martes, 21 de febrero de 2023

La Casa de las Pelucas Kosher

Dramaturgia de Karina Hepner. Dirección de Nicolás Sorrivas.






Martes 21 hs en Espacio Callejón ( Humahuaca 3759 )

Una original propuesta llega de la mano de Karina Hepner, que inspirándose en recuerdos de su infancia, anécdotas familiares e inmersa en la cultura judaica que la vió crecer, presenta una ficción artesanalmente elaborada, que pondrá el foco en el judaísmo ortodoxo, aquella rama de la religión, que adhiere de manera estricta a las creencias y prácticas religiosas.






Para quienes no integran ese mundo, todo lo relacionado con lo ortodoxo, está rodeado de misterios y secretos. Una corrientes religiosa que se resiste a a la modernización y se aferra a los preceptos que dicta la Torá, con ceremonias tradicionales, vestimentas particulares, el guardado del shabat y la alimentación de acuerdo a las normas alimentarias religiosas, que determinan que productos son kosher, es decir aptos para el consumo, como algunas normas de obligatorio cumplimiento.

La autora tomando varios de estos elementos y una anécdota que le relató una amiga hace unos años, elaboró un relato cargado de humor y de satirizaciones, que resulta una excelente cubierta para presentar una historia que se atreve a cuestionar muchos temas que resultan casi sagrados y a la vez denunciar ese doble standard, que en algunas ocasiones se esconden bajo la alfombra, poniendo al descubierto una serie de contradicciones y situaciones absolutamente enfrentadas, con las buenas prácticas y valores, que toda religión que se precie enuncia.






La historia se centrará en Mirele, una mujer judía que tiene un emprendimiento tan original como extravagante,  ya que se dedica a vender pelucas kosher. Su casa es el centro de operaciones de este particular negocio, ya que allí hará las reuniones, en las que recibirá a mujeres de buen pasar económico de la comunidad, interesadas en comprar estas pelucas. Pero no solo la casa, es el lugar elegido para las reuniones, ya que en el subsuelo de la misma, se esconde un turbio secreto.

Mirele vive con su hija Ieudtih, que tiene un retraso madurativo importante, en una convivencia que no se caracteriza por los buenos tratos. No queremos contar demasiado para mantener el suspenso, pero si diremos que el secreto que esconde Mirele en la casa, es un taller clandestino, en el que emplea a mujeres del interior, que en condiciones laborales que rayan con la esclavitud, resultan la mano de obra ideal, para la confección de las pelucas, pero cumplimos con nuestra palabra y hasta allí contamos.

Una de las mayores virtudes que tiene esta tragicomedia, es que dentro de una atmósfera  disparatada y con varias situaciones bizarras, logra describir diferentes mundos y dentro de ellos, la hipocresía y la falsedad como moneda corriente de los vínculos que se establecen, algo que como dijimos contrasta con las intenciones que se gritan al exterior.






Interpretamos que de manera no casual y haciendo alusión a la diferencia que hace el judaísmo ortodoxo, que establece sitios donde solo pueden estar hombres y otros donde solo puede haber mujeres, en la obra se elige esta última opción y serán nada menos que nueve las mujeres que estarán en escena y ningún hombre. Este elenco numeroso, no es algo que debemos dejar de pasar y por el contrario, debemos destacar, ya que acostumbrados a que el teatro independiente, últimamente tiene mayoría de unipersonales, encontrarnos con una propuesta que tenga nueve actrices en escena, es algo que en lo personal disfrutamos mucho.

Dentro del muy buen elenco reunido, entendemos que los mayores elogios, sin dudas se los lleva María Nydia Urso Ducó, una actriz de gran experiencia en el off y a la que elogiamos muchas veces desde este sitio. Siempre recordamos su gran trabajo en Un Hombre sin Suerte, la obra escrita por Samanta Schweblin, que pudimos ver en El Kafka, espacio que hoy ya no existe y en el que María Nydia realizaba una composición fabulosa.






Aquí en un papel totalmente diferente y con gran presencia escénica María Nydia vuelve a mostrar su carisma y versatilidad, para dar vida a una Mirele, manipuladora y bastante despiadada, en especial en el trato con su hija. Excelente su trabajo. La autora Karina Herpner se dá el gusto de participar de su obra y lo hace con un personaje muy querible, como el de Ieudtih, una mujer con mente de niña, que sufre los destratos de su madre. Muy bueno el aporte de Natalia Imbrosciano, como Tali, la acompañante terapeútica de Ieudith, que con mucho amor, trata de apuntalarla y además busca llevar cordura a una casa que no la tiene. 

Entre las clientas destacamos en especial el trabajo de Catalina Motto, como Malka, que no tendrá empacho en mostrar en la intimidad de las reuniones sus verdaderos pensamientos. Y en el taller, nos gustaron las actuaciones de Paloma Santos y Clarisa Balcarce, a ambas las conocíamos por muy buenos trabajos en el off y es un gusto volver a verlas aquí, aprovechando los minutos en escena, para mostrar sus virtudes.






No queremos ser injustos con Marina Apat, Bettina Brozzo y Brenda Lem, las otras integrantes del elenco, que cumplen muy bien sus papeles. Como dijimos, son nueves las actrices en escena, pero el texto y la puesta, deja espacio a todas, para encontrar momentos de lucimiento, dependiendo claro de los minutos que cada una tiene en escena. Se nota una muy buena química entre todas y enfocadas en el conjunto.

La puesta de Nicolás Sorrivas, que se incorpora en la dirección, en la segunda temporada de la obra tiene muchos puntos altos, dando dinámica a una trama que no presenta un relato lineal y tiene saltos temporales. Se nota un muy buen aprovechamiento de las posibilidades que ofrece el Callejón, para presentar diferentes espacios escénicos, jugando con las escaleras y demás elementos que tiene la sala. Muy logrado el diseño escenográfico que presenta la obra, algo que no sorprende, cuando sabemos que José Escobar está a cargo de ese ítem. 

Para ir concluyendo, podemos decir que La Casa de las Pelucas Kosher es una propuesta valiente, ya que se atreve a exponer un mundo que por lo general permanece oculto y lo hace de una manera poco habitual, ya que jugando con el humor, logra dejar al descubierto algunas contradicciones, que si bien no suenan novedosas, pocos se atreven a señalar. Las religiones tienen un grado de poder que las galvaniza y por ello no es algo común, cuando alguien se atreve a plantear dudas y esto es algo que el texto de Karina consigue.






La Casa de las Pelucas Kosher, es una obra que por momentos nos hará reír y por momentos nos va a horrorizar. Si bien la trama puede dejar algún suelto o sonar algo liviana, creemos que esto es precisamente lo que busca la dramaturgia, ya que esta supuesta inocencia, permite ver con nitidez contradicciones fuertes y situaciones que nos hablan de la doble moral de personas que dicen estar comprometidas con los valores religiosos, pero que tienen comportamientos en su vida diaria, que nada tienen que ver con ellos.

Salimos gratamente sorprendidos, con esta original y valiente propuesta, que de la mano del muy buen elenco reunido y una puesta muy atractiva, nos permite disfrutar de una historia que moviliza y que nos invitará a reflexionar sobre las verdades que muchas veces se esconden bajo la alfombra de la religión y que más allá de los anuncios grandilocuentes, lo más importante es como nos comportamos a diario, nosotros mismos y en nuestra relación con el prójimo.


Pensador Teatral.


viernes, 3 de febrero de 2023

Ay, Camila

Dramaturgia de Cristina Escofet. Dirección de Pablo Razuk.






Viernes 20 hs en Teatro El Extranjero ( Valentín Gómez 3378 )

Llega al teatro independiente, la historia de amor prohibido de Camila O´Gorman y el cura Uladislao Gutierrez, que todos seguramente recuerdan a raíz de la película dirigida por María Luisa Bemberg, que fue nominada a los Oscar como Mejor Película Extranjera y que protagonizaron Susú Pecoraro, Imanol Arias y Héctor Alterio, asomando aquí en un desafiante formato unipersonal.

Y esta llegada se produce, por la búsqueda de Pablo Razuk, estupendo actor, que hace unos años nos impactó por su enorme trabajo en " Padre Carlos, el Rey Pescador ", obra sobre el Cura Carlos Mugica, escrita precisamente por Cristina Escofet y que tuvimos la suerte de ver en Korinthio Teatro. Pablo buscando más material de la autora, se encontró con Ay, Camila y se enamoró a primera vista del texto. teniendo la certeza que la pieza debería llegar al teatro. También lo haría en formato unipersonal, como Padre Carlos, pero en este caso Razuk tomaría el rol de director y para el papel de Camila, convocaron a la talentosa Carla Haffar.





El texto nos invita a viajar a la Buenos Aires del 1840, en los albores de la nueva Argentina, tiempos en los que Juan Manuel de Rosas era el Gobernador y detentaba un enorme poder. Camila era un joven de 20 años, de clase alta, amiga íntima de Manuelita Rosas, la hija del Restaurador, al que conocía ya que varias veces había ido a tocar el piano y a bailar a su residencia, invitada por su amiga.

La obra recorrerá las relaciones familiares de Camila, el vínculo con un padre severo, una madre que pasaba sus horas bordando y su fascinación por la Perichona, su abuela liberal, nacida en Francia, de la que seguramente heredó su carácter y espíritu rebelde, algo inusual para las mujeres de la época, que debían cumplir los mandatos familiares, sin posibilidad alguna a contradecirlos.

Camila que tenía un gran corazón y pasaba muchas horas recorriendo las calles para dar sepultura a los perros que encontraba muertos, no concordaba con esos mandatos rígidos.  Solía concurrir a la Iglesia del Socorro y allí conoció al joven cura Ulasdilao Gutierrez, con el que entabló una secreta amistad, que derivó en un romance tan apasionado, como escandaloso para la época.






Repudiada por su familia y sin querer renunciar a su amor, decidieron huir juntos hacia el Norte, confiando en no la iban a perseguir, debido a su fuerte amistad con la hija de Rosas. Y hasta allí vamos a contar, la mayoría de los lectores, conoce el trágico final de esta historia, que acaeció en tierras correntinas, pero no vamos a seguir contando, para no adelantar más detalles,  porque tal vez no todos recuerdan el desenlace.

Momento de hablar de Carla Haffar, la gran protagonista de la noche, que tiene el enorme desafío de protagonizar este unipersonal, en la que además de representar a Camilia, dará vista al resto de los personajes de la historia, ya que representará sus vivencias y voces, desfilando su padre, madre, abuela y todos los que componen la historia, siendo un reto grande, estar solita en escena, pero que la actriz resuelve con solvencia.






Nos gustó mucho la composición de Carla, ya que logra transmitir la sensibilidad y el amor que tiene su personaje, sin caer en exageraciones, conduciendo al relato con cadencia, una muy buena gestualidad y  un tono de voz agradable para el relato, que permite disfrutar algunas partes cantadas. Haffar sabe además transitar además los diferentes momentos del relato, pasando por momentos divertidos, románticos y otros de profundo dramatismo. Primera vez que vemos a Carla en escena y nos encantó su trabajo.

La puesta de Pablo Razuk es bella y minimalista, dotando de un ambiente íntimo al relato que el público disfruta. Partiendo por ese pasillo que la actriz recorre, con espectadores a ambos costados, dando a su actuación una cercanía que permite seguir hasta el más mínimo de sus gestos, a las personas allí ubicadas. Una disposición que nunca habíamos visto en El Extranjero y que nos sorprendió por su originalidad. Ítems que queremos destacar, son la banda de sonido de Sergio Vainikoff , el vestuario de Alejandro Mateo y en especial el diseño de luces de Leandra Rodríguez, que otorga un aire de penumbra al relato, acorde con el tono del mismo. 






En definitiva, celebramos la idea de traer al teatro independiente este texto que nos recuerda a Camila O´Gorman, una mujer adelantada a su tiempo, que bregó por la igualdad de la mujer y tuvo la valentía de luchar por su amor, sin importar las consecuencias que podría tener, ya que se con su juventud se atrevió a desafiar a los mandatos de su familia, pero también a las instituciones poderosas de la época, como la Iglesia y el poder político de turno. 

Disfrutamos mucho esta historia de amor prohibido que terminó en tragedia y que transcurridos casi dos siglos aún recordamos, lo que habla por sí mismo del valor de esta joven sensible, que siguió lo que le dictaba su corazón, pese a los riesgos que esto traía. Un texto atrapante de Cristina Escofet, la cuidada puesta de Pablo Razuk y principalmente la estupenda composición de Carla Haffar, confluyen para contarnos esta trágica y apasionante historia de amor, para regocijo de los espectadores, que harán sonar fuerte los aplausos al final de la función, como homenaje a Camila O´Gorman y a la bella noche de teatro vivida.-


Pensador Teatral.


Detrás de esa Puerta

Dramaturgia de Rafael Calomino. Dirección de Eduardo Lamoglia.






Viernes 20 hs en El Tinglado ( Mario Bravo 948 )

El género policial no suele estar presente en el teatro independiente, es por ello que celebramos la aparición de Detrás de esa Puerta, trhiller psicólogico escrito por Rafael Calomino, que indagará en la profundidad de la mente humana, para ofrecernos este texto que ofrece múltiples lecturas, invitando al espectador a ser parte de este rompecabezas que se irá armando a lo largo de la función.

La historia nos presentará a Mantuano, un asesino serial, que atacaba a sus víctima en los baños. Confesó sus crímenes, pero no quiere dar detalles de los mismos. El detective Corrado tendrá la misión de interrogarlo y tratar de arrojar luz, sobre la oscuridad de los crímenes cometidos. Ya otros detectives fracasaron en esta misión pero Corrado tiene un enfoque diferente que parece puede darle buenos resultados.





La trama nos traerá cruces dialécticos muy interesantes. Es posible justificar moralmente los asesinatos que se cometen. Que sucede cuando la justicia no funciona o si lo hace llega demasiado tarde ??? Puede aparecer un justiciero por mano propia que quite del juego a seres que no merecen vivir entre nosotros ??? Hay una manera diferente de juzgar a un asesino, si la víctima del crimen, es alguien que ya no tiene ganas de vivir o es un peligro para la sociedad ??

El texto plantea muchos interrogantes. Hay un asesino que no se arrepiente de sus actos y que sin plantearlo abiertamente, busca la aceptación de sus crímenes. Tendremos también, a un inspector y su ayudante que lucharán para no perder la paciencia, ante las palabras y la postura de aquel hombre, a los que debemos superar los fantasmas propios que habitan en su mente. No queremos contar demasiado, para que el espectador no pierda la sorpresa, solo diremos que la obra ofrece un juego de espejos y reflejos que resulta inquietante, ya que los roles pueden invertirse y podemos llegar a convertirnos en ese personaje al que tiempo atrás, estábamos juzgando.

Y vamos a cumplir con nuestra palabra no adelantando más nada, para que se sorprendan a medida que la trama avanza, como nos ocurrió a nosotros. Este inquietante y perturbador texto de Calomino, encuentra su apoyo en el virtuoso trío protagónico elegido para la ocasión que se abraza con pasión a un texto que tiene aristas complejas, lo que significa un reto grande para el elenco. que consiguen superar de muy buena forma, valiéndose de su experiencia.





La figura convocante es Pepe Monje, como el Inspector Corrado. Una satisfacción ver a un actor de la relevancia de Pepe, en el circuito del teatro independiente y se disfruta mucho su actuación. Lo acompañan Eduardo Lamoglia, que además es el director de la obra. Eduardo muestra su rodaje y aplomo, dando vida a un villano muy particular y Claudia Mac Auliffe, una actriz muy versátil, a la que elogiamos ya varias veces en este sitio y que aquí vuelve a lucirse, en la piel de un personaje multifacético y cargado de intriga.

Hay muy buena química entre los tres protagonistas y momentos teatrales deliciosos, especialmente en los diálogos que se mantienen. El diseño escenográfico que nos remite a una oficina cargada de expedientes y un vestuario en sintonia con la historia, que colaboran a crear la atmósfera perturbadora y oscura que ofrece la trama.







Como mencionamos en el comienzo, Detrás de esa Puerta, transita su tercera temporada, algo que pocas obras del off consiguen en la actualidad y esta es una muy buena carta de presentación. El género policial en la cartelera porteña es algo que no abunda y sin lugar a dudas, que ne parte por esto tiene una muy buena recepción de parte del público.

La propuesta resulta muy interesante y desafiante para el espectador, ya que el texto no admite una lectura única y puede tener diversas interpretaciones, por lo que recomendamos estén muy atentos, ya que los laberintos de la mente humana muchas veces son indescifrables y en eso profundiza la obra de la mano de un texto inteligente y la actuación de un trío virtuoso que conduce con sapiencia este trhiller psicológico, que nos invita a viajar al interior de la cabeza de un asesino, con resultados inquietantes.


Pensador Teatral.



sábado, 7 de enero de 2023

El Enganche

Dramaturgia de Julio Mauricio. Dirección de Osvaldo Laport.






Viernes a Domingo en Teatro Broadway ( Av. Corrientes 1155 )

Arranque de temporada teatral en el 2023 y que lindo lujo que nos permitimos, al poder disfrutar en escena a un actor de la trayectoria de Arnaldo André, el galán eterno y con un vigencia que abruma, formando aquí dupla con Miriam Lanzoni, para protagonizar El Enganche, una tragicomedia que combina sordidez y ternura, ofreciendo momentos divertidos, tiernos y  pasajes bien dramáticos, en una historia tan cruda como reconocible..

La obra que nos convoca, fue escrita por el prolífico autor argentino, Julio Mauricio, cuya pieza más reconocida es La Valija. El Enganche fue estrenada en la década del 80, coincidiendo con el retorno de la democracia y esto es algo que se aprecia en la dramaturgia, que en su concepción nos remite a a tiempos, donde la policía tenía un poder represivo y de coacción sobre las personas, que hoy felizmente ya no se respira. La obra de Mauricio, tuvo muchas representaciones, siendo tal vez la más  recordada aquella versión protagonizada por Carlos Carella y Leonor Manso.







La historia es simple e íntima, desarrollándose las acciones en la habitación de un hotel alojamiento de dudosa reputación. Allí se encuentran una prostituta joven y un hombre mayor. Se respira un ambiente de tensión y de desconfianza entre los hasta el momentos desconocido. El estaba esperando un colectivo, cuando la vió en la calle y por algún motivo decidió contratar los servicios sexuales que ofrecía aquella mujer, que no parecía tan agraciada.

La situación se pone tensa, el acuerdo por el precio de aquel encuentro, parece no estar del todo claro y la actividad amorosa que debía darse en aquella habitación parece naufragar. El hombre se siente engañado y luce arrepentido de haber elegido a aquella mujer de la que no conoce ni siquiera el nombre y que luce un vestuario algo descuidado. La pasión perecía ausente y la velada llegaría de manera temprano a su fin, pero la noche les tenía reservada una sorpresa nada grata para ambos.

Desde la recepción del hotel, el conserje avisan que ha llegado un patrullero y que un oficial de policía está solicitando los documentos de los pasajeros de todas las habitaciones. La mujer entra en pánico, porque sabe que esta inesperada visita, puede terminar con ella presa en una comisaría por treinta días y sufriendo además los abusos que la fuerza policial ejerce de manera habitual sobre las trabajadoras de la calle. 






Y hasta allí vamos a contar, solo diremos que la prostituta le rezará a la Virgencita, para que la salve de ese triste destino, mientras el hombre pensará alguna estrategia que les evite terminar la noche en la comisaría. Y allí será donde las tensiones irán quedando de lado, una cercanía llegará, quedando al descubierto dos historias humanas, de seres solitarios que atraviesan una vida sufrida y atravesada por los problemas económicos.

La dramaturgia puede mostrar algunos desniveles, más que nada por la época en que el texto fue escrito y que a los ojos actuales puede parecer algo medio alejado de la realidad. Por eso es importante tener en cuenta la temporalidad de la historia. Pero vale aclarar rápidamente que cualquier imperfección queda absolutamente disimulado gracias a una puesta efectiva de Laport en la dirección y principalmente por la estupenda prestación de la dupla protagónica.

Llega el momento de hablar de las actuaciones, que sin dudas son el punto fuerte de la noche y debemos arrancar por la gran actuación de Arnaldo André, un señor actor, que nos deleitó en los años ochenta, con sus protagónicos en novelas como El Infiel y Amor y Señor, con aquella famosa dupla que conformó con Luisa Kuliok. Para aquellos lectores jóvenes, les contamos que el país se paralizaba con estas novelas y la mayoría de las mujeres, por no decir todas, se derretían cuando aparecía en escena el recio galán paraguayo.






Los años pasaron, pero Arnaldo André muestra una vigencia absoluta, con una presencia escénica que abruma, mostrando su carisma, su aire seductor y ese tono de voz inconfundible que marca registrada. Aquí será un hombre solo, que trata de ganarse la vida como corredor inmobiliario, tratando de combatir la soledad, con encuentros furtivos, como los que ocurren en aquella habitación de hotel o en una disqueria del centro. Pero realmente su personaje es una excusa, el público disfruta viéndolo en escena y cuando lo vé actuar no puede creer la edad que marca su documento. 

No hay dudas que Arnaldo André es la figura convocante de la obra y que mayoría de la gente concurre al teatro para verlo a él, pero no seamos injustos con la otra protagonista, nos referimos a Miriam Lanzoni, a quien vemos por primera vez en escena y nos sorprendió muy gratamente. El texto de Mauricio, le dá un mayor recorrido al rol de la mujer en la historia, ya que explora mucho en su oficio y en todos los prejuicios que tiene la profesión. Por ello y en un un papel muy exigente, Miriam responde realmente muy bien, dando a su personaje la emocionalidad y el peso dramático que el personaje pide. Nos gusto mucho verla aquí y esperamos verla pronto en otro otro rol.

Antes de ver la obra, teníamos la intriga de como podría funcionar este dupla protagónica, más que nada por la diferencia de edad y realmente nos agradó la misma, ya que mostraron muy buena química entre ellos, transitando con habilidad los momentos graciosos que tiene el texto y también los momentos dramáticos. 

Seguramente aquí hay mérito de Osvaldo Laport, que desde la dirección puede aportar su gran experiencia como actor, para lograr que ambos protagonistas, estén en la misma sintonia, algo que se consigue con creces. La puesta es austera, solo mencionar el buen diseño escenográfico y el resto es el gran trabajo actoral de André y Lanzoni, para darle volúmen a una historia que es cruda y descarnada, pero que se hace digerible por los momentos divertidos que presenta.






En definitiva, El Enganche es una historia, que nos hará reír y también emocionar. Una trama que arranca con la frialdad entre los protagonistas y que con el correr de los minutos y los diálogos que mantienen se irán acercando y mostrando una faceta humana, que forma personajes queribles para el público.

Entonces, muy buen arranque de año teatral y como dijimos al comienzo, un verdadero lujo poder ver a Arnaldo André encabezando obra en la Calle Corrientes, con el muy buen acompañamiento de Miriam Lanzoni y la dirección de Laport. El aplauso sostenido con que los espectadores despiden a los protagonistas al final de la función, coronan la noche de teatro vivida y los talentos reunidos.


Pensador Teatral.

jueves, 15 de diciembre de 2022

Matilde

Dramaturgia y Dirección de Melisa Freund.






Sábados 20 hs en Centro Cultural Ricardo Rojas ( Av.Corrientes 2038 ) 

Una original y divertida propuesta llega de la mano de Melisa Freund, que jugando hábilmente con lo experimental y el laboratorio teatral, presenta una obra que nos hablará de Matilde, su tía abuela, que tuvo meningitis cuando era niña y debido a los daños cognitivos causado por la enfermedad, su mente quedo detenida en la infancia, siendo una niña alojada en un cuerpo adulto.

Melisa tiene el vívido recuerdo de haber compartido muchos recuerdos con Matilde y luego de su fallecimiento, decidió escribir esta obra que resulta un entrañable homenaje a su tía abuela, aprovechando además la ocasión para contar de que se trata la meningitis, una enfermedad que en la época que la contrajo Matilde, no tenía antibióticos que la combatiera y resultaba letal.





El lector se estará preguntando como una propuesta que habla de una enfermedad puede resultar divertida y les decimos que con muchísima creatividad, la obra gracias a una puesta muy dinámica y entretenida, conseguirá enseñarnos muchas acerca de la meningitis, teniendo en cuenta diferentes enfoques, como el familiar, el psicológico y por supuesto el científico.

Y cómo es que lo logra ??? No queremos contar mucho para mantener la sorpresa, pero si podemos decirles que el escenario se transformará en un programa de entretenimientos, que contará con la participación del público. Tendremos en el escenario, una ruleta colorida que irá girando y el recuerdo de programas televisivos exitosos de la década del ochenta. Así es como aparecerán recuerdos de Seis para Triunfar de Héctor Larrea o la cabina de billetes que era la atracción principal de Finalísima el programa conducido por Leonardo Simons.





El derroche de creatividad y locura no tiene fin, ya que los espectadores seremos testigos de un adorable casting realizado con varias señoras mayores de la edad de Matilde, para llevar adelante ese personaje en la obra, gracias a las proyecciones que se reproducirán en una pantalla gigante. Además seremos testigos de una astróloga que estudiará en pleno escenario, la carta natal de Matilde y su sobrina. Y lo último que contamos, es que también tendremos música en el escenario, ya que escucharemos un tema de un artista de la época, al que tildaban de mufa, al que no queremos mencionar.

Sin dudas que el punto más fuerte de la obra es su puesta, por lo original y desopilante. Fundamental para que la misma funcione, es el trabajo de los actores, que se sumergen de cabeza a la aventura lúdica, que la propuesta pide. Arranquemos por la hacedora del proyecto, nos referimos a Melisa Freund, que es la dramaturga y directora, que eligió recordar a su tía abuela, con una obra teatral distinta, que con humor y frescura, abre su intimidad familiar, para contar una historia que sin dudas vale la pena.






Pero no está sola en escena Melisa, la acompañan Cesar Martínez como un multifácetico doctor, actor y animador a la vez, que con histrionismo será el conductor de este show teatral. Carla Fantao, es una eficiente colaboradora, que con muchas presencia escénica, contribuye con las entrevistas y cuestiones varias. Alejandra Rotman, será una desopilante astróloga. Beatriz González nos regala un personaje muy entrañable. Completando el elenco Catalina Luchetta también polifuncional, al igual que Pablo Rojas, que además de actuar es quien está a cargo del diseño lumínico, mostrando que en este espectáculo todo es dinámico y puede suceder.

Como mencionamos antes, la obra es el sello distintivo de la obra y esto ocurre por varios motivos. En primer lugar, por derribar la cuarta pared con el público, que además de reír con la propuesta, siempre estará´atento y abierto a la sorpresa, porque nunca se sabe que puede suceder en la próxima escena. Además la puesta es muy rica en recursos y mezcla diferentes géneros, ya que veremos entrevistas grabadas, un casting, cámara en vivo, hay momentos musicales, recuerdos de programas de televisión y más sorpresas. Todo lo mencionado con mucho colorido y una locura contagiosa.






Desde este humilde sitio, siempre valoramos y apoyamos las propuestas del teatro independiente que se animan a salir de lo habitual, sin miedo a tomar riesgos y eso es algo que esta obra maximiza, jugando con lo experimental y con lo lúdico. Una temática que en una primera impresión puede parecer poco amigable, pero en este caso, la autora elige este original y entretenido formato, para presentar el tema con humor y quitando solemnidad, mostrando que hasta de una enfermedad, se puede hablar, con un abordaje diferente, que lejos de generar rechazo, atrae al espectador.

Por todo lo mencionado, ya llegando al fin de la temporada, nos sorprendimos gratamente y nos fuimos muy contentos del Centro Cultural Rojas, que nos recibió en una sala renovada y muy bella, que no conocíamos. Disfrutamos de momentos muy divertidos y nos emocionamos con esta hermosa historia familiar que Melisa Freund nos comparte, resultando un hermoso homenaje a Matilde y al mismo tiempos a tantos seres queridos que ya no están y nos acompañan desde el cielo.



Pensador Teatral.



jueves, 1 de diciembre de 2022

Machinal

Texto de Sophie Treadwell.  Adaptación y Dirección de Daniel Teveles.









Jueves 20 30 hs en Teatro El Cubo ( Zelaya 3053 )

Una original y ambiciosa propuesta arribó a la cartelera porteña, de la mano de Daniel Teveles, que decide tomar riesgos y adaptar esta obra de la dramaturga y periodista estadounidense Sophie Treadwell, titulado Machinal, escrita en 19289, siendo sin dudas su obra más notoria, dejando su huella en el teatro estadounidense, ya que fue una de las primeras piezas del expresionismo en llegar a los escenarios de Brodway.









La obra se inspira en un caso policial muy mediático, que en su época fue llamado el crimen del siglo y recuerda el asesinato cometido por Ruth Sneyder en 1927 contra su esposo. Se cree que urdió el macabro plan junto a su amante, con el que mantenía una apasionada y clandestina relación, hacía ya algún tiempo. Por este crimen, Ruth fue condenada a la silla eléctrica, siendo uno de las primeras mujeres condenadas a muerte en los Estados Unidos.

Este caso fue muy famoso para la época y en el mismo, se inspiraron numerosas películas, ente las que podemos citar nada menos que a El Cartero llama dos Veces y el Musical Chicago. Treadwell por su parte, escribió Machinal, pieza que se representó en escenarios de todo el mundo y aún lo sigue haciendo, ya que nos habla del rol de la mujer en la sociedad, su sometimiento, el machismo dominante en aquellos años  y como de a poco el feminismo surge, como una forma de liberación y de empoderamiento.









El desafío que tenía Daniel Teveles, era realmente enorme, ya que la obra es compleja, por su estructura, mezcla de estilos, ya que se combinan el teatro, la danza y la música, con gran cantidad de personajes y una ambientación que nos debe llevar a comienzos del siglo 20. El trabajo realmente era mucho, para poder sacar este texto adelante y vamos a romper el interrogante de entrada, para decirles que Daniel, junto a un gran equipo, pudo resolver de muy buena forma el desafío y logra presentar una obra tan interesante, como original.

Machinal tiene un formato muy particular, ya que está divida en nueve escenas o episodios, con las escenografías variando en el momento, por acción de los mismos actores, que mueven biombos y algunos elementos funcionales, que servirán para configurar las distintas ambientaciones, sin que se pierda la acción dramática, siendo esto algo llamativo y realmente original.

Yendo a la obra en si, las acciones se iniciaran en una oficina, allí trabaja Helen, una joven mujer que se siente asfixiada por el ambiente laboral alienante que la rodea, máquinas de escribir que no paran, voces sostenidas y el teléfono que suena a cada rato. Tampoco se le hace sencillo llegar al lugar de trabajo, ya que tiene que viajar apretada y corriendo para llegar a horario, algo que pocas veces logra, lo que genera el recelo y los reclamos de sus compañeros.








Pero las cosas se complicarán definitivamente para Helen, cuando se entera que el Sr.Jones, el gerente general de la compañía, un hombre mucho mayor, está enamorada de ella y le propondrá casamiento. Ella nunca había estando antes con ningún hombre, nunca se enamoró hasta ese momento y ahora está ante una verdadera encrucijada. Su madre no la va ayudar demasiado y el mandato social le caerá por la cabeza. Casarse con un hombre al que no quiere y al que le tiene miedo, resultará una verdadera pesadilla y una trampa de la que será difícil salir. Y hasta allí vamos a contar para no quitar sorpresas, para que el lector vea como la historia se irá desarrollando, hasta llegar al final conocido.

La obra adaptada por Teveles, es un clásico del expresionismo norteamericano y refleja los vientos de cambio que la sociedad estaba experimentando con el surgimiento de los primeros movimientos feministas, como uno de esos indicadores. Dato importante a aportar aquí, es que el voto femenino en Estados Unidos, arranca en 1920. Treadwell en la obra, busca reflejar la situación de ese momento, donde el rol de la mujer estaba relegado, no teniendo los mismos derechos que los hombres y debiendo aceptar mandatos sociales en aquella época, casi nadie se atrevía a cuestionar.











Machinal tiene un despliegue escénico inusual para el teatro independiente y es algo que debemos destacar. Arrancando por las interpretaciones que presenta la obra. Son nada menos que once los actores en escena, muchos de ellos desdoblan más de un personaje lo que agrega más valor a sus trabajos, en una pieza, donde hay un movimiento continuo y coreografías muy bien ejecutadas.

Queremos mencionar especialmente la estupenda actuación de Paola Sanabria, como Helen, nuestra heroína. Un personaje muy complejo el que debe resolver Paola y lo hace en gran forma, mostrando las diferentes caras emocionales que el papel le pide. Destacamos su expresividad y toda la corporalidad que su personaje requiere. Muy bueno lo de Paola, mostrando estar totalmente a la altura de este protagónico tan exigente.

A continuación mencionar a Julián Mardirisian,  como un Sr Jones bastante perverso y materialista, que piensa que su esposa es su posesión y por lo tanto puede actuar con ella como le plazca, sin siquiera reparar en algún consentimiento.  Nos gustó mucho el trabajo de Julián, con muy buena presencia escénica. Otros trabajos destacados son los de Estela Kiesling, como una madre muy poco comprensiva y contenedora. Max Acavallo es el amante soñador de Helen y párrafo especial para Isabel Guerra Marfull, como la telefonista de la compañia y amiga, componiendo un personaje muy divertido y que aporta frescura a una trama dura.







Pero no seamos injustos con el resto del elenco, ya que todos aportan lo suyo, nos referimos a Mario de Luca, Walter Fauve, Claudio Favieri, Estefania Gulla, Nicole Nuñez Silva y Julia Tapia, la mayoría de ellos, desdoblando más de un personaje y en una trama extensa, encuentran su lugar para el lucimiento personal y el del conjunto.

La puesta que presenta Machinal, sin dudas es un punto altísimo del proyecto, con muchos elementos para destacar. Podríamos arrancar con las coreografías de Teresa Duggan, fundamentales un un relato con alto componente de teatro físico. Ya mencionamos antes la originalidad del diseño escenográfico, rubro a cargo de Edgard Orozco, dinámico y cambiante, donde unos biombos son factor clave. Otro punto alto es la bella música original de Daniel Schnock, el diseño lumínico de Jorge Merzari con grises dominando y por último un sobresaliente para el vestuario de época de Alejandro Mateo, dando elegancia a tantos personajes y actores en escena. Realmente una puesta inusual para el teatro independiente donde todo cuesta tanto y se hace a pulmón, lo que realza el esfuerzo aún mucho más.












Entendemos que ya contamos lo suficiente, en lo particular valoramos muchísimo las propuestas que se atreven a salir de la zona de confort y no tienen miedo en arriesgar, con algo diferente. La apuesta de Teveles es realmente ambiciosa, ya que conjuga varios estilos, apareciendo el teatro físico, la danza y la acción dramática combinada con coreogafías con momentos musicales logrados. Indudablemente hay un gran despliegue escénico y se necesitó mucho tiempo de ensayo, para llegar a este muy buen producto

Los invitamos a que descubran Machinal, se encontrarán con una propuesta original y realmente interesante, que los invitará a viajar a los Estados Unidos de 1920, para conocer la sufrida historia de vida de Ruth Sneyder, que protagonizó uno de los casos policiales más resonantes de la época y pone en primer plano el rol de las mujeres en la sociedad y también como muchas veces estamos inmersos en un mundo alienante que resulta dominado por las máquina, donde el factor humano, queda muy relegado. La obra nos interpela y nos invita a pensar, algo que en estos tiempos, donde todo parece ya definido, es algo muy valioso.



Pensador Teatral.



miércoles, 30 de noviembre de 2022

Else y Henry

Dramaturgia y Dirección de Puy Navarro.






Sábados 16 hs en Teatro El Extranjero ( Valentín Gómez 3378 )

Una historia de amor que conmueve nos propone este sensible texto de la autora española Puy Navarro, que construye este relato inspirado en diversas fuentes, ya que tiene algo de autobiográfico, hay partes de historia real y por supuesto el ingrediente necesario de ficción para que tengamos esta historia tan fuerte en escena.

La obra nos hablará del amor incondicional entre Else y Henry que viven su edad madura en una amplia casa rodeada de naturaleza en el interior de Puerto Rico. Else está gravemente enferma y quiere partir de esta mundo, ya que está sufriendo mucho. Pero el amor de Henry es tan grande, que le pide que resista, que tenga fé  y confíe en un nuevo tratamiento, que les acerca el médico de la familia y puede salvarle la vida. Él se desvive por su gran amor y hará todo lo posible porque ella la pase sus días lo mejor posible y la asistirá en todo momento. Ella intentará complacerlo, pero el dolor físico que siente es muy intenso. 





La historia claramente abre el debate acerca de la muerte digna. Que sucede cuando un paciente quiere terminar con su sufrimiento diario y elige partir ?? Cuál es la respuesta de la medicina ante esta decisión  ?? Escucha al paciente ?? Acepta su voluntad ?? O muchas se veces en encarniza en tratamientos médicos  cruentos invasivos, que tienen escasas chances éxito y lo que logra es solo prolongar la agonía y un final ya marcado de antemano.

Ese será uno de los debates que planteará esta rica historia, pero no el único. Además de las cuestiones médicas y amorosas, también se hablará de relaciones familiares y de reencuentros. Con Else internada, llegará a Puerto Rico, Richard el hijo de Henry con su primera mujer, al que hace diez años no veía. La relación entre padre e hijo no es buena, ya que Richard no perdona que su padre los haya abandonado por una mujer más joven, sin reparar con aquel paso, en todo lo que dejaba atrás. Sería posible que el padre, con todo ese historial y las cuentas pendientes, le pida que sea donante para su mujer enferma  ??? No vamos a confirmarlo acá, pero ya se lo puedan imaginar.






El relato inteligentemente no se queda con esos últimos momentos de la vida de la pareja, sino que nos contará el inicio de la relación, la particular manera en que se conocieron, la primera noche juntos y ese casamiento tan colorido que tuvieron en la playa, con las olas y el sol radiante, como únicos testigos. Para ello, se valdrán de otra pareja de actores, que recrearán los albores apasionados de aquella relación que no quiere extinguirse.

Y hasta allí vamos a contar para mantener el suspenso y dejar que se sorprendan con lo que esta bellísima historia nos tiene reservados. Vayamos a las actuaciones que presenta la obra y creemos que la dupla protagónica conformada por Silvina Katz y Marcelo Pozzi, es la que se lleva los mayores elogios de la noche, Silvina es una actriz estupenda y super versátil. Siempre con sus personaje logra destacarse y llegar al espectador. Aquí será una Else, con mucho carácter, pese a que se encuentra débil. Logra transmitir mucha ternura, al igual que Marcelo como Henry. Marcelo es otro actor al que elogiamos muchas veces en este sitio y aquí forma una estupenda dupla con Silvina. Hay una escena donde él, la ayuda a darse un baño imaginario, que tiene una belleza poética muy lograda. Hermoso trabajo el de ambos.






Pero no seamos injustos, con Alexia Moyano y José Maria Gómez Samela que componen a la pareja en su edad joven. Con mucha química, logran mostrar el amor intenso y a primera vista que los unió. También hay aquí una escena muy bella, donde en una solitaria playa y en traje de baño ambos, contraerán matrimonio. Nos gustó mucho la dupla formada por Alexia y José María, que en su caso colaboró con la autora, en la etapa inicial del proyecto, donde la historia se alumbraba.

Completan el elenco, Bautista Duarte, como Richard, ese hijo dolido, que viaje a Puerto Rico para tratar de romper el vínculo roto con su padre y Emilio Barabino, como el Doctor de la familia, la cara de la medicina, que quiere lograr la cura de Else. Ambos aportan lo suyo, para el conjunto de la obra, que pese a lo duro del tema, logra transitar momentos divertidos.

La puesta de Elsa y Henry, tiene varios elementos para destacar. Uno de ellos, el aporte de Fito Lema e Ivo Sebastián, que musicalizan en vivo la obra y son la banda sonora del relato. Para resaltar también la pantalla en el fondo del escenario que proyecta imágenes que se conjugan con el relato. Y también la voz en off, de la propia autora y directora, que conducirá el relato y le dará una muy buena cadencia al mismo.






Pero cumplimos con nuestra promesa y no contamos más, Else y Henry es una propuesta con acento iberoameircano que no pasa desapercibida. Una historia de amor y de vida muy fuerte, que muestra el sufrimiento en conjunto cuando uno de los integrantes de la pareja se enferma gravemente. El tema de los vínculos filiales y como muchas veces existen vínculos que creemos rotos, pero aún estamos a tiempo de recuperar. Y por último la posibilidad de debatir sobre la muerte digna y la posibilidad de poder elegir como y cuando irnos de este mundo.

Disfrutamos de una historia potente que emociona y llega al corazón de los espectadores, que nos invita a celebrar la ceremonia del amor, las alegrías de la vida y las sombras que aparecen cuando la muerte se avecina. Los aplausos emocionados del público que colmó la sala de El Extranjero, al final de la función, son un justo premio para la entrañable noche de teatro vivida, en la que el amor fue invitado de honor.



Pensador Teatral.