Basada en el film de James Dearden. Dirección de José Maria Muscari,
Jueves a Domingos en Multitabaris ( Av. Corrientes 831 )
Llevar al teatro un guión cinematográfico generalmente es una idea compleja de llevar a cabo, pero Muscari ya demostró que no se achica ante los desafíos y redoblando la apuesta, elige una película que rompió todos los records de taquilla, a fines de los 80´, como Atracción Fatal, trhiller psicológico, protagonizado por Michel Douglas y Glenn Close, que tuvo seis nominaciones al Oscar, incluida la de Mejor Película.
Muscari le imprime su sello personal a la adaptación, en primer lugar le dá un espacio importante al humor, manteniendo la línea argumental, pero dosificando el dramatismo y la violencia que tenía el film original. Por otro lado, juega mucho con la temporalidad de la historia, incorporando a la historia, los teléfonos celulares, que tanta importancia tienen en los vínculos personales actuales, sabiendo que no existían en los años de la película.
Además una de las claves en la buena dinámica de la obra, es la incorporación de Esther Goris, que sin adelantar mucho, digamos que hará las veces de relatora, marcando el ritmo de la historia, haciéndola teatral y siendo un enlace de lujo, para los diferentes cuadros.
Hasta allí las diferencias, compartiendo la película original, tendremos una pareja tradicional, con una bella hija, una buena posición económica y una vida donde todo parece color de rosa, como en los cuentos. Pero un fin de semana, el esposo quedará sola en la casa y decide salir a un bar con un amigo para tomar un trago, pero ocurrirá lo inesperado, ya que allí se cruzará con una atractiva mujer, con la que comenzará a hablar, conectarán y de manera inesperada, terminara pasando el fin de semana juntos con sexo y pasión, en la casa de la mujer,
El Lunes, la esposa vuelve con su hija a la casa y la vida de aquel hombre, un abogado exitoso, parece volver a la normalidad. En su mente, aquella infidelidad, ya formaba parte del pasado o al menos el quería borrarla. Pero su compañera de aventura, no tenía la misma intención y se obsesionará, con aquel hombre. No puede tolerar estar sola, mientras él, vive con su mujer y su hija, sin jugarse por ella.
Bueno hasta allí contaremos, los que vieron la película, seguramente sabrán por donde irá la historia, pero les adelantamos, que el relato tendrá variantes, que le darán a la obra teatral , una intriga y un suspenso, que el espectador agradece y hará que se enganche desde el arranque con la propuesta.
Hasta allí tenemos un clásico del cine, aggiornado y con una temática siempre vigente, como es el amor y la crisis de la monogamia, en épocas donde el poli-amor y las posibilidades que abren las redes sociales de conocer gente, son factores de debate. La obra interpela, sobre el particular, marcando como muchas veces una aventura, que puede parece aislada, puede acarrear riesgos y consecuencias impensadas, que pueden modificar el rumbo de una vida, que parecía fijado.
Una de las características de Muscari, es ser siempre un gran seleccionador de elencos, sabe formar grupos y los actores pocas veces se resisten a sus propuestas, sabiendo que es un director exitoso.
Atracción Fatal, no caben dudas era un proyecto muy atrayente para todo actor. Pablo Rago será nuestro Michel Douglas y Sofia Gala, la Glenn Close vernácula. Nos gustó mucho la dupla, hay muy buena conexión entre ellos, algo necesario para la historia, que incluye complicidades y escenas muy jugadas.
Pablo Rago, cumple con solvencia, el papel de protagonista, siendo en un elenco muy parejo, en nuestra opinión, quien más se destaca, con una composición magnífica de su personaje, que irá cambiando su comportamientos, a medida, que la situación se le irá complicando.
Sofia Gala, encaja justo en el papel, una mujer decidida y arrolladora, pero profundamente inestable desde lo emocional, algo que la vuelve, extremadamente peligrosa. La vimos varias veces a Sofia y siempre tenemos palabras de elogios para ella, es una joven actriz muy talentosa, que en muchos no es valorada, como se debiera.
Cuando hablábamos de la riqueza del elenco, no exageramos, en el papel de la esposa engañada, tenemos nada menos que a Laura Novoa, una excelente actriz, que aquí sabe como darle a su personaje, la sensibilidad que el papel requiere.
Y que decir de Ana María Picchio, encantadora como siempre, aquí es la madre de la esposa engañada, aportando toda su experiencia y dotando de mucho humor a su personaje. Un privilegio verla en escena en plenitud.
Nicolás Pauls desde un rol secundario, como amigo del marido, le aporta frescura y humor a la puesta. Y por último mencionar a Esther Goris, que ya comentamos tiene un rol muy particular, como narradora, siendo fundamental para la buena dinámica del relato. Nos encantó la actuación de Esther, muy gestual y logrando una empatia absoluta con la platea, siendo una gran maestra de ceremonias.
Como puede aprecia el lector, son seis actores de mucho oficio los que conforman el elenco, siendo esta una de las razones, por los que la obra funciona tan bien, consiguiendo un vértigo y un ritmo, que crece a medida que las acciones avanzan.
La puesta tiene varios elementos para destacar, como por ejemplo el diseño escenográfico de Rene Diviu, que resuelve muy bien los distintos espacios que requiere el relato, se luce el vestuario de Pablo Battaglia y nos gustó mucho el recurso, por el cual los actores, siempre se mantienen a la vista del espectador, no entraremos en detalles, pero este, es un acierto del director, que agrega valor a la obra.
Hasta allí contaremos, estamos en presencia de una muy buena adaptación de este clásico del cine de los 80, que conservando el espíritu del guión original, tiene una impronta propia, obligando al espectadora mantenerse siempre atento, porque quien espera, ver el mismo final que tuvo la película, le adelantamos se puede sorprender, así que recomendamos no distraerse.
En definitiva, un guión con mucha actualidad, que nos hablará de amores, engaños y obsesiones, invitándonos a reflexionar, sobre las consecuencias que pueden tener algunos de nuestros actos, de la mano de un elenco de nombre, que se nota a gusto con la historia y logra lucirse mucho.
Por todo lo dicho, la mesa está puesta, para que el espectador disfrute de este exquisito menú teatral, que ofrece Atracción Fatal, donde el plato principal, no podía ser otro, que conejo a la cacerola.
Pensador Teatral.
miércoles, 30 de enero de 2019
lunes, 28 de enero de 2019
Bien Argentino, La Evolución.
Idea y Dirección General de Ángel Carabajal.
Miércoles a Domingos en Teatro Apolo ( Av.Corrientes 1372 )
Bien Argentino, es una estupenda creación de Ángel Carabajal. Un show donde el folklore, es el corazón de un estupendo espectáculo musical, que tiene muchísimo para ofrecer, ya que además de folklore, disfrutaremos de tangos, rock y más, todo con ADN 100 % argentino y con coreografías realmente logradas por un elenco numeroso y muy talentoso.
Hay músicos en vivo, cantantes, bailarines, humoristas y además en esta versión porteña, se sumaron figuras mediáticas de gran convocatoria. Todo este conjunto, conforman un espectáculo de nivel internacional, con una producción y un despliegue escénico que sorprende por su jerarquía.
Haciendo un poco de historia, contemos brevemente que Carabajal, el creador del espectáculo, tuvo la original idea, de reunir talentos del interior bien profundo de la Argentina, para montar un espectáculo, que viajaría al exterior, para presentarse en diversos festivales y teatros de todo el mundo, llevando la marca de nuestro país, algo que veremos luego pudo conseguir y superar con creces.
La historia de Ángel, nacido en Oncativo, Cordoba, es digna de contarse, ya que es una muestra de superación personal admirable. Con una niñez muy sufrida, ya que fue abandonado por sus padres y estuvo internado en un orfanato, de donde fue rescatado por su abuela. A los 11 años comenzó a bailar y ello en definitiva, fue su tabla de salvación, ya que tuvo momentos muy duros en la vida y su camino pudo ser muy diferente, pero su pasión por la danza y el folklore, le forjaron este presente.
Hoy con sus jóvenes 34 años, Carabajal pudo cumplir varios sueños, primero fundar su propia compañia Sentires y recorrer el mundo, con con su espectáculo Bien Argentino, ganando premios en Francia, Alemania y hasta en Inglaterra. En el 2018 , ya con Bien Argentino, La Evolución, en Carlos Paz, ganó el Carlos de Oro y ahora llega a la calle Corrientes, sumando figuras convocantes, en un mix interesante, que enriquecen aún más el show.
Nos extendimos un poco, pero creemos que la historia de vida brevemene resumida, lo ameritaba. Volviendo al espectáculo, no hay dudas, que el espectador se sorprenderá muy gratamente, con los elaborados números musicales, coreografías modernas, malambos, bombos legueros, boleadoras y hasta agua en el escenario, en algún momento de la función.
El espectáculo tiene una potencia que llega espectador, que desde el arranque se engancha con la propuesta, reconociendo la elaboración y el trabajo que hay en cada cuadro. Además se nota muy comprometidas, a las figuras llamadas para la ocasión, aportando una cuota adicional de glamour al espectáculo. Vamos a mencionarlos, ya que creemos que lo merecen.
Marcelo Iripino, sorprende a propios y extraños, con su estupendo registro vocal y gran versatilidad, para interpretar un repertorio super variado, que incluye desde tangos a temás melódicos y en especial uno de Cacho Castaña, que sin dudas, será uno de los momentos más emotivos de la noche, Excelente lo de Iripino.
Desde el lado femenino, muy destacado lo de Adabel Guerrero, con gran presencia escénica, sorprendiendo, bailando un tango y cantando realmente muy bien, en una faceta, no tan conocida de Adabel.
Noelia Marzol y Celeste Muriega, aportan su belleza y energía al show, con coreografías que destacamos, por su riesgo. Siempre con una sonrisa y con una entrega total, deleitan a la platea masculina. En tanto Fernando Bertona, es quien levanta los suspiros de las mujeres de la sala.
Como dijimos antes, además de música, el espectáculo también tiene momentos humor, en ese rubro se destacan Chelo Rodríguez, con un personaje bonachón y bien campestre y en especial Zaul Showman, que desde antes de arrancar la función, se conecta con el público, mostrando un carisma y una frescura que despiertan carcajadas en los espectadores. Es tan buena su performance, que al final de la función, es uno de lo más ovacionados por el público, siendo sin dudas la revelación de la noche.
Pero el espectáculo es mucho más que las caras conocidas que mencionamos, imposible no destacar a Leandro Rodríguez, Yanina Bulgheroni y Emilio Zapata, los tres cantantes que tiene Bien Argentino. Los siete músicos en vivo, fundamentales para sostener el ritmo del musical y por supuesto los integrantes de la Compañia Sentires, que en cada coreografía se entregan por completo, mostrando sus destrezas y el orgullo que sienten, por ser parte del espectáculo.
Otros rubros, que no podemos dejar de destacar, son el diseño de vestuario de Melisa Bernardi, que combina los tradicional y lo moderno con gran estilo, el diseño de luces de Waldo Ferreira a la altura de un espectáculo de este nivel y desde ya, la dirección general de Ángel Carabajal, que logra coordinar tantos recursos en el escenario al mismo tiempo, logrando que todos se sientan parte importante del proyecto, tarea nada sencilla, en grupos numerosos.
Hay muchas sorpresas que no contaremos, como una pantalla gigante que proyectará algunas imágenes muy emotivas de nuestra historia, aparecerá algún famoso en la sala y hasta allí contamos dejaremos que el espectador cuando vea la obra, descubra mas.
Bueno, no queda mucho más que decir, realmente quedamos encantados, al descubrir un espectáculo de enorme jerarquía y tan generoso con el público que paga su entrada, en épocas donde el dinero no sobra y recibe a cambio, un show muy completo, que gracias a una producción de envergadura, presenta un despliegue escénico fantástico.
El teatro colmado y la ovación de pie, que el público le brinda a los artistas al final de la función, emociona a quien escribe estas líneas y no deja dudas que Bien Argentino, es un espectáculo que no podemos dejar de ver, ya que además de disfrutar de un show de nivel internacional, al menos por un rato, sentiremos el orgullo, de ser bien argentinos.
Pensador Teatral.
Miércoles a Domingos en Teatro Apolo ( Av.Corrientes 1372 )
Bien Argentino, es una estupenda creación de Ángel Carabajal. Un show donde el folklore, es el corazón de un estupendo espectáculo musical, que tiene muchísimo para ofrecer, ya que además de folklore, disfrutaremos de tangos, rock y más, todo con ADN 100 % argentino y con coreografías realmente logradas por un elenco numeroso y muy talentoso.
Hay músicos en vivo, cantantes, bailarines, humoristas y además en esta versión porteña, se sumaron figuras mediáticas de gran convocatoria. Todo este conjunto, conforman un espectáculo de nivel internacional, con una producción y un despliegue escénico que sorprende por su jerarquía.
Haciendo un poco de historia, contemos brevemente que Carabajal, el creador del espectáculo, tuvo la original idea, de reunir talentos del interior bien profundo de la Argentina, para montar un espectáculo, que viajaría al exterior, para presentarse en diversos festivales y teatros de todo el mundo, llevando la marca de nuestro país, algo que veremos luego pudo conseguir y superar con creces.
La historia de Ángel, nacido en Oncativo, Cordoba, es digna de contarse, ya que es una muestra de superación personal admirable. Con una niñez muy sufrida, ya que fue abandonado por sus padres y estuvo internado en un orfanato, de donde fue rescatado por su abuela. A los 11 años comenzó a bailar y ello en definitiva, fue su tabla de salvación, ya que tuvo momentos muy duros en la vida y su camino pudo ser muy diferente, pero su pasión por la danza y el folklore, le forjaron este presente.
Hoy con sus jóvenes 34 años, Carabajal pudo cumplir varios sueños, primero fundar su propia compañia Sentires y recorrer el mundo, con con su espectáculo Bien Argentino, ganando premios en Francia, Alemania y hasta en Inglaterra. En el 2018 , ya con Bien Argentino, La Evolución, en Carlos Paz, ganó el Carlos de Oro y ahora llega a la calle Corrientes, sumando figuras convocantes, en un mix interesante, que enriquecen aún más el show.
Nos extendimos un poco, pero creemos que la historia de vida brevemene resumida, lo ameritaba. Volviendo al espectáculo, no hay dudas, que el espectador se sorprenderá muy gratamente, con los elaborados números musicales, coreografías modernas, malambos, bombos legueros, boleadoras y hasta agua en el escenario, en algún momento de la función.
El espectáculo tiene una potencia que llega espectador, que desde el arranque se engancha con la propuesta, reconociendo la elaboración y el trabajo que hay en cada cuadro. Además se nota muy comprometidas, a las figuras llamadas para la ocasión, aportando una cuota adicional de glamour al espectáculo. Vamos a mencionarlos, ya que creemos que lo merecen.
Marcelo Iripino, sorprende a propios y extraños, con su estupendo registro vocal y gran versatilidad, para interpretar un repertorio super variado, que incluye desde tangos a temás melódicos y en especial uno de Cacho Castaña, que sin dudas, será uno de los momentos más emotivos de la noche, Excelente lo de Iripino.
Desde el lado femenino, muy destacado lo de Adabel Guerrero, con gran presencia escénica, sorprendiendo, bailando un tango y cantando realmente muy bien, en una faceta, no tan conocida de Adabel.
Noelia Marzol y Celeste Muriega, aportan su belleza y energía al show, con coreografías que destacamos, por su riesgo. Siempre con una sonrisa y con una entrega total, deleitan a la platea masculina. En tanto Fernando Bertona, es quien levanta los suspiros de las mujeres de la sala.
Como dijimos antes, además de música, el espectáculo también tiene momentos humor, en ese rubro se destacan Chelo Rodríguez, con un personaje bonachón y bien campestre y en especial Zaul Showman, que desde antes de arrancar la función, se conecta con el público, mostrando un carisma y una frescura que despiertan carcajadas en los espectadores. Es tan buena su performance, que al final de la función, es uno de lo más ovacionados por el público, siendo sin dudas la revelación de la noche.
Pero el espectáculo es mucho más que las caras conocidas que mencionamos, imposible no destacar a Leandro Rodríguez, Yanina Bulgheroni y Emilio Zapata, los tres cantantes que tiene Bien Argentino. Los siete músicos en vivo, fundamentales para sostener el ritmo del musical y por supuesto los integrantes de la Compañia Sentires, que en cada coreografía se entregan por completo, mostrando sus destrezas y el orgullo que sienten, por ser parte del espectáculo.
Otros rubros, que no podemos dejar de destacar, son el diseño de vestuario de Melisa Bernardi, que combina los tradicional y lo moderno con gran estilo, el diseño de luces de Waldo Ferreira a la altura de un espectáculo de este nivel y desde ya, la dirección general de Ángel Carabajal, que logra coordinar tantos recursos en el escenario al mismo tiempo, logrando que todos se sientan parte importante del proyecto, tarea nada sencilla, en grupos numerosos.
Hay muchas sorpresas que no contaremos, como una pantalla gigante que proyectará algunas imágenes muy emotivas de nuestra historia, aparecerá algún famoso en la sala y hasta allí contamos dejaremos que el espectador cuando vea la obra, descubra mas.
Bueno, no queda mucho más que decir, realmente quedamos encantados, al descubrir un espectáculo de enorme jerarquía y tan generoso con el público que paga su entrada, en épocas donde el dinero no sobra y recibe a cambio, un show muy completo, que gracias a una producción de envergadura, presenta un despliegue escénico fantástico.
El teatro colmado y la ovación de pie, que el público le brinda a los artistas al final de la función, emociona a quien escribe estas líneas y no deja dudas que Bien Argentino, es un espectáculo que no podemos dejar de ver, ya que además de disfrutar de un show de nivel internacional, al menos por un rato, sentiremos el orgullo, de ser bien argentinos.
Pensador Teatral.
jueves, 17 de enero de 2019
Freno de Mano
Dramaturgia de Victor Winer y Dirección de Rubén Pires.
Jueves a Domingo en Teatro La Comedia ( Rodríguez Peña 1062 )
Comedia negra escrita en el 2001 por el reconocido dramaturgo argentino Victor Winer, obra representada por todo el país y también llevada a escenarios de Portugal o España, mostrando la universalidad del texto.
La historia tendrá como contexto la crisis, que sufre Argentina, que lamentablemente al ser cíclica, tiene una vigencia permanente, confirmando que los argentinos, tenemos una tolerancia y un entrenamiento especial, que nos permiten sobrevivir, en los momentos más complicados.
Y en ese contexto, aparecen Matilde ( María José Gabín ) y José ( Esteban Prol ) una pareja que haciendo juego con el país, atraviesa su propia crisis emocional y económica. Parecen cansados y abatidos, por una vida que no les resulta sencilla y entonces piensan en soluciones milagrosas, que les cambie la suerte.
Las acciones se desarrollan en la habitación de un hospital, donde Matilde espera que la operen. José llega a visitarla con unas empanadas y se entera que la operación será al día siguiente, algo que puede poner en jaque su plan, que incluía un viaje a los Estados Unidos.
Sin contar demasiado para mantener el suspenso, contemos que José " trabaja " como testigo falso, dando testimonios a pedido de abogados caranchos, permitiendo ganar demandas por accidentes falsos. Pero eso le deja poca plata y entonces, se le ocurre la idea salvadora de viajar a los Estados Unidos, para simular su propio accidente de tránsito y cobrar una millonaria indemnización. El plan suena disparatado, pero José sostiene que tiene todo calculado.
La idealización de un primer mundo donde todo funciona, en contraste con lo que sucede en el país, es un guiño muy interesante que introduce el autor, tomando un pensamiento bastante generalizado en gran parte de la sociedad, que piensa que la salida a los problemas está en Ezeiza.
Pero Matilde, no quiere que su marido viaje y la deje sola, ella vé otras soluciones, como por ejemplo, ganar la lotería o hasta vender un riñón, aprovechando su estadía en el hospital. Es preferible eso, a que su esposo, vaya al exterior a simular un accidente y encima lo acompañe en esa travesía, una prima divorciada, que le echó el ojo.
El desarrollo y los diálogos por momentos parecen grotescos y disparatados, sin embargo el espectador se identifica con los personajes, los siente cercanos y también reconoce esas ideas milagrosas, que todos en algún momento tuvimos.
La dirección del premiado Rubén Pires es acertada, con el contexto de la crisis del país, no baja linea, prefiere crear interrogantes y se centra en los pequeños detalles, poniendo la lupa, en lo que le sucede a los personajes. Para que esta idea, llegue a buen puerto, hay que tener buenos intérpretes y hay una muy buena elección de la pareja protagónica.
En nuestra opinión, quien lleva el peso de la historia y se luce en gran forma, es Esteban Prol, que realiza una excelente composición de su personaje, con un histrionismo a flor de piel, para un José medio chanta y algo culposo. Destacamos su expresividad corporal, sus caras y una entrega total, que el público reconoce.
Su compañera María José Gabín, una de las fundadoras del recordado Gambas al Ajillo, es su partenaire perfecta, sumándose al juego que propone el director. Muy bueno lo de María José, a quien el año destacamos, por su actuación en Idiota con Luis Machín. Aquí vuelve a lucirse, junto a Prol, con un personaje algo naif, que también juega mucho con su cuerpo ( hay cositas de clown en la performance de ambos )
Hay mucha química entre los protagonistas, que pese a las situaciones desafortunadas que deben narrar, se nota que se divierten en el escenario y eso es algo que el espectador siempre agradece.
No dejemos de mencionar a Iardena Stilman, la tercera en discordia, la prima, que desde un papel secundario, cumple muy bien y le pone condimento a la historia.
Nos gustó mucho la escenografía, simulando una sala de hospital, con esas ventanales a ambos lados del escenario, que dán a la calle y saben marcan la diferencia con ese exterior tan hostil.
En definitiva, estamos en presencia de una comedia negra, que presenta deliciosas actuaciones actuaciones y nos servirá para reflexionar, acerca de como los argentinos, parecemos tener un doctorado en la materia de sobrevivir en épocas de crisis y como las personas comunes, se las deben rebuscar, para encontrar esa tabla salvadora, que les permite mantenerse a flote.
El cálido y prolongado aplauso que reciben los protagonistas al final de la función, es un justo premio por la divertida noche teatral que nos regalaron y confirmar que en tiempos de crisis, la risa siempre es sanadora.
Pensador Teatral.
Jueves a Domingo en Teatro La Comedia ( Rodríguez Peña 1062 )
Comedia negra escrita en el 2001 por el reconocido dramaturgo argentino Victor Winer, obra representada por todo el país y también llevada a escenarios de Portugal o España, mostrando la universalidad del texto.
La historia tendrá como contexto la crisis, que sufre Argentina, que lamentablemente al ser cíclica, tiene una vigencia permanente, confirmando que los argentinos, tenemos una tolerancia y un entrenamiento especial, que nos permiten sobrevivir, en los momentos más complicados.
Y en ese contexto, aparecen Matilde ( María José Gabín ) y José ( Esteban Prol ) una pareja que haciendo juego con el país, atraviesa su propia crisis emocional y económica. Parecen cansados y abatidos, por una vida que no les resulta sencilla y entonces piensan en soluciones milagrosas, que les cambie la suerte.
Las acciones se desarrollan en la habitación de un hospital, donde Matilde espera que la operen. José llega a visitarla con unas empanadas y se entera que la operación será al día siguiente, algo que puede poner en jaque su plan, que incluía un viaje a los Estados Unidos.
Sin contar demasiado para mantener el suspenso, contemos que José " trabaja " como testigo falso, dando testimonios a pedido de abogados caranchos, permitiendo ganar demandas por accidentes falsos. Pero eso le deja poca plata y entonces, se le ocurre la idea salvadora de viajar a los Estados Unidos, para simular su propio accidente de tránsito y cobrar una millonaria indemnización. El plan suena disparatado, pero José sostiene que tiene todo calculado.
La idealización de un primer mundo donde todo funciona, en contraste con lo que sucede en el país, es un guiño muy interesante que introduce el autor, tomando un pensamiento bastante generalizado en gran parte de la sociedad, que piensa que la salida a los problemas está en Ezeiza.
Pero Matilde, no quiere que su marido viaje y la deje sola, ella vé otras soluciones, como por ejemplo, ganar la lotería o hasta vender un riñón, aprovechando su estadía en el hospital. Es preferible eso, a que su esposo, vaya al exterior a simular un accidente y encima lo acompañe en esa travesía, una prima divorciada, que le echó el ojo.
El desarrollo y los diálogos por momentos parecen grotescos y disparatados, sin embargo el espectador se identifica con los personajes, los siente cercanos y también reconoce esas ideas milagrosas, que todos en algún momento tuvimos.
La dirección del premiado Rubén Pires es acertada, con el contexto de la crisis del país, no baja linea, prefiere crear interrogantes y se centra en los pequeños detalles, poniendo la lupa, en lo que le sucede a los personajes. Para que esta idea, llegue a buen puerto, hay que tener buenos intérpretes y hay una muy buena elección de la pareja protagónica.
En nuestra opinión, quien lleva el peso de la historia y se luce en gran forma, es Esteban Prol, que realiza una excelente composición de su personaje, con un histrionismo a flor de piel, para un José medio chanta y algo culposo. Destacamos su expresividad corporal, sus caras y una entrega total, que el público reconoce.
Su compañera María José Gabín, una de las fundadoras del recordado Gambas al Ajillo, es su partenaire perfecta, sumándose al juego que propone el director. Muy bueno lo de María José, a quien el año destacamos, por su actuación en Idiota con Luis Machín. Aquí vuelve a lucirse, junto a Prol, con un personaje algo naif, que también juega mucho con su cuerpo ( hay cositas de clown en la performance de ambos )
Hay mucha química entre los protagonistas, que pese a las situaciones desafortunadas que deben narrar, se nota que se divierten en el escenario y eso es algo que el espectador siempre agradece.
No dejemos de mencionar a Iardena Stilman, la tercera en discordia, la prima, que desde un papel secundario, cumple muy bien y le pone condimento a la historia.
Nos gustó mucho la escenografía, simulando una sala de hospital, con esas ventanales a ambos lados del escenario, que dán a la calle y saben marcan la diferencia con ese exterior tan hostil.
En definitiva, estamos en presencia de una comedia negra, que presenta deliciosas actuaciones actuaciones y nos servirá para reflexionar, acerca de como los argentinos, parecemos tener un doctorado en la materia de sobrevivir en épocas de crisis y como las personas comunes, se las deben rebuscar, para encontrar esa tabla salvadora, que les permite mantenerse a flote.
El cálido y prolongado aplauso que reciben los protagonistas al final de la función, es un justo premio por la divertida noche teatral que nos regalaron y confirmar que en tiempos de crisis, la risa siempre es sanadora.
Pensador Teatral.
sábado, 12 de enero de 2019
Madre Coraje
Dramaturgia de Bertolt Brecht y Dirección de José María Muscari.
Viernes a Domingos en Teatro Regina ( Av. Santa Fé 1235 )
Sin lugar a dudas Madre Coraje, es una de las obras más relevantes escritas por el reconocido dramaturgo alemán Bertolt Brecht, que exiliado de su patria, en momentos que Hitler asumió el poder, se inspiró para escribir un texto que habla de la guerra y de sus efectos devastadores.
La pieza de Brecht, se sitúa en la Guerra de los Treinta Años ( 1618-1648 ) y cuenta la historia de una madre, que sola y al cuidado de sus tres hijos, se ganaba la vida, como vendedora ambulante, llevando su carromato, por las ciudades en guerra, para comerciar en esos territorios arrasados, tratando de aprovechar las necesidades provocadas por un conflicto bélico que parecía interminable.
Para Madre Coraje, la guerra resultaba contradictoria, si bien parecía ser quien le otorgaba beneficios económicos, al poder comerciar y especular con ella, el precio que pagaría por ese supuesto provecho, sería altísimo, ya que sus hijos estaban en permanente peligro y terminarían sufriendo las consecuencias.
El desafío para Muscari era importante, ya que por un lado Brecht tiene fama de ser un autor, destinado a un público entendido. Además este clásico, que tiene una potencia dramática increíble, fue escrito hace más de ochenta años y todos conocemos los riesgos de elegir piezas, alumbradas en una realidad que puede resultar lejana y resultar anticuadas, a los ojos de hoy.
No hay dudas, que José María, es un director que más allá de su talento, es muy versátil y no se achica ante los retos, por más complicados que estos parezcan. Entonces basado en su experiencia, en haber dirigido dos clásicos antes que este, como Electra y La Casa de Bernarda Alba, redobla su apuesta y nos presenta esta estupenda adaptación de Madre Coraje, que en su primera temporada, tuvo un sorprendente éxito de crítica y de público, agotando las localidades en cada de una de sus funciones, dentro del exigente circuito oficial.
Cuales son las razones que explican estos excelentes resultados ? En nuestra opinión, los motivos son varios. En primer lugar, conseguir una adaptación aggiornada a estos tiempos, ofreciendo un Brecht amigable, que resulte entendible para todos los públicos. El mérito radica, en lograr esto, sin que el texto, pierda el espíritu que le dió el autor, logrando una puesta desacartonada y con toques modernos, sin tantos formalismos, donde conservando el drama y la potencia del guión, se logra descontracturar con pasajes de humor y un desenfado, que pocos autores, se animaría a introducir en un texto de este tipo. Muscari es uno de esos atrevidos y los riesgos que asumió son los que le permitieron conseguir una puesta entretenida y muy atractiva para el espectador, que en muchos casos, conoce la obra de Brecht por primera vez.
La Madre de Coraje de José María es atemporal, lo que vemos pudo haber acontecido hace siglos o estar ocurriendo ahora mismo, ya que la vigencia del tema, dejan claro, que la crueldad de la guerra, los vicios de los poderosos y el hambre de muchas personas, es una realidad que reconocemos y que lamentablemente está muy presente en este mundo.
La obra, nada sencilla de representar, por la cantidad de actores que requiere y por la profundidad del texto, había tenido dos antecedentes en Argentina. La primera en 1954 protagonizada por Alejandra Boero y la segunda en 1989 por Cipe Lincovski. Debieron pasar veinte años, para que alguien se decidiera a recoger el guante y fue Muscari quien los hizo con una versión más acotada en la duración y en el número de personajes, con nueve actores en escena ( contra los más de veinte que pide el libro original ) y con una versión más moderna, que logra transmitir el mensaje del autor, con condimentos agregados, que llevan el sello del director.
Ya hablamos de los méritos de la adaptación, pero como decimos siempre, las ideas pueden ser excelentes, pero sin no conseguimos luego, quien las defienda en el escenario, en vano habrá sido el intento. En este caso Muscari, se vale de un elenco de lujo y una cabeza de compañia, que nos regalará un protagónico que resultará inolvidable y quedará grabado en las mejores páginas de nuestro teatro.
Nos estamos refiriendo a la enorme Claudia Lapaco, una actriz de una trayectoria inmensa, que a los 78 años ( lo decimos por que ella, no oculta su edad ), nos ofrece una interpretación brillante. Impresiona su energía y conmueve su entrega, se la nota dueña de la escena, disfrutando cada instante de un protagónico que exige muchísimo y que ella resuelve con un oficio admirable. Quien piense que estamos exagerando en los elogios, seguramente no vió la obra aún, porque quien ya la ha visto, se dará cuenta que nos quedamos cortos. Conmovedora y superlativa interpretación de Claudia Lapaco, un verdadero deleite, poder verla lucir en este papel, que parece hecho a su medida.
Pero Lapaco no está sola en escena ni mucho menos, Muscari convocó a un elenco de una calidad que pocos espectáculos pueden soñar. Arrancando por el gran Osvaldo Santoro, con su carisma de siempre, interpretando a un cura bastante advedenizo, que pone muchas gracia a la trama,
Los hijos varones de Madre Coraje, son pilares importantes de la historia y tanto Martín Slipak, como Esteban Pérez, además de conseguir suspiros de la platea masculina, logran lucirse en cada una de sus intervenciones.
La dupla militar de la obra, la forman, Héctor Diaz que es garantía en cualquier papel que le toque y Emilio Bardi, otro actor de vasta experiencia. Los dos saben retratar el autoritarismo y el grotesco de los poderosos, con algunas escenas que nos recuerdan a algunos personajes de la última dictadura.
Moro Anghileri, le aporta glamour y belleza a la obra, con mucho desparpajo y ejemplificando, como en muchos casos, arroparse cerca del poder de turno, tiene sus privilegios. Nos gustó mucho lo de Moro. En el mismo alto nivel, mencionamos a Silvina Bosco, otra actriz que nos encanta, con mucha trayectoria en el teatro, siendo otra actriz, que siempre rinde, cualquiera sea el papel que le toque, aquí es una cocinera sufrida, que debe soportar con estoicismo, los embates de la guerra.
Para el final y no de manera casual, dejamos a Iride Mockert, la hija muda de Madre Coraje. Su interpretación es admirable, sin decir una palabra, muestra una expresividad que sorprende. El año pasado la vimos a Iride, en una actuación estupenda en El fruto más Amargo. Acá en un papel, absolutamente diferente, se convierte en la gran revelación de la obra, desde un personaje muy complejo. Basta decir, que luego de Claudia Lapacó y de Osvaldo Soriano, Iride es quien recibe las mayores ovaciones del público al final de la obra.
Como mencionamos, no es sencillo reunir nueve actores en escena y todos ellos de primer nivel, sin dudas que Muscari, además de un gran director, es un gran seductor y los actores, siempre quieren estar en sus proyectos, porque saben la seriedad con la que trabaja José María
y que el éxito siempre parece buscarlo.
A interpretaciones tan destacadas, hay que sumarle una puesta muy atractiva, que aggiorna mucho la pieza y le suma valor, con un diseño lumínico más que destacado, un vestuario de Magda Banach, que es uno de los puntos altos de esta versión aportando mucho colorido y hay momentos musicales muy bien intercalados. La puesta logra darle muy buena dinámica a la trama, algo que en un clásico, con mucho texto, es fundamental para que el interés del público no decaiga en ningún momento.
Bien, no queda mucha por agregar, la historia de Brecht, sirve para reflexionar, pero no baja línea, deja que el espectador saque sus propias conclusiones, sin dudas veremos como la guerra siempre causa estragos y como muchas veces las personas deben adaptarse a penosas circunstancias para poder sobrevivir Además se expone como el dinero y lo material, en todas las épocas tuvo capital importancia y como en la mayoría de las ocasiones, son los que pagan el delirio y las ambiciones trasnochadas, de los poderosos señores de la guerra.
En definitiva, celebramos la segunda temporada de Madre Coraje y le auguramos igual o mayor éxito que el tenido el año pasado. Motivos para el suceso sobran, estamos en presencia, de un clásico que muestra su absoluta vigencia, un director enfocado que consigue una adaptación dinámica y que sabe transmitir el mensaje de Brecht de manera atractiva. Si a esto le sumamos una puesta muy rica, con numerosos rubros a destacar y actuaciones superlativas del gran elenco reunido, no quedan dudas, que Madre Coraje, es una de esas obras que la generosa cartelera porteña nos ofrece y no debemos dejar de ver.
Pensador Teatral.
Viernes a Domingos en Teatro Regina ( Av. Santa Fé 1235 )
Sin lugar a dudas Madre Coraje, es una de las obras más relevantes escritas por el reconocido dramaturgo alemán Bertolt Brecht, que exiliado de su patria, en momentos que Hitler asumió el poder, se inspiró para escribir un texto que habla de la guerra y de sus efectos devastadores.
La pieza de Brecht, se sitúa en la Guerra de los Treinta Años ( 1618-1648 ) y cuenta la historia de una madre, que sola y al cuidado de sus tres hijos, se ganaba la vida, como vendedora ambulante, llevando su carromato, por las ciudades en guerra, para comerciar en esos territorios arrasados, tratando de aprovechar las necesidades provocadas por un conflicto bélico que parecía interminable.
Para Madre Coraje, la guerra resultaba contradictoria, si bien parecía ser quien le otorgaba beneficios económicos, al poder comerciar y especular con ella, el precio que pagaría por ese supuesto provecho, sería altísimo, ya que sus hijos estaban en permanente peligro y terminarían sufriendo las consecuencias.
El desafío para Muscari era importante, ya que por un lado Brecht tiene fama de ser un autor, destinado a un público entendido. Además este clásico, que tiene una potencia dramática increíble, fue escrito hace más de ochenta años y todos conocemos los riesgos de elegir piezas, alumbradas en una realidad que puede resultar lejana y resultar anticuadas, a los ojos de hoy.
No hay dudas, que José María, es un director que más allá de su talento, es muy versátil y no se achica ante los retos, por más complicados que estos parezcan. Entonces basado en su experiencia, en haber dirigido dos clásicos antes que este, como Electra y La Casa de Bernarda Alba, redobla su apuesta y nos presenta esta estupenda adaptación de Madre Coraje, que en su primera temporada, tuvo un sorprendente éxito de crítica y de público, agotando las localidades en cada de una de sus funciones, dentro del exigente circuito oficial.
Cuales son las razones que explican estos excelentes resultados ? En nuestra opinión, los motivos son varios. En primer lugar, conseguir una adaptación aggiornada a estos tiempos, ofreciendo un Brecht amigable, que resulte entendible para todos los públicos. El mérito radica, en lograr esto, sin que el texto, pierda el espíritu que le dió el autor, logrando una puesta desacartonada y con toques modernos, sin tantos formalismos, donde conservando el drama y la potencia del guión, se logra descontracturar con pasajes de humor y un desenfado, que pocos autores, se animaría a introducir en un texto de este tipo. Muscari es uno de esos atrevidos y los riesgos que asumió son los que le permitieron conseguir una puesta entretenida y muy atractiva para el espectador, que en muchos casos, conoce la obra de Brecht por primera vez.
La Madre de Coraje de José María es atemporal, lo que vemos pudo haber acontecido hace siglos o estar ocurriendo ahora mismo, ya que la vigencia del tema, dejan claro, que la crueldad de la guerra, los vicios de los poderosos y el hambre de muchas personas, es una realidad que reconocemos y que lamentablemente está muy presente en este mundo.
La obra, nada sencilla de representar, por la cantidad de actores que requiere y por la profundidad del texto, había tenido dos antecedentes en Argentina. La primera en 1954 protagonizada por Alejandra Boero y la segunda en 1989 por Cipe Lincovski. Debieron pasar veinte años, para que alguien se decidiera a recoger el guante y fue Muscari quien los hizo con una versión más acotada en la duración y en el número de personajes, con nueve actores en escena ( contra los más de veinte que pide el libro original ) y con una versión más moderna, que logra transmitir el mensaje del autor, con condimentos agregados, que llevan el sello del director.
Ya hablamos de los méritos de la adaptación, pero como decimos siempre, las ideas pueden ser excelentes, pero sin no conseguimos luego, quien las defienda en el escenario, en vano habrá sido el intento. En este caso Muscari, se vale de un elenco de lujo y una cabeza de compañia, que nos regalará un protagónico que resultará inolvidable y quedará grabado en las mejores páginas de nuestro teatro.
Nos estamos refiriendo a la enorme Claudia Lapaco, una actriz de una trayectoria inmensa, que a los 78 años ( lo decimos por que ella, no oculta su edad ), nos ofrece una interpretación brillante. Impresiona su energía y conmueve su entrega, se la nota dueña de la escena, disfrutando cada instante de un protagónico que exige muchísimo y que ella resuelve con un oficio admirable. Quien piense que estamos exagerando en los elogios, seguramente no vió la obra aún, porque quien ya la ha visto, se dará cuenta que nos quedamos cortos. Conmovedora y superlativa interpretación de Claudia Lapaco, un verdadero deleite, poder verla lucir en este papel, que parece hecho a su medida.
Pero Lapaco no está sola en escena ni mucho menos, Muscari convocó a un elenco de una calidad que pocos espectáculos pueden soñar. Arrancando por el gran Osvaldo Santoro, con su carisma de siempre, interpretando a un cura bastante advedenizo, que pone muchas gracia a la trama,
Los hijos varones de Madre Coraje, son pilares importantes de la historia y tanto Martín Slipak, como Esteban Pérez, además de conseguir suspiros de la platea masculina, logran lucirse en cada una de sus intervenciones.
La dupla militar de la obra, la forman, Héctor Diaz que es garantía en cualquier papel que le toque y Emilio Bardi, otro actor de vasta experiencia. Los dos saben retratar el autoritarismo y el grotesco de los poderosos, con algunas escenas que nos recuerdan a algunos personajes de la última dictadura.
Moro Anghileri, le aporta glamour y belleza a la obra, con mucho desparpajo y ejemplificando, como en muchos casos, arroparse cerca del poder de turno, tiene sus privilegios. Nos gustó mucho lo de Moro. En el mismo alto nivel, mencionamos a Silvina Bosco, otra actriz que nos encanta, con mucha trayectoria en el teatro, siendo otra actriz, que siempre rinde, cualquiera sea el papel que le toque, aquí es una cocinera sufrida, que debe soportar con estoicismo, los embates de la guerra.
Para el final y no de manera casual, dejamos a Iride Mockert, la hija muda de Madre Coraje. Su interpretación es admirable, sin decir una palabra, muestra una expresividad que sorprende. El año pasado la vimos a Iride, en una actuación estupenda en El fruto más Amargo. Acá en un papel, absolutamente diferente, se convierte en la gran revelación de la obra, desde un personaje muy complejo. Basta decir, que luego de Claudia Lapacó y de Osvaldo Soriano, Iride es quien recibe las mayores ovaciones del público al final de la obra.
Como mencionamos, no es sencillo reunir nueve actores en escena y todos ellos de primer nivel, sin dudas que Muscari, además de un gran director, es un gran seductor y los actores, siempre quieren estar en sus proyectos, porque saben la seriedad con la que trabaja José María
y que el éxito siempre parece buscarlo.
A interpretaciones tan destacadas, hay que sumarle una puesta muy atractiva, que aggiorna mucho la pieza y le suma valor, con un diseño lumínico más que destacado, un vestuario de Magda Banach, que es uno de los puntos altos de esta versión aportando mucho colorido y hay momentos musicales muy bien intercalados. La puesta logra darle muy buena dinámica a la trama, algo que en un clásico, con mucho texto, es fundamental para que el interés del público no decaiga en ningún momento.
Bien, no queda mucha por agregar, la historia de Brecht, sirve para reflexionar, pero no baja línea, deja que el espectador saque sus propias conclusiones, sin dudas veremos como la guerra siempre causa estragos y como muchas veces las personas deben adaptarse a penosas circunstancias para poder sobrevivir Además se expone como el dinero y lo material, en todas las épocas tuvo capital importancia y como en la mayoría de las ocasiones, son los que pagan el delirio y las ambiciones trasnochadas, de los poderosos señores de la guerra.
En definitiva, celebramos la segunda temporada de Madre Coraje y le auguramos igual o mayor éxito que el tenido el año pasado. Motivos para el suceso sobran, estamos en presencia, de un clásico que muestra su absoluta vigencia, un director enfocado que consigue una adaptación dinámica y que sabe transmitir el mensaje de Brecht de manera atractiva. Si a esto le sumamos una puesta muy rica, con numerosos rubros a destacar y actuaciones superlativas del gran elenco reunido, no quedan dudas, que Madre Coraje, es una de esas obras que la generosa cartelera porteña nos ofrece y no debemos dejar de ver.
Pensador Teatral.
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