Domingos 17 hs en Nun Teatro ( Juan Ramírez de Velasco 419 )
Dramaturgia de Fernando Gabriel Rodil y Dirección de Jimena del Pozo Peñalva.
El cálido Nun Teatro, nos convoca en esta ocasión, para ver Carne de Oriente, una interesante propuesta, que en forma de unipersonal, nos contará la historia de Mirna, una joven que tiene un amor incondicional por Beto, un reconocido cantante de rock.
La acción arranca, cuando de una carpa de la que emerge Mirna, ella es una madre soltera, que ha viajado especialmente para asistir al recital de su ídolo Beto. No importa los sacrificios que haya tenido que hacer, hay que seguir al Beto, aunque no se tenga dinero y para ello haya tenido que dejar a su hija al cuidado de su abuela.
La obra presenta una importante pintura, sobre el comportamiento y las actitudes que tiene un fan en relación a su ídolo, reconocemos en Mirna, la cultura del aguante, que muchos figuras del rock, no dudan en abonar y disfrutan al ver como un ejército de fans, los seguirá donde vayan a tocar, sin reparar en nada, lo único importante es seguir a sus ídolos. ( surge inmediata la asociación al menos a quien escribe estas lineas, con aquellos fanáticos de los Redondos que siguen incondicional al Indio Solari )
La fan, viajó sola y en ese lugar donde acampa tratará de entablar amistad con otras fanáticas. Es más inicia monólogo, ya que nunca obtiene respuesta, dirigido hacia esa vecina de otra carpa, a la que le cuenta su amor por el Beto, sus fantasías y también le relata muchos aspectos de su vida personal.
Si bien el argumento central de la pieza, pone la lupa, en mostrar como se porta un fan y lo hace con mucho humor, también resalta la soledad que manifiesta Mirna, ella esta sola en ese viaje y también muestra que está sola en su vida, ya que no logra conectarse con nadie, no tiene trabajo, no comprende a su madre, ni a su hija y solo encuentra en Beto, una razón de vida, se aferra a él y hasta en algún punto lo considera su Dios.
Aunque pueda parecer exagerado, este pensamiento, es el que pueden tener muchas personas, que en algunos casos se aferran en una estrella de rock, en otros casos a un equipo de fuútbol, a un trabajo, etc. Pero la característica, es que siempre se busca, alguna razón, algo a lo que aferrarse, la zanahoria, para hacer mas llevadera la vida difícil que llevan.
Llega el momento de hablar de la gran protagonista de esta pieza, ellas es Graciana Urbani, quien dá vida a Mirna, en una interpretación fantástica. Se la nota muy segura en el papel y pudiendo expresar los diferentes estados de ánimo que experimenta, la ilusión por ver a su ídolo, el fastidio por aquellos que no entienden su idolatría y la esperanza secreta de que este amor incondicional que tiene por el Beto dure para toda la vida y que en algún momento la estrella se fije en ella, ese es su máximo sueño en la vida.
Debemos destacar la gestualidad de Graciana, sus movimientos, su forma de hablar, la postura, se nota que hubo mucho trabajo previo y el resultado, es una composición impecable del personaje y a lo largo de la trama, la protagonista puede mostrar todos sus recursos artísticos, en una actuación muy destacada.
Si bien la pieza tiene formato de unipersonal, la protagonista, no estará sola en escena, la acompañará en todo momento el músico Adrián Possemato, que además de acompañar muy bien con su guitarra, será el encargado del artesanal diseño de sónido y efectos especiales que presenta la puesta, realmente muy ingeniosa su participación, que provocará muchas sonrisas en los espectadores.
Y al comienzo y al final de la función, aparecerá la simpatía y el desenfado de Sara Estefanía Córdoba, ella es vendedora de bebidas, también es fan de Beto y quiere ver el recital. Su presencia si bien es breve, aportará frescura y gracia a la puesta.
La escenografía es mínima, solo hay una carpa dominando el espacio y algunos elementos de camping, queda claro en esta pieza, que lo preponderante es el texto y el discurso que transmite Mirna.
En definitiva, una propuesta original e interesante del teatro off , que llega de la mano de un dramaturgo joven como Fernando Rodil y una directora también joven como Jimena del Pozo Peñalva, que encuentran en Graciana, la actriz adecuada, para desarrollar un relato, que en tono de humor, sin dudas nos invitará a la reflexión.
La obra nos gustó mucho y por eso la recomendamos, lo invitamos a usted espectador a que vaya al Nun para conocer a Mirna y disfrute como nosotros de una entrañable historia y de una actuación excelente de la protagonista. Además, tal vez tenga la suerte de cruzarse al Beto y se pueda sacar una foto con tamaña figura.
Pensador Teatral.
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