Dramaturgia y Dirección de Raúl Ríos.
Domingos 18 en Teatro del Pueblo ( Lavalle 3636 )
El teatro independiente, entre sus múltiples virtudes. tiene una que nos gusta de manera particular, nos referimos a rescatar figuras de la historia argentina, que fueron olvidadas por los historiadores y pocos conocen de su existencia. Sin dudas, que este es uno de esos casos, ya que la dramaturgia de Raúl Ríos, rescata a Marie Anne Périchon, conocida popularmente como La Perichona. una aristocrática francesa, que llegó a Buenos Aires, en el año 1797, acompañando a su esposo Thomas O´Gorman, un oficial irlandés al servicio de Francia.
Anne Marie, decir que fue una mujer audaz, pasional y libertina, que no dudó en romper todos los mandatos de la época. Maestra del secreto y la intriga, fue partícipe de varios escándalos farandulescos de aquellos años y recibió el mote de la " Mata Hari del Virreinato " por su habilidad para manipular políticos y penetrar en los secretos de la Corona. Además fue la amante del Virrey Santiago Liniers, con quien mantuvo una relación apasionada y escandalosa para el época. Su vínculo trascendió lo íntimo y ella desde las sombras logró influir en decisiones políticas relevantes.
Luego de esa pequeña y entendemos que útil introducción, porque muchos seguramente no conocían a Anne Marie, vayamos a la obra que nos convoca. Con habilidad, Ríos toma su enigmática e inquietante figura, partiendo de algunos hechos verídicos, para construir una ficción que navega con pericia, entre lo real y lo onírico, para traer un relato donde el grotesco, el humor negro y lo disparatado, tendrán un lugar central, sembrando la duda en el espectador acerca de que hechos son verídicos y cuales parte de una ficción. Nosotros obviamente no lo vamos a adelantar, para no quitar sorpresa y mantener una intriga que juega muy favorablemente para el desarrollo de la historia.
Pero como muchas veces decimos, se puede tener una buena idea, escribir un texto interesante, pero si luego no se encuentran los intérpretes adecuados, las buenas intenciones pueden naufragar en la orilla. Para que se queden tranquilos, esto no fue lo que ocurrió aquí, todo lo contrario diríamos, porque el autor encontró en Malena López, la actriz ideal para adueñarse de este atractivo personaje. La composición de Malena, es simplemente fenomenal. Su trabajo es minucioso, emocional y con una gestualidad para poner en un cuadrito.
Marcando en cada palabra ese delicioso acento francés que debía tener Anne Marie, nos deleitará con una interpretación brutal, cargada de desparpajo, erotismo y pasión. Mostrando gran presencia escénica y sintiéndose muy a gusto con el personaje, le da una fluidez admirable a la francesa, dándose el lujo de romper la cuarta pared varias veces, buscando complicidad en la platea. La habíamos visto un par de veces Malena y ya la habíamos elogiado mucho, pero aquí vaya que nos sorprendió con este gran trabajo y con una composición que resulta hipnótica.
Malena se lleva los grandes elogios de la noche por su interpretación y por la potencia de su personaje, pero no está sola en escena y no queremos ser injustos con Daira Escalera, a cargo de la Negra Esculapia, la asistente-esclava de La Perichona, que deberá soportar los improperios y pedidos de su ama, que son una constante. Su trabajo se destaca mucho desde lo corporal y su participación será fundamental en el desenlace de la obra, cuando dará cuenta de sus dotes de hechicera. Nos gustó mucho lo de Daira, formando una dupla explosiva con Malena.
La puesta es un punto altísimo de la obra con muchos aspectos para resaltar. Arrancando por las impresionantes pelucas que llevan ambas protagonistas y los imponentes vestidos de época que lucen, siendo fundamentales para las excelentes caracterizaciones de ambos personajes, al igual que el maquillaje. Nombramos entonces a Patricia Mizraji, MG y Adam Efron, responsables de cada uno de esos rubros. El diseño lumínico de José Pigu Gomez, a cargo del diseño lumínico y hacedor de esa atmósfera de penumbra y humareda, que marca el ritmo del relato. Párrafo especial para Agustín Martino, músico en vivo, que acompaña en gran forma a las protagonistas y agrega mucho valor a una puesta llena de virtudes.
Y hasta acá vamos a contar, la obra es realmente muy atractiva, rescatando del olvido a un personaje fascinante como el de La Perichona, que sacó pecho en una época donde las mujeres estaban absolutamente relegadas a los mandatos patriarcales que reinaban en aquellos tiempos coloniales. La dramaturgia de Raúl Ríos, tiene la valentía de animarse a jugar al fleje, dándole al relato un alto vuelo creativo, saliendo de lo convencional y sin temor a tomar riesgos, para pivotear entre lo histórico, lo fantástico y el delirio.
Con todo lo que comentamos, solo nos queda recomendar La Perichona. Les aseguramos que van a conocer a un personaje fascinante como el de Anne Marie, una mujer inteligente, pasional y sexual, que los historiadores decidieron ignorar, pero que el teatro recupera, gracias a una dramaturgia potente, una puesta riquísima en matices y actuaciones brutalmente exquisitas. Todo ello se conjuga, para que disfrutemos de una gran velada teatral, que nos deja como mensaje que el amor tiene una fuerza tan arrolladora, que hasta puede imponerse a la muerte.
Pensador Teatral.
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