Comedia negra atemporal, dirigida por la talentosa Iris Pedrazzoli, basada en la novela Pony, del dramaturgo venezolano Gustavo Ott.
La obra cuenta la historia de Monica, una mujer treintaniera que atraviesa un momento difícil de su vida porque acaba de quedar viuda y está frustrada por estar en un trabajo en el que no tiene reconocimiento..
Está en un momento límite y decide recurrir a su familia que es muy especial , desfilando ante un padre que vende sepelios estrambóticos, una madre que se dedica a comercializar títulos falsos y un hermano cuyo mejor consejo es que venda la casa, para pagar una deuda que mantiene con él..
El punto en común, de estos "seres queridos " de Moniquita, es el individualismo, las falsas apariencias y el sacar ventaja a cualquier precio, sin importar siquiera que la víctima en este caso es una hija o un hermana.
La pieza en tono de comedia y farsa, invita al espectador a pensar acerca del mundo que habita, donde los inescrupulosos están en su salsa y siempre hay un incauto listo para caer en sus redes, un mundo cruel y globalizado, que se aprovecha del ingenuo y del crédulo.
Las actuaciones, son estupendas, Mónica interpretada brillantemente por Araceli Haberland, con sus caras y sus tonos siempre bien llevados y Guido D´Albo en su triple papel de padre, madre y hermano, resueltos todos estupendamente y con su sello particular, logran en conjunto un entendimiento perfecto en el escenario y permiten que la obra fluya en todo momento y llegue profundo al espectador.
Actuaciones de un gran nivel ambas y constantes en todo el desarrollo.
Para destacar mucho, la acertada inclusión, de la pantalla en el fondo del escenario donde se proyectan imágenes y que complementan en muy buena forma los diálogos, sin dudas un recurso bien utilizado, que enriquece mucho la obra.
Sobre el final de la obra, el espectador se enterará de boca de la protagonista, porque recibe el nombre de PONY y sin dudas que recordará por mucho tiempo el porque del título.
En definitiva, una obra muy interesante, con actuaciones estupendas y que hará reflexionar, al espectador, sobre lo duro que es sobrevivir en la socedad actual, cruel y salvaje, donde la falta de valores y las miserias humanas, parecen no tener limites, siendo la contracara de esta oscuridad, la existencia de personas de bien que ván a luchar ante la adversidad y aún en inferioridad, no van a perder la esperanza de conseguir transformar ese mundo en algo mejor
Sin dudas, Pony es una grata sorpresa, una obra que invita a reflexionar y que recomendamos.
Pensador Teatral.
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