Dramaturgia y Dirección de Javier Margulis.
Viernes y Sábados 21 hs en Mil80 Teatro ( Muñecas 1080 )
El teatro independiente entre sus múltiples virtudes, tiene la multiplicidad de temas a tratar y de personajes históricos, que puede traer a escena. Y este es uno de esos casos, ya que Javier Margulis, el autor y director de la obra, dedicó un largo tiempo a estudiar a investigar sobre la vida del célebre pintor español, consiguiendo una biografía escénica notable, que nos hablará de su pasión por la pintura y por las mujeres. Sus genialidades y sus contradicciones aparecerán en un unipersonal atrapante, que nos mostrará el costado humano de una figura monumental del Siglo XX.
Picasso, nació en Málaga, pero pasó su infancia entre La Coruña y Barcelona, antes de instalarse en París, ciudad que fue el centro de su vida creativa. Fue un artista visionario y polifacético, cuya obra transformó los lenguajes del arte moderno, desafinado las formas, las emociones y las miradas de su época. Fundador del cubismo y explorador de múltiples estilos, Picasso supo reflejar en su arte, la pasión, el amor y las contradicciones de su época, dejando un legado que cambió de manera definitiva, la historia del arte.
Luego de esta breve descripción de su figura, vayamos al magnífico texto escrito por Margulis, que antes de dedicarse al teatro estudió la carrera de Bellas Artes e imaginó a un Pablo Picasso, en su último día de vida, con una salud muy deteriorada, que se encuentra en su taller, rodeado de sus pinceles y sus cuadros. Sumergido en los recuerdos de una vida intensa, irá recorriendo diferentes etapas de su obra, recordando a las mujeres que lo acompañaron y que influyeron de manera significativa sobre su pintura.
Picasso emergerá en escena, siendo por momentos un genio creativo y en otros un soberbio malhumorado que despotricará contra alguna de las mujeres que acompañaron a lo largo de su vida, que fueron muchas y a las que fue dejando en casi todas las oportunidades. Hablará de aquellos comienzos, donde conoció de cerca la pobreza y debía intercambiar sus cuadros por comida. Su casamiento con una mujer de la aristocracia rusa y como comenzó a ganar dinero vendiendo sus obras a los amigos de ella. Nos contará como pintó El Guernica, su obra más emblemática, en la que transforma el horror de la guerra, en un símbolo universal de dolor y resistencia, siendo ese cuadro su puerta de entrada al mercado norteamericano y a hacerse rico. Todo ello y mucho más que no queremos seguir adelantado, desfilará por el bello escenario del Mil80.
Pero que inmenso desafío tenia el autor de este texto, para encontrar al intérprete adecuado para ponerse en la piel de semejante personaje y vaya que la elección de Margulis fue acertada. El gran protagonista de la noche es Fito Yanelli, que se adueña de la figura de Picasso, con maestría y una entrega conmovedora. Es admirable la manera en que Fito, lleva adelante este exigente unipersonal, donde no solo representará al célebre pintor español. sino que también lo hará dialogar con alguna de las mujeres que compartieron su vida y también colegas que influyeron en su producción artística, todo ellos gracias a los recursos actorales de un enorme actor como Yanelli, que multiplicará personajes en el escenario.
Tuvimos el privilegio de estar en la primera fila de la sala y pudimos disfrutar a centímetros cada gesto, cada palabra y movimiento de una composición simplemente fenomenal. Una interpretación minuciosa, gutural y pasional de Fito Yanelli, que se mimetiza de manera admirable con el personaje que representa, para redondear un trabajo soberbio, de esos que no se olvidan y merecen premio al final de la temporada. Nuestra felicitación para Fito, un actor al que elogiamos ya en anteriores oportunidades, pero que acá nos dejó literalmente sin palabras, con un trabajo actoral, que sin dudas ubicamos en el podio de los mejores que vimos este año y les aseguramos que vemos varias obras por semana.
Y si encima a este gran trabajo actoral, le sumamos una puesta magnífica se imaginan los resultados. Expresar admiración para el diseño escenográfico que presenta la obra. El espacio escénico del Mil80, tiene características muy particulares, que posibilitan puestas muy íntimas, donde el espectador quedan inmerso en la escena. Y el entorno será de una belleza absoluta, con un espacio repleto de fotografías y reproducciones de gran cantidad de cuadros que nos hace sentir dentro del taller de Picasso. Un lujo el diseño escenográfico y también entre los más bellos que vimos en en año. Completan esta gran puesta, el diseño de iluminación de Marco Pastorino y el vestuario de María de los Remedios Ruiz. Ambos rubros agregan valor a una puesta sobresaliente.
Hasta acá vamos a contar, se habrán dado cuenta los lectores, que quedamos encantados con Un Picasso, una obra que nos permite tomar real dimensión de la importancia que tuvo este artista, que revolucionó su época. La obra logra humanizar su figura y traerlo a escena, como lo que realmente fue, un artista genial y apasionado, con excesos y miserias, mostrando tanto su genio creativo, como su lado más vulnerable y contradictorio.
Solo nos queda recomendar la obra, una de las mejores que vimos este año en el circuito del teatro independiente, con un texto muy rico de Javier Margulis, responsable también de una puesta fantástica, que construye el terreno ideal, para que Fito Yanelli nos regale una composición brillante, para poner en un cuadrito, recorriendo el legado de un artista visionario como Pablo Picasso, que transformó el arte del Siglo XX, uniendo genialidad, pasión y rebeldía en cada un de sus obras, mostrando el poder que tiene el arte para emocionar y dejar una huella eterna.
Pensador Teatral.
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