Lunes 20 hs en Teatro del Pueblo ( Av.Roque Saenz Peña 943 )
Dramaturgia de Roberto Perinelli y Dirección de Corina Fiorillo.
Una vez mas llegamos al mítico Teatro del Pueblo, con expectativas de disfrutar de un lindo momento teatral y vaya si lo conseguimos, nos fuimos llenos de teatro, luego de ver Miembro del Jurado, una obra de suspenso, que al momento de bajar el telón, dejará al espectador, con la boca abierta y tratando de recuperar el aliento.
La obra escrita por Perinelli, se estrenó en 1979, época en la que en Argentina, gobernaba la dictadura militar, que luego veremos, como este hecho deja alguna influencia en el texto.
Pese a que transcurrieron casi treinta años, desde que fue escrita, la historia conserva una absoluta e inquietante vigencia y tranquilamente podría haberse escrito el mes pasado, ya que tiene una actualidad total.
Corina Fiorillo, una de las directoras más reconocidas y exitosas del momento, reestrena esta pieza, que ya había dirigido, cuando hace cuatro años la obra se presentó en el Teatro Nacional Cervantes, con este mismo elenco.
La dupla de Corina y Roberto, no es nueva, ya que no es la primera pieza, que la directora elige de este autor, sin dudas, hay algo que a Corina lo seduce de sus textos y sumando talento, consigue obras de una enorme riqueza escénica.
Si tenemos que encasillar a Miembro del Jurado, en algún género, podemos decir que se trata de un policial con mucho suspenso, debido a esto vamos a ser más acotados que de costumbre, en cuanto a los datos que revelaremos de la trama.
La historia arranca con Simón ( Roberto Vallejos ), ex convicto, que fue liberado ese mismo día y Mejia ( Ernesto Claudio ), el hombre que lo fue a buscar a la salida de la cárcel y lo llevó a su oscuro taller de cerrajería, para aguardar la llegada del misterioso "jefe", que fue quien le encomendò la tarea de buscar al recién salido de prisión, para ofrecerle un lugar en la banda delictiva que conforman, sin tener muy, claro cual será su función.
Es muy interesante, el juego que propone el autor, al reunir a esas dos personas desconocidas en ese espacio cerrado y hermético en el que se encuentran, como no se conocen, no saben bien de que hablar. Simón esta incómodo en ese lugar, tiene dudas sobre si el jefe se habrá equivocado de persona. Podrá serle de utilidad a aquella banda ? Puede confiar en estos nuevos compañeros o le estarán tendiendo alguna trampa ?
Mejia tampoco parece estar a gusto, con aquel visitante, que habla hasta por los codos y pregunta demasiado, mientras hace llaves y se queja, porque perdió toda la mañana yendo a la cárcel, para cumplir el encargo del jefe.
Los diálogos son muy ricos y en el ambiente reina un aire de desconfianza. A medida que este diálogo se extiende, el espectador comienza a dudar, sospechando que algo de esta situación que esta viendo, no cierra, intenta descubrir cual es la pieza del rompecabezas que se oculta. Será verdad todo lo que estamos viendo ? Estas dos personas son quienes dicen ser o alguno de ellos es un impostor ? Pueden confiar entre si estos hombres ? Las preguntas llueven en la mente del espectador, mientras las acciones se desarrollan.
El ambiente de calma, reina en esa habitación, pero se intuye que la misma es pasajera, como ocurre en esos días nublados, donde sabemos que en algún momento lloverá, pero sin saber cuando comenzará a hacerlo, aquí del mismo modo, el espectador está siempre alerta, tratando de descubrir, cual será el disparador que desencadenará la anunciada tormenta.
Solo adelantaremos, que el disparador, se asomará con la llegada de Ester ( Silvina Bosco ), la mujer que llegará a pedido del ex convicto y por gentileza del jefe, para satisfacer su abstinencia en prisión y de paso acortar el tedio de la espera en ese lugar cerrado y asfixiante.
Para preservar el suspenso, no vamos a a adelantar más, solo diremos que con la llegada de Ester, el vendaval finalmente se desatará y las cartas que aparecían tapadas, mostrarán un juego impensado.
Este estupendo guión, tiene su correlato en un elenco talentoso, conformado por tres actores de gran experiencia y valía , arrancando por Roberto Vallejos, a quien vimos ya este año, lucirse y mucho en Dignidad, obra donde también fue dirigido por Corina. Aquí personifica a un ex reo, humilde, parlanchin y en apariencia ingenuo y hasta bonachón, por lo que logra una curiosa empatía con la platea, aunque aquel hombre, dé rodeos, para revelar el motivo que lo llevó a pasar los últimos diez años de su vida en prisión. Una estupenda actuación la de Roberto.
El otro gran protagonista es Ernesto Claudio, cultor del bajo perfil y gran actor, componiendo un personaje complejo, ya que si bien aparece como servicial y bien dispuesto, se nota que es reservado y se vislumbra que bajo su apariencia de tranquilidad, habita algún sentimiento escondido, Magnífica interpretación de Ernesto.
Estos dos protagonistas, muestran un gran entendimiento y son los que llevan el peso de la obra, ya que están solos en escena, la mayor parte de la pieza.
Para el final, dejamos la aparición de Silvina Bosco, que se produce en el tramo final de la obra, esta irrupción, puede compararse, a ese jugador que está en el banco de suplentes e ingresa en los últimos 15 minutos, para definir el partido, si me permiten la analogía futbolera, para graficar el terremoto que desata la aparición de Silvina, en escena.
En aras de mantener la intriga, no vamos a anticipar mucho de su personaje, solo diremos que su entrega actoral y física es absoluta, ofreciendo una interpretación conmovedora. Será el lector, cuando vea la obra, quien recordando estas líneas, seguro coincidirá conmigo y verá que no exageramos en nada.
Debemos destacar el muy buen diseño escenográfico y el vestuario setentista que presenta la puesta, ambos rubros en manos de Julieta Risso, así como la música original a cargo de Rony Keselman.
De fondo, se escuchan los acordes de las murgas que desfilan en las calles celebrando el Carnaval, como mencionamos antes, la obra fue concebida en los años de la última dictadura, momento en que los Carnavales fueron prohibidos, la alegoría propuesta por el autor, señala que en la calle reina la alegría, todo es baile y diversión y mientras esto sucede, dentro de esa casa y en muchas otras, se desarrollan historias tenebrosas y sórdidas, muy alejadas de ese ambiente de aparente festividad que se vive en las calles, una doble realidad, que lamentablemente fue una constante en muchos momentos de nuestra historia.
Solo queda recomendar a usted lector, que no deje de ver Miembro del Jurado, además de presenciar una magnífica obra, podrá disfrutar de actuaciones notables.
El final de la función, tiene como corolario, al público de pie, aplaudiendo y vivando a los protagonistas ( de las mayores ovaciones que vi este año y aclaro que veo varias obras por semana ), Cuando esto ocurre, evidentemente la obra hay triunfado y seguramente es por ello, que cuando se encienden las luces, muchos espectadores quedan unos segundos quietos en su butaca y con piel de gallina, por el abrupto e inesperado final, que el autor nos tenía reservado,
Pensador Teatral.
jueves, 29 de junio de 2017
La Zorra Ilusa
Miércoles 20 30 hs en Teatro El Metodo Kairos ( El Salvador 4530 )
Dramaturgia de Inés Garland y Dirección de Magela Zanotta.
Una comedia inteligente y muy divertida, la que se presenta en el Kairos.
La Zorra Ilusa, nos habla del amor y de aquellas mujeres, que buscan y se ilusionan con encontrar a ese hombre ideal, con el que siempre soñaron, compartir la vida.
Las protagonistas, Victoria Bertone y Graciela Muñiz, nos contarán sus historias amorosas y sus fracasos en ese rubro, retratando con gracias y al detalle, a los muchos hombres que pintaban ser los elegidos al comienzo de la relación, pero que pronto descubrieron, eran solo un espejismo.
Son mujeres solas, que buscan a su príncipe azul, que indagan sobre si en verdad existirá ese hombre ideal. Y si existe, estará cerca ?? O tal vez viva en otra país y nunca lo encontrarán.
O tal vez el problema son que ellas son muy exigentes y por eso ningún hombre las satisface.
La obra tiene un texto inteligente, que nos hablará de amor, de sexo, de ilusiones, de alegrías y de decepciones, en definitiva, nos mostrará las peripecias amorosas y las historias cotidianas, que todas las mujeres viven en mayor o menor medida.
La mayoría de la platea, en la función que presenciamos estuvo compuesta en su mayoría por mujeres, realmente es una obra ideal para salidas de grupos de amigas que se reirán de ellas mismas, ya que sin dudas se sentirán muy identificadas con las chicas que están en el escenario y con las anécdotas y recuerdos que cuentan, pudiendo tranquilamente ser ellas mismas hablando con sus amigas de hombres y desengaños amorosos.
Los hombres presentes, que eramos minoría, también nos divertimos con algunos comportamientos, que sentimos familiares en las mujeres cercanas en nuestras vidas ( esposas, novias, hijas, etc ) y además la obra, nos servirá para conocer un poco más del mundo femenino y como piensan las mujeres.
La trama es muy dinámica y en esto tienen que ver mucho, además del guión, las muy buenas actuaciones de Graciela Muñiz y Victoria Bertone, se las notas muy sueltas en el escenario, disfrutando la obra, con muy buena gestualidad e interactuando muy bien entre ellas, ya que sin bien en algunos momentos, monologan, siempre la compañera, estará cercana, repitiendo alguna palabra o representando alguna de los comportamientos de la protagonista, que en ese momento, tiene la palabra. Para que cuando vean la obra, las identifiquen, les contamos que Graciela Muñiz es la rubia y Victoria Bertone es la morocha y las dos están muy bien.
Resaltamos que las actrices están en permanente movimiento, aprovechando las posibilidades que otorga el amplio y espacio escénico y esto le otorga agilidad a la pieza, ya que el espectador no está solo atento a lo que se dice, sino a lo que ocurre en escena.
Nos gustó mucho la puesta de Magela Zanotta, incorporando momentos musicales que se disfrutan mucho y que enriquecen el relato, para destacar la escenografía, un patio con muchas plantas y mucho verde, así como el vestuario, en el que predomina el rojo de las protagonistas. Son muchos detalles, todos muy cuidados, los que contribuyen a la belleza de la puesta, que siempre está arriba, con mucha frescura y buscando por medio del humor y de la sátira, exponer algunas situaciones de fracasos amorosos, que podrían tomarse con tristeza, algo que aquí no ocurre, ya que se opta siempre por la salida divertida.
En conclusión, una propuesta muy saludable la de La Zorra Ilusa, mujeres que experimentan y se ilusionan, pese a acumular decepciones amorosas, siempre estarán dispuestas a seguir probando, con la firme esperanza de encontrar a ese hombre especial, que será, porque no, aquel con el que se casarán.
Como dijimos un guión ágil e inteligente, que hará reír al espectador, que se identificará mucho y se reconocerá en muchas de las historias si es mujer y si es hombre, como dijimos descubrirá a alguna de las mujeres que lo rodean en su vida. Una puesta en escena fresca y alegre, con interpretaciones sobresalientes, para redondear una muy divertida noche de teatro.
El prolongado aplauso que reciben las protagonistas al final de la obra, demuestran que la obra gustó y que el boca a boca está funcionando a pleno, ya que las funciones en el cálido Kairos, siempre se realizan con la sala colmada.
Pensados Teatral.
Dramaturgia de Inés Garland y Dirección de Magela Zanotta.
Una comedia inteligente y muy divertida, la que se presenta en el Kairos.
La Zorra Ilusa, nos habla del amor y de aquellas mujeres, que buscan y se ilusionan con encontrar a ese hombre ideal, con el que siempre soñaron, compartir la vida.
Las protagonistas, Victoria Bertone y Graciela Muñiz, nos contarán sus historias amorosas y sus fracasos en ese rubro, retratando con gracias y al detalle, a los muchos hombres que pintaban ser los elegidos al comienzo de la relación, pero que pronto descubrieron, eran solo un espejismo.
Son mujeres solas, que buscan a su príncipe azul, que indagan sobre si en verdad existirá ese hombre ideal. Y si existe, estará cerca ?? O tal vez viva en otra país y nunca lo encontrarán.
O tal vez el problema son que ellas son muy exigentes y por eso ningún hombre las satisface.
La obra tiene un texto inteligente, que nos hablará de amor, de sexo, de ilusiones, de alegrías y de decepciones, en definitiva, nos mostrará las peripecias amorosas y las historias cotidianas, que todas las mujeres viven en mayor o menor medida.
La mayoría de la platea, en la función que presenciamos estuvo compuesta en su mayoría por mujeres, realmente es una obra ideal para salidas de grupos de amigas que se reirán de ellas mismas, ya que sin dudas se sentirán muy identificadas con las chicas que están en el escenario y con las anécdotas y recuerdos que cuentan, pudiendo tranquilamente ser ellas mismas hablando con sus amigas de hombres y desengaños amorosos.
Los hombres presentes, que eramos minoría, también nos divertimos con algunos comportamientos, que sentimos familiares en las mujeres cercanas en nuestras vidas ( esposas, novias, hijas, etc ) y además la obra, nos servirá para conocer un poco más del mundo femenino y como piensan las mujeres.
La trama es muy dinámica y en esto tienen que ver mucho, además del guión, las muy buenas actuaciones de Graciela Muñiz y Victoria Bertone, se las notas muy sueltas en el escenario, disfrutando la obra, con muy buena gestualidad e interactuando muy bien entre ellas, ya que sin bien en algunos momentos, monologan, siempre la compañera, estará cercana, repitiendo alguna palabra o representando alguna de los comportamientos de la protagonista, que en ese momento, tiene la palabra. Para que cuando vean la obra, las identifiquen, les contamos que Graciela Muñiz es la rubia y Victoria Bertone es la morocha y las dos están muy bien.
Resaltamos que las actrices están en permanente movimiento, aprovechando las posibilidades que otorga el amplio y espacio escénico y esto le otorga agilidad a la pieza, ya que el espectador no está solo atento a lo que se dice, sino a lo que ocurre en escena.
Nos gustó mucho la puesta de Magela Zanotta, incorporando momentos musicales que se disfrutan mucho y que enriquecen el relato, para destacar la escenografía, un patio con muchas plantas y mucho verde, así como el vestuario, en el que predomina el rojo de las protagonistas. Son muchos detalles, todos muy cuidados, los que contribuyen a la belleza de la puesta, que siempre está arriba, con mucha frescura y buscando por medio del humor y de la sátira, exponer algunas situaciones de fracasos amorosos, que podrían tomarse con tristeza, algo que aquí no ocurre, ya que se opta siempre por la salida divertida.
En conclusión, una propuesta muy saludable la de La Zorra Ilusa, mujeres que experimentan y se ilusionan, pese a acumular decepciones amorosas, siempre estarán dispuestas a seguir probando, con la firme esperanza de encontrar a ese hombre especial, que será, porque no, aquel con el que se casarán.
Como dijimos un guión ágil e inteligente, que hará reír al espectador, que se identificará mucho y se reconocerá en muchas de las historias si es mujer y si es hombre, como dijimos descubrirá a alguna de las mujeres que lo rodean en su vida. Una puesta en escena fresca y alegre, con interpretaciones sobresalientes, para redondear una muy divertida noche de teatro.
El prolongado aplauso que reciben las protagonistas al final de la obra, demuestran que la obra gustó y que el boca a boca está funcionando a pleno, ya que las funciones en el cálido Kairos, siempre se realizan con la sala colmada.
Pensados Teatral.
martes, 27 de junio de 2017
Sacco y Vanzetti
Jueves 21 hs en Teatro Andamio 90 ( Paraná 662 )
Dramaturgia de Mauricio Kartun y Dirección de Mercedes Fraile.
En esta ocasión, el teatro nos convoca para revivir esta historia verídica, ocurrida a inicios de la década del 20, en los Estados Unidos, país al que habían llegado dos inmigrantes italianos, llamados Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti que se alejaron de su patria, en busca de trabajo, como sucedía con miles de compatriotas, que venían hacia América en busca de la prosperidad, que no encontraban en su tierra.
Eran momentos de expansión del movimiento obrero, con pedidos de mejores condiciones de trabajo, salarios más altos y también era el inicio de las grandes huelgas. Sacco y Vanzetti, eran militantes anarquistas en Italia y cruzaron el océano con su prédica.
Claro que la sociedad estadounidense de la época, conservadora y defensora de un estado fuerte, no iba a estar contento, con que llegaran extranjeros con ideas revolucionarias, que podía poner en riesgo el equilibrio y la seguridad de la nación.
Para evitar esta " contaminación " se deportaron más de 10 mil personas, por su participación en gremios o partidos de izquierda.
En este contexto, agitado y con un Estado en alerta, fueron detenidos por averiguación de antecedentes, el vendedor de pescado Sacco y el zapatero Vanzetti.
Ambos supusieron que la detención tenía origen, en sus ideas políticas y que su estancia en la cárcel, sería de solo una noche, pero se sorprendieron al ser acusados de haber participado en un asalto a una fábrica en Massachussets, en el que fueron asesinados un cajero y un vigilante, además de escaparse los delincuentes, con un botín de 15.000 dólares.
Ni Sacco, ni Vanzetti, tuvieron relación con aquel asalto, el hecho les era totalmente ajeno y pese a que no había ninguna prueba contra ellos, fueron sometidos a un juicio arbitrario y absolutamente irregular, ya que pese a la falta de pruebas, ambos fueron declarados culpables de robo a mano armada y asesinato y sentenciados a morir ejecutados en la silla eléctrica en 1927.
El caso tuvo una enorme repercusión internacional y causó indignación mundial, en las principales ciudades del mundo ( Buenos Aires fue una de ellas ) , se produjeron huelgas y manifestaciones, pidiendo la liberación de estos dos trabajadores italianos, injustamente acusados y condenados, por la corrupta justicia de la mayor democracia del mundo.
Pero a pesar de los múltiples pedidos de clemencia, incluidos el Papa, la condena se mantuvo firme y Sacco y Vanzetti, fueron ejecutados el 23 de Agosto de 1927.
Creo que valió la pena la introducción para repasar la historia, para aquellos que ya la conocían y para enterarse, aquellos que solo conocían los apellidos de estos anarquistas italianos, que hoy son considerados como un símbolo de la lucha por la libertad.
Pero volvamos a la obra que nos convoca en el Andamio 90, un teatro que siempre nos brinda excelentes propuestas y Sacco y Vanzetti es otra muestra de ello, ya que la puesta es magnífica.
La obra escrita por Mauricio Kartun, se estrenó en Buenos Aires en 1991 y basa su guión, en mostrar los pormenores de aquel escandaloso y parcial juicio, en el cual, se dejó de lado, la justicia, para condenar a dos inocentes, solo por ser inmigrantes, pobres y con ideas políticas, consideradas peligrosas para la época.
Uno de los desafíos mas grandes que presenta la pieza, es la necesidad de contar con un elenco numeroso y comprometido con el relato a representar y la puesta de Mercedes Fraile, supera el desafío con creces, de la mano de un elenco joven, que se identifica con la historia y realiza un excelente trabajo.
Vamos a nombrar a algunos de los actores, ya que sus trabajos merecen el reconocimiento.
Arranquemos por los protagonistas, Bernardo Silvestre como Bartolomeo Vanzetti, cumple una interpretación excelente, con una presencia escénica que se impone en todo momento, con sus bigotes y su acento italiano impecable y con toda la templanza y energía que el papel requiere. Para nosotros en un elenco parejo, es la actuación más destacada de la noche.
Pero no seamos injustos, con Facundo Juarez Di Giacomo, que compone a un sensacional Nicola Sacco, preocupado por sus esposa e hija que sufren su detención, nos conmueve con su interpretación, más emocional, que se diferencia de un Vanzetti más analítico, que lleva la voz cantante en cuanto a las ideas políticas.
Juntos muestran un gran entendimiento y conforman un gran dupla, para interpretar dos protagónicos, que requieren mucha exigencia desde lo actoral, por el peso que conllevan los personajes.
Un escalón abajo en protagonismo, pero con una magnífica interpretación, mencionamos a Alfredo Rodriguez, como el despiadado Fiscal Katzmann, en el papel del villano de la historia, ya que no descansara hasta ver condenados a esos dos inocentes. Impecable su papel.
En cambio, Guadalupe Halfon, es la abogada Tohmpson, la abnegada defensora de los italianos, que agotará los recursos para liberarlos de su injusta detención, otra joven actriz que se luce mucho en su papel.
Ellos tal vez son los que tienen mayor espacio para el lucimiento, por el peso de sus personajes, pero todos cumplen, Camilia Silvestri ( Luigia, la hermana de Vanzetti ) y Laura Correa ( Rosa, la esposa de Sacco ), muestran el sufrimiento en primera persona por la injusticia de sus seres amados y cumplen muy bien sus papeles, que requieren también hablar en italiano.
Silvia Arduini, es la cruel Jueza Thayer, la cara de esa justicia corrupta que opera en las sombras, Mariano Madrazo, es el teniente Stewart, aquel que detiene a los inmigrantes y que pese a sus deseos, cuando comprende que se quiere cometer una injusticia, no logra que sean liberados, ya que queda inmerso en la máquina judicial y estatal que domina la escena.
Por último mencionar a los testigos del juicio, Daniel Ledesma ( Sr.Levangie ), Paula Carriolo ( Mary Splaine ) y Yanina Vega de la Fuente ( Carla Rossi ) y a Agustìn Clusellas, como Celestino Medeiros, el preso que confesó aquel crimen, para que liberaran a los italianos, para que los dejaran libre, pero no tuvo éxito en su cometido.
Son doce actores en escena, que nos ofrece la obra y consideramos justos nombrarlos a todos, ya que son el sostén la de la historia, cumpliendo una muy buena labor, aportando cada uno de ellos, lo que el personaje les exige. Aquí debemos destacar la muy buena tarea de la directora, para lograr la sincronización de tantos personajes en escena.
Es interesante, el diseño audiovisual, que proyecta imágenes históricas que enriquecen el relato, un correcto diseño lumínico, que colabora con los diversos climas y momentos de la trama, además del destacado vestuario de época a cargo de Ariel Nasterczuk, que viste muy bien al nutrido elenco.
Como puede apreciar el lector, todos elementos, que contribuyen a la belleza de la puesta.
En conclusión, una muy buena versión de Sacco y Vanzetti, una historia que ilustra y nos sirve con gran ejercicio de memoria, ya que pese a la acción se produce casi un siglo atrás, muestra una vigencia que inquieta, ya que en la actualidad, también vemos rasgos de una justicia corrupta, que es manejada por los hilos de la política y se aleja de los principios de independencia e igualdad ante la ley que debe regirla.
Además es interesante, reflexionar sobre el sentimiento que se tenía en aquella época de los inmigrantes italianos que llegaban a los Estados Unidos, a los que se veía como elementos peligrosos que llegaban para delinquir y quitarle el trabajo a los nativos, pudiendo encontrarse puntos de conexión, con alguna visión que podemos tener nosotros mismos, en la actualidad, con los inmigrantes que llegan de países latinoamericanos, que ven en nuestro país, esa tierra de oportunidades, para poder trabajar y desarrollarse, pero que muchas veces choca con barreras de xenofobia, que se les imponen, por un errónea generalización y la idea falsa de asociar al inmigrante con el delito.
En fin, como vemos Sacco y Vanzzeti, es una obra que documenta un hecho histórico, pero que no se queda en ello, ya que su temática, tal vez modificando el nombre de algunas de las piezas, sigue más que vigente y nos invitará a reflexionar y a mirar a nuestro interior. Cuando esto ocurre, es porque la obra nos ha llegado el corazón y si esto sucede, el hecho teatral ha logrado su cometido.
Invitamos entonces al espectador a llegarse al Andamio 90, para reflexionar y aplaudir a este grupo de jóvenes actores, que nos regalan una entrañable noche de buen teatro y nos acercan el recuerdo de estos verdaderos mártires que lucharon contra un sistema corrupto, clamando por su libertad y sosteniendo su inocencia, sin traicionar nunca sus convicciones.
Pensador Teatral.
Dramaturgia de Mauricio Kartun y Dirección de Mercedes Fraile.
En esta ocasión, el teatro nos convoca para revivir esta historia verídica, ocurrida a inicios de la década del 20, en los Estados Unidos, país al que habían llegado dos inmigrantes italianos, llamados Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti que se alejaron de su patria, en busca de trabajo, como sucedía con miles de compatriotas, que venían hacia América en busca de la prosperidad, que no encontraban en su tierra.
Eran momentos de expansión del movimiento obrero, con pedidos de mejores condiciones de trabajo, salarios más altos y también era el inicio de las grandes huelgas. Sacco y Vanzetti, eran militantes anarquistas en Italia y cruzaron el océano con su prédica.
Claro que la sociedad estadounidense de la época, conservadora y defensora de un estado fuerte, no iba a estar contento, con que llegaran extranjeros con ideas revolucionarias, que podía poner en riesgo el equilibrio y la seguridad de la nación.
Para evitar esta " contaminación " se deportaron más de 10 mil personas, por su participación en gremios o partidos de izquierda.
En este contexto, agitado y con un Estado en alerta, fueron detenidos por averiguación de antecedentes, el vendedor de pescado Sacco y el zapatero Vanzetti.
Ambos supusieron que la detención tenía origen, en sus ideas políticas y que su estancia en la cárcel, sería de solo una noche, pero se sorprendieron al ser acusados de haber participado en un asalto a una fábrica en Massachussets, en el que fueron asesinados un cajero y un vigilante, además de escaparse los delincuentes, con un botín de 15.000 dólares.
Ni Sacco, ni Vanzetti, tuvieron relación con aquel asalto, el hecho les era totalmente ajeno y pese a que no había ninguna prueba contra ellos, fueron sometidos a un juicio arbitrario y absolutamente irregular, ya que pese a la falta de pruebas, ambos fueron declarados culpables de robo a mano armada y asesinato y sentenciados a morir ejecutados en la silla eléctrica en 1927.
El caso tuvo una enorme repercusión internacional y causó indignación mundial, en las principales ciudades del mundo ( Buenos Aires fue una de ellas ) , se produjeron huelgas y manifestaciones, pidiendo la liberación de estos dos trabajadores italianos, injustamente acusados y condenados, por la corrupta justicia de la mayor democracia del mundo.
Pero a pesar de los múltiples pedidos de clemencia, incluidos el Papa, la condena se mantuvo firme y Sacco y Vanzetti, fueron ejecutados el 23 de Agosto de 1927.
Creo que valió la pena la introducción para repasar la historia, para aquellos que ya la conocían y para enterarse, aquellos que solo conocían los apellidos de estos anarquistas italianos, que hoy son considerados como un símbolo de la lucha por la libertad.
Pero volvamos a la obra que nos convoca en el Andamio 90, un teatro que siempre nos brinda excelentes propuestas y Sacco y Vanzetti es otra muestra de ello, ya que la puesta es magnífica.
La obra escrita por Mauricio Kartun, se estrenó en Buenos Aires en 1991 y basa su guión, en mostrar los pormenores de aquel escandaloso y parcial juicio, en el cual, se dejó de lado, la justicia, para condenar a dos inocentes, solo por ser inmigrantes, pobres y con ideas políticas, consideradas peligrosas para la época.
Uno de los desafíos mas grandes que presenta la pieza, es la necesidad de contar con un elenco numeroso y comprometido con el relato a representar y la puesta de Mercedes Fraile, supera el desafío con creces, de la mano de un elenco joven, que se identifica con la historia y realiza un excelente trabajo.
Vamos a nombrar a algunos de los actores, ya que sus trabajos merecen el reconocimiento.
Arranquemos por los protagonistas, Bernardo Silvestre como Bartolomeo Vanzetti, cumple una interpretación excelente, con una presencia escénica que se impone en todo momento, con sus bigotes y su acento italiano impecable y con toda la templanza y energía que el papel requiere. Para nosotros en un elenco parejo, es la actuación más destacada de la noche.
Pero no seamos injustos, con Facundo Juarez Di Giacomo, que compone a un sensacional Nicola Sacco, preocupado por sus esposa e hija que sufren su detención, nos conmueve con su interpretación, más emocional, que se diferencia de un Vanzetti más analítico, que lleva la voz cantante en cuanto a las ideas políticas.
Juntos muestran un gran entendimiento y conforman un gran dupla, para interpretar dos protagónicos, que requieren mucha exigencia desde lo actoral, por el peso que conllevan los personajes.
Un escalón abajo en protagonismo, pero con una magnífica interpretación, mencionamos a Alfredo Rodriguez, como el despiadado Fiscal Katzmann, en el papel del villano de la historia, ya que no descansara hasta ver condenados a esos dos inocentes. Impecable su papel.
En cambio, Guadalupe Halfon, es la abogada Tohmpson, la abnegada defensora de los italianos, que agotará los recursos para liberarlos de su injusta detención, otra joven actriz que se luce mucho en su papel.
Ellos tal vez son los que tienen mayor espacio para el lucimiento, por el peso de sus personajes, pero todos cumplen, Camilia Silvestri ( Luigia, la hermana de Vanzetti ) y Laura Correa ( Rosa, la esposa de Sacco ), muestran el sufrimiento en primera persona por la injusticia de sus seres amados y cumplen muy bien sus papeles, que requieren también hablar en italiano.
Silvia Arduini, es la cruel Jueza Thayer, la cara de esa justicia corrupta que opera en las sombras, Mariano Madrazo, es el teniente Stewart, aquel que detiene a los inmigrantes y que pese a sus deseos, cuando comprende que se quiere cometer una injusticia, no logra que sean liberados, ya que queda inmerso en la máquina judicial y estatal que domina la escena.
Por último mencionar a los testigos del juicio, Daniel Ledesma ( Sr.Levangie ), Paula Carriolo ( Mary Splaine ) y Yanina Vega de la Fuente ( Carla Rossi ) y a Agustìn Clusellas, como Celestino Medeiros, el preso que confesó aquel crimen, para que liberaran a los italianos, para que los dejaran libre, pero no tuvo éxito en su cometido.
Son doce actores en escena, que nos ofrece la obra y consideramos justos nombrarlos a todos, ya que son el sostén la de la historia, cumpliendo una muy buena labor, aportando cada uno de ellos, lo que el personaje les exige. Aquí debemos destacar la muy buena tarea de la directora, para lograr la sincronización de tantos personajes en escena.
Es interesante, el diseño audiovisual, que proyecta imágenes históricas que enriquecen el relato, un correcto diseño lumínico, que colabora con los diversos climas y momentos de la trama, además del destacado vestuario de época a cargo de Ariel Nasterczuk, que viste muy bien al nutrido elenco.
Como puede apreciar el lector, todos elementos, que contribuyen a la belleza de la puesta.
En conclusión, una muy buena versión de Sacco y Vanzetti, una historia que ilustra y nos sirve con gran ejercicio de memoria, ya que pese a la acción se produce casi un siglo atrás, muestra una vigencia que inquieta, ya que en la actualidad, también vemos rasgos de una justicia corrupta, que es manejada por los hilos de la política y se aleja de los principios de independencia e igualdad ante la ley que debe regirla.
Además es interesante, reflexionar sobre el sentimiento que se tenía en aquella época de los inmigrantes italianos que llegaban a los Estados Unidos, a los que se veía como elementos peligrosos que llegaban para delinquir y quitarle el trabajo a los nativos, pudiendo encontrarse puntos de conexión, con alguna visión que podemos tener nosotros mismos, en la actualidad, con los inmigrantes que llegan de países latinoamericanos, que ven en nuestro país, esa tierra de oportunidades, para poder trabajar y desarrollarse, pero que muchas veces choca con barreras de xenofobia, que se les imponen, por un errónea generalización y la idea falsa de asociar al inmigrante con el delito.
En fin, como vemos Sacco y Vanzzeti, es una obra que documenta un hecho histórico, pero que no se queda en ello, ya que su temática, tal vez modificando el nombre de algunas de las piezas, sigue más que vigente y nos invitará a reflexionar y a mirar a nuestro interior. Cuando esto ocurre, es porque la obra nos ha llegado el corazón y si esto sucede, el hecho teatral ha logrado su cometido.
Invitamos entonces al espectador a llegarse al Andamio 90, para reflexionar y aplaudir a este grupo de jóvenes actores, que nos regalan una entrañable noche de buen teatro y nos acercan el recuerdo de estos verdaderos mártires que lucharon contra un sistema corrupto, clamando por su libertad y sosteniendo su inocencia, sin traicionar nunca sus convicciones.
Pensador Teatral.
domingo, 25 de junio de 2017
Sumario de la Muerte de Kleist
Viernes 21 hs en Teatro El Ópalo ( Junín 380 )
Obra escrita por Alejandro Tantanian y Dirección de Joaquín Gómez.
Interesante la historia que rescata Alejandro, que viaja en el tiempo dos siglos atrás, hasta Alemania para dar testimonio de unos de los pactos suicidas más impactantes sucedidos en el país germano, se trata del que involucró al poeta Heinrich von Kleist y su compañera Henriette Vogel, que la tarde del 21 de noviembre de 1811, en el lago Wannsee, al Sur de Berlín, decidieron poner fin a sus vidas. Ambos eran muy jóvenes, él tenía 34 años y estaba en la plenitud creativa, aunque sumido en la pobreza y ella con 31 años, padecía una enfermedad terminal.
Quienes lo conocían, cuentan que no fue el romántico adios de dos enamorados, más bien, era algo que Heinrich había planificado meticulosamente y ambos pactaron cumplir, hasta con cierta alegría puede decirse, ya que salieron a pasear, tomaron café, jugaron entre los pinos, tiraron piedras al lago, rieron, hasta que llegó el momento de dar culminación al plan trazado. Por eso, cuando el reloj marcaba las 4 de la tarde, Kleist disparó su arma en el pecho de ella y luego terminó con su propia vida, colocando la pistola en su boca y disparándose un tiro mortal.
Su muerte atrajo la atención pública, aquella, que no había conseguido en diez años de creación literaria.
Heinrich von Kleist, considerado actualmente como uno de los grandes autores de la literatura universal, en su momento no fue reconocido, su obra fue incomprendida y considerada como violenta y llena de paradojas, Goethe rechazó sus obras y las calificó como enfermizas. Como ocurrió con tantos otros autores, el reconocimiento llegó muchos años después de su muerte, desaparición que en su caso fue muy especial.
Creo que fue interesante, reseñar la historia y entender porque Tantanian, luego de un exhaustivo trabajo de investigación, decidió escribir Sumario de la Muerte de Kleist, que fue estrenada en 1998 en el Teatro San Martín y que hoy podemos ver en El Ópalo, en esta versión dirigida por Joaquín Gómez.
La pieza nos ofrece una mirada muy particular, sobre la muerte, que lejos de ser tomada como una tragedia, en algunas ocasiones, puede ser considerada como un acto de liberación y en el caso de Heinrich, como un gran evento, un ritual bello y premeditado, que en su mente, sería recordado como la última gran genialidad poética de un gran autor.
La puesta es intimista, con una iluminación tenue y una penumbra que domina la escena, dando una atmósfera de tranquilidad y pesadez, que busca el director.
Las actuaciones son muy destacables, la pareja protagónica conformada por Heinrich ( Joaquín Gómez ) y Henriette ( Lupe Iñiguez ) muestran una química perfecta y una conexión que se trasluce, a través de sus gestos y sus miradas, pareciera que no necesitaran hablarse para entenderse. Interpretaciones cargadas de sensibilidad y de poesía.
Transmitiendo una paz y una tranquilidad, que llegan al espectador. Un notable trabajo de ambos.
El tercer intérprete, es Carlos Folias, que en un interesante recurso que le agrega el autor a la historia original, ya que este personaje, aparece en el rol de relator, narrando algunos detalles del suicidio, en forma fría y analítica, como si se tratara de un perito forense, quitando vuelo poético a aquella muerte épica y tratándola en forma ascéptica, como si se tratara de dos muertes más. Impecable su labor, perfecta la composición y como dijimos un muy buen recurso el que introduce Tantanian, sumándolo a la trama.
Debemos destacar el excelente diseño de luces, a cargo de Horacio Novelle, que presenta la pieza, creando como dijimos la ambientación casi a oscuras, que pide la trama, dando un aire misterioso y lúgubre. Muy bueno, el vestuario blanco de la pareja, que contrasta con el negro del relator, muy inteligente el contraste. Una escenografía despojada, con solo un escritorio donde Von Kleist escribe con su pluma, dejando el protagonismo absoluto para esos dos cuerpos y la palabra.
En conclusión, una muy interesante propuesta que nos propone el autor, que además nos ofrece una puesta bella, dotada de poesía, algo complejo de conseguir ya que la obra es dura, porque trata de la muerte, pero que lo consigue gracias a las excelentes interpretaciones que presenta la pieza.
Invitamos al espectador, a que conozca esta historia verídica ocurrida hace más de 200 años en Alemania y que tuvo como trágico protagonista, al célebre poeta germano Heinrich von Kleist.
Pensador Teatral.
Obra escrita por Alejandro Tantanian y Dirección de Joaquín Gómez.
Interesante la historia que rescata Alejandro, que viaja en el tiempo dos siglos atrás, hasta Alemania para dar testimonio de unos de los pactos suicidas más impactantes sucedidos en el país germano, se trata del que involucró al poeta Heinrich von Kleist y su compañera Henriette Vogel, que la tarde del 21 de noviembre de 1811, en el lago Wannsee, al Sur de Berlín, decidieron poner fin a sus vidas. Ambos eran muy jóvenes, él tenía 34 años y estaba en la plenitud creativa, aunque sumido en la pobreza y ella con 31 años, padecía una enfermedad terminal.
Quienes lo conocían, cuentan que no fue el romántico adios de dos enamorados, más bien, era algo que Heinrich había planificado meticulosamente y ambos pactaron cumplir, hasta con cierta alegría puede decirse, ya que salieron a pasear, tomaron café, jugaron entre los pinos, tiraron piedras al lago, rieron, hasta que llegó el momento de dar culminación al plan trazado. Por eso, cuando el reloj marcaba las 4 de la tarde, Kleist disparó su arma en el pecho de ella y luego terminó con su propia vida, colocando la pistola en su boca y disparándose un tiro mortal.
Su muerte atrajo la atención pública, aquella, que no había conseguido en diez años de creación literaria.
Heinrich von Kleist, considerado actualmente como uno de los grandes autores de la literatura universal, en su momento no fue reconocido, su obra fue incomprendida y considerada como violenta y llena de paradojas, Goethe rechazó sus obras y las calificó como enfermizas. Como ocurrió con tantos otros autores, el reconocimiento llegó muchos años después de su muerte, desaparición que en su caso fue muy especial.
Creo que fue interesante, reseñar la historia y entender porque Tantanian, luego de un exhaustivo trabajo de investigación, decidió escribir Sumario de la Muerte de Kleist, que fue estrenada en 1998 en el Teatro San Martín y que hoy podemos ver en El Ópalo, en esta versión dirigida por Joaquín Gómez.
La pieza nos ofrece una mirada muy particular, sobre la muerte, que lejos de ser tomada como una tragedia, en algunas ocasiones, puede ser considerada como un acto de liberación y en el caso de Heinrich, como un gran evento, un ritual bello y premeditado, que en su mente, sería recordado como la última gran genialidad poética de un gran autor.
La puesta es intimista, con una iluminación tenue y una penumbra que domina la escena, dando una atmósfera de tranquilidad y pesadez, que busca el director.
Las actuaciones son muy destacables, la pareja protagónica conformada por Heinrich ( Joaquín Gómez ) y Henriette ( Lupe Iñiguez ) muestran una química perfecta y una conexión que se trasluce, a través de sus gestos y sus miradas, pareciera que no necesitaran hablarse para entenderse. Interpretaciones cargadas de sensibilidad y de poesía.
Transmitiendo una paz y una tranquilidad, que llegan al espectador. Un notable trabajo de ambos.
El tercer intérprete, es Carlos Folias, que en un interesante recurso que le agrega el autor a la historia original, ya que este personaje, aparece en el rol de relator, narrando algunos detalles del suicidio, en forma fría y analítica, como si se tratara de un perito forense, quitando vuelo poético a aquella muerte épica y tratándola en forma ascéptica, como si se tratara de dos muertes más. Impecable su labor, perfecta la composición y como dijimos un muy buen recurso el que introduce Tantanian, sumándolo a la trama.
Debemos destacar el excelente diseño de luces, a cargo de Horacio Novelle, que presenta la pieza, creando como dijimos la ambientación casi a oscuras, que pide la trama, dando un aire misterioso y lúgubre. Muy bueno, el vestuario blanco de la pareja, que contrasta con el negro del relator, muy inteligente el contraste. Una escenografía despojada, con solo un escritorio donde Von Kleist escribe con su pluma, dejando el protagonismo absoluto para esos dos cuerpos y la palabra.
En conclusión, una muy interesante propuesta que nos propone el autor, que además nos ofrece una puesta bella, dotada de poesía, algo complejo de conseguir ya que la obra es dura, porque trata de la muerte, pero que lo consigue gracias a las excelentes interpretaciones que presenta la pieza.
Invitamos al espectador, a que conozca esta historia verídica ocurrida hace más de 200 años en Alemania y que tuvo como trágico protagonista, al célebre poeta germano Heinrich von Kleist.
Pensador Teatral.
miércoles, 21 de junio de 2017
Himalaya
Domingos 18 hs en Ladran Sancho ( Guardia Vieja 3811 )
Obra escrita y dirigida por Juan Seré.
Nuestro rico teatro off, nunca para de sorprendernos, en este caso con Himalaya, una obra que transita ya su segunda temporada, cosechando elogios de los espectadores que la descubren.
Esta es una de las obras, donde podemos ver, como la magia del teatro funciona a pleno, ya que imaginación mediante, nos trasladamos a Nepal, más precisamente a la base del Monte Manaslu, que con sus 8.156 metros altura, es uno de las montañas más altas del Himalaya.
Allí, se alista un campamento, al mando de Blas ( Pablo Bronstein ), un experimentado y particular instructor, quien junto a su esposa Helen ( Belen Ribelli ), se preparan para recibir a un grupo de alpinistas, que con sus egos muy altos y un espíritu de competencia sin techo, buscarán vencer las exigencias físicas y climáticas, para llegar a la cima de aquella montaña.
Pero este grupo de alpinistas, no estará solo en esas latitudes, también están los sherpas, que son pobladores nativos de la región, que conocen la zona y consideran sagrada a la montaña. Los sherpas son los que marcan con sogas, el camino para los alpinistas, para que ellos siguiendo el camino marcado, puedan concretar sus hazañas, a cambio de una retribución económica.
La obra tiene numerosos puntos interesantes, en primer lugar un guión super creativo, para hacernos partícipes de la aventura de estos alpinistas, que tienen como objetivo, vencer a la naturaleza.
Por otro lado, el marcado choque cultural entre el hombre blanco y los sherpas, como el primer grupo somete al otro, sólo por tener el poderío económico, haciendo que el sherpa ponga en riesgo su vida, por cumplir, los deseos aventureros del alpinista, en una tierra que no es suya. Una reflexión muy interesante, ya que se le dá una vuelta de rosca, no muy difundido al tema de este deporte extremo, que no suele tener mala prensa.
La trama que se apoya mucho en el humor, realmente tiene una dinámica vertiginosa, los personajes entran y salen de escena, a cada momento, generándose diversas mini historias, en forma paralela, en la vastedad del Manaslu.
El despliegue escénico, es muy grande, tenemos nada menos que 12 actores en escena, en un escenario de dimensiones reducidas, ya hablaremos más tarde de eso, ahora vamos a centrarnos en las actuaciones, que son realmente excelentes.
Como dijimos antes, podemos hacer una división entre dos grupos bien marcados, por un lado los alpinistas, entre los que mencionamos ya a Blas ( Pablo Bronstein ) y a su mujer Helen ( Belen Ribelli ), una pareja muy graciosa, que discute mucho y hasta dan lugar a un triángulo amoroso, que no vamos a adelantar.
Tony ( Francisco Ortíz ) y Samuel ( Eloy Rodríguez Tale ) son dos alpinistas muy particulares, que con rasgos exagerados y muy bien logrados, nos personifican a un alpinista típico, personas que con buen poder adquisitivo y ansias de aventuras se animan a desafiar las alturas. Muy buenas sus interpretaciones.
Completa este grupo particular, otra mujer Natacha ( Eugenia Mercante) en una actuación que nos gustó mucho, mostrando un toque seductor y la competencia con el sexo opuesto, entrando además en una interacción muy interesante, con uno de los sherpas que acompaña desde hace años las expediciones de Blás, nos referimos a Fishi ( Luis Tenewicki ), que logra una gran composición, un nativo, que arranca parco, casi sin hablar y que de a poco se vá soltando, dando vida a un personaje, que provoca muchas risas y a la vez, da un poco de miedo.
Otros sherpas, son Pibu ( Nicolás Levin ), Gastón Filgueira Oria ( Catu ) y Mogli ( Marcos Krivocapich ). Una muy buena pintura que realiza el autor, de estos nativos, que con un dialecto muy particular y con muchos momentos graciosos, muestran una mezcla de descontento y mandato familiar por tener que cumplir, esta función de asistentes del hombre blanco, a cambio de unos morlacos ( asi le dicen ellos ) que necesitan para sobrevivir en este mundo actual, que indudablemente no les resulta amigable. Muy buenas sus interpretaciones, donde muestran mucho amor y respeto por la la madre naturaleza, que es su Dios.
Además hay un hombre solo ( Manuel Iglesias ), esta Manaslu ( Jennifer Sztamfater ) esa madre naturaleza, que reina en esas tierras y que vé como el hombre blanco invade cada vez más su territorio. Un gran personaje este, con un vestuario y un maquillaje que impresiona. Y la obra tiene hasta un animal, la Wawa ( Agustina Trimarco ) , una cabra, delicioso personaje, el disfraz, el maquillaje, las caras, impresionante composición y hay que escuchar sus moralejas.
Mencionamos a los doce protagonistas, ya que cada uno aporta lo suyo, con las caracterísiticas personales que al autor imprime a cada personaje. Es magnífico el trabajo que realiza este grupo de actores, adpatándose a las caracterísiticas del escenario y con una gran coordinación, para darle el ritmo a la obra, que exige el director.
A estas estupendas actuaciones, debemos sumarle el magnífico diseño escenográfico, que presenta la obra, a cargo de Federico Dirrheimer y Juan Fiori, que nos ofrecen una extraordinaria muestra, de como no siempre, se necesita un escenario grande y mucho dinero para montar una escenografía. Demuestran que con ingenio y creatividad, hasta podemos recrear el Himalaya.
Cómo lo logran en un escenario tan reducido ?? Lo consiguen haciendo un aprovechamiento integral del mismo y dando profundidad a medida que la obra transcurre, ese espacio muy reducido del comienzo, parece que vá mutando, tomando otras formas y una amplitud impensada.
Y hechizo teatral mediante, las montañas aparecen, con telas pintadas, que se disponen de una manera muy precisa.
De igual modo, con el tema de la iluminación, con muy pocos recursos, se logra recrear los climas y los momentos que pide la trama, siendo otro item que se destaca.
Resaltamos también el vestuario, que en el caso de los sherpas tiene algún toque grotesco y por último resaltar el diseño sonoro y la música en vivo, que es muy efectiva y se logra con los operadores, al lado de los espectadores, que pueden seguir sus movimientos, en un guiño artesanal, que indudablemente se percibe en la puesta.
Como pueden observar, quedamos gratamente sorprendidos con Himalaya, ya que son esos casos, donde se unen, un guión original y muy creativo, con actuaciones magníficas, una puesta minimalista brillante, que nos permite sentirnos en plena montaña, para reflexionar y reir junto al director y a este grupo de actores, que nos invitan a vivir este cuento y a volar con nuestra imaginación a las alturas del Nepal.
Un hermoso momento teatral, que sin dudas recomendamos, lo invitamos a usted espectador, a que prepare su equipo de alpinismo y magia del teatro off mediante, se anime como nosotros a escalar el Himalaya, en pleno Abasto.
Pensador Teatral.
Obra escrita y dirigida por Juan Seré.
Nuestro rico teatro off, nunca para de sorprendernos, en este caso con Himalaya, una obra que transita ya su segunda temporada, cosechando elogios de los espectadores que la descubren.
Esta es una de las obras, donde podemos ver, como la magia del teatro funciona a pleno, ya que imaginación mediante, nos trasladamos a Nepal, más precisamente a la base del Monte Manaslu, que con sus 8.156 metros altura, es uno de las montañas más altas del Himalaya.
Allí, se alista un campamento, al mando de Blas ( Pablo Bronstein ), un experimentado y particular instructor, quien junto a su esposa Helen ( Belen Ribelli ), se preparan para recibir a un grupo de alpinistas, que con sus egos muy altos y un espíritu de competencia sin techo, buscarán vencer las exigencias físicas y climáticas, para llegar a la cima de aquella montaña.
Pero este grupo de alpinistas, no estará solo en esas latitudes, también están los sherpas, que son pobladores nativos de la región, que conocen la zona y consideran sagrada a la montaña. Los sherpas son los que marcan con sogas, el camino para los alpinistas, para que ellos siguiendo el camino marcado, puedan concretar sus hazañas, a cambio de una retribución económica.
La obra tiene numerosos puntos interesantes, en primer lugar un guión super creativo, para hacernos partícipes de la aventura de estos alpinistas, que tienen como objetivo, vencer a la naturaleza.
Por otro lado, el marcado choque cultural entre el hombre blanco y los sherpas, como el primer grupo somete al otro, sólo por tener el poderío económico, haciendo que el sherpa ponga en riesgo su vida, por cumplir, los deseos aventureros del alpinista, en una tierra que no es suya. Una reflexión muy interesante, ya que se le dá una vuelta de rosca, no muy difundido al tema de este deporte extremo, que no suele tener mala prensa.
La trama que se apoya mucho en el humor, realmente tiene una dinámica vertiginosa, los personajes entran y salen de escena, a cada momento, generándose diversas mini historias, en forma paralela, en la vastedad del Manaslu.
El despliegue escénico, es muy grande, tenemos nada menos que 12 actores en escena, en un escenario de dimensiones reducidas, ya hablaremos más tarde de eso, ahora vamos a centrarnos en las actuaciones, que son realmente excelentes.
Como dijimos antes, podemos hacer una división entre dos grupos bien marcados, por un lado los alpinistas, entre los que mencionamos ya a Blas ( Pablo Bronstein ) y a su mujer Helen ( Belen Ribelli ), una pareja muy graciosa, que discute mucho y hasta dan lugar a un triángulo amoroso, que no vamos a adelantar.
Tony ( Francisco Ortíz ) y Samuel ( Eloy Rodríguez Tale ) son dos alpinistas muy particulares, que con rasgos exagerados y muy bien logrados, nos personifican a un alpinista típico, personas que con buen poder adquisitivo y ansias de aventuras se animan a desafiar las alturas. Muy buenas sus interpretaciones.
Completa este grupo particular, otra mujer Natacha ( Eugenia Mercante) en una actuación que nos gustó mucho, mostrando un toque seductor y la competencia con el sexo opuesto, entrando además en una interacción muy interesante, con uno de los sherpas que acompaña desde hace años las expediciones de Blás, nos referimos a Fishi ( Luis Tenewicki ), que logra una gran composición, un nativo, que arranca parco, casi sin hablar y que de a poco se vá soltando, dando vida a un personaje, que provoca muchas risas y a la vez, da un poco de miedo.
Otros sherpas, son Pibu ( Nicolás Levin ), Gastón Filgueira Oria ( Catu ) y Mogli ( Marcos Krivocapich ). Una muy buena pintura que realiza el autor, de estos nativos, que con un dialecto muy particular y con muchos momentos graciosos, muestran una mezcla de descontento y mandato familiar por tener que cumplir, esta función de asistentes del hombre blanco, a cambio de unos morlacos ( asi le dicen ellos ) que necesitan para sobrevivir en este mundo actual, que indudablemente no les resulta amigable. Muy buenas sus interpretaciones, donde muestran mucho amor y respeto por la la madre naturaleza, que es su Dios.
Además hay un hombre solo ( Manuel Iglesias ), esta Manaslu ( Jennifer Sztamfater ) esa madre naturaleza, que reina en esas tierras y que vé como el hombre blanco invade cada vez más su territorio. Un gran personaje este, con un vestuario y un maquillaje que impresiona. Y la obra tiene hasta un animal, la Wawa ( Agustina Trimarco ) , una cabra, delicioso personaje, el disfraz, el maquillaje, las caras, impresionante composición y hay que escuchar sus moralejas.
Mencionamos a los doce protagonistas, ya que cada uno aporta lo suyo, con las caracterísiticas personales que al autor imprime a cada personaje. Es magnífico el trabajo que realiza este grupo de actores, adpatándose a las caracterísiticas del escenario y con una gran coordinación, para darle el ritmo a la obra, que exige el director.
A estas estupendas actuaciones, debemos sumarle el magnífico diseño escenográfico, que presenta la obra, a cargo de Federico Dirrheimer y Juan Fiori, que nos ofrecen una extraordinaria muestra, de como no siempre, se necesita un escenario grande y mucho dinero para montar una escenografía. Demuestran que con ingenio y creatividad, hasta podemos recrear el Himalaya.
Cómo lo logran en un escenario tan reducido ?? Lo consiguen haciendo un aprovechamiento integral del mismo y dando profundidad a medida que la obra transcurre, ese espacio muy reducido del comienzo, parece que vá mutando, tomando otras formas y una amplitud impensada.
Y hechizo teatral mediante, las montañas aparecen, con telas pintadas, que se disponen de una manera muy precisa.
De igual modo, con el tema de la iluminación, con muy pocos recursos, se logra recrear los climas y los momentos que pide la trama, siendo otro item que se destaca.
Resaltamos también el vestuario, que en el caso de los sherpas tiene algún toque grotesco y por último resaltar el diseño sonoro y la música en vivo, que es muy efectiva y se logra con los operadores, al lado de los espectadores, que pueden seguir sus movimientos, en un guiño artesanal, que indudablemente se percibe en la puesta.
Como pueden observar, quedamos gratamente sorprendidos con Himalaya, ya que son esos casos, donde se unen, un guión original y muy creativo, con actuaciones magníficas, una puesta minimalista brillante, que nos permite sentirnos en plena montaña, para reflexionar y reir junto al director y a este grupo de actores, que nos invitan a vivir este cuento y a volar con nuestra imaginación a las alturas del Nepal.
Un hermoso momento teatral, que sin dudas recomendamos, lo invitamos a usted espectador, a que prepare su equipo de alpinismo y magia del teatro off mediante, se anime como nosotros a escalar el Himalaya, en pleno Abasto.
Pensador Teatral.
martes, 20 de junio de 2017
Le Villi
15, 17 y 22/6 Teatro Empire, 1/7 Teatro Luz y Fuerza, 8/7 Sociedad Friulana y 15/7 Teatro Marienhem.
Opera de Giacomo Puccini, presentada por la Orquesta Nuevos Aires.
Dirección Musical de Leandro Soldano y Drirección Escénica de María Jimena Martínez Allende.
En esta ocasión, la inagotable oferta artística que tiene Buenos Aires, nos convoca para presenciar una Opera de Giacomo Puccini, como Le Villi, basada en el cuento Les Willis de Alphonse Karr, inspirado en las leyendas de Europa Central, siendo los villis, espíritus de mujeres traicionadas por sus amantes y que regresan a la Tierra, en busca de venganza.
Es la primer ópera escrita por Puccini y se estrenó en el año 1884, cuando el célebre compositor lírico, contaba sólo con 25 años.
Es una ópera que consta de dos actos y un intermezzo, que se desarrolla en idioma italiano, con subtítulos en español.
La historia cuenta como la pareja de novios. formada por Roberto y Anna, contraen matrimonio, para testimoniar su amor, pero transcurrido poco tiempo y de improviso, Roberto debe viajar para cobrar una herencia y se ausentará de la casa por un tiempo , toda la familia, le augura un buen viaje y un pronto regreso, pero Anna tiene un mal presentimiento y piensa que esta puede ser la ultima vez que vea a su esposo.
Hasta allí llega el primer acto, no vamos a comentar más, dejaremos que el espectador sea quien descubra, cuando vea la obra, si el mal presentimiento de Anna era fundado o no.
El despliegue escénico es admirable, arranquemos por la Orquesta de Buenos Aires, nosotros contamos 18 integrantes más el director, dotados de violines, violonchelos, contrabajos, flautas, clarinetes, trompetas, percusión y hasta un fargot, un instrumento de viento, en forma de tubo, que no conocíamos, investigando para esta reseña, logramos descubrirlo.
Sin ser expertos en la materia, disfrutamos las melodías de la orquesta, compuesta en mayoría por gente joven, también lo era el director, consiguiendo una armonía perfecta, hermosos sones y una precisa coordinación, algo que indudable requiere mucho ensayo previo, ya que no es sencillo conseguir tanta precisión, con tantos integrantes e instrumentos.
Sobre el escenario, se lucen Stephanie Rivas, como Ana, soprano y con una hermosa voz y sus bellos agudos , Guillermo ( Jorge Balagna ) el padre, entendemos que con registro de barítono es otro que se luce y Roberto, Javier Suarez, que se lleva las mejores ovaciones de la noche, con su registro de tenor, acá no tenemos dudas, por la potencia de su voz y sus graves.
Los tres protagonistas mencionados, cumplen una estupenda labor, y con una entrega absoluta, en forma individual y en algunas partes, cantando en conjunto, son aplaudidos a rabiar por la platea.
Son acompañados en escena, por la narradora Graciela Marchesi y el armonioso Coro de la Compañía de Opera Puccini, dirigido por Elizabeth Franchi Llorca, nosotros contamos más de diez integrantes y además hay bailarinas, que se lucen con las coreografías planteadas por Tamara Seufer y Sofía Perez.
La puesta es realmente bella, se aprovecha muy bien el amplio escenario del tradicional Teatro Empire, sala donde nosotros vimos la obra ( aclaramos esto, porque hay presentaciones previstas en otros sitios ) , con una iluminación destacable que marca los diferentes momentos de la representación y un estupendo y variado vestuario, para un elenco tan nutrido, que se luce muchísimo.
En conclusión, una excelente oportunidad de acercarnos al mundo de la ópera, un género muchas veces reservados para un elite, pero que en este caso, de la mano de la Orquesta Nuevos Aires, llega al alcance de todos, a precios accesibles y con un hermoso espectáculo de gran nivel, que merece verse y disfrutarse a pleno, ya que es una experiencia multisensorial.
Por eso además de recomendar el espectáculo, felicitamos a todos los integrantes de la orquesta,coro, bailarines, elenco y equipo en general, por la hermosa noche que nos regalaron y nos unimos al cálido y prolongado aplauso del público, que colmó el teatro para disfrutar, nada menos que la primera ópera escrita por Giacomo Puccini.
Pensador Teatral
Opera de Giacomo Puccini, presentada por la Orquesta Nuevos Aires.
Dirección Musical de Leandro Soldano y Drirección Escénica de María Jimena Martínez Allende.
En esta ocasión, la inagotable oferta artística que tiene Buenos Aires, nos convoca para presenciar una Opera de Giacomo Puccini, como Le Villi, basada en el cuento Les Willis de Alphonse Karr, inspirado en las leyendas de Europa Central, siendo los villis, espíritus de mujeres traicionadas por sus amantes y que regresan a la Tierra, en busca de venganza.
Es la primer ópera escrita por Puccini y se estrenó en el año 1884, cuando el célebre compositor lírico, contaba sólo con 25 años.
Es una ópera que consta de dos actos y un intermezzo, que se desarrolla en idioma italiano, con subtítulos en español.
La historia cuenta como la pareja de novios. formada por Roberto y Anna, contraen matrimonio, para testimoniar su amor, pero transcurrido poco tiempo y de improviso, Roberto debe viajar para cobrar una herencia y se ausentará de la casa por un tiempo , toda la familia, le augura un buen viaje y un pronto regreso, pero Anna tiene un mal presentimiento y piensa que esta puede ser la ultima vez que vea a su esposo.
Hasta allí llega el primer acto, no vamos a comentar más, dejaremos que el espectador sea quien descubra, cuando vea la obra, si el mal presentimiento de Anna era fundado o no.
El despliegue escénico es admirable, arranquemos por la Orquesta de Buenos Aires, nosotros contamos 18 integrantes más el director, dotados de violines, violonchelos, contrabajos, flautas, clarinetes, trompetas, percusión y hasta un fargot, un instrumento de viento, en forma de tubo, que no conocíamos, investigando para esta reseña, logramos descubrirlo.
Sin ser expertos en la materia, disfrutamos las melodías de la orquesta, compuesta en mayoría por gente joven, también lo era el director, consiguiendo una armonía perfecta, hermosos sones y una precisa coordinación, algo que indudable requiere mucho ensayo previo, ya que no es sencillo conseguir tanta precisión, con tantos integrantes e instrumentos.
Sobre el escenario, se lucen Stephanie Rivas, como Ana, soprano y con una hermosa voz y sus bellos agudos , Guillermo ( Jorge Balagna ) el padre, entendemos que con registro de barítono es otro que se luce y Roberto, Javier Suarez, que se lleva las mejores ovaciones de la noche, con su registro de tenor, acá no tenemos dudas, por la potencia de su voz y sus graves.
Los tres protagonistas mencionados, cumplen una estupenda labor, y con una entrega absoluta, en forma individual y en algunas partes, cantando en conjunto, son aplaudidos a rabiar por la platea.
Son acompañados en escena, por la narradora Graciela Marchesi y el armonioso Coro de la Compañía de Opera Puccini, dirigido por Elizabeth Franchi Llorca, nosotros contamos más de diez integrantes y además hay bailarinas, que se lucen con las coreografías planteadas por Tamara Seufer y Sofía Perez.
La puesta es realmente bella, se aprovecha muy bien el amplio escenario del tradicional Teatro Empire, sala donde nosotros vimos la obra ( aclaramos esto, porque hay presentaciones previstas en otros sitios ) , con una iluminación destacable que marca los diferentes momentos de la representación y un estupendo y variado vestuario, para un elenco tan nutrido, que se luce muchísimo.
En conclusión, una excelente oportunidad de acercarnos al mundo de la ópera, un género muchas veces reservados para un elite, pero que en este caso, de la mano de la Orquesta Nuevos Aires, llega al alcance de todos, a precios accesibles y con un hermoso espectáculo de gran nivel, que merece verse y disfrutarse a pleno, ya que es una experiencia multisensorial.
Por eso además de recomendar el espectáculo, felicitamos a todos los integrantes de la orquesta,coro, bailarines, elenco y equipo en general, por la hermosa noche que nos regalaron y nos unimos al cálido y prolongado aplauso del público, que colmó el teatro para disfrutar, nada menos que la primera ópera escrita por Giacomo Puccini.
Pensador Teatral
lunes, 19 de junio de 2017
Lo Prohibido
Jueves a Domingo en Teatro Apolo ( Av .Corrientes 1372 )
Libro de Betty Gambartes y Diego Vila. Dirección General es de Gambartes y la Dirección Musical de Vila.
Esta dupla ya mostró su valía en Manzi, la Vida en Orsai, excelente obra que recordamos y en la que brilló la dupla de Jorge Suarez y Julio Calvo.
En este oportunidad, con Lo Prohibido, vuelven a ofrecer un producto de enorme calidad y aquí la dupla que lleva la batuta, es la formada por Juan Darthes y Alejandra Radano.
En esta caso, podemos catalogar la obra como una comedia musical, ya que los autores dejan un muy buen espacio para el humor, que los protagonistas saben aprovechar muy bien.
La historia, arranca cuando Amelia ( Alejandra Radano ), recibe en su casa un llamado, donde le avisan que su marido estaba vivo. Ella piensa que es una broma de mal gusto y corta la comunicación, pero el teléfono vuelve a sonar y le insisten con la misma noticia. Amelia no lo puede creer, porque para ella su marido Rolando ( Juan Darthes ) murió hace siete años, en un accidente en África. Desde ese momento, no tuvo más noticias de su marido.
De manera lógica y considerándose viuda, busco rehacer su vida y comenzó una relación con otro hombre. Hasta ahí todo normal. El problema y grande, es que su nueva pareja de nombre Roli ( Victorio D'Alessandro ), es hijo de Ronaldo.
Se imaginan la sorpresa y el disgusto de su ex o actual esposo, si se enterara que su amada, lo cambió por su hijo. Esta sorpresiva reaparición, será el disparador de la historia, ya que la culpa invade a Amelia, quien decide que lo mejor es romper con Roli, pese a que lo quiere mucho, porque volvió su esposo, al que nunca dejó de querer y a que no podría darle la noticia que tanto disgusto le provocaría,
La selección musical es muy variada y se incluyen temas populares, que llegan al corazón del espectador, que los reconoce, se destaca la selección de boleros, hay músicas de películas, algún tango y hasta una rumba, que será deleite de la platea.
La distribución de tiempos, entre las partes cantadas y las habladas es muy acertada y la trama se desarrolla en forma dinámica y siempre apoyada por los momentos musicales que sirven para realzar la historia.
El guión de Betty Gambartes y Diego Vila, encuentra excelentes interpretes, en un elenco muy bien elegido.
Arrancamos por Alejandra Radano, figura reconocida en el medio y sin dudas una de las mejores intérpretes el género musical en nuestro país, dueña de una voz privilegiada y hermosa. Muchos lectores, seguro la recordaran, por sus actuaciones estelares en Cats, Chicago y Cabaret, por nombrar solo tres de las obras en las que participó. Radano es una garantía para todo musical y en este caso, se luce muchísimo, por supuesto en las partes cantadas, que son su fuerte, pero también en los pasos de comedia, que abundan, con un histrionismo que sorprende y dando vida a una Amelia, que divide su corazón entre Rolando y Roli, idealizando el amor, a través de canciones románticas, de novelas y de melodramas del cine. Una enorme actuación de Alejandra.
El protagónico masculino, es para Juan Darthes, con una trayectoria impresionante como actor en cantidad de novelas exitosas y también como cantante, ya que participó en numerosos musicales.
Aquí realmente sorprende, por su gran carisma, desde que aparece en escena, concentra las miradas de la platea femenina, que se rinde a sus pies. Su trabajo es muy destacable, se nota que disfruta el papel, se lo nota contento y transmite su ale esgría al público, al que levanta y arenga para que participe, para quien escribe estas lineas una gratisima sorpresa. Además de su carisma, es indiscutible su oficio y su presencia escénica, en síntesis, una perfomance fantástica y convocante que encuentra su lugar justo en la obra.
Y, si a esta dupla tan talentosa, le agregamos a Victorio D´'Alessandro, un actor muy talentoso, que le aporta mucha frescura y energía a la obra. Si Darthes concentraba miradas, Victor redobla la apuesta y además de miradas, cosecha suspiros. Queda claro que la platea femenina, más allá de la actuaciones, que son excelentes, se ván a deleitar, con dos verdaderos galanes. Además Victorio, sorprende interpretando algún tema musical, mostrando su versatilidad y su enorme futuro.
Sin dudas, un triángulo perfecto, en cuanto a los protagonistas, que se lucen en lo individual por su talento, pero que se potencian con el otro y esto eleva la pieza.
En cuanto a la puesta, está a la altura de la calidad artísitica, a la que Betty Gambartes nos tiene acostumbrados. Son muchos los items a destacar, arranquemos con la música en vivo, que presenta el espectáculo, dirigidos por Diego Vila, que también, está en piano, Fabian Fazio en clarinete y saxo, Jorge Pemoff en percusión y Juan Bayón en contrabajo. Los nombramos a los cuatro, porque son un componente clave en esta obra y cumplen su labor con excelencia.
Otro punto muy alto es el diseño escenográfico a cargo de Mariano Demaria, con proyecciones de fondo, que le aportan mucho desde lo visual a la pieza, igual que el moderno diseño de luces.
Y otro punto a destacar, es el fantástico diseño de vestuario a cargo de Fabián de Luca, que aporta una cuota de glamour y permite que los protagonistas se luzcan mucho.
En definitiva, estamos en presencia de un musical completo, muy fresco y alegre, en el cual el humor juega un papel fundamental y destacado. Esta dualidad es posible, gracias a un guión que atrapa por su bonhomia y a los excelentes intérpretes que se eligieron, para esta puesta tan bella.
Indudablemente, el muy buen espectáculo ofrecido, recibe el reconocimiento del espectador, que sigue respondiendo con una gran convocatoria en cada función y que despide con aplausos y ovaciones, a los protagonistas de está hermosa y musical historia de amor
Pensador Teatral.
Libro de Betty Gambartes y Diego Vila. Dirección General es de Gambartes y la Dirección Musical de Vila.
Esta dupla ya mostró su valía en Manzi, la Vida en Orsai, excelente obra que recordamos y en la que brilló la dupla de Jorge Suarez y Julio Calvo.
En este oportunidad, con Lo Prohibido, vuelven a ofrecer un producto de enorme calidad y aquí la dupla que lleva la batuta, es la formada por Juan Darthes y Alejandra Radano.
En esta caso, podemos catalogar la obra como una comedia musical, ya que los autores dejan un muy buen espacio para el humor, que los protagonistas saben aprovechar muy bien.
La historia, arranca cuando Amelia ( Alejandra Radano ), recibe en su casa un llamado, donde le avisan que su marido estaba vivo. Ella piensa que es una broma de mal gusto y corta la comunicación, pero el teléfono vuelve a sonar y le insisten con la misma noticia. Amelia no lo puede creer, porque para ella su marido Rolando ( Juan Darthes ) murió hace siete años, en un accidente en África. Desde ese momento, no tuvo más noticias de su marido.
De manera lógica y considerándose viuda, busco rehacer su vida y comenzó una relación con otro hombre. Hasta ahí todo normal. El problema y grande, es que su nueva pareja de nombre Roli ( Victorio D'Alessandro ), es hijo de Ronaldo.
Se imaginan la sorpresa y el disgusto de su ex o actual esposo, si se enterara que su amada, lo cambió por su hijo. Esta sorpresiva reaparición, será el disparador de la historia, ya que la culpa invade a Amelia, quien decide que lo mejor es romper con Roli, pese a que lo quiere mucho, porque volvió su esposo, al que nunca dejó de querer y a que no podría darle la noticia que tanto disgusto le provocaría,
La selección musical es muy variada y se incluyen temas populares, que llegan al corazón del espectador, que los reconoce, se destaca la selección de boleros, hay músicas de películas, algún tango y hasta una rumba, que será deleite de la platea.
La distribución de tiempos, entre las partes cantadas y las habladas es muy acertada y la trama se desarrolla en forma dinámica y siempre apoyada por los momentos musicales que sirven para realzar la historia.
El guión de Betty Gambartes y Diego Vila, encuentra excelentes interpretes, en un elenco muy bien elegido.
Arrancamos por Alejandra Radano, figura reconocida en el medio y sin dudas una de las mejores intérpretes el género musical en nuestro país, dueña de una voz privilegiada y hermosa. Muchos lectores, seguro la recordaran, por sus actuaciones estelares en Cats, Chicago y Cabaret, por nombrar solo tres de las obras en las que participó. Radano es una garantía para todo musical y en este caso, se luce muchísimo, por supuesto en las partes cantadas, que son su fuerte, pero también en los pasos de comedia, que abundan, con un histrionismo que sorprende y dando vida a una Amelia, que divide su corazón entre Rolando y Roli, idealizando el amor, a través de canciones románticas, de novelas y de melodramas del cine. Una enorme actuación de Alejandra.
El protagónico masculino, es para Juan Darthes, con una trayectoria impresionante como actor en cantidad de novelas exitosas y también como cantante, ya que participó en numerosos musicales.
Aquí realmente sorprende, por su gran carisma, desde que aparece en escena, concentra las miradas de la platea femenina, que se rinde a sus pies. Su trabajo es muy destacable, se nota que disfruta el papel, se lo nota contento y transmite su ale esgría al público, al que levanta y arenga para que participe, para quien escribe estas lineas una gratisima sorpresa. Además de su carisma, es indiscutible su oficio y su presencia escénica, en síntesis, una perfomance fantástica y convocante que encuentra su lugar justo en la obra.
Y, si a esta dupla tan talentosa, le agregamos a Victorio D´'Alessandro, un actor muy talentoso, que le aporta mucha frescura y energía a la obra. Si Darthes concentraba miradas, Victor redobla la apuesta y además de miradas, cosecha suspiros. Queda claro que la platea femenina, más allá de la actuaciones, que son excelentes, se ván a deleitar, con dos verdaderos galanes. Además Victorio, sorprende interpretando algún tema musical, mostrando su versatilidad y su enorme futuro.
Sin dudas, un triángulo perfecto, en cuanto a los protagonistas, que se lucen en lo individual por su talento, pero que se potencian con el otro y esto eleva la pieza.
En cuanto a la puesta, está a la altura de la calidad artísitica, a la que Betty Gambartes nos tiene acostumbrados. Son muchos los items a destacar, arranquemos con la música en vivo, que presenta el espectáculo, dirigidos por Diego Vila, que también, está en piano, Fabian Fazio en clarinete y saxo, Jorge Pemoff en percusión y Juan Bayón en contrabajo. Los nombramos a los cuatro, porque son un componente clave en esta obra y cumplen su labor con excelencia.
Otro punto muy alto es el diseño escenográfico a cargo de Mariano Demaria, con proyecciones de fondo, que le aportan mucho desde lo visual a la pieza, igual que el moderno diseño de luces.
Y otro punto a destacar, es el fantástico diseño de vestuario a cargo de Fabián de Luca, que aporta una cuota de glamour y permite que los protagonistas se luzcan mucho.
En definitiva, estamos en presencia de un musical completo, muy fresco y alegre, en el cual el humor juega un papel fundamental y destacado. Esta dualidad es posible, gracias a un guión que atrapa por su bonhomia y a los excelentes intérpretes que se eligieron, para esta puesta tan bella.
Indudablemente, el muy buen espectáculo ofrecido, recibe el reconocimiento del espectador, que sigue respondiendo con una gran convocatoria en cada función y que despide con aplausos y ovaciones, a los protagonistas de está hermosa y musical historia de amor
Pensador Teatral.
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