Sábados 20 hs en Paraje Artesón ( Palestina 919 )
Guión y Dirección de Carlos La Casa.
En esta ocasión, nos convocaba una obra de la que veníamos teniendo muy buenos comentarios y de la que teníamos dos datos prometedores como referencia, el primero, que del mismo autor, Carlos La Casa, en el inicio de este año, vimos Todas las Rayuelas, una excelente obra, ganadora del premio Contar, concurso teatral organizado en forma conjunta, por la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales, la Asociación Argentina de Actores y Argentores.
El otro dato, era que la obra, sin ninguna publicidad, solo valiéndose del boca a boca, llevaba nueve semanas consecutivas con localidades agotadas.
Con esta información, fuimos ilusionados al Paraje Artesón, para ver Sucursal y ya adelantamos que salimos más que satisfechos, por la muy buena obra que vimos, un guión muy interesante, con una trama dinámica y excelentes actuaciones.
La historia nos muestra, la convivencia de cuatro vendedores de un negocio de barrio, que se dedica a la compra venta de cosas usadas y tienen un jefe de ventas, nada amigable. La rutina del negocio, se altera, cuando el dueño convoca a una reunión matutina, para anunciar, que abrirían una sucursal del negocio en el centro y que el encargado de manejar la nueva boca, no saldría de una búsqueda laboral por afuera, sino que el elegido sería una de ellos. Cual ?? Aquel que consiga la mayor cantidad de ventas en el año.
Este hecho será disparador, de una serie de sucesos diversos, que no vamos a anticipar para conservar el suspenso, solo adelantamos que dejarán al descubierto algunas facetas ocultas de la condición humana, que se manifiestan sólo en determinadas circunstancias.
La pieza muestra una interesante radiografía de las relaciones humanas, donde aparecen comportamientos humanos, como el compañerismo, la competencia, las traiciones, los secretos y hasta aquellos pensamientos inconfesables que todos tenemos.
La habilidad del autor, es poder incorporar todos estos ingredientes a una trama que entretiene en todo momento al espectador, que se siente identificado con lo que está viendo, ya que son situaciones cotidianas en cualquier oficina o trabajo y este factor de cercanía es muy valorable.
La obra,expone las diferentes personalidades, que conviven en los espacios de trabajo y como interactuan en forma individual y en su conjunto, frente a la autoridad, además transita por momentos muy graciosos, que provocan muchas risas en la platea y por momentos toma un carácter dramático, pero siendo en todo momento atrapante.
A la muy buena dramaturgía, debemos adicionarle las muy buenas interpretaciones que tiene la obra, donde cada integrante del elenco, le aporta un carácter particular.
En actuaciones muy parejas, tal vez la más destacada es la de Daniel Grosso, como Hernán, el disconforme del grupo. No está para nada satisfecho con el clima reinante en el negocio, con sus jefes y se encarga de hacerlo conocer. Es una especie de líder, aunque no sabemos si positivo para el grupo. Una excelente interpretación, con una energía y una fuerza que hay que destacar,
Víctor Frisardi es Armando, el más antiguo del negocio, èl está desde el principio y tal vez por sea respetuoso con los jefes y siempre está bien dispuesto y con voluntad de colaborar Atildado y políticamente correcto, cumple una interpretación destacadísima.
Franco Marani es Felipe, el lindo de la historia y el que más ventas realiza, seguramente esto ocurre, por su encanto, que lo hace irresistible a las mujeres.
Diego Recagno como Leonardo, parece el más callado del grupo, es introvertido y pensante, pero cuesta saber, cual es su verdadero pensamiento, ya que modifica su discurso, según cambia el interlocutor.
El autor y director, por esas licencias que tiene el teatro off, también tiene su lugar en este negocio y es Cesar, el jefe odiado por todos, ya que es obsecuente con el dueño y muy poco tolerante con sus empleados.
Osvaldo Ross, es Victor, un dueño muy particular, más preocupado por su camioneta y por navegar con su barco y broncearse al sol, que por la suerte del negocio. Nos deleita con un discurso motivador a sus empleados, en uno de los momentos mas graciosos y desopilantes de la noche,
Van seis hombres y al fin aparece Isabel ( Cecilia Generoso ), clienta del negocio y al parecer una de las tantas mujeres, que cayeron en las redes seductoras de Felipe. Le aporta frescura y el toque femenino que no debe faltar a la historia.
Valía la pena nombrar a cada uno de los protagonistas, ya que todos aportan lo suyo y la dán una variedad de matices que enriquecen la pieza.
La escenografía es desprovista, pero con mucho ingenio, se resuelve el tema y se logran generar diferentes ambientes.
Como conclusión, celebramos haber descubierto, la muy buena propuesta de Sucursal, en donde confluyen una dramaturgia impecable, de un joven y talentoso autor, que nos ofrece una historia que nos resulta muy cercana y real. Una posibilidad de ver los diferentes comportamientos humanos en el ámbito laboral, con apoyo en interpretaciones para destacar.
Auguramos muy buen futuro a esta obra y la recomendamos ampliamente. El prolongado aplauso que reciben los protagonistas al término de la función, no deja dudas que la obra ha gustado mucho y que el boca a boca, seguirá funcionando, para que Sucursal siga presentándose por varios meses más, con el cartelito de localidades agotadas, lo invitamos a que usted lector, siga nuestros pasos y la descubra pronto.
Pensador Teatral.
domingo, 4 de junio de 2017
viernes, 2 de junio de 2017
Digan Whisky
Viernes 21 hs en Teatro El Método Kairos ( El Salvador 4530 )
Obra escrita y dirigida por Gastón Cocchiarale.
El debut de Gastòn como autor y director, no podía ser más auspicioso, ya que concibe una obra con muy buen volúmen, que consigue su objetivo de entretener al espectador con una historia actual y en la que todos nos podemos sentir identificados.
Para los que les suena el nombre, Cocchiarale tuvo gran repercusión y alcanzo la notoriedad, en su participación en la película El Clan, que cuenta la historia del nefasto Clan Puccio, interpretando a Maguila Puccio, en una actuación que todos los cinéfilos recuerdan.
Luego de esta semblanza del autor y director, vayamos a Digan Whisky, comedia dramática, estrenada en el 2016, en el Kairos y luego de 10 funciones a sala llena, tuvo que suspender su temporada exitosa, por el recordado incidente, en el cual una pared de una casa vecina, derrumbó una pared de la sala principal del teatro.
En el 2017 la obra vuelve en su segunda temporada y sigue presentándose con gran suceso. Cuál es el secreto de este éxito ??
Sin dudas, que el haber logrado una historia real, en la que se retrata a una típica familia de clase media, desde distintos ángulos, como si le estuvieramos sacando fotos en forma permanente ( de esta matáfora, surge el ingenioso título escogido para la pieza )
Esta familia está integrada por Diego ( Mariano Ulanovsky ), su esposa Andrea ( Luciana Lamota ) y la hija adolescente que tienen, Malena ( Tamara Liberati ) . La caracterìstica principal de esta familia es la falta de comunicación que existe entre ellos, cuando están juntos discuten, no tienen temas en común y cada uno está inmerso en su mundo. Es muy interesante, la introducción de la tecnología en el guión, como factor que colabora a esta desunión comunicacional. Malena está todo el día con el celular, chateando con sus amigas y su noviecito. Sus padres le piden que deje el celular e intercatue con ellos, pero al mismo tiempo Diego, recibe a cualquier hora llamados de laborales de su jefe, que interrumpen las actividades familiares, pero con la excusa que el trabajo es lo más importante, lo atiende, sin que le importe desatender lo que estaba haciendo en ese momento,
La obra tiene momentos hilarantes, que provocan risas y momentos muy graciosos, pero al mismo tiempo lea obra esconde una profundo drama, debido a que las relaciones en esta familia, pasan por un momento muy negativo y cuando esto ocurre, todos imaginamos las consecuencias.
La pieza, es un muestrario, de los diversos conflictos que tiene una familia hoy en día, como la rutina va desgastando la pareja, la difícil relación con los hijos, por esas barreras generacionales, que cada vez establecen una mayor distancia entre ellos, las discusiones, que aparecen cada vez mas seguido, minando el amor y abriendo la puerta a las tentaciones fuera de la pareja.
Los temas que trata el guión son numerosos y tienen un tratamiento muy actual y realista, sin rebusques , lo que vemos en el escenario, es lo que ocurre en cualquier familia y en cualquier casa, este simple hecho, hace que el espectador se identifique fácilmente con las historias, ya que las siente cercanas.
El muy buen guión, encuentra un fundamental anclaje, es las excelentes actuaciones que presenta la obra, un Mariano Ulanovsky, que dá vida a un padre nervioso, desconfiado y chapado a la antigua, al que le cuesta mucho acercarse a su hija y también a su mujer. Una actuación estupenda de Mariano.
No se queda atràs, Luciana Lamota, su esposa, ella tampoco encuentra la forma de comunicarse con su hija, a la que le cuesta entenderla. Dejó su trabajo para dedicarse a la casa y a la crianza de la hija, por eso depende economicamente de su esposo, con el que està atravesando una crisis, consecuencia del desgaste por el pase de los años.
La hija adolescente, es Tamara Liberati, a nuestro entender, la revelación de la obra. Una interpretación magnifìca, con una frescura y una soltura, que impresiona, Se la nota cómoda en el escenario y sorprende, ya que para nada se nota que está dando sus primeros pasos. Una composición de personaje fabulosa, la que logra Tamara, dando vida a esa hija rebelde y contestataria que tan familiar nos resulta.
Sobre este triángulo virtuoso, se apoya la obra, pero el elenco es numeroso, debemos mencionar a María Laura Rolle como la psicóloga de Male, Juan Pablo Kexel como Javi y Lorena Saizar como Paula. En estos dos caso no comentamos, que personajes representan para no develar algún aspecto clave de lo que el espectador irá viendo en el transcurso de la obra.
Destacamos entonces, un elenco numeroso y muy parejo, que se nota está cómodo con la propuesta y por eso ofrecen tan buena interpretación, en lo individual y en el conjunto.
Creativa la escenografía de Ileanna Vallejos , logrando diferentes ambientes, aprovechando muy bien cada lugarcito del escenario y una puesta simple y efectiva que logra el director.
En definitiva, un excelente debut de Gastón Cocchiarale, dejando en este caso al actor y ejerciendo en muy buena forma, su doble rol de autor y director, con una Digan Whisky, que le saca una instantánea a esta familia, más normal de lo que podríamos pensar, con los problemas que tienen todas las familias normales, falta y fallas en la comunicación, el mundo aparte que crea la tecnología, la crianza de los hijos, los conflictos de pareja, etc. Temática variada la de esta obra, que por momento nos hará reír, por otros reflexionar y en otros sufrir un poquito con los padeceres de los protagonistas.
Desde nuestro lugar, celebramos una vez más, la aparición de nuevos autores en nuestro teatro alternativo, también lo hacen los espectadores, que colman cada funciòn en el Kairos y que además de aplaudir mucho a los protagonistas, ofrecen una sonrisa para salir lindos en la foto.
Pensador Teatral.
Obra escrita y dirigida por Gastón Cocchiarale.
El debut de Gastòn como autor y director, no podía ser más auspicioso, ya que concibe una obra con muy buen volúmen, que consigue su objetivo de entretener al espectador con una historia actual y en la que todos nos podemos sentir identificados.
Para los que les suena el nombre, Cocchiarale tuvo gran repercusión y alcanzo la notoriedad, en su participación en la película El Clan, que cuenta la historia del nefasto Clan Puccio, interpretando a Maguila Puccio, en una actuación que todos los cinéfilos recuerdan.
Luego de esta semblanza del autor y director, vayamos a Digan Whisky, comedia dramática, estrenada en el 2016, en el Kairos y luego de 10 funciones a sala llena, tuvo que suspender su temporada exitosa, por el recordado incidente, en el cual una pared de una casa vecina, derrumbó una pared de la sala principal del teatro.
En el 2017 la obra vuelve en su segunda temporada y sigue presentándose con gran suceso. Cuál es el secreto de este éxito ??
Sin dudas, que el haber logrado una historia real, en la que se retrata a una típica familia de clase media, desde distintos ángulos, como si le estuvieramos sacando fotos en forma permanente ( de esta matáfora, surge el ingenioso título escogido para la pieza )
Esta familia está integrada por Diego ( Mariano Ulanovsky ), su esposa Andrea ( Luciana Lamota ) y la hija adolescente que tienen, Malena ( Tamara Liberati ) . La caracterìstica principal de esta familia es la falta de comunicación que existe entre ellos, cuando están juntos discuten, no tienen temas en común y cada uno está inmerso en su mundo. Es muy interesante, la introducción de la tecnología en el guión, como factor que colabora a esta desunión comunicacional. Malena está todo el día con el celular, chateando con sus amigas y su noviecito. Sus padres le piden que deje el celular e intercatue con ellos, pero al mismo tiempo Diego, recibe a cualquier hora llamados de laborales de su jefe, que interrumpen las actividades familiares, pero con la excusa que el trabajo es lo más importante, lo atiende, sin que le importe desatender lo que estaba haciendo en ese momento,
La obra tiene momentos hilarantes, que provocan risas y momentos muy graciosos, pero al mismo tiempo lea obra esconde una profundo drama, debido a que las relaciones en esta familia, pasan por un momento muy negativo y cuando esto ocurre, todos imaginamos las consecuencias.
La pieza, es un muestrario, de los diversos conflictos que tiene una familia hoy en día, como la rutina va desgastando la pareja, la difícil relación con los hijos, por esas barreras generacionales, que cada vez establecen una mayor distancia entre ellos, las discusiones, que aparecen cada vez mas seguido, minando el amor y abriendo la puerta a las tentaciones fuera de la pareja.
Los temas que trata el guión son numerosos y tienen un tratamiento muy actual y realista, sin rebusques , lo que vemos en el escenario, es lo que ocurre en cualquier familia y en cualquier casa, este simple hecho, hace que el espectador se identifique fácilmente con las historias, ya que las siente cercanas.
El muy buen guión, encuentra un fundamental anclaje, es las excelentes actuaciones que presenta la obra, un Mariano Ulanovsky, que dá vida a un padre nervioso, desconfiado y chapado a la antigua, al que le cuesta mucho acercarse a su hija y también a su mujer. Una actuación estupenda de Mariano.
No se queda atràs, Luciana Lamota, su esposa, ella tampoco encuentra la forma de comunicarse con su hija, a la que le cuesta entenderla. Dejó su trabajo para dedicarse a la casa y a la crianza de la hija, por eso depende economicamente de su esposo, con el que està atravesando una crisis, consecuencia del desgaste por el pase de los años.
La hija adolescente, es Tamara Liberati, a nuestro entender, la revelación de la obra. Una interpretación magnifìca, con una frescura y una soltura, que impresiona, Se la nota cómoda en el escenario y sorprende, ya que para nada se nota que está dando sus primeros pasos. Una composición de personaje fabulosa, la que logra Tamara, dando vida a esa hija rebelde y contestataria que tan familiar nos resulta.
Sobre este triángulo virtuoso, se apoya la obra, pero el elenco es numeroso, debemos mencionar a María Laura Rolle como la psicóloga de Male, Juan Pablo Kexel como Javi y Lorena Saizar como Paula. En estos dos caso no comentamos, que personajes representan para no develar algún aspecto clave de lo que el espectador irá viendo en el transcurso de la obra.
Destacamos entonces, un elenco numeroso y muy parejo, que se nota está cómodo con la propuesta y por eso ofrecen tan buena interpretación, en lo individual y en el conjunto.
Creativa la escenografía de Ileanna Vallejos , logrando diferentes ambientes, aprovechando muy bien cada lugarcito del escenario y una puesta simple y efectiva que logra el director.
En definitiva, un excelente debut de Gastón Cocchiarale, dejando en este caso al actor y ejerciendo en muy buena forma, su doble rol de autor y director, con una Digan Whisky, que le saca una instantánea a esta familia, más normal de lo que podríamos pensar, con los problemas que tienen todas las familias normales, falta y fallas en la comunicación, el mundo aparte que crea la tecnología, la crianza de los hijos, los conflictos de pareja, etc. Temática variada la de esta obra, que por momento nos hará reír, por otros reflexionar y en otros sufrir un poquito con los padeceres de los protagonistas.
Desde nuestro lugar, celebramos una vez más, la aparición de nuevos autores en nuestro teatro alternativo, también lo hacen los espectadores, que colman cada funciòn en el Kairos y que además de aplaudir mucho a los protagonistas, ofrecen una sonrisa para salir lindos en la foto.
Pensador Teatral.
miércoles, 31 de mayo de 2017
Gobernar es Poblar
Martes 21 30 hs en Teatro del Abasto ( Humahuaca 3549 )
Dramaturgía, Dirección General y Coreográfica de Gustavo Friedenberg.
Una propuesta muy original, la que nos presenta Gustavo, joven director y coreógrafo que tiene como característica, arriesgar en todos sus trabajos, le gusta desafiarse y ofrecer propuestas novedosas y estéticamente cuidadas.
El mismo director, nos comenta que su fuente de inspiración para crear Gobernar es Poblar, surgió de una carta que le mandó Alicia Steimberg, que al hablar de sus hijos, en el final de la misiva, le deja 3 preguntas. Tenés hijos ?? Te gustarìa tener hijos ? Está mal que pregunte ?? Y en esa misma carta, hizo referencia a la célebre frase acuñada por Juan Bautista Alberdi en 1876, " gobernar es poblar ", pronunciada por el abogado inspirador de la Constitución Nacional. Evidentemente la frase que se refería a las políticas demográficas pensadas para nuestro país, no pasó desapercibida y quedó en la historia.
La cuestión es que esa carta de Alicia y los interrogantes planteados, funcionaron como disparador en la mente creativa de Gustavo, que investigò el pensamiento de Alberdi respecto de la inmigración y al mismo tiempo se quedò reflexionando acerca de la importancia de la paternidad. Se animó a mezclar todos estos ingredientes y así nace esta bella pieza.
Aclaremos seguidamente, que en el universo creativo de Friedenberg, danza y teatro son sinónimos, no concibe el uno sin el otro, por lo tanto las coreografías y el movimiento son componente central de sus obras.
Por eso aclaramos, a aquel espectador, que esta no es una pieza teatral corriente, donde el texto y el discurso oral tienen preponderancia. Aquì la palabra, quedará relegada a un segundo plano, serán los cuerpos los que hablarán, con sus bailes, sus pasos, su danzas y la música.
Vaya desafío el de Gustavo, contar una historia, prescindiendo de la palabra, realmente hay que tener talento y audacia, para plantearlo y para plasmarlo en buena forma.
En este logro, tiene mucho que ver, el elenco interpretando lo pedido, que nos regala con un teatro físico y logradas coerografías momentos artisiticos muy bellos.
Ellos son Gabriela Pastor, Stella Maris Isoldi, Eliana Pereira Rejala, Marián Moretti, Julieta Sgarlatta y el único hombre en escena, Tomàs Baillie. Se los nota compenetrados con el proyecto y realizan una muy lúcida interpretación.
La puesta es muy bella y hay que destacar la composición musical y la banda sonora de Fedérico Estevez, fundamental para el desarrollo de la historia, un diseño lumínico de Ricardo Sica, que aporta mucho, al igual que el vestuario y los elementos que nutren la puesta, asi como el rico diseño escenográfico ( que contiene máscaras, inflables, estructuras móviles,etc )
Se nota, que están muy cuidado los detalles, ya que la estética del espectáculo, es de cabal importancia y realmente está muy lograda.
En conclusión, estamos en presencia de una obra muy original y creativa, un maridaje exquisito entre danza y teatro, recomendado para espectadores sensibles y con mente abierta, que estén dispuestos a subirse a este vertiginoso y bello viaje que nos propone el director.
De nuestro lado, siempre agradecidos cuando un autor, se anima a proponer algo distinto y se atreve a contar una historia, desde un àngulo diferente al que estamos acostumbrados, ya que de esta forma se enriquece a nuestro prolífico e inagotable teatro independiente.
Pensador Teatral.
Dramaturgía, Dirección General y Coreográfica de Gustavo Friedenberg.
Una propuesta muy original, la que nos presenta Gustavo, joven director y coreógrafo que tiene como característica, arriesgar en todos sus trabajos, le gusta desafiarse y ofrecer propuestas novedosas y estéticamente cuidadas.
El mismo director, nos comenta que su fuente de inspiración para crear Gobernar es Poblar, surgió de una carta que le mandó Alicia Steimberg, que al hablar de sus hijos, en el final de la misiva, le deja 3 preguntas. Tenés hijos ?? Te gustarìa tener hijos ? Está mal que pregunte ?? Y en esa misma carta, hizo referencia a la célebre frase acuñada por Juan Bautista Alberdi en 1876, " gobernar es poblar ", pronunciada por el abogado inspirador de la Constitución Nacional. Evidentemente la frase que se refería a las políticas demográficas pensadas para nuestro país, no pasó desapercibida y quedó en la historia.
La cuestión es que esa carta de Alicia y los interrogantes planteados, funcionaron como disparador en la mente creativa de Gustavo, que investigò el pensamiento de Alberdi respecto de la inmigración y al mismo tiempo se quedò reflexionando acerca de la importancia de la paternidad. Se animó a mezclar todos estos ingredientes y así nace esta bella pieza.
Aclaremos seguidamente, que en el universo creativo de Friedenberg, danza y teatro son sinónimos, no concibe el uno sin el otro, por lo tanto las coreografías y el movimiento son componente central de sus obras.
Por eso aclaramos, a aquel espectador, que esta no es una pieza teatral corriente, donde el texto y el discurso oral tienen preponderancia. Aquì la palabra, quedará relegada a un segundo plano, serán los cuerpos los que hablarán, con sus bailes, sus pasos, su danzas y la música.
Vaya desafío el de Gustavo, contar una historia, prescindiendo de la palabra, realmente hay que tener talento y audacia, para plantearlo y para plasmarlo en buena forma.
En este logro, tiene mucho que ver, el elenco interpretando lo pedido, que nos regala con un teatro físico y logradas coerografías momentos artisiticos muy bellos.
Ellos son Gabriela Pastor, Stella Maris Isoldi, Eliana Pereira Rejala, Marián Moretti, Julieta Sgarlatta y el único hombre en escena, Tomàs Baillie. Se los nota compenetrados con el proyecto y realizan una muy lúcida interpretación.
La puesta es muy bella y hay que destacar la composición musical y la banda sonora de Fedérico Estevez, fundamental para el desarrollo de la historia, un diseño lumínico de Ricardo Sica, que aporta mucho, al igual que el vestuario y los elementos que nutren la puesta, asi como el rico diseño escenográfico ( que contiene máscaras, inflables, estructuras móviles,etc )
Se nota, que están muy cuidado los detalles, ya que la estética del espectáculo, es de cabal importancia y realmente está muy lograda.
En conclusión, estamos en presencia de una obra muy original y creativa, un maridaje exquisito entre danza y teatro, recomendado para espectadores sensibles y con mente abierta, que estén dispuestos a subirse a este vertiginoso y bello viaje que nos propone el director.
De nuestro lado, siempre agradecidos cuando un autor, se anima a proponer algo distinto y se atreve a contar una historia, desde un àngulo diferente al que estamos acostumbrados, ya que de esta forma se enriquece a nuestro prolífico e inagotable teatro independiente.
Pensador Teatral.
martes, 30 de mayo de 2017
Ay , Amor Divino
Lunes 20 30 hs en Teatro Maipo ( Esmeralda 443 )
Guión de Mercedes Morán y Dirección de Claudio Tolcachir.
El teatro nos convoca en esta ocasión, para ver a una actriz inmensa como Mercedes Morán, en un unipersonal escrito por ella misma, donde nos hablará sobre su vida.
Un lindo desafío para Mercedes, que a lo largo de su carrera interpretó numerosos personajes exitosos, en esta oportunidad decide sacarse todos los trajes y ser ella misma.
Se anima a abrir su corazón y hablar de su vida, su infancia en Concarán, una pequeña localidad puntana, la relación con sus padres, con sus hermanos, nos hablarà de sus amores, de como nace su vocación por la actuación, de sus hijas y mucho más.
El espectador asiste a una charla íntima con la mujer, no con la actriz, escucha sus confesiones a corazón abierto, recuerdos e historias personales, como si ella, estuviera hablando ante un grupo de amigos y ante una sala llena, algo que sin dudas la dá gran riqueza al momento teatral.
Este unipersonal, fue concebido por Mercedes, siguiendo algunos consejos nada menos que de China Zorrilla, tiene mucha sensibilidad y se hace muy ameno, por la fluidez y la frescura con que transmite sus historias.
Hay momentos de risas y otros de emoción, como cuando habla de su padre y se emociona, en un pequeño gran homenaje, valga la contradicción, que le regala.
Pese a tratarse de un unipersonal, la protagonista no está sola en el escenario, ya que a lo largo del desarrollo, ella misma vá trayendo a varios personajes de su vida, que dialogan entre ellos, que le hablan, que la retan. Un ejercicio muy interesante, que sale perfecto y que permiten disfrrtar de Mercedes en todo su esplendor, con momentos de humor, de irreverencia, de emoción y hasta podemos verla bailar.
Hay que destacar la puesta de Claudio Tolcachir, elegido especialmente por la protagonista, porque además de ser un talentoso director, indudablemente le otorga la confianza y la seguridad necesarias, para un trabajo de gran exposición.
Una escenografía sobria, muy buen recurso la pantalla de LED, donde se proyectan algunas fotos de la infancia y también actuales que acompañan el relato y le dán color.
Muy bueno el moderno diseño de luces de Gonzalo Córdoba, aprovechando muy bien las posibilidades que brinda la mítica sala principal del Maipo.
El espectáculo que fue concebido originalmente para salir de gira, vuelve por 8 únicas semanas ( los dìas Lunes ) , nuestra recomendación es que aprovechen la oportunidad de ver a una Mercedes Morán íntima, charlando entre amigos, ya que además de disfrutar de sus confidencias, van a tener la chance de ver a la actriz haciendo gala de muchos de sus recursos artísticos y de ver a una Mercedes auténtica, que abrirá su corazón, a un público fiel, que se lo agradecerá con càlidos aplausos al final de la función.
Pensador Teatral.
Guión de Mercedes Morán y Dirección de Claudio Tolcachir.
El teatro nos convoca en esta ocasión, para ver a una actriz inmensa como Mercedes Morán, en un unipersonal escrito por ella misma, donde nos hablará sobre su vida.
Un lindo desafío para Mercedes, que a lo largo de su carrera interpretó numerosos personajes exitosos, en esta oportunidad decide sacarse todos los trajes y ser ella misma.
Se anima a abrir su corazón y hablar de su vida, su infancia en Concarán, una pequeña localidad puntana, la relación con sus padres, con sus hermanos, nos hablarà de sus amores, de como nace su vocación por la actuación, de sus hijas y mucho más.
El espectador asiste a una charla íntima con la mujer, no con la actriz, escucha sus confesiones a corazón abierto, recuerdos e historias personales, como si ella, estuviera hablando ante un grupo de amigos y ante una sala llena, algo que sin dudas la dá gran riqueza al momento teatral.
Este unipersonal, fue concebido por Mercedes, siguiendo algunos consejos nada menos que de China Zorrilla, tiene mucha sensibilidad y se hace muy ameno, por la fluidez y la frescura con que transmite sus historias.
Hay momentos de risas y otros de emoción, como cuando habla de su padre y se emociona, en un pequeño gran homenaje, valga la contradicción, que le regala.
Pese a tratarse de un unipersonal, la protagonista no está sola en el escenario, ya que a lo largo del desarrollo, ella misma vá trayendo a varios personajes de su vida, que dialogan entre ellos, que le hablan, que la retan. Un ejercicio muy interesante, que sale perfecto y que permiten disfrrtar de Mercedes en todo su esplendor, con momentos de humor, de irreverencia, de emoción y hasta podemos verla bailar.
Hay que destacar la puesta de Claudio Tolcachir, elegido especialmente por la protagonista, porque además de ser un talentoso director, indudablemente le otorga la confianza y la seguridad necesarias, para un trabajo de gran exposición.
Una escenografía sobria, muy buen recurso la pantalla de LED, donde se proyectan algunas fotos de la infancia y también actuales que acompañan el relato y le dán color.
Muy bueno el moderno diseño de luces de Gonzalo Córdoba, aprovechando muy bien las posibilidades que brinda la mítica sala principal del Maipo.
El espectáculo que fue concebido originalmente para salir de gira, vuelve por 8 únicas semanas ( los dìas Lunes ) , nuestra recomendación es que aprovechen la oportunidad de ver a una Mercedes Morán íntima, charlando entre amigos, ya que además de disfrutar de sus confidencias, van a tener la chance de ver a la actriz haciendo gala de muchos de sus recursos artísticos y de ver a una Mercedes auténtica, que abrirá su corazón, a un público fiel, que se lo agradecerá con càlidos aplausos al final de la función.
Pensador Teatral.
lunes, 29 de mayo de 2017
Juegos de Amor y de Guerra
Viernes y Sábados 22 30 hs. Domingos 20 hs en Centro Cultural de la Coperación.
Dramaturgía de Gonzalo Demaría y Dirección de Oscar Barney Finn.
La prolífica pluma de Gonzalo, en esta oportunidad, nos traslada al año 1942, para acercarnos esta historia, basada en hechos reales, que hace referencia el escándalo sexual que envolvió a los cadetes del Colegio Militar.
En la Argentina, gobernaba un débil Ramón Castillo, que había asumido por la muerte de Roberto Ortiz y en el mundo, los aires de la Segunda Guerra Mundial y la aparición de Hitler dominaban la escena.
Situados ya temporalmente, vayamos a la obra, en la cual veremos como reacciona la institución militar ante un escándalo de proporciones, que de llegar a los medios de comunicación podría traer consecuencias catastróficas.
Uno de los cadetes involucrados, es Manuel ( Santiago Magariños ), que pertenece a una familia con un apellido de la alta sociedad, donde Carolina ( Andrea Bonelli ), su madre, perteneciente a una familia de pura cepa militar, quiere que su hijo haga carrera y para eso moverá sus influencias, en especial la de Fedérico ( Luciano Castro ), el Teniente, que además es el instructor del Colegio de Cadetes, a cargo de Manuel.
Sin dudas, la dupla convocante de la obra, es la conformada por Andrea Bonelli y Luciano Castro, dos actores muy reconocidos en el medio. La relación entre la madre y el teniente, es particular, ya que la hija de Carolina en breve se vá a casar con el teniente, pero la relación de confianza entre ellos, parece ir más alla, de este hecho familiar y la posibilidad de un amorío secreto entre ellos es algo que se intuye desde el inicio de la obra. Dejemos que sea el espectador cuando vea la obra, el que descubra, si estas intuición es real o pura fantasìa nuestra.
La pieza nos habla, sobre las tradiciones y los mandatos familiares, sobre el honor y cuanto estamos a dispuesto a dar para salvaguardarlo, sin importar lo que debamos sacrificar por ello.
Se pone en ell tapete, también como una institución militar, trata de imponer o aparentar disciplina para el afuera y la hipocresía que reina dentro de sus filas.
Parece que lo único que importa son las apariencias y que piensa el otro, todo lo que se hace, es para que el otro nos vea de determinada manera, sin importar la realidad.
Otro punto importante, que toca la dramaturgia, es la lucha de clases, como una clase conservadora, mira con desprecio y odio a esos inmigrantes que llegaron en los barcos, italianos y españoles, en busca de comida y huyendo de las guerras, sin reparar que contaminan la supuesta pureza de la sociedad criolla dominante.
Por este tema se producen unos diálogos filosos interesantes, entre la madre y el teniente, que tienen orígenes muy contrapuestos.
Es hora que hablemos de las actuaciones, que son un pilar de la pieza y hay una figura que se destaca, por encima de todos y es Andrea Bonelli, que compone a una madre de la alta sociedad, dura , despiadada y dispuesta a todo para salvaguardar el honor familiar. Es admirable su dominio de la escena, sus gestos adustos, su sensualidad, se aprecia como modifica su lenguaje corporal de acuerdo a lo que pide el momento. Su interpretaciòn, es magnìfica y es sin dudas la que lleva la batuta de la obra, manejando los tiempos y los climas. Un deleite poder ver en escena a una actriz tan completa.
El coprotagonista es Luciano Castro, en su papel de militar serio y autoritario, logra darle credibilidad y presencia a su teniente , recordando que no es sencillo el pase la TV a las tablas, pero logrando salir airoso del compromiso, resolviendo un personaje complejo, que lo exige al máximo.
Santiago Magariños, es Manuel, el cadete e hijo de Carolina, pieza fundamental de la historia, joven actor, que a mi gusto es la revelación de la obra, estando a la altura de lo que pide el director y ofreciendo una estupenda interpretación, mostrando que tiene mucho talento y futuro.
Diego Vegezzi es el otro cadete, en un papel secundario, que igualmente permite su lucimiento, ya que aparece en escenas claves, como al comienzo y el final, luciendo muy creíble.
Para el final, dejamos a Sebastián Holtz, en el papel de Celeste Imperio, que interpreta un transformista de origen ruso, que seduce a Manuel y luego deberá pagar por ello. Aporta un momento distinto en la trama, cantando en francés, bailando, dando frescura y poesía a la pieza, siendo con su arte la contracara, de la rigidez del militarismo, ademá de dar testimonio, del hambre reinante en Europa, que hizo que muchos enfilaran hacia estas tierras.
La puesta en escena y la dirección de Oscar Barney Finn es impecable, no vamos a descubrir ahora su valía, pero aquí lo vuelve a ratificar, aprovechando muy bien, las posiblidades que ofrece esta cómoda y moderna Sala Solidaridad del Ctro.Coorperación , con una escenografía despojada, dominada por una larga mesa, donde posan gorras militares, como buen símbolo de la época, un vestuario de Mini Zuccheri imponente, una musicalización y un sonido excelente y un diseño lumínico que se destaca, para marcar el clima solemne que requiere la puesta.
Como conclusión, estamos ante una obra muy interesante, que rescata de la historia argentina un tema olvidado por muchos y que resulta un buen ejercicio de memoria, para alejar esos aires militaristas, que cada tanto quieren sobrevolar nuestro horizonte, es una pieza dura y controvertida, que impacta por su crudeza y donde las ambiciones personales y una lucha por conservar el status social y las apariencias, están por encima de todo.
Si a esto le sumamos una puesta impecable y un elenco muy sólido, estamos ante un espectáculo de calidad, que merece verse y por eso lo recomendamos.
Pensador Teatral.
Dramaturgía de Gonzalo Demaría y Dirección de Oscar Barney Finn.
La prolífica pluma de Gonzalo, en esta oportunidad, nos traslada al año 1942, para acercarnos esta historia, basada en hechos reales, que hace referencia el escándalo sexual que envolvió a los cadetes del Colegio Militar.
En la Argentina, gobernaba un débil Ramón Castillo, que había asumido por la muerte de Roberto Ortiz y en el mundo, los aires de la Segunda Guerra Mundial y la aparición de Hitler dominaban la escena.
Situados ya temporalmente, vayamos a la obra, en la cual veremos como reacciona la institución militar ante un escándalo de proporciones, que de llegar a los medios de comunicación podría traer consecuencias catastróficas.
Uno de los cadetes involucrados, es Manuel ( Santiago Magariños ), que pertenece a una familia con un apellido de la alta sociedad, donde Carolina ( Andrea Bonelli ), su madre, perteneciente a una familia de pura cepa militar, quiere que su hijo haga carrera y para eso moverá sus influencias, en especial la de Fedérico ( Luciano Castro ), el Teniente, que además es el instructor del Colegio de Cadetes, a cargo de Manuel.
Sin dudas, la dupla convocante de la obra, es la conformada por Andrea Bonelli y Luciano Castro, dos actores muy reconocidos en el medio. La relación entre la madre y el teniente, es particular, ya que la hija de Carolina en breve se vá a casar con el teniente, pero la relación de confianza entre ellos, parece ir más alla, de este hecho familiar y la posibilidad de un amorío secreto entre ellos es algo que se intuye desde el inicio de la obra. Dejemos que sea el espectador cuando vea la obra, el que descubra, si estas intuición es real o pura fantasìa nuestra.
La pieza nos habla, sobre las tradiciones y los mandatos familiares, sobre el honor y cuanto estamos a dispuesto a dar para salvaguardarlo, sin importar lo que debamos sacrificar por ello.
Se pone en ell tapete, también como una institución militar, trata de imponer o aparentar disciplina para el afuera y la hipocresía que reina dentro de sus filas.
Parece que lo único que importa son las apariencias y que piensa el otro, todo lo que se hace, es para que el otro nos vea de determinada manera, sin importar la realidad.
Otro punto importante, que toca la dramaturgia, es la lucha de clases, como una clase conservadora, mira con desprecio y odio a esos inmigrantes que llegaron en los barcos, italianos y españoles, en busca de comida y huyendo de las guerras, sin reparar que contaminan la supuesta pureza de la sociedad criolla dominante.
Por este tema se producen unos diálogos filosos interesantes, entre la madre y el teniente, que tienen orígenes muy contrapuestos.
Es hora que hablemos de las actuaciones, que son un pilar de la pieza y hay una figura que se destaca, por encima de todos y es Andrea Bonelli, que compone a una madre de la alta sociedad, dura , despiadada y dispuesta a todo para salvaguardar el honor familiar. Es admirable su dominio de la escena, sus gestos adustos, su sensualidad, se aprecia como modifica su lenguaje corporal de acuerdo a lo que pide el momento. Su interpretaciòn, es magnìfica y es sin dudas la que lleva la batuta de la obra, manejando los tiempos y los climas. Un deleite poder ver en escena a una actriz tan completa.
El coprotagonista es Luciano Castro, en su papel de militar serio y autoritario, logra darle credibilidad y presencia a su teniente , recordando que no es sencillo el pase la TV a las tablas, pero logrando salir airoso del compromiso, resolviendo un personaje complejo, que lo exige al máximo.
Santiago Magariños, es Manuel, el cadete e hijo de Carolina, pieza fundamental de la historia, joven actor, que a mi gusto es la revelación de la obra, estando a la altura de lo que pide el director y ofreciendo una estupenda interpretación, mostrando que tiene mucho talento y futuro.
Diego Vegezzi es el otro cadete, en un papel secundario, que igualmente permite su lucimiento, ya que aparece en escenas claves, como al comienzo y el final, luciendo muy creíble.
Para el final, dejamos a Sebastián Holtz, en el papel de Celeste Imperio, que interpreta un transformista de origen ruso, que seduce a Manuel y luego deberá pagar por ello. Aporta un momento distinto en la trama, cantando en francés, bailando, dando frescura y poesía a la pieza, siendo con su arte la contracara, de la rigidez del militarismo, ademá de dar testimonio, del hambre reinante en Europa, que hizo que muchos enfilaran hacia estas tierras.
La puesta en escena y la dirección de Oscar Barney Finn es impecable, no vamos a descubrir ahora su valía, pero aquí lo vuelve a ratificar, aprovechando muy bien, las posiblidades que ofrece esta cómoda y moderna Sala Solidaridad del Ctro.Coorperación , con una escenografía despojada, dominada por una larga mesa, donde posan gorras militares, como buen símbolo de la época, un vestuario de Mini Zuccheri imponente, una musicalización y un sonido excelente y un diseño lumínico que se destaca, para marcar el clima solemne que requiere la puesta.
Como conclusión, estamos ante una obra muy interesante, que rescata de la historia argentina un tema olvidado por muchos y que resulta un buen ejercicio de memoria, para alejar esos aires militaristas, que cada tanto quieren sobrevolar nuestro horizonte, es una pieza dura y controvertida, que impacta por su crudeza y donde las ambiciones personales y una lucha por conservar el status social y las apariencias, están por encima de todo.
Si a esto le sumamos una puesta impecable y un elenco muy sólido, estamos ante un espectáculo de calidad, que merece verse y por eso lo recomendamos.
Pensador Teatral.
domingo, 28 de mayo de 2017
El Elogio de la Risa
Mièrcoles a Domingo 20 hs en Multiteatro ( Av.Corrientes 1283 )
Libro y Dirección de Gastón Marioni.
El Elogio de la Risa, es la enorme posibilidad, de ver a Juan Leyrado, un actor de enorme trayectoria, que a los 64 años, se dá el lujo de hacer su primer unipersonal en teatro.
Acostumbrado a actuar siempre a actuar en teatro, cine y TV con grandes elencos, toma el gran desafìo, de estar solito en escena y transmitir sus emociones a un público que solo vá a verlo a él.
Y no mantengamos el suspenso, les adelantamos ya que Leyrado, supera el desafío con enrome solvencia, indudablemente se siente cómodo con el libro de Marioni y nos permite disfrutar de una interpretación que conmueve y emociona.
Leyrado, dá vida a un entrañable Antonio, que se prepara para celebrar los 80 años de su amada Susan. El no revela su edad, pero se intuye que también bordea los 80.
La obra, nos habla del paso del tiempo, de los diversos estados por los que pasa el hombre, de lo que significa el amor en las diferentes edades y que si bien la vida pude transitarse de formas muy variadas, hay un ingrediente que no puede, ni debe faltar, nos referimos al humor, a la risa, pese a todos los problemas, el hombre debe mantener su buen humor y reìrse.
Estudios científicos, certificaron que la risa es un poderoso antídoto contra el stress y el dolor. Nada mejor que una carcajada, para equilibrar el cuerpo y la mente.
A lo largo de la obra, Leyrado nos mostrará como el paso del tiempo, nos vá modificando física y mentalmente, haciendo mucho hincapié en la llegada de la vejez, una etapa que no es fácil de transitar, si no se lo encara con una actitud positiva.
El texto tiene una alta cuota de sensibilidad, que llega al corazón del espectador y en esto tiene un mérito fundamental, un Leyrado, que la rompe y pese a que todos conocen sus pergaminos, se dà el gran lujo de sorprender con esta interpetaciòn en unipersonal. No queremos adelantar mucho, pero es admirable, como cambia los gestos, su corporalidad y principalmente su tono de voz, cuando el personaje de Antonio, en un interesante ejercicio, que tiene la obra, repasa diferentes momentos de su vida. Cuando el espectador vea la obra y en un momento se sorprenda, por un cambio que impone el protagonista, se darà cuenta de lo que deciamos era verdad, lo de la sorpresa y que Leyrado la rompe.
La sala de dimensiones reducidas del Multiteatro, donde se desarrolla la pieza, colabora con la puesta intimista que requiere la obra y que permite disfrutar del protagonista bien cerquita, sin perder detalle. Nos gustò la sobria escenografía donde predomina el blanco y hay que destacar el diseño de luces de Leandra Rodrìguez, que tiene fundamental importancia, para marcar diferentes momentos de la pieza y separar algunos actos.
En conclusión, El Elogio de la Risa, es una obra con tonos de comedia y melancolía, que habla de la vida y por eso se disfruta tanto y llega al espectador, que como dijimos por momentos se reirà y por otros se và a emocionar hasta las lágrimas ( es el caso de quien escribe estas lìneas ).
Ademàs de disfrutar el texto, la pieza es una oportunidad de oro, para deleitarse de un Leyrado con todas las luces, que nos muestra sus riquísimos recursos artìsticos.
Al final de la función, el público se pone de pie para aplaudir la excelente faena del protagonista, agradeciendo la hermosa noche vivida y la clase magistral de teatro brindada, por un actor con todas las letras.
Pensador Teatral.
Libro y Dirección de Gastón Marioni.
El Elogio de la Risa, es la enorme posibilidad, de ver a Juan Leyrado, un actor de enorme trayectoria, que a los 64 años, se dá el lujo de hacer su primer unipersonal en teatro.
Acostumbrado a actuar siempre a actuar en teatro, cine y TV con grandes elencos, toma el gran desafìo, de estar solito en escena y transmitir sus emociones a un público que solo vá a verlo a él.
Y no mantengamos el suspenso, les adelantamos ya que Leyrado, supera el desafío con enrome solvencia, indudablemente se siente cómodo con el libro de Marioni y nos permite disfrutar de una interpretación que conmueve y emociona.
Leyrado, dá vida a un entrañable Antonio, que se prepara para celebrar los 80 años de su amada Susan. El no revela su edad, pero se intuye que también bordea los 80.
La obra, nos habla del paso del tiempo, de los diversos estados por los que pasa el hombre, de lo que significa el amor en las diferentes edades y que si bien la vida pude transitarse de formas muy variadas, hay un ingrediente que no puede, ni debe faltar, nos referimos al humor, a la risa, pese a todos los problemas, el hombre debe mantener su buen humor y reìrse.
Estudios científicos, certificaron que la risa es un poderoso antídoto contra el stress y el dolor. Nada mejor que una carcajada, para equilibrar el cuerpo y la mente.
A lo largo de la obra, Leyrado nos mostrará como el paso del tiempo, nos vá modificando física y mentalmente, haciendo mucho hincapié en la llegada de la vejez, una etapa que no es fácil de transitar, si no se lo encara con una actitud positiva.
El texto tiene una alta cuota de sensibilidad, que llega al corazón del espectador y en esto tiene un mérito fundamental, un Leyrado, que la rompe y pese a que todos conocen sus pergaminos, se dà el gran lujo de sorprender con esta interpetaciòn en unipersonal. No queremos adelantar mucho, pero es admirable, como cambia los gestos, su corporalidad y principalmente su tono de voz, cuando el personaje de Antonio, en un interesante ejercicio, que tiene la obra, repasa diferentes momentos de su vida. Cuando el espectador vea la obra y en un momento se sorprenda, por un cambio que impone el protagonista, se darà cuenta de lo que deciamos era verdad, lo de la sorpresa y que Leyrado la rompe.
La sala de dimensiones reducidas del Multiteatro, donde se desarrolla la pieza, colabora con la puesta intimista que requiere la obra y que permite disfrutar del protagonista bien cerquita, sin perder detalle. Nos gustò la sobria escenografía donde predomina el blanco y hay que destacar el diseño de luces de Leandra Rodrìguez, que tiene fundamental importancia, para marcar diferentes momentos de la pieza y separar algunos actos.
En conclusión, El Elogio de la Risa, es una obra con tonos de comedia y melancolía, que habla de la vida y por eso se disfruta tanto y llega al espectador, que como dijimos por momentos se reirà y por otros se và a emocionar hasta las lágrimas ( es el caso de quien escribe estas lìneas ).
Ademàs de disfrutar el texto, la pieza es una oportunidad de oro, para deleitarse de un Leyrado con todas las luces, que nos muestra sus riquísimos recursos artìsticos.
Al final de la función, el público se pone de pie para aplaudir la excelente faena del protagonista, agradeciendo la hermosa noche vivida y la clase magistral de teatro brindada, por un actor con todas las letras.
Pensador Teatral.
En el Columpio
Jueves 21 hs en El Estepario Teatro ( Medrano 484 )
Dramaturgia y Dirección de Micaela Fariña.
Una entrañable historia, la que nos regala la pluma de la joven y talentosa Micaela Fariña, retratando con gran delicadeza y sensibilidad, la vida en un pequeño pueblo del interior de menos de 2.000 habitantes, como cualquier otro de la Argentina, que día a día, pierde habitantes, ya que los jóvenes parten a las grandes ciudades, en busca de oportunidades y en el pueblo cada vez, queda con menos gente y el riesgo de que desaparezca, cada vez es más concreto.
En este caso, el pueblito se llama Berreta y Micaela nos contará la historia de tres de sus jovenes habitantes, Marita ( Catalina Collardin ), su hermano menor Rubén ( Gastón Filgueira Oria ) y Nelly ( Viviana Ghizzoni ).
La acción se inicia con ellos en una plaza, dominada por dos hamacas, donde los jóvenes charlan mientras se hamacan, como si fueran niños.
Están hablando del velorio de unos de los habitantes del pueblo, que está ocurriendo en esos momentos. Uno de los tantos de los últimos meses.
El tono de la charla es jocoso, se permiten hacer bromas sobre la vida del difunto, adivinando quienes estarán presentes, como se compartarán, etc.
Queda claro, que está muy vigente, el famoso refrán de "pueblo chico, infierno grande", que nos quiere significar, que en el pueblo todo se sabe, todos se conocen, nada ni nadie, pasa desapercibido y todo acto que se realiza, por más que se haga a escondidas terminará saliendo a la luz.
Y estos jóvenes, reafirman esto, viven en un lugar donde reina la monotonía y la rutina, donde pasa poco y donde la asfixia, por sentirse observados y juzgados en todo momento, en algún momento les pasará factura.
La obra es profunda y tiene un bello tinte melancólico, con un texto muy rico, que se apoya en actuaciones muy lucidas, de personajes que se contraponen en forma muy inteligente, por sus diversas personalidades.
Catalina Collardín, es Marita, que se muestra dura, de aspecto rudo, muy descreída del amor y aferrada al pueblo y a sus costumbres. Ella sabe que su futuro, está en Berreta y le cuesta aceptar al que piensa diferente, no entiende a los que se van. Un personaje ácido y complejo, resuelto en gran forma.
Gastón Filgueira, el único hombre de la pieza, es tímido, dulce, sensible y le cuesta expresar sus sentimientos reales, ya que sufre la influencia de su hermana mayor, con la quien vive y que sin dudas lo intimida. El tampoco encuentra su rumbo amoroso, pero no pierde las esperanzas. Otra muy buena interpretación.
Y el triángulo, se completa con Viviana Ghizzoni, dando vida a una Nelly, fresca, enamoradiza y soñadora. Ella es la que más nota, que el pueblo está cayendo en picada, que los velorios se multiplican y que los nacimientos cada vez son menos.
Se dá cuenta que el futuro, no está en ese lugar que la vió nacer y crecer, su sueño sería, estar en una gran ciudad, donde nadie la conozca y donde además de forjarse un futuro y una familia, ella pudiera hacer lo que siente, sin tener miedo al dedo acusador que la juzgue.
Nos regala además, hermosos momentos musicales, con su guitarrita, una gran actuación la de Viviana, si bien los tres protagonistas están muy parejos, a nosotros fue la labor, que más nos gustó, tal vez por ser el personaje que crea más empatía, tiene un encanto especial.
Son tres almas sensibles y solitarias, que con interpretaciones sólidas y muy creíbles dotan de mucha belleza y poesía a la trama, donde la palabra, pero también los silencios tienen un lugar destacado.
La puesta que nos propone Micaela, en la dirección, tiene muchos puntos para destacar, partiendo de un diseño escenográfico muy creativo, con esas hamacas en el centro del escenario, que nos trasladan a nuestra infancia y a esas reuniones con amigos, donde se confiesan los mayores secretos. Otro recurso acertado, es la creación de espacios que se van naciendo de mano de los protagonistas en el mismo desarrollo de la trama, como ventanas y muebles ( no contamos más para dejar el suspenso ), hay momentos musicales que descontraturan y se disfrutan, una iluminación que crea diferentes climas y la escenografía partida, que nos permite ver diferentes acciones a la vez, teniendo siempre en escena a los protagonistas, por más que no compartan el ambiente.
Como se puede apreciar, hay una gran cantidad de recursos volcados al servicio de la obra , demostrando que para una puesta bella y poética, no siempre es necesario grandes recursos económicos, algo imposible para el teatro off, sino que con ingenio y creatividad, también se logra.
Como dato de color, investigando al momento de escribir esta reseña, descubrimos que Berreta, no es un nombre inventado por la autora, es una localidad real, ubicada a 75 kms de Rosario, que tuvo momentos de crecimiento y que actualmente se convirtió, casi en un pueblo fantasma. Este dato le aporta aún más encanto a la obra ( dejamos el link, para aquel lector inquieto que quiera prfundizar : http://442.perfil.com/2014-04-22-274793-berretta-el-pueblo-fantasma-donde-conviven-12-personas-y-una-cancha/ )
Como mencionamos antes, En El Columpio, es una obra profunda y cotidiana, con ese aire inocente del interior que tienen sus protagonistas y donde el espectador se siente identificado y cercano, con lo que está viendo y por eso reflexiona junto a los protagonistas, en temas universales, como el amor, nuestro propósito en la vida, la formación de la familia, los miedos, los deseos y finalmente la llegada inevitable de la muerte, un abanico de temas fundamentales, incluidos en forma inteligente dentro de la pieza.
En conclusión, celebramos que el teatro off, nos siga dando estas propuestas de jovenes autores nacionales, jóvenes, que nos cuentan historias reales y que nos llegan al corazón.
El cálido y prolongado aplauso que recibieron los actores al final de la función, muestran que disfrutaron tanto como nosotros de la obra.
Nuestra recomendación, es que se acerquen un Jueves a El Estepario, que elijan un columpio y mientras se hamacan, disfruten de una hermosa noche de teatro.
Pensador Teatral.
Dramaturgia y Dirección de Micaela Fariña.
Una entrañable historia, la que nos regala la pluma de la joven y talentosa Micaela Fariña, retratando con gran delicadeza y sensibilidad, la vida en un pequeño pueblo del interior de menos de 2.000 habitantes, como cualquier otro de la Argentina, que día a día, pierde habitantes, ya que los jóvenes parten a las grandes ciudades, en busca de oportunidades y en el pueblo cada vez, queda con menos gente y el riesgo de que desaparezca, cada vez es más concreto.
En este caso, el pueblito se llama Berreta y Micaela nos contará la historia de tres de sus jovenes habitantes, Marita ( Catalina Collardin ), su hermano menor Rubén ( Gastón Filgueira Oria ) y Nelly ( Viviana Ghizzoni ).
La acción se inicia con ellos en una plaza, dominada por dos hamacas, donde los jóvenes charlan mientras se hamacan, como si fueran niños.
Están hablando del velorio de unos de los habitantes del pueblo, que está ocurriendo en esos momentos. Uno de los tantos de los últimos meses.
El tono de la charla es jocoso, se permiten hacer bromas sobre la vida del difunto, adivinando quienes estarán presentes, como se compartarán, etc.
Queda claro, que está muy vigente, el famoso refrán de "pueblo chico, infierno grande", que nos quiere significar, que en el pueblo todo se sabe, todos se conocen, nada ni nadie, pasa desapercibido y todo acto que se realiza, por más que se haga a escondidas terminará saliendo a la luz.
Y estos jóvenes, reafirman esto, viven en un lugar donde reina la monotonía y la rutina, donde pasa poco y donde la asfixia, por sentirse observados y juzgados en todo momento, en algún momento les pasará factura.
La obra es profunda y tiene un bello tinte melancólico, con un texto muy rico, que se apoya en actuaciones muy lucidas, de personajes que se contraponen en forma muy inteligente, por sus diversas personalidades.
Catalina Collardín, es Marita, que se muestra dura, de aspecto rudo, muy descreída del amor y aferrada al pueblo y a sus costumbres. Ella sabe que su futuro, está en Berreta y le cuesta aceptar al que piensa diferente, no entiende a los que se van. Un personaje ácido y complejo, resuelto en gran forma.
Gastón Filgueira, el único hombre de la pieza, es tímido, dulce, sensible y le cuesta expresar sus sentimientos reales, ya que sufre la influencia de su hermana mayor, con la quien vive y que sin dudas lo intimida. El tampoco encuentra su rumbo amoroso, pero no pierde las esperanzas. Otra muy buena interpretación.
Y el triángulo, se completa con Viviana Ghizzoni, dando vida a una Nelly, fresca, enamoradiza y soñadora. Ella es la que más nota, que el pueblo está cayendo en picada, que los velorios se multiplican y que los nacimientos cada vez son menos.
Se dá cuenta que el futuro, no está en ese lugar que la vió nacer y crecer, su sueño sería, estar en una gran ciudad, donde nadie la conozca y donde además de forjarse un futuro y una familia, ella pudiera hacer lo que siente, sin tener miedo al dedo acusador que la juzgue.
Nos regala además, hermosos momentos musicales, con su guitarrita, una gran actuación la de Viviana, si bien los tres protagonistas están muy parejos, a nosotros fue la labor, que más nos gustó, tal vez por ser el personaje que crea más empatía, tiene un encanto especial.
Son tres almas sensibles y solitarias, que con interpretaciones sólidas y muy creíbles dotan de mucha belleza y poesía a la trama, donde la palabra, pero también los silencios tienen un lugar destacado.
La puesta que nos propone Micaela, en la dirección, tiene muchos puntos para destacar, partiendo de un diseño escenográfico muy creativo, con esas hamacas en el centro del escenario, que nos trasladan a nuestra infancia y a esas reuniones con amigos, donde se confiesan los mayores secretos. Otro recurso acertado, es la creación de espacios que se van naciendo de mano de los protagonistas en el mismo desarrollo de la trama, como ventanas y muebles ( no contamos más para dejar el suspenso ), hay momentos musicales que descontraturan y se disfrutan, una iluminación que crea diferentes climas y la escenografía partida, que nos permite ver diferentes acciones a la vez, teniendo siempre en escena a los protagonistas, por más que no compartan el ambiente.
Como se puede apreciar, hay una gran cantidad de recursos volcados al servicio de la obra , demostrando que para una puesta bella y poética, no siempre es necesario grandes recursos económicos, algo imposible para el teatro off, sino que con ingenio y creatividad, también se logra.
Como dato de color, investigando al momento de escribir esta reseña, descubrimos que Berreta, no es un nombre inventado por la autora, es una localidad real, ubicada a 75 kms de Rosario, que tuvo momentos de crecimiento y que actualmente se convirtió, casi en un pueblo fantasma. Este dato le aporta aún más encanto a la obra ( dejamos el link, para aquel lector inquieto que quiera prfundizar : http://442.perfil.com/2014-04-22-274793-berretta-el-pueblo-fantasma-donde-conviven-12-personas-y-una-cancha/ )
Como mencionamos antes, En El Columpio, es una obra profunda y cotidiana, con ese aire inocente del interior que tienen sus protagonistas y donde el espectador se siente identificado y cercano, con lo que está viendo y por eso reflexiona junto a los protagonistas, en temas universales, como el amor, nuestro propósito en la vida, la formación de la familia, los miedos, los deseos y finalmente la llegada inevitable de la muerte, un abanico de temas fundamentales, incluidos en forma inteligente dentro de la pieza.
En conclusión, celebramos que el teatro off, nos siga dando estas propuestas de jovenes autores nacionales, jóvenes, que nos cuentan historias reales y que nos llegan al corazón.
El cálido y prolongado aplauso que recibieron los actores al final de la función, muestran que disfrutaron tanto como nosotros de la obra.
Nuestra recomendación, es que se acerquen un Jueves a El Estepario, que elijan un columpio y mientras se hamacan, disfruten de una hermosa noche de teatro.
Pensador Teatral.
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