martes, 20 de junio de 2017

Le Villi

15, 17 y 22/6 Teatro Empire, 1/7 Teatro Luz y Fuerza,  8/7 Sociedad Friulana y 15/7 Teatro Marienhem.

Opera de Giacomo Puccini, presentada por la Orquesta Nuevos Aires.

Dirección Musical de Leandro Soldano y Drirección Escénica de María Jimena Martínez Allende.





En esta ocasión, la inagotable oferta artística que tiene Buenos Aires, nos convoca para presenciar una Opera de Giacomo Puccini, como Le Villi, basada en el cuento Les Willis de Alphonse Karr, inspirado en las leyendas de Europa Central, siendo los villis, espíritus de mujeres traicionadas por sus amantes y que regresan a la Tierra, en busca de venganza.

Es la primer ópera escrita por Puccini y se estrenó en el año 1884, cuando el célebre compositor lírico, contaba sólo con 25 años.

Es una ópera que consta de dos actos y un intermezzo, que se desarrolla en idioma italiano, con subtítulos en español.

La historia cuenta como la pareja de novios. formada por Roberto y Anna, contraen matrimonio, para testimoniar su amor, pero transcurrido poco tiempo y de improviso, Roberto debe viajar para cobrar una herencia y se ausentará de la casa por un tiempo , toda la familia,  le augura un buen viaje y un pronto regreso, pero Anna tiene un mal presentimiento y piensa que esta puede ser la ultima vez que vea a su esposo.




Hasta allí llega el primer acto, no vamos a comentar más, dejaremos que el espectador sea quien descubra, cuando vea la obra, si el mal presentimiento de Anna era fundado o no.

El despliegue escénico es admirable, arranquemos por la Orquesta de Buenos Aires, nosotros contamos 18 integrantes más el director, dotados de  violines, violonchelos, contrabajos, flautas, clarinetes, trompetas, percusión y hasta un fargot, un instrumento de viento, en forma de tubo, que no conocíamos, investigando para esta reseña, logramos descubrirlo.
Sin ser expertos en la materia, disfrutamos las melodías de la orquesta, compuesta en mayoría por gente joven, también lo era el director, consiguiendo una armonía perfecta, hermosos sones y una precisa coordinación, algo que indudable  requiere mucho ensayo previo, ya que no es sencillo conseguir tanta precisión, con tantos integrantes e instrumentos.

Sobre el escenario, se lucen Stephanie Rivas, como Ana, soprano y con una hermosa voz y sus bellos agudos , Guillermo ( Jorge Balagna ) el padre, entendemos que con registro de barítono es otro que se luce y  Roberto, Javier Suarez, que se lleva las mejores ovaciones de la noche, con su registro de tenor, acá no tenemos dudas, por la potencia de su voz y sus graves.
Los tres protagonistas mencionados, cumplen una estupenda labor, y con una entrega absoluta, en forma individual y en algunas partes, cantando en conjunto, son aplaudidos a rabiar por la platea.

Son acompañados en escena, por la narradora Graciela Marchesi y el armonioso Coro de la Compañía de Opera Puccini, dirigido por Elizabeth Franchi Llorca, nosotros contamos más de diez integrantes y además hay bailarinas, que se lucen con las coreografías planteadas por Tamara Seufer y Sofía Perez.





La puesta es realmente bella, se aprovecha muy bien el amplio escenario del tradicional Teatro Empire, sala donde nosotros vimos la obra ( aclaramos esto, porque hay presentaciones previstas en otros sitios ) , con una iluminación destacable que marca los diferentes momentos de la representación y un estupendo y variado vestuario, para un elenco tan nutrido, que se luce muchísimo.

En conclusión, una excelente oportunidad de acercarnos al mundo de la  ópera, un género muchas veces reservados para un elite, pero que en este caso, de la mano de la Orquesta Nuevos Aires,  llega al alcance de todos, a precios accesibles y con un hermoso espectáculo de gran nivel, que merece verse y disfrutarse a pleno, ya que es una experiencia multisensorial.

Por eso además de recomendar el espectáculo, felicitamos a todos los integrantes de la orquesta,coro, bailarines, elenco y equipo en general, por la hermosa noche que nos regalaron y nos unimos al cálido y prolongado aplauso del público,  que colmó el teatro para disfrutar, nada menos que la  primera ópera escrita por Giacomo Puccini.



Pensador Teatral





lunes, 19 de junio de 2017

Lo Prohibido

Jueves a Domingo en Teatro Apolo ( Av .Corrientes 1372 )






Libro de Betty Gambartes y Diego Vila. Dirección General es de Gambartes y la Dirección Musical de Vila.

Esta dupla ya mostró su valía en Manzi, la Vida en Orsai, excelente obra que recordamos y en la que brilló la dupla de Jorge Suarez y Julio Calvo.

En este oportunidad, con Lo Prohibido, vuelven a ofrecer un producto de enorme calidad y aquí la dupla que lleva la batuta, es la formada por Juan Darthes y Alejandra Radano.

En esta caso, podemos catalogar la obra como una comedia musical, ya que los autores dejan un muy buen espacio para el humor, que los protagonistas saben aprovechar muy bien.

La historia, arranca cuando Amelia ( Alejandra Radano ), recibe en su casa un llamado, donde le avisan que su marido estaba vivo. Ella piensa que es una broma de mal gusto y corta la comunicación, pero el teléfono vuelve a sonar y le insisten con la misma noticia. Amelia no lo puede creer, porque para ella su marido Rolando ( Juan Darthes )  murió hace siete años, en un accidente en África. Desde ese momento, no tuvo más noticias de su marido.
De manera lógica y considerándose viuda, busco rehacer su vida y comenzó una relación con otro hombre. Hasta ahí todo normal. El problema y grande, es que su nueva pareja de nombre Roli ( Victorio D'Alessandro ), es hijo de Ronaldo.





Se imaginan la sorpresa y el disgusto de su ex o actual esposo, si se enterara que su amada, lo cambió por su hijo. Esta sorpresiva reaparición, será el disparador de la historia, ya que la culpa invade a Amelia, quien decide que lo mejor es romper con Roli, pese a que lo quiere mucho, porque volvió su esposo, al que nunca dejó de querer y a que no podría darle la noticia que tanto disgusto le provocaría,

La selección musical es muy variada y se incluyen temas populares, que llegan al corazón del espectador, que los reconoce, se destaca la selección de boleros, hay músicas de películas, algún tango y hasta una rumba, que será deleite de la platea.

La distribución de tiempos, entre las partes cantadas y las habladas es muy acertada y la trama se desarrolla en forma dinámica y siempre apoyada por los momentos musicales que sirven para realzar la historia.

El guión de Betty Gambartes y Diego Vila, encuentra excelentes interpretes, en un elenco muy bien elegido.





Arrancamos por Alejandra Radano, figura reconocida en el medio y sin dudas una de las mejores intérpretes el género musical en nuestro país, dueña de una voz privilegiada y hermosa. Muchos lectores,  seguro la recordaran, por sus actuaciones estelares en Cats, Chicago y Cabaret, por nombrar solo tres de las obras en las que participó. Radano es una garantía para todo musical y en este caso, se luce muchísimo, por supuesto en las partes cantadas, que son su fuerte, pero también en los pasos de comedia, que abundan, con un histrionismo que sorprende y dando vida a una Amelia, que divide su corazón entre Rolando y Roli, idealizando el amor, a través de canciones románticas, de novelas y de melodramas del cine. Una enorme actuación de Alejandra.

El protagónico masculino, es para Juan Darthes, con una trayectoria impresionante como actor en cantidad de novelas exitosas y también como cantante, ya que participó en numerosos musicales.
Aquí realmente sorprende, por su gran carisma, desde que aparece en escena, concentra las miradas de la platea femenina, que se rinde a sus pies. Su trabajo es muy destacable, se nota que disfruta el papel, se lo nota contento y transmite su ale esgría al público, al que levanta y arenga para que participe, para quien escribe estas lineas una gratisima sorpresa. Además de su carisma, es indiscutible su oficio y su presencia escénica, en síntesis, una perfomance fantástica y convocante que encuentra su lugar justo en la obra.

Y, si a esta dupla tan talentosa, le agregamos a Victorio D´'Alessandro, un actor muy talentoso, que le aporta mucha frescura y energía a la obra. Si Darthes concentraba miradas, Victor redobla la apuesta y además de miradas, cosecha suspiros. Queda claro que la platea femenina, más allá de la actuaciones, que son excelentes, se ván a deleitar, con dos verdaderos galanes. Además Victorio, sorprende interpretando algún tema musical, mostrando su versatilidad y su enorme futuro.

Sin dudas, un triángulo perfecto, en cuanto a los protagonistas, que se lucen en lo individual por su talento, pero que se potencian con el otro y esto eleva la pieza.




En cuanto a la puesta, está a la altura de la calidad artísitica, a la que Betty Gambartes nos tiene acostumbrados. Son muchos los items a destacar, arranquemos con la música en vivo, que presenta el espectáculo, dirigidos por Diego Vila, que también, está en piano, Fabian Fazio en clarinete y saxo, Jorge Pemoff en percusión y Juan Bayón en contrabajo. Los nombramos a los cuatro, porque son un componente clave en esta obra y cumplen su labor con excelencia.
Otro punto muy alto es el diseño escenográfico a cargo de Mariano Demaria, con proyecciones de fondo, que le aportan mucho desde lo visual a la pieza, igual que el moderno diseño de luces.
Y otro punto a destacar, es el fantástico diseño de vestuario a cargo de Fabián de Luca, que aporta una cuota de glamour y permite que los protagonistas se luzcan mucho.

En definitiva, estamos en presencia de un musical completo, muy fresco y alegre, en el cual el humor juega un papel fundamental y destacado. Esta dualidad es posible, gracias a un guión que atrapa por su bonhomia y a los excelentes intérpretes que se eligieron, para esta puesta tan bella.

Indudablemente, el muy buen espectáculo ofrecido, recibe el reconocimiento del espectador, que sigue respondiendo con una gran convocatoria en cada función y que despide con aplausos y ovaciones, a los protagonistas de está hermosa y musical historia de amor


Pensador Teatral.

jueves, 15 de junio de 2017

Clarividentes

Sábados 16 30 hs y Martes 20 30 hs en Espacio Callejón.




Obra escrita y dirigida por Javier Daulte.

Una propuesta muy interesante y original, nos propone Daulte con Clarividentes, su última creación .

Una pieza donde el autor, dá rienda suelta a todo su universo creativo, para acercarnos esta obra, que podemos catalogarla dentro del género de ciencia ficción, un género muy poco explorado por la dramaturgia nacional.

La acción comienza con un grupo de personas, que han diseñado un invento de la que piensan sacar provecho, un cubo de cristal, que se cierra hermeticamente, donde aquella persona que ingresa, no puede ver, ni oir, lo que sucede en el exterior, entran en un aislamiento total. Del lado de afuera se puede ver lo que sucede adentro, pero para escucharlo, deben recurrir un equipo especial de comunicaciones que reproduce los sonidos. Y hay más. Con ellos trabaja una vidente, que logra anticipar las acciones y los dichos que producen las personas dentro del cubo.

Este invento seduce a un empresario agobiado, que en este extraño dispositivo, avizora una tabla de salvación para sus problemas, ya que con este don de la anticipar los comportamientos, piensa ganar millones operando en la Bolsa.




Para comprobar el funcionamiento de este invento, se conciertan una serie de demostraciones de prueba y para ello, contratan a tres personas, que serán los conejillos de indias, de este extraño experimento.

La dudas surgen de inmediato. Aquel empresario desesperado picará el anzuelo ?? O en verdad, la vidente, tiene poderes de adivinaciòn ?? Pero esos comportamientos extraños de las personas que ingresan al cubo, son un montaje o hay algo extraño ?? Verdad y mentira se mezclan. Es posible que la sugestión pueda modificar la realidad ??

Una idea muy ingeniosa, la que plantea el director,en este primer tramo de la obra, atrayendo al espectador,  que con fascinación quiere dilucidar como funciona ese cubo y poder ordenar en su mente quien miente y quien no. Que es real y que es ilusión ?
Porque a veces el que cree engañar, sin saberlo, es que está siendo engañado.
La trama se hace amena, porque además del suspenso, tiene muchos momentos graciosos y hasta grotescos, por eso no es tan sencillo encasillar a la pieza en un género y tampoco hay obligación de hacerlo. esto es una deformación de crítico.





La obra nos muestra personas desesperadas, que están dispuestas a todo, para salvarse y todos sabemos que una mente desesperada no piensa claro y lo más probable, es que tome decisiones equivocadas..
Una protagonista, señala que el futuro es obvio, caótico y fúnebre, siempre vamos a terminar muertos, en cambio el pasado es impredecible, siempre puede acecharnos con algo, en este juego también ingresa la trama.
Daulte juega con la ilusión teatral, con el poder del engaño y el público disfruta con ellos y es cómplice del juego propuesto.

La inteligente dramaturgía, hay que decirlo, se apoya en actuaciones magníficas, hay nueve personajes en escena y el guiño interesante, es que nada es lo que parece, el personaje principal, puede convertirse en secundario.Esta variedad de personajes y cambio de roles, es otro acierto que presenta la pieza, ya que es algo no muy utilizado.

En un elenco joven y como mencionamos con un protagonismo repartido, pecando de ser injustos, vamos a mencionar dos de las actuaciones que más nos gustaron, del lado masculino mencionamos a Matias Broglia, que compone un personaje bonachón e ingenuo al comienzo ( es uno de los conejillos de indias )  y a medida que la trama avanza, irá virando su rol. Una gran composición.

Y por el lado femenino, vamos a mencionar a Daniela Pantano, no vamos a descubrir nosotros sus enormes condiciones, a nuestro entender es la interpretación que más brilla.  Dando vida a aun personaje delicioso, con mucho magnetismo y presencia escénica, se luce mucho, en un papel que no era nada sencillo. Nos encantó su trabajo.




Como dijimos antes, mencionamos solo dos actores, para no ser tan larga la reseña, pero cada uno tiene su momento de destaque y lucimiento y lo importante es que redondean un gran trabajo en equipo, se nota que están compenetrados con la historia y en los que les pide el director.

Una puesta con muchas perlitas para destacar tiene Clarividentes, muy logrado el recurso, de la oscuridad y las imágenes quietas, avanzando cuadro por cuadro como si fueran fotografías (cuando vean la obra, van a entender bien este párrafo ), es muy bueno el aprovechamiento que se hace de la sala del Espacio Callejón, utilizando las escaleras y el piso superior. Otro punto a destacar, es el vestuario de Jam Monti, variado y dando glamour a la pieza, con algunos disfraces que aparecen inteligentemente en la historia,

Pero no vamos a adelantar más, dejaremos que el espectador cuando se llegue al Esp.Callejón, descubra más. Una propuesta inteligente, original y muy jugada la que nos propone Javier Daulte, una obra, donde da vuelo a toda su imaginación y creatividad, logrando una pieza distinta, especial para mentes abiertas, que estén dispuestos a compartir el engaño que nos propone el director y disfrutar de una obra futurista y con mucho suspens, o que además de este guión original, nos regala actuaciones magníficas de un elenco joven y talentoso.

Nosotros agradecidos siempre, con la aparición de propuestas novedosas y ambiciosas, que se animan a ir, más allá de lo convencional, por eso invitamos al espectador a sumarse a Clarividentes y descubrir que les tiene deparado el futuro, a este grupo de almas desesperadas.


Pensador Teatral.

miércoles, 14 de junio de 2017

GARDEL, El Musical

Domingos 19 hs  en Teatro Ludè. ( Montevideo 842 )





Obra escrita por Luis Longhi, Guillermo Fernández y Federico Mizrahi, con Dirección General y Puesta en Escena de Ignacio Gonzàlez Cano.

Nuestro teatro, tenía una deuda con Carlos Gardel, ya que si bien, hubo obras que hablaban del Zorzal Criollo, este es el primer musical que aborda la vida del famoso cantor.

El proyecto se hace realidad, por las ganas y la decisión de tres amigos gardelianos de todo la vida, como Longhi, Mizrahi y Guillermito Fernàndez.
No fue sencillo, plasmar la idea que tenían, trabajaron más de seis años, leyendo biografías, reportajes y todo trabajo sobre el célebre cantor que llegaba a sus manos.
Además, tuvieron que invertir mucho dinero, casi todos sus ahorros, para poder hacer realidad este sueño. El amor y la admiración que sentían por el Zorzal, les dió el impulso para que la idea se pudiera convertir en una realidad y Gardel, al fin tuviera su propia musical.

La obra se estrenó el año pasado en el Teatro Moliere, con gran éxito de público y crítica. Este año se reestrena en el nuevo Teatro Ludé, donde está actualmente en cartel, antes de salir de gira por el exterior.

La pieza emociona, Gardel es sinónimo de tango, una figura reconocida mundialmente y un verdadero símbolo de Buenos Aires, con una fama que trasciende todas las edades.




Aclaramos que obra es para todo público, no solo para los tangueros y esta apertura es un mérito de los autores, ya que decidieron retratar al Gardel hombre, contando la historia de su vida, arrancando desde cuando tenía 19 años, hasta llegar a su trágica muerte, cuando solo tenía 44 años, en aquel recordado accidente aéreo en Medellin. Cabe reflexionar, cuanto pudo lograr en una vida tan corta.

En base a pequeñas anécdotas,se irán repasando hechos importantes de la vida de Carlos, conoceremos a su madre, a su novia, su trabajo de changarín en el Mercado del Abasto, sus primeros pasos como cantor, las primeras presentaciones, su incipiente fama,  la consagración, su ida a Parìs, su ingreso al mundo del cine, etc.

Se cuentan hechos muy pocos conocidos de su vida ( como por ejemplo que tenía una bala alojada en un pulmón que nunca le pudieron extraer ), sus amoríos clandestinos, la relación con las personas que marcaron su carrera, como Tito Lusiardo, Josè Razzano y hasta el encuentro con un adolescente Astor Piazzolla en los Estados Unidos.

Lógicamente, todas las historias, estarán acompañadas de las interpretaciones de Gardel, pero con el detalle y el mérito, que la mayoría de las canciones, son piezas especialmente creadas para este musical.




Es hora de hablar de los intérpretes, en el proyecto original el papel de Gardel, estaba a cargo de Guilermo Fernandez. Pero nosotros, presenciamos la versión 2017, justo en la función debut de Oscar Lajad, en el gran rol protagónico.
Siempre son difíciles los debuts, pero Oscar lo resolvió en forma admirable, tanto en las partes netamente de actuación, como en las cantadas.
Hay que decir que el parecido físico de Oscar con el Zorzal es impresionante, la caracterización es tan buena, que si cerramos los ojos en algún momento, al abrirlos veremos al Morocho del Abasto corporizado sobre el escenario y no exageramos.
Además de este gran parecido, hay que destacar el excelente registro vocal de Lajad, sin ser expertos en la materia, se lo notó muy seguro y luciendose en cada tema. Nuestra felicitación para Oscar, por su extraordinaria caracterización y su impecable interpretación. Un trabajo que emociona.

Pero Gardel no está solo en escena, lo acompaña un histriónico Tito Longhi, haciendo las veces de Tito Lusiardo, como presentador y desdoblando numerosos personajes, aportando mucho ritmo y momentos graciosos, porque este musical, tiene reservados momentos de humor.

El Chino Laborde es Josè Razzano, acompañante de Carlos, en sus primeros pasos en la música y  nos deleita cantando a dúo con el Morocho del Abasto, en varios temas.

Las voces femeninas las aportan Alicia Vignola, que tambièn es Bertha la madre de Gardel y Anita Rodriguez, como Isabel su novia de los comienzos. Ambas con una voz privilegiada, cantan solas y a dúo con Carlos, regalando momentos muy disfrutables.




La puesta que propone, Ignacio González Cano es para destacar, aprovechando la posibilidades que ofrece el amplio escenario de este nuevo Teatro Ludè, al que visitamos por primera vez y nos pareció hermoso y moderno.
Hay una pantalla gigante en el fondo de la escena, en la que se proyectan distintas imágenes y fotos que complementan las escenas, la selección es excelente y es un gran recurso utilizado para embellecer la puesta.
Un diseño lumínico de Pablo Vaiana merece destacarse, al igual que un vestuario de época impecable en manos de Nèlida Bellomo. Por último, señalar el sonido perfecto, algo fundamental para un musical, pero que debemos decir no siempre se cumple, en este caso este aspecto técnico es perfecto.

Como pueden apreciar, una puesta de gran nivel, en la que se cuidan todos los detalles y gracias a ello, el resultado final es un espectáculo de gran calidad artística.

En definitiva, una gran propuesta la que nos ofrecen estos tres soñadores que se jugaron una patriada con este proyecto, posibilitando conocer muchos aspectos poco difundidos, de la vida de Gardel,
Al finalizar la función, los espectadores aplauden de pie a los protagonistas, con una mezcla de satisfacción y emoción, por los recuerdos y por el hermoso espectáculo que presenciaron.

Y no tengan dudas que desde el cielo, el Zorzal en ese mismo instante, les estará regalando a estos artistas, su mejor sonrisa y se quitará su fungi marrón, en señal de agradecimiento, por el hermoso homenaje que le tributaron.


Pensador Teatral.

Mi hijo solo camina un poco más lento.

Sábados y Domingos 11 30 y 14 hs en Apacheta Sala Estudio ( Pasco 623 )




Obra escrita por el joven dramaturgo croata Ivor Martinic y dirigida por Guillermo Cacace,

Arranquemos mencionado que a estas alturas, Mi hijo solo camina un poco más lento, ya se convirtió en un fenómeno del teatro off y son muchos los motivos para afirmar esto.

El primero, el público que convoca. Son cuatro funciones semanales, algo no habitual en el teatro independiente y siempre se presenta a sala llena, es más cuesta mucho conseguir una butaca libre, hay que reservar con semanas de anticipación. La obra se estrenó en 2015 y desde ahí la convocatoria siempre fue en aumento, transformándose en una verdadera obra de culto.

Además, hay hechos muy particulares, como por ejemplo, su inusual horario del mediodía y primera hora de la tarde, elegidos para aprovechar la luz natural que ingresa por los ventanales de la sala, de Apacheta, su hogar,  que se encuentra en Balvanera, barrio alejado del circuito teatral.

La obra emergió en el Festival Internacional de Dramaturgia Europa + América 2014 y allí la conoció el talentoso Guillermo Cacace, quien potenció de manera brillante, este gran texto y con una adaptación y una puesta magnífica, consiguió este éxito, que ya trascendió las fronteras del teatro alternativo, para ser considerada una de las mejores piezas teatrales de los últimos años en nuestro país y por eso no extrañan la multiplicidad de premios que obtuvieron la obra y sus intérpretes.




Ya hay que decirlo, la obra tiene once actores en escena, hay una llamativa, diversidad de edades en los personajes, hay abuelos, madres, hijos adolescentes, un registro variado que proporciona a la pieza, una variedad y una riqueza que abruman.

No vamos a contar mucho de la historia, para mantener el suspenso, solo comentar que la historia gira en torno a una familia numerosa e imperfecta, si bien el centro parece ser Branko, el hijo adolescente que está en silla de ruedas, por alguna enfermedad que no quiere mencionarse, en realidad la obra no se queda anclado en ese hecho, más bien se encarga de retratar a una familia numerosa, que nos resulta muy cercana. El guiòn no aparece haber sido escrito en los Balcanes, sino en cualquier bar porteño.

En ocasión del cumpleaños 25 de este adolescente especial, la casa recibirá a la familia en pleno y allì se darán infinidad de situaciones, algunas graciosas, otras crueles y muchas difíciles de clasificar, como ocurren en la mayoría de las familias de hoy, donde la incomunicación, la rutina, la insatisfacción y la falta de amor, son moneda corriente.

La discapacidad de ese hijo que no puede caminar, es algo que le cuesta mucho aceptar a la madre y que tanto incomoda al resto,  que no sabe como reaccionar ante estos casos ( pensemos que esto mismo suele ocurrir en nosotros en nuestra vida cotidiana  ). Pero como dijimos, la obra explora más allá,  lo que aparece en escena, son los conflictos, habituales en las relaciones y vínculos familiares, el paso del tiempo, que es inexorable para todos y desemboca en la vejez, como estación previa a la muerte, pero también dejando lugar para un mensaje esperanzador, con el amor como tabla de salvación contra la infelicidad reinante.
Como pueden ver la obra refleja una variedad de temas, que no vamos a profundizar, dejaremos que sea el espectador cuando vea la obra, que descubra todas las sorpresas que tiene preparadas, esta pieza tan rica.





Las actuaciones son magníficas, indudablemente hay un gran trabajo del director, para conducir un elenco tan numeroso, se los nota cómodos con la obra, la disfrutan y eso se transmite al espectador.

Con el riesgo de ser injustos, vamos a mencionar a algunas interpretaciones, arrancando por Juan Tupac Soler, como Branko, el adolescente en su silla de ruedas, que transita con enorme dignidad su trance, parece aceptarlo, lo difícil está en la reacción del otro, que muchas veces en vez de ayudarlo, lo mortifica. Una gran interpretación la de Juan, real y sin caer en exageraciones, sensible, pero sin golpes bajos.

Y que decir de Mia ( Paula Fernandez Mbarak ) , su madre, ella lleva todo el peso de la situación, lo atiende a él, a su madre anciana, a su padre,  convive con un marido ausente y con una hermana despiadada. Una interpretación fabulosa y plena de sensibilidad, que conmueve y emociona al espectador. Para aplaudirla.

En el mismo nivel de excelencia, aparece Clarisa Korovsky, como Rita, esa hermana verborrágica y egocéntrica, ella mira su ombligo y trata de imponer su realidad, transmitiendo su negatividad y desesperanza a todo aquel que se le cruza. Está enojada con el mundo y se le nota.

Y que decir de Pilar Boyle, ella es Sara, la amiga de Branko, quiere ser su novia. No quiere estar sola, ella se siente fea y sabe que habla mucho, pero también sabe que tiene mucho amor para dar. Pilar es conocida por los amantes del off, por su delicioso trabajo en La Pilarcita. Es una joven actriz, muy talentosa y con un estilo muy particular, que la hace sumamente querible. Acá ofrece una actuación magnífica, con una entrega total y con momentos de gran disfrute para la platea.

Otra mujer que tiene mucho lucimiento es Doris, Romina Padoan, la hermana de Branko, ella es linda y atractiva, tiene un novio y una vida en apariencia normal, aunque sufre por la desatención de su madre, nos gustó mucho su papel.




El lector atento,  puede apreciar que solo nombramos mujeres hasta ahora, salvo Juan, es que una de las caracteristicas que tiene la pieza, es la participación activa y estridente de las mujeres. Los hombres aparecen en un segundo plano, como acompañando, con un aire de resignación por una vida gris, que no disfrutan como debieran.

Pero falta una mujer, que debemos destacar especialmente y es la abuela Ana, interpretada magníficamente  por Pochi Ducasse, que estuvo en la función que vimos nosotros ( aclaramos esto, porque desde el elenco nos contaban​ que la abuela titular es Elsa Bloise que se esté recuperando de un golpe  ) . Que decir de Pochi, que con sus más de 80 años, la rompe con su desparpajo y esa impunidad que le dan los años, con una actuación hermosa, que nos conmueve a nosotros y a sus compañeros que la ayudan con la letra en plena función y la abrazan emocionados al final de la función. Un lujo poder disfrutar de sus caras, sus silencios y sus malas palabras, para aplaudirla de pie, por su pasión y por su vitalidad. Un ejemplo para todos  !!!

Algo larga se hizo la descripción de los personajes y aún quedamos en deuda con algunos, pero creemos que semejantes interpretaciones merecían al menos unas líneas, ya que todos componen personajes entrañables y en ellos seguro vemos reflejados a uno o màs de nuestros familiares. Además se nota que tienen una gran humildad, no hay aires de divismo en ellos, tal vez por eso resultan tan queribles.

Llega el momento de hablar de la puesta que propone Guillermo Cacace, que con una escenografía absolutamente despojada, en la que solo aparecen algunas sillas desperdigadas. Se le dá preponderancia al texto, aquí manda la palabra y la falta de ella, ya que abundan los silencios, muy bien introducidos.

Hay infinidad de recursos al servicios de la obra que podrìamos mencionar, como por ejemplo, que los actores en todo momento están a la vista del espectador, cuando no están en escena se sientan en una silla al costado, esperando su turno, mirando al espectador, midiendo sus reacciones y viviendo ellos mismos la obra, como si fueran espectadores como nosotros. Por ahí no es fàcil de explicar, hay que verlo para entenderlo, ya que la obra tiene un estilo particular y muy original, si hasta hay un narrador, que se encarga de anunciar las didascalias y acciones que los actores en vez de escenificar, se limitan a escuchar.




El director propone, una puesta mìnima e ìntima, en la cual el espectador se siente, casi dentro de la obra, la  la cuarta pared, se derrumba desde antes que arranque la función, cuando los actores ya en escena y esperando que todos se acomoden, ofrecen galletitas y hasta mates al espectador y durante la misma obra, cuando alguno de los actores hace una pregunta al público y espera su respuesta.

Cuando decimos que Mi hijo solo camina un poco màs lento, es una obra muy especial , el lector de estas lineas,  ya se habrá dado cuenta, que no exageramos en nada.

La pieza conmueve y emociona,  por su simpleza y por su profundidad, con un guión exquisito made in Croacia, un director talentoso y nuestro que propone una trama imparable, dotada de encanto y magnetismo, valiéndose de un elenco diverso que ama la obra y la representa con pasión.

Como conclusión, sin dudas, estamos en presencia, de una obra de visión obligatoria, son esas piezas que aparecen muy de vez en cuando y que dejarán una huella dentro de nuestro teatro independiente. Dentro de décadas, seguramente todos recordaremos haber sido testigos de esta verdadera ceremonia teatral, llamada Mi hijo solo camina un poco más lento.
Por eso amigo espectador, si usted todavía no la vió y es amante del teatro, creo que ya es tiempo que se suba a este tren que llego de Croacia para quedarse.


Pensador Teatral.


lunes, 12 de junio de 2017

Presidio

Sábados 17 hs en Patio de Actores ( Lerma 568 )




Dramaturgìa y Dirección de Lucio Bazzalo.

Presidio, es un producto del Laboratorio del Experimentación Teatral ( LET ), que luego de 3 años de investigación en teatro fìsico, estrena su primer espectáculo.

Hay muchísimo trabajo previo y esto se nota en la puesta, con una obra original, donde el protagonismo, no lo tiene el texto, como es costumbre, aquí manda el lenguaje corporal, es el movimiento constante de esos cuerpos el que nos habla y nos invita a reflexionar.

La acción arranca, con personas que caminan bordeando un cuadrado iluminado, se mueven como autómatas, ensimismados en sus pensamientos y repitiendo algunas palabras sueltas, que parecen no tener coherencia.




Por ese afuera, parecen robots, que caminan sin parar, todos iguales y sin escapatoria, sin poder apartarse de ese destino de enajenación, que parecen tener marcado.

Pero cuando entran a ese cuadrado, todo cambia, allí están en el centro de la escena, allí se vinculan con el otro, pero generalmente de manera sufrida, violenta, hay situaciones de rechazo, pero también hay momentos de amor, de sexo primitivo y lujurioso.
Allí adentro, los cuerpos se expresan, se golpean, se rechazan, se repelen, pero también se tocan, se besan y se aman.
Todo ocurre en ese cuadrado, el ambiente es de opresión, el vértigo,y la violencia están presente. Ese espacio, puede entenderse con la metáfora de una vida difícil que debemos afrontar, las obligaciones, el matrimonio, la paternidad. Parece que fuera una existencia que nos asfixia, como si estuviéramos dentro de una cárcel.

Pero aunque ocurran hechos desagradables, siempre hay que sonreír para el afuera, para el otro, que no debe enterarse de nuestro sufrimiento, por eso esos cuerpos exageran una mueca de sonrisa permanente hacia el exterior.

La puesta, tiene muchísima energía, la entrega y la exigencia física que tienen los actores es absoluta, están en permanente movimiento durante toda la obra, vemos cuerpos que caminan, que corren, que sufren y que gozan, pero que siempre están en movimiento, no hay tiempo para parar ni un minuto, la vida moderna, nos obliga a no parar nunca.




Encabezados por una Heidi Fauth, gran actriz,  que este año vimos brillar en Todas las Rayuelas, aquí se luce con un personaje que impresiona por su impresionante gestualidad, todos los sentimientos pasan por su rostro. Deliciosa actuación.

Que decir de Gisel Gainsborg, componiendo magníficamente, un ser andrógino que realmente impresiona y atemoriza. Ademas de actuar, está a cargo de las coordinadas y trabajadas coreografías que presenta la pieza.

Martina Federica Medaña, es energía y sensualidad, su cuerpo tiene mucha carga sexual y se encarga de manifestarlo, sola o con Rodrigo Martìnez Frau, el único hombre de la trama, musculoso y con una expresividad para destacar, es otro de los que se luce mucho en escena. Además, ambos, son los hijos de esos padres, que no se llevan bien.

Los cuatro protagonistas están más que a la altura del enorme desafío que representa la obra y donde deben ostentar un estado físico admirable, para responder a una trama exigente que no les ofrece tregua.




La puesta en un teatro, muy cómodo como Patio de Actores, es estridente y tiene un tinte fuertemente futurista, con un diseño lumínico que se destaca, al igual que la música original de Alejandro Kauderer y un vestuario donde predomina el blanco, todos recursos puestos en beneficio, de esos cuerpos, que deben lucirse y ser protagonistas.

En conclusión, un verdadero privilegio, poder ser testigos de propuestas innovadoras, como la que propone Presidio, que decide romper con lo convencional y apostar a algo distinto, a un teatro físico , donde el  lenguaje corporal es el medio de expresión, haciendo llegar un mensaje a través, de esos cuerpos alienados y prisioneros de una realidad que nos abruma. Al ser una pieza para mentes abiertas, proponemos al espectador, que vea la obra, evaluar si coincide con nuestro punto de vista y con ese mensaje que nosotros percibimos.

En lo personal, la satisfacción que lleguen a escena, espectáculos que tienen tanto trabajo previo de investigación y ensayos, consiguiendo que el resultado final sea una obra como Presidio, dotada de una exquisita riqueza visual y artística, que sin dudas, aporta un toque de distinción a nuestra nutrida cartelera teatral.



Pensador Teatral.



Cactus Orquidea

Sàbados 20 hs en Teatro Anfitrión ( Venezuela 3340 )




Dramaturgía y Dirección Cecilia Meijide.

Teníamos muchas expectativas en ver Cactus Orquidea, una obra del off, que lleva cuatro temporadas en cartel, algo que muy pocas piezas consiguen. Generalmente a las obras del teatro independiente, se les hace difícil, permanecer más de una temporada, pero en este caso la obra producida por el grupo teatral El Ensamble Orgánico, ya transita su 4to año consecutivo en el horario central de los sábados en un teatro como el Anfitrión, que siempre acostumbra a ofrecer muy buenas propuestas y el enrome mérito, es que lo logra sin ninguna publicidad, sólo se  nutre, con el boca a boca de los espectadores, que ven la obra y la recomiendan, esa manera, amigo lector, es la fórmula mágica, que provoca que una obra del off, logre mantenerse en cartel.

Con esta expectativa, nos dispusimos a ver la obra y a tratar de descubrir cual era el secreto, del éxito de Cactus Orquidea y ver si coincidíamos con la mayoría, que nos daba excelentes referencias de la obra. Sabrán ustedes que muchas veces, nos recomiendan una película, nos dicen, es buenísima, infalible, te va a encantar y cuando la vemos, no nos gusta tanto y nos desilusionamos.

Pero bueno, despejemos la duda, acá eso felizmente no ocurrió, nos encantó Cactus Orquidea, una pieza deliciosa, una historia entrañable o varias, ya lo explicaremos, de esas que podemos recomendar a todo público, porque no hay dudas que gustará.

Estamos en presencia de una obra coral, para que el que no conoce el término, les contamos que se denomina coral a la pieza que presenta varias historias y personajes, que transcurren en paralelo, por separado,  y que recién se conectarán en el final. Generalmente es un género, que vemos en el cine, ya que hacerlo en el teatro, es muy complejo, porque entre otros factores, se necesitaría contar con muchos decorados,  pero bien, aquí el talento de la directora y de su grupo de actores, logra plasmar la idea,  de una manera admirable.






La historia principal, arranca con un escritor en un bar, que intenta escribir una novela, pero le cuesta inspirarse, justo a ese bar, ingresa una chica muy risueña con una plantita en la mano ( será la cactus orquidea ?? existe esa planta de nombre tan raro ??? ) . Ese encuentro casual y la pregunta simple de saber que hace con esa plantita, servirá como disparador y mágicamente, aparecerán diversas historias, naciendo entrañables personajes, para el deleite del espectador, que sin dudas se zambullirá en estas historias simples, que lo atraparán por su cercanía y por su belleza.

No vamos a relevar mucho, solo contar que las historias, girarán todas en torno al amor, a la búsqueda del ser amado, al dolor por el amor perdido y a la soledad, todo un símbolo de esta época.
Y también nos hablarán de Buenos Aires, de sus bares, sus rincones escondidos, sus barrios, realmente es muy rico y con un aire porteño, el guión escrito por Meijide.

Sin temor a equivocarnos, podemos decir que uno de los factores del éxito de la pieza, radica en su elenco joven y talentoso, que compone una gran cantidad de personajes y lo hacen mucha pasión y compromiso, algo que sin dudas se nota y les agrega valor.

Lucas Avigliano, es Isaías el joven escritor, que arranca la historia en un bar, tratando de escribir la novela, pero también es el Peque, el ayudante memorioso de Boris en la ferretería, en un personaje que cautiva a todos, por su bonhomía.

Ignacio Bozzolo, es ese Boris que mencionamos, el barbado de antepasados rusos que tiene una ferretería en Flores y que extraña a su mujer fallecida hace unos años, un papel entrañable.



Laila Duschatzky, es Imelda, la atractiva chica que entró al bar con la plantita y que trabaja en el Museo de Bellas Artes. Su hobby es enamorarse de los turistas que visitan el museo, una buena forma de no hacerse novios duraderos. Deliciosa su actuación, fresca y siempre con una sonrisa.

Gastón Filgueira Oria, es Denzel, empleado bancario, que se encarga de aclarar a todo aquel que le pregunta que nada tiene que ver con el actor de Hollywood, o si tiene que ver ???  Un actor,  al que ya vimos lucirse recientemente en En el Columpio y aquí vuelve a hacerlo.

El quinteto se completa con María Estanciero, ella viene de México y es camarera en un bar, suele estar de mal humor, solo la sacan de ese estado, las plantas y Frida Kahlo, su personaje favorito.

Como mencionamos antes, nombramos solamente alguno de los personajes que representar estos actores, ya que desdoblan varios.Es todo un desafío, poder representar tantos personajes, la obra los pone a prueba y finalmente permiten que se luzcan y mostrar su versatilidad y sus condiciones. .

La puesta tiene muchos aspectos para destacar, tal vez el principal, sea el original y magnífico diseño escenográfico creado por Javier Drolas y Soledad Ruíz Calderón, que son los que permiten que la idea de la directora, de crear una obra coral, puede llevarse a la práctica. Lo logran, permitiendo que los mismos actores, levantando y plegando paneles del piso, puedan crear los muebles y los espacios escénicos que la trama va pidiendo, así aparecen y desaparecen mesas, bares, la ferretería, el museo, etc. También se trasladan marcos de puerta o de ventanas para estas creaciones. Hay que verlo para entenderlo bien  pero es otra excelente muestra, que no siempre hace falta una gran suma de dinero para crear escenografías, muchas veces con ingenio y mucha creatividad como en este caso, se consiguen resultados excelentes.




Algo que no dijimos, los actores a su vez son los tramoyistas ( hasta aparecen ataviados con guardapolvos negros para la labor ) , además son los que suben y bajan las luces o ponen la música cuando alguna escena lo requiere , todo esto a la vista del público. La directora explica que quiso hacer una obra sincera, donde los artificios se ponían en evidencia, sin engañar al espectador, que puede notar todos los movimientos que se requieren.
Hay que destacar el vestuario, tantos personajes, requieren muchísimos cambios de vestimenta y hacerlo muy rápido, hay también algunos objetos, muy particulares creados para la ocasión, que enriquecen la puesta, vamos a mencionar solo al pajaro Solaris, al que descubrirán cuando vean la pieza.

Con todo lo que contamos, ya pueden darse una idea, sobre las múltiples razones, por los que la obra se mantiene vigente hace años, llenando la sala, sábado a sábado. Confluyen un guión delicioso, historias de amor cotidiano, llevadas adelante por actores jóvenes y talentosos que dan vidas a personajes entrañables, en una puesta bella y muy ingeniosa que propone la directora, para darle el merecido marco a la obra.

Como conclusión, Cactus Orquidea es una hermosa obra del off, cálida y sensible, que recomendamos y que sin dudas merece verse. Como dijimos al comienzo, una obra del off, se mantiene en el tiempo, por el boca a boca, espectadores que la ven y que la recomiendan a sus conocidos..
Por eso sea uno más del eslabón, primero regalese una linda noche de teatro viendo la obra, aplauda a este grupo de actores y luego recomiende la obra, que sin dudas, sus amigos se lo van a agradecer.


Pensador Teatral.