transcurrir y la muerte de cada personaje.





No vamos a adelantar mucho de los personajes, queremos conservar el suspenso, solo mencionar que las composiciones son brillantes y cada uno tendrá su personaje favorito, el nuestro Estela Tomati.

El relato es muy ágil, las risas son una constante y como dijimos antes, el autor tiene la habilidad de poder intercalar en la comedia, preguntas existenciales que todos nos hacemos y vivencias cotidianas, logrando de esta forma una identificación total con el público,

Un gran mérito que tiene Frágil, es no quedarse sólo con el talento de Wainraich en escena, algo que es una tentación y sucede en muchos espectáculos, aquí se lo acompaña, con una puesta de gran nivel, donde una pantalla gigante en el fondo del escenario, proyecta fotos e imágenes a lo largo de la noche y se transforma en un elemento clave, para amenizar y enriquecer los relatos. Hay un destacado diseño de luces de Juan García y un Diseño Sonoro a cargo de Diego Cannizzaro, que es excelente, con una potencia y una nitidez, que jerarquizan mucho el espectáculo.
Es una puesta dinámica y muy atractiva, la que nos propone Flor D`Agostino, que sin dudas encuentra eco en la producción de Lino Patalano y Diego Scott.





En definitiva, estamos en presencia de una excelente comedia que nos presenta la cartelera porteña. Quien escribe estas líneas ve mucho teatro en el año y puede afirmar sin dudas, que Frágil, está entre las obras que más, lo hicieron reír en esta temporada.

Solo queda recomendar mucho la obra, se van a encontrar con un Wainraich, cada vez más afianzado en su rol de comediante, con ese estilo propio, que ya es su sello personal y desenvolviendosé en el escenario con un histrionismo y una soltura que no deja de sorprender.

Si a sus innegables condiciones para hacer reír, le sumamos un libro inteligente, una dirección precisa y una puesta de jerarquía, el resultado sin dudas será muy favorable y por eso no es de extrañar que Frágil, sea un éxito de público, que llena el Maipo en cada función y que al término del espectáculo los espectadores, aplaudan a rabiar, a este antihéroe, con el que tanto se identifican.



Pensador Teatral.



miércoles, 15 de noviembre de 2017

Historias de Locura Ordinaria

Domingos 18 hs en Teatro Margarita Xirgu.






Dramaturgia de Petr Zelenka y Dirección de Julieta Cayetina.

Una propuesta que nos sorprendió muy gratamente la de Historias de Locura Ordinaria, en el debut como directora de la multifacética Julieta Cayetina, a la que muchos conocerán de la radio y la televisión y se pueden sorprender en su aparición como directora, pero no a nosotros, que vimos su gran crecimiento como actriz, en obras como La Fiesta del Viejo, Confesiones de Mujeres de 30 y principalmente en Ser Ellas, donde interpretó a Frida Kahlo.

Cayetina estaba buscando una buena obra para debutar y eligió como autor a Petr Zelenka, dramaturgo checo, considerado el maestro de la comedia en su país, en donde muchos lo comparan con Woody Allen, ya que mediante una mirada humorística e irónica, refleja los comportamientos de las personas.





Realmente la elección de Julieta fue realmente acertada, ya que el texto del autor checo es muy fresco y logra con inteligencia, jugando mucho con el absurdo y siempre anclado en el humor, retratar la manera en que las personas buscan huir de la soledad y del abandono, pudiendo a los métodos más alocados, para conseguir una pareja o lograr retener a la que tienen.

Tomando a Pedro ( Manuel Vignau ) como eje de esta historia, un muchacho que está solo y quiere recuperar a su novia, a lo largo del relato irán apareciendo, sus padres, sus amigos y hasta sus vecinos, compartiendo algunas caraterísticas en común, todos están un poquito locos y de ninguna manera quieren estar solos en la vida.

La trama tiene mucha dinámica, son diez actores en escena, que con Pedro como punto en común, irán entrando y saliendo de escena, con mucho ritmo y trayendo distintos personajes, creando situaciones desopliantes y muy graciosas.





Un clave para el buen suceso que tiene la obra, radica en la riqueza del elenco que se reunió para esta pieza, aquí también eligió bien Cayetina, ya que se rodeó mayormente, de actores jóvenes, talentosos y con mucha experiencia teatral pese a ese juventud. Al verlos en acción notamos que indudablemente se encontraron cómodos con el libro y con la propuesta, encontrando el espacio adecuado, para lucirse mucho.

Nombremos a alguno de los protagonistas, ya que sus trabajas merecen el destaque. Arrancando por Manuel Vignau, que ese Pedro ingenuo y  bastante chiflado. Lidiando con sus padres, que no le van en zaga en su locura, con amigos especiales y obsesionado por volver con su novia. Con mucho aplomo y naturalidad, provoca carcajadas al por mayor en la platea. Gran manejo de los tiempos y mucha gracias, para redondear un gran trabajo.





Sus padres, merecen párrafo aparte, Roberto Romano un actorazo de larga trayectoria, al que vimos brillar este año en La Empresa Siempre Perdona, aquí sorprende con un personaje que por el Alzheimer, está perdiendo su memoria y conserva el recuerdo vivo de cuando trabajaba doblando los noticieros del comunismo ( la obra se desarrolla en los años siguientes a la caída del régimen ). Aquí muestra una veta humorística que sorprende y habla de su versatilidad..
Su esposa es Ana Celentano, compañera de Cayetina en Ser Ellas, una actriz de enorme oficio y aquí con mucho histrionismo, compone a una mujer parlanchina y controladora, que quiere tener bajo control a padre e hijo, misión casi imposible.

Ezequiel Tronconi, es Mosca, el mejor amigo de Pedro, obsesionado por tener compañía femenina y satisfacer sus bajos instintos, recurrirá a originales invenciones, que sin dudas le van a causas muchos dolores de cabeza. Un joven actor del off, que ya es una realidad y siempre lo vemos destacarse.

Sigamos con Milagros Almeida, una talentosa actriz, que nos gusta mucho y a la que vimos lucirse mucho este año en Las Esposas y también cantando en francés ( muy lindo ) en A Puertas Cerradas. Muy versátil, aquí representando a una escultora bastante chiflada y a una sexy vecina con su elegante trajecito azul , que necesita testigos, para tener sexo con su novio. Aportando frescura y belleza, es muy bueno el aporte de Milagros.





Alejandro Curlane, al que conocemos El Escorpión, es el novio de la vecina sexy, con ese vozarrón que domina la escena, Denise Romano, nos regala su belleza y compone a una maniquí, muy divertido, con una vocecita muy graciosa, Santiago Caamaño compone un personaje con algunos tics, muy divertido, Susana Giannone, es la novia ninfómana y de fuerte carácter, con la que Pedro quiere volver y Silvina Damia es la bailarina, que brinda bellos pasos de ballet.

Son diez actores en escena y doce personajes que tiene la pieza, todos hacen su aporte, algunos con más tiempo en escena y otros menos, pero todos dejan correr su veta humorística,  teniendo su momento individual para lucirse, además de actuar muy bien en el conjunto. Como ya dijimos, muy inteligente fue Cayetina en rodearse de un elenco tan rico y talentoso, como el que reunió aquí..

La puesta que propone la novel directora es muy creativa, ya que aprovechó con gran ingenio el espacio de este gran teatro que es el Margarita Xirgu. Decidió quitar butacas y montar el escenario en un semicírculo, con el público dispuesto en forma enfrentada, logrando una estupenda cercanía con los espectadores, logrando una puesta íntima. Pero además de esto, la directora aprovecha en algunas escenas, el gran escenario del Xirgu, las escaleras y hasta los palcos. Ingenio y creatividad, que le agregan valor a la puesta y al espectáculo.
Hay un buen diseño de luces de Soledad Ianni y un rubro que hay que destacar mucho es el vestuario, a cargo de Natalia Señorales, que logra vestir a este grupo numeroso de actores, con elegancia, desparpajo o glamour según pide cada personaje.





En definitiva, una propuesta muy entretenida la que nos trae esta obra checa, la gente se ríe mucho y por las disposición, que tienen las butacas, se logra un efecto multiplicador, al ver las risas y las reacciones del público que tenemos frente a nosotros.

Un excelente y promisorio debut de Cayetina como directora, que se nota mucho para presentar una obra en tan buen nivel, aprovechando las virtudes de esta pieza de Zelenka, que fue traducida a más de diez idiomas y se presentó con suceso en varios países.
Aquí con una puesta fresca, una trama dinámica y un grupo de actores muy talentosos, nos trae una propuesta que nos gustó mucho y que recomendamos.

Fueron pocas las funciones de esta temporada, las localidades agotadas que tuvieron todas sus presentaciones y el prolongado aplauso con que los espectadores despiden al término de la función a los protagonistas, nos dejan dos certezas, la primera saber que Cayetina debutó con el pie derecho como directora y la segunda que Historias de Locuras Ordinarias, merece tener una segunda temporada.


Pensador Teatral.



Sobre Mirjana y los que lo rodean.

Sábados y Domingos 15 30 hs en Teatro Picadero ( Pasaje Santos Discépolo 1857 )






Dramaturgia de Ivor Martinic y Dirección de Guillermo Cacace.

Nuevamente la cartelera porteña nos trae una obra del dramaturgo croata Ivor Martinic, autor que nos resulta conocido, ya que la pieza de su autoría Mi Hijo solo camina un poco más Lento se convirtió en uno de los fenómenos del teatro off, agotando localidades desde hacia tiempo en el inusual horario de las 11 hs y 14 hs.

En el éxito de Mi Hijo camina ... , tuvo mucho que ver Guillermo Cacace, su director que consiguió una puesta ágil y descontracturada, que interpretando el mensaje del autor, logró darle una dinámica propia, dando espacio al numeroso elenco que tiene la obra.





En esta oportunidad, la dupla se vuelva a reeditar, Guillermo es nuevamente el director, de una pieza del croata Martinic. Mirjana ,,,, fue su primer texto, escrito cuando tenía 23 años y como el mismo lo enuncia, fue un relato sincero y valiente, conteniendo las dudas, los errores y los interrogantes que cualquier jóven escritor puede tener. En nuestra opinión, es un libro muy interesante, pero no llega a tener el brillo de Mi Hijo ..., si tenemos que entrar en odiosas comparaciones, porque comparado con esa joyita, cualquier competencia tiene las de perder.

Pero vayamos a Mirjana y los que la rodean, que es la pieza que nos convoca, explorando en el universo femenino cotidiano y sus diversos roles dentro de la sociedad, Veremos a este mujer en su papel de madre, de hija, de empleada, de amante y de esposa. Es muy interesante ver como Mirjana  ( Maria Onetto ) se relaciona con ese mundo hostil, que a diario le pone obstáculos.

La pieza habla de la familia, de los vínculos que tenemos con nuestros seres queridos y de ese mundo íntimo y personal que cada persona tiene. Es muy interesante poder observar a estos seres, como piensan en forma individual y luego como acoplan ese pensamiento a las obligaciones diarias, las afectivas y las laborales, ese delgado equilibrio a la que la vida nos somete a diario.





Entendemos que unos de los mayores méritos de la historia, es lograr un texto real y sincero, con el que el espectador se identifica y se reconoce claramente.

Hay actuaciones muy destacadas, la principal es la de la protagonista, Maria Onetto, dando vida a una Mirjana frágil, que tiene que esforzarse mucho, para poder educar a su hija, soportar los juicios de valor de su madre, las discusiones con su ex marido y las complicaciones del trabajo. Una actriz de enorme talento, que con su estilo calmo y esa paz que transmite verla, aquí nos regala una interpretación deliciosa, plena de sensibilidad.

Pero Onetto no está sola en escena, hay otros siete actores que la acompañan, estando siempre presentes en el escenario, debido al ingenioso dispositivo escénico diseñado por el director.

Una labor muy destacada la de la joven Agustina Groba, como su hija adolescente, que tiene como sueño poder viajar a los Estados Unidos, para desarrollar su carrera como cantante. A propósito hay un momento muy destacado de la obra, en el  que interpreta un tema musical que sorprende gratamente.. Muy bueno lo de Agustina.





También hay que resaltar la tarea de Lide Uranga, gran actriz a la que recordamos de El Loco y la Camisa, aquí interpreta a una madre recta y severa, que llega a casa de Mirjana, para hacerse unos chequeos médicos. 

Vamos a mencionar al resto de elenco, Gabo Correa, Flor Diszel, Mauricio Minetti, Marcela Guery y Fernando Contigiani Garcia, cada uno tiene su momento individual para el lucimiento y para relacionarse con Mirjana, cumpliendo en muy buena forma con sus distintos roles y sumando mucho para la cohesión de la historia.

Hay una escenografía despojada y un original dispositivo, en donde hay pequeños plataformas donde los actores están parados la mayor parte del tiempo y es atractivo observarlos en los momentos en los que no están con la palabra, escuchando y mirando a los que en esos momentos tienen la palabra. Nos gustó el vestuario de Magda Banach y el muy buen diseño lumínico de David Seldes, para una puesta de tono intimista.





En definitiva, estamos en presencia de otra propuesta original y muy interesante made in Croacia, con un director bien nuestro, que sabe sacar lo mejor de este grupo talentoso de actores, en el que María Onetto, brilla en un protagónico que no es sencillo y que la obliga a recurrir a sus enormes recursos escénicos.

Mirjana y los que la rodean, nos habla de la vida rutinaria de una mujer, que está sola y luchando contra todos, principalmente contra ese mundo poco amigable, que se les presenta a las mujeres, que sin tregua todos los días deben enfrentar la vida y mostrarse fuertes, cuando la realidad es otra.

Una obra para reflexionar, que nos recuerda que muchas veces vivir, consiste en resolver los diferentes pruebas que día a día debemos sortear, en búsqueda de una felicidad, que muchas veces parece una meta lejana y utópica.



Pensador Teatral.

martes, 14 de noviembre de 2017

Cronología de las Bestias

Viernes 21 30 hs en Teatro Timbre 4 ( Boedo 640 )





Dramaturgia y DIrección de Lautaro Perotti.

Una obra fuerte y potente la que nos presenta Lautaro. Una pieza donde el suspenso, las situaciones violentas y la tensión acompañarán al espectador desde el primer instante.

Este año disfrutamos mucho viendo a Lautaro Perotti, descollando con actuaciones superlativas en Próximo y Tebas Land, que fueron sin dudas, de las mejores obras que nos ofreció el teatro independiente en el 2017.

Y teníamos ganas de verlo con autor y director, en esta pieza que mucha gente nos había recomendado y ya podemos decirlo, estamos contentos de haber seguido las recomendaciones ya que la propuesta ofrecida es realmente muy valiosa.




El mismo autor, revela que con Cronología de las Bestias, quiso indagar en el compromiso que mucha gente asume con la mentira. Es decir, como en muchas ocasiones las personas en vez de querer ir en búsqueda de la verdad, prefieren aferrarse a situaciones que saben son falsas y todos sus comportamientos irán en dirección de sostener esa mentira, a sabiendas que la verdad será seriamente afectada-

Lautaro para esta obra se inspiró un caso policial ocurrido en los Estados Unidos, donde una persona retornó a su hogar después de diez años de ausencia, cuando su familia lo creía muerto y si instaló en la casa, sin cuestionarse, ni ser cuestionado. Al cabo de un tiempo, tras los resultados del ADN se descrubrió que era un farsante y no era la persona buscada.

Esa noticia fue la disparadora del proceso creativo, adicionalmente en su cabeza siempre rondó el interrogante sobre situaciones donde el compromiso con la mentira llega a su clímax, como en los casos de los nietos desaparecidos, donde los padres adoptivos pueden convivir con sus hijos, sabiendo con certezas y secretamente que no son padres naturales y en algunas situaciones, sabiendo quienes fueron los asesinos de los padres biológicos, situaciones en las obviamente nunca querrán indagar.




Ya por lo indicado, pueden intuir en presencia de una obra profunda y compleja, que no tiene una construcción lineal, hay idas y vueltas en el el tiempo, algunos flashbacks, por eso, en este caso,  conocer las motivaciones que llevaron al autor escribir la historia, es una muy buena ayuda para comprender mejor y tener mejores recursos, para ir armando ese rompecabezas, con las piezas y pistas que en forma magistral,  la obra va ofreciendo a los espectadores, a medida que la trama se va desarrollando.

La historia que nos cuenta Cronología de las Bestias, se centra en la historia de una familia destrozada por la misteriosa desaparición de un hijo que tenía 14 años. La familia lo buscó en forma desesperada, sin tener noticia alguna,  y 13 años después cuando ya nadie tenía esperanzas de hallarlo con vida, Beltrán ( Andrés Ciavaglia ), ese hijo que había faltado por tantos años, retornaba a su casa en forma misteriosa.

El inicio de la obra, es con ese un muchacho de mirada asustada, sucio y con sus ropas rotas, que es descubierto en la casa, escondido tras un sillón,  con un revolver en la mano.

Lo descubre con estupor,  la Tìa Celia ( Adriana Ferrer ), quien llama de inmediato a su hermana, Olinda ( Silvina Sabater ),  que es la madre de Beltrán. ( misteriosamente no hay un nombre de pila del muchacho, solo ese apellido )





Al rato llegará el primo César ( Julian Krakov ), algunos años mayor que Beltran y compañeros de juegos cuando eran chicos.
Completarán la escena el cura del pueblo ( Juan Manuel Casavelos ) que llega a la casa, para tratar de aportar tranquilidad, ya que mucha gente del pueblo se llegó a la puerta de la casa, enterados de la inimaginable aparición del niño desaparecido, que ahora era ya un hombre.

Cuando dijimos que la obra era de suspenso, no exageramos en nada, la trama nos irá acercado pistas a medida que avanza el desarrollo de la obra, para que nosotros vayamos armando el rompecabezas de esta dramaturgia precisa y tan bien construida que presenta la obra.

Al estar en presencia de un thriller de mucho suspenso, no queremos revelar lo que el espectador irá descubriendo, solo adelantar que veremos una familia muy particular, que tiene varios secretos guardados bajo siete llaves y donde cada personaje parece esconder hechos siniestros de su pasado. Y por más que quieran mostrarse como una familia normal, queda claro que no lo son.
Hasta ahí llegamos con lo que contamos, ya que la pieza tiene muchas sorpresas preparadas y el género de suspenso que presenta la obra, nos disuade de seguir revelando datos.

Además de la dramaturgia que ya hemos elogiado reiteradamente, el texto logra llegar al espectador con crudeza y y un vértigo que debemos resaltar, gracias a las excelentes actuaciones que presenta la obra, con un elenco que se nota absolutamente compenetrado con la historia.





La actuación más destacada en nuestra opinión, es la de Andrés Ciavaglia, como Beltrán, el hijo perdido que vuelve con un aura enigmática que impresiona. Su mirada asustada, sus posturas corporales que denotan miedo y tensión, lo asemejan a un animal acorralado, Muy bien llevado, ese silencio y ese andar retraído, que arrastra en toda la trama. Una interpretación magnífica la de Andrés, que compone su personaje en forma magistral.

Es también de excelencia las interpretaciones, que ofrecen las hermanas Adriana Ferrer como Celia y Silvina Sabater como Olinda. Tienen un relación muy particular entre ellas, sobre una superficie de presunta normalidad, se nota que tienen muchas cuentas pendientes entre ellas y el rencor es la ley que rige su fraternal relación. Ambas tienen una veta bestial escondida en su personalidad, Celia es más verborrágica y Olinda más reservada, pero las dos demuestran fuerte carácter y desequilibrios emocionales muy evidentes. Gran labor de estas dos actrices con tanto recorrido en el teatro off, dando vuelo a personajes que no son sencillos, ya que esconden mucho más de lo que muestran.

En la misma sintonía está, Julián Krakov, como el primo Julián, otro personaje enigmático, se nota con facilidad su carga de violencia, tanto verbal, como física, siempre dispuesta a aparecer. Tiene una relación muy particular con su tía Olinda, que provoca mucha tensión en la casa.

Y por último mencionar a Juan Manuel Casavelos, como el cura del pueblo, es el personaje ajeno a la familia, busca ingresar en la intimidad de la misma, para tratar de descubrir algunos de sus secretos, pero sin que les digamos nada, ya pueden imaginar que suerte correrá en ese intento.




Como vemos son cinco actores, que se unen para darle forma a la historia y a esa atmósfera de tensión, suspenso y violencia, que requiere el texto, algo que se logra gracias a su pericia.

La puesta tiene muchos puntos a resaltar, en primer lugar el aprovechamiento integral que se hace de esta mítica sala del Timbre 4, donde los personajes desarrollan escenas paralelas, hablando en el patio, encerrados en el baño o escaleras arriba. Hay un muy buen diseño escenográfico de Eduardo Perez Winter, simulando la casa de familia,  del que destacamos ese sillón, ubicado de espaladas al público, donde los protagonistas se sientan metafóricamente dando la espalada a la verdad.

En definitiva, estamos antes una original y jugada  propuesta, un trhiller donde el suspenso y la tensión, arrancan en la primera escena y se mantendrán hasta el final. El espectador asiste con una mezcla de fascinación e incomodidad, al desfile de hechos que ofrecen estos personajes misteriosos y oscuros, que harán los posible para que la acción transcurra, pero sin perder de vista  una premisa, la verdad siempre se debe mantener oculta.

Nos gustó mucho Cronología de las Bestias, confluyen, una dramaturgia inteligente, actuaciones superlativas y tensión permanente. Recomendamos que vea la obra con los ojos muy abiertos, para tratar de descubrir que siniestros secretos se esconden en el seno de esta familia bestial, que de normal, solo tiene la apariencia.



Pensador Teatral.