miércoles, 15 de mayo de 2024

Santa Teresita, un lugar en construcción.

Dramaturgia y Dirección de Emiliano Chiarelli.






Miércoles 20 30 hs en Itaca Complejo Teatral ( Humahuaca 4027 )

Una obra divertida y profunda, llega de la mano de este texto de Emiliano Chiarelli, que nos hablará de vínculos rotosy presentan historias de vida, que denotan desamor, angustia y el miedo a la soledad. Que sucede cuando dejamos atrás la adolescencia y ya entrados en la edad madura, las cosas no salen como planeamos y la infelicidad es la que se hace presente, obligándonos a replantearnos donde estamos parados.






En la trama que nos presenta la pieza, tendremos a tres parejas que están en diferentes etapas de crisis, pero con horizonte de fin de ciclo en común. El presente no es feliz y las discusiones son las que mandan, teniendo diferentes aristas, como las diferencias de criterios en la crianza de los hijos, lo tedioso que pueda resultar encarar una división de bienes cuando la relación llega al final, el desgaste de la rutina, los fantasmas de las infidelidades y otras cuestiones negativas que confirman que el amor ya no existe y la desazón reina.

Ante ese panorama oscuro, lo que queda es buscar una vía de escape y la más importante es refugiarse en los amigos, que siempre estarán allí, los recuerdos de aquellos felices momentos que vivieron juntos en la adolescencia, las anécdotas de viajes y más atrás en el tiempo, las remembranzas de los sabores y olores de la infancia, una época donde las preocupaciones no existían, recordando que los días estaban llenos de alegría, los desayunos que preparaba la abuela, las tardes de aventuras imaginarias y las noches que llegaban con cuentos fantásticos antes de entregarnos al sueño. Pero todo eso ahora suena muy lejano.





No queremos contar demasiado para mantener la sorpresa que tiene la trama, la obra tiene entre sus mayores virtudes, la humanidad que presenta el texto, que nos habla con crudeza de lo que sucede cuando los vínculos se desgastan y el sendero de rosas que imaginamos alguna vez, la realidad lo convierte en una ruta de espinas. Y como siempre tenemos que adaptarnos a los cambios, para poder seguir adelante. Cuando vean la obra, verán la manera en que cada uno de los protagonistas, se las ingenia para sobrevivir y mantenerse a flote.

Momento de hablar de las actuaciones que presenta la obra, que nos gustaron mucho realmente. Son seis los actores en escena y vamos a hacer una mención de cada uno de ellos, porque realmente los trabajos lo merecen. Corriendo el riesgo de ser injustos, vamos a destacar especialmente los trabajos de Damián Suárez como Fernando y de Micaela Cortina, como Alma. Ambos muestran una fuerte presencia escénica, para sus personajes,  que en la obra casualmente son una pareja que ya no se lleva y que solo se sostienen por un hijo en común. Son profesionales exitosos, pero hace tiempo no congenia entre ellos. Muy bueno lo de Damián y Fernando.






Pero estamos siendo injustos con los demás, que también están muy bien. Pablo ( Darío Cassini ) y Sofía ( Zaida Mazzitelli ) quieren transitar una separación civilizada, pero les está costando, mostrando sus diferentes personalidades. Y por su parte Andrés ( Jonathan Esquivel ) y Ada ( María Gabriela Peña ) están en plena crisis, por haber hablado de más y haber revelado alguna infidelidad, aunque dudan si la separación es la mejor salida. Destacado el trabajo de los cuatro, logrando darle recorrido a cada uno de sus personajes y mostrando todo el elenco muy buena química entre ellos, algo que agrega mucho valor al relato.

Chiarelli, además de ser al autor de la obra, tiene a su cargo la dirección y consigue una puesta atractiva, que resulta muy entretenida. Rubros que merecen destacarse de la puesta son el diseño escenográfico y lumínico de Héctor Calmet, que se lucen mucho en esta hermosa sala de Itaca, donde se presenta la obra. Y también queremos mencionar al vestuario de Paula Vázquez, que caracteriza muy bien a los personajes.





Y hasta acá vamos a contar, Santa Teresita, un lugar en construcción, está transitando su segunda temporada con muy buen suceso de público y esto como dijimos se debe a que presenta una obra que divierte y también invita a reflexionar, sobre el paso del tiempo y como muchas veces las relaciones de pareja se van desgastando. Lo que alguna vez fue un vibrante arco iris, ahora es solo una sombra descolorida, de la que queremos escapar.

La obra presenta momentos graciosos y otros de profunda emoción, con un elenco comprometido con la propuesta, que nos muestra lo importante que son las amistades en nuestra vida y nunca abandonar a los amigos, que en los momentos complicados siempre estarán al pie del cañón, para tendernos una mano y ayudarnos a salir de las arenas movedizas del desamor, que amenazan con hundirnos en la tristeza más profunda. 


Pensador Teatral.


domingo, 12 de mayo de 2024

Pundonor

Autoría: Andrea Garrote. Dirección de Andrea Garrote y Rafael Spregelburd.






Domingo 18 30 hs en Teatro Picadero ( Pasaje Santos Discépolo 1857 )

Una excelente noticia, resulta la llegada de Pundonor, la multipremiada obra escrita por la talentosa Andrea Garrote, que tiene una carta de presentación que abruma, ya que recibió el Premio Konex 2021, al mejor unipersonal de la década, galardón que se suma a otros muchos reconocimientos que tuvo la obra y la protagonista por esta pieza que se presentó con mucho éxito en nuestro circuito teatral y que se convirtió en un fenómeno en España, donde tuvo un enorme suceso.





Con semejante introducción, la vara se ubicaba muy alta y estábamos intrigados por conocer las razones del suceso de Pundonor. La bella sala del Picadero resultaba un valor agregado, ya que siempre es un placer ver teatro allí y más en este caso, porque la disposición de las butacas en relación con el espacio escénico es ideal, transformando la sala en un aula de universidad, donde la profesora Claudia Pérez Espinosa, se presentará para dar una clase de Sociología muy particular.

Y de un momentos a otro,  los espectadores mágicamente nos convertimos en alumnos, que estábamos reunidos para nuestra primer clase de Sociología del curso, con la profesora ( Andrea Garrote ) en el frente. A la profesora se la nota nerviosa e inquieta, amaga arrancar de manera normal con el dictado de su materia, en la que las ideas de Michel Foulcault, serán protagonistas y donde su misión es explicar los diversos mecanismos que utiliza el poder para controlar al individuo, valiéndose de las instituciones políticas y sociales, pero también valiéndose de lo discursivo para logar su cometido.

El texto es inteligente y profundo. En ese arranque algunos espectadores piensan que será una noche teatral con mucha teoría, pero rápidamente les contamos que no ocurrirá ello, porque la profesora se muestra inquieta y nerviosa. Siente que dedicó en vano su carrera al dictado de clases y es hora tiene otra prioridad, ya que decidirá romper la cuarta pared para dar explicaciones. Esta es su primer clase, luego de una prolongada y forzosa licencia,  Todos los alumnos saben lo que sucedió al año pasado, pero no conocen su versión de los hechos y en su interior siente la obligación de contar su verdad.





La trama tiene una importante cuota de suspenso y no queremos adelantar mucho más. Solo vamos a decir que Claudia Pérez Espinosa, la adorable criatura creada por Andrea Garrote, repasará los hechos previos a la debacle, contando como pudo comprobar de manera fáctica, que la sociedad tolera los comportamientos arbitrarios o los delitos leves, pero le resulta intolerable, cuando alguien escapa al comportamiento normal, eso si es grave y además de ser fuente de gran preocupación, merece un correctivo. Y hasta allí vamos a contar, deberán ver la obra, para poder conocer la falta grave cometida por la profesora y como cambió todo para ella, a partir de ese fatídico día.

Como dijimos antes el texto es inteligente y atrapante, lo escribió la propia Andrea Garrote, que se adueña con maestría del relato, manejando de manera magistral los tiempos y la emocionalidad del mismo, logrando un personaje que genera gran empatía con el público y resulta muy reconocible para todos. Agregamos que inquietamente reconocible para el espectador, que se imagina ante la posibilidad de que le ocurra algo parecido a la profesora.






La figura de Andrea resulta hipnótica y su composición es tan precisa, que los espectadores se sienten realmente alumnos de la universidad, que están cursando una materia, donde la docente decidió dejar de lado, la aburrida clase de sociología, para abrir su corazón y mostrar lo difícil que le resultó llegar hasta allí, para hacerse fuerte y estar al frente del curso, sin saber si podrá finalizar la clase. Fenomenal trabajo de Andrea, con una presencia escénica admirable.

La puesta que consigue Rafael Spregelburd resulta muy atractiva y deja el terreno fértil para el lucimiento de la protagonista. Nos gustó mucho el diseño escenográfico que nos conduce al aula y el diseño lumínico que acompaña el relato, se torna muy potente en el final. En ambos rubros el responsable es Santiago Badillo. Sin grandilocuencias, se logra una puesta efectiva y funcional al relato.





Y no queremos contar mucho más, Pundonor, que buscando en el diccionario de la Real Academia Española, se define como el sentimiento que impulsa a una persona a mantener su buena fama y a superarse, es una estupenda propuesta del teatro independiente, que además de divertir al espectador, lo invitará a reflexionar acerca de los largos tentáculos que tiene el poder, para normalizar al individuo y para obligarlo a que siga el camino fijado. Salir de ese camino es grave y requiere castigo ejemplar, esta pena es fundamental, para que nadie dude de las consecuencias que deben afrontar los que se apartan de lo normal, sin importar las razones de aquel desvío, ni si fue algo intencional o casual.

La obra además pondrá el foco en la enrome influencia que tienen las redes sociales en el mundo actual y ayudarnos a pensar como una foto o un video viral ´pueden acabar literalmente con  la reputación de una persona. Pero cumplimos y no contamos más. Solo nos queda recomendar Pundonor, quienes la vean se encontrarán con un texto profundo e inteligente, que divierte y también nos interpela. Además de ello se encontrarán con una clase magistral de teatro dictad por Andrea Garrote, coronada al final de la función por la ovación del público que llenó la sala del Picadero.


Pensador Teatral.



lunes, 6 de mayo de 2024

El Bululú, Antología Endiablada.

Dramaturgia de Leticia Gonzalez De Lellis y Osqui Guzmán.





Que buena noticia la vuelta a escena de El Bululú, Antología Endiablada, una obra emblemática para nuestro teatro, estrenada en el 2010 en el Cervantes, con un éxito rotundo en aquellos años y agotando localidades en escenarios de nuestro país y del exterior, recibiendo además numerosos premios y reconocimientos para la obra y para su gran intérprete Osqui Guzmán, que realiza una composición fenomenal.

La pieza tiene una historia muy particular que merece ser contada. Osqui Guzmán es reconocido actualmente por ser un actor, dueño de un talento enorme y una trayectoria más que destacada, pero sus orígenes fueron bien de abajo. Hijo de costureros bolivianos, a los catorce años ya cosía guardapolvos y servilletas para ayudar con el trabajo a sus padres. Con mucho esfuerzo, ya que en su casa nunca sobraba dinero, sino todo lo contrario, estaba terminando el secundario. En aquellos años soñaba secretamente con ser profesor de Kung Fu y  casi por error se anotó en el Conservatorio Nacional de Arte Dramático. Le dijeron que era un especie de facultad de actores, donde se estudiaba acrobacia, violencia en escena y esgrima.






Entonces Osqui asoció, su pasión por las artes marciales, con la posibilidad de darle un título a sus padres, ya que esa facultad de actores sin dudas iba a dar alguno. Pero cuando sus viejos se enteraron se enojaron mucho y su padre dejó de hablarle por tres largo años, contrariado por su decisión. Y fue un profesor del Conservatorio, que le dio un cassette con una grabación de El Bululú de José María Vilches, un actor español radicado en Argentina. Y es regalo lo marcó para siempre. Osqui pasaba horas encerrado, trabajando con la máquina de coser y no se cansaba de escuchar aquella cinta, tanto que tardó poco tiempo en memorizarla. Y luego dió un paso más, ya que mientras viajaba en colectivo y caminaba cuando no había plata para el boleto, se entretenía repitiendo aquellos textos variopintos, que tenía momentos divertidos y mucha poesía.

Y con la voz de Vilches, como punto de partida, comenzó a investigar sobre el Siglo de Oro español y en sociedad con Leticia González de Lellis, comenzó a escribir este fantástico texto, que conjuga obras de autores como Lope de Vega o el gran Federico García Lorca, con sus orígenes como actor, la cultura boliviana de sus antepasados, las enseñanzas de sus padres y el sonido constante de esa máquina de coser, que acompasaba la voz de José María Vilches,

Ver a Osqui Guzman en el escenario del Metropolitan Sura resulta un deleite para los sentidos, ya que es un unipersonal que ama e interpreta desde lo profundo de su corazón, con una entrega absoluta, Osqui mostrará todo su talento, con un manejo brillante de su cuerpo, la precisión con la que ejecuta las diferentes coreografías, una expresividad admirable, plasticidad en cada uno de sus movimientos y una técnica actoral fenomenal, para poder desdoblar una la gran cantidad de personajes que aparecerán durante la trama. Porque la obra es un unipersonal, pero Osqui no está solo en escena, ya que crea personajes a cada rato, habla con ellos, se tira el piso, baila  con ellos, canta y mucho más que no queremos adelantar.





Guzmán maneja los tiempos del relato con maestría, el texto no es sencillo, pero el actor lo transita con una naturalidad y una cadencia que genera admiración en la platea que por momentos lo sigue hipnotizado. Hay momentos realmente muy divertidos, cada uno elegirá su favorito. Nosotros ternemos dos, " Pantomima de la Cucaracha " y " Los Habladores " , donde las risas se multiplican, Como dijimos antes, la composición de Osqui es fenomenal y se disfruta muchísimo.

La puesta tiene varios aspectos para destacar. En primer lugar mencionar que el espacio escénico está despojado, para dejar bien en claro que lo importante es la actuación, si la misma invita a viajar, la escenografía se imagina. Para destacar el vestuario de Gabriela Fernández, que servirá para caracterizar a los diferentes personajes, siendo el propio protagonista el que saque la ropa de una valija, emulando posiblemente la época en que Osqui era actor callejero. Otro punto a destacar la música de Javier López del Carril, que acompaña diferentes momentos del relato.






Ya hemos contado lo suficiente, El Bululú, Antología Endiablada es una excelente propuesta que nos ofrece el teatro independiente, con una interpretación superlativa de Osqui Guzmán, que por este trabajo obtuvo galardones al por mayor, como el Premio ACE, el Premio Estrella de Mar, el Premio Trinidad Guevara y el Premio María Guerrero, entre otros, además de recibir el Premio Konex diploma de Merito como mejor actor de teatro de la década en el 2011. Es decir no le faltó premio de la crítica especializada por ganar con esta representación.  Habiendo visto la obra, queda claro lo merecido que fueron esos reconocimientos y la excelencia de su trabajo.

Con todo lo mencionado, solo nos queda recomendar la obra para aquellos que aún no la vieron y también para que aquellos que la quieren volver a ver. Se encontrarán con una dramaturgia muy rica y aprenderán una lección de vida, viendo como, con pasión, dedicación y talento, se puede llegar al peldaño más alto en la profesión que uno elige, este es el caso de Osqui Guzman, que orgulloso homenajea a sus orígenes y para celebrarlo, nos regala una composición fenomenal, que de ninguna manera debemos dejar pasar.


Pensador Teatral.


sábado, 4 de mayo de 2024

Café Central

Dramaturgia de Mario Diament. Dirección de Daniel Marcove.




Sábados 20 hs y Domingos  18 hs en El Tinglado ( Mario Bravo 948 )

Una distinguida cita con la historia nos propone Mario Diament, sin dudas uno de los autores más reconocidos de nuestro teatro, que tiene la sana costumbre de presentar propuestas que recrean hechos históricos,. Rápidamente se nos vienen al recuerdo Franz y Albert y Guayaquil, por mencionar solo dos obras del género, que se han presentado como muy buen suceso. Aquí Mario, tiene una idea muy ambiciosa, ya que nos invitará a viajar hasta principios del Siglo XX, a una ciudad de Viena que era el centro del mundo intelectual y político. Y para emprender la travesía, sube al barco nuevamente a Daniel Marcove en la dirección, para reeditar la dupla que se viene dando en sus últimas obras, siempre con buenos resultados.






La trama nos lleva a 1913, en los momentos previos a la Primera Guerra Mundial, en escena veremos mesas y sillas vacías, con un mozo que se confiesa fantasma e indicará al público que ante nuestro ojos tenemos el Café Central, una cafetería de Viena, por la que desfilaban las personalidades más importantes del momento, que entre café y café, charlaban sobre el convulsionado momento que estaba viviendo el mundo. Es importante aclarar que la historia se basa en hechos reales, ya que la cafetería existió y las crónicas de la época confirman que allí se reunían los personajes que Diament que reúne en su dramaturgia.

Por eso, la magia del teatro nos permitirán ser testigos de las partidas de ajedrez que jugaba un joven León Trotski, alguna charla ocasional del mismo con Stalin o con un joven llamado Josip Broz, que luego se convertiría en el Mariscal Tito. También estarán Sigmund Freud y Alfred Adler, figuras del psicoanálisis que evitaban concurrir al mismo tiempo ya que estaban enemistados. Los escritores Karl Kraus y Stefan Zweig, el filósofo Ludwing Wittgenstein, el pintor Oskar Kokoschka y su amante Mahler, son solo a alguno de los ilustres personajes que concurrían al Café Central y veremos en escena.

Pero no mencionamos aún al personaje más tenebroso de la historia, un joven arrogante llamado Adolf Hitler que se llegaba hasta la cafetería para intentar vender sus acuarelas de dudosa calidad. Ficción y realidad se mezclan en la dramaturgia y eso sin dudas hace aún más interesante el relato, pero para quienes no conocían este dato, les contamos que en año 2015, una casa de subastas alemanas recaudó 400.000 euros por catorce acuarelas realizadas por Adolf Hitler entre 1904 y 1922, momentos en nadie imaginaba que años más tardes, se convertiría en uno de los personajes más siniestros que tuvo la historia mundial.




Habrá un salto en el tiempo y las acciones en la cafetería retornarán recién en 1933,  cuando la situación en Viena era muy diferente. La guerra se había cobrado muchas vidas y pocos de los concurrentes originales, seguían siendo clientes del Central. Se vivía una atmósfera de temor en el ambiente. En Alemania,  Hitler había sido nombrado canciller y rápidamente ganaba poder. El futuro era sombrío y aunque algunos preferían engañarse pensando que el pueblo alemán frenaría aquella locura, otros ya planeaban la huida, antes que fuera demasiado tarde. Y hasta allí vamos a contar, para saber que sucedió con el Café Central y sus clientes, deberán ver la obra.

Un punto muy destacado que tiene la pieza, es su despliegue actoral. son nada menos que trece los actores en escena, algo que queremos destacar y resaltar, en épocas donde los unipersonales son moneda corriente en el teatro independiente, poder disfrutar de una obra con un elenco tan numeroso y talentoso, resulta un verdadero placer, ya que le brinda mayor riqueza a la historia y permite disfrutar de gran cantidad de personajes, con sus diferentes historias atrás.





Con el riesgo de ser injustos, vamos a destacar las actuaciones que a nuestro entender más se destacaron. Arranquemos por Marcos Woinski, el veterano mozo del Café Central, que servirá con elegancia las mesas y oficiará las veces de maestro de ceremonias y presentador de la historia. Superlativo su trabajo. Gabriel Nicola se luce mucho como Karl Kraus, escritor y periodista, protagonista de muchos escándalos de la época desde su período La Antorcha, siendo uno de los personajes más fuertes de la obra. Alejo Mango, tiene un doble lucimiento representando al escritor Peter Altenberg en la primer parte y nada a menos que a Sigmund Freud en la segunda, dando gala de sus recursos en ambos personajes. Mariano Engel como el Dr. Adler y Stephan Sweig es otro valor destacado.

Dentro del elenco, hay varias figuras a las que ya hemos destacado en este sitio por sus trabajos, uno de ellos Junior Pisanu, a quien recordamos por una gran actuación en Monte Chingolo, que sorprende aquí por su composición de Trotski y de otro personaje del que no vamos a dar más detalles para mantener la sorpresa, pero que será muy importante en la parte final de la trama. Sebastián Dartayete otro joven actor al que elogiamos mucho aquí, se destaca en el papel del pintor Kokoschka, que sufrirá en carne propia los flagelos de la guerra. Queremos dejar una mención especial a Lucas Matey, que tiene el gran desafío de representar a un Hitler joven y lo hace muy bien. Y para el final, queremos destacar la estupenda composición de Amanda Bond, como Alma Mahler, para muchos la dame más bella de Viena, una mujer con una vida y una sensibilidad muy distinta para su época. En una puesta, con gran mayoría de personajes masculinos, Amanda se luce mucho.





Pero no queremos ser injustos con Beni Gentilini, Rocco Gioa, Toto Salinas, Nacho Stamati y Camila Truyol,  ya que todos cumplen en muy buena forma, desde personajes con menos minutos en escena. Son nada menos que trece los actores en escena y se nota que hay mucho trabajo, y ensayos, para lograr una puesta dinámica y precisa como la que disfrutamos.

Y si hablamos de la puesta, hay que hablar de Daniel Marcove, ladero incondicional de Diament, que sin dudas sabe como darle brillo a sus textos. Aquí realiza un gran trabajo, para que tantos actores puedan despegar sus personajes y encuentren espacio para el lucimiento. Nos gustó mucho el diseño escenográfico de Héctor Calmet, para representar una cafetería en el espacio escénico de El Tinglado y fenomenal diseño de vestuario de Daniela Tatiana, para vestir de época a tantos personajes, tan bien caracterizados. Una puesta muy atractiva y bella desde lo estético consigue Daniel.






La obra que tiene un anclaje histórico fascinante, logra presentar una temática muy interesante, donde el fantasma de la guerra y los fanatismos tienen un lugar central, adicionando una buena dosis de delicado humor, que hacen más digerible la trama. De igual manera que la incorporación en la historia de figuras  relevantes del arte y la política en aquellos tiempos, que le dan magnetismo a la trama y la intriga al espectador para tratar de dilucidar los límites entre ficción y realidad.

Celebramos la aparición de obras históricas como Café Central, que nos muestran como un siglo después, la temática mantiene una vigencia inquietante y angustiante, ya que aunque cambian los rostros y los nombres, el hilo conductor es el mismo y la humanidad siempre corre el riesgo de repetir errores y recrear sus peores tragedias. Por eso, resulta una gran idea reflexionar con este inteligente texto de Diament y disfrutar las estupendas actuaciones del elenco reunido, que nos ayudan a tener memoria, para que la historia no se repita. La ovación que el público que llenó la sala de El Tinglado le brinda a los protagonistas al final de la función, es una clara muestra que el mensaje ha llegado.


Pensador Teatral.




jueves, 2 de mayo de 2024

Escorpio

Jueves 20 30 hs en Espacio Callejón ( Humahuaca 3759 )





Dramaturgia y Dirección de Julieta Otero.

La conocida frase " Cada Pareja es un Mundo ", parece encajar perfecto en Escorpio, esta divertida obra escrita y dirigida por Julieta Otero, que indaga en las relaciones de pareja de manera lúdica, pero logrando desentrañar las dos caras que tiene el amor, mostrando no solo la cara amigable, sino también los aspectos negativos que tienen todas las relaciones, como ser los celos, las peleas y esas diferencias que muchas veces se convierten en irreconciliables y dificultan la convivencia.





Y eso es lo que ocurre en Escorpio, con Marina ( Sofía González Gil ) y Sebastián ( Miguel Ferrería ). La convivencia se les está haciendo cuesta arriba, hay pocas coincidencias entre ellos, la rutina gana espacio y los esfuerzos principalmente de ella, para buscarle variantes y juegos a la pareja, no encuentran eco, lo que genera frustración. Como ocurre en muchas parejas de la vida real, las diferentes personalidades de los integrantes de la misma llegan a ser tan notorias, que los terceros muchas veces se preguntan como siendo tan distintos pudieron enamorarse y mucho más aún estar juntos.

Marina, es una actriz que está dando sus primeros pasos y se la nota muy entusiasmada con la carrera, tanto que parece no diferenciar cuando está en la vida real. Siente que siempre es momento adecuado para actuar y mucho más en su hogar, creando personajes, escenas teatrales y dramatizaciones de todo tipo. El pequeño problemita, es que incluye en todos los casos a Sebastián, que ya está un poco cansado de ser parte de una obra de teatro permanente en la que su novia, tiene el personaje protagónico y el está obligado a ser su partenaire cuando en realidad, preferiría estar tranquilo en la casa, cenando algo rico o viendo alguna serie en Netflix.






Sebastián se nota agobiado, por trabajar en la herrería familiar, maneja por su padre, algo que lo hace profundamente infeliz y siente que ya no es un chico para tener que soportar las diatribas y reclamos paternos, que lo acusan de no hacer las cosas bien. Tiene ganas de patear el tablero pero no se anima. Y encima la relación de pareja no ayuda para nada, siente que Marina está en otra sintonía, encerrada en su mundo actoral, tan alejado del suyo. No queremos adelantar mucho, pero en un momento algo cambiará y mágicamente los roles parecerán invertirse, algo que modificará por completo la dinámica de la pareja, con consecuencias impensadas. Pero cumplimos con nuestra palabra y hasta aquí vamos a contar. Para saber como seguirá esta difícil y divertida convivencia deberán ver la obra.

Momento de hablar de las estupendas actuaciones de la dupla protagónica, que son quienes le dan vida y potencian el texto. Nos encantó el trabajo de Sofía Gonzáles Gil, como una Marina magnética, con un histrionismo a flor de piel, dándole a su personaje una magnetismo y una sensualidad a tono con lo que pide su personaje. Para destacar su gestualidad, energía y una mirada muy viva. Sofia se adueña del espacio escénico y redondea una gran composición, incluida una hermosa canción que canta transcurriendo la trama. Con el plus de ver esa radical transformación que tiene su personaje en la parte final de la historia. Nos gustó mucho la actuación de Sofia.





Miguel Ferrería es un Sebastián, que sabe jugar su  papel un par de cambios más abajo, más enfocado en la realidad y permitiendo el desataque de su compañera.  Y aquí también sorprenderá el drástico cambio que sufre su personaje. Mucho carisma también muestra Miguel. Sin dudas es muy buena la dupla que conforman ambos protagonistas, con mucha química entre ellos y mostrando ambos una versatilidad admirable, para mostrar los giros que tendrán sus personajes. Encantadoras las actuaciones.

La puesta de Julieta Otero es otro punto fuerte de la obra. Muy bueno el diseño escenográfico de Ariel Vaccaro aprovechando de excelente forma el espacio escénico de Callejón. El diseño lumínico de Horacio Novelle es sobresaliente, siendo clave aquí que el personaje de Marina, que manejará las luces en escena y no les contamos como para mantener el suspenso. El vestuario de Carolina Marafioti es otro punto a destacar,, en una puesta bella desde lo estético y muy atractiva para ver.





La obra está transitando su segunda temporada en cartel y goza de muy buena salud, ya que con mucho anclaje en lo lúdico, jugando con la exageración y planteando momentos muy divertidos, muestra la falta de comunicación y entendimiento que reina en muchas parejas actuales, donde muchas veces se elige criticar al otro y resaltar los aspectos negativos, en vez de poner el foco en lo positivo y en lo importante es que aceptar al otro, siendo esto un acto de amor en si mismo.

Recomendamos Escorpio, una inteligente propuesta, que nos hará reír, emocionar y también nos invitará a la reflexión profunda, todo por el mismo precio, con una trama inteligente que nos habla de parejas en crisis que buscan salir a flote, relaciones tóxicas que asfixian y el foco puesto en la importancia de respetar siempre la individualidad del otro,  ya que corremos el riesgo que el tren del amor pase y cuando nosotros nos percatamos de ellos y queremos subirnos al vagón, puede que sea demasiado tarde.


Pensador Teatral.