Sábados 20 hs en Camarín de las Musas ( Mario Bravo 960 )
Una propuesta original y valiente la de Gloria, que se atreve a un tema, del que muy poco se habla en la sociedad y mucho menos en el teatro, como la eutanasia.
Lo valioso del texto es que trata el tema, desde el costado humano y emocional, no desde el punto de vista científico. La dupla de autores, no busca aleccionar con la obra, sino contar una historia de vida y como se vive el momento cumbre, de tomar una decisión crucial, ya que hay que tener una gran fortaleza mental para tomarla y asumir las consecuencias, principalmente en nuestra conciencia.
La historia es sencilla, dos hermanas se reúnen en una noche de verano, esperando la llegada un hombre misterioso, del que no conocen ni el nombre, al que convocaron a su casa, para cumplir un inusual servicio.
La decisión no fue sencilla para las hermanas y se animaron a tomarlo, porque Gloria su madre, hace tiempo que tiró la toalla. Está en su cama,sin hablar, no mira a la cara, ni responde a los estímulos, ya no tiene voluntad para seguir viviendo y entonces, decidieron una salida a esta situación tan amarga para todos.
Pero la demora en la llegada de aquel hombre, provoca dudas en una de las hermanas, la que vive en el exterior, la que se tomó especialmente un avión, para estar allí esa noche. Estarán tomando la decisión correcta ?? Su madre que no puede hablar, realmente las avalaría ?? Luego de esa noche la culpa invadirá sus vidas ?? Los interrogantes son muchos y en esa noche que parece eterna, las hermanas discutirán y tratarán de ponerse de acuerdo, en un tema que parecía cerrado, pero que llegado el momento, parece abierto y con una grieta que separa sus pensamientos.
Seremos testigos de díálogos muy ricos entra las hermanas, recuerdos de la infancia, sentimientos del pasado y también de la actualidad, se presentarán en la casa aquella noche y el espectador cuando vea la obra, descubrirá cual de las dos hermanas, hará valer su postura y si finalmente el misterioso hombre, cumple su trabajo o es relevado. No seremos nosotros quien devele el suspenso.
Unos de los méritos que tiene el libro, es tratar este tema tan duro, sin golpes bajos y con una cuota muy importante de humor, ácido por momentos, pero logrando descomprimir la situación, para que la temática llega al espectador, de manera amena, logrando transmitir el mensaje e introducir el debate, sin exagerar en el contenido dramático, que haría muy densa la trama.
La historia atrapa en todo momento, resulta familiar y cercana al espectador, que empatiza con la situación que se presenta y en esta identificación que se logra, no solo por el libro, sino en gran parte, por las magníficas actuaciones de la dupla protagónica, formada por Lourdes Invierno y Kari Hernández, que componen sus personajes, con una sensibilidad que hay que destacar.
Arranquemos por Lourdes Invierno, una actriz que nos gusta mucho y que elogiamos el año pasado, por su actuación en Todo lo que Nadie Ve, donde componía con maestría a una madre manipuladora. Aquí en cambio, es hija y su venida a Buenos Aires, tiene que ver con el deterioro de salud de su madre, a la que hace tiempo no vé. Como ella misma reconoce, su vida está afuera, para ocuparse de su madre, está su hermana, ella tiene otras ocupaciones. Reniega de su madre, discutió mucho con ella y no tiene una buena relación, tal vez ese fue unos de los motivos, por lo que decidió irse del país , pero llegado el momento decisivo, parece no tener las agallas suficientes y aparece en su mente el fantasma de la culpa.
Magnífica interpretación de Lourdes, dando cuerpo a Constanza, a un mujer egoísta y despiadada, pero también llena de miedos. Destacamos su expresividad, sus miradas profundas y toda la emoción que transmite con su personaje.
Su hermana es interpretada por Kari Hernández, ella es Daniela, es quien vive con la madre, la baña, le cambia los pañales, es la que se ocupa de Gloria, sabiendo que es una sombra de aquella mujer fuerte que fue alguna vez. La Gloria actual, es otra mujer, un espíritu en pena, que ya no tiene fuerzas para seguir luchando.
Daniela, además de mediar con el hombre desconocido, deberá soportar los embates de su hermana, que desde afuera, parece ver otra realidad y siente la impunidad de manifestar su punto de vista y señalar a los otros. Una interpretación soberbia de Kari, transmitiendo todo su amor de hija y también su agotamiento por una situación, que luce sin retorno.
Una muy buena elección de las protagonistas, muy talentosas ambas, componiendo personajes con personalidades diametralmente opuestas, pese a ser hermanas y mostrando mucha química entre ellas, se las nota disfrutar de la obra y esto agrega valor al espectáculo.
La puesta de Dennis Smith, es sensible y logra una intimidad increíble, aprovechando las características de la sala pequeña del Camarín de las Musas, donde espectadores y actores están casi cara a cara, permitiendo disfrutar cada movimiento y cada gesto, algo que cuando las interpretaciones son tan buenas como en este caso, proporciona un disfrute adicional.
En síntesis, hemos vivido una noche del mejor teatro, una historia sencilla y familiar, que sin golpes bajos y con humor, pese a lo profundo del tema, logra introducir el debate sobre la eutanasia, desde lo vivencial, una mirada humana, sin buscar dar lecciones de moral, ni decirnos que es lo correcto.
Celebramos la propuesta, por su originalidad y valentía, apoyándose en un texto inteligente y bien elaborado, con interpretaciones excelentes. El aplauso sincero y emocionado, con que el público que llenó la sala, despide a las protagonistas, confirma que la historia gustó mucho y que hasta los temas, más duros, pueden tratarse con una cuota de amor.
Recomendamos Gloria, teatro independiente de calidad, que nos ayuda a debatir temas que importan a esta sociedad y que no reciben la atención que debieran.
Pensador Teatral.