Dramaturgía de Sabina Berman y Dirección de Quique Quintanilla.
Basada en Testosterona, obra escrita por la autora mexicana Sabrina Berman, estrenada en 2014 en Madrid, con estos mismos actores y con gran suceso.
Celebramos el regreso del enorme Miguel Angel Solá a los escenarios de Buenos Aires, en dupla con su pareja en la vida real, la bella y talentosa Paula Cancio.
Todavía recordamos a ambos, brillando en El Diario de Adán y Eva, en su última presentación en el país, por lo que la expectativa de verlos nuevamente en los escenarios porteños era muy grande.
Y la verdad que no defraudan, todo lo contrario, evidentemente Solá, elige muy bien las obras que protagoniza, ya que Doble o Nada, es una pieza profunda e interesante, con un guión por sobre la media habitual del teatro comercial, un trhriller psicológico que indaga en las relaciones de poder y sus múltilples influencias.
La obra, nos cuenta como Ricardo ( Miguel Angel Sola ) , un veterano director de un periódico, cerca del retiro, que debe decidir a quien de sus dos sub-directores heredará su encumbrado puesto.
La elección será entre la joven y bella Miky ( Paula Cancio ) y el despiadado Beteta.
Para hacer más dramática la apuesta y de ahí el título de la obra, la elección será a todo o nada, ya que el ganador será el nuevo director, pero el que pierda, será despedido del periódico, un factor de presión adicional para los candidatos.
Las preguntas surgen de inmediato. Podrá una mujer tener la más alta posición de poder en un poderoso medio de comunicación ?? Tendrá el carácter suficiente para pisar fuerte en un mundo dominado por los hombres ??
El directorio le daría todo el poder a una mujer, que encima es joven y bella ?? Hay algún límite en esta contienda o todo vale por conseguir un puesto ??
La elección de Ricardo no será sencilla y el interrogante, que plantea la autora, en forma de enigma, es saber si se basará solo en cuestiones profesionales o influirá el factor humano y afectivo. Miky fue alumna de Ricardo, él la hizo entrar al periódico, la formó de cero y le enseñó todo lo que sabe.
La obra es fuerte, trata sobre las luchas de poder en el mundo laboral, sobre el rol de la mujer en un mundo laboral machista, donde su lugar siempre está relegado y todo cuesta más.
La pieza además hablará de traiciones, de sexo, de estrategias y el espectador en todo momento sentirá atracción por una historia, donde los hechos nunca son como las apariencias indican.
Este muy buen guión, encuentra eco en las actuaciones magníficas de un Miguel Angel Solá que muestra su oficio y su aplomo, en todo momento, como dijimos un lujo poder ver a un actor del calibre de Miguel Angel en escena, no vamos a ser nosotros el que descubramos sus cualidades.
Y que decir de Paula Cancio, nos encantó su interpretación de Micky, su gestualidad, una deliciosa dicción, su sensualidad a flor de piel y una combinación de energía y pasión, que ratifican que es una actriz de enormes condiciones.
Individualmente se lucen mucho en la pieza y juntos muestran una química y un entendimiento total, se los nota cómodos en el escenario, se cruzan miradas cómplices, disfrutando sus papeles y este goce se traslada al espectador, que se deleita con sus interpretaciones.
Nos gustó mucho la puesta en escena, una bella y refinada escenografía de Jaime Nin Uría, el diseño lumínico de Manuel González Gil y Matías Canoy, con esa lluvia con relámpagos de fondo, que acompaña gran parte de la trama. Una gran variedad de recursos muy bien amalgamados por Quique Quintanilla, para ofrecer una puesta de calidad, a la altura de la propuesta.
En conclusión, un guión muy interesante e intenso, con muchos temas para reflexionar, algo que debemos destacar en el teatro comercial, que no siempre trae ideas. En este caso, hay una trama que atrapa y vá subiendo en tensión e intriga a medida que avanza la obra y que depara un final que será a toda orquesta e impactante.
Disfrutar de un texto rico y profundo que indaga sobre los lìmites de la ambiciòn humana, con un Miguel Angel Solá brillante como siempre y una Paula Cancio que parece no tener techo en su crecimiento, es algo que los amantes del teatro no podemos dejar pasar.
La merecida ovación recibida por los protagonistas al final de la obra, presagian que el paso de Doble o Nada por la cartelera porteña, para nada pasará inadvertido.
Pensador Teatral.
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