sábado, 14 de junio de 2025

Soñé con Ellas

Dramaturgia y Dirección de Gustavo Moscona..






Sábados 21 hs en La Gloria Espacio Teatral ( Yatay 890 ) 

Entre muchas de las virtudes que tiene el teatro independiente, una de las más valiosas es dar visibilidad a las problemáticas más urgentes de nuestra sociedad. Por ello abordar el tema da la violencia de género y los femicidios desde el escenario, permite que el arte se convierta en denuncia y memoria. Y Soñé con Ellas se inscribe en esa línea, invitando a reflexionar y no dejando que semejantes atrocidades caigan en el olvido.






La propuesta de Gustavo Moscona tiene como gran mérito, abordar este tema espinoso, desde un punta de vista particular, presentando tres casos emblemáticos que conmocionaron a nuestra sociedad y tuvieron mucha repercusión en los medios de comunicación por un tiempo, ya que como lamentablemente ocurre siempre, debido al vértigo informativo, los casos son desplazados por nuevos hechos o por algún escándalo político o del mundo del espectáculo, que ofrece más rating, naturalizando la violencia y silenciando a las víctimas.

Los casos que exponen en este segundo ciclo de la obra, son los de Marita Verón, María Cash y Micaela García. La pieza, nos recordará los casos, desde las perspectiva de las víctimas, algo que sin dudas le otorga fortaleza y un sentimiento muy particular a cada historia, ya que en una habitación tendremos ante nosotros a esas tres mujeres, víctimas de la la violencia, que se reunirán allí sin saber muy bien en que lugar se encuentran, aunque lo intuyen.






La vuelta de tuerca de la obra, es hablarnos de la muerte desde la vida. Ya que elige mostrar fragmentos de la vida de aquellas jóvenes mujeres. Sus anhelos que quedaron truncos, sus miedos, momentos divertidos que vivieron, los recuerdos de su primer beso y por sobre todas las cosas veremos esa energía y esas ganas de experimentar la vida que tenían como tantas mujeres jóvenes, pero que en sus casos, la violencia les quitó todo futuro de manera cruel e inesperada.

La obra es fuerte y moviliza al espectador, sin tener que recurrir a los golpes bajos, ni a relatos morbosos. La potencia del texto radica en la juventud de aquellas mujeres, que gracias a los sensibles trabajos de las tres jóvenes actrices en escena, pueden tener la voz, que en la vida real ya no tienen y entonces su silencio forzado, exige que otras personas hablen por ellas, en este caso, las actrices, en una noche especial que compartirán juntas.

Tiempo entonces, de hablar de las tres protagonistas. Arrancamos por Laura Moretti como Marita Verón. Su personaje es quien está desde el arranque de la obra y será quien reciba a las otras dos chicas. Laura muestra una gran presencia escénica y será la más sería de todas. Con su gesto adusto, es quien muestra mayor enojo con la situación, portando una bronca que la envuelve. Además como plus de su trabajo, contará un cuento misterioso, que los espectadores seguirán en absoluto silencio. Gran composición de Laura.





Sigamos con Yanina Manfredi, como María Cash. Con una mirada melancólica y triste. Su caso es emblemático, porque nunca se aclaró que pasó con ella, la tierra parece haberla tragado. Se muestra conmovida y recuerda al padre que dió su vida buscándola. Sensible composición de Laura. Y nos queda hablar de Paz Velázquez, como Micaela García. Ella era una militante social, que fue violada y asesinada, cuando volvía de bailar, cuando solo tenía 21 años. Y en el escenario, se vé esa plena juventud. Es una chica que simplemente quiere jugar y divertirse, quedando claro el contraste entre su alegría y el horror de su muerte. Muy bueno el trabajo de Paz.

La puesta que presenta la obra, tiene componentes impensados para una pieza que trata una temática tan dura como esta, ya que ofrece momentos musicales muy tiernos y también deja espacio para la poesía. Con esto se logra dar aire a un tema tan denso, pudiendo remarcar la injusticia del horror que se quedó con tanta vida. Le damos mérito aquí, a la dirección de Gustavo.






Y hasta acá vamos a contar. Soñé con Ellas es una obra muy necesaria para estos tiempos. En su segundo ciclo y cuarta temporada, la obra y las actrices siguen dando voz a mujeres asesinadas que ya no pueden hablar, convirtiendo en el escenario en un acto de memoria y denuncia, posibilitando que el teatro sea un espacio donde el dolor se transforma en conciencia colectiva.

Por todo lo mencionado, recomendamos vean Soñé con Ellas, una valiosa y premiada propuesta del teatro independiente, creación de Gustavo Moscona, que sabe como llegar al corazón del espectador, con una propuesta que nos interpela en forma individual y como sociedad, de la mano de tres jóvenes actrices, que con sensibilidad y compromiso,  la dan voz a tres mujeres. que sufrieron la violencia en carne propia y tuvieron el peor final, representando además a tantas otras mujeres anónimas que fueron víctimas de la misma violencia y su dolor fue invisible a nuestros ojos. La obra conmueve por su crudeza y nos recuerda que mientras haya injusticias, el teatro seguirá siendo una forma de lucha y de memoria.


Pensador Teatral.





viernes, 13 de junio de 2025

Yunta

Texto de Joaquín Daniel. Versión libre y Dirección de Adriana Roffi.






Viernes 20 30 hs en El Camarín de las Musas ( Mario Bravo 960 )

Una virtuosa versión libre de Adriana Roffi, sobre texto original de Joaquín Daniel, resulta Yunta, una estupenda propuesta del teatro independiente, que se desarrollaen algún lugar indeterminado de nuestro vasto campo, mostrando la relación entre dos hombres, cuyo vínculo no tenemos claro en el comienzo. Se intuye una comedia muy divertida, pero a medida que la trama avanza, veremos que el humor será solo la cubierta, de un texto profundo, que nos interpelará y nos invitará a reflexionar sobre las relaciones jerárquicas y las armas que tiene los poderosos para manipular al más débil, disfrazando la opresión con ironía y sátira.






En el relato, tendremos a un peón de campo ( Matías Broglia ), al que apodan Perrito, por que imita muy bien a los canes que viven en la estancia donde trabaja y al patrón ( Pedro Risi ), su nombre es desconocido, pero lo que realmente importa es que quien tiene el control allí. Mirando como visten aquellos hombres, rápidamente podemos ver que el peón lleva boina y desgastadas ropas de trabajo, típicas de un gaucho. En cambio el patrón, impacta por la pulcritud de su vestimenta, elegante sombrero, pañuelo al cuello y botas relucientes. En las vestimentas, ya se nota la diferencia jerárquica. Además luce un bronceado admirable, que el mismo se encarga de destacar.

Ambos hombres deciden salir a cabalgar por los campos propiedad del patrón de estancia y luego de un rato, deciden hacer un alto en el camino, para descansar un poco, aunque en realidad el único que descansa es el patrón. El peón es quien entiende las artes campestres, por lo que deberá asistir de manera constante a los pedidos del patrón, mostrando paciencia y más que nada teniendo claro que su deber es servir. Perrito es quien sabe como llevar los caballos y calmarlos cuando algo los sobresalta. El patrón quiere mostrar que domina todo, pero depende casi de manera total, se su fiel asistente.






Y el nudo del relato, son los diálogos que mantendrán aquellos hombres. En realidad el que habla es el patrón, haciendo gala de su gran oratoria y del uso de algunas palabras que resultan extravagantes para su acompañante, que se sorprende y expresa su admiración por el grado de instrucción de su amo. Pero el discurso de aquel hombre, tiene un sentido claro, marcar las diferencias con los otros. Aquellos que están más allá del límite de sus campos, que cada vez son más y están cada vez más cerca, siendo una amenaza cada vez mas palpable.

La diatriba es clara. Somos nosotros contra ellos, contra los otros. El patrón no se cansa de marcarle al Perrito, que el nosotros lo incluye y que los responsables de todos los males son los otros. Ellos piensan, los otros no. Ellos son inteligentes y sensibles, los otros no. Y así seguirá enumerando. El peón asiente y repite, por momentos se envalentona y exagera ese odio que le inculcan contra los otros

Pero a medida que la jornada se alarga, algunos diálogos irán ganando en intensidad y Perrito no se siente tan a gusto con lo que escucha. Siempre intenta disimularlo, pero la duda y un cierto enojo comienzan a invadirlo. Será realmente que él está de este lado de la trinchera y el otro es el enemigo ? . O él es uno de los otros que está en el lugar equivocado ? El interrogante se hace cada vas más fuerte en su cabeza y hasta allí vamos a contar, para no queremos spoilear más de la cuenta.





Tiempo de hablar de las actuaciones que tiene la obra y acá queremos detenernos, porque la dupla protagónica que conforman Matías Broglia y Pedro Risi, funciona de manera fenomenal. Mostrando gran química entre ellos, manejarán a la perfección los tiempos del relato, que tendrán momentos divertidos, otros filosóficos y en la parte final, fragmentos de mucha tensión. Realmente se disfrutan y mucho sus trabajos.

Arranquemos por Matías Broglia, un actor que nos gusta mucho y al que ya elogiamos en numerosas oportunidades en este sitio. Matías tiene un carisma y una gestualidad admirable, que se adapta perfecto a su personaje. Se luce muchísimo, imitando los sonidos de los perros, los caballos y otros sonidos de la naturaleza. Juega y se mimetiza con ellos. Su personaje se muestra vulnerable e ingenuo, acostumbrado a la sumisión, a limitar sus palabras y pensamientos. Pero con el desarrolla de la obra, dejará en claro, que tiene un pensar propio. que quiere salir a la superficie. La rompe Matías como el Perrito.






Pero no seamos injustos con Pedro Risi, el villano de la historia, representando al típico terrateniente garca, con un discurso que se apoya en la descalificación y el desprecio por las clases bajas. Siguiendo el legado de su padre, que con mano dura marcó la línea de pensamiento a seguir, justificando los abusos y la crueldad, contra los que no son como ellos. Gran composición la de Pedro.

La puesta de Adriana Roffi resulta muy atractiva, logrando mantener la atención del espectador desde el arranque y jugando de manera muy efectiva con el viraje que irá teniendo el relato, saliendo de zonas inofensivas, para ir ganando en tensión. Destacar el diseño escenográfico de Gustavo Acevedo, que con pocos elementos, logra ambientar la historia en nuestro campo. El vestuario es otro punto alto, ya que caracteriza muy bien a los personajes.





Y no queremos contar más. Solo decirles que nos encantó la obra. Yunta transita su segunda temporada de suceso con este equipo de trabajo y es una obra que adquiere gran vigencia en estos tiempos del país, ya que invita a reflexionar sobre las relaciones entras las distintas clases sociales, poniendo énfasis en la habilidad dialéctica que muchas veces, tienen los que detentan el poder, para envolver con sus discursos a las masas,  tendiendo trampas, para que se sumen a sus filas, a cambio de una supuesta pertenencia, que solo es discursiva.

Por todo lo comentado, solo nos queda recomendar Yunta. Se encontrarán con un texto  inteligente y perturbador a la vez, ya que mediante el humor y la sátira, dejará al descubierto una realidad que conocemos, pero que muchas veces elegimos ignorar Y además se encontrarán con una gran dupla protagónica, que nos regalarán actuaciones exquisitas y personajes artesanalmente construidos. Yunta, es una valiosa propuesta, que nos hará reflexionar acerca de la grieta que existe en la sociedad. Nosotros y ellos. Y en el medio nada. Nos fuimos del teatro, con una gran sonrisa y movilizados por lo que vimos. Y cuando eso sucede, el teatro ha cumplido su cometido.


Pensador Teatral.









miércoles, 4 de junio de 2025

Puntera de Acero

Dramaturgia de David Gow. Traducción y Adaptación de Iván Steinhardt . Dirección de Carlos Kaspar.






Miércoles 20 30 hs en El Tinglado ( Mario Bravo 948 )

Una obra potente, actual y que busca crear conciencia, podría ser la carta de presentación para Puntera de Acero, pieza escrita  por el dramaturgo canadiense David Gow en 1998, que se centra en el brutal asesinado cometido por un joven skinhead neonazi contra un inmigrante pakistaní y en la defensa que deberá ejercer un abogado judío, designado por el Estado para representarlo.

La obra llega a nuestra cartelera, traducida y adaptada por Iván Steinhardt, que además será uno de los personajes centrales de la historia. Esta versión libre de la pieza de Grow,  que nos convoca,  se desarrolla en la multicultural Buenos Aires y tendrá como protagonistas a Miguel ( el propio Iván ) un neonazi que acaba de asesinar salvajemente a un joven de origen boliviano, al que molió a patadas sin piedad. El crimen tuvo gran repercusión en la prensa y más aún cuando trascendió que la defensa del asesino, la ejercería Daniela Dunkelman, una abogada judía, designada como defensora oficial por el sobrecargado poder judicial bonaerense.





El interrogante surge de inmediato, porque una abogada de raíces judías y pensamiento progresista, aceptaría defender a un neonazi que en vez de manifestar algún tiempo de arrepentimiento, se muestra orgulloso por el crimen cometido y no tiene reparos en enarbolar su ideología supremacista de derecha, que culpa de todos los males que sufre el país, a los inmigrantes, sin importar que sean bolivianos, peruanos, negros senegaleses o judíos por supuesto, ya que su ideología nazi, lo hace un antisemita recalcitrante.

La abogada que se siente hundida en un sistema judicial que le asigna los peores casos, tiene un desprecio visceral por aquel asesino confeso. Pero, sin embargo, algo la lleva a soportar los embates verbales de aquel hombre al que visita asiduamente en la cárcel, intentando trazar alguna estrategia, que permita morigerar una pena de cadena perpetua por odio racial que cae de madura, hacia un homicidio simple. Será su ego ?? Mostrar a los demás que su profesionalismo está por encima de todo ?? Hay itra razones ?? Los interrogantes se multiplican en la prensa, que elabora mil conjeturas, tratando de descifrar que oscuras motivaciones tiene la abogada.

Lo real es que cliente y abogado se detestan. Los diálogos entre ellos son violentos y llenos de insultos. Miguel no pierde oportunidad de denigrarla y mostrar su desprecio por los judíos. La abogada, no se queda atrás, ya que además de expresar el asco que le producen las personas con su ideología extrema, se encarga de remarcar que si no se pone las pilas y piensa el mismo alguna estrategia de defensa creíble, ella no estará en condiciones de hacer un milagro y va a recibir una sentencia condenatoria, que lo obligará a pudrirse en la cárcel, mientras ella estará ocupada viajando por el mundo.





Los espectadores serán protagonistas de diálogos cargados de violencia y de una confrontación dominada por el odio. Son el agua y el aceite, pero por algún motivo indescifrable tratarán de tirar para el mismo lado. Será cierta la teoría que los extremos al final se terminan pareciendo ??? No vamos a contar más, porque el suspenso es uno de los ingredientes, principales de esta historia. Solo diremos que el tiempo se está acabando y el juicio es inminente, por eso deberán acercar posiciones, para poder tener una sentencia, que resulte favorable para ambos. En el caso del preso, que la pena no sea a perpetua y en el caso de la abogada, lograr aquel milagro, que la convierta en una profesional de prestigio.

Tiempo de hablar de las actuaciones que presenta la obra. Decir antes que nada, que tanto Ivan Steinhardt como Romina Pinto, son dos actores notables, con gran recorrido en el teatro independiente y que ya formaron duplas protagónicas muy destacadas en anteriores obras, teniendo gran química entre ellos. Podría decirse que se entienden a la perfección y esto resultará fundamental en una obra tan fuerte, que presenta diálogos muy jugados y cargados de violencia. 

Los dos trabajos son superlativos, pero nosotros quedamos impactados por la actuación de Iván Steinhardt, que realiza una composición fenomenal de un lumpen con todas las letras, que es su personaje. Su discurso violento, su mirada desencajada, el odio que se vislumbra en cada uno de sus gestos, etc. Tuvimos la suerte de sentarnos en la primera fila y observar su trabajo de tan cerca, resultó un lujo. Es una composición minuciosa e impactante, que no deja indiferente al espectador, que tiene antes sus ojos a un ser que genera repulsión, Impresionante lo de de Iván, un verdadero villano en escena.






Pero no seamos injustos con Romina Pinto, una actriz que nos encanta. Y acá, tiene un desafío muy complejo, ya que tiene que plantarse ante un sujeto detestable y violento, siendo además, una mujer que debe debatirse entre seguir su deber profesional y sus convicciones. Excelente también lo de Romina, con la gestualidad que la caracteriza y dándole a su abogada, una energía muy alta, necesaria para poder enfrentar la encrucijada en la que se encuentra. Dos interpretaciones sobresalientes, que se potencian en el conjunto, por el gran entendimiento que tienen ambos, algo que agrega mucho valor a las actuaciones, siendo los espectadores los beneficiados.

La puesta de Carlos Kaspar es intensa y no dá respiros. Logra instalar desde el arranque un ambiente tenso y perturbador, a tono con la crudeza de la historia. Destacamos el diseño escenográfico que divide el espacio escénico en tres, siendo el centro para los encuentros de los protagonistas y los extremos para las representaciones individuales. El silencio con el que el púbico sigue las acciones, demuestra lo crudo del relato y solo será interrumpido por alguna risa nerviosa de los espectadores, ante algún respiro que el texto propone.






Puntera de Acero, es la nueva obra que presenta El Vacío Fértil, la compañía teatral creada por los propios Romina e Iván, que tiene como característica presentar espectáculos que ponen foco en problemáticas que se viven en la sociedad y que generalmente no llegan al teatro, ya que trata temas espinosos, que en teoría no son taquilleros. Por el contrario, esta compañía busca dar visibilidad a temáticas complejas, buscando plantear espacios de debate y reflexión, creando conciencia. En esta oportunidad, estrenan una propuesta que confronta de manera directa y cruda, los efectos del odio racial y la discriminación, en la sociedad contemporánea. 

Recomendamos especialmente Puntera de Acero, una obra escrita en Canadá hace 30 años, pero que tranquilamente podría haberse escrito la semana pasada acá, quedando en claro la brutal vigencia que tiene el tema. Estamos en presencia de un texto fuertísimo, un thriller psicológico y judicial, que se apoya en una dupla protagónica exquisita, que nos invita a reflexionar sobre el peligro que conlleva desplegar discursos de odio, que alimentan la intolerancia y la violencia, poniendo en riesgo la convivencia social y fomentando la deshumanización de los que piensan diferente.


Pensador Teatral.