sábado, 22 de abril de 2017

Iracunda Tristeza.

Miércoles 20 30 hs en El Tinglado Teatro ( Mario Bravo 948 )




Obra escrita por Gilda Bona y dirigida por Silvia Hilario.

Inspirada en el cuento " Un dìa de trabajo " de Truman Capote, Gilda, dramaturga reconocida en el medio y con varios premios en su haber, como es su sana costumbre, nos ofrece un texto profundo que pone el foco en la condición humana y sus conflictos.

En este caso, Iracunda Tristeza, nos cuenta la historia de un escritor, del que no se revela el nombre , interpretado por Gabriel Nicola y Matilde ( Marta Pomponio ) su empleada doméstica.

La acción que se desarrolla en un único acto, se inicia, con el desaliñado escritor, durmiendo en su cama y el ingreso de Matilde a la casa para hacer la habitual limpieza semanal , pero en un día que no la esperaba.  Apenas lo vé, la empleada doméstica, se dá cuenta, que el escritor no tuvo una buena noche. El panorama del departamento es prueba de esto , ropa tirada en el piso, botellas esparcidas por doquier y el aspecto del escritor denota que la noche anterior estuvo bebiendo y no poco.
Su esposa lo abandonó hace dos meses y el golpe dejó secuelas en el escritor, que sufre la situación y parece abandonado, no logra concentrarse para escribir y sale poco de la casa.






Matilde en cambio está sobria, pero tampoco se la nota bien ese día, se muestra triste, irritable y angustiada, por alguna situación personal que sin dudas esconde.

Los diálogos entre el escritor y Matilde, son realmente muy ricos, ambos parecen almas en pena, se los nota doloridos y muy solos.
La conversación se desarrolla sin rumbo fijo, por momentos el escritor se defiende de las acusaciones de la mucama acerca de su estado etílico y de abandono, en otros Matilde que está muy misteriosa, de a poco va contando algunos detalles de sus " clientes ". Ella llama clientes, a las personas a las que les limpia la casa y en ese departamento, los tiene varios pisos y conoce varias historias de vida, que a pesar de mostrase reservada, con tono confidente, le cuenta al escritor.

La trama tiene un aire misterioso y lúgubre que le dá un aire de misterio a la pieza, que envuelve al espectador, que en su butaca, quiere adivinar cual es el secreto que la mucama esconde y el escritor parece adrede no querer descubrir o su perturbado estado no le permite hacerlo.

La historia atrapa, pero es hora ya de destacar las excelentes actuaciones que tiene la obra, Gabriel Nicola dá vida a un escritor melancólico y aturdido por su situación, se lo nota confundido, abatido y buscando aferrarse de alguna una soga para no seguir cayendo. Y por el otro lado, Marta Pomponio, interpreta a Matilde, una mucama muy particular, con fuerte presencia, misteriosa, sagaz y que tampoco parece muy conforme con su presente, Según el escritor, no nació para limpiar casas, sino para ser escritora, por todas las historias que tiene para contar.

La química entre los protagonistas es notable, se los nota muy conectados y comprometidos con la historia, interpretando con mucha pasión sus personajes. ( no se pierdan un mágico baile que nos tienen reservados ) y marcando en forma acompasada los tiempos que propone la directora.

A estas actuaciones tan sentidas, hay que agregar un diseño escenográfico brillante, a cargo de Claudio Larrea, que brinda una atmósfera intimista, mostrando un departamento bien decorado en el Piso 18 ( el último ),  con un ventanal de fondo, enorme que tiene como vista la cuidad desde las alturas, en aquel día gris.





A lo largo de toda la obra, se escucha el ruido de la lluvia de fondo, tan real, que parece que en verdad está lloviendo en ese momento y por último mencionar la estupenda  música original que tiene la pieza a cargo de Alejandro González Novoa, que contribuye sobremanera con la belleza de la puesta.
Mucho mérito de la directora Silvia Hilario, que logró darle vida al guión de Gilda Bona, con una puesta en escena repleta de poesía y con tantos recursos artísticos, que unidos, le agregan muchísimo valor a la pieza.

Como conclusión, una entrañable obra,  la que vimos el pasado Miércoles, en El Tinglado. Una pieza que nos habla sobre la soledad que reina en las grandes ciudades, la multiplicidad de historias que se esconden detrás de cada puerta y de como el ser humano, tristemente trata de huir de los sinsabores de la vida, debiendo recurrir en muchos casos, a alguna adicción, como única vía de escape, para esa vida gris que lo envuelve.

Siempre es un gusto, descubrir estas excelentes y escondidas obras del off, en este caso Iracunda Tristeza, donde se conjugan un texto profundo, una dirección precisa, actuaciones deliciosas y una puesta bella, para que el espectador pueda disfruta como lo hicimos nosotros, de una hermosa noche de teatro.


Pensador Teatral.



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