martes, 14 de noviembre de 2017

Cronología de las Bestias

Viernes 21 30 hs en Teatro Timbre 4 ( Boedo 640 )





Dramaturgia y DIrección de Lautaro Perotti.

Una obra fuerte y potente la que nos presenta Lautaro. Una pieza donde el suspenso, las situaciones violentas y la tensión acompañarán al espectador desde el primer instante.

Este año disfrutamos mucho viendo a Lautaro Perotti, descollando con actuaciones superlativas en Próximo y Tebas Land, que fueron sin dudas, de las mejores obras que nos ofreció el teatro independiente en el 2017.

Y teníamos ganas de verlo con autor y director, en esta pieza que mucha gente nos había recomendado y ya podemos decirlo, estamos contentos de haber seguido las recomendaciones ya que la propuesta ofrecida es realmente muy valiosa.




El mismo autor, revela que con Cronología de las Bestias, quiso indagar en el compromiso que mucha gente asume con la mentira. Es decir, como en muchas ocasiones las personas en vez de querer ir en búsqueda de la verdad, prefieren aferrarse a situaciones que saben son falsas y todos sus comportamientos irán en dirección de sostener esa mentira, a sabiendas que la verdad será seriamente afectada-

Lautaro para esta obra se inspiró un caso policial ocurrido en los Estados Unidos, donde una persona retornó a su hogar después de diez años de ausencia, cuando su familia lo creía muerto y si instaló en la casa, sin cuestionarse, ni ser cuestionado. Al cabo de un tiempo, tras los resultados del ADN se descrubrió que era un farsante y no era la persona buscada.

Esa noticia fue la disparadora del proceso creativo, adicionalmente en su cabeza siempre rondó el interrogante sobre situaciones donde el compromiso con la mentira llega a su clímax, como en los casos de los nietos desaparecidos, donde los padres adoptivos pueden convivir con sus hijos, sabiendo con certezas y secretamente que no son padres naturales y en algunas situaciones, sabiendo quienes fueron los asesinos de los padres biológicos, situaciones en las obviamente nunca querrán indagar.




Ya por lo indicado, pueden intuir en presencia de una obra profunda y compleja, que no tiene una construcción lineal, hay idas y vueltas en el el tiempo, algunos flashbacks, por eso, en este caso,  conocer las motivaciones que llevaron al autor escribir la historia, es una muy buena ayuda para comprender mejor y tener mejores recursos, para ir armando ese rompecabezas, con las piezas y pistas que en forma magistral,  la obra va ofreciendo a los espectadores, a medida que la trama se va desarrollando.

La historia que nos cuenta Cronología de las Bestias, se centra en la historia de una familia destrozada por la misteriosa desaparición de un hijo que tenía 14 años. La familia lo buscó en forma desesperada, sin tener noticia alguna,  y 13 años después cuando ya nadie tenía esperanzas de hallarlo con vida, Beltrán ( Andrés Ciavaglia ), ese hijo que había faltado por tantos años, retornaba a su casa en forma misteriosa.

El inicio de la obra, es con ese un muchacho de mirada asustada, sucio y con sus ropas rotas, que es descubierto en la casa, escondido tras un sillón,  con un revolver en la mano.

Lo descubre con estupor,  la Tìa Celia ( Adriana Ferrer ), quien llama de inmediato a su hermana, Olinda ( Silvina Sabater ),  que es la madre de Beltrán. ( misteriosamente no hay un nombre de pila del muchacho, solo ese apellido )





Al rato llegará el primo César ( Julian Krakov ), algunos años mayor que Beltran y compañeros de juegos cuando eran chicos.
Completarán la escena el cura del pueblo ( Juan Manuel Casavelos ) que llega a la casa, para tratar de aportar tranquilidad, ya que mucha gente del pueblo se llegó a la puerta de la casa, enterados de la inimaginable aparición del niño desaparecido, que ahora era ya un hombre.

Cuando dijimos que la obra era de suspenso, no exageramos en nada, la trama nos irá acercado pistas a medida que avanza el desarrollo de la obra, para que nosotros vayamos armando el rompecabezas de esta dramaturgia precisa y tan bien construida que presenta la obra.

Al estar en presencia de un thriller de mucho suspenso, no queremos revelar lo que el espectador irá descubriendo, solo adelantar que veremos una familia muy particular, que tiene varios secretos guardados bajo siete llaves y donde cada personaje parece esconder hechos siniestros de su pasado. Y por más que quieran mostrarse como una familia normal, queda claro que no lo son.
Hasta ahí llegamos con lo que contamos, ya que la pieza tiene muchas sorpresas preparadas y el género de suspenso que presenta la obra, nos disuade de seguir revelando datos.

Además de la dramaturgia que ya hemos elogiado reiteradamente, el texto logra llegar al espectador con crudeza y y un vértigo que debemos resaltar, gracias a las excelentes actuaciones que presenta la obra, con un elenco que se nota absolutamente compenetrado con la historia.





La actuación más destacada en nuestra opinión, es la de Andrés Ciavaglia, como Beltrán, el hijo perdido que vuelve con un aura enigmática que impresiona. Su mirada asustada, sus posturas corporales que denotan miedo y tensión, lo asemejan a un animal acorralado, Muy bien llevado, ese silencio y ese andar retraído, que arrastra en toda la trama. Una interpretación magnífica la de Andrés, que compone su personaje en forma magistral.

Es también de excelencia las interpretaciones, que ofrecen las hermanas Adriana Ferrer como Celia y Silvina Sabater como Olinda. Tienen un relación muy particular entre ellas, sobre una superficie de presunta normalidad, se nota que tienen muchas cuentas pendientes entre ellas y el rencor es la ley que rige su fraternal relación. Ambas tienen una veta bestial escondida en su personalidad, Celia es más verborrágica y Olinda más reservada, pero las dos demuestran fuerte carácter y desequilibrios emocionales muy evidentes. Gran labor de estas dos actrices con tanto recorrido en el teatro off, dando vuelo a personajes que no son sencillos, ya que esconden mucho más de lo que muestran.

En la misma sintonía está, Julián Krakov, como el primo Julián, otro personaje enigmático, se nota con facilidad su carga de violencia, tanto verbal, como física, siempre dispuesta a aparecer. Tiene una relación muy particular con su tía Olinda, que provoca mucha tensión en la casa.

Y por último mencionar a Juan Manuel Casavelos, como el cura del pueblo, es el personaje ajeno a la familia, busca ingresar en la intimidad de la misma, para tratar de descubrir algunos de sus secretos, pero sin que les digamos nada, ya pueden imaginar que suerte correrá en ese intento.




Como vemos son cinco actores, que se unen para darle forma a la historia y a esa atmósfera de tensión, suspenso y violencia, que requiere el texto, algo que se logra gracias a su pericia.

La puesta tiene muchos puntos a resaltar, en primer lugar el aprovechamiento integral que se hace de esta mítica sala del Timbre 4, donde los personajes desarrollan escenas paralelas, hablando en el patio, encerrados en el baño o escaleras arriba. Hay un muy buen diseño escenográfico de Eduardo Perez Winter, simulando la casa de familia,  del que destacamos ese sillón, ubicado de espaladas al público, donde los protagonistas se sientan metafóricamente dando la espalada a la verdad.

En definitiva, estamos antes una original y jugada  propuesta, un trhiller donde el suspenso y la tensión, arrancan en la primera escena y se mantendrán hasta el final. El espectador asiste con una mezcla de fascinación e incomodidad, al desfile de hechos que ofrecen estos personajes misteriosos y oscuros, que harán los posible para que la acción transcurra, pero sin perder de vista  una premisa, la verdad siempre se debe mantener oculta.

Nos gustó mucho Cronología de las Bestias, confluyen, una dramaturgia inteligente, actuaciones superlativas y tensión permanente. Recomendamos que vea la obra con los ojos muy abiertos, para tratar de descubrir que siniestros secretos se esconden en el seno de esta familia bestial, que de normal, solo tiene la apariencia.



Pensador Teatral.



domingo, 12 de noviembre de 2017

Amanda y Eduardo

Miércoles 21 hs en El Tinglado Teatro ( Mario Bravo 948 )





Dramaturgia de Armando Discepolo y Dirección de Marcelo Zitelli.

Amanda y Eduardo es una de las obras menos conocidas de Armando Discépolo, reconocido dramaturgo, creador del grotesco criollo y autor de obras clásicas de nuestro teatro como Stefano, Babilonia y El Organito, por citar solo algunas de ellas.
Familia de artistas, no confundir a Armando, el mayor de los Discépolo, con su hermano Enrique, más conocido como Discepolín, poeta y compositor de tangos, con temas que hicieron historia como Cambalache y Cafetín de Buenos Aires.

Pero vayamos a la obra que nos convoca, escrita en 1931, mantiene una vigencia que por momentos asombra. La obra nos habla de amor y del dinero, de como la pasión y el deseo pueden quedar postergados ante un interés económico, poniendo el foco en esta realidad, desde la mirada femenina.. Son varios, los que señalan que esta obra de Discépolo, tiene muchos puntos en común con Casa de Muñecas de Ibsen y creemos nos les falta razón para pensarlo.




La obra ambientada en el Buenos Aires del 30´, cuenta la historia de Amanda, una bella mujer, de infancia humilde, que pudo mejorar su posición económica y la de su familia, gracias a ser la "querida " de Don Camilo, un estanciero mucho mayor que ella. Era una unión por conveniencia, gracias a ella Amanda vivía una vida repleta de lujos, sin privaciones, pero no había pasión, ni amor verdadero en esa pareja, era una convivencia vacía de afecto,

Las cosas se complican, cuando Amanda conoce a Eduardo, un joven periodista de su misma edad, del que se enamora perdidamente. La atracción es mutua, Eduardo no puede resistirse al encanto de esa refinada y hermosa mujer. Pero la relación no era sencilla, ambos estaban comprometidos, ella con el estanciero y el periodista casado con la bella Elena, una mujer de sus casa, que lo quería con locura y nunca hubiera sospechado que su esposo podía serle infiel.

Que no eran libres era un problema, el otro y tal vez el mayor era que Eduardo era pobre, en realidad trabajaba, pero no le sobraba un peso. como para darle a Amanda,  la vida a la que estaba acostumbrada. Ella estaba dispuesta a renunciar a su vida actual, de lujos y derroche, para rehacer su vida, con un hombre al que verdaderamente amaba.




La tormenta se desata, por los de afuera, porque muchas veces dos personas pueden amarse, pero el entorno, les pueda jugar en contra en la relación. En el caso de Amanda, Doña Flora su madre, no estaba dispuesta a renunciar al buen pasar, que le permitía la relación de su hija con el estanciero. Ya habían tenido una infancia pobre y de ninguna manera quería aceptar, volver a aquella humilde realidad, habían subido de clase social y eso tenía un valor capital para ella. Y en el caso de Eduardo, no le sería tan sencillo, dejar a su mujer, que ingenua y cariñosa, seguía apostando firmemente a la relación con su amado esposo.

No contaremos más, mantendremos el suspenso, para que el espectador cuando vea la obra, descubra, si finalmente los deseos de Amanda de apostar por su amor, sin importarle el dinero, llegaran a buen puerto o si por el contrario, triunfarían,  finalmente las demandas de su familia, encabezadas por una madre muy interesada.

La puesta tiene una muy buena dinámica y mantiene en todo momento el interés del espectador, algo muy valorable, ya que la obra es generosa  en cuanto a su extensión, dura dos horas, cuando el teatro independiente por lo general ofrece piezas muco más cortas. Esta duración, permite una buena construcción de la historia y un muy buen recorrido a los personajes.





Hablando de ellos, es hora ya de destacar los excelentes trabajos actorales que presenta la obra. El proyecto fue iniciado por Marcelo Zitelli, que tomó la propuesta del grupo de actores del curso de Entrenamiento del Laboratorio de Teatro, la escuela que dirige junto a Lizardo Laphitz, Primero completó el elenco y luego de nueve meses de arduos ensayos, pudieron estrenar.

Realmente nos sorprendió, ver tan buenas actuaciones, de actores que en su gran mayoría están dando sus primeros pasos en la actuación, algo que no se notó para nada.
Son ocho los actores en escena y la buena factura de las interpretaciones, merece que hagamos mención de alguno de ellos.

Arranquemos por Laura Cañón, ella es Amanda, que cumple una gran actuación, estando realmente a la altura de las exigencias que presenta la pieza y su protagónico. Con su esbelta figura y una gran presencia escénica, demuestra haber sido una gran elección para el rol principal. Amanda con una determinación  y un carácter dominante, poco  común  en esos años, se vale de su belleza, para despertar las pasiones de varios hombres de la historia. Destacamos su gestualidad y los cambios de ánimo, que presenta en los diferentes estadios que presenta su personaje a lo largo de la trama, mostrando por momentos una personalidad arrolladora y en otros momentos siendo una mujer apasionada y sentimental. Una gran actuación la de Laura.




El otro gran protagonista es Fernando Arsenian, como Eduardo, el que despierta el amor de Amanda, con mucha pericia dá vida a un hombre que divide su amor entre dos mujeres, ya que indudablemente le cuesta abandonar a su abnegada esposa y debido a esto entra en un callejón del que le costará salir. Mucho aplomo y pasión, para representar su papel. Muy bueno su trabajo.

Es turno de nombrar a Mirtha Oliveri, ella es Doña Flora, la madre manipuladora de Amanda, pudiendo pecar de ser injustos, constituye para nosotros la mejor actuación de la noche. Con gran histrionismo, dá vida a un personaje enérgico e incansable, que con mucha astucia y una enjundia admirable, luchará sin tregua, por conservar su status social, sin importar lo que deba hacer para lograrlo. Una interpretación superlativa la de Mirtha, festejadísima por el público, por su gracia y su encanto.

Otra mujer que se destaca y mucho es Muriel Mahdjoubian, ella es Elena, la bella esposa de Eduardo, un atractiva y sufrida mujer, que resignó todo por su marido, hasta tener un hijo por no querer molestarlo. Nunca hubiera esperado ser traicionada. Con mucho sentimiento, compone un personaje sensible y que empatiza mucho con el público. Nos gustó mucho el trabajo de Muriel.





Roberto Scandizzo, es el señorial Don Camilo, un personaje con gran porte, elegante y muy querible, muy bien ambientado en esos años 30. Exquisita su actuación,

Ayelén Garaventta es la discreta y confidente ama de llaves, que tiene muchos momentos  de lucimiento, Martín Córdoba es el hermano menor de Amanda y Federico Shortrede es Leonardo, otro millonario interesado en Amanda, para conservar el suspenso, no contaremos más de su personaje.

Se hizo larga la descripción, pero la labor realizada por este grupo de actores merecía su reconocimiento, tanto por los trabajos individuales, como por el conjunto. Evidentemente hubo una buena elección del director del elenco y es acertada su conducción, ya que el elenco es numeroso y la obra además de ser extensa, tiene muchas exigencias.




La puesta tiene muchos puntos altos para destacar, arranquemos por la música en vivo de Martín Alfredo Martínez, que con su bandoneón, aporta muy bellos acordes tangueros, que ambientan en gran forma la obra. Muy destacable la bella realización escenográfica a cargo de Camila Tomietto, dividiendo el espacio escénico en tres, para representar diversos ambientes en forma simultánea, lo que le otorga mucha dinámica a la puesta. Excelente el vestuario de época de Celina Barbieri, aportando mucho glamour, con los vestidos largos de Amanda, los sombreros de Flora y los elegantes trajes de los hombres.
En definitiva, son muchos los recursos puestos al servicio de la pieza y todos juntos son una suma de detalles, que enriquecen mucho la puesta.






En definitiva, estamos en presencia de una muy buena propuesta, que nos sorprendió muy positivamente, una obra escrita hace más de 80 años, que tiene gran vigencia, que nos habla del amor, del dinero, de las relaciones por interés y como muchas veces, las mujeres son vistas como objetos de colección por muchos hombres adinerados.

Celebramos que se haya rescatado esta interesante obra de Discépolo, una historia fuerte que habla de amores prohibidos, de traiciones y de mandatos familiares, con la mujer como gran protagonista, en una puesta cuidada, con actuaciones que destacamos por su factura y compromiso.

Recomendamos Amanda y Eduardo, pieza para reflexionar y disfrutar, en un moderno y confortable teatro como El Tinglado, que una vez más presenta una propuest alto nivel artístico. El prolongado aplauso con que el público premia a los protagonistas al término de la función, es un claro indicador, de la hermosa noche teatral vivida.


Pensador Teatral.


martes, 7 de noviembre de 2017

El Mar de Noche

Viernes 23 hs y Domingos 18 hs en Apacheta Sala Estudio ( Pasco 623 )






Dramaturgia de Santiago Loza y Dirección de Guillermo Cacace.

Un texto emotivo y profundo el que nos presenta Santiago Loza, a esta altura, convertido en un verdadero especialista en escribir unipersonales ( este año disfrutamos de Todas las Canciones de Amor obra se su autoría y mágicamente interpretada por Marilu Marini ).

En esta oportunidad, para escribir El Mar de Noche, Santiago se inspiró en dos textos, De Profundis de Oscar Wilde y Muerte en Venecia de Thomas Mann, pavada de autores, logrando una pieza plena de sensibilidad y poesía.





Este gran texto llegó a manos de Guillermo Cacace, al que vimos lucirse en forma notable como director, en Mi Hijo Solo Camina un Poco más Lento, la obra croata, que lleva cuatro años en cartel, con un éxito increíble, llenando Apacheta que es su segunda casa, en las cuatro funciones semanales y transformando a esta pieza, en uno de los fenómenos del off de los últimos años.

En Mi Hijo Solo Camina ..., hay una superpoblación de actores en escena y el movimiento es una de las claves de la puesta. En este caso y en forma diametralmente opuesta, hay solo un protagonista en el escenario, ocupando un espacio muy pequeño del mismo y permaneciendo inmóvil gran parte de la obra, lo que significa un enorme reto.

Repasemos entonces, tenemos un texto muy rico, un director talentoso, restaba algo fundamental, encontrar al protagonista para encarar este gran desafío, de estar solito en el escenario, representando este monólogo profundamente dramático. Y el elegido, fue nada menos, que Luis Machín, un actor de enormes condiciones, que asume el desafío de afrontar su primer unipersonal, a esta altura de su carrera, donde ya encontró la madurez artisitica.





Encaró este trabajo, en forma particular y sin apuros, trabajando el proyecto por más año y medio, teniendo abierta la posibilidad de abandonarlo, si no les gustaba lo que iban viendo, algo que aquí aconteció, ya que se logró un gran producto final.

Digamos brevemente de que trata la pieza, en la misma vemos a un hombre profundamente abatido, sentando en un sillón en la habitación de un hotel de una ciudad balnearia que no se nombra. Se lo nota desolado, ha sido abandonado por su amante, un bello joven, varios años menor que el.

El hombre ha sufrido un desengaño amoroso, que lo golpeó sin piedad, lo derrumbó por completo, vemos los despojos de este hombre, que se siente vencido, sin ganas, ni fuerzas. Sabe que en el amor se gana y se pierde y el perdió. No hay esperanzas, ni futuro en el horizonte, nada puede mitigar ese inmenso dolor que se siente y que lo está consumiendo lentamente.

Está solo y paralizado, sus palabras evocan ese amor que fue algo pletórico y que ya no volverá. El desánimo y la desolación invaden el ambiente, mientras de fondo oye el ruido lejano de ese mar en la oscuridad de la noche.




Digamos ya que la actuación de Luis Machin es extraordinaria, su manejo escénico es brillante, se nota que disfruta enormemente su interpretación, manejando los tiempos de manera perfecta, es un placer ver la forma en que entona cada palabra, sus silencios, la mirada vacía, ese dolor contenido y los mínimos movimientos que logra realizar con gran esfuerzo, ya que el dolor, sin dudas parece paralizarlo literalmente.

Un trabajo admirable el de Luis, al que vimos lucirse en infinidad de papeles, pero aquí en un papel totalmente diferente, está solo en el escenario,  ejerciendo todo su poder como actor y pudiendo mostrar todo su bagaje técnico, en una actuación soberbia, que conmueve.

La escenografía es despojada, solo un sillón, una copa de agua, un sombrero y un par de zapatos, el vacío y la oscuridad, invade el escenario, potenciando la soledad que siente aquel hombre. La luz tenue y la música de fondo, acompañan esa atmósfera melancólica, que requiere el libro.
Una puesta austera en recursos la que plantea el director, que causa muy buen efecto, ya que realza la interpretación de ese hombre, que está absolutamente solo en escena y en el mundo.

En definitiva, estamos en presencia de una pieza de una enorme sensibilidad, una obra que nos habla del desamor, de como un desengaño amoroso, puede llevarnos a un estado de dolor y abatimiento, que nos hace tocar fondo y que nos quita todas las ganas de seguir adelante.





El Mar de Noche, es una pieza intensa, dolorosa, que nos muestra un hombre sin fuerzas, que susurras sus últimas palabras y apila sus recuerdos, a sabiendas que le queda poco camino por recorrer.

Una obra excelente, en la que confluyen un texto inteligente, un director que tiene las ideas muy claras y  un intérprete de lujo, como el enrome Luis Machín, que nos brinda una clase magistral de teatro.

El silencio absoluto con el que el público sigue el desarrollo de la pieza, denota la admiración y la compasión que siente el público, por ese actor que domina la escena con un oficio admirable, quedando grabado en nuestras retinas,  ese final con los espectadores de pie, ofreciendo una ovación y un aplauso emocionado y prolongado, siendo este un un merecido reconocimiento por la gran velada de teatro vivida.


Pensador Teatral.

lunes, 6 de noviembre de 2017

De los Héroes que no Aterrizan en las Islas de los Cuentos

Jueves 21 hs en Beckett Teatro ( Guardia Vieja 3556 )





Dramaturgia y Dirección de Pilar Ruiz.

Un texto rico y conmovedor de la joven y talentosa dramaturga Pilar Ruiz, que se remonta a la Argentina de 1980, para contarnos una historia de amor muy especial, la de Julio ( Juan Tupac Soler ) y Cecilia ( Verónica Cognioul Hanicq ), dos jóvenes que se conocían de la infancia y que además de ser novios, tenían pasión por la música, compartiendo con otros amigos una banda de rock.

Hasta ahí, podía ser la historia de amor, de dos jóvenes cualquiera, pero el país en esos años atravesaba una nefasta dictadura, que entre otros desaciertos, cometió uno imperdonable, como embarcarse en una guerra contra un país poderoso como Inglaterra, por nuestras Islas Malvinas, en un intento desesperado por dar un golpe de efecto, que salvara a un gobierno que se caía a pedazos.






No vamos a analizar aquí los temas políticos, que pueden llevar a un país a una guerra, pero no hay dudas que cualquiera sea la razón que se invoque, fue una verdadera locura, emprender una lucha armada y una canallada enorme, que a esa guerra, hayan tenido que viajar jóvenes conscriptos, sin ninguna instrucción, que fueron verdadera carne de cañón, utilizada para tratar de satisfacer las aspiraciones trasnochadas de la junta militar que detentaba el poder en aquella época.

Volviendo a la obra, contamos que Julio, era un adolescente normal, profesor de literatura, sus días pasaban entre las aulas, enseñando a sus alumnos, leyendo cuentos, tocando rock en el tiempo libre y compartiendo momentos felices con su novia.

Pero una mañana todo iba a cambiar, recibe un llamado a su casa, que lo dejó atónito, debía presentarse en el cuartel, ya que viajaría  junto con muchos otros jóvenes, rumbo al Sur, para ser parte de una guerra absurda. Sabiéndolo o no, que muchos de ellos, emprenderían ese viaje de ida y nunca harían el de vuelta.





Qué tenía que ver Julio con la guerra ??? Nada. Sus únicas armas eran sus libros y su conocimiento. Nada lo relacionaba con las armas o con la muerte y sin embargo lo obligaban a ponerse el uniforme de combate.
Desesperado llamó a su novia Cecilia, siendo esta su última esperanza, el padre de ella, militar de profesión,  tal vez podía quitarlo de la lista. Pero ya era demasiado tarde ...

Su suerte estaba echada y Julio tuvo que ir a la guerra, a esa guerra que tan ajena le resultaba. Y se fue enojado, por tener que dejar su vida en Buenos Aires.

La obra arranca, con la vuelta de Julio a su casa, pese a que llegaron confusas noticias de que habìa caído en combate, fue uno de los sobrevivientes , uno de los afortunados, que pudo volver a casa y ser uno de esos llamados " héroes ", que defendieron a la patria en el gélido Sur.




Cecilia estaba feliz y fue corriendo a su casa a verlo, su amor había retomado y podían volver a ser la pareja inseparable de antes. Pero Julo no era el mismo. Estaba raro.Porque estaba tan frío y distante ??  Había realmente regresado a casa ?? Su cuerpo había vuelto, pero su mente volvió con el o se quedó en el Sur ??  Los interrogantes eran muchos y el regreso en ese comienzo, no era el soñado.

La dramaturgia está magníficamente construida, ofreciendo un texto pleno de sensibilidad, con un relato que llega al corazón del espectador y en esto, ademas del libro,  hay gran mérito, en la dupla protagónica que se eligió para la ocasión.

Nos referimos a Juan Tupac Soler, un joven actor de enormes condiciones, el mismo que brilla en Mi Hijo solo camina un poco más lento. aquí encarna a un joven ex combatiente que volvió transformado de la guerra. Una composición magnífica, se lo nota perdido por momentos, a veces cariñoso, otras asustado y en ocasiones agresivo. Ni él,  se reconoce a si mismo, sabe que esta vuelta a casa no es sencilla y tiene dudas sobre si realmente su mente podrá regresar. Un enorme trabajo el de Juan, creando un personaje frágil y perturbado psicológicamente. Se lo nota aturdido, confundido, pero tiene una certeza, si hay algo que sabe, es que no es un héroe, lo irrita que los llamen así, el es un pobre chico que como muchos otros, fueron obligados a combatir en una guerra que les era ajena y que nunca hubieran elegido.. Enorme composición de Juan, un actor que nos encanta y que con este tipo de trabajos, demuestra tener un futuro sin techo.






Si bien Juan, se lleva los grandes elogios, no debemos ser injustos con Verónica Cognioul Hanicq, la otra gran protagonista de las historia, que tiene un gran desafío, ya que tiene que contener a un amor que la rechaza y la trata con frialdad, en vez de retribuirle cariño. La empatia de Verónica con el público es absoluta, todos hacemos esfuerzos, para que pueda reconquistar a su amor. Compone un personaje sumamente querible, que conmueve por su amor, su paciencia y su entrega incondicional, por ese novio que en vez de amarla, parece juzgarla y rechazarla.
Un personaje muy sufrido el de la bella Verónica, que resuelve en gran manera el desafío que le impone el texto y la directora para su papel, con frescura y sensibilidad a flor de piel.

Además de los muy buenos trabajos individuales, se nota que hay mucho trabajo y ensayo previo, los dos tienen momentos de lucimiento personal, con sendos monólogos que dejan sin aliento. Verlos en escena, dejan claro que la guerra, no solo afecta a los que deben ir a ella. Los que se quedan acá, sufren mucho también, por la ida del ser querido, por no tener noticias y por el miedo de que ese ser querido no regrese nunca o si lo hace, vuelva con secuelas.

La puesta es realmente íntima, en la bella y cómoda salda del Beckett, el espectador se siente testigo privilegiado de esta historia de amor, hay muy buen diseño de luces y un magnífico diseño escenográfico de Eliana Itovich, con esa habitación toda blanca, con paredes cubierta de todo tipo de objetos personales de Julio, blancos también, que parecen mudos testigos, de una vida detenida en el tiempo.
Como dijimos, De los Héroes que no Aterrizan en las Islas de los Cuentos, es otra excelente propuesta que nos ofrece nuestro teatro independiente, mostrando en forma muy clara, los horrores de la guerra y como las vidas de las personas pueden cambiar radicalmente, ya que las secuelas físicas y mentales que dejan en aquellos que involuntariamente debieron transformarse en soldados, son cicatrices, que aunque pasen los años nunca van a desaparecer.

Una obra aleccionadora, que nos recuerda las atrocidades de una época nefasta de nuestro país y de una guerra infame. Es un placer, observar la aparición de esta nueva camada de autores, como el caso de Pilar Ruiz, que se atreve a tomar estos temas, tan sentidos, para nuestra memoria colectiva y logran llevarlos al escenario, sin golpes bajos, con una altura y una sensibilidad que debemos destacar.

No se pierdan esta pieza, disfrutarán de un texto exquisito, de magníficas actuaciones y sin dudas se conmoverán con este relato, que lamentablemente es muy real y nos recuerda una de las páginas más tristes de la historia contemporánea de la Argentina-.



Pensador Teatral.

martes, 31 de octubre de 2017

Nerium Park

Domingos 17 hs en Teatro Timbre 4 ( Boedo 640 )





Dramaturgia de Josep María Miró y Dirección de Corina Fiorillo.

Teníamos pendiente ver Nerium Park, obra que a priori, cumplía con todos los requisitos para ser una obra que dejara huella. Se reunieron para el proyecto, el autor catalán Josep Miro, al que conocimos en Buenos Aires, por la inquietante y movilizadora El Principio de Arquìmedes y  la directora teatral del momento en Argentina, nos referimos a Corina Fiorillo, la primera mujer en ganar el ACE de oro en esa categoría, sinónimo de éxito y calidad,

Ya de entrada, con estos dos nombres, tenía que surgir algo bueno y si a ellos sumamos la convocatoria a una dupla protagónica, conformada por Claudio Tolcachir y Paula Ransenberg, no teníamos dudas, que estaríamos en presencia de una obra excelente y realmente se han cumplido todos los pronósticos auspiciosos.

Nerium Park es una de las mejores piezas estrenadas este año, en nuestra nutrida cartelera teatral. Que nos lleva a afirmar esto ?? En primer lugar, el muy buen guión, que se nos presenta, un verdadero trhiller psicológico, poniendo en foco en la relación de pareja que tienen Nacho y Victoria que arranca muy fuerte y con el correr del tiempo se irá degradando, explorando en tópicos como el desempleo, las imposiciones sociales que debemos cumplir y como el no poder lograrlas, pueden provocarnos un verdadero colapso, interno en lo mental y a nivel vínculos con los seres queridos que nos rodean.






Muchas veces se dice, que en la vida real, los integrantes de una pareja, se conocen verdaderamente cuando deben soportar una crisis, que en los momentos donde todo es alegría y color de rosa, es fácil llevarse bien, pero recién cuando llegan las manos difíciles, es cuando surgen las verdaderas personalidades  de cada uno y la fortaleza del amor se pone a prueba.

Sin contar demasiado, ya que la obra es de suspenso y lo apropiado es conservarlo, contamos que la pareja conforma barrio privado / country , quieren estar alejados del ruido y vivir más tranquilos. Han hecho un gran esfuerzo económico para comprar allí, gracias a que ambos tenían un muy buen trabajo y consideran que ese nuevo ambiente, es el ideal para buscar el primer hijo.

Las cosas parecen marchar según lo planeado, se alejaron de las multitudes de las ciudad y al poco tiempo Victoria queda embarazada. Lo único que los preocupa es que están solos en esas torres nuevas, no tienen vecinos, indudablemente la mala situación económica general, incide que no lleguen otros propietarios y esta situación preocupa un poco a Victoria, que por momentos se siente demasiado sola en ese lugar y con algún temor por la seguridad, al ser los únicos en ese lugar.

Las cosas se complican cuando al poco tiempo, Nacho es sorpresivamente despedido de su empleo, su mujer que trabaja como licenciada en recursos humanos en otra empresa, trata de darle consuelo, pero pronto,  comienzan a notarse los primeros nubarrones en la relación.






La situación empeora cuando Nacho empieza a comportarse en forma extraña, en vez de buscar un nuevo empleo, se queda en casa tomando cerveza en compañia de un nuevo amigo llamado Sergio, que llegó al complejo, luego de, también ser despedido de su trabajo, buscando cobijo en una de las bauleras vacías. Nacho se compadece de su situación y le brinda cobijo, algo que su esposa no acepta, ni entiende y a partir de ese momento, Sergio comienza a ser motivo de permanente tensión en la pareja, defendido a ultranza por Nacho y cuestionado en todo por su esposa que siente que increíblemente su esposo se preocupa más por su nuevo y misterioso amigo, que por ella, que además de estar embarazada, trabaja todo el día para sostener el hogar,

No avanzaremos más con la historia, como mencionamos la trama medida que se va desarrollando, crece en tensiones y en suspenso, por eso dejaremos que sea el espectador cuando vea la obra, quien vea como avanza la relación de esta pareja, que parecía tan unida al comienzo y que parece irse desintegrando a pasos agigantados con el correr del tiempo.

Hablando del tiempo, la pieza se estructura en escenas, cada uno correspondiente en un mes del año, que anuncian al comienzo de cada cuadro escena los protagonistas, que se van compaginando y arrancando de cero, dejando atrás los momentos de cierre, por lo general conflictivos de la escena anterior, siendo este un recurso muy ingenioso y que le otorga gran dinamismo al relato.

Ya que hablamos de dinámica, digamos que el espectador es atrapado por la historia desde el inicio, que vislumbra como una historia habitual de pareja y va creciendo en intensidad hasta convertirse en un trhiller con todas las letras, donde la tensión y el suspenso dominan la atmósfera.






Elogiamos al autor, por este interesante guión, a Corina por su impecable dirección, en la que siempre se destacan los vínculos humanos que se crean entre los protagonistas y es hora ya que hablemos de ellos.

Por un lado, Claudio Tolachir, el fundador de Timbre 4, sinónimo de teatro off en la Argentina y volcado a la dirección y a la dramaturgia en los últimos tiempos, cosechando elogios y reconocimientos al por mayor, aquí respondiendo a la tentadora convocatoria de Fiorillo, volviendo a su primer amor, el de la actuación, luego de ocho años de estar ausente de los escenarios. Y su retorno, fue muy exitoso, mostrando para aquellos, que no lo recordaban, su versatilidad y con naturalidad y  frescura logra transmitir sus emociones. Es un gran actor " El Colorado " y un placer para nosotros verlo en el escenario nuevamente, en este caso asumiendo un desafío grande, ya que su personaje es muy complejo, ya que arranca siendo un hombre tranquilo y sencillo, que irá transformándose en otra persona,  inestable en lo emocional y absolutamente imprevisible. Una gran composición la de Claudio,  resolviendo con creces el enorme desafío que le planteaba su personaje.

A su lado, una actriz enorme, como Paula Ransenberg, que se conoce con Tolcachir desde la adolescencia y esto redunda en una química increíble entre ambos, lo que que enriquece mucho la pieza. La actuación de Paula, es brillante, el texto y la directora, le permiten lucirse y vaya si lo aprovecha. Fenomenal como maneja los tiempos de la trama y como va dejando lugar a sus diferentes emociones, según se desarrolla la historia, siendo dependiendo el momento, una mujer tierna, alegre, triste, temerosa y también enérgica. Una interpretación sobresaliente, la de Paula, que debemos destacar-

La puesta tiene muchos ítems, para resaltar, desde el diseño escenográfico de Norberto Laino, al diseño de luces de Ricardo Sica, que permiten acentuar los climas de la pieza y también destacamos mucho el aprovechamiento integral que sale del amplio espacio escénico que proporciona el Timbre 4, con actores que suben las escaleras entre las butacas o hablan desde fuera de plano desde una ventana superior, realmente muy bueno el recurso.






En definitiva, estamos en presencia de una excelente propuesta, de las mejores que nos deja este año, un trhiller psicológico, que indaga en la mente humana, en las relaciones de pareja y nos deja muchos interrogantes. Realmente conocemos al otro ??? Son nuestros vínculos profundos o se basan en la superficialidad ?? Cuando llega una crisis, nos unimos a nuestro ser querido o aparecen las diferencias ???

El autor siembra con habilidad todas estas preguntas, que obligan al espectador a la introspección  y reflexionar. Nerium Park, tiene todos los condimentos,  nos presenta una historia actual, una trama vertiginosa y un suspenso que se mantendrá hasta la última escena.

Nuestra recomendación, es que no se pierda las últimas funciones de esta obra, que resulta imprescindible para los amantes del buen teatro.



Pensador Teatral.-




lunes, 30 de octubre de 2017

Sudores de Niña VIrgen

Viernes 21 hs en Abasto Social Club ( Yatay 666 )





Dramaturgia de Dario Bonheur y Dirección de María Nydia Urso Ducó y Dario Bonheur.

Una propuesta valiente y comprometida que llega del la mano de un joven dramaturgo como Dario Bonheur, uno de nuestros autores favoritos, que tiene un indudable talento para contar historias de vida, hace unos meses, nos deleitamos viendo con Conversaciones, hermosa pieza de su autoria.

En este caso, con Sudores de Niña Virgen, agrega un alto grado de sensibilidad y aborda desde un punto de vista muy inteligente, el tema de la trata de personas y grafica la forma de que muchas chicas jóvenes son cooptadas por organizaciones y personajes siniestros, que las atrapan en sus redes y luego todos sabemos lo difícil, que es escapar, una vez que las atraparon.

Decíamos que el abordaje es original e inteligente, porque la historia nos presenta el ensayo de una obra de teatro, en la que un director ( Julio Pallares ), que quiere aparentar amabilidad, pero se lo nota nervioso y autoritario, dirige a dos actrices, una madura ( María Nydia Ursi y Ducó ) y una adolescente ( Paloma Santos ) llamada Maribel.





El espectador es testigo privilegiado de ese ensayo y nota que hay algo anormal allí, no descubre de entrada que es, pero percibe algo de siniestro en ese director y esa actriz mayor, que se cruzan miradas entre ellos y tratan en forma extraña a Maribel.

La chica tiene un aire inocente y obedece las indicaciones, que en ocasiones parecen órdenes. Hay momentos en que la hacen bailar, pareciendo una bailarina clásica, en otros momentos camina o corre por el escenario y busca con desesperación sus zapatitos celestes.

Los límites entre realidad y ficción se confunden. Es verdaderamente un ensayo lo que estamos viendo  ?? Maribel está a gusto allí o está sufriendo ?? Porque a veces se sale del libreto ??? Y quien toca el timbre, interrumpiendo los ensayos ?? Los interrogantes abundan.
A medida que la trama avanza, el espectador tiene la certeza que hay algo macabro en lo que está viendo y que la realidad que imaginaba en un principio, era solo una fachada.
No avanzaremos más con el relato, dejaremos que el público cuando vea la obra, descubra que es lo que está sucediendo en esa casa, donde Maribel ensaya esa obra tan extraña.






Como dijimos la temática es dura y la trama tiene una carga enorme de sensibilidad, que llega al espectador, no solo por el excelente texto, sino también por las magníficas interpretaciones que ofrecen los protagonistas.

Arranquemos por Julio Pallares, el particular director, que se nota, es el que manda allí, quiere ser simpático, pero hay algo siniestro en su mirada, en la forma en que trata a la chica, se nota que está ocultando algo, muestra su nerviosismo y su intolerancia, cuando las cosas no salen como quiere. Muy buena su interpretación.

María Nidia Ursi Ducó, una actriz de gran trayectoria en nuestro teatro, que nos gusta mucho ( recordamos aún, su brillante interpretación en Un Hombre sin Suerte ). Aquí protagoniza un personaje complejo y misterioso. Es el nexo entre el director y la chica, una especie de madame, que se preocupa porque Maribel, cumpla lo que se le pide y se encargará por las buenas o por las malas, que obedezca. Como no podía ser de otra manera, una excelente interpretación de María Nydia, una actriz todo terreno.

Dejamos para el final a Paloma Santos, que dá vida, a la frágil e inocente Maribel. Un papel jugado, que requiere una entrega actoral y física absoluta, para nosotros es la revelación de la obra, ya que logra transmitir toda la carga emocional y de sufrimiento que tiene su personaje. Un papel muy complejo, que resuelve en forma magnifica, mostrando estar a la altura, del protagónico y de la enorme exigencia que tiene su papel. Felicitamos a la joven y talentosa Paloma, por esta gran interpretación.

Gracias a un muy buen diseño de luces a cargo de Lucas Orchessi, se logra darle a la puesta una atmósfera lúgubre acorde con la trama. Hay también un aprovechamiento muy interesante del espacio escénico, donde por momentos, los actores, como por ejemplo Maria Nydia pasan a un segundo plano alejados del centro del escenario, en lugares casi escondidos, desde donde interactuan.




En conclusión, estamos en presencia de una propuesta realmente valiosa, que pone luz sobre un tema de candente actualidad como el de la trata de personas, la prostitución y la desaparición de menores, que son secuestradas por estas organizaciones. El abordaje como señalamos es muy inteligente y pone de manifiesto, en forma perturbadora, como muchas veces la sociedad, se comporta con indiferencia, como no queriendo ver una realidad que existe y que duele. Como muchas veces ocurre, en algunos casos la sociedad, elige hacer de cuenta que no pasa nada e ignorar situaciones graves, que no solo existen, sino que cuestan vidas, por eso el mensaje de la obra es muy importante, ya que crea conciencia.

Por todo lo que contamos, no hay dudas que Sudores de Niña Virgen, es una obra que de ninguna manera pasará desapercibida, es una de esas piezas que deben verse, ya que moviliza y nos hará reflexionar mucho, sobre nuestra actitud, ante una temática que debe preocuparnos y ocuparnos, porque hay vidas en juego.

Celebramos que un autor joven y talentoso como Darío Bonheur , aborde con este grado de seriedad y sensibilidad, temáticas socialmente comprometidas, como el de la trata de personas, ya que además de permitirnos disfrutar de muy buen teatro, logra transmitir un mensaje importante de concientización al espectador, que sin dudas se verá conmovido por la historia y por un final que lo dejará sin aliento.



Pensador Teatral.

domingo, 29 de octubre de 2017

Coronado de Gloria

Jueves 20 hs en Teatro del Pueblo ( Av.Roque Saenz Peña 943 )






Dramaturgia de Mariano Cossa y Dirección de Daniel Marcove.

Estamos en presencia de una obra esclarecedora, que indaga en los orígenes del Himno Nacional y de un personaje clave en su creación como Blas Parera, quien compuso su música y sin embargo, es una figura bastante olvidada por nuestra historia, en contraposición con Vicente López y Planes, aquel que escribió la letra y que tuvo un reconocimiento  superlativo, que se nota en nombre de ciudades, plazas, calles, etc.

Los dos personajes mencionados, fueron fundamentales en la composición de nuestra canción patria, sin embargo, solo Vicente López, tuvo la trascendencia merecida, en cambio Blas Parera es un olvidado de nuestra historia y poco se recuerda de él. Siempre la historia, destaca a algunos personajes y otros con " mala prensa " entre los historiadores, quedan relegados a un injusto segundo plano. Como muchas veces se dice, la historia que nos cuentan en los manuales y en la escuela, es solo una parte de la realidad, hay otra que queda en el camino y que por determinadas circunstancias, no forman parte de la historia oficial.





Seguramente motivado e intrigado por esta diferenciaciazación, Mariano Cossa, el autor de Coronado de Gloria, músico de profesión, realizó una exhaustiva investigación acerca de Parera, encontrando que era poco lo que existía documentado sobre su vida. Tuvo que visitar bibliotecas, leer viejos documentos e indagar en archivos. Estuvo más de un año investigando, para conocer detalles de la que resultó, la sufrida vida de Blas Parera, que nació en Catalunya, ese fue el primer dato que le impactó, un español, fue quien creó la música de nuestro Himno Nacional y este dato sería definitorio, para el posterior correr del acontecimientos.

El segundo dato impactante, fue que Parera, tuvo que exiliarse a poco de escribir la música el Himno, huyendo a su España natal, en búsqueda de un mejor futuro y poder desarrollar su carrera musical en Europa, pero la recepción que le dieron en su Patria, no fue la esperada para nada, por eso si decimos que la vida de Blas, es trágica, creemos no exagerar.

Yendo a la obra, el autor le da una mirada particular, ya que arranca casi por el final de la historia, con el célebre compositor ( Juan Manuel Correa ) llegando al Puerto de Cádiz, como escala previa para llegar a su Catalunya natal, la huida presurosa del Río de la Plata, no le permitió elegir barco y se subió al primero que zarpaba con rumbo al Viejo Continente.






El el puerto, lo esperaba el Marques de Dosrius ( Jorge García Marino ), servidor de la corona española, que sabiendo de su carrera y nombre logrado en el Río de la Plata, lo iba a someter a un exhaustivo interrogatorio, para asegurar su vuelta, no era una táctica de un conspirador.

El compositor se vè a obligado a relatar como era su vida del otro lado del océano, donde con su amigo Luis Morante ( Marcelo Serre ) preparaban a pedido del Triunvirato,  que gobernaba en esos años, una obra de teatro alegórica a la causa revolucionaria.
En uno de los ensayos, se presenta un censor, algo habitual de la época, su presencia tenía como objetivo, asegurarse que la pieza que estaban preparando, sería bienvenida por las autoridades políticas que asistirían a la función de estreno.

El dato interesante, es que ese censor, era nada menos que Vicente López y Planes ( Miguel Sorrentino ), abogado comprometido con el Movimiento Revolucionario, quien en la ocasión, conoce a Blas Parera y queda enamorado de su talento, tomando en ese momento,  la decisión de que el catalán, en su momento, sería el indicado para darle la música, al Himno Nacional.





Vicente López tiempo después escribe la letra del Himno y se presenta ante Parera, para decirle que tendrá el honor, de ser encargado de darle música a esos párrafos.
El conflicto, llega cuando el músico, manifiesta su negativa a ser partícipe de la gesta que le propone López, ya que no quería, bajó ningún punto de vista que su arte, fuera utilizado con fines políticos.

Hasta ahí contaremos, dejaremos que el espectador cuando vea la obra, descubra los pormenores de esta historia, basada en hechos reales, con la excelente dramaturgia de Mariano Cossa, acompañada la misma, por la efectiva dirección de Daniel Marcove, que logra dramatizar los hechos de una forma amena y atractiva, logrando mantener enganchado al espectador en todo momento.

La obra además en su desarrollo, nombrará como al pasar a personajes como Belgrano, Moreno y San Martín, por mencionar solo a algunos de nombres que contiene dentro este rico texto.






En esto obviamente, también hay mucho mérito del talentoso elenco reunido.
Arrancando por Juan Manuel Correa, quien dá vida a Blas Parera, en forma brillante, dotando al personaje de una sensibilidad y de una emocionalidad que conmueve. Un trabajo enorme el de Juan Manuel, que debemos felicitar.

Jorge García Marino, es Dosrius el interrogador español, un actor de gran experiencia que aqui encuentra gran espacio para su lucimiento. Su gestualidad, su bella dicción con acento español y hasta sus silencios, se disfrutan y mucho. Jorge muestra todo su oficio en una interpretación entrañable.

Miguel Sorrentino, es el apasionado Vicente López y Planes, enérgico y defensor acérrimo de la causa revolucionaria, se entrega con pasión en el escenario, para interpretar a un personaje tan recordado por nuestra historia.

Por último mencionar a Marcelo Serre, como el actor Luis Morante, con mucha fuerza escénica, mostrando su histrionismo y su veta cómica, ofreciendo los momentos más graciosos de la noche, ya que la pieza también deja lugar para el humor.





Son cuatro actuaciones destacadisimas y con una entrega total, se los nota comprometidos con la historia, se conformó un gran elenco y esto sin dudas se refleja en las excelentes interpretaciones que presenta la obra.

La sala ubicada en el subsuelo del Teatro del Pueblo, tiene una magia particular, que permite disfrutar de la puesta, con el escenario en el centro y el público dispuesto en tres sectores diferentes, con los actores caminando prácticamente entre las sillas, lo que brinda una cercanía y un realismo que enriquece la puesta.

Algunos ítems para resaltar en la puesta, son el lucido vestuario de época en manos de Paula Molina, el destacado diseño de luces de Miguel Morales y por supuesto la música en vivo, que es el corazón de esta obra y esta a cargo de Christian de Miguel y del autor Mariano Cossa, que recordamos es músico y compositor de música para teatro.

En definitiva, como amantes de nuestra historia, quedamos encantados con Coronado de Gloria, un gran trabajo de investigación del autor, que nos permite conocer aspectos desconocidos de nuestra marcha patria y de esta figura casi ausente de nuestros libros de historia, como lo fue el compositor catalán, que en vida, nunca tuvo el merecido reconocimiento.







Además la pieza, nos permite reflexionar, sobre la siempre inquietante relación entre arte y política, explorando los límites entra ambos y situaciones en que el artista siente que su obra no debe contaminarse por intereses ajenos a sus convicciones y sus intenciones. Se proclama la belleza y la pureza del arte por un lado y por otro, el aprovechamiento que mucha veces el poder realiza de las manifestaciones artísticas, a las que quiere darles un uso, la llamada utilidad del arte.

Recomendamos fervientemente Coronado de Gloria, nos encantó la obra y valoramos mucho ese tipo de piezas, que además de permitirnos disfrutar y conmovernos con el hecho teatral, nos ilustra y enriquece nuestros conocimientos, sobre hechos históricos de relevancia, recordando en este caso, la figura de un Blas Parera, que a pesar de su relevancia, es uno de los tantos personajes que nuestra historia decidió dejar en un segundo plano.

El teatro independiente se permite el lujo, de entretener y enseñar al mismo tiempo, solo queda que usted lector de esta humilde reseña, vea Coronado de Gloria y vuelva a casa con ganas de conocer más sobre nuestra apasionante historia.


Pensador Teatral.