jueves, 4 de abril de 2024

El Malentendido

Autoría de Albert Camus. Versión de Natalia Villamil. Dirección de Mariano Stolkiner.





Jueves 20 30 hs en Teatro El Extranjero ( Valentín Gómez 3376 )

Llega al Teatro el Extranjero, este fuerte texto escrito en 1994, por el escritor y filósofo francés Albert Camus, que se presenta en adaptación libre de Natalia Villamil, que actualiza el libro original, para aggiornarlo a nuestro presente, sin modificar la historia original, con la dirección de Mariano Stolkiner, que propone un formato de thriller para la historia, con una buena dosis de suspenso e incorporando a la música, como agregado a una puesta potente y oscura, que permite el lucimiento de un elenco encabezado por la talentosa Raquel Ameri, repitiendo el trio virtuoso conformado en Rota, una de las mejores obras que el teatro independiente estrenó el año pasado.






Contemos que en general, la obra de Camus, se caracteriza por abordar temas existenciales como el absurdo de la vida y la búsqueda del sentido de la misma. Su visión suele ser algo pesimista y a través de un estilo directo, el autor suele presentar historias y personajes que confrontan con dilemas éticos y filosóficos, reflexionando además sobre la condición humana. Por otro lado, la muerte es un tema central en su obra y en su pensamiento filosófico, dando a la misma un enfoque existencialista. 

Stolkiner, que es un amante del universo de Camus, eligió esta obra, bien fiel al espíritu del autor, que nos presenta a una madre y una hija, que son dueñas de una posada de mala muerte, en un pueblo perdido y sin ningún atractivo para los turistas, por lo que son muy pocos los viajeros que llegan hasta allí para alojarse, siempre como escala para ir a otro sitio. Que sentido tenía abrir una posada en una ciudad tan chata como esa ?? En verdad llegaron hasta ese lugar inhóspito, escapando un pasado oscuro y por eso parecen haber elegido un lugar bien recóndito al que nadie quisiera visitar.






La hija se siente presa en ese pueblo y desea desde hace años, irse a la la ciudad, que no conoce, pero imagina que nunca puede ser peor lugar, que el lugar donde vive hace tantos años. Tiene dos problemas para lograr ese cometido, convencer a su madre para que la acompañe y plata para financiar el viaje. Para este último objetivo, deciden empezar a robarles a los pocos pasajeros que llegan a la posada. Eligen a los candidatos que llegan solos y por los que nadie reclamará, ya que en los últimos tiempos además de robarlos, los asesinan, si así despiadado como lo leen.

Se muestran fríamente habituadas a este macabro y peligroso ritual, pero a la vez se las notas algo agotadas por aquella tarea, por lo que se ponen de acuerdo, que lo harán por última vez. Elegirán como siempre a un incauto y seguirán el plan que usan habitualmente, deseando que el elegido tenga una buena suma de dinero en su poder, para retirarse bien. Pero lo que nunca iban a imaginar, es que la última víctima no sería un desconocido como el resto, por capricho del destino, está vez el diablo metería la cola y la situación sería diferente.







La obra tiene una muy buena dosis de suspenso, por lo que no queremos contar mucho más, solo vamos a decir que la persona que llegará a la posada es Juan, separado al nacer de su madre y críado por una familia rica de la ciudad. Cuarenta años después, siendo ya un adulto y luego de hacer las averiguaciones del caso para dar con ellas, decide que es el momento justo para ir el encuentro de su madre biológica y su hermana. Con el temor lógico, ya que no sabía cual sería la reacción ante su aparición, decide alojarse con un huésped sin revelar su identidad y propósito. Para saber que ocurrió finalmente, deberán ver la obra, solo adelantamos que la lucha entre la verdad, los miedos y la naturaleza de la condición humana, tendrán un duelo feroz.

Momento de hablar de las actuaciones que presenta la obra, ya que realmente son un fuerte de la misma. Son cinco los personajes en escena y todos tienen su momento de destaque. Arranquemos por la talentosa Raquel Ameri, que a nuestro entender es una de mejores las actrices que tiene nuestro teatro independiente, pese a que no tiene mucha prensa. Quien haya visto Rota el año pasado, podrá confirmar lo que decimos. Raquel tiene un estilo muy particular y aquí logra la actuación más destacada de la noche, componiendo a una hija madura y dark, que tiene una profunda relación amor / odio con su madre. Grita a los cuatro vientos su enojo contra ella, pero al mismo tiempo ruega porque la acompañe en su viaje a la ciudad, un deseo que viene acuñando hace años y que aún no pudo cumplir. Disfrutar su gestualidad y sus enorme recursos actorales siempre es un lujo y aquí una vez disfrutamos de un enorme trabajo de Ameri, en un papel complejo, como casi siempre nos tiene acostumbrados.

La gran actuación de Raquel, no debe eclipsar al resto. Nos gustó mucho la composición de Marta Haller, como una madre que luce vencida y ya sin fuerzas, debido a la vida difícil que le tocó en suerte. Escapando de la oscuridad, se recluyó en un pueblo, con una hija de la que no está nada orgullosa. El desamor parece ser una constante en su vida. Recordamos haber elogiado a Marta por su trabajo en Alfa, una muy buena obra del off y aquí vuelve a lucirse mucho, con una madre áspera y resignada.






Leonardo Saggese es Juan, el hijo que decidió ir en búsqueda de su pasado y su identidad, sin saber el peligro que corría. A Leonardo también lo elogiamos en varias oportunidades, recordando su última participación en El Almacén del Fin del Mundo. Aquí realiza una muy buena composición, dando sensibilidad a un personaje frágil e indefenso. Nacha Malén, es la esposa de Juan. Lo acompañó hasta la posada y esperará su regreso. Con menos minutos de participación, Nacha muestra presencia escénica y cumple muy bien su rol. Para el final dejamos a Pablo Rinaldi, que compone a un personaje bello y misterioso. En nuestra opinión, su presencia es onírica y suma belleza a la trama, sin pronunciar palabra, hasta casi el final de la obra. Felicitaciones a Pablo y cada espectador tendrá su propia opinión de su personaje.

La puesta de Mariano Stolkiner, tiene muchos puntos altos. El principal, tal vez sea la música que se intercala con el dramatismo de la trama. Suenan temas de The Cure y esto no es casual, ya que la banda manifestó su conexión con la filosofía de Camus y esto puede observarse en muchas de sus letras. Como dato de color, contar que Stolkiner precisamente se interesó en Camus, por ser un seguidor de la banda musical británica y si contamos que la primera obra del autor francés, se llamó El Extranjero, sabremos de donde surgió el nombre del teatro donde cumple el rol director artístico, con lo que el círculo cierra por completo. Volviendo a la obra, otros ítems a destacar, son el bello diseño escenográfico y el vestuario de Gabriella Gerdelics. El diseño lumínico de Ricardo Sica merece destacarse.






Y hasta allí vamos a contar, la obra es cruda y muy fuerte, mostrando ese carácter pesimista y absurdo que Camus le otorga la vida. La historia además pone el foco en los vínculos y las dificultadas para establecerlos. La soledad, la búsqueda de la identidad y la falta de comunicación se harán presentes en esta pieza, que adrede deja espacios abiertos a la interpretación de cada espectador, que reflexionará con esta historia sombría, con villanos particulares.

Los invitamos a que vean El Malentendido, una obra desgarradora, que nos muestra que la vida puede ser cruda y dejarnos heridas profundas, siendo el desamor la peor de todas ellas. Un texto profundo y sombrío, una puesta rica y actuaciones superlativas del muy buen elenco reunido, confluyen para disfrutar de un thriller que no dá respiro y invita a que reflexionemos sobre como mucha veces la vida de manera caprichosa, nos conduce por un camino sinuoso y cruel, bien alejado de todo aquello que alguna vez soñamos.



Pensador Teatral.





lunes, 1 de abril de 2024

Gaslight

Dramaturgia de Patrick Hamilton. Dirección de Carolina Perrotta.






Lunes 20 30 hs en Hasta Trilce ( Maza 177 ) 

Se presenta en la cartelera porteña, Gaslight, La Manipulación Sutil, adaptación del texto del novelista y dramaturgo británico Patrick Hamilton, estrenado en 1938 en el teatro y llevada al cine en 1944 por el director estadounidense George Cukor, con Ingrid Bergman como gran protagonista, en una película que tuvo un enorme éxito y por ello se convirtió en un clásico de Hollywood.

Tanto fue el suceso del film, que debido al mismo, en la actualidad definimos a gaslighting, como un tipo de abuso psicológico mediante el cual se presenta información falsa para que la víctima dude de su percepción, memoria y hasta de su cordura. Las víctimas suelen sentirse confundidas y pierden confianza en si misma. Esta manipulación suele darse en diferentes escenarios, como el laboral, el familiar y el amistoso, pero la aparición más frecuente es en las relaciones de pareja abusivas o tóxicas.





Luego de esta interesante introducción, que nos permite ver como en ocasiones el mundo del arte, puede brindarnos una nueva palabra a nuestro vocabulario diario, vamos a centrarnos en la obra que se presenta en Hasta Trilce, que resulta un potente thriller psicológico que nos mostrará con crudeza como algunas personas tiene la maliciosa habilidad de manipular a las personas, con tanta minuciosidad, que logran someter al otro de una manera asombrosa y sin ningún escrúpulo.

Las acciones se inician en la casa familiar de los Manningham, donde vive el matrimonio conformado por Bella ( Julieta Bermudez ) y su esposo ( Matías Durini ). El ambiente en la casa es tenso y la relación de la pareja es claramente asimétrica. Con los primeros diálogos, notaremos que Sr. Manningham es quien lleva las riendas de aquel hogar y su esposa tiene un rol totalmente secundario, a la sombra de un marido, que no es nada condescendiente con ella.

Son pocos los buenos momentos que comparten y la merienda de aquella tarde parece ser uno de ellos. Pero todo cambiará en un instante, cuando el Señor nota que en la habitación está faltando un cuadro y acusa a su esposa del hecho. No tiene empacho, en convocar a las dos mucamas de la casa, para asegurarse que ellas no habían descolgado el cuadro, con el objetivo de dejar en evidencia que la única culpable posible es su esposa, que lógicamente se pone a la defensiva y muy nerviosa por la acusación que niega con desesperación.





La reacción y enojo del Sr. Manningham por la situación resulta exagerada. Pronto dará cuenta que no es la primera vez que sucede esto y que son varias las cosas que vienen desapareciendo en los últimos tiempos y no tiene dudas que su esposa es la responsable. La situación se tensa aún más, cuando su esposo le reclama a Bella, una cuenta que tiene que pagar ese día. Ella recuerda haberla guardado en un cajón, pero al ir a buscarla el papelito no está, lo que genera una gran angustia en ella y la cólera de su esposa, que dejará la casa, pero no sin antes amenazarla para que encuentre aquella cuenta, porque sino se verá obligado a tomar alguna medida extrema.

Bella está angustiada y confundida. Su madre tuvo problemas mentales. Será una enfermedad hereditaria ?? Ella también los tendrá ??? Está perdiendo la memoria y la cordura ?? Realiza actos que luego no recuerda ?? La medicación que toma no le está haciendo efecto ?? Su marido cumplirá la amenaza de internarla  ??  Todo es confusión en la mente de Bella y y su destino no parece el mejor. Pero gracias a la intervención de una de las mucamas, cuando su esposo sale de la casa, llegará un misterioso hombre a visitarla, que puede traer la llave de su salvación.

Uno de los principales ingredientes de la obra es el suspenso, por lo que no queremos contar mucho más, solo vamos a decir que aquel hombre que visita la casa, es detective de profesión y tiene motivos para presentarse. Y hasta allí vamos a contar. Para ver que sucede luego y si Bella podrá liberarse de la manipulación de su esposo, deberán ver la obra, que con el correr de los minutos irá ganando en intensidad y tensión.






Momento de hablar de las actuaciones que presenta la obra, son cinco los actores en escena y todos cumplen muy bien su rol. A nuestro entender, la composición más destacada de la noche, es la de Julieta Bermúdez como Bella, la mujer que sufre la cruel manipulación de su esposo y lucha contra sus propios fantasmas. Julieta logra darle a su personaje la sensibilidad y la emocionalidad que el mismo pide, para redondear una estupenda actuación, es un papel muy exigente. Gran trabajo.

En el mismo nivel sobresaliente, mencionar a Matías Durini, como el Sr. Mammigham, el verdadero villano de la obra. Con una presencia escénica imponente, es un malvado con todas las letras, mostrando gran sangre fría, para seguir su plan sin un atisbo de piedad. Muy bueno lo de Matías. Gonzalo Álvarez como Rufino, policía retirado, es el personaje disruptivo de la historia y además le pondrá algo de humor a la trama, para descomprimir la alta tensión reinante en la casa. Nos gustó mucho el personaje de Gonzalo, muy histriónico y carismático.





Con menos minutos en escena, por tratarse de personajes secundarios, debemos mencionar a las mucamas de la casa. En primer término, Fiorella Muzzo, como Nancy, la atractiva ama de llaves que despierta desconfianza en la dueña de casa y suspiros en su esposo. Muy bueno el aporte de Fiorella, aportando intriga a la trama. Resta mencionar a Susana Miraglino, como Elizabeth, la mucama de confianza de Bella y la que secretamente la auxiliará. Susana se incorpora este año a la obra y en su primera interpretación, se acopla perfecto al equipo y cumple a la perfección su rol.

La puesta de Carolina Perrotta logra atrapar la atención del espectador desde el arranque y tiene como gran mérito mantener en todo momento el suspenso. Puntos a destacar el diseño de luces de Stefany Briones, clave en la historia. Hay un muy buen diseño escenográfico de Micaela Sleigh que recrea el hogar familiar y el elegante vestuario de época de Victoria Chacón, que ambienta a los personajes a los tiempos del relato.






No vamos a contar más para mantener el suspenso, Gaslight arrancó su segunda temporada en Hasta Trilce, de la mejor manera, ofreciendo una muy buena adaptación de un thriller psicológico que se escribió hace más de ochenta años, pero que muestra una vigencia asombrosa, ya en la actualidad es habitual encontrarnos con personas manipuladoras, que sin escrúpulos, ejecutan su plan para someter al prójimo, en aras de algún objetivo o por puro narcisismo, sin importar el daño psicológico que le provoca al otro.

Es una muy buena oportunidad entonces, para conocer este exitoso texto teatral, que fue llevado al cine y por su trascendencia, sumó una palabra a nuestro diccionario. Recomendamos Gaslight, disfrutarán de una obra con mucho suspenso y actuaciones superlativas. Los aplausos en el final de la función, del público que colmó la amplia sala de Hasta Trilce en su reestreno, resultan un justo reconocimiento para los actores y el augurio que la obra tendrá una segunda temporada tan exitosa como la primera.


Pensador Teatral.



sábado, 30 de marzo de 2024

Tamorto

Dramaturgia y Dirección: Jorge Costa.






Viernes y Sábados 20 hs en Caras y Caretas ( Sarmiento 2037 ) 

Nada menos que una década en cartel, es la carta de presentación de Tamorto, Romance de Arlequín y la Muerte, este espectáculo rioplatense que conjuga momentos musicales de géneros diversos, como cumbia, boleros. flamenco, por nombrar solo algunos, con la murga y el clown, desplegando hábilmente un humor irreverente y desopilante, que además incorpora notas de actualidad política y pasa facturas a los políticos que nos gobernaron en los últimos años y nos llevaron a la situación actual.






La obra tiene una dinámica vertiginosa, hay una corriente energética de humor y delirio que arranca de manera tímida y no para de crecer, a lo largo que el show avanza. De entrada, los actores aclaran que la comedia de arte, género del espectáculo, se alimenta de la la participación del público y por ello la cuarta pared se derrumbará desde el comienzo, ya que en muchas oportunidades se pedirá la aprobación / opinión del público, para con las acciones que se irán desarrollando, generándose un ida y vuelta muy particular, que asegura que ninguna función será igual a la otra.

Contamos que Tamorto, se centra en la historia del Arlequín, personaje parlanchín y lenguaraz, que se encuentra en sus últimas horas. Llamaron a una Doctora que lo revisó y no le dió esperanzas. El triste final parece ya marcado. Pero el Arlequín, fiel a su esencia, decide que si tiene que esperar a la muerte, lo hará con alegría y disfrutando sus últimas horas a full, con su amigo Pierrot y con Colombina, la esposa de su mejor amigo, probando las mieles del poliamor.






El espectáculo es desopilante por donde se lo mire y no tiene miedo de jugar al fleje, con una buena dosis de humor negro y algunos gags subidos de tono. Si bien las máscaras y el clown, pudieran dar a pensar que es un espectáculo es para chicos, aclaramos que no lo es, aunque en las funciones siempre se ven algunos niños con sus padres, que se ríen de las ocurrencias del arlequín y sus compañeros, pero por las dudas hacemos la aclaración. La trama si bien tiene un camino marcado, deja espacios para la improvisación, algo que los actores y el público disfrutan mucho.

Se genera mucha complicidad entre los personajes y el público. Hay momentos donde los actores se despojan de los personajes y se ríen de su profesión. Otros donde hacen catarsis con los espectadores por la actualidad , riendo y llorando por los políticos a los que votamos en los últimos años. La historia del Arlequín y la llegada de la Muerta, es la columna vertebral de la obra que lleva una década en cartel, pero fue mutando y creciendo a lo largo de los años, algo que se nota por la actualidad rabiosa que tienen algunos diálogos.






La dinámica del espectáculo, requiere un elenco muy talentoso y esto es algo que ocurre claramente en Tamorto. Arranquemos con Jorge Costa, como un Arlequín eléctrico e incontrolable. Con un histrionismo a flor de piel, el arlequín hará de las suyas a lo largo de toda la obra. Será quien más veces rompa la cuarta pared, el que más improvisa y quien llevará el rimo de la velada, jugando con el público y sus compañeros de elenco. Irreverente y por momentos impune, el arlequín parece un adolescente malcriado, que no tiene filtros para decir la verdad. Fenomenal trabajo de Jorge, con un estado físico admirable, ya que se revuelva del por el piso, vuela por los aires, etc. Además es el director de la obra y quien se lleva las mayores ovaciones de la platea.

En lo personal, nos encantó el trabajo de Julia Muzio, en sus personajes de la Doctora y de la Muerte. Con mucho carisma, se muestra provocadora y juega a la perfección con lo políticamente incorrecto y le sale muy bien, logrando la reacción del público que festeja sus ocurrencias. Soberbia interpretación de Julia, mostrando su talento y su carisma.






Pero las buenas actuaciones no paran, Emiliano Larea es Pierrot, el mejor amigo del Arlequín, que enojado por sufrir el engaño, buscará la manera de tomar venganza y la encontrará. Emiliano se destaca mucho en lo actoral y hace un enorme trabajo como clown, a lo largo de la trama.  Completa el póker virtuoso, Romina Mónaco como Colombina, la esposa de Pierrot y deseada por su amigo. Romina aporta picaresca y sensualidad a la obra, siendo otro personaje muy divertido, que destaca mucho por su gestualidad y frescura, generando también momentos muy festejados por el público. La trama de manera generosa les permite a cada uno de los personajes, tener espacio para su lucimiento individual, que se potencia en el conjunto.

Realmente nos encontramos con actuaciones muy destacadas, se nota que hay mucha química entre los integrantes del elenco y esto se nota en la frescura y flexibilidad que tiene la trama, que no es rígida y se nutre de cambios. Sin dudas, a lo largo de los años, el equipo se consolidó y ahora se conocen casi de memoria. Se divierten en escena y esto además de sumar a la obra, se transmite al público. Pero para cerrar el elenco, no debemos dejar de mencionar a Fernando Pérez Hernández, músico en vivo, que con su máscara correspondiente,  está todo el tiempo en escena y con instrumentos varios, será fundamental, para el acompañamiento sonoro de la historia, siendo otro integrante del equipo que muestra su talento.

La puesta es opulenta, con mucho colorido y un derroche de energía muy alto, con un componente de teatro físico importante y un despliegue escénico que no se detiene nunca. Rubros a destacar la música y banda sonora que acompañan las acciones. El vestuario de El Corte Mágico y las máscaras de Alfredo Iriarte aportan mucho en la caracterización de los personajes. Y por último destacar el diseño de luces de Jorge Costa, que además de uno de los impulsores del proyecto, desde la dirección, es el responsable de una puesta tan rica.






En definitiva, nos reímos mucho con Tamorto, una celebración particular  y rioplatense de la muerte, donde disfrutar de la vida es una máxima a cumplir. Estamos en presencia de un espectáculo multifacético, que conjuga lo musical, el clown y la crítica política que con algunas oscilaciones, resulta bastante imparcial, algo que no es sencillo, ya que es importante que no cae en lo panfletario, para alegría de un público que compra la propuesta y participa festivamente de la misma, ya que se siente identificado con los personajes y las situaciones que viven.

Solo queda recomendar la obra, para empaparse de un género tan poco representado como la comedia del arte y conocer a un Arlequín explosivo, que tiene muchas verdades para gritar antes que la Parca llegue para llevárselo, aunque ya les adelantamos, que no le será sencilla la tarea. Celebramos haber descubierto Tamorto y le auguramos muchos años más de vida a una propuesta que se sostiene por el talento y la pasión de sus protagonistas, que nos muestran que la risa, siempre es el mejor antídoto para afrontar la dura realidad que nos toca.


Pensador Teatral.

 

jueves, 28 de marzo de 2024

La Anémona y el Jabalí.

Dramaturgia y Dirección de Mónica Maffia.





Jueves 20 hs en el Centro Cultural Rojas - Sala Batato Barea (Av. Corrientes 2038) 

Se conmemoraba el Día Mundial del Teatro y nada mejor que celebrarlo viendo La Anémona y el Jabalí, este virtuoso texto de Mónica Maffia, que nos invita a viajar en el tiempo a Madrid de 1936, momento de alta tensión política en España, que era una nación fragmentada y con fuertes conflictos entre las fuerzas de izquierda, representadas por la Segunda República y de derecha, compuestas por nacionalistas y la Iglesia Católica.






En las calles de España se vivía un clima de agitación, con una sociedad dividida en líneas ideológicas y enfrentamientos frecuentes entre simpatizantes de ambos bandos, con huelgas, protestas y violencia política como postales de la profunda inestabilidad y del descontento con la situación política generándose el caldo del cultivo propicio para el golpe militar de Franco y con el mismo, el inicio de la Guerra Civil Española. que dejó miles de muertos  y cicatrices en la sociedad que aún perduran.

 Una vez hecha la introducción, que esperamos haya resultado interesante para los lectores y que entendemos sirve de marco adecuado para dar cuenta del contexto en el que se desarrolla la obra, que nos permitirá ser testigos privilegiados de un programa radial, llamado Jueves de República, en la que dos locutoras, con pensamientos antagónicos y que además no se llevaban demasiado bien entre ellas. desarrollarán diversas secciones del programa, como las efemérides, noticias locales y del mundo, además de bellos momentos musicales con las figuras del momento y otras secciones. 

Seremos testigos de cinco programas radiales y partícipes de la magia que tiene la radio, donde siempre los oyentes escuchan, pero nunca ven lo que sucede en el estudio. Los espectadores tendrán la suerte en este caso, de poder espiar lo que sucede puertas adentro, viendo algunas disputas internas entre las conductoras, el activo trabajo de la joven sonidista, pieza clave del programa y en definitiva vivenciar como las tres mujeres, intentarán  maquillar las imperfecciones, para que las emisiones salgan al aire de la mejor manera para los radioescuchas.






El programa además tiene una sesión dedicada a un cuento, en este caso a un poema erótico de William Shakespeare que abreva en el mito de Venus y Adonis como metáfora política para denunciar los abusos políticos de aquellos tiempos. Vale destacar que Mónica Maffia, la autora de la obra es justamente una ferviente investigadora de los trabajos de Shakespeare, por lo que no resulta casual la acertada elección de este relato, que al tener varios puntos de contacto con un poema del gran García Lorca, cerraron el círculo creativo para la lucida dramaturgia que presenta la propuesta.

La Anémona y el Jabalí, título que surge del mencionado poema de Shakespeare, resulta una pieza muy atractiva, ya que además de darnos un pantallazo de la situación que se vivía en España, en los días previos a la llegada de Franco, nos traerá el recuerdo de figuras destacadas de aquellos años y cercanos a nuestros sentimientos, como nuestro amado Carlos Gardel, la recordada Margarita Xirgu y figuras internacionales como Fred Astaire, por dar solo a algunos nombres que aparecerán a lo largo de la noche.

Y hasta allí vamos a contar para mantener el suspenso y para que sean los espectadores los que descubran las sorpresas que nos tiene reservada la obra, que además de apoyarse en una rica y minuciosa dramaturgia, descansa en las estupendas actuaciones que nos ofrecen las tres actrices, que tienen a su cargo llevar adelante el texto, porque como siempre decimos, puede existir un texto muy bueno, pero si luego no se encuentran las intérpretes adecuadas, todo puede quedar un buenas intenciones, siendo esto algo que aquí no ocurre, ya que las actrices logran potenciar un texto valioso de por sí.






Y arranquemos por Mercedes Olivera como Paquita, una de las locutoras que tiene el programa, que para nosotros resulta la figura más destacada de la obra. Con gran presencia escénica y un acento castizo hermoso, dá vida a un personaje con mucho carisma y glamour. Mercedes además de actriz, es cantante lírica y por eso se disfrutan de manera especial, algunos momentos musicales, donde la protagonista se luce con su bella voz. Nos encantó su trabajo.

Pero no seamos injustos con Eva Matarazzo, como Encarnación, la otra locutora de Jueves de República, que está sobresaliente en un personaje muy exigente. A Eva la elogiamos en varias oportunidades en este sitio, es una actriz que nos gusta mucho y aquí una vez más vuelve a destacarse, mostrando sus recursos y su gran versatilidad. Muy logrado su acento también.  Excelente lo de Eva.

Y para el final dejamos a Rocío de León, como Carmen, la encargada del sonido y la técnica del programa, que nos permite deleitarnos con la parte oculta de la radio, la que los oyentes imaginan pero no ven. Carmen no tiene el acento castizo de las locutoras, ya que es latinoamericana y jugará un papel muy importante en la trama, con un personaje misterioso, que esconde algunos secretos. Nos gusto mucho también lo de Rocío, que aporta frescura a la trama, además de ser la encargada de terciar entre ambas conductoras.





Es una satisfacción cuando vemos actuaciones parejas por lo buenas y este es uno de sus casos, ya que las tres protagonistas que se destacan mucho. Tiempo de dedicar unas líneas a la bella puesta de Mónica desde la dirección. Puntos a destacar, como dijimos los encantadores momentos musicales de la historia, que incluyen el recuerdo de figuras tan notables como Gardel. El diseño escenográfico de Leopoldo Tiseira es estupendo, ya que monta un estudio de radio de aquellos tiempos, aprovechando en gran forma, las generosas dimensiones de la sala Batato Barea del Rojas. Y no podemos dejar de mencionar el distinguido vestuario de época que lucen las protagonistas, con vestidos y sombreros que suman mucho en las caracterizaciones.






Creemos que hemos contado lo suficiente ya, el resto como dijimos lo descubrirán cuando vean ustedes la obra, que llega al Rojas, con un interesante recorrido de funciones por escenarios de España y también del Uruguay, recibiendo varios reconocimientos de la crítica especializada, que supieron apreciar la sensibilidad y profundidad de una obra que destaca por su belleza estética y la potencia del texto.

Solo queda invitarlos a que emprendan ese viaje a la España de mediados de la década del 30, para ser testigos de un programa radial transmitido en aquellos días previos al golpe de Franco que desencadenó la Guerra Civil Española y el arranque de una dictadura caracterizada por la censura y el nacionalismo autoritario, que duró más de treinta años. Siempre es bueno recordar la historia, para no repetir sus momentos trágicos, agradeciendo que sea el teatro el que nos permita el recuerdo de la mano de un texto virtuoso que tiene humor y actuaciones realmente destacadas y nos permitió celebrar el Día Mundial del Teatro de la mejor manera.


Pensador Teatral.



viernes, 16 de febrero de 2024

Sueño Raffaella

Dramaturgia de Guillermo Farisco. Dirección de Silvia Silva.






Viernes 20 30 hs en Belisario Club de Cultura ( Av. Corrientes 1624 )

Una propuesta fuerte llega de la mano de Sueño Raffaella, una obra que en su comienzo arranca como una comedia divertida y algo disparatada, pero que a medida que la trama avanza dejará al descubierto una historia muy dura, que nos habla de los miedos y de los traumas que pueden acompañarnos muchos años de nuestra vida, condicionando todo lo que vendrá después.

Pero vayamos despacio y arranquemos con la historia de Lidia ( María Fernanda Francucci ) , una ama de casa que se siente agobiada por su vida rutinaria y con escasos atractivos. Su alegría más grande, es esperar los Domingos a la noche y ver el programa de la gran Raffaella Carrá, la famosa cantante y actriz italiana, que en la década del 90, momento en que se desarrolla la obra, era una figura que trascendía las fronteras italianas, llegando con sus canciones a la Argentina y a todo el mundo.






Lidia buscaba en Raffaella, la alegría que su vida no le daba y más aún, tenía un deseo tan secreto como improbable, participar en el concurso que el programa de la diva italiana organizaba, cuyo premio era viajar a Roma, para participar del show televisivo. Para lograr aquella quimera, debía enviar un video desde Argentina a la producción del programa y si resultaba elegida entre participantes de todo el  mundo que enviaban su video. En caso de ser seleccionado, tendría la dicha de participar del mítico programa y conocer a la gran Raffaella Carrá.

Pero eran varios los problemas a resolver, en primer lugar tenía que ensayar las canciones y los bailes de la cantante, para poder grabar un video que tuviera alguna chance de ser elegido por la producción del programa. Eso ya era todo un desafío para un ama de casa como ella. Pero había un problema mayor, que era conseguir el dinero, para poder pagarse un pasaje de avión a Italia y la estadía en algún hotel en tierras romanas. Ella no tenía dinero ahorrado y tampoco su marido, al que ni siquiera le había podido contar su idea, por miedo a la reacción que podía tener.

Pero las ganas de Lidia eran muchas y ese era su motor,  para la parte de las canciones y el baile, decidió recurrir a Idila ( Diamela Viani )  una vecina y amiga del barrio, que en sus tiempos mozos, había sido muy buena bailarina. Pese a la sorpresa inicial por la idea, enseguida se ofreció a colaborar, porque sabía que era el gran sueño de su amiga. Pero para el tema del dinero, la cuestión no iba a resultar tan sencilla, ya que había que encontrar una persona que pudiera ayudarla a cumplir con su ilusión y en su círculo de amistades no abundaban personas adineradas y sacar un préstamo sin garantías no era la mejor alternativa.





Y luego de dar muchas vueltas, llegó a la conclusión que su cuñada Dilia ( Gaby Barrios ) que tenía un buena posición económica, era la persona indicada para  ayudarla. El gran problema era que hace años no se veían, ya que por algún misterioso motivo, Dilia estaba distanciada de su hermano  De todos modos, tomó coraje y la invitó a su casa. Su cuñada intrigada por el motivo de aquella llamada, concurrió una mañana, sabiendo que su hermano no estaría.

Las tres mujeres se encontraron en casa de Lidia. Se respiraba un ambiente de tensión y cierta desconfianza. Dilia se mostraba distante y enojada con la situación. El motivo de aquel distanciamiento era un misterio, pero de a poco, el pasado iría emergiendo, recuerdos que parecían sepultados bajo tierra luchan por salir a la superficie y de a poco, la dura y dolorosa verdad quedará al descubierto. Y hasta allí vamos a contar, para saber que secreto familiar se guardaba bajo siete llaves y porque la cuñada estaba tan enojada, deberán ver la obra.

Nos gustaron mucho las actuaciones que presenta la pieza. Las tres actrices cumplen muy bien sus papeles, mostrando muy buena química entre ellas. Arranquemos por María Fernanda Francucci, la protagonista de la historia, quien tiene el sueño de viajar a Italia y conocer a Raffaella Carrá, debiendo luchar para ello contra sus miedos propios y el entorno que no le permite siquiera soñar con ello. Muy buena composición la de María Fernanda, sensible y luciéndose mucho cuando imitaba a la diva italiana.





En la función que vimos nosotros, el papel de la vecina estuvo a cargo de Diamela Viani, histriónica y con mucho carisma, logra aportar frescura a la trama y destacando en las partes en las que baila. Siempre con una sonrisa Diamela, pese a que la obra por momentos transita momentos escabrosos. Y para el final, nos queda Gaby Barrios, una actriz a la que elogiamos por anteriores trabajos en este sitio, que realiza un soberbio trabajo aquí, dando vida a una cuñada aguerrida, que muestra su enojo y bronca contenida, por una situación vivida en el pasado que sin dudas la marcó. Gaby es una actriz versátil y aquí en un personaje que no resulta sencillo, muestra sus múltiples recursos actorales, para redondear a nuestro entender la mejor actuación de la noche.

La puesta de Silvia Silva, resulta muy atractiva y tiene muchos puntos para resaltar. En primer lugar, destacar el componente musical que tiene la obra, recreando algunas de las mejores canciones de Raffaella. Sigamos por el vestuario que tiene la obra, con destaque especial en la escena final, mérito aquí de Gabriela Venturini y por último destacar el diseño escenográfico de Bett Tettamanzi, que luce el generoso espacio escénico del Belisario.






Bueno y hasta aquí vamos a contar, como mencionamos en el comienzo la obra, arranca de una manera y en un momento tiene un giro inesperado que parece cambiar todo. Dimos alguna pista, pero no tantas para mantener el suspenso. Hay un muy buen tratamiento del rol de la mujer en la sociedad, marcando como muchas veces por aceptar los mandatos sociales, posterga sus deseos. La trama conjuga en buena forma momentos divertidos y desopilantes, con momentos densos, por lo que el espectador deberá estar muy atento a todo lo ocurre en escena.

Pasamos un muy buen momento teatral viendo Sueño Raffaella, que arrancó de muy buena forma, su segunda temporada en el Belisario, de la mano de un texto intenso, una puesta atractiva y muy buenas actuaciones del elenco reunido. Estamos ante una muy buena oportunidad, para recordar las mejores canciones de Raffaella Carrá y también para reflexionar acerca de como los miedos y las frustraciones pueden dominar y paralizar nuestras vidas. El mensaje positivo es que siempre estamos en condiciones de cambiar el presente y correr en busca de nuestros sueños, dejando atrás aquellos fantasmas que a todos nos persiguen.



Pensador Teatral.


lunes, 12 de febrero de 2024

Fragmentos Mansfield

Dramaturgia: Sergio Catallini, Miguel Wahren y Milagros Almeida. 

Idea, Dirección y Puesta en Escena: Miguel Wahren. 





Una distinguida propuesta teatral llega de la mano de Fragmentos Mansfield, obra que propone reconstruir retazos de la intensa y sufrida vida de la escritora Katherine Mansfield, nacida en Nueva Zelanda y formada de adolescente en Inglaterra, donde descubrió su pasión por la escritura, siendo reconocida como una de las figuras más relevantes del modernismo literario.

Considerada entre las mejores cuentistas del Siglo XX, fue una escritora de sensibilidad exquisita, que amó la vida y busco ser poseída por la pasión. Maestra del detalle y de capturar instantes de la vida, se casó con un crítico inglés llamado Jack Middleton, con quien vivió un amor tormentoso, marcado por las peleas y las separaciones. Aunque se comenta que fue Ida Baker, su confidente y amante, la mujer con la que transitó sus momentos de amor más profundo.





La vida de Katherine fue intensa e intrigante, pese a que fue muy corta, ya que murió de tuberculosis con tan solo 34 años de edad, luego de infructuosos tratamientos médicos, que la hicieron una habitué de los hospitales, en los que no paraba de escribir. Fue Miguel Wahren que decidió escribir una obra sobre Mansfield, allí se conectó con Milagros Almeida que conocía a la escritora y sabía que era la actriz indicada para llevar adelante el papel, más tarde se sumó al proyecto Sergio Catallini, estando ya conformado el triángulo virtuoso que dedicó muchos meses a estudiar la vida y el legado de Katherine, para finalmente llegar a una dramaturgia que condensa en una obra el universo biográfico y poético de la escritora.

El formato de la obra es un unipersonal y allí es donde entra en escena Milagros Almeida, una actriz muy versátil y talentosa, que abrazó con pasión el personaje de Mansfield, logrando una composición fenomenal, colmada de magia y sensibilidad. La presencia de Milagros en el amplio espacio escénico del Callejón es magnética, cuesta quitar los ojos de ella, mientras recorre el escenario. El público en silencio captura cada uno de sus movimientos y palabras, disfrutando de una interpretación completa por donde se la mira.





Milagros además de ser una gran actriz, es cantante y a lo largo de la obra, nos regalará hermosos momentos musicales, cantando algunos temas en inglés, algo que cuadra con la vida de Mansfield que estudió música y tocaba el violoncelo. Pero además la protagonista, bailará en escena, trazando logrando coreografías. Además desplegará divertidos pasos de clown, que parecen remontarse a alguna película muda de Chaplin y siempre jugará mucho con su cuerpo, logrando hablar no solo con la palabra, dando gala de una gran expresividad.

Una composición exquisita la de Milagros, que tenía un desafío enorme aquí, ya que este era su primer unipersonal y debía debutar con un papel complejo que requiere muchos recursos actorales. Y realmente superó con creces el desafío, logrando una interpretación fenomenal que logra cautivar al público y absorber toda la sensibilidad del personaje que representa. Consagratorio trabajo de Milagros Almeida.

Tenemos un personaje muy rico, una composición estupenda y a ello debemos sumar una puesta con una belleza estética superlativa. Hay un aprovechamiento integral del escenario de Espacio Callejón, con numerosos objetos que la protagonista usará en su representación. Destacamos especialmente el excelente diseño de luces que presenta la obra, mérito aquí de Sergio Iriarte, con un ambiente de penumbra y oscuridad que recrea el clima ideal que pide el texto. La música como dijimos tiene un sitial destacado en la obra y párrafo especial para las coreografías de Ana Gurbanov. Gran mérito de Miguel Wahren, en la dirección, amalgamando múltiples recursos, para lograr una puesta que irradia belleza.






No queremos contar más, creemos que con lo dicho ya es suficiente, para que el lector aprecie la calidad de la propuesta que nos convoca, que nos permitirá conocer fragmentos de la vida de una escritora apasionada y adelantada a sus tiempos que abrió las puertas a la modernidad literaria en forma, fondo y personajes, aunque muchas personas no la conozcan demasiado, siendo esta una inmejorable oportunidad para descubrirla o para algunos saber más de ella.

Los invitamos entonces a que conozcan el universo poético y onírico de Katherine Mansfield, gracias a una dramaturgia rica y sensible que toma momentos cruciales de su vida, con una puesta de lujo para el teatro independiente, que dará el marco adecuado para disfrutar de la genial composición de Milagros Almeida, que la rompe en escena, logrando que el público que colmó la capacidad de la sala, siga embelesado el relato y despida a la protagonista, con una prolongada ovación, como justo premio, por la distinguida noche de teatro vivida.


Pensador Teatral.


sábado, 3 de febrero de 2024

Paisaje de Mar sin Ninguna Sirena

Dramaturgia y Dirección de Alejandro Schiappacasse.






Sábados 20 30 hs en Vera Vera Teatro ( Vera 108 ) 

Un texto potente y peno de poesía nos acerca la lucida dramaturgia de Alejandro Schiappacasse, que en esta obra con título onírico, nos habla de una pareja que parece dirigirse directo al naufragio. El amor y los momentos felices parecen formar parte de un paisaje difuso. El presente es oscuro, la insatisfacción se extiende y el amor parece haber quedado atrapado en las peligrosas mareas de la rutina.






La historia arrancará con Clara ( Rosario Andía ) recostada en una reposera mirando al mar, desde los amplios ventanales de la casa en la que vive frente a la playa. Escucha música, pero se la nota algo abatida y encerrada en sus pensamientos. Esa paz algo forzada, se interrumpe cuando aparece en escena su esposo, que luce preocupado, porque no encuentra sus anteojos y otros objetos personales, Pero Clara lejos de querer ayudarlo, se muestra fastidiada, por aquel comportamiento que además de ser repetitivo, le resulta irritante.

El espectador pronto notará que el presente de aquella pareja está lejos de ser armónico y a los integrantes de la misma se los nota en sintonías diferentes. Hay reclamos, principalmente de ella, pero él no se hace cargo, se siente más cómodo encerrado en su mundo, que obligado a afrontar un presente poco agraciado La idea de mudarse hacia una casa frente al mar, fue de él, la intención era recuperar el vínculo y que mejor que hacerlo en aquel lugar privilegiado, donde todos añoraríamos vivir.  Pero las cosas no resultaron como pensaron y pese a la mudanza la crisis de la pareja se agravó.

Los diálogos por momentos navegan entre lo absurdo y la ironía. Clara es la que muestra su enojo, la que lucha para que su pareja recuerde aquellos momentos de felicidad que vivieron juntos y que ahora parecen tan lejanos. Pero él no acusa recibo, prefiere las evasivas y acusa una extraña enfermedad, que le hace perder la memoria, hasta ahí nada raro, pero en este caso esa enfermedad se empecina en que olvide específicamente de aquellos recuerdos que hacían feliz a la pareja, creando una atmósfera de tensión y violencia en la casa.





La trama vá soltando las piezas de a poco y el espectador empieza a armarse un cuadro de situación completo. Hay una cuota de suspenso importante en la obra y por eso no queremos adelantar mucho más. Solo diremos que en algunos momentos, Clara sentirá que la lucha para recuperar el vínculo y ese fuerte amor que alguna vez los unió,  es una misión casi imposible, tanto que lo mejor sería que todo acabe allí, con el mar como testigo de una tragedia anunciada. Pero la mente de aquella mujer despechada será tan fuerte, para lograr que su marido se esfume como si nada ??? Podría vivir luego con aquella culpa ?? Para saberlo, no les va a quedar otra, que ver la obra, algo que recomendamos fuertemente.

Momento de hablar de las estupendas actuaciones de la dupla protagónica conformada por Rosario Andía y Alejando Schiappacasse. Composiciones minuciosas e intensas que logran potenciar un texto muy virtuoso. Y si bien ambos están soberbios, queremos resaltar especialmente el trabajo de Rosario Andía, que lleva adelante el personaje más fuerte de la historia, ya que Clara se muestra consciente del momento terminal que vive la pareja y hará los últimos intentos para reflotar una pareja que se hunde lenta e inexorablemente.





Una interpretación potente y cargada de sensibilidad la de Rosario, que corona en la parte final de la obra con un monólogo implacable en el que muestra todos sus recursos actorales. Nos gustó mucho lo de Rosario. Pero no seamos injusto con Alejandro, que además de ser dueño de la talentosa pluma que escribió la obra, es el director y además protagonista de la misma. Jugando a la perfección, el rol de un hombre que se muestra inmerso en su mundo, en sus pensamientos y que muestra signos de resignación en cuanto a la pareja. Muy buena la composición de Alejandro, dando vida a un personaje enigmático y atrapado en sus laberintos mentales. Un dupla que se luce en escena y que como dijimos potencia un texto muy rico.

Vamos a dedicar unas líneas a la puesta minimalista y muy efectiva que presenta la obra, donde hay que destacar el estupendo diseño lumínico de Pablo Rojas, jugando con las penumbras que envuelven los diálogos de la pareja y los rayos de sol que ingresan por el gran ventanal. El diseño escenográfico de Paula Molina con esa reposera como centro de escena y el vestuario que caracteriza a los personajes también de Paula, son ítems que contribuyen a la belleza de una puesta que transmite mucho.





Ya no queda demasiado para agregar, solo nos queda recomendar Paisaje de Mar sin ninguna Sirena, una obra que nos habla de vínculos rotos, del desgaste de las parejas y de como el amor se vá consumiendo hasta llegar a un momento, en que se sigue adelante solo por inercia y por el recuerdo de momentos felices, que forman parte del pasado. Quedando en evidencia, como muchas veces cuesta ponerle fin a una relación, corriendo el peligro que la única salida posible, es un giro inesperado del destino que nos libre del deber de enfrentar la realidad.  El texto también nos lleva a pensar al miedo que produce la soledad y como en algunos casos se prefiere extender un vínculo ya roto, para evitar quedarnos solos.

Los invitamos a que se lleguen hasta la fría casa de la playa, para mirar hacia el horizonte, con la inmensidad del mar como fondo, para reflexionar acerca de la finitud del amor, de la fantasía de la inmortalidad y del enorme desgaste que puede provocar la rutina y el paso del tiempo en las parejas. Todo ello de la mano de un texto fuerte y profundo, una puesta plena de poesía y actuaciones exquisitas, que nos permitirán disfrutar de una sentida noche de teatro independiente, donde las emociones, como olas del mar, romperán con fuerza en nuestros corazones.


Pensador Teatral.