sábado, 29 de junio de 2024

La Fuerza de la Gravedad

Dramaturgia y Dirección de Martín Flores Cárdernas,





Sábados 19 hs en Casa Teatro Estudio ( Guardia Vieja 4257 ) 

Una ceremonia teatral íntima y confesional nos acerca Martín Flores Cárdenas, talentoso y creativo dramaturgo, que vuelve a sorprendernos con una obra experimental que disfruta exponiendo y desafiando las convenciones teatrales, al igual que ocurrió con No Hay Banda, otra obra del mismo autor en la misma línea, que vimos a principios de este año y que nacía a partir de la muerte de su abuelo. En este caso, La Fuerza de la Gravedad, surge como una celebración de la amistad, remarcando la importancia que tienen los amigos en nuestras vidas y compartiendo anécdotas que vivimos con ellos a lo largo del tiempo.

Para quienes no lo sabe, Casa Teatro Estudio es además de ser una sala teatral, el hogar donde vive el autor y la primera particularidad que tiene la obra, es que la misma no se desarrolla en la sala principal, sino en la antesala del teatro, en la recepción / cocina de la casa, allí donde hay una vieja heladera Siam y una pileta para lavar los platos, es donde se dispondrán las sillas donde se ubicarán los espectadores y  se desarrollarán las acciones, con el ruido de los colectivos que circulan por la calle Guardia Vieja y los murmullos de la gente que camina por la vereda, lo que le da un aire de cotidianeidad a la obra que veremos.






Queremos ser cuidadosos para no spoilear demasiado, de lo que ocurrirá en esta noche particular de teatro, si podemos contar que el mismo autor y director, se presentará al inicio, ante el público para contar que hace un tiempo convocó a sus amigos a su casa, sin adelantarles demasiado, para compartir algunos textos suyos sobre la amistad y que nosotros los espectadores, reviviendo aquel momento,  estamos sentados donde estuvieron aquel día sus amigos, para repasar aquellas hojas sueltas, donde las revelaciones y las reflexiones acerca de sus amigos quedarán al descubierto.

Y precisamente será una de sus mejores amigas, actriz ella, Laura López Moyano, la encargada de leer sus escritos ante el auditorio, aquella vez con los amigos reales de Martín como auditorio y ahora con los espectadores reales, por la llamarlos de alguna manera, que con gran interés aceptan esta viaje íntimo que el autor nos propone. Y así será como Laura, quedará frente a nosotros, con un toquito de hojas, que empezará a leer de,  pie primero y sentada luego en la mesa/ escritorio que oficiará de escenario en una noche donde el hecho teatral, se manifestará de manera diferente a la que estamos acostumbrados.






Pero como dijimos antes, lo mejor es no anticipar demasiado y dejar que la noche los sorprenda, al igual que nos ocurrió a nosotros. A lo largo de la velada surgirán algunas teorías sobre la amistad, reflexiones sobre los diferentes tipos de amigos existan y habrá un repaso de diferentes momentos de la vida de Martín, donde obviamente sus amigos estaban presentes, teniendo momentos muy divertidos y otros de profunda emoción. Pero vamos a cumplir y no contaremos más, solo les pedimos que estén atentos, porque será una noche diferente y con varias sorpresas preparadas, una de ellas es que en algún momento de la velada, vamos a caminar por la casa de Martín y hasta allí contamos.

Es momento de hablar de Laura López Moyano, dueña de una gran sensibilidad como actriz, a la que elogiamos en varias oportunidades en este sitio por sus muy buenos trabajos. Aquí sin dudas, con un rol muy particular, involucrada en cierto punto en la dramaturgia, ya que Martín Flores Cárdenas, la eligió para que ponga el cuerpo y la voz, para ser la protagonista de una obra, que el autor le dedicó a ella misma. Como podrán apreciar, cuando les dijimos que esta sería una noche especial, no les exageramos ni un poco.

Y Laura realiza de manera excepcional su labor, logrando la atención absoluta del público, que parece en trance escuchándola y viendo como va pasando aquellas páginas que en su mayoría de las veces, tiene como sentencia inicial " Tengo un amigo que ...  " . Laura maneja con maestría los tiempos del relato y la cadencia de la lectura, que en un comienzo parecen sentencias anecdóticas que ella transmite sin más, pero a medida que la trama avanza, irá quedando inmersa en lo que dicen aquellas hojas, generándose momentos de profunda emoción. Hermoso el trabajo de Laura, nos encantó.





Hay que hablar de la puesta de La Fuerza de la Gravedad, que logra crear una atmósfera íntima increíble y que pocas veces se logra en una pieza. Sin dudas el espacio escénico donde se desarrolla la obra y la penumbra en que la lectura se desarrolla, tienen su influencia, Laura con su impronta y naturalidad es parte fundamental también, pero por las razones que sean, se respira un aire íntimo que genera mucha paz y predispone al público de la mejor manera, para sentirse bien adentro de la ceremonia que se está celebrando, sintiendo una especie de privilegio, de poder ser parte de la misma, con su escucha.

Y hasta acá vamos a contar, La Fuerza de la Gravedad es una propuesta bien diferente a lo que estamos acostumbrados. Martín Flores Cárdenas no tiene miedo de salir de la zona de confort y jugar con lo experimental, desafiando nuevamente las convenciones establecidas y demostrando que muchas veces no es necesario la grandilocuencia y lo explícito, para que el hecho teatral aparezca, siendo esta una clara muestra de ello, ya que la propuesta tiene una profundidad y una belleza que hay que destacar.






Algunos pueden decir que esta obra no es para cualquier público, pero nosotros no vamos a coincidir con ellos. Si bien la obra es bien diferente a lo que estamos acostumbrados a ver habitualmente, es una obra necesaria para todo espectador que gusta de la fuerza sanadora que tiene el teatro. La Fuerza de la Gravedad nos invita a hacer una pausa, a parar la pelota y escapar del vértigo que muchas veces nos imponen. Generando un espacio para reflexionar acerca de las cuestiones valiosas de la vida como la amistad, poder pensar en nuestros propios amigos y reconocer lo importante que son para nosotros y como debemos cuidarlos. 

 A veces menos es más. Por eso es que agradeceremos a Martín Flores Cárdenas y Laura Moyano, dos amigos talentosos que se unen para regalarnos una bella noche teatral, que nos hará reír y emocionar, Y en lo personal celebramos, que aparezcan este tipo de propuestas minimalistas, que nos movilizan y nos convocan para que pensemos en las cosas simples de la vida, que en definitiva son las que nos terminamos llevando de este mundo.


Pensador Teatral.


jueves, 27 de junio de 2024

Guacho

Dramaturgia de Sandra Franzen. Dirección de Cintia Miraglia.






Jueves 20 hs en Itaca Complejo Teatral ( Humahuaca 4027 )

Un texto desgarrador y poético nos acerca Sandra Frazen, una dramaturga que además de escribir muy lindo, gusta de mirar hacia el interior del país, para retratar muchas de sus creaciones que luego llegan al teatro. Y esto es lo que ocurre con Guacho, Un Ardor en la Boca, un relato que mira hacia nuestro campo, para nos cuenten en un lenguaje gauchesco y bien coloquial, una historia de vida muy sufrida.

Y quien la contará, es un hombre solitario que no conoce ni su nombre, un bastardo al que no le han dado siquiera un apellido. Se muestra desconfiado y áspero. Se sabe solo en esta vida y está orgulloso de haber podido crecer en esa condición. Se lamenta por esa lluvia interminable que hace días asola por esas tierras. La bruja del lugar estuvo por su rancho y lanzó sus conjuros para que el agua deje de caer al fin, pero por ahora no lo logra. Se dice a si mismo, que no hay que mirar nunca a los ojos a aquella bruja, sería muy peligroso y Gaucho respeta esas cosas, aunque no las crea del todo, tampoco va a estar desafiando aquellas habladurías. Esa visita de la bruja lo dejó preocupado, porque le dejó un vaticino. No sabe explicar bien que es aquello, pero sabe que es el anuncio de algo malo que se viene y eso lo tiene inquieto.






La historia del guacho, es una historia de abandono y de violencia. Del abuso del patrón poderoso contra los más pobres. Lo de siempre. El que tiene poder es el que manda y el débil tiene que aceptar el sometimiento, sin levantar la voz. Nos cuenta su cruda historia. Una madre india, un abuso como muchos otros y un nacimiento sin padre que lo renonozca. La violencia duele en el cuerpo y también en el alma. Castigo corporal e insultos hacia su identidad de pueblo originario. Pero aquel niño no soportó tanta humillación y decidió escapar al monte, pese a ser un chico prefería los peligros de la naturaleza y no la mano dura de un patrón desalmado.

Y ese niño sobrevivió.  Ahora es ese hombre adulto de ojos saltones y hablar taura, que nos cuenta su historia, mientras afila sus cuchillos. Se lo nota preocupado, por esa lluvia que inunda todo y no colabora  para que su vaca La Girasol se recupere. Hace tiempo está malita, su leche es negra y sus pezuñas hinchadas, no hacen pie en ese lodazal. El guacho es solo, así se crió y esa es su filosofía. Pero hay una cesta de mimbre ahí cerca de su puerta y tiene un hembrita, guachita como el, que necesita amor y cuidado. Pero él es solo y no sabe como cuidar, nadie le enseñó. Nunca lo cuidaron . Es algo real lo de la cesta o es su imaginación ?? Y si fuera real, será suficiente su amor para darle crianza  ??  Y hasta acá vamos a contar para mantener el suspenso. Para ver que sucede en aquel rancho solitario, con ese hombre noble y su pasado doloroso, deberán ver la obra.

Y llega el momento de hablar del protagonista de la obra. Muchas veces destacamos en primer lugar el peso del texto o de la dirección. Aquí no hay dudas que ambos rubros son muy fuertes, pero no tenemos dudas que el motor de esa propuesta es Martin Urbaneja, que se adueña de este unipersonal de manera conmovedora. Su presencia escénica abruma. Su figura es hipnótica y  el espectador no puede quitar la mirada de aquel hombre que suelta sus verdades y sus sentimientos de manera furibunda, con sinceridad y valentía.





A Martín lo elogiamos hace muy pocos meses, por su muy buen trabajo en Mongo y El Ángel, entrañable obra del off, recordamos también su reciente participación en El Zoo de Cristal, pero realmente quedamos sorprendidos por su gran transformación para este papel. Su compromiso es absoluto y la composición de personaje que realiza es fenomenal. Realmente vemos ante nosotros a un hombre de campo, desamparado y olvidado, pero con una nobleza y un amor por su tierra que genera gran empatía. Estupendo el trabajo de Martín, que muestra aquí su versatilidad y su fortaleza en el género unipersonal, que no es precisamente algo sencillo, mostrando una potencia escénica que hay que destacar.

La dirección de Cintia Miraglia es precisa. Cintia es una directora, que sabe llevar al escenario las emociones y los sentimientos que contienen los textos contribuyendo al gran lucimiento del protagonista. Rubros a destacar el bellísimo diseño escenográfico de Víctor Salvatore, recreando ese humilde rancho,  donde se desarrolla la historia. La música original de Gonzalo Domínguez merece una mención. Y por último, ya es costumbre en esta sala de Itaca, el poder disfrutar de diseños lumínicos magníficos, en este caso a cargo de Mateo García y la propia Cintia, que aprovechan al máximo la moderna técnica de la sala, que permite juegos de luces de gran belleza estética.





Y hasta aquí vamos a contar, tal vez lo único para observar es que se nos pasó demasiado rápido el tiempo, nos hubiera gustado ver más a Martín en escena y ver una historia más larga, pero cuando esto ocurre es porque el espectador lo está pasando bien. Y eso es lo que nos ocurrió nosotros. Disfrutamos de una noche, que nos habló de poderosos que se aprovechan de los débiles. De esa lucha tan desigual y despareja, que solo puede darse en lugares donde la ley no llega y los dueños de estancia son los imponen las reglas.

Pero siempre hay personas fuertes, que no se dan por vencidas y luchan por su libertad. Y lo hacen con honor y muy orgullosos de su identidad. Sabiendo que el amor y la nobleza, son armas con las que se puede hacer frente al poderoso, porque este carece de las mismas. Los invitamos a que conozcan esta muy buena propuesta del teatro independiente, plena de poesía y con una crudeza que duele. Descubrirán un texto campo adentro, una dirección sensible y principalmente disfrutarán de la enorme composición de Martín Urbaneja, que logra conmover y emocionar al público, con un gaucho guacho de pasado doloroso, presente bravío y futuro esperanzador.


Pensador Teatral.




domingo, 23 de junio de 2024

Katy con K

Dramaturgia y Dirección de Javier Pomposiello.





Domingos 19 hs en Teatro Espíritu Mamut ( Warnes 616 )

Que satisfacción sentimos cuando vamos a ver alguna obra de laque tenemos muy pocas referencias y así casi de casualidad terminamos descubriendo verdaderas joyitas del teatro independiente. Eso sin dudas ocurrió con Katy con K, pieza escrita por Javier Pomposiello que define a su creación como un drama pop tercemundista. Nosotros preferimos hablar de una tragicomedia, que describe con agudeza una realidad que inquieta y perturba, es lo que ocurre en muchas familias humildes, que en situaciones complicadas como la actual, se ven obligadas a hacer malabares para poder ganarse el pan.

Las acciones se sitúan en el Conurbano profundo, la dramaturgia nos invita a ser testigos de lo que sucede en el interior de una casa habitada por una familia ensamblada y que muestra claros signos de desintegración. En el living veremos al Gordo ( Charly Velasco ) y a la Nena ( Juja Alberti ) trabajando sin pausa pintando las remeras que van a vender en la entrada del recital que la estrella del pop internacional Katy Perry dará en el Luna Park y a la que van a concurrir muchas fans adolescentes que sin dudas querrán comprar una remerita de recuerdo.





Están muy entusiasmados y no le quieren fallar a Tony ( Fausto Guerra ) el novio de su mamá ( Natalia Imbrosciano ), que es parte de esa familia ensamblada y los está ayudando mucho con el emprendimiento, ya que les adelantó la plata para comprar las telas y las pinturas, además arregló con los inspectores del municipio para que no los molesten y seguramente moverá algunos contactos en las adyacencias del Luna Park, para que puedan montar su puestito sin visitas molestas. Tony es un auténtico buscavidas y tiene muchos conocidos que le permiten ser parte de varios negocios de dudosa moralidad, algo muy habitual en las tierras del Conurbano profundo.

La trama transcurre con fluidez y cada personaje aporta lo suyo, la mamá parece ajena a todo lo que se vive allí y no se cansa de contar anécdotas de un pasado que se remonta a los 80 menemistas, donde se codeó con varios figurones del momento. Tony no pierde tiempo, siempre está atento al negocio del momento, que le puede dejar una diferencia económica, aprovechando siempre sus contactos. El Gordo está muy atento a la música y habla poco. La Nena es una luchadora y no le tiene miedo al trabajo, sabe que esa es la única manera de cambiar la dura realidad en la que viven.





No queremos contar mucho más de la trama, porque la historia tiene varias sorpresas reservadas. Solo vamos a decir que algo va a complicar la planeada venta de las remeras que tanto tiempo y dedicación les llevó. Las sombras y la angustia invaden a la nena y al gordo. Y la dramaturgia de manera sorpresiva,  propondrá un giro dramático a la historia, que de la mano de Tony tomará un color oscuro y se volverá perturbadora. De alguna manera hay que recuperar el dinero invertido. la situación es angustiante y siempre que aparecen situaciones de extrema necesidad, llegan los buitres que se aprovechan del momento y sacan a relucir las peores miserias de la condición humana y hasta allí vamos a contar para no spoilear, solo diremos que en la sala el clima cambiará por completo y las risas por un momento dejarán lugar a las caras de  aflicción de los espectadores, que con gran atención seguirán las acciones.

Como decimos muchas veces, hay ocasiones que la dramaturgia es realmente lograda, como claramente ocurre con esta propuesta de Pomposiello, pero por algún motivo no se encuentran los intérpretes adecuados y todo queda a mitad de camino. Aquí muy por el contrario, la dramaturgia fluye y se potencia en gran medida, gracias a les magníficas actuaciones del elenco reunido, que con pasión y mucho talento, abrazan a los personajes que les tocan en suerte y con actuaciones sentidas, agregan mucho valor a la historia.

Arranquemos por los más jóvenes de la obra, que a nuestro entender son dos revelaciones. Charly Velasco compone a un Gordo muy querible. Con sus problemas madurativos al hombro y medicación mediante, trata de mantenerse calmo, para colaborar trabajando con la hermana y con sus limitaciones busca hacerse respetar. Es realmente excelente el trabajo de Charly, con gran presencia escénica y dando vida a un personaje lleno de matices y con una gestualidad que por momentos lo vuelve hipnótico.






La otra gran revelación es Julieta Alberti, la nena, que todavía no cumplió dieciocho años y está en su despertar adolescente. Con una mezcla de inocencia y sensualidad, quiere trabajar de manera honesta para ganarse el pan. El problema es que con una madre cuasi ausente y tantos tiburones rondando, aquellos deseos pueden ser difíciles de cumplir. Nos encantó el trabajo de Julieta, con la sensibilidad a flor de piel y llevando adelante en gran forma, un personaje complejo que requiere mucho compromiso de su parte, Bravísimo para Julieta.

Y la obra también presenta estupendas actuaciones de actores con muy buen rodaje en el teatro independiente. Arranquemos por Natalia Imbrosciano, que aquí es una madre que se muestra frívola, melancólica y encerrada en su mundo de recuerdos. Pero con el correr de la trama, descubriremos que su personaje esconde un pasado truculento, que sin dudas dejó sus secuelas, A Natalia, la elogiamos varias veces en este sitio, por sus trabajos y aquí volvemos a hacerlo, por su gran composición, mostrando su versatilidad y que es una actriz todo terreno, que siempre rinde.

Cerramos con Fausto Guerra, como Tony. Personaje clave de la historia y bien identificable por todos, como ese chanta argentino tan común. Es una mezcla de buscavidas y garca, que se especializa en aquellos trabajos que están al margen de lo legal. Por momentos será un encantador de serpientes, que buscará la víctima perfecta. Aquí es una especie de intruso en esta familia y su personaje será disruptivo en la historia. Recordamos su muy buen trabajo en Dios Me Odia y acá la rompe como un Tony, que con el correr de la trama, se convertirá en el verdadero villano de la noche, Sobresaliente lo de Fausto.







La puesta de Katy con K tiene muchos elementos para destacar. El espacio esçénico de Espíritu Mamut, nos pone en situación, ya que los espectadores se sienten inmersos en la casa donde se desarrollan las acciones. Ítems a destacar el diseño lumínico de Soledad Ianni y el diseño sonoro de Fernando Sayago, importante ya que potencia la música que será muy buena acompañante de la historia y una válvula de escape que descomprime la historia, con temas que los espectadores disfrutan.

Como contamos al comienzo, quedamos muy sorprendidos por la potencia dramatúrgica de esta pieza que se anima a retratar una realidad que resulta dolorosa, pero que es una muestra del proceso de desintegración social y familiar que atraviesa nuestro país desde hace décadas y que muchas personas prefieren ignorar o mirar para el costado, para hacer de cuenta que no sucede El autor logra mostrar esta realidad, jugando con el humor y el grotesco, porque esa siempre es una excelente manera de traer al primer plano, problemáticas duras que sin esos endulzantes, serían difíciles de digerir.





Katy K, fue declarada de Interés Cultural por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires y fue Ganadora del Premio del Complejo Teatral de Buenos Aires a obras de teatro del circuito independiente. dos logros muy merecidos, que en parte explican el gran suceso de público que tiene esta pieza estrenada en 2022 en Espíritu Mamut y que agota localidades función tras función, pese a presentarse en un espacio algo alejado del circuito teatral habitual, pero que gracias al poder del boca a boca, se está ganando un lugar en la escena porteña, teniendo en nuestra opinión muy buenas posibilidades, de convertirse en alguna de esas contadas obras, que saliendo bien de abajo, se hacen fuertes en el circuito independiente y logran dar el paso al teatro comercial.

Por ello nuestra función, es darle visibilidad a la obra e invitarlos a que descubran cual es el toque especial que tiene Katy con K, una propuesta cruda, valiente y por momentos desgarradora, que con humor se atreve a mostrar una realidad incómoda y situaciones turbias que afloran ante la necesidad de la gente. Un texto que va a fondo, una puesta potente y magníficas actuaciones de un elenco que se entrega por completo, confluyen para que disfrutemos de una joyita escondida del teatro independiente, que moviliza al espectador y lo invita a reflexionar, acerca de los tiempos turbulentos y violentos que como sociedad estamos viviendo.


Pensador Teatral.





sábado, 22 de junio de 2024

La Gesta Heroíca

Dramaturgia y Dirección de Ricardo Bartis. 





Sábados 21 hs y Domingos 20 hs en Centro Cultural Thames ( Thames 1426 )

Una dramaturgia que atrapa y seduce al espectador es la carta de presentación de La Gesta Heroica, esta tragedia costumbrista escrita por el gran Ricardo Bartis, sin dudas un gran referente dentro del teatro independiente, dueño de un estilo propio, siempre creativo y provocador, referenciando una mirada aguda y crítica sobre la condición humana, algo que podemos apreciar de manera nítida en esta obra que se estrenó en el  2020 en el Cervantes y que ahora vuelve a su hogar natural de calle Thames, que aunque tenga otro nombre, siempre seguirá siendo el Sportivo Teatral.






La Gesta Heroíca toma como punto de partida Rey Lear, la clásica tragedia de William Shakespeare, para acercarnos una historia bien argentina, donde veremos a una familia de clase media venida a menos, que parece vivir del recuerdo y la melancolía de tiempos mejores, que contrastan con un presente cargado de frustraciones y sinsabores. Si bien el presente los convoca, siempre será el pasado el que articulará las relaciones actuales, cargadas por el peso de lo sucedido y que ya no se puede remediar.

En Rey Lear, Shakespeare nos mostraba a un monarca que decide dividir su reino entre sus tres hijas, poniendo a prueba el amor y la lealtad de las mismas, para así poder determinar los términos de la división. En esta fenomenal versión de Bartis, no hay un reino para dividir, si hay un padre viejo y enfermo, que decide convocar a sus hijos para anticipar la cesión de sus bienes, que no parecen tan tentadores. Los mismos se encuentran Santa Teresita y se trata de la vieja casa familiar en la que viven y el terreno aledaño, hogar de un parque de diversiones abandonado, que el padre había bautizado con el grandilocuente nombre de La Gesta Heroica y que tiempo atrás tuvo sus momentos de esplendor.






En aquella vetusta casa familiar conviven el padre y sus dos hijos menores, Lorenzo ( Facundo Cardosi ) y Elena ( Marina Carrasco ). Comparten una vida intrascendente que parece detenida en el tiempo, en aquella ciudad costera que solo parece despertar en temporada. Pero para poder firmar la cesión, deben reunirse  los tres hermanos y por ello deben esperar a Ernesto ( Martín Mir ), el hijo mayor que vive en Buenos Aires y viajará a la Costa, para cumplir el trámite. Ernesto, es el hijo que logró escapar del infierno familiar, consiguiendo un bien trabajo y formando su propia familia, algo que sus hermanos no consiguieron.

Se vive un ambiente de tensión y de asfixia en aquella casa, donde reina el caos y la armonía suena a utopía. La llegada de Ernesto, acentuará aún más ese clima espeso. Hay muchas cuentas pendientes con el padre, pero también entre los hermanos. Es una familia rota hace años y ahora solo vemos los fragmentos de ella. Hay una madre ausente, que vive en Mar del Plata, a la que hace años no ven y que es mala palabra allí. La atmósfera se carga de excesos, violencia verbal, adicciones y relaciones incestuosas. Todo resulta sumamente perturbador y hay olor a tragedia inminente.






La noche llegará pronto y los ánimos se caldean. El trámite de firmar aquellos documentos no debería ser complicado, pero los presentes parecen estar en un estado de guerra permanente. Las heridas del pasado están lejos de cicatrizar y todos se sienten con derecho a gritar a los cuatro vientos sus verdades, sin reparar en el daño que pueden causar en el otro. Peor aún, parece que cuanto más dañina y violentas sean las sentencias que se lanzan, más apropiadas resultan. El odio parece ganarle al amor y la tragedia se huele en el ambiente. Y hasta allí vamos a contar, para que ustedes descubran como terminará aquella reunión familiar, que no tiene  los mejores presagios.

El texto de Bartis como mencionamos antes, tiene una estupenda elaboración, divertido por momentos, ácido siempre y profundamente oscuro en todo momento. Pero si hay un factor que eleva en gran medida esta historia repleta de virtudes, son las actuaciones, ya que el texto construye personajes fuertes y con rasgos bien marcados, que enriquecen y mucho una dramaturgia que como señalamos al inicio, atrapa al espectador desde el inicio.






Y vamos a arrancar nada menos que con Ricardo Bartis, que vuelve a calzarse el traje de actor, luego de treinta años de verlo desde afuera,  mostrando que la calidad actoral no se pierde. Que privilegio poder ver a Ricardo, a cargo de este personaje, que le sienta a la perfección. Compone a un viejo malhumorado y cansado, que lucha contra su incontinencia urinaria y su mal genio, que parecen potenciar su lengua filosa, que no tiene filtros y aprovecha la impunidad de saber que está gastando sus últimos cartuchos y por ello tiene carta libre para decir y hacer lo que se le plazca. Una satisfacción ver a Ricardo en escena, en su teatro querido que tiene muchos puntos de contacto con el parque de diversiones abandonado de la historia y pudiendo brillar con luz propia, con este gran personaje que le permite regalarnos una gran interpretación.

La dirección actoral de Bartis, se nota en los personajes de sus hijos, repletos de detalles y sutilezas. De entrada ya digamos que la rompen los tres. Nos encantó la composición de Marina, como Elena, es mujer intensa y desbordada, que decide canalizar sus impulsos mediante la actuación y goza representando fragmentos de Venus y Adonis, tanto como sentirse deseada por los hombres de aquella casa. Enorme trabajo de Elena, a quien ya habíamos elogiado mucho por su jugada interpretación en Aguardiente, entrañable obra del off que vimos en Timbre 4.

Facundo Cardosi es Lorenzo, el ladero del padre, quien lo acompaña en la diaria y sufre las esquirlas de aquella tarea que sin dudas le quita años de vida. También al borde de la locura, luchando contra las adicciones y la existencia intrascendente que lleva. Su amor se divide entre la mujer que atiende la casa de empanadas y su hermana Elena. Buenísimo lo de Facundo, en un ´personaje que genera mucha empatía.






Y para el final, nos queda destacar el gran trabajo de Martín Mir, que compone con maestría a un Ernesto que es sapo de otro pozo allí, con su traje y su celular último modelo. Viajó hasta Santa Teresita para aquella reunión familiar, pero no puede desconectarse de sus obligaciones familiares y laborales. Personaje clave de la historia, nexo entre el pasado y este presente gris, tendrá duelos verbales muy violentos con su padre, en los que ambos dejarán en claro, cuanto se odian. Sobresaliente interpretación de Martín, donde lo gestual y lo postural dicen mucho.

Punto realmente fuerte el de las actuaciones, que se disfrutan enormemente y como dijimos le agregan mucho valor a la obra. La puesta de Bartis no defrauda para nada, por el contrario suma mucho. Gran elogio para el magnífico diseño escenográfico de Paola Delgado, que nos presenta un hogar cargado de detalles, como es autito chocador en la pared, diseño para mirar mucho tiempo y de los más destacados que vimos este año. Paola también tiene a cargo el rubro del vestuario, otro ítem destacado, que contribuye a las muy buenas caracterizaciones de los personajes. Y por último mencionar el diseño de luces de Pastorino, que se luce en esa penumbra y oscuridad que pide el texto en su mayor parte.





Y hasta acá cotamos, la obra de Bartis tiene muchas capas que la trama irá develando para que el espectador vaya descubriendo de a poco. Por ejemplo hay un recuerdo recurrente del protagonista que nos remontará a los años setenta y nos traerá imágenes de los vuelos de la muerte de la última dictadura. El Rey Lear de Shakespeare resuena en el televisor que mira el viejo y también en aquella casa de Santa Teresita, donde reina la oscuridad y la melancolía.

Queremos remendar La Gesta Heroica, teatro con mayúsculas que Bartis nos presenta, para que ´podamos conectar una tragedia shakespereana con una familia de clase media con vínculos rotos y desmembrados por el paso del tiempo. La obra es una invitación para que reflexionemos sobre la vejez, la muerte, los sueños truncos y sobre la miserabilidad de la condición humana, resultando un lujo poder hacerlo con un texto profundo, una puesta muy rica y actuaciones soberbias, todos factores que se unen para que podamos asistir a una de las mejores obras que el teatro independiente tiene en cartel actualmente, La sala desbordada de espectadores y ese prolongado aplauso del final no dejan dudas, que el teatro tuvo una función heroica en el mítico Sportivo Teatral.


Pensador Teatral.



domingo, 16 de junio de 2024

El Sentido de las Cosas

Dramaturgia de Sandra Franzen. Dirección de Andrés Bazzalo.





Domingos 19 30 hs en Centro Cultural de la Cooperación ( Av. Corrientes 1543 )

Un hermosísimo texto de Sandra Franzen, pleno de poesía y naturaleza que nos invita a viajar a una recóndita Isla del Paraná, para ser testigos del inédito encuentro entre el Poeta ( Víctor Laplace ) y Josecito ( Gastón Ricaud ) un empleado municipal de bajo escalafón, que gracias a los oficios de Prefectura, navegará por los canales del Paraná, para llegar hasta la morada del poeta, para cumplir con la importante misión que le asignaron las máximas autoridades de la Municipalidad.





La empresa de Josecito no será sencilla, en su maletín lleva la resolución municipal que nombra ciudadano ilustre al poeta y la convocatoria para que en la fecha del acto previsto, vaya a tierra firme, para recibir aquel reconocimiento. Las circunstancias resultan muy adversas para el empleado municipal, en primer lugar porque en esos momentos, se registra una gran crecida del Paraná y las inundaciones están haciendo estragos en las zonas ribereñas. El agua no para de subir y lo peor del caso es que Josecito, que es alérgico a los insectos, no sabe nadar.

Pero lo más complicado del encargo recibido, sin dudas es la resistencia de poeta a recibir visitas citadinas. Desde un árbol avista enojado a aquel burócrata de traje y corbata, que maletín en mano desentona por completo en aquel paraje donde la naturaleza manda. El poeta escapó de la ciudad, cansado de las mentiras de los políticos y se recluyó en las márgenes del Paraná, para estar bien lejos de ellos y ahora le mandan un enviado vaya a saber con que patrañas. Por eso no quiere perder tiempo recibiendo a aquel hombre, que seguramente vendrá con algún engaño, la especialidad de los políticos.





El texto juega con la comedia y el grotesco, pero al mismo tiempo y con muchas inteligencia, denuncia el olvido al que son sometidos los isleños. Promesas de obras siempre incumplidas por los políticos de turno. Algunos colchones que llegan cuando la inundación se lleva todo y es tiempo de elecciones, pero nada más. La historia se repite una y otra vez, el agua les lleva todo y los pobladores tienen que arrancar de cero, ante la indiferencia de los gobernantes, que siempre tienen temas más urgentes que atender.

Finalmente el poeta se apiadará de aquel hombre perdido en el Paraná y lo recibirá en la cama, que oficia de hogar, porque la casa que tenía se la llevó el agua y allí en ese inusual sitio, se dará una charla exquisita entre ellos, hablando de amores y poesía. De miedos y renunciamientos. Y hasta allí vamos a contar para mantener el suspenso. Para ver si el funcionario, finalmente pudo cumplir su misión deberán llegar hasta el final de esta entrañable historia, que tendrá a la naturaleza y a la fauna del Paraná como privilegiados testigos de aquel encuentro, entre estos seres sufrientes, que tienen en común, más de lo que imaginamos.






Es momento de hablar de las fantásticas actuaciones que tiene El Sentido de las Cosas, ya que el virtuoso texto de Sandra Franzen, encuentra los intérpretes ideales para que la dramaturgia se potencie muchísimo. Y arranquemos por Víctor Laplace, que compone con maestría a un poeta esquivo y combativo, que decidió buscar refugio en la naturaleza para curar sus penas y alejarse de un mundo hostil y lleno de hipocresías.

Sin dudas resulta un lujo, poder disfrutar este gran trabajo de Víctor, que como aquellos vinos añejos con el paso del tiempo, se vuelven más refinados y resultan una experiencia única en el paladar. Tuvimos la suerte de estar en la primera fila y haber podido disfrutar a corta distancia, de cada uno de sus gestos y movimientos, fue un gran disfrute. Por favor no se pierdan este exquisito trabajo de Víctor Laplace, que con la vitalidad de un chico y la experiencia de un veterano, nos regala un trabajo para poner en un cuadrito.





Pero bien, que semejantes palabras de elogio, que cuando vean la obra, sin dudas serán compartidas por usted lector, no eclipsen la magnífica interpretación de Gastón Ricaud, que en gran manera compone a un personaje que no encaja con aquel lugar, pero que tiene un mundo interno profundo, que iremos descubriendo a medida que la trama avanza. Muy bueno lo de Gastón, que es un gran actor y aquí muestra mucha química con Laplace, para conformar un gran dupla protagónica.

La puesta de Andrés Bazzalo es despojada en cuando al dispositivo escénico, pero muy rica en imágenes, reforzando la invitación que nos hace la dramaturgia, para que cerremos los ojos y que podamos sentir que estamos en el Paraná. En esto colabora en gran medida, Gonzalo Domínguez, músico en escena, que se luce estando a cargo de todos los sonidos de la naturaleza que tiene la historia. Otro punto a mencionar de la puesta, es como se rompe la cuarta pared, antes del comienzo de la obra, con los actores haciendo los últimos preparativos, ejercicios de concentración  y ajustes de vestuario, a la vista del público antes del arranque. Y al final, también hay otra sorpresa preparada. Son pequeños aportes, que generan empatía y complicidad con el público.





Y hasta aquí vamos a contar, nos gustó mucho la propuesta que nos trae El Sentido de las Cosas, una comedia que divierte, pero que también nos invita a reflexionar sobre como muchas veces nos pasamos la vida, encerrados en laberintos burocráticos o simplemente intentando cumplir los mandatos sociales, olvidándonos de los temas a los que deberíamos dedicarle tiempo, como poder amar a aquella persona que nos gusta, escribir un lindo poema o simplemente contemplar las maravillas de la naturaleza. Además la autora, que es santafesina, logra introducir en la historia, la temática de tantas personas olvidadas, que de manera regular pierden sus humildes posesiones, debido a las inundaciones, ante la indiferencia del estado, que nunca habilita el dinero necesario para obras de infraestructura que evite estos desastres.

Recomendamos especialmente esta obra, una propuesta muy rica en lenguaje y emociones, bien nuestra, ya que mira hacia nuestro Interior olvidado, de la mano de una dramaturgia aguda que emana poesía, una puesta atractiva y un dupla protagónica que se saca chispas en escena con trabajos superlativos. Por eso, les recomendamos se pongan las botas de goma y estén atentos para abrazarse fuerte a algún árbol, no vaya a ser cosa que la crecida quiera hacer de las suyas y los prive de ver esta gran propuesta del teatro independiente.


Pensador Teatral.




miércoles, 12 de junio de 2024

La Segunda

Dramaturgia de María Zubiri. Dirección de Mauro Antón.




Jueves 20 30 hs en Teatro El Extranjero ( Valentín Gómez 3376 ) .

Un texto sensible y reflexivo nos presenta María Zubiri, que además de ser la autora, es quien protagoniza esta obra que nace de experiencias vividas, que le sirvieron de base para escribir esta ficción, en formato de documental. Contemos que María, realmente tiene una hermana gemela y por eso sabe muy bien lo que significa la mirada externa, que tiene como una especie de fascinación por conocer las semejanzas y diferencias entre las hermanas gemelas, los mitos como que podrían compartir un novio sin que lo notaran, las comparaciones que siempre surgen y la competencia que se fomenta entre ellas.

Aclaramos que estamos en presencia de un documental ficcionado, porque en la realidad María siempre tuvo siempre una gran relación con su hermana, pero en la obra que nos convoca no es eso lo que sucede y ya mismo les vamos a contar porque. En el arranque de La Segunda veremos a María micrófono en mano, mostrando en una pantalla, videos de ella y de su hermana cuando eran niñas, sus vestiditos, sus risas y sus juegos, remarcando lo bien que se llevaban y como entre las dos, siempre se unían para defenderse del hermano. Ese arranque es muy tierno y tenemos la falsa sensación que será una noche a pura dulzura familiar, aunque pronto confirmaremos que no será asi.





La infancia fue feliz, pero María que en la obra será Luciana, enseguida nos dejará claro que en la adolescencia algo cambió y su relación con su hermana Tatiana no sería la mejor. El motivo principal era que tenían personalidades muy diferentes. Tatiana era la más popular en la escuela, desenvuelta y con todos los chicos detrás de ella, a los que cautivaba con su belleza y glamour. Ella en cambio, no tenía esa suerte, en la escuela recibía las burlas de sus compañeras, a causa de tener los dientes algo desparejos, tampoco tenía muy buenas curvas y siempre se sentía un patito feo a comparación de su hermana. Luciana se sentía relegada, siempre segunda y aunque trataba de disimularlo, este hecho la angustiaba.

La situación aunque resultaba difícil para ella, era llevadera, hasta que sucedió algo que cambiaría la historia de las hermanas. Nos estamos refiriendo a la elección de La Reina de la Belleza del Festival Nacional del Asado de Trelew, concurso que todos los años se organiza en la localidad chubutense de Cholila. Luciana no tenía ninguna intención de anotarse en aquel certamen y no cedía ante los intentos de su madre para convencerla de que se anote. Parecía que no había manera, pero la madre la conocía muy bien y le hizo las preguntas justas. Sabías que Tatiana está anotada ya en concurso ?? Como no vas a ir vos ?? Al escuchar esas palabras, algo se revolucionó en el interior de Luciana, que en ese mismo momento se convenció que tenía que participar.






Y hasta ahí vamos a contar, para mantener el suspenso. Seremos testigos de todos los preparativos de Luciana de cara aquel certamen de belleza, sus amenazas continuas de abandonar la competencia y lo que sucedió finalmente en aquel concurso,  que tuvo una resolución explosiva. La dramaturgia además de poner la lupa en el vínculo de las hermanas, muestra la exigencias que sufren las mujeres respecto de sus cuerpos, la necesidad de agradar al otro, la cosificación que sienten al tener que desfilar ante ojos inquisidores y muchos otros aspectos que resultan muy reconocibles para todos.

Momento de hablar de María Zubiri, que además de regalarnos una hermosa ficción con recortes de sus vivencias nos obsequia una magnífica y sentida interpretación. En primer lugar, destacar la gran manera en que María maneja los tiempos del relato, haciéndole ameno y atractivo para los espectadores, que disfrutan sus pasajes en su rol de relatora o cuando representa a la Luciana adolescente que siente necesidad de descargarse y contar la verdad que la atormenta.




Es para destacar la manera en que María consigue esa transformación de mujer adulta del presente a la adolescente que era, ya que lo consigue a la vista del público, con algún cambio mínimo en el peinado o en el vestuario que lleva y obviamente explotando sus recursos actorales, con excelentes resultados. Recordamos haberla elogiado mucho a Maria por su composición en Casandra en la Cocina, entrañable obra del off que vimos en el Nun y aquí en una obra que escribe ella misma y la involucra en lo personal, vuelve a mostrar su versatilidad y que es una estupenda actriz.

Antes de avanzar, queremos dejar unas líneas y destacar el trabajo de Luisina Arito, complementando en la obra el trabajo de María, teniendo a cargo  diversos personajes que tiene la historia, con participaciones menores, pero siempre dando el pie justo y permitiendo el lucimiento de la protagonista. Con mucho desenfado y muy buena gestualidad, Luisina funciona como el complemento ideal de Maria.

La puesta de Mauro Antón tiene muchos puntos altos, como el uso de la cámara en vivo que sigue a la protagonista en varios pasajes de la obra, proyectando las imágenes en la pantalla gigante que se ubica en el fondo del escenario, reforzando el carácter documental que tiene la propuesta. Otros rubros a destacar, son el diseño de vestuario de Gabriella Gardelics y el diseño de luces de Ricardo Sica, dos ítems que agregar valor a una puesta que resulta muy atractiva para el espectador.





En definitiva, nos gustó mucho la propuesta de La Segunda, ya que instalando un documental ficcionado, indaga en el vínculo entre hermanas gemelas, que deben padecer las miradas del círculo familiar y del entorno que parece divertirse comparando y buscando las diferencias, como si fuera un pasatiempo. Y más profundo, muestra como parte de la sociedad sigue juzgando a las mujeres por su belleza física, que deben estar a la altura de la exigencia, para evitar ser discriminadas o ser objeto de burlas, dejando al descubierto lo cruel que puede ser la mirada del otro, especialmente en la adolescencia, etapa crucial del desarrollo humano, que se caracteriza por profundos cambios físicos y emocionales, que sin dudas nos tornan más vulnerables.

Recomendamos La Segunda, una obra que divierte y emociona a la vez, resultando cercana al público que seguramente en varios pasajes se va a sentir familiarizado con lo que le sucede a la protagonista y reconocerá esa mirada impiadosa e implacable que muchas veces dirige una sociedad, que vela por el cumplimiento de los mandatos sociales, sin importar el sentimiento de las personas. Una puesta original, y una composición muy lograda, se unen a una historia que atrapa al espectador y lo convoca a disfrutar una muy buena noche de teatro independiente, invitando a reflexionar sobre aspectos negativos de nuestra sociedad, que parece disfrutar mortificando al otro.


Pensador Teatral.






sábado, 8 de junio de 2024

Secretos a la Luz

 Dramaturgia de Gilda Bona. Dirección de Francisco Civit.




Sábados 19 30 hs en Andamio 90 ( Parana 660 )

Un policial en tono de comedia, con enredos familiares y secretos guardados bajo siete llaves, es la carta de presentación de esta original propuesta que llega al Andamio 90, con dramaturgia de Gilda Bona y dirección de Francisco Civit, dupla que ya trabajó juntos antes, con muy buenos resultados y que seguramente con ese impulso y entendimiento, se vuelven a unir para presentar esta obra, que escapa a la habitualidad de las piezas que se presentan en el teatro independiente y esto entendemos es una de las llaves del suceso que está teniendo Secretos a la Luz, desde su estreno.





Para que puedan entender a que nos referimos en cuanto a la originalidad de la propuesta, arranquemos contando que la obra tiene nada menos que dieciséis actores en escena, si leyeron bien, un rara avis ante tantos unipersonales en cartel. Pero los actores además, son músicos, ya que son los encargados de llevar adelante la banda de sonido y la musicalización de la obra, que resulta crucial en un policial de suspenso, donde la música incidental juega un papel importante en el acompañamiento de la historia y con una muy buena dinámica, ya que los actores tocan el instrumento que tienen asignado y lo dejan cuando forman parte de las acciones.

El misterio y el suspenso son parte fundamental de esta historia desopilante y con toques sobrenaturales, por eso tenemos que ser muy cuidadosos de lo que podemos contar acá. Si vamos a decir, que toda la trama, se estructura sobre el crimen de Elena ( Daniela Delgado ), amante de la pizza fría y con una misión por cumplir, que obviamente no vamos a relevar. Su actual novio Roco ( Ariel Cortina ) tal vez sea el principal sospechoso, pero Esteban ( Juan Pablo Maicas ), su ex, también tiene sobrados motivos, pero tampoco deberíamos descartar a Inés ( Violeta Federman ) , la ex de Roco, a la que varios escucharon maldecir a la mujer que le quitó el novio. Pero a medida, que la historia avanza, vamos a descubrir más personajes, secretos familiares, traiciones y celos, todos motivos suficientes para cometer un crimen.






Y otro motivo que hace muy original a la propuesta, más allá de la cantidad de actores y personajes, es la particular forma en que se cuenta la historia, donde no hay un relato lineal en el tiempo, es decir los hechos no se presentan en orden cronológico y se juega permanente con los flashbacks ( retornos al pasado ) , logrando mantener la atención del espectador, que irá cambiando su percepción de los hechos y los personajes, a medida que el autor de manera inteligente le vaya brindando pistas.

Por eso, en el arranque de Secretos a La Luz, veremos a Esteban llegando en plena noche a la casa de Luz ( Luciana Serio ) y Mariano ( Gabriel Yeannoteguy ) a pedir ayuda por un grave hecho que ha acontecido. Es allí cuando anuncia la muerte de Helena y que va a necesitar a la abogada de Mariano para salir del entuerto en el que se encuentra. A partir de allí la historia se empezará a desarrollar, analizando lo que sucedió de manera detallada, con muchos flashbacks que recrean los hechos. Nos hizo mucho recordar a aquellas películas, que luego del inicio con un cuerpo en primer plano, un cartelito indica seis meses antes ... Bien,  acá los viajes en el tiempo serán continuos y no solo a la noche fatídica del hecho. Y hasta aquí vamos a contar, para no adelantar más y que ustedes vayan desentrañando el misterio paso a paso, como es la idea de la autora.





Momento de hablar de las actuaciones que presenta la obra, siendo tantos los actores en escena, se complica mencionar a todos, pero haremos lo posible, ya que las interpretaciones son realmente destacadas. La dramaturgia tiene algo de complejidad, ya que al ser muchos los personajes y detrás de la historia principal del asesinato, hay varias historias paralelas, que tendrán un final común, el espectador deberá estar muy atento para seguir el hilo del relato y no perderse con tanta información. Bueno, hay que decir que esto se consigue gracias a la pericia del elenco, que abraza con gran compromiso la historia.

Y si de actuaciones destacadas hablamos, arranquemos por Juan Pablo Maicas, como Esteban, quien relata en primera persona lo sucedido y lleva el hilo conductor de la historia. Muy bueno el trabajo de Juan Pablo. Quienes escuchan su relato y tratan de ordenar todas las pistas son Luciana Serio como Luz y Gabriel Yeannoteguy como Mariano, una pareja divertida y llena de secretos, que anuncia a los cuatro vientos que ya no se pelean más. Estupendos están Luciana y Gabriel. Ariel Cortina es un temperamental Roco, personaje clave ya que estuvo con Elena la noche de su muerte y luego de ello fue a ver a su amigo Esteban. Muy bueno el trabajo de Ariel. Y  en estas menciones de protagónicos, no podemos dejar de mencionar a Daniela Delgado, en el papel de Elena, ya que si bien en el comienzo sabemos que está muerte, gracias a los flashbacks comentados, la veremos mucho en acción, muy expresiva y será tal vez el personaje que más misterios y secretos acumula.





Estamos siendo injustos con muchos otros actores que tienen una participación menor en minutos, pero que también son importantes para la historia, que se completa con la participación de todos. Sepan que la historia tiene mujeres despechadas, una vecina alterada, una abogada, primas que deben resolver secretos familiares, un trompetista rompe corazones y hasta una presencia sobrenatural. Por eso debemos mencionar a Violeta Federman, Natalia Chiesi, Vanesa Cardella, Mar Bel Vázquez, Cristina Blanco, Diego López, Graciela Barreda,  Cintia Trobbiani, Alejandro Faggioni y Gisella Crimi. Todos ellos con más y menos minutos, contribuyen al todo que es la obra.

Destaquemos ahora la puesta de Francisco Civit, que tiene como gran mérito coordinar tantos recursos actorales en escena, algo nada sencillo y que se resuelve de muy buena manera, aprovechando la profundidad del espacio escénico del Andamio 90, ya que los actores están todo el tiempo en escena,, ya sea actuando o a cargo de la música. Un rubro importante a destacar es el vestuario de Cecilia Zuvialde, que colabora con la caracterización de tantos personajes.





Y hasta aquí vamos a contar, desde este sitio siempre celebramos la aparición de las propuestas que se animan a salir de lo habitual y arriesgan, siendo este el caso de Secretos a la Luz, que ofrece una obra que tiene un estilo cinematográfico por la manera que se cuenta la historia, explorando el género de la comedia policial, donde el suspenso y los secretos familiares estarán a la orden del día, para que el espectador pueda armar la hoja de ruta que le permita descubrir al asesino.

Por eso, sepan los espectadores que deberán asistir con los ojos bien abiertos y los oídos atentos. Son muchas las pistas que deberán procesar para poder cumplir con éxito la tarea de detective que la obra les propone. Pero más allá del suspenso y misterio, la pieza permite al público reírse de una historia desopilante y de muchos personajes que juegan con música y suspenso, para unirse a la ceremonia teatral, que la obra nos propone.


Pensador Teatral.