Viernes 20 hs en El Kafka Espacio Teatral ( Lambaré 866 )
Dramaturgía y dirección de Leonel Dolara.
Excelente obra que presenciamos en El Kafka, profunda, original y haciendo que el espectador se vaya reflexionando mucho, al término de la función, ya que es una pieza que moviliza.
El guión escrito por Dolara, es realmente muy elaborado, el autor confiesa que estuvo siete años para escribirlo, ya que no lo hizo en forma continua y se evidencia un gran trabajo en el mismo, cuidando todos los detalles.
La acción arranca, con un grupo de personas sentadas, uno al lado del otro, enfrentando al público, casi cara a cara, con una cercanía perturbadora. No saben donde se encuentran, cuanto tiempo llevan allí y cuál es el motivo por el que se encuentran reunidos. Encima hay algunas personas que se conocen y otras que no conocen a nadie, la situación es desconcertante para todos, en ese prometedor arranque.
La luz se apaga y con el cambio de acto, de a poco iremos conociendo las historias personales de estos individuos, viviremos hechos de su vida cotidiana, pero lo haremos desde un lugar particular, ya que las acciones se desarrollan en los baños de sus casas, esto tiene una significación especial, ya que en ese espacio es donde los protagonistas, se confiesan, donde pueden exponer sus intimidades, un lugar donde se sienten resguardados para exponer sus pensamientos más secretos.
Los actos tienen una gran dinámica y los protagonistas aparecen y desaparecen de escena con movimientos precisos y coordinados. Las historias varían, pero hay un eje central que es el amor, nos muestra como el ser humano quiere ser amado por el otro y como muchas veces se acepta vivir una vida de ficción, simplemente para estar acompañado.
La obra nos habla de amores y desamores, de adicciones, de infidelidades, de homosexualidad, de violencia de género y también del miedo a la soledad. Los temas se tocan con una profundidad y una fuerza que abruman por su crudeza.
La trama tiene una gran dinámica y el espectador siempre está atento a lo que sucede en el escenario.
El despliegue actoral que tiene la puesta merece destacarse, hay diez actores en escena y las interpretaciones son francamente magníficas.
Pecando de ser injustos, vamos a destacar algunas de ellas, por ejemplo Gabriela del Mar, dá vida a Natalia, una mujer que no está conforme su matrimonio, pero tiene temor a dar el paso hacia la separación, gran tarea de Gabriela, que conmueve con su personaje.
Es buenísimo también lo de Rosella Bosco, como Blanca, una mujer obsesiva, a la que le gusta tener todo bajo control y accidentalmente descubrirá un secreto terrible que lo cambia todo . Genial su caracterización.
Por lado masculino, podemos mencionar a Bruno Alarcón, el atribulado Martín, que tomará coraje se animará a confesar una verdad impensada a su esposa.
Pero estamos siendo muy injustos, con el resto de los protagonistas y no corresponde, ya que cumplen en gran forma sus papeles, Mariano Cáceres ( Diego ), Julián Calviño ( Esteban), Jimena La Torre ( Claudia ), Stella Minardi ( Amalia ), Antonella Piersanti ( Mónica ), Victoria Montes ( Alejandra ) y Diego Viquez ( Ignacio ).
Un elenco numeroso, que funciona muy bien en su conjunto y en lo individual, realmente un excelente trabajo de dirección, en la elección de los actores para cada personaje y en guiarlos para que sobre el escenario actúen en forma armónica.
La puesta tiene una gran originalidad y belleza, esto en gran parte se debe, al fenomenal diseño escenográfico de Gonzalo Córdova, montando una estructura con escaleras que elevan una plataforma central, para que los actores puedan subir y bajar para cambiar de ambiente y obviamente para llegar al baño donde se desarrollan las escenas.
Importante también el uso de la iluminación, para separar los actos y marcar el clima de la puesta, un muy buen vestuario, la música original, hay escenas con pasos de danza, realmente el despliegue escénico es admirable y merece destacarse.
Hay muchísimo trabajo en la presentación de esta pieza y esto la enriquece mucho.
Sin dudas, que es una obra que merece verse, fuerte, profunda y sin dudas que el espectador se verá reflejado el mismo o verá algún ser querido en las diferentes historias y vá a reflexionar con lo que verá en el escenario, ya que la obra moviliza y mucho, es imposible quedar indiferente con las historias que pasarán a lo largo de la trama.
Un estupendo guión de Leonel Dolara, que además realiza un enorme trabajo en la dirección, para coordinar actuaciones tan destacadas, en esta obra que sin dudas recomendamos.
La salla llena que se viene repitiendo todos los Viernes de función desde el estreno y la ovación sostenida del público al final de la misma, premia el gran trabajo del equipo que dá vida a Pescando en la Bañera, título con que el espectador se identifica y esa metáfora, nos invita a pensar, como muchas veces en nuestras vidas, gastamos nuestras energías, explorando en lugares donde nunca vamos a encontrar aquello que tanto anhelamos.
Pensador Teatral
martes, 18 de abril de 2017
domingo, 16 de abril de 2017
Intrusión
Jueves 21 hs en Teatro del Abasto ( Humahuaca 3549 )
Obra escrita por el dramaturgo francés Frederic Sonntag y dirigida por Leonardo Saggese.
Interesante propuesta la de Intrusión, que podemos catalogar como una obra de suspenso, género muy poco representado en nuestro teatro nacional.
Sonntag se destaca por sus textos experimentales y Leonardo Saggese, joven actor y director argentino, tomó el desafío de adaptarlo para esta versión local, llevando los textos del autor francés a nuestra realidad, algo que pudo conseguir en gran forma..
La historia trata de dos parejas de amigos, que deciden ir a pasar unas vacaciones a una casa aislada de la civilización, como una forma de escapar de la ciudad y reencontrarse en esa soledad con ellos mismos, ya que ambas parejas no pasan por su mejor momento.
No saben cuánto tiempo pasarán juntos en este casa y si la experiencia funcionará o no, es algo que entienden van a descubrir, con el paso de los días.
Pero luego de pasar la primera noche en aquella cabaña, la situación cambiará radicalmente, ya que al despertarse en la mañana, Tomás descubrirá que en el living de la casa, hay una joven mujer vestida con un camisón blanco.
Está sentada y en silencio, el misterio es grande, ya que las ventanas y la puerta están cerradas, desde la noche anterior y no tienen signos de haber sido forzadas.
Por dónde entró entonces la mujer ?? Porque no habla ?? Será peligrosa ??? Realmente está en el living esta mujer o es una alucinación colectiva ??
Los interrogantes son numerosos y vamos a dejar que la espectador cuando vea la obra, pueda ir develando alguno de ellos y otros más que irán apareciendo.
Solo adelantar que la trama está envuelta en un halo de misterio y tiene un aire perturbador que incomoda al espectador que al igual que los protagonistas, se sienten inquietos por esta extraña intrusa, que los mira, sin decir palabra y se hace imposible determinar sus intenciones.
Será muy interesante ver como reacciona cada uno de los habitantes de la cabaña, con esta invitada misteriosa e inesperada. Como se reacciona ante lo desconocido ??? Algunos reaccionan con miedo, otra en forma violenta, algunos con amor e incredulidad.
El autor explota muy bien esto y el conflicto a lo largo de la trama es constante y la atención del espectador se mantiene en forma permanente.
El trabajo del director es destacable, pero su éxito se apoya en un joven elenco que está a la altura del desafío, los integrantes de la compañía teatral Los Catárticos, grupo creado por el mismo Saggese. en el 2013.
Los protagonistas de la historia, son Leandro Lombardi, Johanna Aravena, Matías Rossomando y Gabriela Seminario, los integrantes de la parejas que deciden estas vacaciones particulares y además está Clara Pino, la misteriosa mujer, que cumple una gran labor, un papel muy complejo para interpretar y destacarse, pero lo consigue, con una gestualidad que impresiona.
Igual para ser justos, todo el elenco cumple y cada uno le aporta un matiz diferente a la pieza, de acuerdo a sus diferentes reacciones, ante aquella enigmática presencia.
Una escenografía lucida de Edna Fernández Chajud, simulando la solitaria cabaña y la buena utilización de la música y de la iluminación para separar los diferentes cuadros y colaborar con la atmósfera de misterio que pide la puesta,
En conclusión, una interesante propuesta la que nos ofrece Intrusión, un promisorio director que adapta un muy buen texto, trabajando con un joven grupo de actores para redondear una pieza original, en el género del suspenso poco explotado en el teatro local, donde el espectador estará enganchado y en todo momento queriendo dilucidar que oucrrirá, debiendo a estar muy atento al descenlace, ya que como toda buena obra de misterio, tendrá un final sorprendente, que de ninguna manera vamos a anticipar.
Pensador Teatral.
Obra escrita por el dramaturgo francés Frederic Sonntag y dirigida por Leonardo Saggese.
Interesante propuesta la de Intrusión, que podemos catalogar como una obra de suspenso, género muy poco representado en nuestro teatro nacional.
Sonntag se destaca por sus textos experimentales y Leonardo Saggese, joven actor y director argentino, tomó el desafío de adaptarlo para esta versión local, llevando los textos del autor francés a nuestra realidad, algo que pudo conseguir en gran forma..
La historia trata de dos parejas de amigos, que deciden ir a pasar unas vacaciones a una casa aislada de la civilización, como una forma de escapar de la ciudad y reencontrarse en esa soledad con ellos mismos, ya que ambas parejas no pasan por su mejor momento.
No saben cuánto tiempo pasarán juntos en este casa y si la experiencia funcionará o no, es algo que entienden van a descubrir, con el paso de los días.
Pero luego de pasar la primera noche en aquella cabaña, la situación cambiará radicalmente, ya que al despertarse en la mañana, Tomás descubrirá que en el living de la casa, hay una joven mujer vestida con un camisón blanco.
Está sentada y en silencio, el misterio es grande, ya que las ventanas y la puerta están cerradas, desde la noche anterior y no tienen signos de haber sido forzadas.
Por dónde entró entonces la mujer ?? Porque no habla ?? Será peligrosa ??? Realmente está en el living esta mujer o es una alucinación colectiva ??
Los interrogantes son numerosos y vamos a dejar que la espectador cuando vea la obra, pueda ir develando alguno de ellos y otros más que irán apareciendo.
Solo adelantar que la trama está envuelta en un halo de misterio y tiene un aire perturbador que incomoda al espectador que al igual que los protagonistas, se sienten inquietos por esta extraña intrusa, que los mira, sin decir palabra y se hace imposible determinar sus intenciones.
Será muy interesante ver como reacciona cada uno de los habitantes de la cabaña, con esta invitada misteriosa e inesperada. Como se reacciona ante lo desconocido ??? Algunos reaccionan con miedo, otra en forma violenta, algunos con amor e incredulidad.
El autor explota muy bien esto y el conflicto a lo largo de la trama es constante y la atención del espectador se mantiene en forma permanente.
El trabajo del director es destacable, pero su éxito se apoya en un joven elenco que está a la altura del desafío, los integrantes de la compañía teatral Los Catárticos, grupo creado por el mismo Saggese. en el 2013.
Los protagonistas de la historia, son Leandro Lombardi, Johanna Aravena, Matías Rossomando y Gabriela Seminario, los integrantes de la parejas que deciden estas vacaciones particulares y además está Clara Pino, la misteriosa mujer, que cumple una gran labor, un papel muy complejo para interpretar y destacarse, pero lo consigue, con una gestualidad que impresiona.
Igual para ser justos, todo el elenco cumple y cada uno le aporta un matiz diferente a la pieza, de acuerdo a sus diferentes reacciones, ante aquella enigmática presencia.
Una escenografía lucida de Edna Fernández Chajud, simulando la solitaria cabaña y la buena utilización de la música y de la iluminación para separar los diferentes cuadros y colaborar con la atmósfera de misterio que pide la puesta,
En conclusión, una interesante propuesta la que nos ofrece Intrusión, un promisorio director que adapta un muy buen texto, trabajando con un joven grupo de actores para redondear una pieza original, en el género del suspenso poco explotado en el teatro local, donde el espectador estará enganchado y en todo momento queriendo dilucidar que oucrrirá, debiendo a estar muy atento al descenlace, ya que como toda buena obra de misterio, tendrá un final sorprendente, que de ninguna manera vamos a anticipar.
Pensador Teatral.
viernes, 14 de abril de 2017
La Denuncia
Mièrcoles 20 hs en Teatro del Pueblo ( Roque Saenz Peña 943 )
Dramaturgìa de Rafael Bruza y dirección de Claudio Martìnez Bel.
Una obra muy original, la que tuvimos la suerte de presenciar en esta ocasión, una hermosa comedia criolla, un sainete de época, muestrario de la vida del interior campestre, sitúandonos, un siglo atrás.
La Denuncia, se basa en una historia real, ocurrida allá por el año 1909, en la ciudad de Las Flores, donde en la comisaría local, se recibe la denuncia de una mujer, la doblemente viuda, llamada Angelica Solores contra su ex compañero, el ferroviario Bonifacio Estrella.
Motivo de la acusaciòn ?? Bonifacio embarazó a su hija mayor y al poco tiempo de este hecho, huyó de la casa con su hija menor de tan solo 15 años. Esto fue demasiado para Angélica, que decidió radicar la correspondiente denuncia.
Este hecho verìdico, que en estos tiempos podrìa considerarse ridìculo como para denunciarse, funciona como disparador para que, Rafael Bruza, prolìfico autor santafesino, escribiera este riquísimo guión y nos traslade, magia del teatro mediante, a una Buenos Aires rural del 1900, donde aparece el ferrocarril como figura central aglutinante, el trabajo golondrina y numerosas situaciones de aquellos años, con una riqueza descriptiva y una ambientación de época notable.
La originalidad de la puesta, se pone de manifiesto, en que si bien los actores son solo cuatro, sobre el escenario del Teatro del Pueblo, los personajes se multiplican.
Esto se consigue, mediante las transformaciones que se producen, ya que los actores cambian su vestuario, se ponen máscaras y pelucas, cambiando de personaje cuando la trama lo requiere.
Esto ocurre en el último plano del escenario, permitiendo que el espectador sea partícipe de estas transformaciones y testigo de se van alumbrando, los diferentes personajes, masculinos, femeninos y también algunos animales, en un ejercicio de creatividad y de vuelo teatral que debemos aplaudir.
Se nota y mucho la mano del director, que en forma muy precisa, le saca provecho a este gran texto, le aporta poesía y permite que los protagonistas de la historia se luzcan en gran forma, en una puesta muy lograda.
Llegamos entonces, a los protagonistas de la obra, las actuaciones son magníficas y la composición que se hace de los diferentes personajes, son realmente dignas de elogio.
Las situaciones hilarantes, brotan en el escenario y se producen situaciones muy graciosas, que provocan las carcajadas de los espectadores,
El elenco es encabezado por Marcelo Mazzarello, quien con gran presencia, dá vida al ferroviario Bonifacio Estrella, con su tono malevo y de virilidad, que se torna irresistible para los personajes femeninos de la pieza, una gran tarea de un actor de vasta experiencia como Marcelo.
Federico Cècere, da vida a un muy gracioso Sargento Troncoso, que a mi gusto fue el que màs risas provocò a lo largo de la historia ( al menos a quien escribe estas líneas ), desopilante su trabajo-
Marcelo Xicarts, interpreta a una Angélica deliciosa, que despechada por aquel hombre que ya no la prefiere, decide hacer la denuncia, que origina la historia.
Gastón Ricaud, es un entrañable Comisario Andrade, máxima autoridad de la comisaría del pueblo, que en dupla con el Sargento Troncoso, nos regala momentos deliciosos.
Solo mencionamos algunos de los personajes interpretados, los principales, porque como mencionamos antes son muchos más, solo destacar la gran entrega actoral de todos, la gestualidad, los tonos de voz, todo fluye en forma perfecta y nos lleva al 1900, se los nota cómodos a los protagonistas, disfrutando en el escenario y esto le otorga un plus a la pieza.
Hay que dedicar un párrafo especial, para Alfredo Iriarte, el realizador de las máscaras y Marta Dieguez de las pelucas. Y además, un gran reconocimiento para Gabriela Aurora Fernández, responsable del diseño escenográfico y del vestuario.
Un gran equipo conformando, que tiene una importancia capital en esta obra y son fundamentales en la brillantez, que consideramos tiene la puesta.
No vamos a contar más, dejaremos que el espectador cuando vea la obra descubra la infinidad de recursos teatrales, que se utilizan y disfrute la función.
Solamente comentar, que cuando se conjugan un guión brillante, autóctono y original como él de Rafael Bruza, una dirección impecable de Claudio Martínez Bel ( nominado a los Premios Trinidad por su labor en esta pieza ), un vestuario y una puesta de verdadero fuste y todo ellos, se suman actuaciones magníficas, como las que tiene esta obra, es indudable que el producto final, será de una calidad altísima.
Concluyendo, La Denuncia, es una comedia hilarante, que debemos recomendar en forma obligada y que verdaderamente sería una picardía no ver.
Como el lector de esta reseña habrá apreciado, nos encantó la obra y no fuimos los únicos, ya que la merecida ovación que recibieron los protagonistas al final de la pieza, son una clara muestra, de la hermosa noche de teatro vivida en el mítico Teatro del Pueblo.
Pensador Teatral.
Dramaturgìa de Rafael Bruza y dirección de Claudio Martìnez Bel.
Una obra muy original, la que tuvimos la suerte de presenciar en esta ocasión, una hermosa comedia criolla, un sainete de época, muestrario de la vida del interior campestre, sitúandonos, un siglo atrás.
La Denuncia, se basa en una historia real, ocurrida allá por el año 1909, en la ciudad de Las Flores, donde en la comisaría local, se recibe la denuncia de una mujer, la doblemente viuda, llamada Angelica Solores contra su ex compañero, el ferroviario Bonifacio Estrella.
Motivo de la acusaciòn ?? Bonifacio embarazó a su hija mayor y al poco tiempo de este hecho, huyó de la casa con su hija menor de tan solo 15 años. Esto fue demasiado para Angélica, que decidió radicar la correspondiente denuncia.
Este hecho verìdico, que en estos tiempos podrìa considerarse ridìculo como para denunciarse, funciona como disparador para que, Rafael Bruza, prolìfico autor santafesino, escribiera este riquísimo guión y nos traslade, magia del teatro mediante, a una Buenos Aires rural del 1900, donde aparece el ferrocarril como figura central aglutinante, el trabajo golondrina y numerosas situaciones de aquellos años, con una riqueza descriptiva y una ambientación de época notable.
La originalidad de la puesta, se pone de manifiesto, en que si bien los actores son solo cuatro, sobre el escenario del Teatro del Pueblo, los personajes se multiplican.
Esto se consigue, mediante las transformaciones que se producen, ya que los actores cambian su vestuario, se ponen máscaras y pelucas, cambiando de personaje cuando la trama lo requiere.
Esto ocurre en el último plano del escenario, permitiendo que el espectador sea partícipe de estas transformaciones y testigo de se van alumbrando, los diferentes personajes, masculinos, femeninos y también algunos animales, en un ejercicio de creatividad y de vuelo teatral que debemos aplaudir.
Se nota y mucho la mano del director, que en forma muy precisa, le saca provecho a este gran texto, le aporta poesía y permite que los protagonistas de la historia se luzcan en gran forma, en una puesta muy lograda.
Llegamos entonces, a los protagonistas de la obra, las actuaciones son magníficas y la composición que se hace de los diferentes personajes, son realmente dignas de elogio.
Las situaciones hilarantes, brotan en el escenario y se producen situaciones muy graciosas, que provocan las carcajadas de los espectadores,
El elenco es encabezado por Marcelo Mazzarello, quien con gran presencia, dá vida al ferroviario Bonifacio Estrella, con su tono malevo y de virilidad, que se torna irresistible para los personajes femeninos de la pieza, una gran tarea de un actor de vasta experiencia como Marcelo.
Federico Cècere, da vida a un muy gracioso Sargento Troncoso, que a mi gusto fue el que màs risas provocò a lo largo de la historia ( al menos a quien escribe estas líneas ), desopilante su trabajo-
Marcelo Xicarts, interpreta a una Angélica deliciosa, que despechada por aquel hombre que ya no la prefiere, decide hacer la denuncia, que origina la historia.
Gastón Ricaud, es un entrañable Comisario Andrade, máxima autoridad de la comisaría del pueblo, que en dupla con el Sargento Troncoso, nos regala momentos deliciosos.
Solo mencionamos algunos de los personajes interpretados, los principales, porque como mencionamos antes son muchos más, solo destacar la gran entrega actoral de todos, la gestualidad, los tonos de voz, todo fluye en forma perfecta y nos lleva al 1900, se los nota cómodos a los protagonistas, disfrutando en el escenario y esto le otorga un plus a la pieza.
Hay que dedicar un párrafo especial, para Alfredo Iriarte, el realizador de las máscaras y Marta Dieguez de las pelucas. Y además, un gran reconocimiento para Gabriela Aurora Fernández, responsable del diseño escenográfico y del vestuario.
Un gran equipo conformando, que tiene una importancia capital en esta obra y son fundamentales en la brillantez, que consideramos tiene la puesta.
No vamos a contar más, dejaremos que el espectador cuando vea la obra descubra la infinidad de recursos teatrales, que se utilizan y disfrute la función.
Solamente comentar, que cuando se conjugan un guión brillante, autóctono y original como él de Rafael Bruza, una dirección impecable de Claudio Martínez Bel ( nominado a los Premios Trinidad por su labor en esta pieza ), un vestuario y una puesta de verdadero fuste y todo ellos, se suman actuaciones magníficas, como las que tiene esta obra, es indudable que el producto final, será de una calidad altísima.
Concluyendo, La Denuncia, es una comedia hilarante, que debemos recomendar en forma obligada y que verdaderamente sería una picardía no ver.
Como el lector de esta reseña habrá apreciado, nos encantó la obra y no fuimos los únicos, ya que la merecida ovación que recibieron los protagonistas al final de la pieza, son una clara muestra, de la hermosa noche de teatro vivida en el mítico Teatro del Pueblo.
Pensador Teatral.
martes, 11 de abril de 2017
El Amor es un Bien
Sábados 22 hs y Domingos 18 hs en Moscú Teatro ( Camargo 506 )
Obra escrita y dirigida por Francisco Lumerman.
La pieza es una versión libre de Tío Vania, obra escrita por el dramaturgo ruso Antón Chejov y publicada en 1899, siendo una de las piezas más importantes escritas por el célebre autor y una de las obras más importantes de la literatura dramática del Siglo XIX.
Francisco Lumerman, fundador del Moscú Teatro junto con Lisandro Penelas, decidió rendir homenaje justamente al notable escritor ruso, escribiendo El Amor es un Bien, versión libre de Tío Vania, un clásico de todos los timpos, pero aggiornando la historia a estos tiempos y trayendo un Chejov fresco y actual, sin perder su escencia.
Siempre es un desafío, partir de grandes clásicos y en este caso, Francisco logra resolverlo en gran forma, ya que consigue un texto muy profundo y con una gran riqueza en los diálogos, logrando una historia actual y conservando la atmósfera chejoviana.
Para lograr su cometido, el autor se permite algunas licencias y modificaciones, como pasar de la fría Rusia a la solitaria Carmen de Patagones en nuestra Patagonia, Vania será Iván y así el resto de los personajes, tendrá cambios de nombres y de características, pero conservando siempre algunos rasgos de la obra original.
A esta altura es importante, hacer una aclaración, para disfrutar de la obra que se presenta en el Moscú, no es necesario haber visto Tio Vania, ni conocer la obra de Chejov, la pieza es totalmente independiente y funciona a la perfección para el espectador que se presente a verla, sin tener en cuenta la obra en la que se inspira, solo que aquellos, que conocen la pieza original, sabrán identificar algunos guiños plantados por el autor y apreciaran mucho el gran trabajo realizado por el director.
La historia, nos cuenta, como Sonia ( Rosario Varela ) y su tío Iván (José Escobar) , administran un hostel en Carmen de Patagones con muy poco éxito, ya que la mayor parte del tiempo se encuentra sin huéspedes. Es más en estos momentos, el único pasajero es un doctor llamado Pablo ( Diego Faturos ). La tranquilidad pueblerina y del hostel, será sacudida, con la llegada desde Buenos Aires, de Alejandro, el padre de Sonia ( Jorge Fernández Román ) y Elena ( Manuela Amosa ) su nueva mujer, mucho más joven que él.
A partir de esta llegada, la convivencia de estos 5 personajes en el hostel, se irá complicando y los conflictos irán apareciendo, en forma continua, para no develar el misterio, dejaremos que el espectador cuando vea la obra, los vaya descubriendo.
Como fuera dicho el guión tiene una gran riqueza y una alta cuota de sensibilidad, la trama envuelve al espectador, que seguramente sentirá identificación o empatía con alguno de los personajes.
La pieza transita su tercera temporada y siempre a sala llena, esto se explica por la efectividad del guión y por las excelentes interpretaciones que tiene la obra, que no es nada sencilla y eso resalta aún más el mérito de quienes la protagonizan.
Las 2 interpretaciones más destacadas, a nuestra entender son las de José Escobar, componiendo a un Tío Ivan que conmueve por su sensibilidad, en una actuación que le valió estar nominado como Mejor Actor de Reparto en los premios Trinidad Guevara 2015 ) . Formando además un tandem perfecto con Rosario Varela, que con mucha pasión, dá vida a una Sonia soñadora e idealista, una verdadera revelación, una gran entrega actoral, para una magnífica composición. Además un plus, su hermosa voz, que se luce en un par de canciones que interpreta.
Pero no sería justo dejar de mencionar a los demás integrantes de la historia, ya que todos se destacan, desde Diego Faturos, el inteligente y reservado doctor, preocupado por la defensa del medio ambiente, del que casi todos están enamorados, la bella Manuela Amosa, como Elena, pieza clave de la historia, junto a Jorge Fernández Román, el padre de Sonia, dotado de un cinismo y una ironía, que se destacan en varios pasajes de la pieza, nos gustó mucho su trabajo. Indudablemente, se nota que es un grupo muy unido y que hay mucho trabajo previo, para poder lograr interpretaciones tan sólidas y que funcionan tan bien en forma conjunta.
La escenografía es desprovista, casi nula, efecto buscado por al autor, como una forma de destacar la importancia que tiene la palabra en esta historia, sin necesidad de otros aditamentos.
Como conclusión, un trabajo notable el el Francisco Lumerman, logrando esta excelente versión libre de Tio Vania, moldeando una obra fresca, profunda y actual a la vez, apoyándose en un elenco comprometido con la historia, que se luce mucho con las composiciones, logrando en el conjunto brindar un merecido homenaje al gran dramaturgo ruso Antón Chejov, nada menos que en el Moscú Teatro, son los lujos y coincidencias que nos permite nuestro prolífico teatro independiente.
El prolongado aplauso que reciben los protagonistas al término de la obra y que la pieza lleve ya tres temporadas presentandosé a sala llena, son una clara muestra de que estamos en presencia de una obra que de ninguna manera puede pasar inadvertida, para los amantes del buen teatro.
Pensador Teatral.
Obra escrita y dirigida por Francisco Lumerman.
La pieza es una versión libre de Tío Vania, obra escrita por el dramaturgo ruso Antón Chejov y publicada en 1899, siendo una de las piezas más importantes escritas por el célebre autor y una de las obras más importantes de la literatura dramática del Siglo XIX.
Francisco Lumerman, fundador del Moscú Teatro junto con Lisandro Penelas, decidió rendir homenaje justamente al notable escritor ruso, escribiendo El Amor es un Bien, versión libre de Tío Vania, un clásico de todos los timpos, pero aggiornando la historia a estos tiempos y trayendo un Chejov fresco y actual, sin perder su escencia.
Siempre es un desafío, partir de grandes clásicos y en este caso, Francisco logra resolverlo en gran forma, ya que consigue un texto muy profundo y con una gran riqueza en los diálogos, logrando una historia actual y conservando la atmósfera chejoviana.
Para lograr su cometido, el autor se permite algunas licencias y modificaciones, como pasar de la fría Rusia a la solitaria Carmen de Patagones en nuestra Patagonia, Vania será Iván y así el resto de los personajes, tendrá cambios de nombres y de características, pero conservando siempre algunos rasgos de la obra original.
A esta altura es importante, hacer una aclaración, para disfrutar de la obra que se presenta en el Moscú, no es necesario haber visto Tio Vania, ni conocer la obra de Chejov, la pieza es totalmente independiente y funciona a la perfección para el espectador que se presente a verla, sin tener en cuenta la obra en la que se inspira, solo que aquellos, que conocen la pieza original, sabrán identificar algunos guiños plantados por el autor y apreciaran mucho el gran trabajo realizado por el director.
La historia, nos cuenta, como Sonia ( Rosario Varela ) y su tío Iván (José Escobar) , administran un hostel en Carmen de Patagones con muy poco éxito, ya que la mayor parte del tiempo se encuentra sin huéspedes. Es más en estos momentos, el único pasajero es un doctor llamado Pablo ( Diego Faturos ). La tranquilidad pueblerina y del hostel, será sacudida, con la llegada desde Buenos Aires, de Alejandro, el padre de Sonia ( Jorge Fernández Román ) y Elena ( Manuela Amosa ) su nueva mujer, mucho más joven que él.
A partir de esta llegada, la convivencia de estos 5 personajes en el hostel, se irá complicando y los conflictos irán apareciendo, en forma continua, para no develar el misterio, dejaremos que el espectador cuando vea la obra, los vaya descubriendo.
Como fuera dicho el guión tiene una gran riqueza y una alta cuota de sensibilidad, la trama envuelve al espectador, que seguramente sentirá identificación o empatía con alguno de los personajes.
La pieza transita su tercera temporada y siempre a sala llena, esto se explica por la efectividad del guión y por las excelentes interpretaciones que tiene la obra, que no es nada sencilla y eso resalta aún más el mérito de quienes la protagonizan.
Las 2 interpretaciones más destacadas, a nuestra entender son las de José Escobar, componiendo a un Tío Ivan que conmueve por su sensibilidad, en una actuación que le valió estar nominado como Mejor Actor de Reparto en los premios Trinidad Guevara 2015 ) . Formando además un tandem perfecto con Rosario Varela, que con mucha pasión, dá vida a una Sonia soñadora e idealista, una verdadera revelación, una gran entrega actoral, para una magnífica composición. Además un plus, su hermosa voz, que se luce en un par de canciones que interpreta.
Pero no sería justo dejar de mencionar a los demás integrantes de la historia, ya que todos se destacan, desde Diego Faturos, el inteligente y reservado doctor, preocupado por la defensa del medio ambiente, del que casi todos están enamorados, la bella Manuela Amosa, como Elena, pieza clave de la historia, junto a Jorge Fernández Román, el padre de Sonia, dotado de un cinismo y una ironía, que se destacan en varios pasajes de la pieza, nos gustó mucho su trabajo. Indudablemente, se nota que es un grupo muy unido y que hay mucho trabajo previo, para poder lograr interpretaciones tan sólidas y que funcionan tan bien en forma conjunta.
La escenografía es desprovista, casi nula, efecto buscado por al autor, como una forma de destacar la importancia que tiene la palabra en esta historia, sin necesidad de otros aditamentos.
Como conclusión, un trabajo notable el el Francisco Lumerman, logrando esta excelente versión libre de Tio Vania, moldeando una obra fresca, profunda y actual a la vez, apoyándose en un elenco comprometido con la historia, que se luce mucho con las composiciones, logrando en el conjunto brindar un merecido homenaje al gran dramaturgo ruso Antón Chejov, nada menos que en el Moscú Teatro, son los lujos y coincidencias que nos permite nuestro prolífico teatro independiente.
El prolongado aplauso que reciben los protagonistas al término de la obra y que la pieza lleve ya tres temporadas presentandosé a sala llena, son una clara muestra de que estamos en presencia de una obra que de ninguna manera puede pasar inadvertida, para los amantes del buen teatro.
Pensador Teatral.
lunes, 10 de abril de 2017
Casi un Feliz Encuentro
Sábados 19 hs en El Kafka Espacio Teatral ( Lambaré 366 )
Obra escrita por Griselda Gambraro y dirección de Alejandro Vizzotti.
La pieza es una de las últimas que escribió la prestigiosa escritora y novelista argentina, una verdadera referente de la dramaturgía nacional.
Las obras de Gambaro, generalmente hacen foco en las relaciones humanas y en los vínculos que se establecen entre las personas.
En el caso de Casi un Feliz Encuentro, se pone la lupa en el amor fraternal, ya que nos presenta la historia de dos hermanas, que se vuelven a ver luego de varios años.
La menor de las hermanas, Tona ( Claudia Mac Auliffe ) hace las veces de anfitriona, recibiendo en su casa a Laura ( Sonia Novello ) que vuelve al país, luego de una prolongada estadía París.
Tona se quedó a cargo del cuidado del padre y de la madre, ambos ya muertos, mientras su hermana estaba en el extranjero. Esta prolongada ausencia, sin dudas dinamitó la relación entre ellas.
Por eso, pese al tiempo que llevan sin verse, el reencuentro es frío, se nota una gran distancia entre las hermanas.
Tona se encarga en todo momento de reprocharle a la mayor, su soledad, el haber tenido que dedicar años de su vida a atender a sus padres, a cuidarlos y acompañarlos, en su enfermedad. sin su ayuda.
Su discurso está cargado de broncas, de resentimientos, hay un pase de facturas constante.
Laura la mayor parte del tiempo, soporta en forma estoíca los embates de la menor. Hay en ella algo de culpabilidad por su ausencia ? Es probable. Se quedará callada todo el tiempo o en algún momento rebatirá a su hermana ??
Dejaremos que el espectador descubra esto cuando vea la obra.
El texto privilegia la palabra, se producen diálogos muy ricos, aunque la mayoría de las veces, son monólogos de Tona, que parece destilar odio en cada de sus palabras, para la recién llegada.
El clima de tensión entre las hermanas en permanente, poco saben la una de la otra, por momentos parecen 2 extrañas, que solo tienen en común el apellido y algunos recuerdos de la infancia, con un presente distante y colmado de reproches.
Por momentos con tanto reclamo, se llega al grotesco y en ese intercambio tan cargado, se producen situaciones graciosas.
El interés del espectador no decae en ningún momento y la duda de Tona, es también la del público.
A que se debe el regreso de Laura ? Ella manifiesta claramente que no viene por la herencia, pero la hermana no le cree y la duda del verdadero motivo por el que regresa al país se mantiene en todo momento.
El muy buen guión, se potencia, por las excelentes actuaciones de las protagonistas, que presentan un contrapunto muy interesante, son hermanas, pero son totalmente diferentes en su carácter.
Claudia Mac Auliffe, le dá vida a una Tona, obsesiva, fóbica e hipocondríaca. Sus tonos de voz, sus movimientos, sus gestos, encajan perfectamente en el papel de víctima, que le imprime la autora. Ella fue la que se ocupó de todo y en cada momento se encarga de recordarlo a su hermana mayor, en un discurso pleno de reproches y de cinismo.
En el otro lado, Sonia Novello como Laura, parece como resignada a resistir los embates constantes de la hermana, se muestra introspectiva, calmada y por momentos fastidiosa con el discurso duro y previsible de su hermana. Una gran caracterización de una actriz de raza como Sonia.
Realmente se disfrutan mucho, las interpretaciones de las protagonistas, que se lucen muchísimo en forma individual y se potencian en su conjunto, mostrando un entendimiento y una química que le suman valor a la puesta, de la obra que está en su segundo año en cartel y esto se nota, en el perfecto entendimiento que muestran ambas.
Una muy acertada elección, por parte del director del diseño escenográfico que tiene la pieza, totalmente despojado, dando preponderancia al dìálogo, la importancia aquí la tiene la palabra.
Solo vemos 2 sillas bien alejadas entre sì, sobre una alfombra roja y una mesa ratona en el medio, con eso es suficiente y esa lejanía además es una buena escenificación de la gran distancia que existe entre las hermanas.
En definitiva, un texto muy interesante que nos presenta Gambaro, escudriñando siempre en los vínculos familiares, en este caso, con una radiografía a las relaciones fraternales y la comprobación acerca, de que muchas veces, las relaciones de amor entre integrantes de la familia, puede convertirse en odio y en distancia, predominando los reproches por hechos del pasado, que alejan la posibilidad de una reconciliación, pese a que la vida, en la actualidad les presente una situación de soledad.
Sin dudas, la obra ofrece al espectador lugar a la reflexión, donde seguramente encontrará en sus propios lazos familiares, algún punto de coincidencia con la relación tormentosa que tienen estas hermanas.
Una dirección efectiva y actuaciones deliciosas de las protagonistas, que se disfrutan enormemente, completan un muy buen combo y nos presentan esta entrañable obra, que recomendamos.
Pensador Teatral.
Obra escrita por Griselda Gambraro y dirección de Alejandro Vizzotti.
La pieza es una de las últimas que escribió la prestigiosa escritora y novelista argentina, una verdadera referente de la dramaturgía nacional.
Las obras de Gambaro, generalmente hacen foco en las relaciones humanas y en los vínculos que se establecen entre las personas.
En el caso de Casi un Feliz Encuentro, se pone la lupa en el amor fraternal, ya que nos presenta la historia de dos hermanas, que se vuelven a ver luego de varios años.
La menor de las hermanas, Tona ( Claudia Mac Auliffe ) hace las veces de anfitriona, recibiendo en su casa a Laura ( Sonia Novello ) que vuelve al país, luego de una prolongada estadía París.
Tona se quedó a cargo del cuidado del padre y de la madre, ambos ya muertos, mientras su hermana estaba en el extranjero. Esta prolongada ausencia, sin dudas dinamitó la relación entre ellas.
Por eso, pese al tiempo que llevan sin verse, el reencuentro es frío, se nota una gran distancia entre las hermanas.
Tona se encarga en todo momento de reprocharle a la mayor, su soledad, el haber tenido que dedicar años de su vida a atender a sus padres, a cuidarlos y acompañarlos, en su enfermedad. sin su ayuda.
Su discurso está cargado de broncas, de resentimientos, hay un pase de facturas constante.
Laura la mayor parte del tiempo, soporta en forma estoíca los embates de la menor. Hay en ella algo de culpabilidad por su ausencia ? Es probable. Se quedará callada todo el tiempo o en algún momento rebatirá a su hermana ??
Dejaremos que el espectador descubra esto cuando vea la obra.
El clima de tensión entre las hermanas en permanente, poco saben la una de la otra, por momentos parecen 2 extrañas, que solo tienen en común el apellido y algunos recuerdos de la infancia, con un presente distante y colmado de reproches.
Por momentos con tanto reclamo, se llega al grotesco y en ese intercambio tan cargado, se producen situaciones graciosas.
El interés del espectador no decae en ningún momento y la duda de Tona, es también la del público.
A que se debe el regreso de Laura ? Ella manifiesta claramente que no viene por la herencia, pero la hermana no le cree y la duda del verdadero motivo por el que regresa al país se mantiene en todo momento.
El muy buen guión, se potencia, por las excelentes actuaciones de las protagonistas, que presentan un contrapunto muy interesante, son hermanas, pero son totalmente diferentes en su carácter.
Claudia Mac Auliffe, le dá vida a una Tona, obsesiva, fóbica e hipocondríaca. Sus tonos de voz, sus movimientos, sus gestos, encajan perfectamente en el papel de víctima, que le imprime la autora. Ella fue la que se ocupó de todo y en cada momento se encarga de recordarlo a su hermana mayor, en un discurso pleno de reproches y de cinismo.
En el otro lado, Sonia Novello como Laura, parece como resignada a resistir los embates constantes de la hermana, se muestra introspectiva, calmada y por momentos fastidiosa con el discurso duro y previsible de su hermana. Una gran caracterización de una actriz de raza como Sonia.
Realmente se disfrutan mucho, las interpretaciones de las protagonistas, que se lucen muchísimo en forma individual y se potencian en su conjunto, mostrando un entendimiento y una química que le suman valor a la puesta, de la obra que está en su segundo año en cartel y esto se nota, en el perfecto entendimiento que muestran ambas.
Una muy acertada elección, por parte del director del diseño escenográfico que tiene la pieza, totalmente despojado, dando preponderancia al dìálogo, la importancia aquí la tiene la palabra.
Solo vemos 2 sillas bien alejadas entre sì, sobre una alfombra roja y una mesa ratona en el medio, con eso es suficiente y esa lejanía además es una buena escenificación de la gran distancia que existe entre las hermanas.
En definitiva, un texto muy interesante que nos presenta Gambaro, escudriñando siempre en los vínculos familiares, en este caso, con una radiografía a las relaciones fraternales y la comprobación acerca, de que muchas veces, las relaciones de amor entre integrantes de la familia, puede convertirse en odio y en distancia, predominando los reproches por hechos del pasado, que alejan la posibilidad de una reconciliación, pese a que la vida, en la actualidad les presente una situación de soledad.
Sin dudas, la obra ofrece al espectador lugar a la reflexión, donde seguramente encontrará en sus propios lazos familiares, algún punto de coincidencia con la relación tormentosa que tienen estas hermanas.
Una dirección efectiva y actuaciones deliciosas de las protagonistas, que se disfrutan enormemente, completan un muy buen combo y nos presentan esta entrañable obra, que recomendamos.
Pensador Teatral.
viernes, 7 de abril de 2017
La Fundaciòn
Viernes 21 hs en Nun Teatro Bar ( Juan Ramìrez Velazco 419 )
Dramaturgía y dirección de Susana Torres Molina.
La Fundación es una obra esclarecedora, que nos traslada en forma dramática, a una etapa nefasta de la historia de nuestro país, poniendo el foco en el tema de la apropiación de bebes en la última dictadura, recreando en el desarrollo de la trama los procedimientos que se empleaban en aquellos años y las estructuras montadas para tratar de darle un marco de supuesta legalidad, a un delito atroz.
La historia que se desarrolla en los años 70, nos cuenta como el matrimonio conformado por Marta ( Florencia Naftulewicz ) y Pedro ( Emiliano Dìaz ) acuden a La Fundación, una organización ligada con la Iglesia, con el objetivo de "adoptar" un bebé.
Pero para ello, deberán someterse a una exhaustiva entrevista, llevada a cabo por Amalia ( Estela Garelli ), eficiente empleada de esta secreta institución, que con sus preguntas, deberá asegurarse que la familia que se presenta cumple con los preceptos que rigen a La Fundación, ya que los niños deben ser entregados a familias católicas, de buena posición económica y que compartan sus principios.
El guión es contundente y nos presenta con crudeza y con un rigor histórico que por momentos abruma, el tema de la apropiación de niños en los años 70, época en la cuál, el régimen militar gobernaba el país.
El excelente guión de Susana Torres Molina, es respaldado por actuaciones estupendas. Florencia Naftulewicz, a la que vimos el año pasado en Anais, se luce mucho, en su papel de Marta, que lucha internamente, entre el deseo de ser madre, la preocupación por su amiga desaparecida y sus dudas, por el accionar de esta misteriosa organización. Gran trabajo el de Florencia, en un rol que requiere una gran entrega actoral y emocional.
Emiliano Diaz es su esposo, tiene familiares militares, que lo recomendaron y sintoniza perfectamente con las ideas de la Fundación. Es muy precisa su caracterización y cumple una labor muy destacada, mostrando su respeto incondicional por las indicaciones que recibe y trata en todo momento de ocultar y apagar las dudas que muestra su esposa.
Quedan mencionar, a los 2 integrantes de La Fundaciòn, Estela Garelli, que impresiona por su fuerte doctrina y su identificación con las ideas de la institucion que representa, un papel muy complejo, que Estela resuelve con una credibilidad admirable, en una interpretación notable.
En el mismo tono, está Santiago Schefer, el Dr. Palacios Lynch, una de las máximas autoridades de la organización, con una presencia sobre el escenario que debemos resaltar, exponiendo sus ideas con un aire siniestro y cínico, que nos remonta a los altos jerarcas de la última dictadura, otra gran caracterización.
Como puede apreciarse un elenco sólido, muy parejo y que se nota totalmente identificado y comprometido, con la gravedad que tiene la historia que están representado.
Una escenografía y un diseño lumínico que contribuyen a recrear una atmósfera sombría y de tensión, que la autora y directora, quiere y logra imprimirle a la pieza.
La Fundación, es una obra fuerte y que conmueve, es un gran ejercicio para la memoria de aquellos que vivieron esos años y para que los jóvenes que por su edad, no los vivieron, puedan recrear estos años que fueron nefastos para el país y comprender mejor la problemática de las apropiaciones y la búsqueda de la identidad y de los orígenes, tema en la actualidad siguen con plena vigencia y con heridas que pese al paso de los años, aún no cicatrizan totalmente.
La pieza, que merecidamente tuvo 3 nominaciones a los Premios Ace en el 2016, incluyendo el de Mejor Obra, no debe dejar de verse, ya que tiene un guión excelente, actuaciones destacadas y sin dudas hará reflexionar mucho al espectador, haciendo que recuerde los tristes años de la dictadura y lo peligroso que son siempre los fanatismos, cualquiera sea su orígen, donde invocando una inteligencia superior y cierto iluminismo, se cometen todo tipo de atrocidades.
El aplauso sostenido, al final de la obra que reciben los protagonistas, de parte de los espectadores que asistieron al Nun, son una clara muestra de la excelente obra que presenciaron. Nosotros celebramos que la dramaturgia nacional, nos ofrezca piezas como La Fundación, que sirven para tener siempre presente, momentos trágicos de la historia argentina y que estos recuerdos, permanezcan en nuestra memoria, para que nunca más se repitan.
Pensador Teatral.
Dramaturgía y dirección de Susana Torres Molina.
La Fundación es una obra esclarecedora, que nos traslada en forma dramática, a una etapa nefasta de la historia de nuestro país, poniendo el foco en el tema de la apropiación de bebes en la última dictadura, recreando en el desarrollo de la trama los procedimientos que se empleaban en aquellos años y las estructuras montadas para tratar de darle un marco de supuesta legalidad, a un delito atroz.
La historia que se desarrolla en los años 70, nos cuenta como el matrimonio conformado por Marta ( Florencia Naftulewicz ) y Pedro ( Emiliano Dìaz ) acuden a La Fundación, una organización ligada con la Iglesia, con el objetivo de "adoptar" un bebé.
Pero para ello, deberán someterse a una exhaustiva entrevista, llevada a cabo por Amalia ( Estela Garelli ), eficiente empleada de esta secreta institución, que con sus preguntas, deberá asegurarse que la familia que se presenta cumple con los preceptos que rigen a La Fundación, ya que los niños deben ser entregados a familias católicas, de buena posición económica y que compartan sus principios.
El guión es contundente y nos presenta con crudeza y con un rigor histórico que por momentos abruma, el tema de la apropiación de niños en los años 70, época en la cuál, el régimen militar gobernaba el país.
El excelente guión de Susana Torres Molina, es respaldado por actuaciones estupendas. Florencia Naftulewicz, a la que vimos el año pasado en Anais, se luce mucho, en su papel de Marta, que lucha internamente, entre el deseo de ser madre, la preocupación por su amiga desaparecida y sus dudas, por el accionar de esta misteriosa organización. Gran trabajo el de Florencia, en un rol que requiere una gran entrega actoral y emocional.
Emiliano Diaz es su esposo, tiene familiares militares, que lo recomendaron y sintoniza perfectamente con las ideas de la Fundación. Es muy precisa su caracterización y cumple una labor muy destacada, mostrando su respeto incondicional por las indicaciones que recibe y trata en todo momento de ocultar y apagar las dudas que muestra su esposa.
Quedan mencionar, a los 2 integrantes de La Fundaciòn, Estela Garelli, que impresiona por su fuerte doctrina y su identificación con las ideas de la institucion que representa, un papel muy complejo, que Estela resuelve con una credibilidad admirable, en una interpretación notable.
En el mismo tono, está Santiago Schefer, el Dr. Palacios Lynch, una de las máximas autoridades de la organización, con una presencia sobre el escenario que debemos resaltar, exponiendo sus ideas con un aire siniestro y cínico, que nos remonta a los altos jerarcas de la última dictadura, otra gran caracterización.
Como puede apreciarse un elenco sólido, muy parejo y que se nota totalmente identificado y comprometido, con la gravedad que tiene la historia que están representado.
Una escenografía y un diseño lumínico que contribuyen a recrear una atmósfera sombría y de tensión, que la autora y directora, quiere y logra imprimirle a la pieza.
La Fundación, es una obra fuerte y que conmueve, es un gran ejercicio para la memoria de aquellos que vivieron esos años y para que los jóvenes que por su edad, no los vivieron, puedan recrear estos años que fueron nefastos para el país y comprender mejor la problemática de las apropiaciones y la búsqueda de la identidad y de los orígenes, tema en la actualidad siguen con plena vigencia y con heridas que pese al paso de los años, aún no cicatrizan totalmente.
La pieza, que merecidamente tuvo 3 nominaciones a los Premios Ace en el 2016, incluyendo el de Mejor Obra, no debe dejar de verse, ya que tiene un guión excelente, actuaciones destacadas y sin dudas hará reflexionar mucho al espectador, haciendo que recuerde los tristes años de la dictadura y lo peligroso que son siempre los fanatismos, cualquiera sea su orígen, donde invocando una inteligencia superior y cierto iluminismo, se cometen todo tipo de atrocidades.
El aplauso sostenido, al final de la obra que reciben los protagonistas, de parte de los espectadores que asistieron al Nun, son una clara muestra de la excelente obra que presenciaron. Nosotros celebramos que la dramaturgia nacional, nos ofrezca piezas como La Fundación, que sirven para tener siempre presente, momentos trágicos de la historia argentina y que estos recuerdos, permanezcan en nuestra memoria, para que nunca más se repitan.
Pensador Teatral.
domingo, 12 de marzo de 2017
La Pilarcita
Viernes y Sábados 20 y 22 hs en El Camarín de las Musas ( Mario Bravo 960 )
Dramaturgia y dirección de María Marull.
Una verdadera genialidad la obra escrita por María, por algo La Pilarcita, ingresa en su tercera temporada y no para de recibir reconocimientos y premios.
La pieza obtuvo Nominaciones a los Premios ACE, a los Premios Trinidad Guevara, Premios Teatros del Mundo, etc , fue seleccionada para representar a la ciudad en diversos festivales y considerada en forma unánime por la crítica como una de las mejores producciones del teatro independiente de los años 2015 y 2016.
La pregunta surge sola, cuál es el secreto que guarda, La Pilarcita, para tanto reconocimiento ??
Y la respuesta es que no hay secretos, lo que hay es mucho trabajo y una pluma distinguida de María Marull, para escribir una historia simple, deliciosa y conmovedora. Una narración que retrata de manera admirable nuestro hermoso interior del país, la vida pueblerina, en la que reina la tranquilidad y donde lo normal es que no pase nada, donde todos se conocen y donde la siesta y sentarse en la vereda a la tardecita, son instituciones.
Pero como si esto fuera poco, en esta ocasión, la obra nos pone en primer plano, a una de las referentes de la fé popular de nuestro país, a la altura del Guachito Gil, de la Difunta Correa o de Ceferino Namuncurá, nos referimos a Pilar Zaracho, la niña que ilumina Corrientes, popularmente conocida como La Pilarcita.
Vamos a contar brevemente su historia, para quienes no la conozcan, el que ya le sepa, puedo saltear estas líneas. Esta niña nacida en 1903, cuando tenía 4 años de edad, en viaje con su familia como ocupante de una carreta tirada por bueyes, viajaba con su muñeca en brazos, pero una mala maniobra, hace que la muñequita caiga al camino, la niña se tira para salvarla, pero una rueda de la carreta la aplasta y fallece tragicamente.
Este accidente, ocurre en las cercanías de la localidad de Concepción de Yaguareté Corá, Corrientes. Allí en el camino, sus padres cavan su tumba, donde descansan sus restos y con el correr el tiempo, en ese sitio, se construye una capilla, que hoy se conoce como el Santuario de La Pilarcita, donde durante todo el año, se acercan fieles de todo el país, a pedir que santita les conceda un milagro y a cambio le ofrendan una muñeca similar a que la niña llevaba cuando se accidentó.
El lector de esta crítica, sabrá disculpar mi licencia, pero creo que la maravillosa historia de La Pilarcita, en la que se apoya esta obra, merecía contarse con cierto detalle, para aquellos que no la conocían.
Volviendo a la obra, en ocasión de celebrarse la fiesta anual de la niña santa, en un remoto pueblito de nuestro litoral ( que al repasar la historia, podemos deducir que se trata de Concepción de Yaguareté Corá ), una mujer ( Luz Palazón ) y un hombre, que suponemos es su esposo, llegan desde Santa Fé para visitar el santuario . El pueblo está desbordado y es muy difícil conseguir alojamiento, el único lugar donde lo consiguen, es un humilde hotel regenteado por Celina ( Pilar Boyle ) y Celeste ( Mercedes Moltedo ), dos litoraleñas de pura cepa.
El choque cultural es evidente, las chicas con su hermosa tonada correntina, tienen todo las cualidades pueblerinas y observan con mezcla de recelo ( Celina ) y admiración ( Celeste ) a esa mujer, que llega de una gran ciudad y se queja del calor del pueblo y de la falta de comodidades del hotel.
Los diálogos que se producen a lo largo de la trama, se disfrutan muchísimo,el guión es sencillo y allí precisamente radica su mayor virtud, ya que describe con una belleza y un encanto que enternece y conmueve, al darnos una pintura de como se desarrolla la vida en este pequeño pueblito correntino.
Pero no sólo hay un gran guión, debemos decir, que las actuaciones nos encantaron.
A mi gusto, la revelación de la obra y quien se lleva los mayores elogios, es Mercedes Moltedo, que interpreta a Celeste, ella es alegre y vital, además este año será integrante de una de las dos comparsas del pueblo ( aparece el Carnaval como otro tema movilizante de la región ). Se muestra curiosa y cansada de la vida en el pueblo, quiere saber como es un día en la vida de la mujer que llega de la ciudad, se imagina en su lugar. Impecable su gestualidad, su simpatía, su tonada, una actuación magnífica de esta joven que se mete al público en el bolsillo, además de hacer reír mucho con sus sanas ocurrencias.
Su contrapunto, es Celina ( Pilar Boyle ), estudiante de medicina, más seria y conservadora, no tiene novio y es defensora del pueblo, es un papel que no tiene tanto lucimiento como el de su amiga, pero que la complementa muy bien y juntas componen una pareja de amigas, muy graciosa.
Luz Palazon, es Selva, la que viene de la ciudad, no entiende la vida fuera de ella y tiene una historia personal muy interesante que a medida que se desarrolla la obra, se irá dando a conocer. Excelente la interpretación de Luz, la actriz con más experiencia de la puesta y con una presencia que se destaca.
Completa el elenco, Juan Grandinetti, como Hernán, el simpático hermano de Celeste, cumpliendo por momentos el papel de relator de la historia y con momentos deliciosos, con sus sapucay y con la guitarra que lo acompaña a todos lados, es el encargado de los momentos musicales que tiene la obra, como aquel donde canta la canción de La Pilarcita, que emociona por su belleza.
Es un elenco muy joven, comprometido con el relato y que cumple a la perfección lo que pide la historia y la directora, con una ternura y una frescura que hacen honor a este guión tan hermoso.
Para destacar la escenografía, de ese hotel sencillo, con los toallones colgando, con el ventilador o aire como lo llaman las chicas y esa pelopincho, solución mágica para soportar mejor el calor. Muy bueno el vestuario, que llega al punto más alto, con el disfraz de comparsa espectacular , que luce Celeste.
Como puede apreciarse, se combinan diferentes elementos escénicos, para completar una puesta bellísima y con mucha poesía..
En definitiva, al ver la obra, nos quedó muy claro, porque La Pilarcita, ha tenido semejante éxito de crítica y de público, que se demuestra en los premios recibidos, pero más todavía, en la respuesta del público, ya que hace doble función los Viernes y los Sábados ( algo inusual para el teatro off ) y siempre a sala llena.
Sin dudas, los espectadores celebran, la creatividad de las gemelas Marull, que ya son marca registrada en nuestro teatro off, ultra talentosas y super humildes. En este caso María, autora de esta hermosa historia que combina el retrato de la vida de nuestro entrañable interior, con una devoción popular y milagrosa , como La Pilarcita, para regalarnos esta hermosa obra, que enaltece a la dramaturgía nacional, apostando además por un elenco joven con tanto talento.
Recomendamos mucho la obra y agradecemos a todo el equipo que hace La Pilarcita, por regalarnos una hermosa noche de teatro, con esta verdadera joyita del teatro independiente, que de ninguna manera pueden perderse.
Pensador Teatral.
Dramaturgia y dirección de María Marull.
Una verdadera genialidad la obra escrita por María, por algo La Pilarcita, ingresa en su tercera temporada y no para de recibir reconocimientos y premios.
La pieza obtuvo Nominaciones a los Premios ACE, a los Premios Trinidad Guevara, Premios Teatros del Mundo, etc , fue seleccionada para representar a la ciudad en diversos festivales y considerada en forma unánime por la crítica como una de las mejores producciones del teatro independiente de los años 2015 y 2016.
La pregunta surge sola, cuál es el secreto que guarda, La Pilarcita, para tanto reconocimiento ??
Y la respuesta es que no hay secretos, lo que hay es mucho trabajo y una pluma distinguida de María Marull, para escribir una historia simple, deliciosa y conmovedora. Una narración que retrata de manera admirable nuestro hermoso interior del país, la vida pueblerina, en la que reina la tranquilidad y donde lo normal es que no pase nada, donde todos se conocen y donde la siesta y sentarse en la vereda a la tardecita, son instituciones.
Pero como si esto fuera poco, en esta ocasión, la obra nos pone en primer plano, a una de las referentes de la fé popular de nuestro país, a la altura del Guachito Gil, de la Difunta Correa o de Ceferino Namuncurá, nos referimos a Pilar Zaracho, la niña que ilumina Corrientes, popularmente conocida como La Pilarcita.
Vamos a contar brevemente su historia, para quienes no la conozcan, el que ya le sepa, puedo saltear estas líneas. Esta niña nacida en 1903, cuando tenía 4 años de edad, en viaje con su familia como ocupante de una carreta tirada por bueyes, viajaba con su muñeca en brazos, pero una mala maniobra, hace que la muñequita caiga al camino, la niña se tira para salvarla, pero una rueda de la carreta la aplasta y fallece tragicamente.
Este accidente, ocurre en las cercanías de la localidad de Concepción de Yaguareté Corá, Corrientes. Allí en el camino, sus padres cavan su tumba, donde descansan sus restos y con el correr el tiempo, en ese sitio, se construye una capilla, que hoy se conoce como el Santuario de La Pilarcita, donde durante todo el año, se acercan fieles de todo el país, a pedir que santita les conceda un milagro y a cambio le ofrendan una muñeca similar a que la niña llevaba cuando se accidentó.
El lector de esta crítica, sabrá disculpar mi licencia, pero creo que la maravillosa historia de La Pilarcita, en la que se apoya esta obra, merecía contarse con cierto detalle, para aquellos que no la conocían.
Volviendo a la obra, en ocasión de celebrarse la fiesta anual de la niña santa, en un remoto pueblito de nuestro litoral ( que al repasar la historia, podemos deducir que se trata de Concepción de Yaguareté Corá ), una mujer ( Luz Palazón ) y un hombre, que suponemos es su esposo, llegan desde Santa Fé para visitar el santuario . El pueblo está desbordado y es muy difícil conseguir alojamiento, el único lugar donde lo consiguen, es un humilde hotel regenteado por Celina ( Pilar Boyle ) y Celeste ( Mercedes Moltedo ), dos litoraleñas de pura cepa.
El choque cultural es evidente, las chicas con su hermosa tonada correntina, tienen todo las cualidades pueblerinas y observan con mezcla de recelo ( Celina ) y admiración ( Celeste ) a esa mujer, que llega de una gran ciudad y se queja del calor del pueblo y de la falta de comodidades del hotel.
Los diálogos que se producen a lo largo de la trama, se disfrutan muchísimo,el guión es sencillo y allí precisamente radica su mayor virtud, ya que describe con una belleza y un encanto que enternece y conmueve, al darnos una pintura de como se desarrolla la vida en este pequeño pueblito correntino.
Pero no sólo hay un gran guión, debemos decir, que las actuaciones nos encantaron.
A mi gusto, la revelación de la obra y quien se lleva los mayores elogios, es Mercedes Moltedo, que interpreta a Celeste, ella es alegre y vital, además este año será integrante de una de las dos comparsas del pueblo ( aparece el Carnaval como otro tema movilizante de la región ). Se muestra curiosa y cansada de la vida en el pueblo, quiere saber como es un día en la vida de la mujer que llega de la ciudad, se imagina en su lugar. Impecable su gestualidad, su simpatía, su tonada, una actuación magnífica de esta joven que se mete al público en el bolsillo, además de hacer reír mucho con sus sanas ocurrencias.
Su contrapunto, es Celina ( Pilar Boyle ), estudiante de medicina, más seria y conservadora, no tiene novio y es defensora del pueblo, es un papel que no tiene tanto lucimiento como el de su amiga, pero que la complementa muy bien y juntas componen una pareja de amigas, muy graciosa.
Luz Palazon, es Selva, la que viene de la ciudad, no entiende la vida fuera de ella y tiene una historia personal muy interesante que a medida que se desarrolla la obra, se irá dando a conocer. Excelente la interpretación de Luz, la actriz con más experiencia de la puesta y con una presencia que se destaca.
Completa el elenco, Juan Grandinetti, como Hernán, el simpático hermano de Celeste, cumpliendo por momentos el papel de relator de la historia y con momentos deliciosos, con sus sapucay y con la guitarra que lo acompaña a todos lados, es el encargado de los momentos musicales que tiene la obra, como aquel donde canta la canción de La Pilarcita, que emociona por su belleza.
Es un elenco muy joven, comprometido con el relato y que cumple a la perfección lo que pide la historia y la directora, con una ternura y una frescura que hacen honor a este guión tan hermoso.
Para destacar la escenografía, de ese hotel sencillo, con los toallones colgando, con el ventilador o aire como lo llaman las chicas y esa pelopincho, solución mágica para soportar mejor el calor. Muy bueno el vestuario, que llega al punto más alto, con el disfraz de comparsa espectacular , que luce Celeste.
Como puede apreciarse, se combinan diferentes elementos escénicos, para completar una puesta bellísima y con mucha poesía..
En definitiva, al ver la obra, nos quedó muy claro, porque La Pilarcita, ha tenido semejante éxito de crítica y de público, que se demuestra en los premios recibidos, pero más todavía, en la respuesta del público, ya que hace doble función los Viernes y los Sábados ( algo inusual para el teatro off ) y siempre a sala llena.
Sin dudas, los espectadores celebran, la creatividad de las gemelas Marull, que ya son marca registrada en nuestro teatro off, ultra talentosas y super humildes. En este caso María, autora de esta hermosa historia que combina el retrato de la vida de nuestro entrañable interior, con una devoción popular y milagrosa , como La Pilarcita, para regalarnos esta hermosa obra, que enaltece a la dramaturgía nacional, apostando además por un elenco joven con tanto talento.
Recomendamos mucho la obra y agradecemos a todo el equipo que hace La Pilarcita, por regalarnos una hermosa noche de teatro, con esta verdadera joyita del teatro independiente, que de ninguna manera pueden perderse.
Pensador Teatral.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)