martes, 7 de marzo de 2017

Tomar la Fábrica

Domingo 19 hs en Nun Teatro ( Juan Ramírez de Velazco 419 )





Obra escrita por Joselo Bella, Ricardo Díaz Mourelle y Pedro Sedlinsky.

Joselo y Ricardo son los protagonistas de la pieza y Pedro está a cargo de la dirección.

Siempre es un placer ver cuando proyectos de autores argentinos llegan al escenario y más cuando son con propuestas tan interesantes como la que tuvimos el placer de ver el Domingo en el Nun Teatro.

Tomar la Fábrica, cuenta la historia de dos amigos actores, Juan ( Joselo Bella ) y Franco ( Ricardo Díaz Mourelle ), que actualmente se encuentran sin trabajo y se reúnen en la casa de Franco, que por un accidente doméstico, está con poca movilidad y entonces le pidió a Juan, que vaya a su casa, para ayudarlo y le cocinara unos zapallitos al disco.

Ese es el contexto, para el encuentro de estos viejos amigos, que hace cuatro años ensayan para una obra que no se concreta y tienen la excusa perfecta para rememorar viejas anécdotas del pasado y recuerdos familiares de la niñez y de la adolescencia.



Los diálogos que se producen entre ellos son muy ricos y se disfrutan enormemente, hay algunas anécdotas graciosas, pero también muchos recuerdos tristes y conmovedores de sus infancias.
Sus vidas fueron sufridas y el presente tampoco es sencillo, hay poco trabajo y no es fácil ganarse el mango, entonces la duda entre seguir la vocación actoral o conseguir un trabajo que les permite vivir es permanente, más cuando las últimas experiencias en la actuación, no fueron las mejores.

Las actuaciones de los protagonistas son deliciosas, Ricardo con su estilo pausado y calmo, hace un manejo perfecto de los tiempos y los silencios, emocionando cuando habla de su madre, de sus hermanos y hasta contando una situación conectada con la Masacre de Trelew.
En tanto que Joselo, con una verborragía particular y gran emocionalidad, conmueve al hablar de su padre, de sus necesidades cuando era chico, de su trabajo en la gomeria y sus experiencias fallidas con las mujeres.

No vamos a contar más, dejaremos que sea el espectador cuando vea la obra, el que vaya descubriendo las distintas historias, que se irán contando a lo largo de la trama, solo comentar, que la puesta  genera una atmósfera muy cálida.  Es una charla de amigos y el espectador es testigo privilegiado de ña mima , realmente se viven momentos teatrales que se disfrutan muchísimo por la riqueza del texto y por la calidad de las interpretaciones.




Muy buen aporte, la música original de Rony Keselman y la escenografía lucida de Alejandro Mateo, que contribuyen al clima intimista que tiene la obra y que permiten que el espectador casi pueda " ver " las imágenes de las historias que se cuentan, mientras de fondo, oye el ruido de los zapallitos cocinándose en el disco, un lujo que solo puedo brindarnos nuestro prolífico e ingenioso teatro independiente.

Tomar la Fábrica es una pieza bella y con mucha poesía, tiene muchos momentos graciosos y otros de profundo dramatismo. En varios pasajes, se hace referencia a la comedia italiana, se menciona a Marcelo Mastroiani, a Sara Montiel y a películas como Ojos Negros y El Trompetista, entre otras. Tiene mucho arte este guión, sin lugar a dudas, es un proyecto en el que los autores trabajaron mucho y esto se nota en el excelente producto final que es la pieza que representan.

En conclusión, estamos en presencia de una obra que nos habla de la amistad y de la resistencia de estos amigos, golpeados por la vida, pero que no se resignan en la búsqueda de la felicidad.

La ovación que reciben los actores, al finalizar la función, es un justo reconocimiento por sus estupendas actuaciones y una muestra que la obra les llegó al corazón.
Recomendamos a  todos los que gustan del teatro argentino, que se acerquen al Nun, para disfrutar y emocionarse con esta entrañable obra.


Pensador Teatral.-


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