Jueves 20 30 hs en Teatro Regina ( Av.Santa Fé 1235 )
Libro de Enrique Medina, Adaptación y Dirección de Emilia Mazer.
La obra es una adaptación de la misma Emilia, de la novela de Enrique Medina. Unipersonal estrenado en 1994 en Paseo La Plaza, recorrió nuestro país y tuvo muy buena repercusión en España.
El texto ha ido variando, para aggionarse a estos tiempos y vuelve ahora a la cartelera porteña en el renovado Teatro Regina.
Emilia, se pone en la piel de Lucy, una adolescente de 16 años, proveniente de una familia marginal y con muchas problemas. Se gana la vida repartiendo estampitas en el colectivo, no tuvo una infancia feliz y se acostumbró a vivir por las suyas, siendo la calle su hogar y su escuela.
Su vida estuvo signada por la violencia y los abusos, los momentos duros y tristes, fueron siempre una constante, por eso no es de extrañar, que la idea del suicidio, pasó varias veces por su mente.
Allí entre el desamparo y el olvido, es cuando Lucy comienza a idolatrar a Madonna, una mujer fuerte y famosa, que con sus canciones, supo hacer pie, en ese mundo violento, en que las mujeres siempre llevan la peor parte.
Su sueño es ser como ella, una figura del pop, conocida en todo el mundo, recibida por las celebridades del mundo, por reyes, por presidentes y hasta por el Papa Francisco. Sus canciones, son su vía de escape, Su sueño es parecerse a ella, vestirse como la diva, tener su poder y ser deseada y amada por el público, una vida diametralmente opuesta, a la triste realidad que le toca vivir.
La obra tiene un ritmo de comedia, pero en verdad es un drama profundo, ya que refleja, lo duro que es la vida para esta adolescente, que debe sobrevivir en soledad, en un país tan hostil como Argentina, ya que la obra hace referencia a los últimos años del país, que lamentablemente, no fueron buenos y donde las condiciones de vida, bajaron notablemente.
Es hora de hablar ya de la actuación de Emilia Mazer, que es realmente admirable, una actriz con enorme recorrido en la televisión, cine y teatro, que en la madurez de su carrera, toma riesgos y asume un gran desafio, con este unipersonal, que le demanda una entrega absoluta desde lo actoral y desde lo físico, resolviendo ambos retos, con la experiencia que le dan tantos años de profesión, su enorme talento y una pasión, que llega al corazón del espectador.
La composición asombra, su Lucy tiene un aspecto reo, en su tono de voz, en su forma de caminar , etc, que mantiene en todo el desarrollo de la obra, permitiéndose un interesante ida y vuelta con el público, al que hace partícipe del show, respondiendo algunas preguntas que formula esta adolescente irreverente que es Lucy.
Como la misma Emilia aclara, no imita a Madonna, la que aparece en escena no es la diva, sino esa adolescente que quiere parecerse a la diva, con momentos que quedan en la memoria, como cuando aparece Evita, con sus discursos encendidos, hablando a sus amados descamisados y pidiendo que la Argentina no llore por ella.
La puesta, tiene varios aspectos a destacar, un escenario, dominado por un maniquí de Madonna, un potente diseño de luces de Marcelo López Carilo que resaltamos, muy buen aporte musical y un vestuario teenager, que permite ver a Emilia, como una adolescente, por su ropa y por su energía, ya que como dijimos antes, su entrega física es enorme y sin dudas, debió entrenar para representar la obra.
En definitiva, una comedia dramática profunda, que refleja la vida de muchas personas anónimas, que sin posibilidades, ni oportunidades, viven como pueden, ante la indiferencia de los además y se aferran a lo que tiene a su alcance, y vuelcan su pasión, en las pocas cosas que pueden darle alegrías, en el caso de Lucy, ser fan de la diva del pop.
El aplauso sostenido y emocionado de los espectadores al término de la función, premian a Emilia Mazer, por su excelente interpretación y por su entrega.
Pensador Teatral.
domingo, 22 de abril de 2018
sábado, 21 de abril de 2018
Cosa de Minas
Miércoles 20 30 hs en Teatro Liceo Comedy ( Av.Rivadavia 1495 )
Producción : Dalia Gutman y Ale Bavera.
Nuestra primera visita al flamante Liceo Comedy, no podía haber sido mejor, ya que Cosas de Minas, es una obra con mucha historia el el mundo del stand up y la comedia.
El Teatro Liceo, el más antiguo de Buenos Aires, con más un siglo de vida, desde Marzo de este año, ha cambiado su nombre, por el Liceo Comedy y será la primera sala en Argentina, dedicada al stand up y la comedia, siendo una gran idea tener un teatro, que aglutine lo mejor del género y donde los espectadores sepan que todos los días, habrá en la programación un espectáculo para reír.
Emprendimiento de Lino Patalano y Gustavo Yankelevich, dos grandes empresarios del medio, que hacen una apuesta muy valiosa, en un momento del país, en que pocos se animan a invertir. Comediantes nacionales e internacionales, se presentarán en este teatro con tanta historia, que tiene a dos padrinos de lujo, nos referimos a Sebastián Wanraich y Dalia Gutman, pavada de humoristas, precursores del stand up en nuestro país ambos con mucho público que los sigue.
Precisamente Dalia, nos convoca en esta reseña, con Cosa de Minas, su unipersonal, que ya es marca registrada. Estrenado en 2011, arrancando en sala pequeñas, viajando a ciudades del interior, fue creciendo en forma continua, llegando al Maipo el año pasado con enorme suceso y siendo este año uno de los buques insignias en el lanzamiento, Liceo Comedy, transitando su 7mo año en cartel, con un texto que se renueva en forma permanente.
Nos impresionó la enorme convocatoria que tiene Dalia, una legión de mujeres de todas las edades, casi cortando la calle, antes de la función. En su mayoría, son amigas, de todas las edades, que acuden al teatro, en una especie de ritual, como asistiendo a una fiesta, muy divertida y casi exclusiva para mujeres, que se predisponen con la mejor de las ondas para reírse de las cosas que contará Dalia, con las que sin dudas se identifican.
Seamos claros, el 95 % del publico son mujeres, los hombres son minoría absoluta, por eso para quien escribe estas líneas fue una experiencia interesante, infiltrarse en ese universo femenino y enterarse de algunos de los secretos mejor guardados.
Dalia, en forma muy inteligente, integra a esos hombres presentes, se dirige a alguno de ellos y les habla, lo que establece una muy buena dinámica y un rico intercambio. Una aclaración importante, es que en ningún momento Dalia, se burla de los hombres, no los ridiculiza, ni mucho menos los ataca, todas alternativas tentadoras, por la diferencia de cantidades en la sala. Pero no, la protagonista, los trata con mucho respeto, establece las diferencias entre los géneros, pero siempre con mucha altura y haciendo sentir muy cómodos a los hombres de la sala, esto hay que remarcarlo.
Pero vayamos al 95 %, como dijimos antes Dalia, con muchas frescura y naturalidad, habla de lo que les pasa a las mujeres, en su vida diaria, sus miedos, angustias, los problemas de autoestima, la necesidad eterna, de verse flacas, etc, etc. Siempre con una sonrisa y riéndose en primer lugar de ella misma y logrando una identificación absoluta, con una platea, que reconoce y hace suya, cada experiencia que relata la protagonista.
Digamos ya, que a Dalia se la vé muy feliz en el escenario, radiante, disfrutando de su gran momento, de esa sala repleta e interactuando permanentemente con el público y siendo muy auténtica, algo que las mujeres valoran mucho, ya que la vén como una de ellas, como alguien normal y no como esas modelos, eternamente flacas, que van al gimnasio todos los días, para tener esas figuras de diosas infartantes, a la que obvio les, tienen un poquito de envidia.
La puesta que presenta el show, es muy destacada, un diseño lumínico muy moderno, un vestuario destacado y muy buenos recursos tecnológico al servicio del show, como esa pantalla gigante de fondo en el escenario, donde se proyectan algunas imágenes y aparece algunos textos, que acompañarán el discurso de Dalia.
Otro aspecto a destacar, es el componente musical que tiene la obra, en manos de Emiliano Benjamín y Daniel Pragier que jerarquiza el espectáculo. Y hablando de música, hay un cantante invitado sorpresa, que no vamos a relevar, pero adelantamos, arrancará los aullidos de una platea femenina, que se rinde a sus pies.
El espectáculo tiene mucho ritmo, Dalia tiene talento y mucho manejo del escenario. Como dijimos, se la nota muy cómoda en escena, disfrutando la función y transmitiendo su alegria, a un público que le muestra su cariño a cada momento.
En definitiva, una salida ideal, para amigas, que quieren compartir un momento divertido y que aquí encuentran ese espacio, un texto muy entretenido y actual, una radiografía sobre el mundo de las mujeres, que las hará reír mucho, de la mano de una Dalia Gutman, superlativa, que compartirá sus experiencias y su gran histrionismo.
Solo queda invitarlos a esta fiesta que sé vive en cada función de Cosa de Minas, un espejo gigante y divertido, donde las mujeres seguramente se verán reflejadas, con una enorme sonrisa.
Pensador Teatral.
Producción : Dalia Gutman y Ale Bavera.
Nuestra primera visita al flamante Liceo Comedy, no podía haber sido mejor, ya que Cosas de Minas, es una obra con mucha historia el el mundo del stand up y la comedia.
El Teatro Liceo, el más antiguo de Buenos Aires, con más un siglo de vida, desde Marzo de este año, ha cambiado su nombre, por el Liceo Comedy y será la primera sala en Argentina, dedicada al stand up y la comedia, siendo una gran idea tener un teatro, que aglutine lo mejor del género y donde los espectadores sepan que todos los días, habrá en la programación un espectáculo para reír.
Emprendimiento de Lino Patalano y Gustavo Yankelevich, dos grandes empresarios del medio, que hacen una apuesta muy valiosa, en un momento del país, en que pocos se animan a invertir. Comediantes nacionales e internacionales, se presentarán en este teatro con tanta historia, que tiene a dos padrinos de lujo, nos referimos a Sebastián Wanraich y Dalia Gutman, pavada de humoristas, precursores del stand up en nuestro país ambos con mucho público que los sigue.
Precisamente Dalia, nos convoca en esta reseña, con Cosa de Minas, su unipersonal, que ya es marca registrada. Estrenado en 2011, arrancando en sala pequeñas, viajando a ciudades del interior, fue creciendo en forma continua, llegando al Maipo el año pasado con enorme suceso y siendo este año uno de los buques insignias en el lanzamiento, Liceo Comedy, transitando su 7mo año en cartel, con un texto que se renueva en forma permanente.
Nos impresionó la enorme convocatoria que tiene Dalia, una legión de mujeres de todas las edades, casi cortando la calle, antes de la función. En su mayoría, son amigas, de todas las edades, que acuden al teatro, en una especie de ritual, como asistiendo a una fiesta, muy divertida y casi exclusiva para mujeres, que se predisponen con la mejor de las ondas para reírse de las cosas que contará Dalia, con las que sin dudas se identifican.
Seamos claros, el 95 % del publico son mujeres, los hombres son minoría absoluta, por eso para quien escribe estas líneas fue una experiencia interesante, infiltrarse en ese universo femenino y enterarse de algunos de los secretos mejor guardados.
Dalia, en forma muy inteligente, integra a esos hombres presentes, se dirige a alguno de ellos y les habla, lo que establece una muy buena dinámica y un rico intercambio. Una aclaración importante, es que en ningún momento Dalia, se burla de los hombres, no los ridiculiza, ni mucho menos los ataca, todas alternativas tentadoras, por la diferencia de cantidades en la sala. Pero no, la protagonista, los trata con mucho respeto, establece las diferencias entre los géneros, pero siempre con mucha altura y haciendo sentir muy cómodos a los hombres de la sala, esto hay que remarcarlo.
Pero vayamos al 95 %, como dijimos antes Dalia, con muchas frescura y naturalidad, habla de lo que les pasa a las mujeres, en su vida diaria, sus miedos, angustias, los problemas de autoestima, la necesidad eterna, de verse flacas, etc, etc. Siempre con una sonrisa y riéndose en primer lugar de ella misma y logrando una identificación absoluta, con una platea, que reconoce y hace suya, cada experiencia que relata la protagonista.
Digamos ya, que a Dalia se la vé muy feliz en el escenario, radiante, disfrutando de su gran momento, de esa sala repleta e interactuando permanentemente con el público y siendo muy auténtica, algo que las mujeres valoran mucho, ya que la vén como una de ellas, como alguien normal y no como esas modelos, eternamente flacas, que van al gimnasio todos los días, para tener esas figuras de diosas infartantes, a la que obvio les, tienen un poquito de envidia.
La puesta que presenta el show, es muy destacada, un diseño lumínico muy moderno, un vestuario destacado y muy buenos recursos tecnológico al servicio del show, como esa pantalla gigante de fondo en el escenario, donde se proyectan algunas imágenes y aparece algunos textos, que acompañarán el discurso de Dalia.
Otro aspecto a destacar, es el componente musical que tiene la obra, en manos de Emiliano Benjamín y Daniel Pragier que jerarquiza el espectáculo. Y hablando de música, hay un cantante invitado sorpresa, que no vamos a relevar, pero adelantamos, arrancará los aullidos de una platea femenina, que se rinde a sus pies.
El espectáculo tiene mucho ritmo, Dalia tiene talento y mucho manejo del escenario. Como dijimos, se la nota muy cómoda en escena, disfrutando la función y transmitiendo su alegria, a un público que le muestra su cariño a cada momento.
En definitiva, una salida ideal, para amigas, que quieren compartir un momento divertido y que aquí encuentran ese espacio, un texto muy entretenido y actual, una radiografía sobre el mundo de las mujeres, que las hará reír mucho, de la mano de una Dalia Gutman, superlativa, que compartirá sus experiencias y su gran histrionismo.
Solo queda invitarlos a esta fiesta que sé vive en cada función de Cosa de Minas, un espejo gigante y divertido, donde las mujeres seguramente se verán reflejadas, con una enorme sonrisa.
Pensador Teatral.
miércoles, 18 de abril de 2018
Yo, Encarnación Ezcurra
Domingos 18 hs en Teatro del Pueblo ( Av. Roque Saenz Peña 943 )
Dramaturgia de Cristina Escofet y Dirección de Andrés Bazzalo.
La historia muchas veces, tiene figuras que decide dejar en el olvido y dar poco testimonio de sus vidas. Sin dudas este es el caso de Encarnación Ezcurra, la esposa de Juan Manuel de Rosas, el Restaurador de Leyes, uno de los gobernadores con mayor consenso en la historia de la Provincia de Buenos Aires, caudillo para algunos, tirano para otros, pero sin dudas unas de las figuras políticas más importantes y controversiales, que tuvo el país, en la primera mitad del Siglo XIX
Pero aquí no hablaremos de Rosas, sino de su esposa, de Encarnación o la Negra Toribia, con la llamaban despectivamente sus detractores por su fealdad y su sangre mestiza.
Inteligente y conocedora de la política, para muchos fue el sostén de Rosas, en muchas de sus ideas y decisiones cruciales de gobierno, un verdadero poder en las sombras.
De carácter fuerte, indomable, orgullosa de sus orígenes indios, del candombe y de ser querida por el pueblo, por la paisanada, que siempre la respetó y admiró. Amante de la política, siempre atenta a las conspiraciones y a los traidores que acechaban a su esposo, Encarnación siempre veló por cuidar la espalda de Rosas, de los traidores de bando ajeno y propio que lo acechaban.
El guión de Escofet, echa luz, sobre una figura muy interesante de nuestra historia, en una época donde muy pocas mujeres, lograban tener alguna influencia política, sin dudas una adelantada para la época,
Hecha la introducción a la figura de Encarnación Ezcurra, mencionemos ya que este unipersonal, tiene una interprete de lujo, Lorena Vega, que realmente brilla en el escenario y compone el personaje con maestría.
La presencia escénica de Lorena es imponente, se la nota segura y disfrutando del papel que representa, con una pasión y una entrega que conmueven. Su voz, sus movimientos, sus diferentes estados emocionales, todo es llevado de manera perfecta en su representación, dando a su relato una cadencia muy difícil de lograr.
Vemos muchos unipersonales en cartelera, pero esta interpretación de Lorena, es superlativa, con un grado de excelencia, que hay que destacar. No extraña entonces, los premios recibidos por la protagonista, el año pasado, gracias a este papel, entre ellos el Premio ACE a la Mejor Actriz y sin dudas seguirá acumulando muchas distinciones más, porque su actuación, no es algo que se vé todos los días, es una verdadera clase magistral de actuación, que cualquier estudiante de teatro debería aprovechar.
A la tremenda intepretación de Lorena, debemos sumar, una bella puesta minimalista propuesta por el director Andrés Bazzalo, con un espejo y un sillón que se destacan, aprovechando al máximo, el grado de cercanía que permite esta sala subterránea del Teatro del Pueblo, donde el actor está cara a cara, con los espectadores, algo que se disfruta en las obras normales, imaginen como se disfruta aquí, cuando tenemos una interpretación de este calibre.
Hay varios iíems para destacar en la puesta, ya que si bien la obra es un unipersonal, Lorena no está sola en escena, ya que la acompañan músicos en vivo que se lucen mucho y le agregan mucho valor a la pieza, nos referimos a Agustín Flores Muñoz, Martín Miconi y Malena Zuelgaray, aportando hermosas melodías con sus instrumentos, con sus bellas voces y también con los efectos especiales y sonidos de fondo, que condimentan el florido relato de la protagonista.
Sin dudas que Yo, Encarnación Ezcurra, es una de esos espectáculos teatrales que de ninguna manera podemos dejar pasar. Un guión interesante, que redescubre a una mujer olvidada de nuestra historia, una dirección precisa que crea el ambiente ideal para que la talentosa Lorena Vega, nos deslumbre, con una interpretación fantástica. Los espectadores que ya vieron ya la obra, certificarán que nuestros elogios para la protagonista, son merecidos y para exagerados y aquellos que aún no vieron la obra, no dudamos que cuando la vean, coincidirán en forma unánime con nuestra opinión.
La obra transita sus segunda temporada de suceso, todas sus funciones son a sala llena, con un público que sigue el desarrollo con una atención y un silencio sepulcral, no queriendo perder ningún detalle, disfrutando cada momento. El emocionado y prolongado aplauso que recibe la protagonista al final de la función, certifican la satisfacción de los espectadores y coronan la gran velada de teatro vivida.
Nuestra máxima calificación para Yo, Encarnación Ezcurra, teatro independiente de calidad, que nos enorgullece..
Pensador Teatral.
Dramaturgia de Cristina Escofet y Dirección de Andrés Bazzalo.
La historia muchas veces, tiene figuras que decide dejar en el olvido y dar poco testimonio de sus vidas. Sin dudas este es el caso de Encarnación Ezcurra, la esposa de Juan Manuel de Rosas, el Restaurador de Leyes, uno de los gobernadores con mayor consenso en la historia de la Provincia de Buenos Aires, caudillo para algunos, tirano para otros, pero sin dudas unas de las figuras políticas más importantes y controversiales, que tuvo el país, en la primera mitad del Siglo XIX
Pero aquí no hablaremos de Rosas, sino de su esposa, de Encarnación o la Negra Toribia, con la llamaban despectivamente sus detractores por su fealdad y su sangre mestiza.
Inteligente y conocedora de la política, para muchos fue el sostén de Rosas, en muchas de sus ideas y decisiones cruciales de gobierno, un verdadero poder en las sombras.
De carácter fuerte, indomable, orgullosa de sus orígenes indios, del candombe y de ser querida por el pueblo, por la paisanada, que siempre la respetó y admiró. Amante de la política, siempre atenta a las conspiraciones y a los traidores que acechaban a su esposo, Encarnación siempre veló por cuidar la espalda de Rosas, de los traidores de bando ajeno y propio que lo acechaban.
El guión de Escofet, echa luz, sobre una figura muy interesante de nuestra historia, en una época donde muy pocas mujeres, lograban tener alguna influencia política, sin dudas una adelantada para la época,
Hecha la introducción a la figura de Encarnación Ezcurra, mencionemos ya que este unipersonal, tiene una interprete de lujo, Lorena Vega, que realmente brilla en el escenario y compone el personaje con maestría.
La presencia escénica de Lorena es imponente, se la nota segura y disfrutando del papel que representa, con una pasión y una entrega que conmueven. Su voz, sus movimientos, sus diferentes estados emocionales, todo es llevado de manera perfecta en su representación, dando a su relato una cadencia muy difícil de lograr.
Vemos muchos unipersonales en cartelera, pero esta interpretación de Lorena, es superlativa, con un grado de excelencia, que hay que destacar. No extraña entonces, los premios recibidos por la protagonista, el año pasado, gracias a este papel, entre ellos el Premio ACE a la Mejor Actriz y sin dudas seguirá acumulando muchas distinciones más, porque su actuación, no es algo que se vé todos los días, es una verdadera clase magistral de actuación, que cualquier estudiante de teatro debería aprovechar.
A la tremenda intepretación de Lorena, debemos sumar, una bella puesta minimalista propuesta por el director Andrés Bazzalo, con un espejo y un sillón que se destacan, aprovechando al máximo, el grado de cercanía que permite esta sala subterránea del Teatro del Pueblo, donde el actor está cara a cara, con los espectadores, algo que se disfruta en las obras normales, imaginen como se disfruta aquí, cuando tenemos una interpretación de este calibre.
Hay varios iíems para destacar en la puesta, ya que si bien la obra es un unipersonal, Lorena no está sola en escena, ya que la acompañan músicos en vivo que se lucen mucho y le agregan mucho valor a la pieza, nos referimos a Agustín Flores Muñoz, Martín Miconi y Malena Zuelgaray, aportando hermosas melodías con sus instrumentos, con sus bellas voces y también con los efectos especiales y sonidos de fondo, que condimentan el florido relato de la protagonista.
Sin dudas que Yo, Encarnación Ezcurra, es una de esos espectáculos teatrales que de ninguna manera podemos dejar pasar. Un guión interesante, que redescubre a una mujer olvidada de nuestra historia, una dirección precisa que crea el ambiente ideal para que la talentosa Lorena Vega, nos deslumbre, con una interpretación fantástica. Los espectadores que ya vieron ya la obra, certificarán que nuestros elogios para la protagonista, son merecidos y para exagerados y aquellos que aún no vieron la obra, no dudamos que cuando la vean, coincidirán en forma unánime con nuestra opinión.
La obra transita sus segunda temporada de suceso, todas sus funciones son a sala llena, con un público que sigue el desarrollo con una atención y un silencio sepulcral, no queriendo perder ningún detalle, disfrutando cada momento. El emocionado y prolongado aplauso que recibe la protagonista al final de la función, certifican la satisfacción de los espectadores y coronan la gran velada de teatro vivida.
Nuestra máxima calificación para Yo, Encarnación Ezcurra, teatro independiente de calidad, que nos enorgullece..
Pensador Teatral.
martes, 17 de abril de 2018
El Centésimo Mono
Sábados 20 hs en La Carpinteria ( Jean Jaures 538 )
Dramaturgia y Dirección de Osqui Guzmán.
Una propuesta muy original la que nos trae presenta El Centésimo Mono, un espectáculo donde magia y teatro se congenian para ofrecer al espectador una comedia, donde las ilusiones las risas y las emociones, estarán presentes toda la noche y donde la vida y la muerte se cruzarán en muchos instantes.
La obra tiene una trayectoria inusualmente extensa, ya que cumple su 8va temporada en cartel, desde su estreno allá en 2011, con un elenco conformado por Marcelo Goobar, Pablo Kusnetzoff y Emanuel Zaldua, que siete años después, son los mismos que en aquel comienzo, siguen saliendo a escena para deleitar a los espectadores.
Como mencionamos, es muy extraño y son contados los casos, en que una obra del off, logra mantenerse tanto en el tiempo. Cuando esto sucede, sin dudas la pieza tiene algún secreto o fórmula, que se vá transmitiendo boca a boca de los espectadores, provocando que la sala esté llena en cada función. Y en búsqueda de conocer ese secreto y con mucha expectativa, partimos rumbo al Abasto, para ver El Centésimo Mono, dirigida por el talentoso y querido Osqui Guzmán.
Digamos rápido y sin suspensos, que el secreto, es el enorme trabajo que hay detrás del espectáculo, una puesta donde todo funciona a la perfección, como una pieza de relojería, las iluminación, la música y un texto muy atractivo que se luce mucho, gracias a las extraordinarias interpretaciones de los tres protagonistas. Trabajo y talento son las palabras claves para entender el éxito de la obra.
Al inicio del espectáculo, un mago que oficiará de presentador nos informa, que en esta noche especial, la magia y la muerte se harán presentes. Y que tienen en común, la magia y la muerte, el mismo mago lo aclara, que al ser desconocidas y misteriosas ambas, son temidas por la gente.
Se cuenta que en esa noche, tres magos que no se conocen, ni pueden verse, ni pueden tocarse, serán sometidos en diferentes lugares a una operación y para la misma recibirán anestesia total. En este estado de inconsciencia, podremos entrar en sus mentes y observar que sueños allí se guardan, accediendo a un mundo onírico y profundamente poético,
No vamos a contar más del argumento, lo mejor es dejar que el espectador se deje llevar y emprenda el viaje que le proponen estos tres deliciosos personajes, que a lo largo de la noche, lo sorprenderán y mucho con sus trucos o ilusiones como ellos mismos se encargan de remarcar. Nos harán reír con sus ocurrencias y sus números, y nos harán emocionar ya que veremos a trasluz sus sentimientos.
Sorprendente y rica propuesta, que une dos disciplinas como la magia y el teatro, algo imposible de lograr, salvo que se reúnan para el convite, protagonistas que manejen ambas artes, algo que aquí se consigue, ya que tanto Pablo Kusnetzoff, Marcelo Goobar y Emanuel Zaldua, cumplen con esa doble función a la perfección y tan bien lo ejecutan, que es difícil determinar si son mejores magos o actores, una se apuraría a destacarlos como actores, por la forma en que llevan adelante la historia, pero las ilusiones que veremos a lo largo de la noche, son muy logradas, con que la elección no es sencilla, dejaremos que usted espectador, cuando vea la obra, vea si puede elegir alguna de las facetas.
Los tres protagonistas, se lucen muchísimo y tienen un histrionismo que sorprende. Emanuel Zaldua, con su aire chaplinesco, es quien guía al espectador en el comienzo de la obra y uno de los que más risas consigue. Pablo Kusnetzoff, es quien tiene mayor pinta de mago, de aire serio y concentrado, sorprende con su ilusionismo y una voz magnífica de locutor que impresiona. Marcelo Goobar, resulta el más descontracturado, siempre en movimiento y también muy gracioso.
Mencionamos alguna línea de cada protagonista de manera caprichosa, porque los tres están fantásticos, como magos y como actores, con mucha gracia los tres y logrando imprimir un ritmo vertiginoso a la obra, que en todo momento entretiene a los espectadores.
El Centésimo Mono, tiene mucho de poesía y de encanto, a quien escribe estas lineas, lo hizo rememorar épocas de la infancia, en que la figura de los magos, era imponente y todos queríamos que alguno de nuestros cumpleaños, sea animado por un gran mago con varita y galera.
La puesta que logra Osky Guzman, impacta por su potencia y por tener todos los detalles cuidados, hay una coordinación absoluta entre los tres protagonistas, sus movimientos parecen cronometrados.
Y hay varios ítems para destacar, un destacado diseño lumínico de Adrián Cintioli, el creativo diseño escenográfico y colorido vestuario de Gabriela Fernández y la música de Tomás Rodríguez. A lo largo de la pieza, todos estos componentes se destacan y contribuyen, a enriquecer una puesta de lujo.
En definitiva, entendimos perfectamente porque El Centésimo Mono, se convirtió en un clásico del off, llevando tantos años en cartel, reuniendo un texto lleno de poesía, en un espectáculo en el que magia y teatro se combinan de manera soberbia, gracias a los tres protagonistas fascinantes que vemos en el escenario y a un equipo que les crea el clima propicio, desde el fuera de escena.
Recomendamos mucho la obra, para aquellos que ya la vieron hace años y mucho mas, para quienes aún no la vieron, les aseguramos que vivirán una noche donde la magia y las emociones, estarán de fiesta.
Pensador Teatral.
Dramaturgia y Dirección de Osqui Guzmán.
Una propuesta muy original la que nos trae presenta El Centésimo Mono, un espectáculo donde magia y teatro se congenian para ofrecer al espectador una comedia, donde las ilusiones las risas y las emociones, estarán presentes toda la noche y donde la vida y la muerte se cruzarán en muchos instantes.
La obra tiene una trayectoria inusualmente extensa, ya que cumple su 8va temporada en cartel, desde su estreno allá en 2011, con un elenco conformado por Marcelo Goobar, Pablo Kusnetzoff y Emanuel Zaldua, que siete años después, son los mismos que en aquel comienzo, siguen saliendo a escena para deleitar a los espectadores.
Como mencionamos, es muy extraño y son contados los casos, en que una obra del off, logra mantenerse tanto en el tiempo. Cuando esto sucede, sin dudas la pieza tiene algún secreto o fórmula, que se vá transmitiendo boca a boca de los espectadores, provocando que la sala esté llena en cada función. Y en búsqueda de conocer ese secreto y con mucha expectativa, partimos rumbo al Abasto, para ver El Centésimo Mono, dirigida por el talentoso y querido Osqui Guzmán.
Digamos rápido y sin suspensos, que el secreto, es el enorme trabajo que hay detrás del espectáculo, una puesta donde todo funciona a la perfección, como una pieza de relojería, las iluminación, la música y un texto muy atractivo que se luce mucho, gracias a las extraordinarias interpretaciones de los tres protagonistas. Trabajo y talento son las palabras claves para entender el éxito de la obra.
Al inicio del espectáculo, un mago que oficiará de presentador nos informa, que en esta noche especial, la magia y la muerte se harán presentes. Y que tienen en común, la magia y la muerte, el mismo mago lo aclara, que al ser desconocidas y misteriosas ambas, son temidas por la gente.
Se cuenta que en esa noche, tres magos que no se conocen, ni pueden verse, ni pueden tocarse, serán sometidos en diferentes lugares a una operación y para la misma recibirán anestesia total. En este estado de inconsciencia, podremos entrar en sus mentes y observar que sueños allí se guardan, accediendo a un mundo onírico y profundamente poético,
No vamos a contar más del argumento, lo mejor es dejar que el espectador se deje llevar y emprenda el viaje que le proponen estos tres deliciosos personajes, que a lo largo de la noche, lo sorprenderán y mucho con sus trucos o ilusiones como ellos mismos se encargan de remarcar. Nos harán reír con sus ocurrencias y sus números, y nos harán emocionar ya que veremos a trasluz sus sentimientos.
Sorprendente y rica propuesta, que une dos disciplinas como la magia y el teatro, algo imposible de lograr, salvo que se reúnan para el convite, protagonistas que manejen ambas artes, algo que aquí se consigue, ya que tanto Pablo Kusnetzoff, Marcelo Goobar y Emanuel Zaldua, cumplen con esa doble función a la perfección y tan bien lo ejecutan, que es difícil determinar si son mejores magos o actores, una se apuraría a destacarlos como actores, por la forma en que llevan adelante la historia, pero las ilusiones que veremos a lo largo de la noche, son muy logradas, con que la elección no es sencilla, dejaremos que usted espectador, cuando vea la obra, vea si puede elegir alguna de las facetas.
Los tres protagonistas, se lucen muchísimo y tienen un histrionismo que sorprende. Emanuel Zaldua, con su aire chaplinesco, es quien guía al espectador en el comienzo de la obra y uno de los que más risas consigue. Pablo Kusnetzoff, es quien tiene mayor pinta de mago, de aire serio y concentrado, sorprende con su ilusionismo y una voz magnífica de locutor que impresiona. Marcelo Goobar, resulta el más descontracturado, siempre en movimiento y también muy gracioso.
Mencionamos alguna línea de cada protagonista de manera caprichosa, porque los tres están fantásticos, como magos y como actores, con mucha gracia los tres y logrando imprimir un ritmo vertiginoso a la obra, que en todo momento entretiene a los espectadores.
El Centésimo Mono, tiene mucho de poesía y de encanto, a quien escribe estas lineas, lo hizo rememorar épocas de la infancia, en que la figura de los magos, era imponente y todos queríamos que alguno de nuestros cumpleaños, sea animado por un gran mago con varita y galera.
La puesta que logra Osky Guzman, impacta por su potencia y por tener todos los detalles cuidados, hay una coordinación absoluta entre los tres protagonistas, sus movimientos parecen cronometrados.
Y hay varios ítems para destacar, un destacado diseño lumínico de Adrián Cintioli, el creativo diseño escenográfico y colorido vestuario de Gabriela Fernández y la música de Tomás Rodríguez. A lo largo de la pieza, todos estos componentes se destacan y contribuyen, a enriquecer una puesta de lujo.
En definitiva, entendimos perfectamente porque El Centésimo Mono, se convirtió en un clásico del off, llevando tantos años en cartel, reuniendo un texto lleno de poesía, en un espectáculo en el que magia y teatro se combinan de manera soberbia, gracias a los tres protagonistas fascinantes que vemos en el escenario y a un equipo que les crea el clima propicio, desde el fuera de escena.
Recomendamos mucho la obra, para aquellos que ya la vieron hace años y mucho mas, para quienes aún no la vieron, les aseguramos que vivirán una noche donde la magia y las emociones, estarán de fiesta.
Pensador Teatral.
lunes, 16 de abril de 2018
Carrousel
Viernes 20 hs en La Lunares ( Humahuaca 4027 )
Dramaturgia y Dirección de Ernesto Falcke
Una propuesta muy valiosa la que nos trae Carrousel, que pone foco, sobre el tema de la violencia de género de manera profunda, con un texto sutil y sin golpes bajos, pero logrando transmitir el mensaje en forma contundente.
La historia nos muestra los comienzos de una pareja, conformada por Matías Bertiche y Natalia Pascale, se los nota enamorados e ilusionados en ese arranque, como ocurre en todos los noviazgos que se inician. Se prometen fidelidad eterna, son muy felices de haber encontrado al amor de su vida.
Pero con el desarrollo del noviazgo, aparecen las primeras tensiones, el personaje de Matías, es muy absorbente, como el mismo lo dice, quiere mirar a través de los ojos de su enamorada, quiere saber todo lo que hace y hasta lo que piensa. Esa sensación de cuidar al otro y amarlo por siempre, vá dejando paso a una sensación de asfixia, en Natalia que siente que hay algo que no anda bien, en esa pareja que tanto prometía.
Y entonces, se desatará la tormenta que se venía anunciando, no vamos a comentar más, para conservar el suspenso, pero la relación en esa pareja, se quebrará y la violencia que se insinuaba, correrá el velo y aparecerá con toda crudeza.
Las actuaciones que presenta la obra, son magníficas, tenemos a Natalia Pascale, una actriz carismática y muy talentosa, a quien vimos el año pasado lucirse mucho en Los Sueños de Matrioshka, otra entrañable pieza del off,
Aquí logra transmitir toda la sensibilidad que requiere su personaje y se disfruta mucho ver como su rostro y sus emociones, se ván transformando a medida que avanza la relación con su enamorado. Un gran trabajo el de Natalia, con una entrega muy grande, desde lo actoral y desde lo físico, en un papel muy exigente.
Su compañero Matías Bertiche, no se queda en zaga, ya que construye su personaje de manera admirable, pasando de ese ser ese compañero seductor y encantador del comienzo, a un ser manipulador y psicópata, que acorrala a su pareja.
Natalia y Matías se lucen mucho en lo individual, pero creo que el mayor mérito de ambos, es lograr una gran conexión entre ellos, sus cuerpos, sus miradas y sus movimientos, están en una misma sintonia, algo que pide la obra y saben resolver muy bien.
Además de los actoral, los protagonistas se lucen mucho en las coreografías que ejecutan, donde hablan a través de sus cuerpos, dando mucho poesía y belleza visual a la puesta.
Hablando de la puesta, la misma es cálida e íntima, cercana al espectador, que se siente identificado con la historia que se desarrolla, gran acierto aquí del director.
La obra, trata la problemática de la violencia de género y deja en claro que muchas ocasiones, esta violencia, no solo puede ser física, muchas veces la violencia psicológica que se ejerce sobre la mujer, es igualmente devastadora y consigue de a poco alejar a la mujer, de su familia, sus amigas y su círculo más íntimo, quedando en un estado de soledad vulnerabilidad, que facilita las cosas para el victimario, algo que en la pieza queda en evidencia.
Es importante destacar, el original formato que presenta Carrousel, ya que la finalizar la obra, arranca un debate muy enriquecedor, en que además del público, participan el director, los actores y algunos invitados especiales, conocedores del tema, por lo que se produce un intercambio muy enriquecedor de opiniones , que aprovechando el disparador de la obra vista, permite darle una mayor profundidad a las discusiones y reflexionar sobre la cuestión con más elementos.
Celebramos que nuestro teatro independiente, abarque este tipo de temáticas, tan actuales y tan candentes, ayudando a crear conciencia en los espectadores, que muchas veces piensan que la violencia de género solo se produce cuando ocurre una agresión física, sin reparar que las formas de agresión son muchas más amplias y en muchos casos están naturalizadas por el contexto.
Por eso es tan importante y esclarecedora Corrousel, una obra que recomendamos mucho y esperemos tenga mucho recorrido, no solo en Buenos Aires, sino también en el interior, donde la violencia de género, es más común más de lo que pensamos, debido a valores patriarcales muy arraigados en la sociedad.
En definitiva, una obra que se disfruta, por su texto profundo, por las magníficas actuaciones y por el debate posterior que ofrece. Teatro independiente de calidad, que crea conciencia.
Pensador Teatral.
Dramaturgia y Dirección de Ernesto Falcke
Una propuesta muy valiosa la que nos trae Carrousel, que pone foco, sobre el tema de la violencia de género de manera profunda, con un texto sutil y sin golpes bajos, pero logrando transmitir el mensaje en forma contundente.
La historia nos muestra los comienzos de una pareja, conformada por Matías Bertiche y Natalia Pascale, se los nota enamorados e ilusionados en ese arranque, como ocurre en todos los noviazgos que se inician. Se prometen fidelidad eterna, son muy felices de haber encontrado al amor de su vida.
Pero con el desarrollo del noviazgo, aparecen las primeras tensiones, el personaje de Matías, es muy absorbente, como el mismo lo dice, quiere mirar a través de los ojos de su enamorada, quiere saber todo lo que hace y hasta lo que piensa. Esa sensación de cuidar al otro y amarlo por siempre, vá dejando paso a una sensación de asfixia, en Natalia que siente que hay algo que no anda bien, en esa pareja que tanto prometía.
Y entonces, se desatará la tormenta que se venía anunciando, no vamos a comentar más, para conservar el suspenso, pero la relación en esa pareja, se quebrará y la violencia que se insinuaba, correrá el velo y aparecerá con toda crudeza.
Las actuaciones que presenta la obra, son magníficas, tenemos a Natalia Pascale, una actriz carismática y muy talentosa, a quien vimos el año pasado lucirse mucho en Los Sueños de Matrioshka, otra entrañable pieza del off,
Aquí logra transmitir toda la sensibilidad que requiere su personaje y se disfruta mucho ver como su rostro y sus emociones, se ván transformando a medida que avanza la relación con su enamorado. Un gran trabajo el de Natalia, con una entrega muy grande, desde lo actoral y desde lo físico, en un papel muy exigente.
Su compañero Matías Bertiche, no se queda en zaga, ya que construye su personaje de manera admirable, pasando de ese ser ese compañero seductor y encantador del comienzo, a un ser manipulador y psicópata, que acorrala a su pareja.
Natalia y Matías se lucen mucho en lo individual, pero creo que el mayor mérito de ambos, es lograr una gran conexión entre ellos, sus cuerpos, sus miradas y sus movimientos, están en una misma sintonia, algo que pide la obra y saben resolver muy bien.
Además de los actoral, los protagonistas se lucen mucho en las coreografías que ejecutan, donde hablan a través de sus cuerpos, dando mucho poesía y belleza visual a la puesta.
Hablando de la puesta, la misma es cálida e íntima, cercana al espectador, que se siente identificado con la historia que se desarrolla, gran acierto aquí del director.
La obra, trata la problemática de la violencia de género y deja en claro que muchas ocasiones, esta violencia, no solo puede ser física, muchas veces la violencia psicológica que se ejerce sobre la mujer, es igualmente devastadora y consigue de a poco alejar a la mujer, de su familia, sus amigas y su círculo más íntimo, quedando en un estado de soledad vulnerabilidad, que facilita las cosas para el victimario, algo que en la pieza queda en evidencia.
Es importante destacar, el original formato que presenta Carrousel, ya que la finalizar la obra, arranca un debate muy enriquecedor, en que además del público, participan el director, los actores y algunos invitados especiales, conocedores del tema, por lo que se produce un intercambio muy enriquecedor de opiniones , que aprovechando el disparador de la obra vista, permite darle una mayor profundidad a las discusiones y reflexionar sobre la cuestión con más elementos.
Celebramos que nuestro teatro independiente, abarque este tipo de temáticas, tan actuales y tan candentes, ayudando a crear conciencia en los espectadores, que muchas veces piensan que la violencia de género solo se produce cuando ocurre una agresión física, sin reparar que las formas de agresión son muchas más amplias y en muchos casos están naturalizadas por el contexto.
Por eso es tan importante y esclarecedora Corrousel, una obra que recomendamos mucho y esperemos tenga mucho recorrido, no solo en Buenos Aires, sino también en el interior, donde la violencia de género, es más común más de lo que pensamos, debido a valores patriarcales muy arraigados en la sociedad.
En definitiva, una obra que se disfruta, por su texto profundo, por las magníficas actuaciones y por el debate posterior que ofrece. Teatro independiente de calidad, que crea conciencia.
Pensador Teatral.
jueves, 12 de abril de 2018
UZ, El Pueblo
Martes 20 hs en La Carpintería Teatro ( Jean Jaures 858 )
Dramaturgia de Gabriel Calderón y Dirección de Mateo Chiarino.
Comedia negra escrita por el dramaturgo uruguayo Gabriel Calderón, estrenada en Montevideo en el 2005 y que llega a Buenos Aires, en este interesante puesta de Mateo Chiarino, significando su opera prima como director.
La pieza, en tono de sátira y humor negro, nos invita a una interesante reflexión, acerca de nuestras creencias y en especial al poder de la religión y sus dogmas sobre nuestras vidas, yendo al extremo de generar situaciones que parecen llegar a lo absurdo, pero no lo son tantos y se cuestionan son valores que parecen sagrados.
Uz, el Pueblo, tiene varias referencias bíblicas, la más clara aparece en su nombre, Uz es un lugar mencionado en el Antiguo Testamento, como la patria de Job. Yendo al argumento de la obra, el autor nos cuenta la historia de una familia ejemplar, que vive una vida color de rosa, en un pueblo, en el que la felicidad parece ser la moneda corriente y todos están orgullosos de seguir la palabra y el camino de Dios.
Aquella familia modelo, esta formada por Grace ( Silvina Bosco ) una devota mujer, que vive felizmente casada con su esposo Jack ( Pablo FInamore ), que la ama con locura y son sus adorables hijos, Tomás ( Matías Odorico ) el mayor y boy scout ejemplar, que planea ingresar en el ejército para servir a la patria y Dorotea ( Lucia Villanueva ), la hija menor, que es autista.
Todo es armonía en aquella familia, hasta que una mañana como cualquier otra, Grace estando sola en la casa, escucha la voz de Dios. No lo puede creer, su Dios le habla, la eligió seguramente por su devoción y su alegría es inconmensurable. Pero durará poco su dicha, porque el pedido que le hará Dios, que será el disparador de la obra, la sorprenderá y descolocará por completo.
Para comprobar, la incondicional obediencia a su palabra, Dios le pondrá a prueba, de una manera impensada, le pedirá que asesine a uno de sus hijos, aquí aparece otra referencia bíblica, que nos recuerda al mandato que recibió Abraham, para que ofrende al Señor, la vida de uno de sus hijos. En el caso de Grace, se le indica expresamente, que no puede comentar a nadie, aquella conversación divina.
El pedido recibido como pueden imaginar, caerá como una bomba y desequilibrará por completo a la ejemplar madre de familia, que a partir de ese momento, visiblemente perturbada por la macabra tarea encomendada, no dudará en hacer lo que se sea para cumplir el pedido de su Dios.
Cumpliremos lo dicho y no vamos a seguir contando, dejaremos que el espectador cuando vea la obra, descubra un sinfín de situaciones desopilantes y disparatadas, que lo van a hacer reír mucho, por lo absurdo y grotesco y como situaciones chiquitas, se irán agrandando hasta un punto, que no habrá posibilidad ya de volver atrás.
Si hay algo que sorprende de la obra, es el muy buen elenco reunido y lo numeroso del mismo,
La gran protagonista de la pieza, es Silvina Bosco, gran actriz, protagonista de numerosas telenovelas y unitarios en la TV. El año pasado la vimos brillar en Miembro del Jurado, bajo la dirección de Corina Fiorillo en una recordada puesta en el Teatro del Pueblo.
La interpretación de Silvina, como Grace, es fantástica, logrando una increíble transformación de su personaje, que en el comienzo será de una manera y con el desarrollo de la obra irá mutando por completo. Esta metamorfosis, se produce en forma progresiva y casi imperceptible para al espectador, gracias a su talento y a una entrega absoluta.
Un personaje complejo, por lo vaivenes emocionales, que tiene el papel y que Silvina resuelve con maestría, realmente vale la pena verla.
Su esposo Jack, es interpretado por Pablo Finamore, otro gran actor, al que vimos en Salvaje, hace unos años, en una actuación que aún recordamos y le valió numerosos premios. Pablo es un actor de una enorme versatilidad y larga experiencia, aquí compone un personaje pleno de histrionismo, que se luce mucho, algo que no sorprende porque es un actorazo, siendo muy gracioso.
Silvina y Pablo, en nuestra opinión, son quienes se llevan las mayores ovaciones pero no están solos en escena, por el contrario están muy bien acompañados.
Nombremos al resto del elenco, en un acto de justicia, ya que todos tienen su momento de lucimiento y saben como generar sonrisas en la platea.
Matias Odorico, es Tomás, el hijo mayor que tiene como ejemplo a su padre y será el que deba soportar los embates de su madre, debido a la misión encomendada, aportando mucha frescura a la pieza..
Lucía Villanueva, la hija menor, tiene un papel muy complicado, ya que hace de niña autista, en un papel, que vá de menor a mayor y se destapará sobre el final.
Nos gustaron mucho las actuaciones de los más jóvenes integrantes de la familia.
Mucio Manchini, es el sacerdote del pueblo, tiene gran autoridad y ascendencia en Uz. Muy gracioso también, en un personaje muy satirizado y envuelto en situaciones embarazosas. Delicioso personaje compone.
Agatha Fresco y Zuleika Esnal, son las locas del pueblo, las ovejas descarriadas y necesitadas casi con desesperación de algún hombre. Muy bueno lo de ambas.
Por último, tenemos al carnicero ( Mariano Caceres ) y su bella hija ( Cecilia Cósero ), aparecerán en escena, promediando la obra, debido a los desbarajustes que irá provocando Grace, es ese pueblo.
Mariano es un carnicero, algo violento y cuida de su hija, que lo sorprenderá con sus inclinaciones. Muy buena dupla también.
El elenco es numeroso y lo valioso que logra el director, en la puesta, es que les permite a todos tener espacio para lucirse, algo que debemos valorar.
Ante tantos personajes, no es de extrañar, que la pieza tenga una gran dinámica y el espectador recibe permanentemente estímulos para reírse.
Nos gustó el diseño escenográfico de Alejandro Mateo, en ese hogar donde predomina el color rosa, la iluminación de Ricardo Sica y un vestuario de Abril Raineri, que debemos destacar. Todos ítems que contribuyen a elevar la puesta que dirige en forma efectiva Mateo Chiarino.
En definitiva, estamos en presencia, de una original propuesta, irreverente, desopilante y sobre todo muy divertida, que nos invitará a reflexionar con ironía, en temas como la religión y su influencia, tema poco cuestionado, acá el autor, en clave de humor se atreve a hacerlo, con muy buenos resultados.
Sin dudas, Uz, el Pueblo, es una obra muy recomendable para reír, para reflexionar, pero sobre todo para disfrutar de deliciosas actuaciones, de un elenco encabezado por Silvina Bosco y Pablo Finamore, donde todos se lucen y contribuyen a que el espectador se vaya a casa con una enrome sonrisa y pensando que muchas veces detrás de lo absurdo, se esconden muchas situaciones reales.
El aplauso prolongado, que reciben los actores al finalizar la función, son una muestra clara, que han disfrutado y se han reído mucho con la obra.
Pensador Teatral.
Dramaturgia de Gabriel Calderón y Dirección de Mateo Chiarino.
Comedia negra escrita por el dramaturgo uruguayo Gabriel Calderón, estrenada en Montevideo en el 2005 y que llega a Buenos Aires, en este interesante puesta de Mateo Chiarino, significando su opera prima como director.
La pieza, en tono de sátira y humor negro, nos invita a una interesante reflexión, acerca de nuestras creencias y en especial al poder de la religión y sus dogmas sobre nuestras vidas, yendo al extremo de generar situaciones que parecen llegar a lo absurdo, pero no lo son tantos y se cuestionan son valores que parecen sagrados.
Uz, el Pueblo, tiene varias referencias bíblicas, la más clara aparece en su nombre, Uz es un lugar mencionado en el Antiguo Testamento, como la patria de Job. Yendo al argumento de la obra, el autor nos cuenta la historia de una familia ejemplar, que vive una vida color de rosa, en un pueblo, en el que la felicidad parece ser la moneda corriente y todos están orgullosos de seguir la palabra y el camino de Dios.
Aquella familia modelo, esta formada por Grace ( Silvina Bosco ) una devota mujer, que vive felizmente casada con su esposo Jack ( Pablo FInamore ), que la ama con locura y son sus adorables hijos, Tomás ( Matías Odorico ) el mayor y boy scout ejemplar, que planea ingresar en el ejército para servir a la patria y Dorotea ( Lucia Villanueva ), la hija menor, que es autista.
Todo es armonía en aquella familia, hasta que una mañana como cualquier otra, Grace estando sola en la casa, escucha la voz de Dios. No lo puede creer, su Dios le habla, la eligió seguramente por su devoción y su alegría es inconmensurable. Pero durará poco su dicha, porque el pedido que le hará Dios, que será el disparador de la obra, la sorprenderá y descolocará por completo.
Para comprobar, la incondicional obediencia a su palabra, Dios le pondrá a prueba, de una manera impensada, le pedirá que asesine a uno de sus hijos, aquí aparece otra referencia bíblica, que nos recuerda al mandato que recibió Abraham, para que ofrende al Señor, la vida de uno de sus hijos. En el caso de Grace, se le indica expresamente, que no puede comentar a nadie, aquella conversación divina.
El pedido recibido como pueden imaginar, caerá como una bomba y desequilibrará por completo a la ejemplar madre de familia, que a partir de ese momento, visiblemente perturbada por la macabra tarea encomendada, no dudará en hacer lo que se sea para cumplir el pedido de su Dios.
Cumpliremos lo dicho y no vamos a seguir contando, dejaremos que el espectador cuando vea la obra, descubra un sinfín de situaciones desopilantes y disparatadas, que lo van a hacer reír mucho, por lo absurdo y grotesco y como situaciones chiquitas, se irán agrandando hasta un punto, que no habrá posibilidad ya de volver atrás.
Si hay algo que sorprende de la obra, es el muy buen elenco reunido y lo numeroso del mismo,
La gran protagonista de la pieza, es Silvina Bosco, gran actriz, protagonista de numerosas telenovelas y unitarios en la TV. El año pasado la vimos brillar en Miembro del Jurado, bajo la dirección de Corina Fiorillo en una recordada puesta en el Teatro del Pueblo.
La interpretación de Silvina, como Grace, es fantástica, logrando una increíble transformación de su personaje, que en el comienzo será de una manera y con el desarrollo de la obra irá mutando por completo. Esta metamorfosis, se produce en forma progresiva y casi imperceptible para al espectador, gracias a su talento y a una entrega absoluta.
Un personaje complejo, por lo vaivenes emocionales, que tiene el papel y que Silvina resuelve con maestría, realmente vale la pena verla.
Su esposo Jack, es interpretado por Pablo Finamore, otro gran actor, al que vimos en Salvaje, hace unos años, en una actuación que aún recordamos y le valió numerosos premios. Pablo es un actor de una enorme versatilidad y larga experiencia, aquí compone un personaje pleno de histrionismo, que se luce mucho, algo que no sorprende porque es un actorazo, siendo muy gracioso.
Silvina y Pablo, en nuestra opinión, son quienes se llevan las mayores ovaciones pero no están solos en escena, por el contrario están muy bien acompañados.
Nombremos al resto del elenco, en un acto de justicia, ya que todos tienen su momento de lucimiento y saben como generar sonrisas en la platea.
Matias Odorico, es Tomás, el hijo mayor que tiene como ejemplo a su padre y será el que deba soportar los embates de su madre, debido a la misión encomendada, aportando mucha frescura a la pieza..
Lucía Villanueva, la hija menor, tiene un papel muy complicado, ya que hace de niña autista, en un papel, que vá de menor a mayor y se destapará sobre el final.
Nos gustaron mucho las actuaciones de los más jóvenes integrantes de la familia.
Mucio Manchini, es el sacerdote del pueblo, tiene gran autoridad y ascendencia en Uz. Muy gracioso también, en un personaje muy satirizado y envuelto en situaciones embarazosas. Delicioso personaje compone.
Agatha Fresco y Zuleika Esnal, son las locas del pueblo, las ovejas descarriadas y necesitadas casi con desesperación de algún hombre. Muy bueno lo de ambas.
Por último, tenemos al carnicero ( Mariano Caceres ) y su bella hija ( Cecilia Cósero ), aparecerán en escena, promediando la obra, debido a los desbarajustes que irá provocando Grace, es ese pueblo.
Mariano es un carnicero, algo violento y cuida de su hija, que lo sorprenderá con sus inclinaciones. Muy buena dupla también.
El elenco es numeroso y lo valioso que logra el director, en la puesta, es que les permite a todos tener espacio para lucirse, algo que debemos valorar.
Ante tantos personajes, no es de extrañar, que la pieza tenga una gran dinámica y el espectador recibe permanentemente estímulos para reírse.
Nos gustó el diseño escenográfico de Alejandro Mateo, en ese hogar donde predomina el color rosa, la iluminación de Ricardo Sica y un vestuario de Abril Raineri, que debemos destacar. Todos ítems que contribuyen a elevar la puesta que dirige en forma efectiva Mateo Chiarino.
En definitiva, estamos en presencia, de una original propuesta, irreverente, desopilante y sobre todo muy divertida, que nos invitará a reflexionar con ironía, en temas como la religión y su influencia, tema poco cuestionado, acá el autor, en clave de humor se atreve a hacerlo, con muy buenos resultados.
Sin dudas, Uz, el Pueblo, es una obra muy recomendable para reír, para reflexionar, pero sobre todo para disfrutar de deliciosas actuaciones, de un elenco encabezado por Silvina Bosco y Pablo Finamore, donde todos se lucen y contribuyen a que el espectador se vaya a casa con una enrome sonrisa y pensando que muchas veces detrás de lo absurdo, se esconden muchas situaciones reales.
El aplauso prolongado, que reciben los actores al finalizar la función, son una muestra clara, que han disfrutado y se han reído mucho con la obra.
Pensador Teatral.
martes, 10 de abril de 2018
Solo Quiero que me Amen
Domingos 19 hs en el Centro Cultural San Martín ( Sarmiento 1551 )
Dramaturgia y Dirección de Juan Alvarez Prado
Marilyn Monroe es una figura que supo trascender su época, diva de Hollywood, mito erótico de los años cincuenta y sin dudas ícono femenino de todos los tiempos, tuvo una vida turbulenta y vertiginosa, en la que los escándalos, los conflictos amorosos y las adicciones, fueron una constante.
Su nombre real era Norma Jeane Beaker, tuvo una infancia muy dura, vivió muchos años en un orfanato, sintiendo la falta de una familia que la contuviera, algo que indudablemente tuvo influencia negativa en su adultez.
Yendo a la obra, que fue idea de Daniela Pantano, muestra en forma cruda, la disociación entre Norma y Marilyn, entre la mujer y la diva. Valiente y arrolladora para el exterior, detrás de la estrella, habita una mujer frágil, inestable emocionalmente y muy necesitada de amor verdadero y no solo de amantes que se le acercaban por su fulgurante belleza.
Creemos es un gran mérito de la pieza, presentar en escena a esta Marilyn humana, dependiente de las pastillas y al alcohol, que sufre enormemente la presión de se runa estrella y tener que demostrar en cada momento su valía como actriz y demostrar que no es rubia tonta, que llegó a Hollywood, sólo por compartir la cama con actores, directores y productores. Derribar esos perjuicios, fue una cuestión que siempre atormentó a Marilyn y la persiguió permanentemente.
Sin dudas que el gran sostén de la pieza, es la magnífica actuación de Daniela Pantano, quien indudablemente asumió un importante desafío, ya que representar a una diva de la estatura de Marilyn Monroe, no es algo sencillo. Y sin dudas, que Daniela supero el reto en gran forma, ya que con una presencia imponente y un histrionismo sorprendente, logra una Marilyn plena de belleza y sensualidad.
Con mucho aplomo y una entrega absoluta, Pantano brilla en el escenario, luciéndose mucho en la actuación y con un hermoso registro vocal, que nos sorprendió gratamente.
En nuestra opinión, una actuación consagratoria, la de Daniela, esta joven y bella actriz, que además de tener mucha determinación, es muy talentosa, combinación que le augura un futuro muy promisorio, en nuestro espectáculo.
Si bien la protagonista, es quien se lleva las mayores miradas de la noche, tenemos que destacar el muy buen trabajo de su coequiper, Pedro Velázquez, como Arthur Miller, el dramaturgo y escritor, que estuvo casado con la diva y según muchos, fue su gran amor, además de representar a Laurence Olivier, actor y compañero de Marilyn, en el famoso film, El Príncipe y La Corista.
Nos gustó mucho su interpretación, destacándose mucho en las partes cantadas y formando muy buena pareja con Pantano.
Muy interesante la puesta que propone el director, creando una atmósfera íntima y acogedora, con el piso cubierto de pétalos de flores, que marca los limites escénicos, un diseño lumínico destacadísimo de Matías Sendon, al igual que el distinguido vestuario de Jam Monti que le dá mucho glamour a los protagonistas.
Otro acierto, es la pantalla donde se proyectan imágenes de figuras de la época relacionadas con la actriz, que hablan sobre su vida y acercan testimonios interesantes y esclarecedores, que complementan lo visto en el escenario.
Párrafo aparte, para la música original que tiene la pieza, creación de Fernando Albinarrate, que junto a Alejandro Bidegian, con piano y saxo, acompañan en vivo con sus melodías, a los protagonistas, agregando mucho valor a la puesta.
Por todo lo mencionado, no sorprende que Solo quiero que me Amen, venga agotando localidades en cada función, desde su estreno. La figura de Marilyn, sigue despertando interés en el público y exponer su lado menos conocido y más íntimo , es una idea muy atractiva.
Iniciativa que se plasma en gran forma, gracias a la entrega y al magnetismo de Daniela Pantano, que como ya mencionamos, nos regala una interpretación superlativa, que marca un hito en su ascendente carrera.
El aplauso con que los espectadores, que colmaron la sala, premian a los protagonistas, al término de la función, son un justo reconocimiento por la velada vivida y por ofrecernos una mirada humana de la gran Marilyn Monroe.
Pensador Teatral.
Dramaturgia y Dirección de Juan Alvarez Prado
Marilyn Monroe es una figura que supo trascender su época, diva de Hollywood, mito erótico de los años cincuenta y sin dudas ícono femenino de todos los tiempos, tuvo una vida turbulenta y vertiginosa, en la que los escándalos, los conflictos amorosos y las adicciones, fueron una constante.
Su nombre real era Norma Jeane Beaker, tuvo una infancia muy dura, vivió muchos años en un orfanato, sintiendo la falta de una familia que la contuviera, algo que indudablemente tuvo influencia negativa en su adultez.
Yendo a la obra, que fue idea de Daniela Pantano, muestra en forma cruda, la disociación entre Norma y Marilyn, entre la mujer y la diva. Valiente y arrolladora para el exterior, detrás de la estrella, habita una mujer frágil, inestable emocionalmente y muy necesitada de amor verdadero y no solo de amantes que se le acercaban por su fulgurante belleza.
Creemos es un gran mérito de la pieza, presentar en escena a esta Marilyn humana, dependiente de las pastillas y al alcohol, que sufre enormemente la presión de se runa estrella y tener que demostrar en cada momento su valía como actriz y demostrar que no es rubia tonta, que llegó a Hollywood, sólo por compartir la cama con actores, directores y productores. Derribar esos perjuicios, fue una cuestión que siempre atormentó a Marilyn y la persiguió permanentemente.
Sin dudas que el gran sostén de la pieza, es la magnífica actuación de Daniela Pantano, quien indudablemente asumió un importante desafío, ya que representar a una diva de la estatura de Marilyn Monroe, no es algo sencillo. Y sin dudas, que Daniela supero el reto en gran forma, ya que con una presencia imponente y un histrionismo sorprendente, logra una Marilyn plena de belleza y sensualidad.
Con mucho aplomo y una entrega absoluta, Pantano brilla en el escenario, luciéndose mucho en la actuación y con un hermoso registro vocal, que nos sorprendió gratamente.
En nuestra opinión, una actuación consagratoria, la de Daniela, esta joven y bella actriz, que además de tener mucha determinación, es muy talentosa, combinación que le augura un futuro muy promisorio, en nuestro espectáculo.
Si bien la protagonista, es quien se lleva las mayores miradas de la noche, tenemos que destacar el muy buen trabajo de su coequiper, Pedro Velázquez, como Arthur Miller, el dramaturgo y escritor, que estuvo casado con la diva y según muchos, fue su gran amor, además de representar a Laurence Olivier, actor y compañero de Marilyn, en el famoso film, El Príncipe y La Corista.
Nos gustó mucho su interpretación, destacándose mucho en las partes cantadas y formando muy buena pareja con Pantano.
Muy interesante la puesta que propone el director, creando una atmósfera íntima y acogedora, con el piso cubierto de pétalos de flores, que marca los limites escénicos, un diseño lumínico destacadísimo de Matías Sendon, al igual que el distinguido vestuario de Jam Monti que le dá mucho glamour a los protagonistas.
Otro acierto, es la pantalla donde se proyectan imágenes de figuras de la época relacionadas con la actriz, que hablan sobre su vida y acercan testimonios interesantes y esclarecedores, que complementan lo visto en el escenario.
Párrafo aparte, para la música original que tiene la pieza, creación de Fernando Albinarrate, que junto a Alejandro Bidegian, con piano y saxo, acompañan en vivo con sus melodías, a los protagonistas, agregando mucho valor a la puesta.
Por todo lo mencionado, no sorprende que Solo quiero que me Amen, venga agotando localidades en cada función, desde su estreno. La figura de Marilyn, sigue despertando interés en el público y exponer su lado menos conocido y más íntimo , es una idea muy atractiva.
Iniciativa que se plasma en gran forma, gracias a la entrega y al magnetismo de Daniela Pantano, que como ya mencionamos, nos regala una interpretación superlativa, que marca un hito en su ascendente carrera.
El aplauso con que los espectadores, que colmaron la sala, premian a los protagonistas, al término de la función, son un justo reconocimiento por la velada vivida y por ofrecernos una mirada humana de la gran Marilyn Monroe.
Pensador Teatral.
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