martes, 10 de septiembre de 2024

Juegos de Fábrica

Dramaturgia y Dirección de Nicolás Manasseri.





Martes 20 30 hs en Itaca Complejo Teatral ( Humahuaca 4027 )

Una propuesta potente y perturbadora llega de la mano de Juegos de Fábrica, creación de Nicolás Manasseri, uno de los autores de la exitosa El Funeral de los Objetos, presenta esta obra que ya se había estrenado hace una década, con muy buena respuesta de público, pero en formato de musical. Ahora se reestrena en Itaca, sin música ya, solo texto, con una dramaturgia cruda e inquietante, ya que cuando uno imagina niños jugando, los asocia con una imagen feliz y una etapa de la vida, donde la inocencia y lo lúdico es la regla, algo que en este texto de Manasseri, no se aplica.






La historia se desarrolla a principios del siglo XX, momentos en que Argentina experimentaba profundas transformaciones políticas y sociales, con alternancia entre gobiernos democráticos e intervenciones militares, en un marco donde la masiva migración europea que llegaba a estas tierras, iba a tener gran influencia en los pensamientos políticos de aquellos años. Esta introducción.  no es ajena a la trama, ya que el autor tiene en cuenta todos los hechos de contexto que mencionamos, para introducirlos en el desarrollo de la historia que nos contará.

Las acciones se desarrollarán en el interior de una fábrica abandonada. Allí todos los días llega un grupo de niños, que en ese lugar encontraron el escondite ideal, sin adultos que los controlen, para crear su mundo y sus juegos, con reglas creadas por ellos mismos, estableciendo relaciones que se basan en estructuras jerárquicas por ellos mismos establecidas. Una mañana ingresará en esa fábrica, Fausto un niño con acento italiano bien marcado, dejando claro que provenía de un hogar inmigrante, de los tantos que había aquellos años. Pero Fausto, no tendrá tiempo de jugar, enseguida será descubierto por los chicos que juegan en el lugar, que lo consideran un intruso y no le dan un buen recibimiento.






La primera reacción del espectador es pensar, que veremos chicos inocentes que inventan juegos y este es tomar como prisionero al  intruso. Y al rato confirman que efectivamente todo es un juego, pero con inquietud notarán que es un poco más violento y real de lo que podían imaginar. Con agresiones físicas y mucho maltrato verbal, propiciados principalmente de parte de Uno, nombre que recibe el líder del grupo, que no por casualidad es el más alto y el más grande edad de todos. Su presencia inspira respeto y miedo en el resto.

Pronto notaremos que es su palabra es casi sagrada y su opinión no admite cuestionamientos. Para poder estar allí hay que obedecerle. Con inquietud notaremos que sus arengas incluyen muchas frases xenófobas y de menoscabo para con las mujeres. En el grupo, son todos varones, menos Juana, su hermana, que debe soportar las ofensas de un líder, que no tiene empacho en dejar en claro, que las mujeres, son seres inferiores, que claramente no deben tener los mismos derechos que los hombres ( como dato interesante, recordar que hasta casi la mitad del siglo XX, las mujeres no votaban en nuestro país )





No queremos dar muchos detalles de lo que sucederá en el interior de aquella fábrica, para mantener la sorpresa, solo vamos a decir que esa inocencia que relacionamos muchas veces con el mundo de los niños, aquí quedará de lado y quedaron al descubierto las crueldades y los abusos que muchas veces ocurren en esta etapa de la vida y se guardan bajo la alfombra. Es una triste realidad, que a menudo, los chicos toman lo peor del mundo de los adultos y tratan de llevarlo a su lógica, con resultados muy negativos y consecuencias nefastas que desembocan en traumas que se arrastran toda la vida. Y hasta allí vamos a contar, el resto lo descubrirán ustedes al ver la obra.

Momento de hablar de las magníficas actuaciones que presenta la obra, con un dato que resulta bien llamativo. La obra tiene seis personajes, de los cuales cuatro son masculinos, pero en el elenco hay mayoría de mujeres, esto se traduce en que hay varios personajes masculinos doblados por actrices. Indudablemente hay una búsqueda de Nicolás Manasseri, que además del autor de la obra, es el director. Los motivos podemos intuirlos pero luego de haber visto la pieza, podemos afirmar que los resultados son muy positivos, ya que las actuaciones de esas actrices son sobresalientes.





Y hablando de trabajos sobresalientes, arrancamos destacando la gran composición de Martina Zapico, como Segundo, provenientemente de una familia humilde, con su boina y una dialéctica que defiende la importancia del trabajo. Es la contracara de Uno y aunque le teme un poco, es el único que puede hacerle frente y finalmente se animará a desafiarlo. Martina, por este personaje, cuando la obra tenía formato musical, fue nominada a los Premios Hugo con el Premio de Revelación Femenina. Y años después, vuelve a lucirse en gran forma con un personaje que le sienta muy bien. La rompe Martina como Segundo.

Pilar Dantín es Raúl, siempre está cerca de su primo Segundo. Es de los benjamines del grupo y aunque quiere imitar a los adultos, queda claro que es un niño. Muy tierno su personaje, con su vocecita aflautada. Pedro Maurizi es Fausto, el chico con acento italiano, que sufre las burlas y la discriminación del grupo, que obedece a su líder. Muy bueno lo de Pedro. Victoria Casserly es Juana, el único personaje femenino de la historia, que con valentía buscará hacerse respetar en un grupo donde las mujeres son consideradas inferiores e introduce el tema del despertar sexual en la adolescencia. Nos gustó el trabajo de Victoria.






Brian Sichel como Uno, es el personaje disruptivo de la historia. El líder del grupo, que aprovechando ser el más grande de edad y de contextura física, no duda en imponer sus ideas. Con aires de dictador y un discurso violento, con referencias militares, es quien establece las reglas en aquella fábrica, siendo el villano de la obra. Está muy bien Brian en el papel. Y para el final dejamos a Fernanda Provenzano, una actriz muy talentosa a la que elogiamos mucho en El Funeral de los Objetos. obra exitosa del off, que además la tiene como una de sus autoras. Aquí lleva adelante el personaje de André, otro de los más pequeños de la historia, hermano de uno, componiendo un personaje entrañable. y muy querible. Y la caracterización es tan lograda, que recién descubrimos que era Fernanda la que llevaba adelante el papel de André, cuando la escuchamos hablar con su voz real en el saludo final. 

Dedicamos algunas líneas a los trabajos actorales, como estricto acto de justicia, porque las composiciones son realmente destacadas. La puesta de la obra como señalamos es perturbadora, hay un aire de tensión permanente en escena y gracias a la utilización de variados recursos, se consigue la atmósfera tenebrosa,  a tono con el clima de la historia. Ítems a destacar, el notable diseño escenográfico de Phepandu, que reproduce una fábrica abandonada, con muchos detalles Y otro rubro muy destacado, es el vestuario de La Costurera, con ropa de época que contribuye en gran forma,  a las caracterizaciones de los personajes.






Y hasta allí vamos a contar, nos sedujo mucho la propuesta de Juegos de Fábrica, ya que ofrece una mirada diferente al mundo de los niños, alejada de los estereotipos y siendo consecuente con muchas de la problemáticas actuales, donde abundan las situaciones de violencia y bullyng entre los chicos. La obra muestra como las relaciones de poder habituales entre los adultos, puede trasladarse al mundo infantil, imitando los peores ejemplos que los chicos tienen en sus casas y poniendo en peligro la inocencia y los juegos recreativos, que deberían prevalecer a esa edad.

Recomendamos Juegos de Fábrica, ya que nos ofrece una mirada diferente y políticamente incorrecta sobre el mundo infantil, pero a la vez los espectadores notan que es un enfoque que luce actual y realista a la luz de los comportamientos violentos y los discursos intolerantes que predominan en nuestra sociedad, no quedando exentos los niños de aquella influencia. Un texto potente, una puesta muy atractiva y estupendas composiciones, se unen para que disfrutemos de una propuesta que saca al espectador de la zona de confort y lo sumerge una historia más oscura de lo que imaginamos.


Pensador Teatral.




domingo, 8 de septiembre de 2024

Un Domingo

Dirección de Florent Bergal.





Domingos 19 hs en Caras y Caretas 2037 ( Sarmiento 2037 ) 

Una original propuesta que combina las artes circenses con el teatro se presenta en Caras y Caretas, luego de más de seis temporadas a sala llena en el Galpón de Guevara. La obra fue estrenada en 2018 en el marco del 6to Festival Internacional de Circo Independiente, con un elenco seleccionado de Proyecto Mirga. que a estas alturas ya se ha convertido en un referente en el circo contemporáneo en Argentina y América Latina.







La obra es realmente desopilante por donde se la mire y el argumento es escueto, casi una excusa. En una tarde de Domingo, un joven va de visita a la casa de su novia para conocer a su familia. Pero desde el arranque notaremos que nada en aquella casa es normal. Ni los muebles, ni la vajilla, ni las luces y mucho menos las personas que viven en aquel hogar de aspecto aristocrático venido a menos, que seguramente tuvo mejores épocas y ahora se nota en decadencia.

La oralidad será poca y el ritmo de la trama estará dada por las destrezas circenses del elenco reunido, en un obra donde el teatro físico es el que marca el norte. Seremos testigos de situaciones desopilantes, que se apoyan en el humor, el grotesco y las competencias de un elenco que no le tiene miedo al ridículo, por lo que disfrutaremos de actos de acrobacia, malabares, clown{lanzamiento de objetos y otra s acciones que se presentarán en el desarrollo de una trama feroz y exagerada.





De más está decir que la extravagancia de todos los personajes en escena, serán el sello distintivo de la propuesta. Tendremos un padre sencillamente chiflado e impune, que tratará de imponer su ley en un hogar donde reina el caos y donde nadie parece soportarlo y el deseo de su muerte está latente en el aire. El recién llegado buscará soportar estoicamente las locuras de los integrantes de aquella casa, pero tampoco lo notamos demasiado cuerdo, por lo que parece encajar bastante bien en aquella familia tan disfuncional

Las actuaciones que presenta la obra son realmente destacadas. Quien sobresale de manera clara es Gabriel Tato Villanueva, como Franco, un padre de familia inclasificable e incorregible, que da gala de un histrionismo sin límites, que disfruta del absurdo. Gabriel es quien se lleva las mayores ovaciones de la noche, gracias a un personaje delirante como pocas veces hemos visto y que disfruta rompiendo todas las convenciones.






El elenco lo completan Sofía Galliano, Gabi Parigi, Juan Carlos Fernández, Tomás Soko y Florencia Valeri. Todos ellos tendrán tiempo de demostrar sus destrezas circenses, insertas en medio de una dramaturgia muy loca. El argumento queda en segundo plano para disfrutar los pasos que el elenco tiene para mostrar. Acrobacias, malabares, clown y un humor absurdo, llegarán de la mano de un elenco talentoso, que disfruta del verdadero grotesco en que se transforma la escena.

La puesta es muy dinámica y la acción es continua. El espectador por momentos se desconcierta ante la exageración de algunas acciones, pero con el correr de los minutos, sabrá que lo mejor es relajarse y sorprenderse. Ítems a destacar, el vestuario de Celina Santana, que colabora en gran forma con la caracterización de los personajes y el diseño lumínico de un experto como Ricardo Sica, que juega muy bien los momentos de luz y penumbra.








Sin dudas, estamos en presencia de una obra no convencional, en la que el teatro es intervenido por el lenguaje circense, llevando las riendas de un espectáculo donde el humor y el grotesco se imponen, gracias a un elenco talentoso, que dejará al descubierto la inestabilidad de los vínculos de una familia que en lo personal nos hace acordar un poco a los Locos Adams, por la locura de los personajes y por ese color negro, que está muy presente en los vestuarios de los protagonistas y en parte de la escenografía

Un Domingo, es una obra creada por el bailarín y artista circense francés Florent Bergal, que se nutre de talentos argentinos para salir a escena, dando lugar a una disciplina como la del circo, muchas veces postergada en nuestras artes. Es por ello que celebramos que este tipo de propuestas tengan su espacio y más si llega de la mano de un grupo virtuoso de artistas, que decide romper la rutina de los domingos, para ofrecernos una propuesta delirante, donde los códigos del circo y del teatro se funden, para que disfrutemos de una función despampanante, en la que todo puede suceder.


Pensador Teatral.





sábado, 7 de septiembre de 2024

Lo que el Río Hace.

Dramaturgia y Dirección de María Marull y Paula Marull.





Miércoles a Sábados en Teatro Astros ( Av. Corrientes 746 )

La talentosa y sensible dramaturgia de las mellizas Marull, aparece con una fuerza arrolladora en Lo que el Río Hace, está mágica obra que nació en 2020, por encargo del teatro San Martín que les pidió escribieran una pieza de autoría conjunta. El estreno llegó en modo audiovisual al año siguiente y en el 2022 explotó en la Sala Cunil Cabanellas del San Martín, convirtiéndose pocos meses, en un verdadero suceso teatral, algo que se acentuó al año siguiente, con presentaciones donde las localidades se agotaban a los pocos minutos, de puestas en venta.





La obra además de ser un suceso de público, recibió todos los premios nacionales posibles de la actividad teatral, siendo galardonada como la Mejor Obra por los Premios ACE, donde tuvo nada menos que 11 nominaciones, ganando el Trinidad Guevara y el María Guerrero por nombrar solo los más importantes de la escena local. Pero la pieza además obtuvo reconocimientos en el exterior, como por ejemplo el que otorga la Academia de las Artes Escénicas de España que la galardonó con el premio al Mejor Espectáculo Latinoamericano de Artes Escénicas.

Este año la obra, pegó el gran salto dejando el circuito oficial y llegando al circuito comercial de la Calle Corrientes, siendo el Teatro Astros el hogar que lo alberga y donde está agotando las 500 localidades que tiene la sala, en cada una de sus funciones, algo que ni las obras comerciales más importantes consiguen en estos tiempos. Sin dudas, las hermanas Marull que ya tienen una dilatada trayectoria como fieles y sensibles exponentes del teatro independiente, consiguieron con Lo que el Río Hace, un fenómeno teatral, donde el boca a boca es clave, que aún hoy resulta difícil de dimensionar.

Por motivos diversos y fortuitos, en lo personal habíamos postergado el ver la obra y sentíamos que ya era hora. Era como esos vinos de enorme calidad que uno tiene reservado en la cava y que por algún motivo no queremos abrir. Pero el momento había llegado y con semejante carta de presentación y antecedentes, la vara estaba altísima. Nos daba algo de temor, ver la obra y que las expectativas tan altas que teníamos no se cumplieran. Bueno, vamos a quitarle suspenso al tema. La obra es una joya, una piedra preciosa bella y delicada, que nos enamoró desde la primera siendo escena y sabiendo ahora que será muy difícil que en lo que resta del año, podamos ver una obra que la supere en calidad.





Y más nos enamoramos de Lo que el Rïo Hace, cuando nos enteramos que la pieza que es la primera que escriben juntas las talentosas Marull, se desarrolla en Esquina, Corrientes y tienen mucho de autobiográfica, ya que basa en hechos reales, teniendo en cuenta que el padre de las mellizas, cuando se separó de su madre, se fue a vivir a aquella localidad correntina, por lo que las hermanas visitaron y aún visitan Esquina, que sin dudas tiene un lugar importante reservado en sus corazones y sus recuerdos. Obviamente la obra, tiene un componente importante de ficción, pero el anclaje que tiene con la vida real de las autoras es movilizante y en nuestra opinión le agrega aún mucho más valor a todo el fenómeno que mencionamos.

No vamos a contar demasiado del argumento, ya que la obra hay que verla o verla. Solo vamos a decir que la obra nos contará la historia de Amelia, personaje que interpretan María y Paula de manera simultánea, sacándole el máximo provecho a su increíble parecido físico, logrando una dinámica en el relato y una magia, que solo puede darse al ser gemelas. Volviendo a Amelia, digamos que es una escritora que vive en la ciudad a mil por hora,  desbordada y tapada de obligaciones, no pudiendo resolver la multiplicidad de demandas que tiene como madre, esposa y profesional.







La muerte de su padre, la obligará a viajar a su Corrientes natal, para resolver un tema de papeles con un terrero que recibió de herencia. El viaje debe ser relámpago, al otro día a más tardar debe estar de vuelta en la ciudad. El deber y las obligaciones la llaman. Pero las cosas muchas veces no salen como uno piensa en un principio, a veces surgen complicaciones, demoras y el diablo mete la cola. Para colmo, el fin de semana en que viajo Amelia, se está celebrando en Esquina, la Fiesta Nacional del Pacú, que paraliza a la provincia. Pasado y presente se van a unir, para que se encadenen una serie de sucesos y el viaje relámpago, se terminará transformando en una tormenta de emociones, que cambiará todo. Pero vamos a cumplir con nuestra promesa y hasta allí contaremos, el resto lo descubrirán cuando vean la obra. 

Si,  vamos a decir que la obra tiene el ADN de las Marull, que describe con maestría el transcurrir de la vida en los pueblitos de nuestro interior, donde todos se conocen y nada pasa desapercibido a la mirada ajena. Aparecerán esos personajes entrañables que todos los pueblos tienen, la cultura del lugar, las leyendas,  las fiestas populares, la poesía y en este caso el río como figura aglutinante y todopoderosa de la grandeza de la naturaleza, con su belleza, fuerza y enorme magnetismo, que nos invita a sumergirnos en sus aguas cargadas de sabiduría y recuerdos.





Momento de hablar de las actuaciones que presenta la obra, donde si quedamos gratamente sorprendidos, ya que esperábamos que las gemelas serían dueños de todos los elogios, sin embargo son los personajes del elenco, los que le otorgan un particular encanto a la historia, ya que le otorgan el aire pueblerino que es el secreto de su éxito. María y Paula, son las que llevan adelante el personaje de Amelia, la gran protagonista de la historia, intercambiando entre ellas el personaje en varias oportunidades, siendo absolutamente imposible, al menos para quien escribe estas líneas, poder distinguirlas. Lo que si distinguimos, es ese hermosa cadencia que tienen ambas y el placer de verlas en escena, disfrutando mucho sus trabajos individuales y potenciando cuando ambas están juntas en la historia, algo que ocurre en momentos puntuales y cruciales de la historia, que se disfrutan mucho.

Es magnífica la actuación de Mariano Saborido como Juano, trabajador multitareas del hotel,  componiendo un personaje querible y muy divertido que será clave en la historia, ya que será quien insistirá a Amelia para que se quede a participar de la noche en la desfilan las Reinas del Pacú y será además quien la acompañará luego en la aventura de pesca al río. Muy festejado por el público su personaje. es a nuestro entender la gran revelación de la obra. Y si tenemos que hablar de trabajos destacados, enseguida mencionar a Willy Prociuck, como Antonio, el único escribano de la ciudad, que tendrá a cargo estudiar los papeles que le trajo Amelia, que movilizará muchos recuerdos, ya que cuando eran jóvenes tuvieron algún amorío. A Willy lo vimos ya en anteriores obras de las Marull y es un actor muy versátil, aquí muestra sus enormes condiciones para la comedia, para dar vida a un personaje muy divertido. Gran trabajo.







Y en el mismo nivel de destaque, tenemos que nombrar a Mónica Raiola como Dora, la propietaria del hotel, que alojará a Amelia en la habitación 1, con todos los recuerdos a cuestas y a Débora Zanolli como Nancy, la esposa de Antonio, que divide su tiempo, recibiendo a los clientes de la escribanía y cuidando a sus hijos pequeños. Ambas protagonizan momentos muy graciosos y festejados por el público. Salvo en el caso de de Amelia, que tiene un tono aporteñado, el resto de los personajes tiene un hermoso acento litoraleño muy logrado, que se disfruta y suma mucho a la caracterización de los personajes.

Y más allá de las estupendas actuaciones que presenta la historia, hay detrás un puesta muy bella que también aporta lo suyo. La música original de la obra es nada menos que de Antonio Tarragó Ros. Destacan el diseño escenográfico de Gonzalo Córdoba Estévez, que con paneles móviles resuelve la cuestión, con funcionalidad y dinámica. Otro ítem a resaltar es el diseño de vestuario de Jam Monti y el lumínico de Adrián Grimozzi. Cada ítem de la puesta, aporta lo suyo, para un conjunto bello y armónico ,a tono con el relato.





Y hasta allí vamos a contar, Lo que el Río Hace, transita su tercera temporada de suceso en cartel y a este ritmo, tenemos la certeza que tiene mucho hilo en el carretel y se seguirá ganando espacio, como una de esas obra que dejan huella en nuestro teatro, acumulando temporadas en cartel, con público nuevo que la descubre. Lo valioso es que en este caso, las Marull lo consiguen con una historia bien autóctona, que abreva en nuestro profundo y rico interior. Una historia, que nos hará reír, emocionar y también nos hará reflexionar, acerca del paso del tiempo y como aprovechamos el mismo. Pudiendo darnos cuenta, como muchas veces estamos desbordados y ocupados en obligaciones que nos requieren dedicación exclusiva, dejando de lado las cuestiones que realmente importan en la vida y que hacen a nuestra esencia,

La obra es una belleza absoluta, poesía en estado puro, que nos conecta con nuestro interior y con la inagotable riqueza de la naturaleza. Esta conexión se consigue gracias a una dramaturgia conjunta y brillante de las mellizas Marull, una puesta de ellas mismas que desborda de imágenes y poesía, sumados a entrañables personajes que nacen de la mano de un elenco exquisito, Todo ello se une, para que podamos disfrutar de una obra que resulta un caricia al alma y un oasis para que miremos a nuestro interior, dejemos de lado nuestras obligaciones y permitiendo que nuestro corazón ponga al descubierto las cosas valiosas que la vida nos regala a diario y que muchas veces no queremos ver,


Pensador Teatral.



martes, 3 de septiembre de 2024

Para Partir

Dramaturgia y Dirección de Ignacio Sánchez Mestre.





Martes 20 hs en Teatro Astros ( Av. Corrientes 946 ) 

Regresa a la cartelera porteña, el exitoso texto del joven dramaturgo sanjuanino Ignacio Sánchez Mestre, conocido por muchos teatreros, por ser autor de La Salvia, obra interpretada por la gran Mirta Busnelli, que fue un gran suceso de público y crítica. En el 2019, Ignacio estrenó Para Partir en el circuito oficial y ahora cinco años después la pieza vuelve a la calle Corrientes y a un teatro como el Teatro Astros.






No es sencillo catalogar a esta obra que tiene a la muerte en primer plano, pero que resulta una comedia muy divertida y por momentos desopilante. La obra nos habla de una despedida, de un gran velorio en el que confluyen los familiares de Roberto ( Luciano Suardi ), que para agregar volumen a la  dramaturgia, no murió de causa natural o por alguna enfermedad, sino que se suicidó. Y lo más significativo de esta original y lucida ficción, resulta que el propio muerto, es quien organiza esta despedida. Magia de teatro mediante, nosotros podremos verlo en escena, caminando, gesticulando y siendo un verdadero maestro de ceremonias de su despedida. Obviamente sus familiares, no contarán con ese extraño privilegio de verlo.

La reunión sucede en una casa de playa, que era donde Roberto pasaba solo sus últimos años, viviendo una vida relajada y lejos de las preocupaciones mundanas, algo que de inmediato suena contradictorio con su trágico final. Hasta aquel pueblito costero llegarán  con sus cenizas, para arrojarlas en la playa y para cumplir su último deseo, su ex esposa Elena ( Mara Bestelli ), acompañada de Renata ( Daniela Korovsky ) y Romina ( María Pilar Mestre), hijas de un matrimonio que se diluyó ya hace varios años. Pronto las tres descubrirán que aquella playa donde vívía Roberto era nudista y se van a entretener un rato mirando a quienes transitan por arena.

Pero esa no será la única sorpresa que el fallecido les había preparado. Pronto llegará Ramiro ( Andy Pruss ), el hijo de Roberto de un nuevo matrimonio, que será muy bien recibido por sus hermanastras, pero no así por Elena, que no está muy contenta de conocerlo y menos en las circunstancias de aquel encuentro. Mucho menos será cordial su recibimiento para con Adriana ( Mónica Raiola ) la hermana de Roberto, con la que nunca tuvo una buena relación y es otra de las que llegarán a esa casa en la playa, visiblemente afectada por la noticia.






Pero cuando parecían estar todos los integrantes del círculo familiar de Roberto, llegará Lisa ( Sofía Saborido ) una joven adolescente que había conocido al occiso la semana pasada y que volvía para reencontrase con él, sin imaginar para nada su final. Ni hablar de la mirada inquisidora y acusadora de Elena, con esa chica que parece caída de una palmera. Por suerte para ella, el resto la recibiría de mejor manera, dándole contención y tratando de integrarla a la ceremonia programada.

La trama es muy divertida y recreando lo que sucede en los velorios tradicionales, luego de un arranque muy serio, bebida mediante, las lenguas se irán aflojando, aflorando anécdotas vívidas con el fallecido, confesiones disputas que no se resolvieron en vida y mucho menos podrán resolverse ahora, momentos de distensión, otros dramáticos y así irá transcurriendo la jornada.

La gran diferencia con un velorio tradicional, es que aquí los deudos no asisten a una casa funeraria, a contemplar un féretro. Aquí la convocatoria es a una playa nudista, no hay cajón y lo más fantástico de todo, como anunciamos en un principio, es que el muerte deambulará por escena entre sus familiares, para no perder detalle de todo lo que dicen de él. Y hasta allí vamos a contar, porque no queremos seguir spoileando, solo vamos a recomendar a los espectadores que permanezcan muy atentos, porque en la parte final de la obra, el muerto tomará un protagonismo aún mayor llegando la trama a su clímax, pero hasta ahí contamos.






Momento de hablar de las muy buenas interpretaciones que tiene la obra. Son siete los actores en escena y gracias a la dinámica de la dramaturgia, todos encuentran terreno para desarrollar sus respectivos personajes y lograr momentos de gran lucimiento. Y como siempre decimos cada espectador, va a elegir sus personaje favorito. En nuestro caso, vamos a mencionar en primer lugar a Mara Bestelli, que la rompe como Elena. Implacable su personaje, manipuladora y explosiva, no tendrá empacho en ser sincera, no teniendo el mejor recuerdo de su ex, sacando a relucir su relación posesiva con sus hijas y su enemistad con Adriana. Fenomenal la composición de Mara, mostrando su histrionismo y sus recursos actorales, para deleitar al público y redondear una gran actuación.

En un nivel muy similar está Mónica Raiola como Adriana, verborrágica a más no poder, parece ser la más dolida por la partida de Roberto. Deberá soportar los permanentes embates de Elena, pero tendrá tiempo de demostrar que sabe como defenderse y lanzará filosos contragolpes.. Desopilante composición la de Mónica, el personaje que más risas saca a la platea. Son muy buenos también, los trabajos de Daniela Korovsky y María Pilar Mestre, la primera Renata, la hija consentida y bella, en contra cara con Marina, que siempre se sintió más rara y tomada en un segundo plano, prueba de ello, es que en aquella casa, no hay un retrato suyo y si él de su hermana. Nos gustaron mucho ambos trabajos.







Para el final, nos queda mencionar a Sofía Saborido como Lisa, que con menos minutos en escena, logra destacarse, aportando mucha frescura a la puesta. Y está faltando mencionar, nada menos que al principal protagonista de la noche, nos referimos a Luciano Suardi como Roberto, omnipresente en la reunión convocada, donde poco a poco irá ganando en presencia, para cerrar con un final a todo orquesta. Magnífico lo de Luciano. 

Se hizo algo larga la descripción del elenco, pero entendemos que la calidad de los trabajos y la muy buena química que muestran los actores en escena, merecían las menciones. La dirección de la obra, está a cargo del propio Ignacio Sánchez Mestre, que consigue darle mucha dinámica a la puesta y darle una mirada descontracturada a un tema tan pesado como el de la muerte y más con un suicidio de por medio. Queremos destacar especialmente el estupendo diseño escenográfico de Santiago Badillo con esa casa cargada de objetos y simbolismos y ese muelle que nos dá una sensación de libertad, tan importante en las circunstancias de la trama. Otro ítem a destacar es el vestuario de Lara Sol Gaudini, que caracteriza en gran forma a los siete personajes, resaltando en especial el vestuario de Elena.






Y hasta aquí vamos a contar, celebramos el regreso de una propuesta muy rica como la de Para Partir, que partiendo de un hecho dramático, logra una comedia divertida y por momentos disparatada que hará reír mucho a la platea. Pero el autor detrás de esa pantalla graciosa, introduce temas espinosos, como lo complicado que resulta afrontar la muerte de un ser querido y mucho más cuando ocurre luego de un suicidio, un tema bastante tabú, que el autor se anima a plantear, tratando de quitarle algo de la mala prensa que tiene y acercando la idea de verlo como una decisión que toma una persona, que no siempre debería demonizarse.

Por todo lo que mencionamos, los invitamos a que sean parte de esta particular ceremonia en La Mojadita, donde el finado será el maestro de ceremonias de una despedida con conflictos familiares y toques bizarros, donde quedarán al descubierto las conflictos y los desencuentros que existen en todas las familias, que no pueden dejarse de lado, ni aún en momentos tan especiales como la muerte de un ser querido. Un texto divertido y sensible, con muy buenas actuaciones, se unirán para que disfrutemos una noche donde la risa y la reflexión, serán de la partida.



Pensador Teatral.